martes, 12 de septiembre de 2017

DESTRUCCIÓN SODOMA Y GOMORRA, ABRAHAM Y ABIMELEC: GÉNESIS 18–20:

DESTRUCCIÓN SODOMA Y GOMORRA, ABRAHAM Y ABIMELEC:
GÉNESIS 18–20:

 En estos capítulos aparecen tres visitas y cada una lleva una lección espiritual.

I.      Dios Visita a Abraham (Génesis 18).
Los versículos 17–22 aclaran que el Señor Yavé era uno de los tres visitantes celestiales; nótese: también las palabras de Abraham en el versículo 3.
El gran tema de este capítulo es la comunión del creyente con Cristo, porque Abraham era «amigo de Dios» (Stg. 2:23). En el capítulo 19 vemos a Lot, el amigo del mundo.    

A.      La Comunión De Abraham Con Yavé = Ha-Shem (vv. 1–8).
VV.4-8: Abraham ofreció a sus huéspedes la típica cortesía Oriental. Los detalles de esos versículos (por ejemplo comieron) demuestra que esto no fue una visión ni un sueño.
Estos versículos describen al creyente en comunión amante con Cristo. Abraham está en Mamre, que significa «gordura»; disfruta de la plenitud de la bendición de Dios.
La tienda habla de su vida peregrina; «el calor del día» señala que anda en la luz (1 Jn. 1). Su prisa demuestra su anhelo amoroso de complacer al Señor.

Notas:
V.2. tres varones. Uno era el Señor. Yavé (v.1), los otros eran ángeles (comp.19:11).
V.3. Mi Señor. Probablemente Abraham no reconoció de inmediato a su visitante como Yavé = Ha-Shem ‘El Nombre’ Adonai., (comp., la experiencia semejante de Manoa en Jueces 13:15-23).

Y no escatima esfuerzo para hacer que Cristo se sienta en casa. Pablo ora en Efesios 3:17 «que habite Cristo por la fe en vuestros corazones», lo cual significa literalmente «que Cristo pueda establecerse y sentirse en casa en nuestros corazones». Cuán importante es que el cristiano haga que Cristo se sienta en casa. Él anhela tener comunión con nosotros.

B.      La Confesión De Incredulidad De Sara (vv. 9–15).
El nacimiento de Isaac está conectado con la risa. Es más, el nombre «Isaac» significa «risa». Génesis 18:13: Uno de los tres hombres (comp. v.2) se revela claramente como Yavé, quién conoce los pensamientos de Sara.
Abraham se rió con fe gozosa cuando oyó las nuevas de que Dios le daría un hijo (17:15–18), pero Sara aquí parece reírse en incredulidad carnal. ¿Por qué tenemos que dudar de las promesas de Dios? «¿Hay para Dios alguna cosa difícil?».

Nótese: la fe de María en Lucas 1:34, cuando preguntó: «¿Cómo será esto?». Por otra parte, María decía: «¿Cómo puede ser esto?».
Cuando Isaac nació, sin embargo, Sara en efecto se rió con gozo espiritual (21:6–7).

C.      La Confianza De Jehová En Abraham (vv. 16–22).
Los ángeles se fueron y se dirigieron a Sodoma, pero Jehová se quedó para visitar a Abraham. ¡Qué escena!
Dios a igual  que Cristo no le ocultaría nada a su amigo. Véase Juan 15:14–15, donde Él promete revelar su voluntad a sus amigos.
V.21. Por supuesto que el Dios Omnisciente tenía total Conocimiento de lo que ocurría en Sodoma, pero Su Justicia le hizo demostrar que estaba en completa posesión de los hechos. Realmente, dos ángeles fueron a Sodoma (comp. v. 22).

Léase también Salmo 25:9–14, y véase cómo Abraham llenó todas las condiciones que se indican aquí. Abraham sabía más de Sodoma que Lot, ¡y Lot vivía en Sodoma! ¡El cristiano obediente y separado sabe más acerca de este mundo que lo que saben los filósofos ateos!

D.      La Preocupación De Abraham Por Lot (vv. 23–33).
Abraham quería mucho a Lot, a pesar de la mundanalidad e incredulidad del hombre.

 Nótese: que Abraham no suplica la gracia de Dios, sino su justicia: ¿Cómo puede Dios destruir al justo con el impío?

(En el Calvario Dios castigó al Justo en lugar de al impío.) Con persistencia y ternura Abraham intercede a favor de Sodoma. Si sólo se pudiera encontrar diez creyentes, Dios dice que libraría a la ciudad entera.
V.24: Cincuenta Justos. Lot era uno de ellos (comp. 2 P.2:7), aunque está claro que Abraham asume que había otros justos. No estaba simplemente regateando con Dios, quien no se complace en la muerte del impío (comp. Ez.33:11).
El capítulo 19 indica que Lot tenía por lo menos dos hijas casadas (v. 14) y dos solteras (v. 30ss), de modo que, con su esposa y yernos, eran ocho en total.
Si Lot hubiera ganado a su familia más dos vecinos, ¡Dios hubiera librado a la ciudad entera! Pero no logró llenar ni siquiera esas condiciones.

II.      Los Ángeles Visitan a Lot (Génesis 19):
V.1. Los dos ángeles. I, es, los mismos que visitaron a Abraham, capítulo 18:22, la puerta de Sodoma era el centro de la vida pública. La presencia de Lot allí sugiere que era un juez en la ciudad (comp. 19:9). Saludo a los ángeles con la acostumbrada inclinación como señal de respeto.
El Señor Jehová no acompañó a los ángeles; no se hubiera sentido «en casa» en el hogar de un descarriado mundano. 2 Pedro 2:7–8 indica que Lot era salvo.
Tenía unión con el Señor, pero no comunión; calidad de hijo, pero no compañerismo. Fue «salvo así como por fuego» (1 Cor. 3:14–15).

Nótese: que Lot había perdido su tienda, porque en este tiempo vivía en una casa (v. 3), y no se menciona el altar.

V.5. Para que los conozcamos. I, es, para tener relaciones homosexuales. La actitud de Dios hacia el pecado se manifiesta en la destrucción de Sodoma y en Lv. 18:22, 29; 20:13; Rom.1:26; 1 Cor. 6:9; 1 Tim.1:10.

Era de noche cuando llegaron los ángeles y la mayoría de los hechos del capítulo ocurren de noche. Lot no andaba en la luz. No sólo que el mundano Lot había perdido su tienda y altar y su comunión con Dios, sino que también había perdido sus normas espirituales:
Ø ¡se atrevió a sugerir que sus hijas solteras salieran a la calle para satisfacer la lujuria de la chusma!
Ø Lot también había perdido su testimonio ante su familia (vv. 12–14).

¿Dónde empezó? Cuando «alzó sus ojos» (13:10) y escogió su tierra. Empezó a andar por vista, no por fe, viviendo para las cosas del mundo. Debe haberse casado con una mujer mundana, porque su corazón estaba en Sodoma y ella no soportó dejar atrás la ciudad.
Esa mañana amaneció brillante y hermosa. La gente empezó a desempeñar sus tareas cotidianas, ¡y entonces llegó el juicio! Las ciudades perversas fueron destruidas por completo. Sólo Lot y sus dos hijas solteras escaparon con vida. La suerte de Sodoma es un cuadro de la ira venidera.

Cuando los hombres piensen que hay paz y seguridad, caerá la destrucción (1 Ts. 5):
·      El rescate de Lot, mientras tanto, es una ilustración del Arrebatamiento de la Iglesia antes del derramamiento de la ira de Dios.
·      El Señor rescató a Lot por amor a Abraham (19:29), y librará a su Iglesia de la ira venidera por amor a Jesús (1 Ts. 1:10; 5:9).

Los días finales de Lot se llenaron de oscuridad y pecado, puesto que cometió incesto en una cueva. Descartó su tienda por una casa en la ciudad y acabó en una cueva, ¡emborrachado por sus propias hijas! Los hijos de esta horrible escena, los moabitas y amonitas, han sido enemigos de los judíos durante siglos, ilustrando que la carne está contra el Espíritu.
Debemos asegurarnos de estar en la voluntad de Dios cuando nos establecemos con nuestra familia. Lot escogió el lugar errado y se arruinó a sí mismo y a sus seres queridos.
Es interesante contrastar las dos visitas de los capítulos 18 y 19.
Jehová mismo visitó a Abraham, pero sólo los ángeles fueron a Sodoma a visitar a Lot. Dios tenía un mensaje de gozo para Abraham y Sara, pero los ángeles dieron a Lot un mensaje de juicio:
·      Abraham recibió la visita durante el día, pero Lot en la noche.
·      Abraham estaba a la puerta de su tienda; Lot a la puerta de la ciudad.
·      Abraham tenía poder con Dios, pero Lot no tenía influencia ni siquiera con su familia.
·      Abraham vio a Sodoma destruida y no perdió nada, pero Lot lo perdió todo. Sólo salvó su vida.
·      Abraham trajo la bendición del mundo, pero Lot trajo problemas al mundo (los amonitas y moabitas).

III.    Abraham Visita a Gerar (Génesis 20):
Lot queda en el olvido, pero la historia de Abraham continúa. «El que hace la voluntad de Dios permanece para siempre» (1 Jn. 2:17). Desafortunadamente, este capítulo muestra la repetición de un viejo pecado:
·      Abraham miente respecto a su esposa (véase 12:10–20). Incluso el santo más consagrado debe estar siempre en guardia para que Satanás no lo haga tropezar.

¿Por qué se repitió este pecado? Debido a que Abraham no lo había juzgado en su vida. Es cierto que lo confesó al Señor y recibió el perdón, pero confesar el pecado no es lo mismo que juzgarlo. Juzgar nuestros pecados quiere decir verlos en su verdadera luz (como Dios los ve), detestarlos y sacarlos de nuestras vidas.
En el versículo 13 Abraham admitió que este pecado vino con él desde Ur de los Caldeos. Hay una diferencia entre el creyente y el incrédulo, aunque el creyente puede cometer pecado. Dios fustigó la corte pagana, pero protegió a Abraham. Dios le dijo al gobernante: «muerto eres» (v. 3), pero llamó a Abraham un «profeta» (v. 7).
Esto no significa que los creyentes tienen licencia para pecar, sino que muestra que Dios es fiel, incluso cuando seamos infieles (2 Tim. 2:12–13).

Sin duda Abraham sufrió vergüenza y reproche debido a su pecado, pero Dios protege a los suyos. En realidad, si Abimelec hubiera tomado a Sara, hubiera alterado el plan de Dios para el nacimiento de Isaac al año siguiente.
El egoísmo y la incredulidad de Abraham casi destruyen su vida y el futuro de la nación judía:
·      Tristemente, su hijo Isaac usaría la misma estratagema años más tarde (26:6ss), y
·      con los mismos amargos resultados.

Estudios para el Domingo.

Lea Su Biblia, Lea Su Biblia, Lea Su Biblia


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