Parte I:
Diferencias Entre Las Principales Metodologías
Apologéticas:
“y
conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”.
(Juan
8:32)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Existen
diferentes tipos de sistemas apologéticos,
y ninguna manera universalmente conocida para categorizarlos. Los enfoques
divergentes parecen ser determinados por la perspectiva de los que los
categorizan.
Sin embargo, existen algunos términos
generalmente entendidos que se pueden emplear para ver de una manera
significativa las diferencias entre los enfoques más populares.
Categorización
de Sistemas.
Es tentador hacer categorías lógicamente exhaustivas de sistemas apologéticos. Dos problemas
lo impiden:
· En primer lugar, la categoría puede parecer que funciona, pero
la categoría correspondiente que se opondría lógicamente es demasiado amplia.
· En segundo lugar, los
sistemas divergentes a menudo se agrupan en una categoría.
Por ejemplo: si se usan las
categorías de presuposicionalismo y no-presuposicionalismo, no sólo existen
diferentes tipos de presuposicionalismos, sino también diferencias
significativas entre los sistemas no-presuposicionalistas. Si se usa evidéncial
y no-evidéncial el mismo resultado ocurre; la apologética clásica e histórica e incluso
algunas formas de presuposicionalismo (por ejemplo, consistencia
sistemática) deben ser apareadas en la misma categoría.
Lo
mismo es verdad si se utiliza la apologética clásica y apologética
no-clásica como dos categorías
amplias.
Tipos de Sistemas.
A pesar de que las categorías no son
lógicamente exhaustivas y se superponen, parece mejor simplemente usar títulos
comúnmente entendidos y expresar las diferencias y similitudes. (La evaluación
de cada uno puede encontrarse en otros artículos sobre sistemas individuales y
sus representantes clave).
Tres
puntos ayudan a explicar cada tipo: algunas
características principales, proponentes, y la comparación con otros enfoques.
1. Apologética Clásica:
Características.
La apologética[1] clásica
hace énfasis en los argumentos para la existencia de Dios, así como la
evidencia histórica que apoya la verdad del cristianismo. La apologética clásica
se caracteriza por dos pasos básicos:
· argumentos teístas, y
· evidénciales.
Los argumentos teístas[2] se
usan para establecer la verdad del teísmo[2] aparte de una apelación a la revelación especial (por ejemplo: la Biblia).
Los apologistas
clásicos aceptan la validez de las
pruebas teístas
tradicionales para Dios, aunque algunos acentúan una sobre otra.
Y algunos rechazan ciertas pruebas
tradicionales como inválidas, a menudo el:
Ø Argumento ontológico[3].
Ø Pero la mayoría
acepta alguna forma del argumento cosmológico,[4] y
Ø del argumento teleológico[5].
Ø Muchos también
creen que el argumento moral es
válido:
· Este primer paso, de la apologética clásica también implica
trazar la inferencia lógica de que si existe un Dios teísta, los milagros son posibles;
de hecho, el mayor milagro de todos, la creación, es posible.
La credibilidad de los milagros es
esencial para el siguiente paso de la apologética clásica–el histórico–pero fluye lógicamente desde
el primer paso.
· El segundo paso, la evidencia histórica
confirmada comprueba la verdad. Los documentos del Nuevo Testamento se muestran
históricamente confiables. El apologista también demuestra que estos documentos
revelan que Jesús afirmó ser, y fue milagrosamente probado ser, el Hijo de Dios.
De esto a menudo se argumenta que Jesús confirmó que el Antiguo Testamento era
la Palabra de Dios y prometió lo mismo para el Nuevo Testamento.
Proponentes. La apologética clásica era
practicada por Agustín, Anselmo y Tomás de Aquino.
Los apologistas clásicos modernos incluyen a John Locke, William
Paley, B. B. Warfield, C. S. Lewis, Stuart Hackett, John Gerstner, Norman L.
Geisler, Peter Kreeft, R. C. Sproul, J. P. Moreland, Winfried Corduan, y
William Lane Craig.
Comparación
Con Otros Enfoques.
A veces, los apologistas clásicos comienzan este segundo paso mostrando
que la Biblia ha sido probada como la Palabra de Dios. Al hacerlo, a menudo
usan la misma evidencia básica usada por la apologética evidéncial. Esto
incluye los milagros, la profecía cumplida, la unidad de la Biblia y otras
indicaciones de su origen sobrenatural.
La diferencia entre los apologistas clásicos y los evidencialistas
sobre el uso de la evidencia histórica es que los apologistas clásicos ven la
necesidad de establecer primero que este es un universo teísta para establecer la
posibilidad e identidad de los milagros. Los evidencialistas no ven el teísmo
como una precondición lógicamente necesaria de la apologética histórica.
El argumento básico de los apologistas clásicos es que no
tiene sentido hablar de la resurrección como un acto de Dios a menos que, como
prerrequisito lógico, primero se establezca que existe un Dios que puede
actuar.
Del mismo modo, la Biblia no puede ser
la Palabra de
Dios a menos que exista un Dios que pueda hablar.
Y Cristo no puede ser demostrado como
ser el Hijo de
Dios excepto en la premisa lógicamente anterior de que existe un Dios que
puede tener un Hijo.
2. Apologética Evidencial:
La apologética evidéncial
hace énfasis en la necesidad de evidencia en apoyo de las declaraciones de la verdad cristiana.
Las
evidencias pueden ser:
Ø Racionales,
Ø históricas,
Ø arqueológicas, e
Ø incluso experienciales.
Dado que la apologética evidencial es tan amplia, comprensiblemente se
superpone con otros tipos de apologética.
Características.
Dado que los evidencialistas abarcan una
categoría amplia y diversa, sus características se delimitarán de acuerdo al
tipo. Los evidencialistas a menudo usan evidencia racional (por ejemplo,
pruebas para Dios) en defensa del cristianismo. Como tal, se superponen con los
apologistas clásicos.
Sin
embargo, para un evidencialista esto es sólo
una pieza de evidencia. También en contraste con los apologistas clásicos, los evidencialistas no sostienen que la evidencia racional es
necesaria (ya que es sólo una pieza) o lógicamente anterior de la otra
evidencia.
En el uso de la evidencia histórica, existe de
nuevo una superposición entre apologética evidéncial e histórica. Los evidencialistas no soportan su
caso entero sobre la evidencia histórica.
Son
más eclécticos, entretejiendo evidencia de varios campos. Los evidencialistas
operar como abogados que combinan las evidencias en un resumen
general en defensa de su posición, confiando en que el peso combinado
presentará un caso persuasivo.
Muchos evidencialistas se centran en la
evidencia arqueológica
en apoyo de la Biblia. Enfatizan que
tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento han sido confirmados por miles de
descubrimientos. Esto, creen, da razón para aceptar la autoridad divina de las
Escrituras.
Otros tipos de apologética apelan
a la evidencia arqueológica,
pero usan la evidencia de una manera diferente.
Algunos evidencialistas apelar a la evidencia
experiencial en apoyo para el cristianismo, más a menudo de vidas
cambiadas. El testimonio de aquellos convertidos al cristianismo es ofrecido
como evidencia de la verdad del cristianismo.
¿De qué otra manera, se puede
argumentar, se puede explicar los cambios dramáticos, transformadores,
duraderos y a menudo radicales? La conversión de Saúl de Tarso (Hechos 9) es un caso clásico.
La evidencia profética se ofrece a menudo
para establecer el cristianismo. Se argumenta que sólo el origen divino explica
las numerosas y precisas predicciones bíblicas que se han cumplido.
Para los evidencialistas, las evidencias
proféticas y otras no incluyen un paso específico en un orden lógico global (como en la apologética clásica). Más bien, es la suma total de todas las
evidencias entrelazadas que ofrecen una alta probabilidad de la verdad del
cristianismo.
Proponentes.
Aunque la apologética evidéncial goza de
amplio apoyo popular, ofrece pocos defensores claros que no encajen en otras
categorías también. Parece mejor, pues, caracterizar el evidencialismo por los diversos
tipos de evidencia enfatizados en el enfoque apologético particular:
Ø William Paley
ofrece un notable enfoque evidencialista en su Evidences for Christianity
(Evidencias para el Cristianismo, en español), aunque Paley ofreció pruebas
para Dios primero, puede ser catalogado como un apologista clásico.
Ø Las ampliamente
usadas Protestant Christian Evidences (Evidencias Cristianas Protestantes, en
español) de Bernard Ramm son otro ejemplo de apologética evidéncial, aunque
parecía alejarse de esta en sus escritos posteriores.
Ø El más
ampliamente distribuido de los libros evidencialistas es Evidence That Demands
a Veredict (Evidencia que Exige un Veredicto, en español) de Josh McDowell.
Comparación
Con Otros Enfoques.
Si bien el uso de evidencias no es
exclusivo de la apologética evidéncial, la forma en que se
usa es única. Tanto los apologistas clásicos como algunos evidencialistas usan
argumentos
teístas.
Sin embargo, para los evidencialistas,
establecer la existencia de Dios no es un paso lógicamente previo y necesario.
Es simplemente una hebra en la red global de evidencia que apoya el
cristianismo.
A diferencia de los apologistas históricos, los evidencialistas puros no apelan
a la evidencia
histórica
como la única base para su caso. Para los evidencialistas, existen ciertos eventos,
tales como las sanidades de Jesús, levantamientos de los muertos, y la profecía
cumplida, que en sí mismos, aparte de la previa presuposición o prueba de que
Dios existe, sustenta la verdad del cristianismo.
Dado que los hechos “hablan por sí mismos”, no hay
necesidad, según los evidencialistas, de proporcionar una razón
independiente para creer en la existencia de Dios.
Por el
contrario, tanto los apologistas clásicos como los presuposición istas insisten en
que los eventos históricos sólo pueden interpretarse a la luz del marco de la cosmovisión de
la cual forman parte.
3. Apologética Experiencial:
Algunos cristianos apelan
principalmente, si no exclusivamente, a la experiencia
como evidencia de la fe cristiana. Algunos apelan a la experiencia
religiosa en general.
Otros
a experiencias
religiosas especiales. Dentro de esta segunda categoría están
algunos que se centran en experiencias
místicas y otros que identifican lo que creen son particularmente experiencias de conversión sobrenatural.
Existen obviamente algunas diferencias significativas bajo la amplia sombra experiencial.
Características.
El valor de la experiencia
religiosa general, inespecífica tiene un valor limitado para una apologética distintivamente cristiana. En el mejor de los casos, la experiencia general establece la
credibilidad de la creencia en un ser supremo de algún tipo (no necesariamente un Dios teísta).
No obstante, pruebas para la experiencia religiosa han sido
ofrecidas por cristianos y otros. Las experiencias religiosas generales
están disponibles para todos.
Las
experiencias
religiosas especiales son más limitadas. El místico, por ejemplo, reclama
una experiencia especial de Dios.
Las experiencias místicas
difieren de las experiencias religiosas generales en que se ven como
contactos directos y no mediados con Dios. Los místicos
cristianos afirman que tales experiencias son
auto evidentemente verdaderas.
Aunque los llamados encuentros de experiencia existencial con Dios no son
lo mismo que las experiencias místicas,
los proponentes afirman que estos también son auto-autenticados. Se es captado
por Dios en un encuentro directo, no-racional,
que es más básico y real que una experiencia
sensorial.
Aunque no todos llamen a tales experiencias evidencia apologética, sirven,
sin embargo, para reivindicar el cristianismo entre aquellos que las tienen.
Los que apelan a tales experiencias
rechazan enfoques apologéticos en el
sentido tradicional. Desprecian argumentos racionales
o pruebas fácticas a favor de lo que ellos creen que es una experiencia auto-verificadora.
Proponentes.
Entre los místicos
cristianos destaca el nombre Meister
Eckart. Los existencialistas incluyen:
Ø Sören Kierkegaard,
Ø Rudolph Bultmann, y
Ø Karl Barth.
Ø Otros de una
naturaleza experiencial más general incluyen a:
·
Friedrich
Schleiermacher, y
·
Paul Tillich.
·
Comparación
con Otros Enfoques.
Los argumentos experienciales para la
existencia de Dios a veces son usados por apologistas clásicos y evidencialistas.
La diferencia es que, para el apologista experiencial,
la única clase de evidencia es no-racional, mística y existencial.
En otros
enfoques apologéticos, el argumento de la experiencia religiosa es sólo una
clase de evidencia entre muchos.
Muchos otros apologistas, especialmente
de la variedad racional, rechazan los argumentos puramente experimentales como
inverificables y de interpretación subjetiva.
4. Apologética Histórica:
Véase Parte II:
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