jueves, 28 de septiembre de 2017

Parte II: El Juicio Inminente y El Final: (Mateo 24:1-26:2)

Parte II:
El Juicio Inminente y El Final:
(Mateo 24:1-26:2)

Señales Antes Del Fin:
(Mr. 13:3-23; Lc. 21:7-24)

“…Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?... Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin… Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares Y todo esto será principio de dolores Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre.
(Mateo 24:1-26:2)


 Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

Jesús Advierte Que Las Señales Que Muchos Citaban Presencia De:
Ø Falsos[3]cristos”,
Ø Guerras[4],
Ø Rumores[5] de guerra[5],
Ø Pestes[6]
Ø hambre[7],
Ø terremotos[8].

Como prueba de la proximidad del fin (v. 6), vendrían, sí, pero no anunciaban el fin. Solo anunciaban principio de dolores (v. 8), como de parto. Estos dolores que los seguidores de Cristo tendrían que soportar son necesarios (comp. v. 6) en los designios de Dios. Forman parte de lo que falta de las tribulaciones de Cristo a favor de su cuerpo, que es la iglesia (Col.1:24).

Hasta el día de hoy hay grupos evangélicos en América Latina que se dedican, por predicación y distribución de literatura, a asegurar la proximidad inmediata de la Segunda Venida de Cristo, basándose en las señales mencionadas en este pasaje. Pero el Señor vendrá cuando él mismo lo determine.

Mirad que no os turbéis (v. 6b) es el segundo mandato con el imperativo del tiempo presente. El verbo en griego  (G3708) es distinto al del v. 4. Allí se refiere más bien a dirigir los ojos a un objeto mientras aquí tiene la idea de observar, o contemplarcon cuidado. Los creyentes no deben turbarse”, o atemorizarse. El verbo griego denotaba el grito de angustia, o temor”.

La advertencia de Jesús (vv. 9-12) del costo de ser sus discípulos describe con precisión lo que los mismos discípulos sufrieron luego, y lo que los fieles han sufrido a través de los siglos, hasta el día de hoy. Jesús hizo mención especial del peligro del engaño (vv. 5, 11) por causa de falsos profetas.

Otra consecuencia de las persecuciones y maldad es que se enfriará el amor de muchos (v. 12). El comentarista Carr observa que el uso por el Señor en este pasaje de una palabra que expresaba la más alta y perdurable de las virtudes cristianas (1 Cor. 13), y que fue el vínculo que unía la sociedad cristiana, es en sí profética. El términoamor (agápe  G26) se usa en este sentido solamente aquí en los Sinópticos.

Pero el que persevere hasta el fin será salvo (v. 13). El pasaje no enseña explícitamente ni la seguridad de los santos ni la posibilidad de la apostasía. Implica, sí, que no todos los creyentes nominales serán salvos.
Persevere traduce un verbo griego (jupoméno  G5278) que significa permanecer debajo de, o soportar”. De este verbo viene el término paciencia”, o sea, la capacidad de sufrir largo tiempo sin reacciones indebidas.
El complemento del verbo se sobreentiende, o sea, las tribulaciones mencionadas. Hasta el fin (v. 13) puede referirse al fin de las persecuciones, o al fin de la vida. En aquel caso, será salvo (v. 13) significa que será salvado o librado de las tribulaciones, pero en este caso significa será salvo para vida eterna. Jesús estaba advirtiendo contra la tentación de negarle o desertar de la iglesia en tiempos de persecución.

La perseverancia, o la paciencia, juntamente con el amor son dos de las virtudes cristianas más destacadas en la Biblia. La perseverancia a través de pruebas es una de las evidencias de la fe que salva.
En otras palabras, la fe que salva es la fe que permanece fiel.

Pablo enseña que:
Ø la tribulación produce paciencia, y
Ø la paciencia produce carácter aprobado, y
Ø el carácter aprobado produce esperanza (Rom.5:3-4; trad. del autor).

Verdades Prácticas:
1. Los falsos cristos pueden engañar porque nunca aceptaron la verdad y sólo han aprendido a mentir. En cambio, el creyente sano, por amar la verdad, ni debe saber cómo mentir (comp. 24:5).
2. Todos los que han venido después de Jesucristo diciendo que son "el Cristo" deberían haberse crucificado, muerto y resucitado; pero ese plagio es muy costoso e incierto el resultado.
3. En la desesperación nadie se detiene a pensar quién puede ser su "salvador". Es como el náufrago en el mar, dispuesto a aferrarse al salvavidas que cualquiera le arroje, aunque este salvavidas sea de plomo. La consigna es: No os turbéis (Mateo 24:6).
4. Las guerras comienzan cuando un país contiende afirmando: "Esto es mío". Finalizan cuando ya no se puede sostener lo mismo.
5. Einstein declaraba que no sabía cómo iba a ser la tercera guerra mundial, pero afirmaba que la cuarta sería con flechas. Hoy los futuristas confirman que si históricamente hubo dos circunstancias del mismo tenor, como fueron las guerras, se dará también una tercera. Pero ya nadie habla de una cuarta.
6. Las guerras y los rumores de guerra no nos llevan al final de la historia sino al principio de las maldades humanas (comp. 24:8).

1.3. Referencia Particular a La Destrucción De Jerusalén. Mateo 24:15-28:

Esta sección se refiere a la destrucción de Jerusalén, con la posible excepción de los vv. 27 y 28. Sin embargo hasta estos versículos se relacionan con la destrucción de Jerusalén en que ofrecen una señal segura para distinguir a los falsos cristos del verdadero. En este pasaje hay dos temas:
(1) la venida del ejército romano y los consejos para huir de la ciudad (vv. 15-22);
(2) la advertencia de no creer a los falsos cristos y falsos profetas (vv. 23-28).

Jesús describe la destrucción de Jerusalén (vv. 15-21).
Mateo no dice explícitamente que el pasaje se refiere a la ciudad de Jerusalén, pero Lucas no deja lugar a dudas al respecto (Lucas 20:21). La abominación desoladora (v. 15) es un término que se usa en la profecía de Daniel (Dn.9:27; 9:31; 12:11). Daniel pronosticó el sacrilegio horrible que Antíoco IV, rey sirio, cometió en el año 168 a. de J.C., en el templo en Jerusalén.
Sacrificó un cerdo sobre el altar y derramó los jugos del cerdo sobre los rollos sagrados. El apodo de este rey fue Epífanes(el ilustre), pero sus enemigos le llamaban Epímanes” (el loco).
Este acto provocó el levantamiento de los macabeos. Jesús utilizó la expresión la abominación desoladora (v. 15) como profecía que tendría una segunda aplicación: la destrucción del templo por los romanos.

NOTA: V.15: LA ABOMINACIÓN DESOLADORA. Este es el hombre de pecado (2 Ts.2:3-4), el Anti-cristo, quien en este punto medio de la Tribulación, quebranta el pacto que había hecho con el pueblo judío al comienzo de la Tribulación (Daniel 9:27), y demanda que los judíos y el mundo entero le adoren. Quienes resistan serán perseguidos y muchos serán martirizados; ésta es la razón de la urgencia que comportan las instrucciones de los vv. 16-22.

El lugar santo (v. 15) se refiere al templo, o quizá al mismo altar del templo. Abominación se refiere a algo repugnante o detestable; desoladora describe una fuerza que produce un estado desierto, abandonado, totalmente destruido (comp. 23:38).
 El término es un genitivo de aposición, u objetivo, y expresa la naturaleza o resultado de la abominación. Nuestra versión encierra entre paréntesis el que lee, entienda (v. 15). La mayoría de los traductores parece indicar que estas serían palabras de Mateo y no de Jesús, aunque el texto original no tenía signos de puntuación.

Anticipando la tragedia que iba a caer sobre Jerusalén, Jesús urge a sus seguidores a salir de la ciudad con toda premura cuando ven que llega el ejército romano. Los montes proveerían refugio hasta pasar lo peor de la invasión (v. 16). La urgencia de la huida se describe con dos ejemplos:
(1) El que se encuentre en la azotea no debe perder tiempo buscando cosas en su casa, pues la vida vale más que las cosas (v. 17).
(2) El que se halla trabajando en el campo no debe perder tiempo volviendo a casa a buscar su manto (v. 18); tal acción podría costarle la vida.

Jesús expresa un “¡ay!” de profundo lamento ante la gran dificultad que tendrían las mujeres embarazadas y las que amamantaban todavía a sus pequeños, para huir de los peligros de la invasión (v. 19).
Para todos los creyentes habría gran dificultad para trasladarse rápidamente si sucediera la invasión durante los meses fríos del invierno y aún más, si fuera en el día sábado (v. 20).
Cristo había anulado muchas de las restricciones judaicas del sábado, por ejemplo las limitaciones en cuanto a las distancias que podrían caminar. Sin embargo, sus seguidores de entre los judíos demoraron muchos años en romper con la adoración en el templo y las tradiciones del sábado.

Jesús describe la gran tribulación que vendría como resultado de la invasión de los romanos. En cuanto a sufrimiento y muerte, serían días incomparables de todos los tiempos:
·  Pasado y futuro (v. 21). La construcción en el texto griego es enfática, no usual y redundante, pues se emplea un triple negativo que se traduce ni habrá jamás (v. 21b).
·   Tan grande sería la matanza que si aquellos días no fuesen acortados (v. 22), ninguna persona sobreviviría la experiencia.
·   El evento es aún futuro, pero desde la óptica de Dios es tan seguro como si ya hubiera pasado.

Por eso, fuesen cortados y se salvaría son verbos del pretérito indefinido. Una traducción literal sería:
Ø Si aquellos días no fueron acortados, no se salvó nadie. Sin embargo, por causa de los escogidos (v. 22), Dios intervendría para limitar el sitio de Jerusalén.

Varias Circunstancias Se Dieron Para Acortar La Duración Del Sitio:
·      Depósito limitado de alimentos,
·      el gran número de personas en la ciudad,
·      disensiones internas, y
·      el abandono de las defensas estratégicas.
Tito, el general romano, se sorprendió cuando la ciudad, tan fortificada, resistió tan poco, afirmando que seguramente fue Dios mismo quien expulsó a los judíos de su fortaleza.

Jesús advierte de no creer a los falsos cristos y falsos profetas (vv. 23-28). Ante la amenaza de la invasión de las tropas romanas, se crearía un ambiente enrarecido de expectativa mesiánica en toda Judea. Sería un tiempo propicio para la aparición de hombres que pretendían hablar en nombre de Dios, asegurando al pueblo de una inminente intervención divina para defender a los judíos y destruir a los enemigos.
Tasker visualiza como la noticia de que el mesías había regresado y estaría en un lugar indefinido en el desierto, o quizá en un recinto secreto en el templo correría como pólvora.
La noticia sería muy convincente, acompañada inclusive por grandes señales y maravillas (v. 24), pero los escogidos (v. 24), habiendo sido advertidos de antemano, no serían engañados.

Jesús describe su parousía como un evento patente, luminoso, instantáneo y visible a todos, en contraste con los falsos cristos y falsos profetas que estaban en lugares remotos y oscuros (v. 27). No hay consenso general en cuanto al significado de la figura del cadáver y los buitres (v. 28).
El término buitres puede significaráguilas”. Algunos piensan que se refiere a los ejércitos romanos, cuyo emblema era el águila. En este caso, el cadáver se refiere a Israel, nación que está muerta y no se salva.
Otros sugieren que se refiere a lo inevitable de la venida de Cristo en juicio, como es inevitable que aparezcan los buitres cuando hay un animal muerto.
En resumen, es mejor considerar estos vv. 27 y 28 como una descripción de la Segunda Venida, la cual Jesús dio a sus discípulos para que no se dejasen engañar por los falsos profetas en el tiempo de la destrucción de Jerusalén.
Sin embargo, otros opinan que se refieren solamente a la venida de Cristo en juicio sobre Jerusalén.
Otros más piensan que se refieren a ambos eventos.

1.4.    Referencia Particular a La Segunda Venida. Mateo  24:29-31:

El texto parece sugerir que la Segunda Venida se efectuará inmediatamente después de los eventos descritos anteriormente, o sea, la destrucción de Jerusalén.
Algunos autores sostienen que Jesús esperaba que sucediera así, pero que estaba equivocado.
Sin embargo, hay otras alternativas que se pueden ofrecer:
·  Se puede considerar el lenguaje del v. 29 como una descripción críptica en términos simbólicos de la ruina de Jerusalén.
· Un evento en que cerca de un millón de personas murieran, y otros tantos llevados como presos, tendría que describirse en términos apocalípticos (comp. Hechos 2:19-20).

Una solución quizá más satisfactoria sería la de considerar el adverbio inmediatamente como modificador del verbo se oscurecerá (v. 29). Jesús señala dos eventos de inmenso significado, en secuencia, pero sin especificar el lapso entre ellos. Entonces se traduciría así:
Ø Pero después de la tribulación de aquellos días (destrucción de Jerusalén), el sol se oscurecerá inmediatamente... (Segunda Venida).
Ø El adverbio se entiende en el sentido dede inmediato”, o repentinamente", sin previo aviso.
Entendido así, este versículo constituye una transición entre los dos eventos. Los dos versículos que siguen describen claramente la Segunda Venida de Cristo y el fin del mundo.

La señal del Hijo del Hombre en el cielo (v. 30) es una expresión que ha dado lugar a muchas conjeturas. Sin embargo, es mejor considerar del Hijo del Hombre como un genitivo de aposición, o sea, la señal es la aparición del Hijo del Hombre.
El duelo se producirá entre los que han escuchado el evangelio y no aprovecharon su oportunidad, o de los que despreciaron al Hijo del Hombre y reconocen que ahora él viene para juzgarlos.
En el v. 30 se unen dos pasajes del AT:
·      Zc.12:10-12 describe el duelo del pueblo sobre el que atravesaron; y
·    Daniel 7:13-14 presenta la venida triunfante del Hijo del hombre (comp. Hechos 1:9; 1:11).

Ángeles con un gran sonar de trompeta (v. 31) describe la función del heraldo que toca fuertemente la trompeta para anunciar la llegada del rey. Por tercera vez en este capítulo se menciona a los escogidos (vv. 22, 24, 31).
Algunos opinan que el término se refiere a los judíos creyentes en Cristo (comp. Is.65:9), pero parece más bien referirse a todos los creyentes en Cristo de todas las naciones sobre la faz de la tierra. Esta profecía contempla la extensión del cristianismo hasta los confines de la tierra.
También indica que Jesús no esperaba la Segunda Venida en relación con la destrucción de Jerusalén, como algunos sostienen equivocadamente.

1.5.  Discusión General Referente Al Propósito De Dios y Su Trato Con Los Hombres. Mateo 24:32-25:46:

En esta sección se notan dos enfoques:
(1) Habrá señales suficientes en cuanto a la destrucción de Jerusalén (24:32-35), y
(2) instrucciones acerca de cómo esperar la Segunda Venida (24:36-25:13).
El problema principal en el pasaje se encuentra en la referencia a la destrucción de Jerusalén después de haber iniciado el trato de la parousía (vv. 30, 31), y luego la continuación del tema de la Segunda Venida.

La nube del Señor  A lo largo de la Biblia se menciona muchísimas veces la presencia de una nube:
·    Si leemos bien Éxodo 13:21, se nos dice que Dios iba delante de los hebreos en una columna de nube.
·    También en Num.16:42 surge la nube cubriendo el tabernáculo en un momento difícil para Moisés y Aarón.
·     En Deut.31:15, Dios se aparece en la columna de nube. Cuando Moisés subió al monte para estar cuarenta días y cuarenta noches, al séptimo día él llamó a Moisés de dentro de la nube (Ex.24:16).
·    Cuando Salomón traslada el arca en el tiempo de dedicación del templo, de Jehová se llenó con una nube* (2 Cron.5:13). Todo indica una relación entre la nube y la presencia de Dios. Ahora bien, a esta nube se la conoce en algunos escritos hebreos como la shekinah[9], pero no es una palabra que esté en la Biblia.
·   Hay quienes sostienen que es también la nube shekinah que apareció en el monte de la transfiguración, (2 Cron.17:5), la que más tarde le llevó a Jesús (Hechos 1:9**) y la que en el futuro será la que Jesús utilizará en su segunda venida.

Véase Parte III:



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