La Risa:
(Santiago 4:9)
“Afligíos, y
lamentad, y llorad. Vuestra risa[1] se
convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza”.
(Santiago
4:9)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Introducción:
La risa es una
respuesta biológica producida por el organismo como respuesta a determinados estímulos.
La sonrisa se considera una forma suave y silenciosa de risa. Actualmente
existen diversas interpretaciones acerca de su naturaleza.
Los estudios más recientes, de gran
repercusión, son los realizados desde 1999 por Robert Provine, neurobiólogo del
comportamiento de la Universidad de Maryland, quien sostiene que la risa es un «balbuceo
lúdico, instintivo, contagioso, estereotipado y de control inconsciente —o involuntario— que raramente se produce en soledad».[2] En los seres humanos,
la risa se inicia, en promedio, hacia los cuatro meses de edad, y según los
recientes estudios científicos, constituye una forma de comunicación innata
heredada de los primates e íntimamente relacionada con el lenguaje.[3]
En cambio, para otros autores, como
Charles R. Gruner, de la Universidad de Georgia (1978), la risa es una
reminiscencia o sinónimo del grito de triunfo del luchador tras ganar a su
adversario. Asegura que en todas las manifestaciones de humor existe un gesto
de agresión, incluso en los casos más inocuos. Según Gruner, «incluso un lactante se ríe, no como manifestación
de agradecimiento, sino porque consiguió lo que deseaba».[4]
El filósofo John Morreall (1983)
sostiene que el origen biológico de la risa humana pudo estar en una expresión
compartida de alivio tras pasar el peligro; la laxitud que sentimos tras
reírnos puede ayudar a inhibir la respuesta agresiva, convirtiendo la risa en
un signo de conducta que indica confianza en los compañeros.[5]
El Salmo 2 es precioso: Dios se ríe y se burla de los planes de las gentes y
príncipes contra Jehová y su Ungido. Ya tiene constituido su Rey sobre Sión que
los regirá con cetro de hierro y los romperá como vasija de alfarero.
Y cómo
los regirá y romperá, no será con poderío, ni armas, sino con su humildad y
amor de Belén y del Calvario, y con su humildad en la Ordenanza de la Cena del
Señor, hecho nada más que pan y vino para podernos dar.
I. La Risa Desde La Perspectiva Científica:
1.1. Fisiología
De La Risa.
Localización del sistema límbico.
La
risa, al igual que el llanto, es un acto involuntario para la mayoría de las
personas. Su mecanismo de funcionamiento reside en la respiración, y se produce
mediante interrupciones de la exhalación del aliento. Es el mismo mecanismo que
se utiliza para el habla, sólo que de forma involuntaria.[6]
Se
produce cuando un estímulo —interno
o externo— es procesado en áreas primarias, secundarias
y de asociación multimodal del sistema nervioso central. El procesamiento de
las emociones se realiza en el sistema límbico, el cual es probablemente
responsable de los potenciales motores que caracterizan a la risa, incluyendo
la expresión facial y los movimientos de los músculos que controlan la
ventilación y la fonación. Una vez procesado el estímulo, además de los actos
motores automáticos mencionados, se lleva a cabo una activación autonómica
generalizada, la cual tiene salida por diversas vías, entre las que se
encuentran el eje hipotálamo-hipófisis y el sistema nervioso autónomo. Todos estos componentes
conforman la emoción, proceso que involucra, cuando se trata de alegría, el
acto motor llamado risa.[7]
Hay dos estructuras del sistema límbico
implicadas en la producción de la risa:
Ø la amígdala, y
Ø el hipocampo.
1.2. Algunos Estudios.
La risa
puede inducirse estimulando el núcleo subtalámico, y se ha comprobado en
pacientes con enfermedad de Parkinson.[8]
Un trabajo reciente realizado por Itzhak Fried et al., de la Universidad de
California, ha permitido localizar una zona del cerebro llamada área motora
suplementaria, que, al estimularse por medio de electrodos, produce la sonrisa
y, con una estimulación más intensa, la risa a carcajadas. El área motora
suplementaria es una zona muy cercana al área del lenguaje. Este mecanismo se
descubrió de forma accidental mientras se trataba a una joven con epilepsia.[9]
Se han
realizado experimentos para determinar exactamente en qué zona reside el
sentido del humor. En un estudio, presentado en 2,000 por científicos de la
Universidad de Rochester, sometieron a 13 voluntarios a resonancia magnética
funcional al tiempo que les realizaban diversas preguntas.
Sus conclusiones fueron que dicha característica residía
en una pequeña región del lóbulo frontal. No obstante, otro equipo londinense
realizó la misma prueba sobre 14 individuos a los que se les contaba chistes, y
los resultados fueron que la zona cerebral que se activaba era el córtex
prefrontal ventral junto con otras regiones implicadas en el proceso del
lenguaje cuando la gracia del chiste residía en un juego de palabras.
II. La Risa
Según La Biblia:
Las palabras
hebreas para risa[10] (שְׂחוֹק = sekjóc: y la forma
paralela sejóq) son, según Gesenius, onomatopéyicas, es decir, imitan el sonido
de la risa (al igual que las interjecciones españolas “¡ja, ja!”
y “¡je,
je!”). El nombre de Isaac, Yits·jáq, que
también significa “Risa”, tiene este mismo carácter onomatopéyico[11].
Abrahán y Sara se rieron cuando el ángel
les anunció que tendrían un hijo en su vejez. A Abrahán no se le censuró por
haberse reído, pero a Sara sí, y ella incluso intentó negarlo. Por lo tanto,
parece ser que la risa de Abrahán fue una expresión del gozo y de la asombrosa
perspectiva que suponía tener en la vejez un hijo de Sara, mientras que Sara
debió reírse porque esta perspectiva asombrosa le pareció un tanto graciosa,
pues debió parecerle un tanto incongruente pensar que una mujer de su edad, que
hasta ese momento había sido estéril, tendría un niño. (Génesis 17:17; 18:9-15).
Sin embargo, su risa no reflejó escarnio
o mofa deliberada, pues se dice que ambos demostraron fe en la promesa de Dios.
(Rom. 4:18-22; Heb. 11:1, 8-12). Cuando este hijo nació, a buen seguro que los
padres se sintieron muy felices, ya que por años este había sido el deseo de su
corazón. Abrahán puso nombre a su hijo, después de lo cual Sara dijo: “Dios me ha preparado risa: todo el que oiga de ello se reirá
de mí”. (Génesis 21:1-7). Probablemente, otras personas también se
asombraron y se regocijaron al oír cómo había bendecido Jehová a Abrahán y
Sara.
2.1. Cuándo Es Apropiada.
Jehová es “[el] Dios feliz” y quiere que sus
siervos sean felices. (1 Timoteo 1:11). Sin embargo, las Escrituras muestran
que la risa solo es apropiada en ciertas ocasiones. Hay “tiempo de llorar y tiempo de reír”.
(Ecls. 3:1, 4). Un hombre sabio, el rey Salomón, dio el siguiente consejo:
· “Ve, come tu alimento con regocijo y bebe
tu vino con buen corazón, porque ya el Dios verdadero se ha complacido en tus
obras”.
Sin embargo, si una persona pasa por
alto los justos caminos de Dios, no tiene motivo de regocijo. (Ecls. 9:7).
2.2. Cuándo No Es Apropiada.
Lo verdaderamente importante es vivir de
manera que se consiga un buen nombre ante Jehová. Por lo tanto, en este sistema
de cosas puede que en determinadas ocasiones la risa sea muy poco apropiada,
incluso dañina. En su intento por “echar mano de la tontería hasta que viera [...] qué bien
había para los hijos de la humanidad en lo que ellos hacían”,
Salomón dijo en su corazón:
· “De veras ven ahora, déjame probarte con
regocijo. También, ve lo bueno”.
Pero
se dio cuenta de que en realidad era un objetivo vano. Comprobó que el
regocijo y la risa en sí mismos no son satisfacientes, pues no producen una
felicidad real y duradera. Para que la alegría permanezca y edifique, debe
tener un fundamento verdadero. Salomón expresó sus sentimientos de la siguiente
forma:
Ø “A la risa dije:
Enloqueces; y al placer: ‘¿De qué sirve esto?’” (Ecls. 2:1-3. RV1960).
A fin de ilustrar que es sabio no hacer
del regocijo el único fin en la vida, Salomón dijo:
Ø “Mejor es ir a la casa del duelo que ir a
la casa del banquete, porque ese es el fin de toda la humanidad; y el que está
vivo debe poner esto en su corazón”.
Esta declaración no ensalza la tristeza
sobre el regocijo; más bien, hace referencia a unas circunstancias específicas: cuando una
persona ha muerto y la casa está de duelo. Ese es el momento
apropiado para ir a consolar a los dolientes, en vez de permanecer insensibles,
olvidarlos e irse a banquetear y divertirse. La visita a los que están de duelo
no solo consolaría a los afligidos, sino que también induciría al visitante a
tener presente lo efímera que es esta vida.
También le recordaría que la muerte, que
había visitado aquella casa, tarde o temprano alcanza a todos, un hecho que los
vivos deben tener bien presente. Una persona puede granjearse un buen nombre
mientras está viva, no cuando ha muerto. Una vez que esto sucede, lo único que
de verdad tiene valor es haberse hecho un buen nombre ante Dios. (Ecls. 7:2;
Gn. 50:10; Jn. 11:31).
Salomón
Continúa Diciendo:
· “Mejor es la irritación que
la risa, porque por el mal humor del rostro se mejora el corazón”. (Eclesiastés
7:3).
La risa es una buena medicina, pero hay
ocasiones en las que debemos examinar con seriedad la orientación de nuestra
vida. Si vemos que estamos perdiendo demasiado tiempo en frivolidades y no
estamos haciéndonos un buen nombre por medio de las buenas obras, tenemos
razones para estar descontentos con nosotros mismos y cambiar de proceder, lo
que hará que nuestro corazón se sienta mejor.
Actuar así nos ayudará a hacernos un
buen nombre, de modo que el día de nuestra muerte o el tiempo de la inspección
final por parte de Dios y Cristo sean mejor para nosotros que el día de nuestro
nacimiento. (Ecls. 7:1).
“El corazón de los sabios está en la casa del duelo, pero el
corazón de los estúpidos está en la casa del regocijo —prosigue Salomón—. Mejor
es oír la reprensión de alguien sabio que ser el hombre que oye la canción de
los estúpidos”. (Ecls. 7:4, 5). En una casa donde alguien ha
muerto, el corazón sabio actúa en armonía con la seriedad que imponen las
circunstancias, lo que influye para que la persona medite en qué orientación
está dando a su vida; pero el ambiente de trivialidad propio de un lugar de
diversión atrae al corazón insensato y hace que se vea la vida con una actitud
superficial y despreocupada.
Si alguien comienza a alejarse de las
sendas correctas, la reprensión de un hombre sabio puede corregirlo y
permitirle hacerse un buen nombre para sí mismo, a fin de ponerse de nuevo en
el camino a la vida. Pero, ¿cómo puede ayudarnos el oír una canción o la adulación
vacía del insensato, que oculta nuestras faltas y por ello hace que nos
arraiguemos más en ellas? Tal proceder únicamente puede conducirnos a hacernos
un mal nombre ante Jehová por no haber enderezado nuestros caminos.
“Pues como el sonido de los espinos debajo de la olla, así es
la risa del estúpido; y esto también es vanidad”. (Ecls. 7:6). Los
espinos arden rápidamente, pero en un instante quedan reducidos a cenizas. Es
posible que ni siquiera duren lo suficiente para terminar de cocer lo que está
en la olla, y en tal caso no cumplen la tarea para la que se ha encendido el
fuego. Por consiguiente, tanto su llamear como su ruidosa crepitación resulta
fútil.
Así son las risitas frívolas y los actos
irreflexivos del tonto. De igual manera, el propio sonido de la risa necia
molesta al oído, y no es apropiado para ciertos momentos u ocasiones. Además,
este comportamiento no es ninguna fuente de estímulo, ni tampoco ayuda a
progresar en la difícil tarea de hacerse un buen nombre que Dios recuerde,
asegurándose así de que ‘el día de la muerte sea mejor que el del nacimiento’.
2.3. La Risa Se Torna En Lamento:
Jesucristo
dijo en su Sermón del Monte: “Bienaventurados
[Felices] los que ahora tenéis hambre, porque seréis
saciados. Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis”. Y “¡Ay de
vosotros, los que ahora estáis saciados! Porque tendréis hambre. ¡Ay de
vosotros, los que ahora os reís! Porque lamentaréis y lloraréis”. (Lucas 6:21,
25).
Jesús indicaba que aquellos que estaban
tristes por las malas condiciones religiosas de Israel cambiarían su llanto en
risa al poner fe en él, mientras que los que disfrutaban de risa y no tenían
ninguna preocupación por el futuro verían su risa cambiada en lamento.
(Compárese con Lucas 16:19-31).
Santiago, el medio hermano de Jesús,
aconsejó a los cristianos que manifestaban tendencias mundanas: “Dense a la
desdicha, y laméntense, y lloren. Que su risa se torne en lamento, y su gozo en
desaliento. Humíllense a los ojos de Jehová, y él los ensalzará”. (Stg.
4:4, 9, 10). Tal ensalzamiento reportaría verdadera felicidad.
2.4. Para Expresar Escarnio:
La
risa aparece a menudo en las Escrituras como expresión de escarnio. El verbo hebreo
tsa·jáq (reír) también significa “burlarse; hacer
un hazmerreír”. (Génesis 21:9; 39:14).
Incluso se habla de algunos animales
como si se rieran con desdén. Por ejemplo, se dice que por su velocidad, el
avestruz hembra se ríe del caballo y del jinete que la persiguen; y que por su
fuerza e intrepidez, el caballo se ríe del pavor al ir a la batalla. (Job
39:13, 18, 19, 22). Asimismo, se menciona que Leviatán (el cocodrilo), con su
dura armadura “se
ríe del blandir de la jabalina”. (Job 41:1, 29. RVA).
Algunos siervos de Dios han tenido que
aguantar mucha risa en tono de mofa. Job dijo que había llegado a ser un “hazmerreír de mis
amigos”. (Job 12:4; 30:1. Biblia al día). Jeremías fue objeto de
risa todo el día entre sus contemporáneos. (Jr. 20:7). Incluso se rieron
desdeñosamente del mismo Jesucristo antes de que levantara a la hija de Jairo
de entre los muertos. (Mt 9:24; Mr. 5:40; Lc. 8:41-53). No obstante, todos los
que conocían la fuerza y sabiduría de Dios y le obedecían tenían razón para ser
felices. (Mt 5:11, 12).
A Jehová se le representa riéndose con escarnio de
las naciones; se ríe de sus palabras jactanciosas e inútiles y de la confusión
que resulta de su insensata rebelión contra Él. (Salmo 59:8. RVA). Jehová
conoce su propio poder y sus propósitos, y se ríe de la insignificancia y la
futilidad de los que se oponen a Él y a su pueblo. (Salmo 2:1-4. NVI1999). El
sabio desea evitar que Jehová se ría de él. (Pr 1:26). Aunque Jehová no halla
placer en la muerte de los inicuos (Ez. 18:23, 32), no le preocupan las
maquinaciones de ellos contra su pueblo, y se ríe porque ve el día de la
liberación del justo, en el que fracasarán los ardides de los inicuos y la
iniquidad terminará para siempre. (Salmo 37:12, 13, 20).
III. La Risa Como Remedio Infalible:
Hemos escuchado
en innumerables ocasiones que la risa es el remedio del alma. Sin embargo, su
acción terapéutica se extiende también al cuerpo y a la mente.
Para muestra, un botón: tan solo con una
carcajada se mueven 400 músculos, se liberan endorfinas con efecto analgésico y
se combate el estrés y la depresión.
Además, una risotada lubrica y limpia
los ojos con lágrimas. Permite, incluso, oxigenar doblemente el organismo.
El doctor Hunter “Patch” Adams, conocedor de todos estos beneficios, abrió campo a
la risoterapia en la medicina moderna, iba en busca de pacientes y huérfanos
para dibujarles un nuevo rostro. Una fórmula que rápidamente se replicó en
diversos países como el nuestro y permitió mejorar la calidad de vida de muchos
enfermos.
En relación a esto, recuerda que hace un
par de años le detectaron cáncer de estómago avanzado a un compañero de la
universidad. Él, un comunicador y bloguero con miles de seguidores en las redes
sociales, posteó al enterarse del diagnóstico un mensaje muy valiente y
conmovedor: “Vamos
a enfrentar el cáncer con lo que más le duele: una sonrisa”.
Sin duda, una frase admirable que
refleja una excelente actitud con la que pudo hacerle frente a esta penosa
enfermedad, así como aplacar los estragos durante el duro tratamiento
neoplástico. También, pasar buenos momentos juntos a su familia y amigos.
No
obstante, sonreír es, para otros, todo un estilo de vida: no es solo un
acto relevante en tiempos difíciles. Por eso, una buena resolución para este
2017 podría ser sonreír (y hacer sonreír) como una manera de vivir. En días de
tráfico, mañana de estrés, momentos de tensión y enfermedad, la risa puede,
literalmente, cambiarlo todo y hacer la diferencia.
Entonces, ¿por qué no empezar el día
premunidos de grandes sonrisas? Recordemos que la risa es contagiosa y es
posible consumirla en grandes cantidades, sin receta médica.
Antes que desear levantarnos con el pie
derecho, sonría mejor tratar de despertar con una sonrisa en los labios. Haz la
prueba y verás los resultados[12].
Concluyó:
La
risa en sus diferentes dimensiones y sentidos son:
1. Los Límites
De La Risa:
La risa no puede
satisfacer (Prov.14:13; Ecls.2:2; 7:3; 7:6).
2. La Risa De
Dios:
Él se ríe de sus
enemigos (Salmo 2:4; 37:13; 59:8).
3. La Risa De
Los Creyentes:
Su risa a veces
es incrédula (Génesis 17:17; 18:12-15; 21:6), pero pueden reírse de gozo
auténtico (Salmo 126:2; Lucas 6:21) y en burla del impío (Job 22:19; Salmo 52:6;
Is.37:22).
4. La Risa De
Los Incrédulos:
Se ríen de
Cristo (Salmo 22:7; Mateo 9:24), de los creyentes (Neh.2:19; Job 12:4; Salmo 80:6)
y de los decretos de Dios (2 Cron.30:10); pero su risa desaparecerá (Prov.1:26;
Lucas 6:25; Santiago 4:9).
La
risa:
tiende a ser usada tocante a diversión superficial; placer (en su uso general)
es más precavido. Todas las clases de placer no alcanzan a resolver el problema
del Predicador [Salomón. Ecls.2:2]. Locura es una palabra asociada con pérdida
del juicio. La pregunta no contestada, ¿De qué sirve esto?, nos permite saber
que aun los goces más elevados no pueden resolver el enigma de la vida.
____________
Notas y
Bibliografía:
[1] gelos = (γέλως, G1071), denota risa
(Stg.4:9). Cf. gelao = bajo REÍR. (VINE).
[2] Robert
Provine. Laughling, Tickling and the Evolution of the Speech Itself. Extracto. Diciembre de 2004.
[3] Transcripción
de una entrevista a Robert Provine por Eduard Punset en RTVE.
[4] Understanding Laughter: The Workings of Wit
and Humor. Chicago: Nelson-Hall, c. 1978. ISBN 0-88229-186-6.
[5] Morreall, John. Taking laughter
seriously. 1983.
ISBN 0-87395-642-7, ISBN 0-87395-643-5. La Fundación Wikimedia, Inc., una
organización sin ánimo de lucro.
[6] Jaime
Sanz Ortiz. «El humor como valor terapéutico.»
[7] Varios
autores. «Aspectos neurológicos y neurofisiológicos de la risa.» Arch.
neurociencias;5(1):43-9, ene.-mar. 2000. Sinopsis.
[8] Óscar
Giménez. «El humor terapéutico bajo el escrutinio de la ciencia».
[9]
(Nature Neuroscience 2001; 4:237-238). Óscar Giménez. «El humor terapéutico
bajo el escrutinio de la ciencia».
[10] H7814 שְׂחוֹק =
sekjóc: o שְׂחֹק = sekjóc; de H7832; risa (por alegría o
desplante):- diversión,
escarnecer, escarnio, mofarse, placer, risa. (Strong).
[11] onomatopéyico, ca. adj.
Perteneciente o relativo a la onomatopeya. || 2. Formado por onomatopeya*. *onomatopeya. (Del lat.
tardío onomatopoeia, y este del gr. ὀνοματοποιΐα). f. Imitación o recreación
del sonido de algo en el vocablo que se forma para significarlo. Muchas
palabras han sido formadas por onomatopeya. 2. U. en algunos casos para
referirse a fenómenos visuales; p. ej., tic nervioso, zigzag. 3. Vocablo que
imita o recrea el sonido de la cosa o la acción nombrada. Microsoft® Encarta®
2009.
[12] Solar Gómez, Antonio. “Remedio
infalible”. Revista Livin. Edición N 6, Febrero-Marzo 2015. Pág.3. Trujillo.
- e-Sword-the. LEDD.
- Biblia de Estudio RYRIE.
- Pastor: Carlos Ramírez Jiménez.
16//09//2017.
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