domingo, 10 de noviembre de 2019

ESTUDIO 22 GÉNESIS 18: TRES VISITANTES DISTINGUIDOS:


ESTUDIO 22

GÉNESIS 18: TRES VISITANTES DISTINGUIDOS:

Lectura bíblica: Génesis 18:1-33.
Texto Áureo: Génesis 18:1-3.
Objetivo: Los alumnos reconocerán la importancia de los varones visitantes, la veracidad de sus promesas, la bondad para Lot y su familia para seguir confiando en el pacto y su extensión.
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

INTRODUCCIÓN:
El capítulo 18 es una unidad literaria, aunque hay en él dos partes claramente distinguidas. La primera parte tiene que ver con la llegada de los tres "varones" y la conversación que ellos tienen con Abraham.
La segunda parte, a partir de v.16, nos relata lo que pasó cuando estos tres varones se levantaron para continuar su viaje, y de la conversación que tuvieron con Abraham en el camino hacia Sodoma. Podemos decir que el capítulo 18 es la historia de dos conversaciones:
v La primera en el campamento de Abraham, y
v La segunda en el viaje.
Al principio, al contemplar este capítulo, tendríamos la tendencia de separar las partes y hacer de ellas dos lecciones. Parece que los asuntos son suficientemente diferenciados como para hacerlo, pero creo que es más importante notar la unidad y tratar todo el capítulo en una sola lección.
La unidad está en los conversantes; son los mismos en todo el capítulo. Se habla aquí de charlas entre Abraham y los emisarios de Dios. La conversación, que es una, tiene dos fases o dos temas. Pero la conversación es la expresión de una sola comunión, un verdadero compañerismo, en el cual Dios hace de Abraham su confidente. Dios lo hace en socio y participante de su dirección de la historia.

DIOS INICIA LA COMUNIÓN:
Las comunicaciones de parte de Dios eran ya una experiencia común para Abraham. Dios le habló en varias ocasiones y seguramente reconocía la voz de Dios, aún mejor que nosotros cuando reconocemos la voz de un familiar por teléfono. Pero esta vez es más que una comunicación; es una comunión. Fue más que reconocer la voz y recibir un mensaje; Dios confía sus planes a Abram.
Abram está sentado en la puerta de su tienda, una actividad muy de acuerdo con sus 99 años. No esperaba visita, pero ve en la distancia que le vienen tres personas. Corre a recibirlos, una actividad que no corresponde tanto a sus años (más tarde, v.7, corre a las vacas). Su actitud hacia los varones indica que se da cuenta de que son visitantes especiales, emisarios divinos, por lo menos. Mezcla la cortesía oriental con una reverencia solemne.
Prepara una comida especial, un banquete de honor, para festejar a sus visitas, una cortesía que gobernantes, reyes y presidentes practican hasta el día de hoy. Pasaron varias horas antes de que la comida estuviera lista, pero lo importante no era la comida, sino la comunión. El comer juntos, en una comida de honor, era la comunión social más íntima, la más sincera expresión de admiración y reverencia que la sociedad proveía, especialmente cuando llegaba hablar con uno.
Y Abraham lo arregló de una manera espléndida. Pero la comida fue provocada por la visita de Dios; Él llegó a hablar con Abraham. La recepción que arregló Abraham la hizo porque supo que sus visitas llegaron para hablarle.
Lo que vemos aquí es el título que la Sociedad Bíblica puso a una de sus traducciones de la Biblia, "Dios llega al hombre".

LA PRIMERA CONVERSACIÓN:
En esta íntima comunión, el Dios Todopoderoso charlando amablemente con el portador de su promesa, el tema de la conversación toca a Sara.
Dios reitera su promesa con Abraham, y la manera de hacerlo es asegurándose que Sara también es partícipe en la promesa. Dios le dice a Abraham que "según el tiempo de la vida" (hoy en día diríamos "de aquí a nueve meses") voy a volver y Sara tendrá un hijo. Sara, recordando que había dejado su menopausia muy atrás y no esperando mucha cooperación de su marido (con sus 99 años), se ríe.
Ahora, en v.13, el texto identifica claramente que el que les visitaba era Jehová mismo. Y Él, que todo sabe, supo que Sara se había reído y pregunta por qué. Luego hace una de las promesas más prácticas de la Biblia, y que es repetida muchas veces. La hace en forma de una pregunta retórica. Pregunta, ¿Hay para Dios alguna cosa difícil? La respuesta debe darnos mucho consuelo a nosotros también.
Dios entonces repite su promesa y dice "tal como dije”, de aquí a nueve meses estaré de visita de nuevo y ¡Sara tendrá un hijo!
En la íntima comunión de una comida especial, Dios confía a Abraham sus planes, hasta con fecha, asegurándole que la promesa se cumplirá, y se cumplirá por medio de Sara.

LA SEGUNDA CONVERSACIÓN:
La clave para interpretar este relato está en la introducción a esta segunda conversación. Dios dice ¿En Cubriré yo a Abraham lo que voy a hacer? (v.17).
Luego hace referencia al pacto, ya que siendo socios en el pacto, Abraham y Jehová, están involucrados juntamente en la bendición para todas las naciones. La bendición de Dios para todo el mundo se realiza por medio de Abraham y su descendencia. Para este fin Abraham tiene que continuar el pacto a sus hijos y asegurar que ellos anden en el camino de Jehová. Dios entonces revela la destrucción de Sodoma. Los pecados de esta ciudad son suficientes para condenarla, son la causa de su destrucción. Dios nunca es injusto; el castigo de la ciudad es merecido con creces.

Los dos ángeles proceden a cumplir con su mandado, y Abraham se queda a solas con Dios.
Abraham, ya confirmado en su fe, y sabiendo que es colaborador de Dios en la salvación de las naciones, se vuelve en intercesor. Abraham habla mucho más en esta segunda conversación. La idea que llega a la mente de todos es que Abraham pensaba en Lot, su sobrino, que vivía en Sodoma, pero el texto no dice esto, aunque pudiera ser. Más bien Abraham pensaba en toda la gente. Al mismo tiempo revela el pequeño número de creyentes que había en Sodoma. Lot no había dejado testimonio eficaz o la gente no le quería escuchar. Había menos de diez creyentes en Sodoma. Abraham cumple con su papel de intercesor, y a la vez revela lo que la presencia de unos creyentes más pudiera haber hecho por esa ciudad.

CUESTIONARIO:
1. ¿Por qué cree usted que Abraham le clama Señor en singular a los tres varones visitantes?
2. ¿Qué significaba para ellos comer juntos?
3. ¿Qué promesa le hicieron los visitantes que causó risa a Sara?
4. ¿Cuánto tiempo le dicen que pasaría para el cumplimiento de la promesa?
5. ¿Cuál es la clave, según el autor de la lección, para interpretar la segunda conversación?
6. ¿En quién pensaba Abraham en su larga intercesión según el último párrafo de esta lección?




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