jueves, 28 de noviembre de 2019

Parte II Cuando La Mirada De Un Hombre: SE DESVÍA: (Cómo zafarse de las garras de la pornografía) (Proverbios 5:3)

Parte II
Cuando La Mirada De Un HombreSE DESVÍA:
(Cómo zafarse de las garras de la pornografía)
(Proverbios 5:3)

«Porque los labios de la mujer extraña destilan miel, y su paladar es más blando que el aceite»
(Prov.5:3)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

Ayuda Pastoral: Consejos SexualSolo Para Adultos:

De manera lenta pero segura, ver imágenes de desnudos condiciona a los hombres a desnudar a las mujeres en sus pensamientos e imaginar cómo sería tener un encuentro sexual con ellas. De hecho, la mayoría de los hombres que dejan de ver pornografía quedan horrorizados al saber el grado en que ésta había afectado su opinión de las mujeres, al verlas como objetos sexuales.

Mirar pornografía también afecta la manera en que los hombres se ven a sí mismos.
Les hace sentirse superficiales, sucios, débiles y totalmente descalificados para servir en el reino de Dios. Y cuanto más miran, tanto más sus corazones pierden contacto con la vida para la que fueron diseñados.
Ver imágenes sexualmente explícitas es otro vicio que impide que un hombre vea el propósito para el cual Dios le creó y llegue a cumplir ese propósito. Y, a medida que la pornografía sigue cegando su corazón y llevándole cada vez más lejos de donde se encuentra la verdadera vida, será sólo cuestión de tiempo antes que las imágenes para adultos que tanto mira se conviertan en una adicción esclavizante:
·      «Para cometer con avidez toda clase de impureza»[*] (Ef. 4:18-19).

NOTA: En la exhortación general [*] (vv. 17-24) Pablo describe la conducta de los gentiles sin Cristo que los creyentes deben evitar. Esta conducta incluye la vanidad de la mente, el entendimiento entenebrecido, la alienación de Dios, la ignorancia, la dureza de corazón, la sensibilidad perdida, la sensualidad y toda clase de impureza. Esta lista es un catálogo progresivo y feo de las faltas y errores de la vida de aquellos que no tienen a Cristo.
Resultan en la confusión (vanidad de la mente y entendimiento entenebrecido), el enajenamiento (alejados de Dios e ignorancia), y la callosidad (sensibilidad perdida, sensualidad e impureza). Así fue la vida anterior de los lectores de esta carta (2:1-3) que recientemente habían salido del paganismo al convertirse en cristianos. Suena muy parecida a la descripción de la conducta de los impíos que Pablo hace en Romanos 1:18-31. Tal estilo de vida ya no conviene más al creyente.

El grado de esclavitud puede oscilar de una adicción de nivel uno (grave) a una adicción de nivel tres (severa).
En una adicción de nivel uno, un hombre ya no tiene un simple interés superficial en el material para adultos —está obsesionado con mirarlo.
Ha pasado de toparse con él ocasionalmente, a desviarse deliberadamente de su camino para verlo.
En una adicción de nivel dos, el hombre intenta relacionar el mundo de fantasía de la pornografía con el mundo real. No es poco frecuente que un hombre intente recrear en la vida real lo que ha estado viendo. Puede que trate de representar con su esposa lo que ha visto, ya sea con el conocimiento o consentimiento de ella o no. A medida que su lucha se hace más intensa, puede que recurra al teléfono o al sexo cibernético, trate de buscar mujeres para un encuentro sexual de una sola noche, o incluso solicite a una prostituta.
Muchos hombres permanecen en una adicción de nivel uno o dos por años y nunca van más allá de allí. Si un hombre avanza hacia una adicción de nivel tres, y hay muchos que lo hacen, se involucran en formas más severas de pornografía, incluyendo la pornografía infantil y el sadomasoquismo.
Y, como la pornografía es un desinhibidor que embota la conciencia en cuanto a lo que está mal y es dañino, también puede llevar a un grave comportamiento criminal, como la violación y el abuso sexual infantil.

Los hombres que quedan esclavizados a una adicción a la pornografía se identificarán con una o más de las siguientes declaraciones:
Ø Frecuentemente busco pornografía.
Ø A menudo pasó parte del día esperando poder ver pornografía.
Ø Cambio constantemente de opinión sin poder decidir si mi problema está fuera de control o bajo control.
Ø A menudo comparo a mi esposa o a mi novia con las mujeres que veo en la pornografía.
Ø A menudo prefiero mirar pornografía a tener intimidad sexual con mi esposa.
Ø Me niego a hablar con otros acerca de mi problema secreto.
Ø Miento para encubrir mi lucha.
Ø Mirar pornografía me ha llevado a graves problemas en mi vida —la pérdida de mi empleo o mi matrimonio, deudas financieras, una enfermedad de transmisión sexual, ser arrestado y/o un embarazo no deseado.
Una adicción a la pornografía no se desarrolla de la noche a la mañana. Conquista a un hombre lentamente, y hay múltiples factores involucrados.

4.      ¿QUÉ HACE A UN HOMBRE VULNERABLE A LA PORNOGRAFÍA?
La pornografía está diseñada para captar la atención de un hombre.
Presenta a mujeres jóvenes y físicamente atractivas y, le saca provecho a una curiosidad natural hacia la desnudez y el sexo. Aunque su atractivo lujurioso es tan antiguo como la Biblia:
v «Porque los labios de la mujer extraña destilan miel, y su paladar es más blando que el aceite» (Prov.5:3)[18]

NOTA: V.3: Esta "mujer extraña" es una prostituta. Por diferentes razones, Proverbios contiene muchas advertencias en contra de las relaciones sexuales ilícitas:
·   En primer lugar, el encanto de una prostituta se utiliza como un ejemplo de cualquier tentación para hacer el mal o para abandonar la búsqueda de sabiduría.
· En segundo lugar, la inmoralidad sexual de cualquier tipo fue y sigue siendo extremadamente peligrosa. Destruye la vida familiar. Desgasta nuestra capacidad de amar. Degrada a los seres humanos y los convierte en objetos. Puede ocasionar enfermedades. Puede dar como resultado hijos no deseados.
·     Tercero, la inmoralidad sexual va en contra de la ley de Dios.

Existe una telaraña de factores involucrados que explican cómo los hombres llegan a luchar tanto con este vicio.

4.1.   Los Hombres Se Excitan Por Medio De La Vista:
Dios ha diseñado a los hombres para que se exciten sexualmente por medio de la vista. En cuestión de segundos, un hombre puede pasar de no sentir excitación sexual alguna a estar totalmente excitado simplemente por lo que ve. Los pornógrafos explotan esta realidad fisiológica exhibiendo mujeres desvestidas con lindos rostros y cuerpos firmes para captar la mirada masculina.

1. La Exposición Temprana a La Pornografía.
La vulnerabilidad al material para adultos se basa tanto en la historia de la exposición del hombre a la pornografía como en su carácter visual. Aunque las experiencias pasadas jamás sirven de excusa para el comportamiento actual, nuestras historias sí que influyen y le dan forma al cómo y dónde luchamos.
Muchos hombres adultos que quedan atrapados en la pornografía a menudo fueron introducidos a ésta cuando eran muchachos o adolescentes. Algunos quedaron expuestos por primera vez en sus hogares. La encontraron guardada en la habitación de algún miembro de la familia, o escondida en el garaje.  Otros fueron introducidos a la pornografía por otros muchachos en la escuela o los amigos del barrio.

Hoy, toda una nueva generación está siendo expuesta a la pornografía por Internet.
Para la mayoría de los jóvenes, ver pornografía es emocionante. Mirarla les hace sentirse vivos. Incluso echarle miradas furtivas en secreto les hace sentirse más aventureros, y enciende una curiosidad y ansia naturales por ver más del cuerpo femenino. Un hombre recuerda el momento cuando descubrió una revista Playboy por primera vez en el cajón del escritorio de su padre.
Nunca antes había visto a una mujer desnuda, y eso le emocionó. Vio la revista docenas de veces, hasta que un día ésta desapareció. Nunca olvidó lo que vio ni cómo le hizo sentir, y eso despertó dentro de él un deseo por ver más. Y saber que su padre cristiano miraba pornografía en secreto le dio permiso para seguir tras sus ardientes deseos.

2. La Constante Exposición a La Pornografía.
Muchos hombres no sólo fueron introducidos a material sexualmente explícito a una edad temprana, sino que además la veían de manera frecuente. Para algunos, esto era algo conocido por todos en sus propios hogares, o al menos no era algo oculto. También lo encontraban con regularidad en los hogares de sus amigos. Y muchos de los muchachos del vecindario tenían su propio material privado, el cual compartían unos con otros como tarjetas de futbol.
El cable, la televisión por satélite e Internet sólo han acentuado el nivel de la exposición, llevando a los hogares una corriente constante de películas y sitios en la red con contenido de escenas sexualmente explícitas. Es comprensible que las imágenes para adultos captan la mirada de un hombre joven y alimenten su deseo natural de explorar los misterios de la belleza física de una mujer. Pero muy pocos son advertidos, si es que alguien lo es, de los peligros o de la feroz y esclavizante fuerza con la que se encontrarán.

3. Abuso Sexual Infantil.
En algunos casos, aquellos que ven pornografía con regularidad tienen alguna experiencia de explotación sexual durante su niñez o adolescencia. El abuso sexual, especialmente cuando el culpable es un hombre, puede hacer que la víctima, en este caso un muchacho, cuestione su propio sentido del honor y la masculinidad. Los confusos sentimientos que se amontonan alrededor del abuso le dejan confundido y avergonzado. El mismo suceso o la serie de sucesos que él despreció también le trajeron cierto grado de placer emocional o físico.[19]
Las víctimas jóvenes no saben cómo interpretar tal confusión de sentimientos. Muchos se sienten sucios y responsables del abuso. Puede que los muchachos que hayan sido víctimas de abuso de parte de hombres mayores incluso comiencen a dudar de su propia heterosexualidad. Como resultado de ello, puede que algunas víctimas se vuelvan a la pornografía como una vía de escape para su vergüenza demostrando que pueden sentirse excitados sexualmente por una mujer.
Otros hombres que fueron víctimas de abuso sexual por parte de una mujer mayor usan el mundo de fantasía de las imágenes para adultos para tratar de alterar los eventos sexualmente traumáticos en su pasado. Esta es la razón por la que algunos hombres rastrean Internet buscando un tipo específico de mujer o escena que les recuerde el abuso. Esto entonces se convierte en la base de una fantasía sexual en la que pueden revivir y reproducir lo que ocurrió.
Por ejemplo, un hombre que fue sexualmente seducido por una prima mayor que luego se burló de él, buscaba en la pornografía a mujeres que le recordaran a la mujer que había abusado de él. Siempre que encontraba una persona suficientemente parecida, se embarcaba en una fantasía donde volvía a escribir la historia de lo que le había pasado. En vez de ser humillado y rechazado, imaginaba que la mujer que había abusado de él le respetaba y le aceptaba.
A pesar de sus vulnerabilidades, muchos hombres buenos que están envueltos en el mundo de las imágenes para adultos odian lo que hacen y desearían mantenerse alejados de la pornografía. Pero, aunque les represente un precio enorme a pagar, una parte de ellos desea seguir viendo material cargado de contenido sexual.

5.      ¿POR QUÉ LOS HOMBRES SIGUEN MIRANDO?

5.1.   Razones Físicas:
Ver pornografía inevitablemente lleva a la fantasía y al auto estimulación; y una ración constante de imágenes para adultos y de auto-liberación al final afecta la química corporal de un hombre. Cuanto más habitual se hace, tanto más su cuerpo comienza a esperar el mismo estímulo y la misma euforia.
Esta dependencia física no justifica la responsabilidad que un hombre tiene al mirar imágenes sexualmente explícitas, sino que comienza a explicar por qué tantos hombres permanecen enredados en la telaraña de la pornografía.
Cuando a un adicto se le corta la pornografía, éste experimenta síntomas físicos de abstinencia. Esto desencadena un fuerte impulso para recuperar un sentido del equilibrio. Muchos adictos sexuales informan que la abstinencia de una adicción sexual es mucho más prolongada e intensa que la abstinencia de las drogas o el alcohol.[20]
Pero por supuesto que hay mucho más que un simple apego físico. Con todo lo fuerte que puede ser dicho apego, hay razones aún más profundas que explican por qué un hombre sigue mirando pornografía.

5.2.   Beneficios Personales:
Los hombres no se vuelven adictos tan sólo al material para adultos. Se vuelven adictos a los efectos que éste ejerce en ellos al mirarlo, hasta un punto en el que parece que no pueden vivir sin ellos; y el beneficio va mucho más allá de la simple gratificación sexual.
Ver pornografía parece satisfacer algo muy importante en el fondo del corazón de un hombre. Cuando dedicamos tiempo a analizar los corazones de los hombres que están enganchados en la pornografía, descubrimos que hay al menos tres beneficios personales que les lleva a seguir procurando más.

1. Un Escape Fácil.
A veces, un hombre se lanza al mundo de las imágenes para adultos simplemente para desligarse de las presiones de su vida.
Un hombre puede llegar a experimentar una cierta tensión y agotamiento por las demandas que se le han impuesto, sean estas provenientes de su empleo, su matrimonio, su familia o su iglesia. Y con muy poco esfuerzo, puede permitirse una fantasía sexual y fácilmente encontrar el descanso que a menudo cree que se merece.
Junto con su intento por escapar, los hombres también buscan llenar el vacío que tienen dentro.

2. Un Falso Apoyo.
Todos los hombres tienen un deseo, dado por Dios, de ser fuertes. Anhelamos profundamente saber que tenemos lo que hace falta para ser firmes y enérgicos y lidiar con los desafíos de la vida.
Trágicamente, el mundo está lleno de hombres inseguros de sí mismos. En vez de sentirse confiados, en las vidas de la mayoría de los hombres hay personas y eventos que les han hecho sentirse débiles e ineptos en muchas áreas fundamentales.
Si bien la mayoría de los hombres tratan de esconder sus dudas e inseguridades detrás de una fachada falsa y bien ensayada, sus corazones siguen anhelando una cierta afirmación —como los pulmones que ansían el oxígeno. Y mirar imágenes para adultos puede parecer darle al hombre aquello que ansía.
El mundo de fantasía de la pornografía es un lugar donde un hombre inseguro puede ir para sentirse mejor consigo mismo. Imaginar que la atractiva mujer que está mirando le corresponde de buena gana y que él la complace provee un poderoso estímulo a la confianza que él pueda tener en sí mismo.
Aun cuando sea de corta vida y artificial, fantasear con conquistar sexualmente a la belleza que aparece en la imagen le ayuda a conseguir un falso sentido de fortaleza y seguridad en sí mismo.

3. Una Falsa Aventura.
Una de las cosas que resulta ausente en la vida de un hombre absorto en el mundo de la pornografía es la aventura. Todos tenemos un anhelo, dado por Dios, de correr ciertos riesgos y a veces huir de nuestra comodidad. Dios quiso que nos atreviéramos a grandes cosas y que nos arriesgásemos por una causa mayor. Por supuesto, eso no quiere decir que debemos vivir despreocupada y tontamente.
Hay un momento para sopesar los riesgos y calcular el costo. Pero también hay momentos para seguir a Dios en el riesgo de lo desconocido a expensas de todo lo demás.
Si bien tener una amistad con Dios y seguir Su llamado para extender Su reino es lo mejor que alguna vez nos puede pasar, a veces esto es todo menos seguro. De hecho, seguir al Dios vivo a un territorio que no nos es familiar es el mayor de los riesgos que jamás correremos y la mayor de las aventuras que jamás tendremos.
El problema es que ese nivel íntimo de aventura está ausente en las vidas de muchos hombres. En vez de caminar con Dios y asumir Sus riesgos, lo cual requiere dar un paso de fe, muchos hombres tienden a vivir vidas predecibles y a ir a lo seguro cuando más se les necesita. Tristemente, demasiados hombres que afirman tener a Jesús como su Salvador viven más como el tercer siervo en la parábola de los talentos (Mt. 25:14-30).
A diferencia de los dos primeros siervos fieles que corrieron el riesgo, salieron e incrementaron el dinero que su amo les había confiado, el tercer siervo se contuvo y fue a lo seguro. Tomó el dinero que su amo le había dejado para que lo administra y lo escondió en la tierra.
Una y otra vez, las historias de la Biblia muestran que la aventura forma gran parte de lo que es seguir a Dios. Pero cuando los hombres se refrenan y se niegan a dar un paso al frente con Dios para entrar en el territorio desconocido de una relación o de una nueva dirección en la vida donde el resultado es incierto, terminan sintiéndose totalmente vacíos y aburridos. En su aburrimiento, muchos hombres usan la pornografía para tratar de llenar lo que falta.
Ver imágenes para adultos puede instantáneamente volver a traer sentimientos de emoción y drama a la vida de un hombre. Incluso el riesgo de que le atrapen proporciona una emoción que saca a un hombre de su estado «de capa caída». Y si bien muchos saben que mirar pornografía está mal y que la emoción que ésta ofrece es efímera, se aferran a ella porque es la única respuesta que se les ocurre para su aburrimiento.

Considera La Historia Bíblica De David y Betsabé.
La historia indica que una de las principales razones por las que David estuvo en posición de echarle un vistazo a Betsabé mientras ésta se estaba bañando era porque él no estaba viviendo según su propósito. En la época del año en que «salen los reyes a la guerra» y dirigen sus tropas a la batalla, David, el rey guerrero, se quedó (2 Sam. 11:1-2). La historia implica que su decisión le dejó aburrido, y este aburrimiento se llevó lo mejor de él.
Ya casi al anochecer, inquieto e incapaz de dormir, el rey se levantó de la cama y comenzó a caminar por la azotea del palacio. No salió esa noche porque estaba solo y extrañaba a sus hombres. Estaba allí afuera yendo de un lado a otro como un león enjaulado porque estaba aburrido y echaba de menos comandar su ejército. Luego vio a una bella mujer que estaba bañándose. La emoción por ver a Betsabé por primera vez aparentemente le arrebató. Cuanto más miraba, tanto más vivo se sentía. Y aun cuando ella pertenecía a otro hombre, él usó su poder como rey para tomarla para sí.

4. Razones Espirituales.
Es vital reconocer lo que los hombres consiguen gracias a la pornografía. Les abre la puerta para que vean cómo usarla y así lidiar con la tensión y llenar el doloroso vacío en sus vidas. También les ayuda a comenzar a ver las razones espirituales por las que permanecen atrapados en ella.

1) Idolatría.

Véase Parte III: 



No hay comentarios.:

Publicar un comentario