martes, 19 de julio de 2016

HIMNO DE ADORACIÓN AL CREADOR: (Salmo 104)

HIMNO DE ADORACIÓN AL CREADOR:
(Salmo 104)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

 “…El fundó la tierra sobre sus cimientos; No será jamás removida… Con el abismo, como con vestido, la cubriste; Sobre los montes estaban las aguas… A tu reprensión huyeron; Al sonido de tu trueno se apresuraron;… Subieron los montes, descendieron los valles, Al lugar que tú les fundaste… Les pusiste término, el cual no traspasarán, Ni volverán a cubrir la tierra…”
(Salmos 104:1-35)

Introducción:
En este himno de alabanza, un paralelismo poético con Génesis 1: el salmista presenta a Jehová [HA-SHEM ‘EL NOMBRE’ Adonai] como el Creador de los cielos (vv.1-4) y la tierra (vv.5-9), quien ha formado la tierra con la capacidad de satisfacer todas las necesidades de los seres vivientes (vv.10-23), quien domina toda la creación (vv.24-32), y es digno de alabanza (vv.33-35).

I.       Adoración Al Creador, Reconociendo Su Grandeza:

La vitalidad de la poesía, la amplitud de su visión y la nitidez de detalles combinados para exaltar al Dios que hizo todo y sostiene todo hacen de este Salmo uno de los más usados. Su introducción y conclusión son semejantes a las del Salmo 103.
Otros salmos de adoración al Creador son 8, 96, 104, 139, 148 y secciones de Isaías y Job. Se encuentran paralelos con un himno egipcio al sol (Atón) por Amenofis IV escrito en el siglo XIV a. de J.C. Puede ser que el salmista conociera el himno egipcio, o que hubiera recibido su influencia por vía de Biblos, pero su entendimiento de Dios creador es muy superior al del himno egipcio.

El salmista reconoce la gran importancia de la doctrina bíblica de la creación. Era la base de la cosmovisión hebrea y su diferencia de los otros pueblos. Igualmente hoy día, una cosmovisión bíblica basada en la enseñanza de Génesis marca el gran abismo entre el humanismo y lo que es pensar cristianamente.

El salmista vierte en bella poesía el esquema general de la creación en Génesis 1. Empieza:
·      con la luz (v. 2a, día uno), y
·      sigue alabando a Dios por las siguientes etapas de la creación: la expansión (2b-4, día dos);
·      la división de tierra y agua (vv. 5-9) y la vegetación (vv. 14-17, día tres);
·      las lumbreras (vv. 19-23, día cuatro);
·      las criaturas del mar (vv. 25, 26, día cinco);
·      animales y hombre (vv. 21-24) y comida para los animales y el hombre (vv. 27, 28, día seis).
Pero el salmista no se queda con la creación del pasado; adora a Dios porque esta creación sigue revelando la grandeza y la gloria de Dios.
Además, el Dios creador sigue manteniendo toda esta gloriosa creación con su providencia continua.

1.1.   Llamado a La Adoración, v. 1*:
El salmista quiere agradar a Dios (cf. Salmo 100). Usa un imperativo (bendice) para destacar la decisión de adorar. Adoramos a un Dios personal que se goza en la comunión con nosotros. El énfasis en su gloria y esplendor nos hace pensar en el Salmo 8.
Etimología:
*H1288 בָּרַךְ = Barak: raíz primaria; arrodillarse; por implicación bendecir a Dios (como acto de adoración), y (viceversa) al hombre (como beneficio); también (por euf.) maldecir (a Dios, o al rey, como traición):- arrodillarse, bendecir con abundancia, dar bendición, bienaventurado, blasfemar, loar, maldecir, dichoso, proferir, saludar. (Strong)

1.2.    El Espacio Celestial, vv. 2-4:

Primero Dios hizo la luz, se viste con luz, y es luz; también es nuestra luz en sentido espiritual. Todo el párrafo resalta la grandeza de Dios; él está encima de esta gran creación, y usa los elementos de la creación (la naturaleza) para cumplir sus propósitos.
La LXX traduce el v. 4: “El que hace a sus mensajeros (o ángeles) vientos (o espíritus), y sus ministros llama de fuego”, y Heb.1:7 sigue la LXX. Así el versículo describe la forma que Dios da a los que él usa para anunciar su presencia y hacer su voluntad.
La traducción de RVA describe el propósito por el cual Dios utiliza el viento y el fuego.
Las dos traducciones son posibles y son posibles y son verdad; la de RVA concuerda bien con el contexto del Salmo.

Que hace de las nubes su carroza (Salm.104:3)

1.3.    La Tierra (Seca) y Las Aguas, vv. 5-9:
Ahora estamos en el tercer día de Génesis 1; habla de estabilidad. El océano es la palabra tehom  H8415, “abismo”[1]*, que puede indicar una polémica anti-pagana, pues el abismo no es un rival de Dios porque él lo creó y lo usó para cubrir la tierra.

NOTA: V.6: No es una referencia al diluvio de los tiempos de Noé, sino al tercer día de la Creación (Gn.1:9-10).

El v. 9 alude al relato del diluvio en Génesis. ¡Qué consuelo es saber que Dios controla los elementos! El salmista conocía y creía la promesa de Dios de no volver a destruir la tierra con agua.
Etimología:
*H8415 תְּהוֹם = tejóm: o תְּהֹם = tejóm (usualmente femenino) de H1949; abismo (como masa de agua que sube), especialmente lo profundo (el mar principal o la provisión de agua subterránea):- abismo. (Strong)

1.4.   Corrientes De Aguas Dulces, vv. 10-12:
Lo que se describe aquí es un resultado y una continuación de la anterior obra de Dios. Es un cuadro refrescante de paz y descanso. ¡Qué maravilloso es todo el sistema hidráulico que Dios creó y que usa para dar provisión a toda criatura!

1.5.   La Tierra Fructífera, vv. 13-15:
La abundancia de la tierra es resultado de la obra de Dios. Hoy, cuando sabemos más de otros planetas, podemos ver aún mejor el enorme contraste con los otros planetas tan inhóspitos.
El balance de los miles de parámetros de la naturaleza es tan maravilloso; el salmista alaba a Dios que proveyó todo esto para el deleite de los seres humanos. El aceite lucir su rostro viene del contexto del Medio Oriente donde el calor seco afecta la piel; el aceite refresca y restaura la piel seca.

1.6.    Árboles y Montañas Altas, vv. 16-18:
Dios también provee para los árboles; ellos simbolizan la fuerza y el poder. Cuando piensa en los árboles también el salmista piensa en los montes altos; alaba al Dios tan grande y poderoso y se maravilla de la majestad y la belleza de su creación.

1.7.    El Día y La Noche, vv. 19-24:
¡Qué aburrido sería si todo fuera noche, o aun si todo fuera día! El salmista exalta a Dios por esta armonía y estabilidad en la creación. El sol y la luna magnifican a Dios. La noche da lugar para el desarrollo de la vida animal; el día es especialmente para los seres humanos.
La labranza del hombre, lejos de ser una carga o un castigo es un motivo de alabanza. La contemplación de toda la creación nos mueve a adorar y también nos desafía a explorar esta creación.
La casi infinita complejidad de la creación y la gran extensión del universo (un millón de millones de galaxias y un promedio de un millón de estrellas en cada galaxia) nos ayudan a valorar la incomprensible grandeza de Dios.

1.8.   Dios, Fuente De La Vida, vv. 25-30:
Hasta ahora el salmista ha contemplado la tierra; ahora piensa en el mar y de nuevo exalta al Dios tan grande que hizo esa inmensidad. Pero no sólo la hizo sino también la controla ahora y la sostiene.
Si deja de hacerlo (v. 29) toda la vida se acaba. Los vv. 28-30 muestran estrechos paralelos con el himno egipcio al sol.
Si el salmista conocía tal himno o una fuente común, parece que están haciendo polémica contra la adoración pagana al sol. Dios hizo y controla el sol y lo usa para sostener y renovar la vida constantemente.

1.9.   Alabanza Ferviente, vv. 31-35:
Esta última estrofa de manera sublime exalta a Dios. El salmista muestra sus emociones, pero no se centra en sí mismo; enaltece a Dios. Ama a Dios; quiere su gloria y que Dios se alegre (v. 31); quiere que su meditación le sea grata (v. 34). Su grandeza merece tal gloria y honra (v. 32).
Cantaré… en mi vida (v. 33). El salmista no esperará hasta la muerte para glorificar a Dios; lo hará mientras vive. A menudo el cristiano espera tener más tiempo para orar, adorar y servir a Dios. Si no lo hace ahora, es probable que nunca lo haga.
Pero el salmista adora a Dios ahora; en la adoración tanto Dios como el hombre disfrutan esta comunión (v. 34) por la cual Dios nos creó. Por eso Dios busca tales adoradores y por eso el pueblo de Dios se deleita en la adoración.

Sean exterminados (v. 35) parece duro, pero el salmista es celoso de la gloria de Dios. El que quiere la gloria de Dios resiste el mal. El salmista termina como empezó el Salmo, bendice a Dios, le da su amor, su honra, su afecto, su tiempo, todo su ser. No puede más que gritar ¡Aleluya! Esta es la primera vez que aleluya aparece en la Biblia.

¡Cuán grande es él! Salmo 104:34:

“Dulce será mi meditación en él;
Yo me regocijaré en Jehová”.

El salmista no celebra solamente en este salmo las glorias de la naturaleza, sino la sabiduría y el poder del Creador, y en términos precisos invita a meditar:
1.  En su grandeza (Efesios 1:19).
2.  En su bondad (Romanos 11:22).
3.  En su gentileza (2 Samuel 32:8).
4.  En su dirección (Job 32:8).
5.  En su gracia (2 Corintios 9:8).
6.  En sus dádivas (Santiago 1:17).
7.  En su gloria (2 Corintios 3:7-11).

Concluyó:

Como Se Describe A Dios En Los Salmos:
La mayoría de los salmos hablan a Dios o acerca de Él. Debido a que se compusieron en una gran variedad de situaciones, se mencionan diversas facetas del carácter de Dios. Aquí tenemos una muestra de las características de Dios según lo comprendieron y experimentaron los escritores de los salmos. Cuando los lea, pregúntese si este es el Dios que conoce, o quiere conocer:
Ø Omnisciente y omnipresente: Salmo 139.
Ø Hermoso y deseable: Salmos 27; 36; 45.
Ø Creador: Salmos 8; 104; 148.
Ø Bueno y generoso: Salmos 34; 81; 107.
Ø Grande y soberano: Salmos 33; 89; 96.
Ø Santo: Salmos 66; 99; 145.
Ø Amoroso y fiel: Salmos 23; 42; 51.
Ø Misericordioso y perdonador: Salmos 32; 111; 130.
Ø Poderoso: Salmos 76; 89; 93.
Ø Dispuesto a revelar su voluntad, ley y dirección: Salmos 1; 19; 119.
Ø Recto y justo: Salmos 71; 97; 113.
Ø Espíritu: Salmos 104; 139; 143.

Últimamente está proliferando muchas profecías no Bíblicas que este mundo terminara, aun esta con fecha y año, eso es la gran mentira de la razón humana para crear caos en la humanidad, si va a ver un fin pero todo está en los planes de Nuestro Gran Dios, y aun podemos ver a al apóstol Pedro, que dio este gran días pero no la fecha, la fecha la da Dios, creerle a Dios es la mejor razón de la vida.

 “Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadasPuesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán!... Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia”.

(2 Pedro 3: 10-13).

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[1] tehôm = (תְּוים, H8415), «aguas profundas, océano; abismos, agua subterránea, aguas, diluvios y torrentes». Se encuentran cognados de esta palabra en ugarítico, acádico (desde Ebla, alrededor de 2400—2250 a.C.) y arábigo. En las 36 veces que aparece el término es en su mayoría en pasajes poéticos en todos los períodos históricos.
El término representa las «aguas profundas» cuyas superficies se congelan por el frío: «Las aguas se endurecen a manera de piedra, y se congela la faz del abismo» (Job 38:30). En Salm. 135:6 tehôm significa el océano en oposición a los mares: «Todo lo que Jehová quiere, lo hace, en los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos [en todos los océanos]» (cf. Salmo 148:7s).
El vocablo se refiere de manera particular a los torrentes profundos o fuentes de las aguas. Cuando los marineros se aventuran al mar en medio de una violenta tormenta, «suben a los cielos, descienden a los abismo» (Salmo 107:26). Esta es una expresión hiperbólica o de exageración poética, pero presenta los «abismos» como lo contrario a los cielos. Este énfasis está bien presente en el Cántico de Moisés, en donde el término representa la amenaza de las «profundidades». Los «abismos», que siempre han existido (sin ser eternos), son un elemento de la naturaleza esencialmente peligroso: «Los abismos los cubrieron; descendieron a las profundidades como piedra» (Éxodo 15:5). Por otro lado, tehôm puede significar nada más que «aguas profundas» en las que los objetos pesados se hunden rápidamente.
Tehôm puede representar también una fuente inacabable de agua o, a manera de comparación poética, de bendición: «Con bendiciones de los cielos de arriba, con bendiciones del abismo que está debajo» (Génesis 49:25). En estos casos el término se refiere a «aguas subterráneas» que siempre están disponibles: que se podían explotar cavando pozos de los que brotaban manantiales y que formaban parte de las aguas debajo de océanos, lagos, mares y ríos. Esto fue lo que Dios abrió junto con las aguas por encima de la bóveda celeste (Génesis 7:11; cf. 1:7) y que más tarde cerró para terminar el gran diluvio (Génesis 8:2; cf. Salmos 37:7; 104:6; Ezequiel 26:19). En tales contextos la palabra denota un «montón de aguas»: «él junta como montón las aguas» (Salmos 33:7).
En Genesis 1:2 (primer caso del término) tehôm se refiere a «todas las aguas» que en el comienzo cubrían todo el globo terrestre: «Las tinieblas estaban sobre la faz del abismo» (cf. Proverbios 3:20; 8:24; 8:27-28). (VINE).
-     e-Sword-the. LEDD.
-     Biblia de Estudio RYRIE.

-     Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 19//07//2016.

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