miércoles, 13 de julio de 2016

LAS BODAS DEL CORDERO: (Apocalipsis 19:7-10)

LAS BODAS DEL CORDERO:
(Apocalipsis 19:7-10)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:


La Cena De Las Bodas Del Cordero:

“Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado… Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos… Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios… Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía”.
(Apocalipsis 19:7-10)

INTRODUCCIÓN:
Las bodas[1] del Cordero[2], tal como se nos presenta en este pasaje de Apocalipsis, ofrece varias similitudes con las bodas que habitualmente conocemos. Se hallan los mismos signos característicos.
Encontramos las indicaciones concernientes a las personas que participan en ellas:
·      Primeramente el esposo,
·      Luego la esposa, y
·      Por último, los invitados (o “llamados”).

El Esposo es el Señor en su carácter d Cordero. La Esposa representa al conjunto de los creyentes de la época actual, desde el día de Pentecostés (Hechos 2) hasta la Venida del Señor cuando tome a los suyos consigo.
También tiene que ver con una comida y con un traje de bodas. Pero notemos que, en esta escena, la persona principal no es la Esposa, como en nuestros casamientos, sino el Esposo. Resalta en primer lugar su gloria y su gozo. ÉL debe ocupar el centro de esta escena, “para que en todo tenga la preeminencia” (Colosenses 1:18).

1.      Condiciones Previas:
Para que un casamiento pueda ser celebrado, es preciso que el Esposo y la Esposa sean reunidos:
v Una condición, para que pueda tener lugar las bodas del Cordero es el arrebatamiento de los creyentes, tanto los que hayan de vivir en la tierra cuando el Señor Venga a buscarlos como los que serán Resucitados en ese momento. Este suceso se encuentra descrito en (1 Tesalonicenses 4:15-17) y en otros pasajes.
NOTA: 1 Ts. 4:16-17: Trompetas de Dios Compare 1 Cor.15:52. Los muertos en Cristo resucitarán primero, cuando el Señor venga a recoger a Su pueblo (v.17). Entonces los creyentes que vivan serán “arrebatados”. Del latín rapiemut viene el término “rapto” o “arrebatamiento” de la Iglesia. El arrebatamiento descrito aquí, comprende tanto a los creyentes que hayan muerto [aceptado en vida a Jesucristo] como a los que todavía vivan [han acepta a Cristo como su Señor] cuando el Señor Venga. Esta Venida será en el aire, no a la tierra, y sucederá justamente antes del comienzo del período de la Tribulación (compare Apocalipsis 3:10). Este período terminará cuando Cristo Venga a  la tierra (compare Mateo 24:29-30; Apocalipsis 19:11-16).
v Una segunda, condición previa para las bodas es la realización de un mismo pensamiento entre el Esposo y  la Esposa. Por eso, los creyentes primero deben comparecer “antes el tribunal de Cristo” (2 Corintios 5:10).
NOTA: 2 Cor.5:10: El Tribunal De Cristo. El bema (asiento de juicio) era bien conocido de los corintios (compare Hechos 18:12). Los creyentes serán juzgados cuando se pase revista a sus obras a fin de recibir las recompensas correspondientes (véase en 1 Cor.3:14). Malo, i es, sin valor.
1 Cor.3:14: Recompensa. La SALVACIÓN es un puro regalo, pero los que son SALVOS pueden obtener recompensas. La cualidad de nuestros servicios (v.13) es el criterio. La recompensas son llamadas, a veces, coronas (compare 9:25; 1 Ts.2:19; 2 Tim.4:8; Stg.1:12; 1 P.5:4; Ap.2:10; 3:11; 4:4, 10).
Por medio de éste, serán llevados a ver su vida tal como el Señor Jesús siempre la vio, y a estar perfectamente de acurdo con ÉL referente a esto. Este acuerdo en el juicio de nuestras propias vidas es una condición indispensable para la realización de una comunión sin nubes.
v En tercer lugar, vemos que el juicio definitivo de la falsa Esposa –la cristiandad sin Cristo- tiene lugar antes de las bodas del Cordero. Este juicio cae sobre el conjunto de los que profesan formar parte de la cristiandad pero que no tienen la vida de Dios.
Está descrito en Apocalipsis 18. Luego, en los primeros versículos del capítulo 19, asistimos a la irrupción de alegría que la noticia de ese juicio produce en el cielo:
“Después de esto oí una gran voz de gran multitud en el cielo, que decía: ¡Aleluya! Salvación y honra y gloria y poder son del Señor Dios nuestro;… porque sus juicios son verdaderos y justos; pues ha juzgado a la gran ramera que ha corrompido a la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de ella”. (vv.1-2).
Antes que la verdadera Esposa, la mujer del CORDERO, aparezca, es necesario que la falsa esposa, la gran ramera, sea juzgada.

2.       El Esposo*:

Etimología:
*G3566 νυμφίος = numfíos: de G3565; novio (literalmente o figurativamente):- esposo. (Strong).

El Esposo es presentado como el Cordero. El pensamiento del Cordero corre a través de toda la Palabra. Mientras Abraham subía a la Montaña de Moriah, dijo: “Dios se proveerá de cordero para el holocausto (Génesis 22:8).
En el momento de la liberación de la Esclavitud de Israel en Egipto, el pueblo fue puesto al abrigo de la sangre del cordero (éxodo 12) El profeta Isaías describe al cordero dejándose llevar al matadero (Is. 53:7).

El Nuevo Testamento también lo pone varias veces delante de nuestros ojos. Cuando el Señor Jesús apareció, Juan el Bautista exclamó: “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo (Juan 1:29).

NOTA: Jn.1:29: Cordero. Historia (el cordero pascual, éx.12:3) y profecía (EL Mesías, Is.53:7) están unidas en esta metáfora, el pecado del mundo. Ya no más sólo los pecados de Israel (Is.53:4-12; 1 Jn.2:2).

Pedro habló de ÉL como de un cordero sin mancha y sin contaminación (1 Pedro 1:19), y el apóstol Juan vio al “Cordero como inmolado” (Apocalipsis 5:6).

NOTA: Ap.5:6: Como Inmolado: Cristo, el Cordero, conserva. Las MARCAS DE SU MUERTE (compare Lucas 24:40; Juan 20:20, 27) incluso en Su estado glorificado. Los cuernos son símbolos de fuerza (compare 1 R.22:11; Zc.1:18).


En la eternidad, veremos las heridas que el Señor Jesús recibió en la tierra. Aunque los capítulos 6 a 18 del Apocalipsis hablan varias veces de la ira del Cordero y de su juicio, la mención que encontramos en el capítulo 19 dirige nuestros pensamientos a los sufrimientos infinito que padeció a fin de adquirir para Sí está “perla preciosa”, la Iglesia (Mateo 13:46). Efesios 5:25 dice: “Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella”. Su propia vida –tal es el precio que pagó en la cruz del Calvario para adquirir a la Iglesia, su Esposa-.

3.      La Esposa*:
 
Etimología:
*G1135 γυνή = guné: de la base de G1096; mujer; específicamente esposa:- casado, esposa, mujer. (Strong).

La Iglesia, Esposa de Cristo.
Ya indicamos quiénes son las personas representadas por la Esposa. Por el hecho de que las bodas tienen lugar en el cielo, se necesita que la Esposa esté en el cielo. Esto muestra claramente que no se trata de la Esposa terrestre de Cristo, que es Israel, sino de los santos celestiales.
En el momento del Arrebatamiento [rapto], todos los creyentes dormidos y resucitados –tanto los que vivieron antes de Pentecostés y todos los creyentes vivos en ese momento ser como los que vivieron después-, y todos los creyente vivos en ese momento serán  arrebatados juntos para encontrarse al Señor Jesús, para estar para siempre con él en la gloria (1 Tesalonicenses 4:15-17).


En Apocalipsis 19 se ve claramente que los creyentes pertenecen a dos categorías diferentes: está la Esposa (v.7) y también “los que son llamados a la Cena de las Bodas” (v.9). Podemos deducir de ello que la Esposa representa a los creyentes de la época que comienza en Pentecostés, mientras que los llamados –o invitados- a las bodas representan a los creyentes de la época precedente.
Más de una vez, la relación entre Cristo y su Iglesia es comparada a la que existe entre un hombre y su mujer. Leemos por ejemplo en Efesios 5:31-32: “Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Grande es este misterio; más yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia”.
Y en 2 Corintios 11:2, la Iglesia está en una relación particular con Cristo: es desposada con él. El tiempo de ese noviazgo se terminará con las bodas del Cordero.
Durante ese tiempo, el Señor Jesús santifica a su Iglesia en la tierra, según Efesios 5:26. Lo hace purificándola “en el lavamiento del agua por la palabra”. Sus cuidados de amor concurren a la gran meta de presentársela a sí mismo “gloriosa”. Esta meta alcanzará la perfección en la escena celestial descrita en Apocalipsis 19.
Cristo ve a su Esposa sin “mancha ni arruga ni cosa semejante”, vale decir, “santa y sin mancha”. El momento tan esperado durante mucho tiempo se hace presente. Su Esposa está perfectamente de acuerdo con Él. ¡Qué gozo será para él, que amó tanto a la Iglesia que se entregó a sí mismo por ella! (Efesios 5:25). Es nuestro privilegio formar parte de esta Esposa, amada tiernamente por su Esposo Celestial.

“Su Esposa se ha preparado”.


Cómo toda Esposa, la Esposa Celestial aparece el día de las bodas perfectamente preparada (Apocalipsis 19:7). El primer elemento de esta preparación es la justicia que Dios le concedió. En virtud de esta justicia, podemos mantenernos en la luz de Dios y sentirnos bien.
Los pasajes siguientes nos muestran a la Esposa preparada para el día de las bodas: Dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz (Colosenses 1:12), “porque con una sola ofrenda hizo perfecto para siempre a los santificados” (Hebreos 10:14).
Además, ya evocamos el Tribunal de Cristo donde todo será puesto en evidencia en la prefecta luz divina. Es este sentido, la manifestación ante el Tribunal de Cristo será también una preparación para el día de las bodas.

4.      El Vestido De La Esposa:


“A ella se le ha concedido…”.

Estas palabras que introduce el versículo 8 nos muestran que si la Esposa habrá de aparecer vestida de lino fino, no será por mérito propio.
En Efesios 2:10 leemos a este respecto: “Santo hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”.
¡Qué gracia! Todo lo que pudimos hacer para el Señor en la tierra fue posible porque Dios lo había preparado. Las buenas obras que cumplimos aquí a allí fueron puestas en nuestro camino. Dios es bueno al venir a ayudarnos de esta manera.

“Qué se vista de lino* fino**”.

Etimología:
*G1039 βύσσινος = bússinos: de G1040; hecho de lino (neutro tela de lino):- lino. (Strong).
**G2513 καθαρός = kadsarós: de afinidad incierta; limpio (literalmente o figurativamente):- limpio, puro.

El traje de la Esposa es de lino fino = [Limpio, Puro]. Este vestido elegante pero simple contrasta con la vestimenta suntuosa de la falsa, tal como está descrito en el capítulo precedente (Apocalipsis 18:16). Allí se encuentra también el lino fino –el diablo imita todo-, pero está además la púrpura, la escarlata, el oro, las piedras preciosas y las perlas.
Todo ese resplandor terrestre se acaba. “Todas las cosas exquisitas y espléndidas te han faltado, y nunca más las hallaras” (18:14). Tal es el destino de la falsa Esposa. Al contrario, el vestido de la verdadera Esposa subsistirá como su adorno personal y para el gozo del Señor Jesús.

“Limpio y resplandeciente”.

El traje de la Esposa tiene un resplandor. Como todo en esta escena Celestial, este espléndido Vestido debe ser en primer lugar para el gozo del Esposo. Ya desde el tiempo en que la Iglesia está en la tierra, el Señor Jesús opera en ella para presentársela gloriosa. Para eso debe purificarla por medio de la Palabra de Dios. El resultado de esta actividad será visible plenamente en el día de las bodas, cuando podrá gozarse de la hermosura y pureza sin mancha de su Iglesia.

“Las acciones justas de los santos”.

El texto indica que “el lino fino es las acciones justas de los santos” (19:8). Es interesante notar que se habla de las acciones de los creyentes y no de las acciones de la Esposa. Esto hace resaltar que se trata de las acciones individuales de cada creyente. Aportan su contribución al traje de bodas, que será visto en el cielo, pero se confecciona en la tierra. ¡Qué consecuencias deberían tener para nuestra vida de cada día!

Consecuencias prácticas.

El traje de la Esposa en el día de las bodas del Cordero se compone de las acciones justas hechas durante nuestra vida de creyentes. Entonces preguntémonos; ¿en qué medida contribuimos a la hermosura de ese traje mediante nuestro comportamiento? Tenemos allí un gran motivo para procurar con ardor serle agradable (2 Corintios 5:9).
¿No vale la pena trabaja más seriamente para este vestido a fin de que el Señor Jesús, nuestro Esposo Celestial, pueda regocijarse? Por amor a Aquel que tanto sufrió por nosotros, tengamos a pecho llevar una vida que lo honre y lo regocije, y pensemos en el gozo que encontrará en ese vestido glorioso, durante la eternidad. No olvidemos que se confecciona ahora.
Alguien dijo: “El traje que vestiremos con gozo en presencia de Cristo en el día de la gloria se teje en medio de penas durante el tiempo de su rechazo”.
Si pudimos considerar algo de la felicidad del Esposo y de la Esposa, que Dios nos anime a ver también a la Iglesia bajo este aspecto. Todas nuestras debilidades e insuficiencias entonces se terminarán para siempre. Alentémonos, cada uno personalmente, a hacer todo por el gozo de nuestro Salvador. Consideremos aún más a su Iglesia con Sus ojos. ¡Ella le es muy preciosa!

5.       Los Invitados A Las Bodas:

¿A quiénes tenemos que ver bajo el símbolo: “los que son llamados a la Cena de las Bodas del Cordero”? A ese respecto tenemos una indicación en Juan 3:29, donde leemos: “El que tiene la Esposa, es el esposo; mas el amigo del esposo, que está a su lado y le oye, se goza grandemente de la voz del esposo; así pues, este mi gozo está cumplido”. Juan el bautista, creyente de antes de Pentecostés, entonces no forma parte de la esposa.
Podemos deducir que esos creyentes constituyen los “amigos del esposo”, es decir aquellos que son convidados a la cena de las bodas. Pero, los creyentes de antes de Pentecostés ¿no se sienten perjudicados? ¿Pueden realmente regocijarse? El pasaje citado antes da una respuesta clara: “se gozan grandemente de la voz del esposo”. A la vista de la persona del Esposo, todo pensamiento de pesar  se borrará. No tendrán ninguna tristeza, compartirán el gozo del Señor Jesús.
Para los que están invitados, la Cena de las Bodas habla de comunión. En esta comunión con el Esposo serán plenamente felices. Y precisamente. Apocalipsis 19:9 los declara “bienaventurados”.

Concluimos:

El Arrebatamiento de los creyentes, su manifestación ante el Tribunal de Cristo y el juicio de la falsa Esposa son las condiciones previas a las bodas. El Esposo es presentado como el Cordero, lo que nos recuerda su sufrimiento y la obra de la Redención que cumplió en la tierra.
Durante la Eternidad, el Salvador aparecerá delante de nuestros ojos. El pensamiento del traje de la Esposa debería estimularnos a consagrar siempre más nuestras vidas al Señor, a fin de que un día traigan unos elementos para la confección de este vestido de lino fino, para el gozo y la gloria de Cristo.
Respecto a las bodas en sí, la Palabra no da ningún detalle. Esto corresponde al carácter del Apocalipsis. Este libro trata esencialmente de la tierra. Dios tuvo a bien no poner delante de los ojos humanos la felicidad inefable que será la del Esposo y de la Esposa. Tenemos algo semejante en la historia de Isaac y de Rebeca. En Génesis 24:67 leemos: “Isaac… tomó a Rebeca por mujer, y la amó”.


Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado.

 
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Notas y Bibliografía:
[1] gamos = (γάμος, G1062), boda, casamiento, o fiesta de bodas. Se usa para denotar: (a) la ceremonia y su celebración, incluyendo la fiesta de casamiento (Juan 2:1-2); de solo la ceremonia de la boda, figuradamente (Ap.19:7), como distinta de la fiesta de casamiento (v. 9); (b) la fiesta de casamiento (Mateo 22:2-3; 22:4; 22:8-9; 22:10; 25:10; Lucas 12:36; 14:8); en Mateo 22:11-12 el «vestido de boda» es, lit: «un vestido de una boda». En Apocalipsis 19 , donde, bajo la figura de una boda, se describe la unión de Cristo, como Cordero de Dios, con su novia celestial, que tiene lugar en el cielo durante la parousia, v. 7 (indicándose con el tiempo aoristo , o puntual, un hecho cumplido); a la Novia (numfe, prometida, desposada, novia), se le llama «su esposa» (gune); la cena de las bodas tendrá lugar sobre la tierra, después de la Segunda Venida (v. 9). Que Cristo sea llamado Cordero señala a su sacrificio expiatorio como la base sobre la que tiene lugar la unión. Los antecedentes de esta fraseología se hallan en la descripción en el AT., de la relación de Dios con Israel (p.ej., Is.54:4ss.; Ez.16:7ss.; Os.2:19); (c) el matrimonio en general, incluyendo el estado matrimonial, que debe ser tenido como «honroso» (Heb.13:4). (VINE).
Nota: Entre los judíos, la cena de las bodas tenía lugar en la casa del marido, y era el gran evento social en la vida familiar. En Mateo 22:1-14 se indica una generosa hospitalidad, y resentimiento ante cualquier rechazo a acudir a la invitación. La boda de Caná exhibe la forma en que se llevaba a cabo una boda en hogares humildes. Se daba un honor especial a los amigos del novio, «los hijos de la cámara nupcial» (rvr: «los que están de bodas»; vm: «los compañeros del novio», Mateo 9:15; véase Nº 2). Al terminar, los padres llevaban a la novia a la cámara nupcial (cf. Jueces 15:1). Véase MATRIMONIO.
[2] arnion = (ἀρνίον, G721) es una forma diminutiva, pero no debe insistirse en la característica diminutiva (véase Nota bajo el Nº 3). La tendencia general en la lengua vernácula era la de usar libremente los nombres acabados en -ion, aparte de su significado diminutivo. Lo utiliza solo el apóstol Juan: (a) en plural, en el mandato del Señor a Pedro (Juan 21:15), con referencia simbólica a los convertidos recientes; (b) en otros pasajes, en singular, en Apocalipsis, unas 28 veces, de Cristo como el Cordero de Dios, teniendo el simbolismo referencia a su carácter y a su sacrificio vicario, como base tanto de la redención como de la venganza divina. él es visto en la posición de gloria y honor soberanos (p.ej., Juan 7:17), que comparte en un plano de igualdad con el Padre (Juan 22:1; 22:3), siendo el centro de los seres angélicos y de los redimidos, y el objeto de la adoración de ellos (p.ej., Juan 5:6; 5:8; 5:12-13; 15:3), el conductor y Pastor de sus santos (p.ej., Juan 7:17; 14:4); la cabeza de su desposada espiritual (p.ej., Juan 21:9), la luminaria de la ciudad celestial y eterna (Juan 21:23), Aquel a quien ha sido entregado todo juicio (p.ej., Juan 6:1; 6:16; 13:8), el conquistador de los enemigos de Dios y de su pueblo (Juan 17:14); el cántico que celebra el triunfo de aquellos que «habían alcanzado la victoria sobre la bestia y su imagen» es el cántico de Moisés, ydel Cordero (Juan 15:3). Su sacrificio, cuya eficacia está disponible para aquellos que aceptan la salvación que se provee mediante él, constituye la base de la ejecución de la ira divina para el que lo rechaza, y para el que desafía a Dios (Juan 14:10); (c) en la descripción de la segunda «bestia» (Ap.13:11), que se ve en la visión semejante «a un cordero», sugiriendo su capacidad de actuar en el papel de un falso Mesías, usurpando el papel del verdadero. Para su utilización en la lxx, véase Nota bajo el Nº 3. (VINE).
  e-Sword-the. LEDD.
-    Biblia de Estudio RYRIE.
-    CRECED Noviembre-Diciembre N° 6/2000.
-    Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 12//07//2016.




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