sábado, 9 de julio de 2016

LOS DISCURSOS DE DIOS: (Job 38:1—42:1-6)

LOS DISCURSOS DE DIOS:
(Job 38:1—42:1-6)
Por: Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

Jehová Convence a Job De Su Ignorancia, Y a La Humanidad:

“Entonces respondió Jehová a Job desde un torbellino, y dijo:¿Quién es ése que oscurece el consejo Con palabras sin sabiduría?... Ahora ciñe como varón tus lomos; Yo te preguntaré, y tú me contestarás ¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra?  Házmelo saber, si tienes [si tienen] inteligencia”.
(Job 38:1—42:1-6)

INTRODUCCIÓN:
Estos discursos divinos son importantes, no sólo por su contenido sino por el hecho de que fueron pronunciados. La cuestión es que Job, que ha clamado a Dios con determinación (aun desde su ira y frustración), se encuentra finalmente conversando con Dios lo cual lleva a la resolución de su tensión. Pero los discursos son importantes también tanto por lo que omiten como por lo que incluyen:
Ø Primero, es sorprendente, pero también significativo, que Dios no haga referencia a ninguna falta de Job. Resulta claro, entonces, que Dios no tiene nada contra Job; ni siquiera sus palabras “apresuradas” (Job 6:3) son motivo de recriminación.
Ø No obstante, en segundo lugar, estos discursos divinos son sorprendentes por lo que contienen. Lejos de justificar los caminos de Dios a los seres humanos, tratan totalmente con el orden natural, el mundo de la creación.

Al hablar del orden cósmico y la creación animal, el propósito de Dios no es dar lecciones a Job sobre la naturaleza, y por cierto tampoco deslumbrarlo con las señales de su poder e inteligencia (que Job no ha dudado nunca).
Es más bien para reconsiderar la misteriosa complejidad del mundo que Dios ha creado. El objeto es que Job se dé cuenta de que el orden natural es paralelo al orden moral del universo. Mucho de esto escapa del entendimiento humano, parte es odioso, fútil o aterrador, pero todo es obra de un Dios sabio que ha hecho al mundo como es para cumplir sus propios propósitos.

I.     EL PRIMER DISCURSO DE DIOS:


1) Su Conocimiento: 38:1-40:2:

38:1—40:2 Primer discurso de Dios: “Considera el misterio de la creación”.
La larga serie de preguntas de Dios a Job no tiene la intención de humillarlo sino de desafiarlo a reconsiderar lo que ya sabe del mundo que Dios ha hecho y a que medite nuevamente en su misterio.
Dios señala a Job diez características del orden natural (Job 38:4-38) como ejemplos de su misterio y nueve especies de animales (Job 38:39—39:30) para ilustrar el misterio de la vida creada.
La nota final (Job 40:2) nos recuerda que el diálogo entre Dios y Job adopta la forma de un caso judicial (cf. También Job 38:3), ya que eso es lo que Job ha demandado (ver Job 31:35).
El propósito del diálogo no es, sin embargo, establecer culpabilidad o inocencia sino inquirir, como una criatura de Dios, la verdad acerca de la vida.

38:1-3: Introducción.
NOTAS: VV.1-3:
V.1. Finalmente, Dios rompe su silencio y habla a Job directamente.
v.2: ¡Cuán absurdo es pensar que una criatura pueda convertirse en crítico del Creador!
v.3: Como varón. Heb., geber*, que describe a un hombre en su fortaleza como combatiente. Dios acepta el reto de Job (9:34; 10:2ss.; 13:3, 23:3ss; 31:35ss).
Etimología:
*H1397 גֶּבֶר = guéber: de H1396; propiamente hombre valeroso o guerrero; generalmente simplemente persona:- hombre duro, varón. (Strong).

Job al fin recibe la respuesta que tanto ha anhelado (cf. Job 31:35). Job había imaginado, sin duda, la escena comparativamente pacífica de un juicio legal, pero Dios le habla desde un torbellino. El torbellino es un antiguo símbolo de revelación divina (cf., p. ej. Salmo 18:7-15; Nahúm 1:3; Zacarías 9:14) y, aunque es aterrador, significa para Job que Dios no piensa seguir ignorando sus reclamos.
Dios no desprecia la inteligencia de Job, diciendo que no tiene comprensión del plan divino (el consejo, 2) para gobernar el universo.
Tampoco Dios arremete contra Job con desprecio, sino que lo alienta diciendo: Cíñete... los lomos como un hombre (¡se supone que los hombres sean más fuertes que las mujeres!) y que use su fuerza mental para comprender las intenciones de Dios, que serán expresadas sólo indirectamente en este discurso.

38:4-38: Fenómenos de la tierra y del cielo.
4-7: Aquí el mundo es retratado como un edificio con cimientos y una piedra angular, construido según un plano extendiendo sobre ella un cordel al acompañamiento de la música de las estrellas del alba y los ángeles.
NOTA: V.7: Estrellas y ángeles (hijos de Dios, véase 1:6*) se unieron en alabanza cuando la tierra fue creada.
*Job 1:6: Los hijos de Dios. I., es, ángeles. Esta frase se usa respecto a ángeles en otros pasajes (38:7; Véase Gn.6:2). Esta interpretación armoniza con el hecho de que Satanás, también un ser angelical, se unió a ellos para esa ocasión.

8-11: El mar es retratado como naciendo del vientre de su madre (8) y vestido de nubes por Dios (9). Pero es también una potencia amenazante que debe ser mantenida en su lugar, encerrada con cerrojos y puertas (10).

12-15: Aun la llegada de la aurora escapa al entendimiento de Job (12).

NOTA: 38:13: El alba es personificada como quien descubre la oscuridad de la tierra y sacude de ella al malvado como si fuera polvo.
V.14: Cuando viene el alba, la tierra en penumbras sobresale con toda claridad como una masa de barro cuando se le imprime un sello.

16-18: Debajo de la tierra existe una parte entera de la creación desconocida para los humanos: las fuentes del mar, las fuentes de las grandes profundidades (Génesis 7:11) que alimentan a las aguas del mar, y la morada de los muertos, retratada como una ciudad con puertas (17), “el país de las Sombras” según la BJ, el mundo subterráneo (en lugar de la tierra) con su amplitud (18).

19-21: Luz y tinieblas son consideradas aquí como seres que tienen sus propias moradas a las cuales vuelven en los horarios que les corresponden. Job no sabe cómo “escoltar” a cada una “camino a su casa” (20).

NOTA: VV.22-30: Job no es capaz de comprender incluso cosas tan comunes como la nieve, el granizo, el viento, la lluvia, el relámpago, la escarcha y el hielo.

22, 23: También fuera del conocimiento de Job están los depósitos de nieve y granizo (22), reservados para el día de batalla (23; cf. Éxodo 9:22-26; Josué 10:11; Isaías 30:30).

24-27: El cauce al aluvión del depósito celestial (25) trae a la mente las “ventanas” de los cielos que se abrieron en ocasión del diluvio (Génesis 7:11).
Un nuevo concepto, que será desarrollado más ampliamente en el cap. 39, se presenta en los vv. 26 y 27: mucho de lo que sucede en el orden creado no sucede para beneficio del hombre sino de otras partes de la creación de Dios, o sencillamente porque Dios así lo dispone. Aquí se trata de la lluvia que cae en tierras deshabitadas (26).

28-30: La lluvia, el rocío y el hielo deben tener un origen, pero Job no lo conoce.

31-33: ¿Cómo ha sucedido que las siete estrellas de las Pléyades se han juntado? ¿Por qué las estrellas de Orión, un cazador con su cinto (cuerdas) y espada, permanecen juntas? (31).

NOTA V.31: Los lazos. La idea es esta: ¿Es acaso Job quien determina los movimientos de las constelaciones en el firmamento?
v.32: La Osa Mayor. Una estrella grande y brillante o constelaciones (compare 9:9).

Sea cual fuere la influencia de las estrellas, Job no tiene ninguna influencia sobre ellas, ni siquiera comprende ninguna de las leyes de la naturaleza que determinan sus movimientos (33).

34-38: Job no puede influenciar la aparición de los relámpagos y la lluvia cuando Dios inclina las tinajas de los cielos (37).

38:39—39:30 La creación animal.
El enfoque aquí no es sobre animales bien conocidos y útiles a los seres humanos (p. ej. ovejas, asnos y camellos), sino sobre los que son más bien inútiles, misteriosos u hostiles. Estos también son parte de la creación de Dios.

NOTA: V.39: Aquí Dios confronta a Job (hasta el 39:30 inclusive) con los misterios del reino animal para hacerlo más consciente tanto de su ignorancia como de incapacidad de ser un juez competente de las obras de Dios. El león, el cuervo, las cabras monteses, la cierva, el asno montés, el búfalo, el avestruz, el caballo, el gavilán y el águila son hechos desfilados por la mente de Job.

Lo mismo sucede con el sufrimiento: A veces puede tener un propósito reconocible, pero otras veces puede ser tan enigmático y perjudicial a los humanos como pueden serlo los animales salvajes. A pesar de ello, es parte del orden de Dios para el mundo, y él sabe lo que hace al crearlos.

39-41: La cuestión no es que Job no pueda satisfacer el apetito de los cachorros de leones (39), ni tampoco que es Dios quien provee la presa para el cuervo, sino que hay una esfera entera de la creación de Dios que existe totalmente independiente de los seres humanos.

39:1-4: Las cabras monteses y las gacelas existen sin interferencia humana.
Expulsan sus crías y éstas luego crecen y maduran sin asistencia ni conocimiento humano.

5-8: El asno montés, eximido por Dios del servicio humano (5), vive una vida libre aunque dura y de nada sirve a los humanos. Esto es diferente de su primo domesticado, el asno manso, que es conducido por las bulliciosas calles de la ciudad (7).

9-12: Existe una diferencia aún mayor entre el buey domesticado y el toro salvaje (uro), el más poderoso de los animales ungulados (extinto desde el siglo XVII d. de J.C.). Es ridículo pensar en él como útil a los seres humanos.

13-18: Algunos animales son salvajes y libres e imposibles de domesticar; otros, como el avestruz, son sencillamente ridículos.
NOTA: VV.13-17: El hombre piensa que el avestruz no se preocupa por sus polluelos pues deja algunos de sus huevos al descubierto (si bien sólo de día cuando el calor de la arena ayuda a incubarlos) y sin sacar (y en consecuencia sirven de comida para los polluelos).
Su aparente falta de sabiduría no es ajena al plan de Dios, tal como detrás de las pruebas del bueno, que parecen ser tan irrazonables a Job, yace el sabio propósito de Dios.

19-25: El caballo de batalla no es totalmente inútil para los seres humanos, pero tiene una fuerza y valentía que lo cubre de misterio.
Aun una criatura tan cercana a los seres humanos puede serles básicamente incomprensible. ¿Quién puede decir lo que da al caballo su fuerza (19), cómo puede reírse del temor (22) y mostrarse impaciente por ir a la batalla (25)?

26-30: El halcón y el águila son criaturas que ocasionalmente y por un instante son vistos por los seres humanos (30), pero mayormente viven en lugares donde éstos no pueden llegar (27, 28).
Son aves inútiles, de rapiña e inmundas, sin embargo, fueron creadas por Dios y sus instintos naturales (inteligencia; 26) fueron implantados por él. Si Job puede aceptar eso, puede aceptar también que al menos algunos casos de sufrimiento humano surgen sencillamente de la sabiduría inescrutable de Dios.

40:1, 2 Conclusión.
El Señor nunca desprecia a Job, tampoco busca argumentar con él hasta lograr que se someta a él (cf. Job 38:3).
Concluye su primer discurso invitando simplemente a Job, su contrincante en el juicio, a que le conteste.

2) El Sabio Silencio De Job: 40:3-5.

40:3-5 Primera respuesta de Job:
No tiene nada que objetar Job no expresa sumisión, humillación ni derrota.
Acepta que es indigno, ya que comprende las limitaciones de su entendimiento que el discurso de Jehovah ha destacado. Pero hasta el momento, nada tiene que objetar, su caso todavía queda en pie. Dios le ha instado a contestar y Job invita al Señor a continuar su discurso. Job pone su mano sobre su boca (4) porque todavía nada tiene que agregar.

3) El Segundo Discurso De Dios: Su Poder: 40:6-41:34.

40:6 —41:34: Segundo discurso de Jehovah: “Considera el poder de la creación”.


40:6-14: Introducción.
Jehovah no puede estar intimidando a Job con su poder superior; porque Job siempre ha reconocido que Dios es más fuerte que él (p. ej. Job 9:15-19), y la cuestión es la justicia de Dios, no su poder.
Jehovah quiere decir que Job no puede por sí mismo ganarse una reivindicación. Sólo alguien con poder (brazo, 9) como Dios, y en control físico del universo puede tener la autoridad de emitir juicios también en la esfera moral. La reivindicación de un ser humano es una tarea divina, y Job ha estado tratando de realizar la tarea de Dios al demandar reivindicación.

40:15-24: El Behemot.

El tema del cap. 39 continúa, pero en lugar de breves pantallazos de la creación animal, aquí se presentan dos descripciones afectuosas del Behemot, el más feroz de los animales terrestres, y el Leviatán, la más temible de las criaturas marinas. Antes el enfoque era más en el misterio de la creación animal; ahora el tema es el terror y, a la vez, el esplendor de dos criaturas de Dios. El Behemot (“la gran bestia”) ha sido identificado como el cocodrilo, el búfalo salvaje, el hipopótamo o una criatura mítica.
Las descripciones del Behemot y del Leviatán contienen mucha exageración poética, pero pareciera que su intención es presentar criaturas reales. Son también simbólicas del caos, y el hecho de que Dios los haya creado demuestra su control sobre las potencias caóticas que pudieran amenazar su universo.
El Behemot* es una obra maestra (19), lit. Una de las primeras obras de Dios (ver nota de la RVA), una referencia a Génesis 1:21, donde los “grandes animales acuáticos” son los primeros animales mencionados. Su alimento principal es la hierba (15); su hábitat es el cañaveral y el pantano junto al río (21). Resulta un poco extraño que las montañas produzcan comida para él (20), aunque los hipopótamos suben empinadas cuestas en busca de alimento.
Su fuerza es legendaria (16-18) y no puede ser conquistado por los seres humanos (Sólo su Hacedor le puede acercar su espada, 19) ni pueden atraparlo con una soga atada a su nariz (24). Un río inundado no le causa ningún temor, y “firme está aunque un Jordán le llegue hasta la boca” (23; BJ). Aun su cola, aunque corta y pequeña, tiene la fuerza de un cedro (17).

Etimología:
*H930 בְּהֵמוֹת = bejemot: en su forma es plural de H929, pero realmente es singular de derivado egipcio; buey de agua, i.e. hipopótamo o caballo del Nilo:- Behemot[1]. (Strong).

41:1-34: El Leviatán**.
Se ha especulado que el Leviatán puede ser una referencia al delfín, al atún o a la ballena, pero la opinión general es que se trata de un cocodrilo. Aparece en la mitología cananea como Lotan, el monstruo de siete cabezas que mora en las profundidades y el AT., hace alusiones a este ser mitológico (p. ej. Salmo 74:13, 14; Isaías 27:1). Así que el Leviatán[2] aquí, como el Behemot[1], es símbolo de caos.

**H3882 לִוְיָתָן = liviatán: de H3867; animal engalanado, i.e. serpiente (específicamente cocodrilo o algún otro monstruo marino grande); figurativamente constelación del dragón; también como símb. de Babilonia:- Leviatán[2]. (Strong).

1-11: El Leviatán no es de ningún uso práctico para los seres humanos:

Ø No puede ser atrapado (1),
Ø Ni domado (2),
Ø Ni convertido en algo dócil y domesticado (3);
Ø No puede ser utilizado para servir al ser humano (4),
Ø Ni como una mascota para entretener a los niños (5).
Ø No sirve para comer (6),
Ø Ya que ni se lo puede atrapar (7).
Ø ¡Cualquiera que sea tan imprudente como para ponerle las manos encima no lo hará por segunda vez (8)!
Ø Verlo basta para ahuyentar a cazadores esperanzados (9).
Ø Los vv. 10 y 11 quizá sugieren que si una persona valiente se atemoriza y huye de la presencia de un cocodrilo, sólo un necio será tan imprudente como para acercarse al propio Dios. Pero quizá sea mejor tomar estas oraciones como referencias al Leviatán: “¿Quién le hizo frente y quedó salvo? ¡Ninguno bajo la capa de los cielos!” (BJ).

12-34: El lenguaje aquí es sumamente poético e imaginativo, y no hemos de buscar descripciones exactas.
La doble coraza está formada por duras escamas (13); sus partes inferiores, especialmente de la cola, son como escamas puntiagudas (30), y su movimiento en el agua hace hervir... como caldera (31) al mar.
Pero quizá el que lance fuego con su aliento (18-20) sea menos lit. El punto principal de esta poesía en honor al rey de todas las fieras arrogantes (34) es la maravilla y grandeza de esta criatura que resulta tan repulsiva y hostil a los humanos. Este es el clímax de los discursos del Señor a Job, y Job comprende la enseñanza: El sufrimiento es un cocodrilo, un hipopótamo aterrador y misterioso y, sin embargo, es también parte de la creación de Dios con su propio esplendor.

4) El Arrepentimiento De Job: 42:1-6.

42:1-6: Segunda Respuesta De Job:

Sus demandas se convierten en adoración.
A diferencia de su primera respuesta (Job 40:2-5), que en realidad fue una negativa a responder, este discurso resuelve la disputa de Job con Dios.
Porque Job reconoce el derecho de Dios de hacer lo que hace y, aunque Job no lo dice, aun al extremo de causar sufrimiento a una persona inocente. Así que lo que es nuevo acerca del conocimiento de Job de que todo lo puedes (2) no es que Dios es todopoderoso, sino que tiene un propósito inevitable en cualquier cosa que hace. El sufrimiento de Job tiene sentido para Dios, aunque Dios no se lo ha explicado ni justificado de manera alguna. El error de Job ha sido reclamar una respuesta al problema del sufrimiento, lo que viene a ser meterse en un área que escapa la comprensión humana: dije cosas que no entendía, cosas demasiado maravillosas para mí (3).
Job recibe su reivindicación de Dios en los vv. 10-17, pero más importante para Job es el hecho de que por medio de su clamor pidiendo una confrontación con Dios se ha encontrado realmente cara a cara con él. Que Dios haya roto el silencio y hablado con Job es mejor que cualquier reivindicación. La experiencia personal de Dios (ahora mis ojos te ven, 5) trasciende el sufrimiento, el aislamiento y el sentido de injusticia tanto como trasciende la mera teoría de Dios (de oídas había oído de ti, 5).
¿De qué se “retracta” Job (6)? ¿De qué se “arrepiente” (6)? No puede ser de algún pecado, porque hemos sabido desde el principio que Job no es pecador; puede arrepentirse únicamente del lenguaje extremo que ha usado por su ignorancia.
Quizá sea mejor aún tomar la palabra traducida retracto como “derrito”, o sea “Me derrito hasta la nada”, el sentimiento de una criatura ante su Creador, y arrepiento como “reconforto”, es decir: “He sido reconfortado, aunque todavía esté sentado sobre polvo y cenizas” (cf. 2:8). Job todavía sufre, todavía se encuentra sobre el montículo de cenizas, pero su amargura ha sido aliviada y su tensión resuelta por su encuentro con Dios.

Concluimos:
Aquí hay seis preguntas que nos debemos hacer cuando sufrimos, y lo que debemos hacer si la respuesta es afirmativa.

Preguntas y Nuestra respuesta:
·      ¿Me está castigando Dios por algún pecado?
Confiese el pecado conocido

·      ¿Está atacándome Satanás mientras trato de sobrevivir como cristiano?
Clame a Dios para que le dé fortaleza

·      ¿Es esta una preparación para un servicio especial, donde puedo aprender a ser compasivo con otros que sufren?
Resista la autocompasión. Pida a Dios que abra puertas de oportunidad y lo ayude a descubrir a otros que sufren al igual que usted

·      ¿He sido seleccionado específicamente para ser probado, como Job?
Acepte la ayuda del cuerpo de creyentes. Confíe en que Dios llevará a cabo su propósito a través suyo

·      ¿Es mi sufrimiento resultado de consecuencias naturales por las cuales no soy directamente responsable?
Reconozca que en un mundo pecaminoso, tanto las personas buenas como las malas sufrirán. Pero las personas buenas tienen la promesa de Dios de que su sufrimiento llegará un día a su fin

·      ¿Sufro por alguna razón desconocida?
No se retraiga por el dolor. Proclame su fe en Dios, sepa que Él se interesa por usted, y espere pacientemente su ayuda.

___________
Notas y Bibliografía:
[1] BEHEMOT. tip, CUAD REPT FAUN. vet, Se trata de un gran animal, descrito en Job 40:15-24. Una opinión bastante generalizada es que se trata del hipopótamo. Sin embargo, un examen riguroso del texto no apoya esta idea. Si se reconoce la contemporaneidad de los dinosaurios con el hombre, descartando la hipótesis de un largo desarrollo transformista de la vida sobre la tierra, la descripción concuerda admirablemente con la de un brontosaurios, gran reptil vegetariano. Cp. especialmente la descripción de su cola (Job 40:17). Bibliografía: Morris, H. M., y John C. Whitcomb: «El Diluvio del Génesis» (Clíe, Terrassa, 1981); Bible Science Newsletter, suplemento marzo 1973, vol. 3, nº 2, «Job and Science» (Minneapolis, Minn.). (Diccionario Bíblico. Vila y Escuain).
[2] LEVIATÁN. tip, FAUN. ver, CREACIÓN, DILUVIO, BEHEMOT. vet, = «arrollado en espiral». Nombre empleado en poesía hebrea; muchos expositores lo identifican provisionalmente como cocodrilo, pero es evidente que sus características no coinciden con él (Job 41; Salm. 74:14). Si se considera la gran antigüedad de Job, y el hallazgo de huellas humanas junto con las huellas de dinosaurios en el río Paluxy en Texas (véase Bibliografía), así como el modelo cataclísmico de historia de la tierra (véanse CREACIÓN y DILUVIO y las respectivas bibliografías), no hay razón alguna para no aceptar la presencia de un remanente de dinosaurios terrestres (véase BEHEMOT) y marinos, como lo sería el leviatán, que quedaría incluido en Gn. 1 dentro de la categoría de los «grandes monstruos marinos». Bibliografía: Morris, J.: «Las huellas del río Paluxy»; y Beierle, F.: «Un nuevo tipo de evidencia del Paluxy», en Anegado en Agua (Sedin, Apdo. 2002, Sabadell, España). (Diccionario Bíblico. Vila y Escuain).
-    e-Sword-the. LEDD.
-    Biblia de Estudio RYRIE.
-    Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 09//07//2016.


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