LOS DISCURSOS DE
DIOS:
(Job 38:1—42:1-6)
Por: Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Jehová Convence
a Job De Su Ignorancia, Y a La Humanidad:
“Entonces respondió Jehová a Job desde un torbellino, y dijo:… ¿Quién
es ése que oscurece el consejo Con palabras sin sabiduría?... Ahora
ciñe como varón tus lomos; Yo te preguntaré, y tú me contestarás… ¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? Házmelo saber, si tienes [si tienen] inteligencia…”.
(Job 38:1—42:1-6)
INTRODUCCIÓN:
Estos discursos
divinos son importantes, no sólo por su contenido sino por el hecho de que
fueron pronunciados. La cuestión es que Job, que ha clamado a Dios con
determinación (aun desde su ira y frustración), se encuentra finalmente conversando
con Dios lo cual lleva a la resolución de su tensión. Pero los discursos son
importantes también tanto por lo que omiten como por lo que incluyen:
Ø Primero, es
sorprendente, pero también significativo, que Dios no haga referencia a ninguna
falta de Job. Resulta claro, entonces, que Dios no tiene nada contra Job; ni
siquiera sus palabras “apresuradas” (Job 6:3) son motivo de
recriminación.
Ø No obstante, en
segundo lugar, estos discursos divinos son sorprendentes por lo que contienen. Lejos
de justificar los caminos de Dios a los seres humanos, tratan totalmente con el
orden natural, el mundo de la creación.
Al hablar del orden cósmico y la
creación animal, el propósito de Dios no es dar lecciones a Job sobre la naturaleza,
y por cierto tampoco deslumbrarlo con las señales de su poder e inteligencia
(que Job no ha dudado nunca).
Es más bien para reconsiderar la misteriosa
complejidad del mundo que Dios ha creado. El objeto es que Job se dé cuenta de
que el orden natural es paralelo al orden moral del universo. Mucho de esto
escapa del entendimiento humano, parte es odioso, fútil o aterrador, pero todo
es obra de un Dios sabio que ha hecho al mundo como es para cumplir sus propios
propósitos.
I. EL PRIMER
DISCURSO DE DIOS:
1) Su Conocimiento:
38:1-40:2:
38:1—40:2 Primer
discurso de Dios: “Considera el misterio de la
creación”.
La larga serie de preguntas de Dios a
Job no tiene la intención de humillarlo sino de desafiarlo a reconsiderar lo
que ya sabe del mundo que Dios ha hecho y a que medite nuevamente en su misterio.
Dios señala a Job diez características
del orden natural (Job 38:4-38) como ejemplos de su misterio y nueve especies
de animales (Job 38:39—39:30) para ilustrar el misterio de la vida creada.
La
nota final
(Job 40:2) nos recuerda que el diálogo entre Dios y Job adopta la forma de un
caso judicial (cf. También Job 38:3), ya que eso es lo que Job ha demandado
(ver Job 31:35).
El propósito del diálogo no es, sin
embargo, establecer culpabilidad o inocencia sino inquirir, como una criatura
de Dios, la verdad acerca de la vida.
38:1-3:
Introducción.
NOTAS: VV.1-3:
V.1. Finalmente, Dios rompe su
silencio y habla a Job directamente.
v.2: ¡Cuán absurdo es pensar que una criatura pueda
convertirse en crítico del Creador!
v.3: Como varón.
Heb.,
geber*, que describe a un hombre en su
fortaleza como combatiente. Dios acepta el reto de Job (9:34; 10:2ss.; 13:3,
23:3ss; 31:35ss).
Etimología:
*H1397
גֶּבֶר
= guéber: de H1396;
propiamente hombre valeroso o guerrero; generalmente simplemente persona:- hombre duro,
varón. (Strong).
Job al fin recibe la respuesta que tanto
ha anhelado (cf. Job 31:35). Job había imaginado, sin duda, la escena
comparativamente pacífica de un juicio legal, pero Dios le habla desde un
torbellino. El torbellino es un antiguo símbolo de revelación divina (cf., p.
ej. Salmo 18:7-15; Nahúm 1:3; Zacarías 9:14) y, aunque es aterrador, significa
para Job que Dios no piensa seguir ignorando sus reclamos.
Dios no desprecia la inteligencia de
Job, diciendo que no tiene comprensión del plan divino (el consejo, 2) para
gobernar el universo.
Tampoco Dios arremete contra Job con desprecio,
sino que lo alienta diciendo: Cíñete... los lomos como un hombre (¡se supone que
los hombres sean más fuertes que las mujeres!) y que use su fuerza
mental para comprender las intenciones de Dios, que serán expresadas sólo
indirectamente en este discurso.
38:4-38:
Fenómenos de la tierra y del cielo.
4-7: Aquí el mundo es
retratado como un edificio con cimientos y una piedra angular, construido según
un plano extendiendo sobre ella un cordel al acompañamiento de la música de las
estrellas del alba y los ángeles.
NOTA: V.7: Estrellas y ángeles
(hijos de Dios, véase 1:6*) se unieron en alabanza cuando la tierra fue creada.
*Job 1:6: Los hijos de Dios. I., es, ángeles.
Esta frase se usa respecto a ángeles en otros pasajes (38:7; Véase Gn.6:2). Esta
interpretación armoniza con el hecho de que Satanás, también un ser angelical,
se unió a ellos para esa ocasión.
8-11: El mar es
retratado como naciendo del vientre de su madre (8) y vestido de nubes por Dios
(9). Pero es también una potencia amenazante que debe ser mantenida en su
lugar, encerrada con cerrojos y puertas (10).
12-15: Aun la llegada
de la aurora escapa al entendimiento de Job (12).
NOTA: 38:13: El alba es personificada
como quien descubre la oscuridad de la tierra y sacude de ella al malvado como
si fuera polvo.
V.14: Cuando viene el alba, la tierra
en penumbras sobresale con toda claridad como una masa de barro cuando se le
imprime un sello.
16-18: Debajo de la
tierra existe una parte entera de la creación desconocida para los humanos: las fuentes del mar, las fuentes de
las grandes profundidades (Génesis 7:11) que alimentan a las aguas del mar, y
la morada de los muertos, retratada como una ciudad con puertas (17), “el país de las Sombras” según la BJ,
el mundo subterráneo (en lugar de la tierra) con su amplitud (18).
19-21: Luz y tinieblas
son consideradas aquí como seres que tienen sus propias moradas a las cuales
vuelven en los horarios que les corresponden. Job no sabe cómo “escoltar”
a cada una “camino
a su casa” (20).
NOTA: VV.22-30: Job no es capaz
de comprender incluso cosas tan comunes como la nieve, el granizo, el viento,
la lluvia, el relámpago, la escarcha y el hielo.
22, 23: También fuera
del conocimiento de Job están los depósitos de nieve y granizo (22), reservados
para el día de batalla (23; cf. Éxodo 9:22-26; Josué 10:11; Isaías 30:30).
24-27: El cauce al
aluvión del depósito celestial (25) trae a la mente las “ventanas” de los cielos que se
abrieron en ocasión del diluvio (Génesis 7:11).
Un nuevo concepto, que será desarrollado
más ampliamente en el cap. 39, se presenta en los vv. 26 y 27: mucho de lo que sucede en el orden
creado no sucede para beneficio del hombre sino de otras partes de la creación
de Dios, o sencillamente porque Dios así lo dispone. Aquí se trata de la lluvia
que cae en tierras deshabitadas (26).
28-30: La lluvia, el
rocío y el hielo deben tener un origen, pero Job no lo conoce.
31-33: ¿Cómo ha
sucedido que las siete estrellas de las Pléyades se han juntado? ¿Por qué las
estrellas de Orión, un cazador con su cinto (cuerdas) y espada, permanecen
juntas? (31).
NOTA V.31: Los lazos. La idea es esta: ¿Es acaso Job
quien determina los movimientos de las constelaciones en el firmamento?
v.32: La Osa Mayor. Una estrella
grande y brillante o constelaciones (compare 9:9).
Sea cual fuere la influencia de las
estrellas, Job no tiene ninguna influencia sobre ellas, ni siquiera comprende
ninguna de las leyes de la naturaleza que determinan sus movimientos (33).
34-38: Job no puede
influenciar la aparición de los relámpagos y la lluvia cuando Dios inclina las
tinajas de los cielos (37).
38:39—39:30 La
creación animal.
El enfoque aquí no es sobre animales bien
conocidos y útiles a los seres humanos (p. ej. ovejas, asnos y camellos), sino
sobre los que son más bien inútiles, misteriosos u hostiles. Estos también son
parte de la creación de Dios.
NOTA: V.39: Aquí Dios
confronta a Job (hasta el 39:30 inclusive) con los misterios del reino animal
para hacerlo más consciente tanto de su ignorancia como de incapacidad de ser
un juez competente de las obras de Dios. El león, el cuervo, las cabras
monteses, la cierva, el asno montés, el búfalo, el avestruz, el caballo, el
gavilán y el águila son hechos desfilados por la mente de Job.
Lo
mismo sucede con el sufrimiento: A veces puede tener un propósito
reconocible, pero otras veces puede ser tan enigmático y perjudicial a los
humanos como pueden serlo los animales salvajes. A pesar de ello, es parte del
orden de Dios para el mundo, y él sabe lo que hace al crearlos.
39-41: La cuestión no
es que Job no pueda satisfacer el apetito de los cachorros de leones (39), ni
tampoco que es Dios quien provee la presa para el cuervo, sino que hay una
esfera entera de la creación de Dios que existe totalmente independiente de los
seres humanos.
39:1-4: Las cabras monteses y las gacelas existen
sin interferencia humana.
Expulsan sus crías y éstas luego crecen
y maduran sin asistencia ni conocimiento humano.
5-8: El asno montés,
eximido por Dios del servicio humano (5), vive una vida libre aunque dura y de
nada sirve a los humanos. Esto es diferente de su primo domesticado, el asno
manso, que es conducido por las bulliciosas calles de la ciudad (7).
9-12: Existe una
diferencia aún mayor entre el buey domesticado y el toro salvaje (uro), el más
poderoso de los animales ungulados (extinto desde el siglo XVII d. de J.C.). Es
ridículo pensar en él como útil a los seres humanos.
13-18: Algunos animales
son salvajes y libres e imposibles de domesticar; otros, como el avestruz, son
sencillamente ridículos.
NOTA: VV.13-17: El hombre
piensa que el avestruz no se preocupa por sus polluelos pues deja algunos de
sus huevos al descubierto (si bien sólo de día cuando el calor de la arena
ayuda a incubarlos) y sin sacar (y en consecuencia sirven de comida para los
polluelos).
Su
aparente falta de sabiduría no es ajena al plan de Dios, tal como detrás de las
pruebas del bueno, que parecen ser tan irrazonables a Job, yace el sabio propósito
de Dios.
19-25: El caballo de
batalla no es totalmente inútil para los seres humanos, pero tiene una fuerza y
valentía que lo cubre de misterio.
Aun una criatura tan cercana a los seres
humanos puede serles básicamente incomprensible. ¿Quién puede decir lo que da
al caballo su fuerza (19), cómo puede reírse del temor (22) y mostrarse
impaciente por ir a la batalla (25)?
26-30: El halcón y el
águila son criaturas que ocasionalmente y por un instante son vistos por los
seres humanos (30), pero mayormente viven en lugares donde éstos no pueden
llegar (27, 28).
Son aves inútiles, de rapiña e inmundas,
sin embargo, fueron creadas por Dios y sus instintos naturales (inteligencia; 26)
fueron implantados por él. Si Job puede aceptar eso, puede aceptar también que
al menos algunos casos de sufrimiento humano surgen sencillamente de la sabiduría
inescrutable de Dios.
40:1, 2
Conclusión.
El Señor nunca desprecia a Job, tampoco
busca argumentar con él hasta lograr que se someta a él (cf. Job 38:3).
Concluye su primer discurso invitando
simplemente a Job, su contrincante en el juicio, a que le conteste.
2) El Sabio Silencio De
Job: 40:3-5.
40:3-5 Primera
respuesta de Job:
No tiene nada que objetar Job no expresa
sumisión, humillación ni derrota.
Acepta que es indigno, ya que comprende
las limitaciones de su entendimiento que el discurso de Jehovah ha destacado.
Pero hasta el momento, nada tiene que objetar, su caso todavía queda en pie.
Dios le ha instado a contestar y Job invita al Señor a continuar su discurso.
Job pone su mano sobre su boca (4) porque todavía nada tiene que agregar.
3) El Segundo Discurso
De Dios: Su Poder: 40:6-41:34.
40:6 —41:34:
Segundo discurso de Jehovah: “Considera el poder de
la creación”.
40:6-14:
Introducción.
Jehovah no puede estar intimidando a Job
con su poder superior; porque Job siempre ha reconocido que Dios es más fuerte
que él (p. ej. Job 9:15-19), y la cuestión es la justicia de Dios, no su poder.
Jehovah quiere decir que Job no puede
por sí mismo ganarse una reivindicación. Sólo alguien con poder (brazo, 9) como
Dios, y en control físico del universo puede tener la autoridad de emitir
juicios también en la esfera moral. La reivindicación de un ser humano es una
tarea divina, y Job ha estado tratando de realizar la tarea de Dios al demandar
reivindicación.
40:15-24: El
Behemot.
El tema del cap. 39 continúa, pero en
lugar de breves pantallazos de la creación animal, aquí se presentan dos
descripciones afectuosas del Behemot,
el más feroz de los animales terrestres, y el Leviatán, la más temible de las criaturas marinas. Antes
el enfoque era más en el misterio de la creación animal; ahora el tema es el
terror y, a la vez, el esplendor de dos criaturas de Dios. El Behemot (“la gran bestia”) ha sido identificado como
el cocodrilo, el búfalo salvaje, el hipopótamo o una criatura mítica.
Las descripciones del Behemot y del Leviatán
contienen mucha exageración poética, pero pareciera que su intención es presentar
criaturas reales. Son también simbólicas del caos, y el hecho de que Dios
los haya creado demuestra su control sobre las potencias caóticas que pudieran
amenazar su universo.
El Behemot*
es una obra maestra (19), lit. Una de las primeras obras de Dios (ver nota de
la RVA), una referencia a Génesis 1:21, donde los “grandes animales acuáticos” son
los primeros animales mencionados. Su alimento principal es la hierba (15); su
hábitat es el cañaveral y el pantano junto al río (21). Resulta un poco extraño
que las montañas produzcan comida para él (20), aunque los hipopótamos suben
empinadas cuestas en busca de alimento.
Su fuerza es legendaria (16-18) y no
puede ser conquistado por los seres humanos (Sólo su Hacedor le puede acercar
su espada, 19) ni pueden atraparlo con una soga atada a su nariz (24). Un río
inundado no le causa ningún temor, y “firme está aunque un Jordán le llegue hasta la boca”
(23; BJ). Aun su cola, aunque corta y pequeña, tiene la fuerza de un cedro
(17).
Etimología:
*H930
בְּהֵמוֹת = bejemot: en su forma es plural de
H929, pero realmente es singular de derivado egipcio; buey de agua, i.e.
hipopótamo o caballo del Nilo:- Behemot[1]. (Strong).
41:1-34: El
Leviatán**.
Se ha especulado que el Leviatán puede
ser una referencia al delfín, al atún o a la ballena, pero la opinión general
es que se trata de un cocodrilo. Aparece en la mitología cananea como Lotan, el
monstruo de siete cabezas que mora en las profundidades y el AT., hace
alusiones a este ser mitológico (p. ej. Salmo 74:13, 14; Isaías 27:1). Así que el Leviatán[2] aquí, como el Behemot[1], es
símbolo de caos.
**H3882
לִוְיָתָן = liviatán: de H3867; animal engalanado,
i.e. serpiente (específicamente cocodrilo o algún otro monstruo marino grande);
figurativamente constelación del dragón; también como símb. de Babilonia:- Leviatán[2].
(Strong).
1-11: El Leviatán no
es de ningún uso práctico para los seres humanos:
Ø No puede ser atrapado (1),
Ø Ni domado (2),
Ø Ni convertido en
algo dócil y domesticado (3);
Ø No puede ser
utilizado para servir al ser humano (4),
Ø Ni como una
mascota para entretener a los niños (5).
Ø No sirve para
comer (6),
Ø Ya que ni se lo
puede atrapar (7).
Ø ¡Cualquiera que sea tan imprudente como para ponerle
las manos encima no lo hará por segunda vez (8)!
Ø Verlo basta para
ahuyentar a cazadores esperanzados (9).
Ø Los vv. 10 y 11
quizá sugieren que si una persona valiente se atemoriza y huye de la presencia
de un cocodrilo, sólo un necio será tan imprudente como para acercarse al propio
Dios. Pero quizá sea mejor tomar estas oraciones como referencias al Leviatán: “¿Quién le
hizo frente y quedó salvo? ¡Ninguno bajo la capa de los cielos!”
(BJ).
12-34: El lenguaje
aquí es sumamente poético e imaginativo, y no hemos de buscar descripciones
exactas.
La doble coraza está formada por duras escamas
(13); sus partes inferiores, especialmente de la cola, son como escamas
puntiagudas (30), y su movimiento en el agua hace hervir... como caldera (31) al mar.
Pero quizá el que lance fuego con su
aliento (18-20) sea menos lit. El punto principal de esta poesía en honor al
rey de todas las fieras arrogantes (34) es la maravilla y grandeza de esta
criatura que resulta tan repulsiva y hostil a los humanos. Este es el clímax de los discursos del Señor a Job, y Job comprende la
enseñanza: El sufrimiento es un cocodrilo, un hipopótamo
aterrador y misterioso y, sin embargo, es también parte de la creación de Dios
con su propio esplendor.
4)
El Arrepentimiento De Job: 42:1-6.
42:1-6: Segunda Respuesta
De Job:
Sus
demandas se convierten en adoración.
A diferencia de su primera respuesta (Job
40:2-5), que en realidad fue una negativa a responder, este discurso resuelve
la disputa de Job con Dios.
Porque Job reconoce el derecho de Dios
de hacer lo que hace y, aunque Job no lo dice, aun al extremo de causar
sufrimiento a una persona inocente. Así que lo que es nuevo acerca del
conocimiento de Job de que todo lo puedes (2) no es que Dios es todopoderoso,
sino que tiene un propósito inevitable en cualquier cosa que hace. El
sufrimiento de Job tiene sentido para Dios, aunque Dios no se lo ha explicado
ni justificado de manera alguna. El error de Job ha sido reclamar una respuesta
al problema del sufrimiento, lo que viene a ser meterse en un área que escapa
la comprensión humana: dije cosas que no entendía, cosas demasiado maravillosas
para mí (3).
Job recibe su reivindicación de Dios en
los vv. 10-17, pero más importante para Job es el hecho de que por medio de su
clamor pidiendo una confrontación con Dios se ha encontrado realmente cara a
cara con él. Que Dios haya roto el silencio y hablado con Job es mejor que
cualquier reivindicación. La experiencia personal de Dios (ahora mis ojos te
ven, 5) trasciende el sufrimiento, el aislamiento y el sentido de injusticia
tanto como trasciende la mera teoría de Dios (de oídas había oído de ti, 5).
¿De qué se “retracta” Job (6)? ¿De qué se “arrepiente” (6)?
No puede ser de algún pecado, porque hemos sabido desde el principio que Job no
es pecador; puede arrepentirse únicamente del lenguaje extremo que ha usado por
su ignorancia.
Quizá sea mejor aún tomar la palabra
traducida retracto como “derrito”, o sea “Me derrito hasta la nada”, el
sentimiento de una criatura ante su Creador, y arrepiento como “reconforto”,
es decir:
“He sido reconfortado, aunque todavía esté sentado sobre polvo y cenizas”
(cf. 2:8). Job todavía sufre, todavía se encuentra sobre el montículo de cenizas,
pero su amargura ha sido aliviada y su tensión resuelta por su encuentro con
Dios.
Concluimos:
Aquí hay seis preguntas que nos debemos
hacer cuando sufrimos, y lo que debemos hacer si la respuesta es afirmativa.
Preguntas
y Nuestra respuesta:
·
¿Me
está castigando Dios por algún pecado?
Confiese el pecado conocido
·
¿Está
atacándome Satanás mientras trato de sobrevivir como cristiano?
Clame a Dios para que le dé fortaleza
·
¿Es
esta una preparación para un servicio especial, donde puedo aprender a ser
compasivo con otros que sufren?
Resista
la autocompasión.
Pida a Dios que abra puertas de oportunidad y lo ayude a descubrir a otros que
sufren al igual que usted
·
¿He
sido seleccionado específicamente para ser probado, como Job?
Acepte
la ayuda del cuerpo de creyentes. Confíe en que Dios llevará a cabo su
propósito a través suyo
·
¿Es
mi sufrimiento resultado de consecuencias naturales por las cuales no soy
directamente responsable?
Reconozca que en un mundo pecaminoso,
tanto las personas buenas como las malas sufrirán. Pero las personas buenas
tienen la promesa de Dios de que su sufrimiento llegará un día a su fin
·
¿Sufro
por alguna razón desconocida?
No
se retraiga por el dolor. Proclame su fe en Dios, sepa que Él se interesa por
usted, y espere pacientemente su ayuda.
___________
Notas y
Bibliografía:
[1] BEHEMOT. tip, CUAD REPT FAUN. vet, Se
trata de un gran animal, descrito en Job 40:15-24. Una opinión bastante
generalizada es que se trata del hipopótamo. Sin embargo, un examen riguroso
del texto no apoya esta idea. Si se reconoce la contemporaneidad de los dinosaurios con
el hombre, descartando la hipótesis de un largo desarrollo
transformista de la vida sobre la tierra, la descripción concuerda
admirablemente con la de un brontosaurios, gran reptil vegetariano. Cp.
especialmente la descripción de su cola (Job 40:17). Bibliografía: Morris, H. M., y John C. Whitcomb: «El Diluvio del
Génesis» (Clíe, Terrassa, 1981); Bible Science Newsletter, suplemento marzo
1973, vol. 3, nº 2, «Job and Science» (Minneapolis, Minn.). (Diccionario
Bíblico. Vila y Escuain).
[2] LEVIATÁN. tip, FAUN. ver, CREACIÓN,
DILUVIO, BEHEMOT. vet, = «arrollado en espiral». Nombre empleado en poesía
hebrea; muchos expositores lo identifican provisionalmente como cocodrilo, pero
es evidente que sus características no coinciden con él (Job 41; Salm. 74:14).
Si se considera la gran antigüedad de Job, y el hallazgo de huellas humanas
junto con las huellas
de dinosaurios en el río Paluxy en Texas (véase Bibliografía), así
como el modelo cataclísmico de historia de la tierra (véanse CREACIÓN y DILUVIO
y las respectivas bibliografías), no hay razón alguna para no aceptar la
presencia de un remanente de dinosaurios terrestres (véase BEHEMOT) y
marinos, como lo sería el leviatán, que quedaría incluido en Gn. 1 dentro de la
categoría de los «grandes monstruos marinos». Bibliografía: Morris, J.: «Las
huellas del río Paluxy»; y Beierle, F.: «Un nuevo tipo de evidencia del
Paluxy», en Anegado en Agua (Sedin, Apdo. 2002, Sabadell, España). (Diccionario Bíblico. Vila y Escuain).
- e-Sword-the. LEDD.
- Biblia de Estudio RYRIE.
- Pastor: Carlos Ramírez Jiménez.
09//07//2016.
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