Capítulo XI (2)
EL ADVENIMIENTO DEL PROTESTANTISMO:
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Uno de los
aspectos más característicos e influyentes de la obra protestante en Sudamérica
ha sido el educativo. En todo el continente han surgido y desarrollado un gran
número de escuelas y colegios de primera clase. Algunas de estas instituciones
han ejercido y siguen ejerciendo una profunda influencia en la vida cultural de
los varios países en que se hallan establecidas. Además de la contribución que
han hecho a la formación del carácter cristiano de sus graduados, han establecido
normas de eficiencia educativa e idealismo ético. Difícil resultado
sobreestimar la influencia que dichas instituciones mantienen al presente en la
vida espiritual de estas jóvenes naciones.
No es poco significativo el hecho
de que el nuevo Presidente liberal de Colombia sea un ex alumno de una escuela
evangélica de su país. Haya de la Torre
era, cuando lo expulsaron del Perú, un miembro
entusiasta y valioso del cuerpo de maestros del Colegio
Anglo peruano de Lima, institución que fundó en 1916 la Misión
de la Iglesia Libre
de Escocia. La tradición de esta escuela ha sido identificarse lo
más íntimamente que se pueda con la vida y el pensamiento nacional. A momento
de escribir etas líneas, tanto el Secretario de la Universidad como el
Secretario de la Facultad de letras son miembros de su profesorado, y al igual
que otros, siguen prestando sus servicios a la institución, no por los modestos
elementos que reciben, sino porque cree en lo que la escuela representa y están
deseosos de hacer una aportación a su país por medio de ella. Una reciente
declaración del Director interino del Colegio, Mr. W. S. Rycroft, ilustra cuál es
la actitud de la comunidad hacia esta institución, lo cual no es sino un
ejemplo típico de lo que pasa igualmente en el caso de otros establecimientos
semejantes en otros países sudamericanos. “Hace poco –escribe el
señor Rycroft- uno de nuestros maestros,
escritor bien conocido, fue nombrado Secretario del Rector de la Universidad. A
principio pensé que con ese motivo renunciaría a su puesto en nuestra escuela,
y expresé mis temores a otro maestro, el cual me respondió inmediatamente:
“ ‘Oh no, no renunciará, porque él pertenece al
profesorado del Colegio Angloperuano le otorga a uno bastante prestigio moral
en la comunidad’ Y en efecto, el maestro en
cuestión dejó sus clases en otras escuelas, pero todavía enseña en la nuestra”.
El ejemplo más
notable de obra educativa en Sudamérica es fruto de más de treinta años de
cristiano servicio y de la inteligente visión educativa del R. William C.
Morris, ministro anglicano de Buenos Aires. Hace treinta años que Mr. Morris
fundó una escuela para niños pobres en la capital argentina. Aquel trabajo
creció y las escuelas de ese tipo se multiplicaron. En 1930 estaban educándose
seis mil doscientos niños en las Escuelas Filantrópicas Argentinas, y en el
nuevo orfanato llamado “El Alba” se hallaban asilados trescientos
treinta huérfanos de uno y otro sexo.
En el curso de
esos años han pasado ciento cuarenta mil niños argentinos por las “Escuelas Morris”
como se llama familiarmente a esos establecimientos. La obra se ha sostenido
con aportaciones privadas de ciudadanos argentinos y por extranjeros de
espíritu cívico residentes en la república. En años recientes estas escuelas
han recibido también un considerable subsidio del gobierno nacional. Su lema es:
“TODO POR MI DIOS, MI PAÍS Y MI DEBER”. Los muros de los
salones de clase y de los patios de la escuela están cubiertos de los lemas más
sugestivos. En un folleto que contiene el informe correspondiente a 1930 se
leen dos lemas de Mr. Morris que han sido la inspiración y el secreto de la
obra a que ha consagrado su vida. Uno es: “Educación más quien ama más”, y el otro:
“Los
tesoros más valiosos de un país son sus niños”. No es demasiado
decir que William Morris es el hombre más querido en Argentina. Durante treinta
años no ha tenido ninguna vacación. Es tan práctico e individual en su lealtad
al espíritu de su Maestro que acostumbra probar con sus propias manos los
zapatos nuevos en los piececitos de las rapazuelas a quienes ha prohijado. Uno
de los más prominentes educadores contemporáneos de la Argentina, el doctor
Antonio Sagarna, es un ex profesor de las Escuelas Morris. Cuando era joven, e
inspirándose en la vida y obra de Morris, Sagarna cedió voluntariamente sus
servicios como maestro. Más tarde llegó a ser Ministro Nacional de Educación.
Cuando William Morris muera, las escuelas pasarán a propiedad de la nación, y
él quedará en la historia como uno de los ciudadanos más cristianos y creadores
de la gran república.
O años recientes
se han señalado por la aparición de un nuevo espíritu de cooperación entre las
muchas misiones protestantes que laboran en Sudamérica. En 1916 se efectuó un
histórico Congreso en el istmo de Panamá, al cual asistieron representantes de
las Iglesias Evangélicas nacionales y de Juntas de Misiones que trabajan en la
América Latina. Por primera vez se pasó revista completa a las condiciones del
mundo latinoamericano y se acordó un plan de acción por medio del cual pudieron
compartir con dichos países la herencia evangélica en su espíritu y frutos. El
principal resultado de dicho Congreso fue la formación de un comité llamado “Comité de Cooperación en la América Latina”
con oficinas centrales en Nueva York. Este comité ha ejercido una influencia
suprema y creadora estimulante y coordinando los varios aspectos de la
actividad en el continente del sur.
Con sus auspicios
se fundó y publica una revista mensual, La Nueva Democracia, dirigida por un
distinguido intelectual y ex monje español, el doctor Orts González. Esta
revista ha tenido considerable influencia en muchos países latinoamericanos por
su presentación de temas de interés presente y continental tratados desde un punto de vista cristiano. El secretario
del Comité el doctor Samuel Guy Inman es probablemente el hombre que más ha
hecho hoy día por crear un mejor entendimiento y un aprecio mutuo entre los
Estado Unidos y el grupo latinoamericano de naciones.1)
Nueve años después
el Congreso de Panamá se reunió una convención de la misma índole en la ciudad
de Montevideo para tratar especialmente del área sudamericana. Esta conferencia
constituyó un testimonio de la potencia e influencia creciente del cristianismo
protestante en el continente. Las lenguas oficiales de esta asamblea fueron el
español y el portugués, y el papel que desempeñaron los nacionales de esos
países fue mucho mayor que en Panamá.
Asistieron como
huéspedes cierto número de hombres y mujeres distinguidos de varios países
sudamericanos, aunque no pertenecientes a la comunión evangélica, y prestaron a
la conferencia el beneficio de sus ideas sobre la situación general religiosa y
cultural del continente, ofrecieron su crítica franca del movimiento
protestante y al mismo tiempo expresaron su interés en lo que ésta estaba
haciendo. Las estadísticas mostraron que en el curso de nueve años la comunidad
total evangélica había más que duplicado el número de sus miembros. Todos se
vinieron a dar cuenta de que el protestantismo se había convertido ya en una fuerza
continental autóctona. Tres años después, en su reunión de Jerusalén, el
Concilio Internacional Misionero admitió a la América Latina dentro de los
ámbitos de su interés, y en esta forma quedó.
Y en esta forma quedó rectificada una decisión de la Conferencia
Misionera de Edimburgo en 1910, según la cual quedaba dichos países excluidos
de la esfera de la actividad evangélica misionera. En la
asamblea de Jerusalén se dio reconocimiento a dos cosas que jamás lo habían
obtenido:
(1) Primero: que la situación
religiosa de América Latina era tal que demandaba la presencia del cristianismo
evangélico en interés del buen nombre y progreso de la fe cristiana;
(2) Segundo: Que el cristianismo evangélico había
llegado a naturalizarse en toda América Latina.
En vista del segundo de estos
hechos se estuvo de acuerdo en que en lo sucesivo las iglesias nacionales de la
América Latina estuvieran representadas en el Concilio por tres miembros plenos
de él.2)
11.4. Algunos Movimientos Nacionales:
Para ilustrar lo que se acaba de
decir respecto a la nacionalización del cristianismo evangélico en Sudamérica,
permítasenos referirnos a algunos movimientos nacionales que nos ayudarán a
parar mientras en la índole potente y significativa de esta nueva cruzada
religiosa. Piensa uno desde luego en un notable movimiento religioso que empezó
en Chile en 1910 mediante la predicación de un ex-miembro de la Misión
Metodista Chilena y que se conoce generalmente con el nombre de Movimiento
Pentecostal. En un principio, sus reuniones se caracterizaban por fenómenos
extravagantes. En los nuevos convertidos se desarrolló, con todo, una pasión
religiosa incandescente, y el movimiento se extendió por ciudades y aldeas con
sorprendente rapidez.
Cruz y del Crucificado:
Este movimiento es un testimonio
del hecho de que ningún mero dogmatismo o moralismo puede abrirse paso entre
las masas sudamericanas. El futuro estriba en la producción de una pasión
religiosa que tenga como centro una reinterpretación, al alcance del pueblo, de
la significación de la Cruz y del Crucificado. Con mucha
frecuencia el misionero anglosajón, reaccionando contra el dogmatismo y el
tétrico del catolicismo español, no le ha hecho justicia al significado del
Gólgota. Por tal razón no ha podido satisfacer aquellas necesidades y
aspiraciones religiosas que han producido en la historia religiosa de la raza
ibérica tanto al Cristo de Tánger*) como al Cristo de Velázquez**).
El centro de la
religión española ha sido la sangre; desde tiempos inmemoriales el espíritu
ibérico ha estado preocupado con el problema de la sangre. El lema de este
nuevo movimiento de Chile “La Sangre del Cordero”, podía leerse hace años
trazados sobre cantiles rocosos a lo largo de las carreteras y vías férreas del
país.
___________
*) Tangerino, na. adj. Natural de Tánger. U. t.
c. s. || 2. Perteneciente o relativo a esta ciudad de Marruecos. || 3. f. naranja mandarina. □ V. naranja ~. (Microsoft®
Encarta® 2008).
**) El Cristo de Velázquez (1920) es una obra de
carácter religioso escrita por Miguel de Unamuno, dividida en cuatro partes,
donde analiza la figura de Cristo desde diferentes perspectivas: como símbolo del sacrificio y la
redención, reflexión sobre los nombres bíblicos (Cristo
mito, Cristo hombre-Cruz, Cristo-Dios, Cristo eucarístico...
Siguiendo, en cierto modo, la estela de fray Luis de León y su De los
nombres de Cristo), significado poético y simbólico de la imagen del Cristo
pintado por Velázquez, etc.
Un segundo
movimiento de significación ha tenido lugar en las filas del cristianismo
evangélico en Sudamérica. Descuellan entre los movimientos juveniles del
continente las dos Federaciones, la uruguaya y la argentina. Ha llegado ya el
tiempo en que la juventud evangélica de esos dos países presta reconocimiento
al valor de su herencia religiosa y acepta su responsabilidad personal de
introducirla en la corriente de la vida de sus respectivas naciones. Un grupo
notable de jóvenes de uno y otro sexo forman entre los miembros de esas
Federaciones. Muchos de ellos ocupan puestos profesionales importantes. Las
Federaciones sostienen tres grandes ideales:
· Están decididos a trabajar por un
frente unido evangélico que eliminará con el correr del tiempo, las diferencias
denominacionales de la familia protestante;
· Se
esfuerzan por expresar los principios del cristianismo en forma de tal modo
práctico que sea una demostración del valor social de la religión;
· Conceden
suprema prominencia al evangelismo, y en diferentes formas proyectan la Palabra
de Cristo sobre los problemas de la vida y el pensamiento.
Nadie puede
estudiar de cerca este movimiento juvenil sin convencerse de que éste tiene
delante un gran futuro espiritual.3)
Sin embargo en
Brasil donde el cristianismo evangélico ha alcanzado su mayor desarrollo y
hecho la más importante contribución a la vida nacional. En un capítulo
anterior hemos hecho la observación de que la República del Brasil posee
probablemente el mayor poder de absorción del mundo. Ningún otro país ha sido
tan hospitalario como éste a las ideas de afuera. Es ahí donde el espiritismo y el positivismo
han obtenido sus mayores triunfos, y ahí también donde la fe evangélica ha hallado su más propicio
terreno. Difícil cuál sea la razón de ello. Debe tomarse en cuenta, sin embargo, al
menos una cosa: Brasil ha crecido con más
rapidez que cualquier otra república sudamericana. Los elementos
étnicos que componen su población son más numerosos y variados que en
cualquiera república hermana.
Las tradiciones y
el fanatismo religioso han tenido menos fuerza ahí. La población del Brasil
llega en estos momentos a casi cuarenta millones
(actual 198’739,296 millones habitantes año 2011;
evangélicos
40 millones: añadido), y en unos cuantos años llegará a ser
el país más extenso y población del mundo.
La hospitalidad
natural con que el Brasil acoge las nuevas ideas y a los recién llegados ha
sido aprovechada por el movimiento misionero protestante, el cual ha tenido,
además, la gran fortuna de estar representado durante toda su historia en esa
república por hombres y mujeres de gran espíritu y visión. Desde un principio
los misioneros trabajaron por la nacionalización de la causa que representaban.
A medida que los años pasaban empezaron a aparecer directores eminentes en las
iglesias evangélicas nacionales. En ningún otro país de Sudamérica y en pocos
países del mundo es tan perfecto y efectivo como en el Brasil el movimiento de
cooperación, lo cual se debe en gran parte a los esfuerzos de un notable
estadista cristiano, el doctor Erasmo Braga, evangélico brasileño de la tercera
generación. Se calcula que la comunidad protestante del Brasil asciende en la
actualidad a casi un millón de almas.
Los evangélicos
brasileños han organizado recientemente una sociedad misionera que trabajará en
la madre patria Portugal, y otra que se dedicará a la evangelización de los
indios del interior.
La Federación de
Escuelas Evangélicas, surgida hace unos cuantos años, es la federación más
grande de escuelas privadas que existe en el país. Ya no dominan los misioneros
extranjeros la vida religiosa, sino que trabajan como simple socios de sus
compañeros nacionales y en esa forma aportan su propia contribución al progreso
del movimiento en general.
Hace algunos años,
con motivo de la muerte de un prestigiado pastor evangélico en la ciudad de Río
de Janeiro, a municipalidad dio su nombre, a fin de perpetuar su honrosa
memoria, a uno de los parques de la ciudad.4) Como símbolo del espíritu y futuro del
cristianismo evangélico con esa gran república se levanta una hermosa ciudad
jardín construida en las montañas, y proyectada como lugar de reposo para los
obreros cristianos, y centro de conferencias y retiros de las iglesias
evangélicas nacionales. El alma de este equivalente brasileño de los famosos
retiros de Keswick en Inglaterra, y Northfiel, en los Estados Unidos, se
expresa en su nombre: Uamuarama,
que quiere decir “lugar de los aliados”.
En junio de 1932
tuvo lugar un evento histórico en la vida religiosa de Sudamérica. La
Convención Mundial de Escuelas Dominicales se reunió en Ríos de Janeiro, siendo
esa la primera vez en la historia del continente que se celebra una reunión
mundial en suelo sudamericano. No carece de significación el hecho de que la
primera asamblea
ecuménica llegada a playas sudamericanas, playas de un continente
destinado por su espíritu y posición a convertirse en el más ecuménico del
mundo, se haya reunido con los auspicios del cristianismo evangélico, y con el
propósito de fomentar la educación cristiana de la niñez y la juventud.
11.5.
Una Expresión Ecuménica*) Del Espíritu Protestante:
En las secciones
anteriores de este capítulo hemos dedicado nuestra atención casi exclusivamente
a la historia y desarrollo del protestantismo como un movimiento de iglesias.
Necesitamos hacer hincapié, sin embargo, en que el espíritu protestante en
Sudamérica ha tenido una expresión laica así como tiene una eclesiástica.
Aquella ha tomado la forma de dos asociaciones cristianas de la juventud
conocidas con los nombres respectivas de
Asociación Cristiana de Jóvenes y Asociación Cristiana Femenina, organizaciones
que en Sudamérica han asumido un carácter decididamente ecuménico, pues aunque
expresan el espíritu protestante esencial en su sentido religioso han procurado
trascender firmemente tanto el eclesiasticismo protestante como el católico.
Haciendo que la
base para ser miembros activos consista en una simple declaración de fe
personal en Cristo, han podido hacer que no tengan dificultad para figurar en
sus cuerpos directivos los miembros de iglesias protestantes, los católicos
liberales y los cristianos sinceros que no han hallado un hogar espiritual en ninguna de ambas comuniones. La
primera Asociación Cristiana de Jóvenes de Sudamérica se fundó en Brasil en
1900, por obra de un secretario norteamericano. Desde entonces, el desarrollo
del movimiento, por lo que toca a la expresión institucional, ha sido
relativamente pequeño. Al momento de escribir estas líneas está representado
por once asociaciones locales en cinco de los países sudamericanos.
___________
*) Ecuménico, ca. (Del lat. oecumenĭcus, y este del gr. οἰκουμενικός). adj.
Universal, que se extiende a todo el orbe. □ V. concilio ~. Reservados todos
los derechos. Ecumenismo. m. Rel. Tendencia o movimiento que intenta la restauración
de la unidad entre todas las iglesias cristianas. (Católico Romano,
evangélicos, mormones, testigos, pentecostales, etc.). (Microsoft® Encarta®
2008).
Por otra parte,
algunas de ellas se han desarrollado mucho y llegado a ser instituciones muy
grandes e influyentes, caso en particular de la Asociación de Buenos Aires. A
mayor abundamiento, la influencia ejercida por este movimiento en todo el
continente ha estado fuera de toda proporción con su crecimiento institucional.
En los primeros
años de su historia, la Asociación Cristiana de Jóvenes se especializó en la
educación física y la actividad social, pues encontró que el desarrollo de esas
formas de trabajo ofrecía el mejor punto de contacto con la comunidad. Aunque
no se descuidaba la formación de grupos para el estudio de la Biblia y de los
problemas vivos de la juventud se dedicó la principal atención a introducir un
nuevo espíritu y propósito de los deportes y formas sanas de recreación, y a
proveer un ambiente atractivo y puro en que los jóvenes pudieron emplear su
tiempo libre. Las dos Asociaciones han sido las primeras en introducir y
popularizar en Sudamérica nuevos juegos y formas de recreación que ahora se han
generalizado.
Todo aquel que
conozca íntimamente los problemas de la juventud en esos países y las
tentaciones que asaltan el tiempo libre, puede apreciar el gran valor
espiritual de la obra hecha por la Asociaciones Cristianas de Jóvenes y
Femenina mediante su actividad física y social.
Sin embargo, en
años recientes se han desarrollado nuevos e importantes aspectos en el trabajo
especialmente de la Asociación Cristiana de Jóvenes, principalmente el hincapié
en obras de beneficencia, y el igualmente vigoroso en la responsabilidad de la
Asociación para con las grandes masas del continente que no forman parte de las
iglesias. Con respecto a lo primero, se ha hecho trabajos muy importantes a
favor de los muchachos abandonados y delincuentes. No puede uno dejar de
pensar, particularmente en los nobles y desinteresados esfuerzos que desarrollan
en los barrios bajos de Buenos Aires los secretarios argentinos, que han
consagrado su vida al rescate y servicio, a la manera de Cristo, de los
granujillas de la ciudad.
El más notable
caso de esa clave de servicio es el de un joven argentino, educado en uno de
los colegios de la Asociación en los Estados Unidos, que de tal manera causó
impresión en el Gobierno por haber creado y desarrollado un hogar para
muchachos delincuentes en Buenos Aires, que se le nombró como director del
reformatorio más grande de la república. En el curso de uno o dos años, la
organización y espíritu de dicha institución se habían transformado por
completo, y no pasó mucho tiempo antes de convertirse en una de las glorias
legítimas del país. Un educador norteamericano que hizo una visita al
establecimiento dijo que si bien en los Estados Unidos podían hallarse algunas
instituciones igualmente buenas, ciertamente no había ahí ninguna mejor que
ésta.
Formas de acción
como las mencionadas le han conquistado a la Asociación Cristiana de jóvenes la
gratitud y buena voluntad de más de una comunidad sudamericana; han establecido
normas de trabajo social desinteresado; han dado expresión al espíritu
cristiano en una forma nueva y dinámica; han ganado para el compañerismo de la
Asociación a hombres que anhelaban una organización por medio de la cual
pudieron expresar sus ideales para la comunidad. Por su contacto con el trabajo
de esta índole y su participación en él, muchos sudamericanos han llegado a
tener una nueva estimación del espíritu religioso que lo inspira, y al mismo
tiempo se han visto impulsados a estudiar la fe cristiana con simpatía.
Un prominente
educador argentino, que cuando se puso primeramente en relación con la
Asociación, abogaba enérgicamente por la eliminación de la palabra “Cristiana”
de su título oficial para que decía él, este movimiento pudiera tener buen
éxito entre la juventud del país, vino a reconocer más tarde que esa palabra
simbolizaba el alma del movimiento se señalaba hacia lo que Argentina necesitaba
más: un sentido cristiano de la vida.
Durante los
últimos años, el aspecto religioso de la Asociación ha recibido creciente
prominencia, tanto que ha llegado a convertirse en la principal preocupación de
los directores de ella, que gradualmente se han percatado del hecho de que el
movimiento al que pertenecen ocupa una posición única y estrategia para llamar
la atención de la juventud sudamericana a la significación de Jesucristo.
Aceptando su responsabilidad en ese sentido, se han dedicado a desarrollar la
actividad espiritual de la Asociación en tres formas principales:
Se han organizado campamento
de verano en puntos escogidos de diferentes países, a la orillas
del mar, en los bosques, cabe las corrientes de las montañas. Los
nombres de Piriápolis, en Uruguay, de
Ymcáolis en la sierra argentina de La Ventana, de Angol, en el sur de Chile, y de Chosica, en
el valle peruano del Rímac-Perú, tienen un sentido sagrado en la
memoria de numerosos hombres y jóvenes de Sudamérica que hicieron ahí, en el
seno de la naturaleza, el más grande descubrimiento que puede hacer el hombre: el de su propia persona desnuda de todo disfraz, y el de Dios.
¿Quién de
cuantos hayan asistido a esos campamentos podrá jamás olvidar la Noche del Corazón
Abierto con que termina, y en que todos comparten con los demás sus
impresiones, y no pocos confiesan haber tenido una suprema experiencia
espiritual?
Por medio de su
Comité continental en Montevideo, la Asociación ha publicado muchos libros valiosos
sobre el cristianismo y el problema religioso, los cuales han circulado
profundamente por el continente. El principal autor de esa serie ha sido el
eminente pensador a quien nos hemos referido ya, don Julio Navarro Monzó. Sin
embargo, el principal trabajo espiritual de la Asociación ha consistido en
auspiciar conferencias sobre religión y reuniones íntimas sencillas para
aquellas personas que teniendo profundas preocupaciones espirituales no han
podido hallar satisfacción para ellas en las iglesias existentes. La Asociación
ha tenido que desempeñar así en años recientes, una doble función religiosa,
cada una de las cuales constituye una
experiencia nueva en ese campo.
Personas
especialmente empleadas y aparatadas para ese trabajo, han dado conferencias
sobre los problemas más vitales de la vida y la religión, en edificios de los
propias Asociaciones, escuelas, universidades, teatro y otros salones públicos,
por toda la extensión del continente, y muchos que de otra manera jamás habría
escuchado un mensaje religioso, debido a su antipatía por toda clase de
eclesiasticismo, han acudido en gran número a estas reuniones. Tan grandes es
el prestigio de la plataforma de la Asociación en algunos países que cuando el
prominente predicador y conferencista doctor E. Stanley Jones hizo su primera
visita a Sudamérica, hace algunos años descubrió que la manera de obtener sus
mejores auditorios y entrevistarse con personas que deseaba conocer, era poner
sus conferencias bajo los auspicios de la Asociación. Tal vez él mismo no se
dio cuenta de hasta qué punto la posibilidad y buen éxito de sus reuniones se
debieron al trabajo preliminar que la Asociación ha hecho acostumbrando a los
que no pertenecen a ninguna iglesia a escuchar conferencias religiosas.
Además de esta
función apologética y Evangelístico, la Asociación se ha visto en la necesidad
de proporcionar un equivalente sencillo y sin formalidades de las reuniones de
las iglesias, para beneficio de aquellos que no pertenecen a ninguna de estas o
que son reacios en esencia a todo lo que sea de índole eclesiástico. Para estas
personas, la Asociación ha sido algo así como la “Casa del Intérprete” de que nos
habla Juan Bunyan en su inmortal alegoría El Peregrino,
es decir, una posada al lado del camino, en que puede hallarse confortación y
dirección espiritual. Es obvio que tal función debe ser de naturaleza
transitoria y no permanente, por cuanto la Asociación jamás puede convertirse
en una institución que asuma las funciones plenas de una iglesia. Su papel concreto
a esto respecto debe ser de ofrecer alimento y orientación espiritual, con la
esperanza de que aquellas personas a quienes ella presta ayuda conduciéndolas
por la senda cristiana, hallarán finalmente su propio hogar espiritual.
¿Qué futuro tienen
estas organizaciones ecuménicas en el continente sudamericano? Su tarea
ha sido probablemente más difícil en esa porción del mundo que en cualquiera
otra. En el Oriente, y en otras partes, simplemente han participado del
prestigio o la ignorancia que se atribuyen al movimiento cristiano en general.
En Sudamérica, donde el cristianismo era ya conocido, pero donde el nombre de
cristiano y especialmente el de protestas suscitan desafortunadas asociaciones
en el pensamiento así de católicos como de no católicos las mencionadas
instituciones han tenido que evitar dos extremos igualmente aborrecibles. Por
una parte, han debido cuidarse de no funcionar como simples anexos y
prolongaciones de la actividad eclesiástica protestante, atrayéndose así el
cargo de ser organizaciones puramente sectarias entre el pueblo a quien tratan
de servir.
Por el otro lado,
han debido precaverse constantemente contra la universalización de su propia
posición religiosa hasta el punto de hacerse completamente inocuas como
agencias cristianas creadoras. Su constante problema espiritual ha sido el de
combinar la universalidad con el poder, tomando en cuenta que lo puramente
espiritual es generalmente estéril. En un sentido muy real.
Tienes que ser fanático, una cuña, una centella
si quieres abrir brecha en este mundo de granito.
Puede decirse sin
embargo, que ambas Asociaciones han podido responder, en grado notable, a un
medio en que tanto por razones psicológicas como por circunstancias históricas
infortunadas, el secretarismo y la religión organizada son un tabú para la
vasta mayoría de las personas que piensan. Han logrado las Asociaciones
colocarse por encima del choque de los intereses sectarios; han creado una
expresión, que hasta se necesitaba, de la religión en acción; han rehabilitado
la religión y el cristianismo en el pensamiento y vida de muchas personas,
haciendo de Cristo el centro de todo; han proporcionado medios de sustento
espiritual para no pocos peregrinos del camino de la vida. ¿Deben continuar siendo lo que son,
haciendo lo que han hecho, o deben ser y hacer algo diferente, a fin de aportar
aquella contribución espiritual suprema que la presente situación exige?
Reservamos para el siguiente capítulo la discusión del problema que así queda
plateado.
Véase capítulo XII.
___________
1) Al aparecer esta edición castellana, el
director de La Nueva Democracia es el doctor Alberto Remboa. El doctor W.
Stanley Rycroft a quien se menciona en el texto, sucedió al Dr. Inman como
secretario, y ha pasado luego a ser el presidente del Comité. (Nota del
traductor).
2) En
la siguiente asamblea pena del Concilio, efectuada en Támbaram, Madrás, India,
en 1938, hubo 24 delegados de la América Latina. (Nota del traductor).
3) Por
iniciativa y en gran parte debido a la tesonera labor de esas Federaciones se
ha llegado a constituir la Unión Latinoamericana de Juventudes Evangélicas que
cuentan ya, al hacer la presente traducción con varias federaciones como
afiliadas, y ha celebrado dos Congresos continentales, uno en Lima, y otro en
la Habana, 1n 1946. (Nota del Traductor).
4) Una de las nuevas avenidas de Río de Janeiro
lleva el nombre del doctor Erasmo Braga, ya firmado. (N. del trad.).
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