domingo, 19 de julio de 2020

Colosenses: Bosquejo Sugerido De Colosenses:


Colosenses:
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

Bosquejo Sugerido De Colosenses:

I.  Doctrina: Declaración de la preeminencia de Cristo (1).
A. En el mensaje del evangelio (1:1–12).
B. En la cruz (1:13, 14).
C. En la creación (1:15–17).
D. En la Iglesia (1:18–23).
F. En el ministerio de Pablo (1:24–29).

II. Peligro: Defensa de la preeminencia de Cristo (2).
A. Cuidarse de las filosofías huecas (2:1–10).
B. Cuidarse del legalismo religioso (2:11–17).
C. Cuidarse de la disciplina y el ascetismo que el hombre inventa (2:18–23).

III. Deber: Mostrar la preeminencia de Cristo (3–4).
A. En la pureza personal (3:1–11).
B. En el compañerismo cristiano (3:12–17).
C. En el hogar (3:18–21).
D. En el trabajo diario (3:22–4:1).
E. En el testimonio cristiano (4:2–6).
F. En el servicio cristiano (4:7–18).

Colosenses hace hincapié en Cristo, la cabeza del cuerpo, en tanto que Efesios lo hace en la Iglesia como el cuerpo de Cristo. Estas dos cartas se complementan mutuamente; a decir verdad, se puede encontrar muchos paralelos entre ellas. Al enfatizar en Cristo como la Cabeza de la Iglesia, Pablo muestra que nuestro Señor es todo suficiente para nuestras necesidades.

Notas: Preliminares a Colosenses.

I.       La ciudad:
Colosas era una de tres ciudades (Hierápolis y Laodicea eran las otras dos) localizadas a unos doscientos kilómetros al sureste de Éfeso. Esta era un área rica tanto en riqueza mineral como en comercio, con una numerosa población judía y gentil. Estas tres ciudades estaban casi a la vista la una de la otra.

II.     La iglesia:
Pablo nunca visitó Colosas (véase 2:1). Durante sus tres años de ministerio en Éfeso «toda Asia» oyó el evangelio (Hch. 19:10, 26).
Uno de los convertidos por Pablo en Éfeso fue un hombre llamado Epafras, cuya residencia estaba en Colosas. Epafras llevó el mensaje del evangelio a su regreso a su hogar y mediante su ministerio fundó la iglesia (1:4–7; 4:12, 13). Este grupo tal vez se reunía en la casa de Filemón, el cual vivía en Colosas (Col. 4:9; Film.).

III.    La Crisis:
Pablo estaba ahora preso en Roma. Epafras fue a visitarle e informarle que una nueva enseñanza estaba invadiendo la iglesia y causando problemas. Esta herejía hoy se le conoce generalmente como el «gnosticismo», que procede de la palabra griega gnosis, la cual significa «conocer». Los gnósticos insistían en «el saber», o sea, profesaban tener un conocimiento superior de las cosas espirituales. Su doctrina era una extraña mezcla de verdad cristiana, legalismo judío, filosofía griega y misticismo oriental.
Por un lado, estos herejes enseñaban que toda la materia es mala, incluyendo el cuerpo; y por consiguiente Dios no podía entrar en contacto con la materia. ¿Cómo, entonces, fue creado el mundo? Por una serie de «emanaciones» de Dios, aducían. Y, puesto que Cristo tuvo un cuerpo humano, fue sólo una de estas «emanaciones» y no verdaderamente el Hijo de Dios. Los gnósticos proponían una compleja serie de «emanaciones» (incluyendo a los ángeles) entre el hombre y Dios, y de este modo negaban la preeminencia de Cristo.
Pretendían que su sistema le daba al creyente un «conocimiento pleno» especial, que otros no poseían. A los gnósticos les encantaba usar la palabra «plenitud» y por eso se encuentra que Pablo la usa muchas veces en esta carta. Su doctrina exigía prácticas legalistas (2:16) y estricta disciplina de la carne (ascetismo, 2:18–23). «¡No toques, no gustes, no manejes!». Era parte de sus reglas. Enseñaban que ciertos días eran santos y que ciertos alimentos eran pecaminosos. El sistema gnóstico tenía una apariencia de espiritualidad, pero sin valor espiritual (véase Col. 2:21–23).

IV.    La Correspondencia:
Tal parece que Pablo envió de regreso a Colosas a Onésimo y a Epafras, junto a Tíquico, con las cartas a los cristianos colosenses, a los efesios (Ef. 6:21, 22) y a su amigo Filemón. Algunos eruditos piensan que la carta a los cristianos de Laodicea (Col. 4:16) es la que nosotros conocemos como Efesios.
Colosenses hace hincapié en la preeminencia de Cristo. Al leerla, note cómo se repiten las palabras «todo», «plenitud» y «lleno» (véanse 1:9–11, 16–20, 28; 2:2, 3, 9, 10, 13, 19; 3:8, 11, 14, 16, 17, 20, 22; 4:9, 12). El tema de Pablo es «Cristo es todo y en todos» (3:11) y que estamos «completos en Él» (2:10). Puesto que los creyentes están completos en Cristo, ¡Él es todo lo que necesitan!
El legalismo, las filosofías de cosecha humana, dietas estrictas, observación obligatoria de días santos, disciplina de la carne, todo esto debe desaparecer cuando se le da a Cristo su lugar de preeminencia. Colosenses es un ruego por la madurez espiritual (nótese la oración en 1:9–12). Las prácticas religiosas hechas en la carne pueden aparentar espiritualidad, pero no tienen ningún valor para la vida interna de la persona. Qué fácil es incluso para los cristianos evangélicos sustituir reglas de cosecha humana por la verdadera espiritualidad.

V.     COLOSENSES (el libro de lo completo): 4 capítulos, 95 versículos:
Los versículos claves: Colosenses 2:9–10.
Las palabras claves: completo en Cristo. La frase en Cristo o en él con sus frases relacionadas (Cristo en vosotros, etc. aparece muchas veces. El gran énfasis que da el libro está en la posición del cristiano: “nos ha... trasladado al reino de su amado Hijo (1:13–14); y que en Cristo somos completos y hemos sido librados de los poderes del reino de la oscuridad.
El bosquejo: El gobierno poderoso de Cristo (2:10) sobre todos los reinos (1–2); el gobierno de Cristo en la vida del cristiano (3–4). Aquí hay otra presentación clara del reino triple de Dios:
(1) Tiene dominio sobre los reinos de este siglo y los principados satánicos;
(2) Gobierna en el cristiano y en la iglesia;
(3) El reino eterno al regreso de Cristo.



Clase Para El Miércoles:

Lea Su Biblia, Lea Su Biblia, Lea Su Biblia.






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