domingo, 12 de julio de 2020

Capítulo XIII Datos Biográficos: John Alexander Mackay:


Capítulo XIII
Datos Biográficos: John Alexander Mackay:
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

Fechas: (1889-1983):
Obras Disponibles:
Obras temporalmente agotadas o publicadas por otras editoriales:
Más yo os digo (CUPSA); El orden de Dios y el desorden del hombre. Estudio de Efesios (CUPSA); El otro Cristo español (CUPSA); El sentido presbiteriano de la vida (CUPSA); Las Iglesias latinoamericanas y el movimiento ecuménico (CUPSA); Prefacio a la teología cristiana; Realidad e Idolatría; El sentido de la vida... y otros ensayos (Presencia).  
   
13.1. Datos Biográficos:    
Nacido en Inverness (Escocia), en una familia de piedad y rigor calvinista. Convertido a los 14 años mientras leía la carta a los Efesios, al contemplar un mundo nuevo. Ahora tenía una nueva perspectiva, con su nueva experiencia, y con su nueva actitud para con la demás gente. Ahora amaba a Dios. Jesucristo se me tornaba el centro de todo lo posible(El orden de Dios, p. 17).
Estudió en la Universidad de Aberdeen (M.A., 1912) y en el Seminario Teológico de Princeton (EE.UU., B.D., 1915). En la Universidad de Madrid (España) estudió bajo el catedrático y filósofo Miguel de Unamuno, cuya personalidad dejó en él huellas profundas. En 1916 fue ordenado al ministerio de la Iglesia Libre de Escocia y enviado a Lima (Perú) como misionero pedagogo, en compañía de su esposa Jane Logan. Doctorado en la Universidad Nacional de Perú (1918), fue el primer protestante en ocupar una cátedra de filosofía en el país (1925), concretamente la cátedra de Historia de la Filosofía Moderna, en la Universidad de San Marcos, en Lima.
Toda su vida había estado guiada por su amor a la filosofía y el ardor por la causa cristiana. Como parte de su tarea misionera fundó el Colegio Anglo-Peruano de Lima (1917) del que fue su Director hasta 1925 y donde colaboraron personajes ilustres del país. También colaboró con la Asociación Cristiana de Jóvenes (YMCA) durante seis años (1926-32), escribiendo y dando conferencias, tanto en Perú como en México Robert E. Speer (1867-1947), pionero en el ecumenismo y escritor, le animó a unirse a la Junta de Misiones Extranjeras de la Iglesia Presbiteriana del Norte, en EUA, como Secretario para Latinoamérica y África (1932). En 1937 participó por primera vez en una conferencia del Concilio Mundial de Iglesias, del que llegó a ser una figura destacada y central.
Gracias a la influencia de Speer, Mackay fue nombrado Presidente del Seminario de Princeton y profesor de ecumenismo (1936-59). Cristocéntrico, animoso, logró que el seminario superara las controversias del pasado respecto al fundamentalismo versus liberalismo, y recuperara su estabilidad e influencia. En 1944 fundó y editó la revista Theology Today (La Teología Hoy). Fue Moderador de la Asamblea General de su denominación en 1953 y Presidente de la Alianza Presbiteriana Mundial entre 1954 y 1959; así como del Consejo Misionero Internacional. En total desempeño alrededor de 35 cargos nacionales e internacionales de importancia, dictó una veintena de series de conferencias y recibió otros tantos doctorados y títulos honoríficos de universidades e instituciones diversas. Murió el 9 de junio de 1983.
Fue el primero en predicar en la capilla de Juan Huss, en Hungría, después de haber estado cerrada 300 años. Su testamento espiritual puede resumirse en una carta dirigida en 1970 al argentino Luis E. Odell, que decía:

Cada vez siento más intensamente que la suprema necesidad que experimentamos hoy en día en la Iglesia y en el mundo, es lo que designo como un «renacimiento evangélico»,

Con lo cual quiero decir: un redescubrimiento del Evangelio de Cristo en su dimensión más plena, abarcando el acontecer histórico, la realidad teológica, la experiencia personal, el celo Evangelístico y la preocupación social con sus implicaciones políticas. Estos fundamentos cristianos, que están siendo descuidados y aun olvidados, deben ser redescubiertos, proclamados y aplicados; pero en todo caso, esto es cierto: Jesucristo, el Señor de la Historia y de la Iglesia, tendrá la última palabra”.

13.2.  Un Nombre Que  Marco Su Vida: Unamuno:
Desde su encuentro inicial con Unamuno en Salamanca, Mackay se hizo un propagador entusiasta de las ideas y el valor de la personalidad de Miguel de Unamuno, tanto en América Latina como en los Estados Unidos.
Cuando en el Perú se desconocía la figura de Unamuno, Mackay escribió su tesis para un segundo doctorado en la Universidad de San Marcos de Lima acerca de Unamuno. En casi todos sus libros lo menciona.

Una de las primeras referencias que yo leí viene en el libro El sentido de la vida publicado originalmente en Montevideo en 1930. En su capítulo inicial El sentido de la hombridad, dice Mackay:

La cualidad de hombre en el sentido cabal de la palabra, Unamuno la ha llamadohombridad’.

Nos cuenta en uno de sus ensayos que leyendo al gran historiador y psicólogo portugués Oliveira Martins, le hirió la imaginación la voz ‘hombridade que éste aplicaba a los castellanos. Hombridade le pareció un hallazgo. Conforme la emplea Unamuno, esta voz encierra cualidades más amplias que la simple probidad u honradez indicada por hombría de bien.
Su sentido es mucho más comprensivo y viril que humanidad o humanismo, voces que se hallan estropeadas por oler a pedantería, a secta o a doctrina abstracta. Hombridad esla cualidad de ser hombre, de ser hombre entero y verdadero, de ser todo un hombre’. ‘¡Y son tan pocos los hombres agrega Unamuno de quienes pueda decirse que sean todo un hombre!’ Adoptando esta simpática acuñación lingüística del gran vasco – quien, dicho sea de paso, es uno de los ejemplos más legítimos de la hombridad en la escena contemporáneavamos a ensayar el retrato de un verdadero arquetipo humano”.


John Alexander Mackay:


Véase apendeci:


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