miércoles, 8 de julio de 2020

EL OTRO CRISTO ESPAÑOL: Introducción.



EL OTRO CRISTO ESPAÑOL


Pastor: Carlos Ramirez Jiménez:


INTRODUCCIÓN:
Aunque el tema principal de este libro es Hispanoamericano, quien quiera entender la historia y problemas espirituales de los países hispanoamericanos debe primeramente volver sus pensamientos a la tierra ibérica en que nacieron sus conquistadores (Invasores). El apreciar. El aprecio debidamente la peregrinación espiritual de este continente, depende de que se conozca las fuerzas psíquicas que, emanando de España y Portugal, han forjado la vida y la historia todas de los países que lo componen desde los tiempos de la Conquista (Invasión) hasta hoy.
La caída de la Monarquía Española, y la subsecuente transformación de un país al cual corresponde el honor de haber dado a la historia el primer gran Estado moderno, han despertado un nuevo interés en España y lo español. La Revolución de abril de 1931, aun cuando fortalecía los vínculos espirituales que unen a la madre patria peninsular con sus antiguas colonias de América, otorgó a España un título genuino a formar parte del nuevo mundo hispánico, del cual puede decirse, sin exageración ni malevolencia, que es “un rosario de carácter en actividad”.
Parte de esta actividad volcánica brota de condiciones sociológicas heredadas que la hacen inevitable; otra parte, sin embargo, y que va en aumento, es expresión de ese conflicto de ideas que tan trágicamente divide la opinión moderna con respecto a la forma que debe asumir un verdadero orden social. En el mundo del mañana que se encuentra más allá de la polvareda y estrépito de la actual crisis de la sociedad, los países que forman el grupo hispánico de naciones ocuparán, por razones múltiples, un lugar único en la arena internacional. Su situación del momento recuerda la antigua visión del Profeta de Anathoth, cuando vio en el desierto de Judá florecer un almendro y muy cerca de él un caldero herviente.
Es evidente que se acerca una nueva primavera, pero ¿quién se aventuraría a predecir si las brisas primaverales de Dios traerán primero al orear las pampas y las sierras, el aroma de los almendros en flor o a espuma del caldero en que se engendran las tempestades?
Este libro se imita a tratar de un solo aspecto de la vida y pensamiento de los países a que está dedicado, a saber, el aspecto religioso; pero se esfuerza por tratarlo de la manera más completa posible. Su propósito es ofrecer una introducción general al estudio del problema del mundo hispánico que todos admiten que es su problema capital. No obstante, no se trata en este libro, por referencia directa, de todo el mundo hispánico. En nuestro cuaderno no entran diez naciones hijas de España que se encuentran al norte del Istmo de Panamá. Sin embargo, el excluirlas no altera en esencia el carácter representativo del estudio emprendido en estas páginas, en virtud de que dichas naciones reproducen en general los mismos rasgos y tendencias espirituales de sus hermanas las naciones del sur.
Por otra parte, el incluirlas nos obligaría a tratar de México, y debido a las luchas religiosas que han venido teniendo lugar en este país, y que dan origen a numerosos rasgos originales, algunos de los cuales jamás se darán quizá en la mayoría de los países hispánicos, solo puede tratarse adecuadamente de México dedicándole un estudio especial.
Se observará, además, que concedemos más atención a España y las tierras sudamericanas por ella colonizadas, que a Portugal y su gran vástago, la moderna República del Brasil. La razón por la cual tratamos del  alma ibérica como fundamentalmente, es que en los tiempos de oro de la historia peninsular Portugal no era más que una “variante” de España, tan espiritualmente afín al país mayor como hoy lo son Cataluña y el País Vasco. En cuanto a ese país, tan extraordinario territorial y espiritualmente, que es el Brasil, el autor espera que alguien que esté completamente compenetrado de su espíritu, vida y literatura dará expresión en un futuro no lejano a las cuestiones religiosas con que dicho país se enfrenta, en una forma para la cual quien esto escribe no se considere capaz, debido a la limitación que le impone el hecho de haber estado relacionado casi exclusivamente con las repúblicas de habla español del continente.
Lo que aquí ofrecemos al lector es un primer intento de tatar en conjunto del problema religioso de esas naciones:

Las voces interpretativas a que el autor presenta atención en estas páginas son casi completo pertenecientes a figuras representativas de sus respectivos países, y no pocas de ellas gozan de reputación internacional en el mundo de habla español.

Una de ellas, Miguel de  Unamuno1), figura entre las escasas voces proféticas de nuestros días, y el número de sus lectores angloparlantes aumenta cada día merced a las traducciones de sus libros al inglés; pero la mayoría de los otros autores que citamos aquí son todavía poco conocidos para el mundo anglosajón2).
El concepto que el título de este libro encierra, hace surgir desde luego la cuestión de si no hay también otroCristobritánico-americano que espera ser re descubierto. Pues si España recibió en el siglo XVI una visión religiosa que no quiso o no se le permitió seguir, la religión británico-americana  ha mostrado, en tiempo recientes, la tendencia a perder la visión espiritual que el siglo XVI legó al cristianismo evangélico. Un cierto número de figuras románticas que llevan cada una el nombre de Cristo y en que se encarnan los ideales particulares de sus varios grupos de admiradores, han suplantado al Cristo verdadero.
En realidad tanto el mundo anglosajón como el mundo hispánico están abrumados por una necesidad común: conocera Cristo, “conocerlopara la vida y el pensamiento,conocerloen Dios y a Dios en ÉL.

Pablo de Tarso, el más grande Cristóforo y Cristólogo de la historia, es decir, el supremo portador e intérprete de Cristo en la era cristiana, ocupa el terreno común que hispánicos y anglosajones tenemos que pisar juntos. A llegar a ese punto nos ayudará, tanto a unos como a otros, una gran sucesión de guías que va desde: Unamuno, Bartk, Kierkegaard y Juan Wesley, pasando por Fray Luis León, Martín Lutero y San Agustín, el obispo de Hipona. La salvación de unos y otros depende de que reconozcamos el hecho de que el cristianismo es por completo algo diferente de lo que comúnmente usurpa ese nombre.

 Juan A. Mackay
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1)          Miguel de Unamuno (1864-1936), filósofo y escritor español, considerado por muchos como uno de los pensadores españoles más destacados de la época moderna y miembro de la generación del 98. Nacido en Bilbao, Unamuno estudió en la Universidad de Madrid, donde se doctoró en Filosofía y Letras con la tesis titulada Crítica del problema sobre el origen y prehistoria de la raza vasca (1884), que anticipaba sus posturas contrarias al nacionalismo vasco de Sabino Arana. Fue catedrático de griego en la Universidad de Salamanca desde 1891 hasta 1901, en que fue nombrado rector. En 1914 fue obligado a dimitir de su cargo académico por sus ataques a la monarquía de Alfonso XIII; sin embargo, continuó enseñando griego. En 1924 su enfrentamiento con la dictadura de Miguel Primo de Rivera provocó su confinamiento en Fuerteventura (Islas Canarias). Más tarde se trasladó a Francia, donde vivió en exilio voluntario hasta 1930, año en que cae el régimen de Primo de Rivera. Unamuno regresó entonces a su cargo de rector en Salamanca, que no abandonaría hasta su muerte. Aunque al principio fue comprensivo con la sublevación del Ejército español que en seguida encabezó el general Francisco Franco, pronto la censuró públicamente: en un acto celebrado en la Universidad de Salamanca, su comentario “venceréis, pero no convenceréis”, provocó la respuesta del general Millán Astray, uno de los sublevados: “¡Viva la muerte y muera la inteligencia!”. Terminó sus días recluido en su domicilio de Salamanca. (Microsoft ® Encarta ® 2008).
2)           anglosajón, na. adj. Se dice del individuo procedente de los pueblos germanos que en el siglo V invadieron Inglaterra. U. t. c. s. || 2. Se dice de los individuos y pueblos de procedencia y lengua inglesa. || 3. Perteneciente o relativo a los anglosajones. || 4. m. Lengua hablada por los antiguos anglosajones desde las invasiones hasta 1100 aproximadamente, conocida como inglés antiguo. (Microsoft® Encarta® 2008).
 




                 Miguel de Unamuno:



México, D. F., 14 de abril de 1932,  primer aniversario de la República Española.

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NOTA: Del traductor. En unos cuantos casos, en que le fue imposible al traductor localizar y citar directamente la fuente original de los pasajes de escritores españoles e iberoamericanos incluidos en este libro, fue menester traducirlos de la cita en inglés. Esta re traducción, que hace que la cita ya no resulta textual, no va entrecomillas.






 Véase Punto I



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