martes, 28 de noviembre de 2017

LLAMADO Y LAS OBJECIONES DE MOISÉS: ÉXODO 3–4:

LLAMADO Y LAS OBJECIONES DE MOISÉS:
ÉXODO 3–4:
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

Un nuevo día amaneció y todo cambiaría para Moisés. Cuando esa mañana salió con sus ovejas, no tenía idea de que se encontraría con Dios. Vale la pena estar listo, porque nunca sabemos lo que Dios tiene planeado para nosotros.

I.       Dios Se Aparece a Moisés (Éxodo 3:1–6):
La zarza ardiendo tiene una significación triple:
Ø Fue un cuadro de Dios (Dt. 33:16), porque reveló su gloria y poder, sin embargo, no se consumió. Moisés necesitaba que se le recordara la gloria y el poder de Dios, porque estaba a punto de acometer una tarea imposible.
Ø Segundo, la zarza simbolizaba a Israel atravesando el fuego de la aflicción, pero no se consumía. ¡Cuántas veces naciones han tratado de exterminar a los judíos y han fallado!
Ø Por último, la zarza ilustraba a Moisés, un pastor humilde, ¡que con la ayuda de Dios sería un fuego que no se podría apagar!

Nótese: que Moisés fue llevado al lugar donde se inclinó ante Dios y le adoró con asombro, porque este es el verdadero comienzo del servicio cristiano. Los siervos que saben cómo quitarse los zapatos en humildad, Dios los puede usar para andar en poder. Más tarde vemos que antes de que Dios llamara a Isaías, reveló su gloria (Is. 6). El recuerdo de la zarza ardiendo debe haber animado a Moisés durante más de una milla trabajosa en el desierto.

II.     Dios Designa a Moisés (Éxodo 3:7–10):
«He visto […] he oído su clamor […] sé […] he descendido». ¡Qué mensaje de gracia! Moisés a menudo se preguntaba acerca de la condición de su querido pueblo y ahora se le muestra que Dios siempre los había vigilado. Podemos fácilmente aplicar estos versículos a la situación cuando Cristo nació: fue un tiempo de esclavitud, prueba y aflicción, sin embargo, Dios descendió en la Persona de su Hijo para librar a los hombres del pecado.
Dios tiene un plan definido para sacarlos y llevarlos a la tierra prometida. Lo que Él empieza, lo termina.
Moisés se regocijó al oír que Dios estaba a punto de libertar a Israel, ¡pero entonces oyó las nuevas de que él era el libertador! «Te enviaré». Dios usa instrumentos humanos para realizar su obra en la tierra:
·      Pasaron ochenta años de preparación para Moisés;
·      ahora era tiempo de actuar.
·      Desafortunadamente Moisés no contestó:
Ø «Heme aquí, envíame a mí» (Is. 6:8).

III.    Dios Responde a Moisés (Éxodo 3:11–4:17):
Moisés no estuvo de acuerdo de inmediato con el plan de Dios de enviarlo. ¿No era un fracaso? ¿No tenía familia? ¿No era demasiado viejo? Tal vez estos y otros argumentos pasaron por su mente, pero expresó por lo menos cuatro objeciones ese día mientras discutía con Dios respecto a la voluntad de Dios para su vida.

A.      «¿Quién Soy Yo?» (Éx.3:11–12).
Admiramos a Moisés por su humildad, ¡porque cuarenta años antes le hubiera dicho a Dios quién era! Era «poderoso en palabras y obras» (Hch. 7:22). Pero años de comunión y disciplina en el desierto lo habían hecho humilde. Una persona actuando en la carne es impulsiva y no ve obstáculos, pero una humilde caminando en el Espíritu sabe de las batallas que se le avecinan.
La respuesta de Dios fue para darle seguridad: «¡Yo estaré contigo Esta promesa lo sostuvo cuarenta años, como a Josué años más tarde (Jos. 1:5). No es importante quiénes somos; lo que importa es que Dios está con nosotros, porque sin Él no podemos hacer nada (Jn. 15:5).

B.   «¿Quién Me Envía?» (Éx.3:13–22).
       Esta no fue una pregunta evasiva, porque los judíos querían seguridad de que el Señor le había enviado en su misión. Dios reveló su nombre, Jehová: «YO SOY EL QUE SOY», o «¡Yo fui, Yo soy y siempre seré!». Nuestro Señor Jesús realzó este nombre en el Evangelio de Juan donde hallamos las siete grandiosas declaraciones: «Yo soy» (Jn. 6:35; 8:12; 10:9, 11; 11:25; 14:6; y 1 Sam.1–5).
Si Dios es «YO SOY[1]», siempre es el mismo y sus propósitos se cumplirán. Dios le prometió a Moisés que Él velaría para que la obra se hiciera, a pesar de la oposición de Faraón.

C.     «No Me Creerán» (Éx.4:1–9).
Pero Dios acababa de decir que le creerían (3:18), de modo que esta afirmación no fue nada más que pura incredulidad. Dios le dio a Moisés dos milagros:
Ø la vara convertida en serpiente, y
Ø la mano cubierta de lepra.
Estas serían sus credenciales ante el pueblo. Dios toma lo que tenemos en nuestras manos y lo usa, si sólo confiamos en Él. La vara en sí no era nada, pero en las manos de Dios se convirtió en poder.
 La mano de Moisés mató un hombre, pero en el segundo milagro Dios le mostró que podía curar la debilidad de la carne y usar a Moisés para su gloria. La mano de Moisés no era nada, ¡pero en la de Dios haría maravillas! Entonces Dios añadió una tercera señal: convertir el agua en sangre.
Estas señales convencieron al pueblo (4:29–31), pero los egipcios impíos sólo pudieron imitarla (7:10–25).

D.      «Soy Inepto» (Éx.4:10–17).
Dios dijo: «YO SOY», y todo lo que Moisés pudo decir fue: «No soy». Se miraba a sí mismo y a sus fracasos en lugar de mirar a Dios y a su poder. En este caso Moisés argumentó que no era un orador dotado. Pero el mismo Dios que hizo la boca podía usarla.
Dios no necesita elocuencia u oratoria; sólo necesita un vaso limpio que pueda llenar con su mensaje. «Envía a cualquiera, menos a mí», es el clamor de Moisés en el versículo 13. Esta actitud de incredulidad enfureció a Dios, pero le dio a Aarón para que fuera su ayudante.
Desafortunadamente, más de una vez, Aarón resultó ser más un obstáculo que una ayuda. Llevó a la nación a la idolatría (32:15–28) y murmuró contra Moisés (Núm. 12). ¡Qué trágico que Moisés estaba dispuesto a confiar en un débil hombre de carne en lugar de en el Dios viviente de los cielos¡ El versículo 14 nos enseña que Dios obra «en ambos extremos de la línea» cuando mueve a su pueblo. Unió a los dos hermanos para que le sirvieran.

IV.    Dios Le Da Seguridad a Moisés (Éxodo 4:18–31):
Moisés tenía la Palabra de Dios, las señales milagrosas y la ayuda de su hermano Aarón; sin embargo, estos versículos dejan en claro que todavía no estaba listo para andar por fe.
No le dijo a su suegro la verdad respecto a su viaje a Egipto, porque Dios le había dicho que sus hermanos vivían todavía. Valoramos que Moisés se preocupó de sus tareas terrenales de una manera fiel antes de salir, pero no mucho de su testimonio para Jetro.

Nótese: cómo Dios le da seguridad al partir hacia su nueva vida de servicio:

A.      Su Palabra (vv. 19–23).
Los que querían matar a Moisés ya habían muerto y Dios quería que Moisés confiara en Él y no tuviera miedo. Qué paciente es Dios con los suyos. Cuán estimulantes son sus promesas.

B.      Su Disciplina (vv. 24–26).
La circuncisión fue una parte importante de la fe judía, sin embargo, Moisés se descuidó en traer a su hijo al pacto (Gn. 17). Dios tuvo que disciplinar a Moisés (tal vez mediante enfermedad) para recordarle su obligación.
¿Cómo podía guiar a Israel si fallaba en cuanto a guiar a su familia en las cosas espirituales? Más tarde Moisés envía a su familia de regreso a Madián (véase 18:2).

C.      Su Dirección (vv. 27–28).
Dios le prometió que Aarón le saldría al encuentro (v. 14) y ahora cumple su promesa. En tanto que Moisés y Aarón tenían sus debilidades y cada uno le falló a Dios y se fallaron mutuamente más de una vez, fue una gran ayuda para Moisés tener a su hermano a su lado. Se encontraron en «el monte de Dios» donde Moisés vio la zarza ardiente (Éx.3:1).

D.      La Aceptación Del Pueblo (vv. 29–31).
Esto también fue cumplimiento de la Palabra de Dios (Éx.3:18). Triste como parece, estos mismos judíos que recibieron a Moisés e inclinaron sus cabezas ante Dios, más tarde le aborrecieron y criticaron debido al aumento de sus trabajos (5:19–23).
Es sabio no fijar nuestras esperanzas en las reacciones de las personas, porque estas con frecuencia no cumplen sus compromisos.

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Notas:
[1] H595 אָנֹכִי = anokí: pronombre primario; yo:- yo, mi, mí. (Strong).
H595 אָנֹכִי = Yo (Job 33:9). Posiblemente se trate de una forma enfática de אֲנִי. (Diccionario de Hebreo Bíblico).



Clase Para Domingo.

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lunes, 27 de noviembre de 2017

INSTRUCCIÓN DADA POR EL HIJO DE DIOS: JUAN 14:

INSTRUCCIÓN DADA POR EL HIJO DE DIOS:
JUAN 14:
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

¿Por qué se turbaron los corazones de los discípulos? Cristo les había dicho que les iba a dejar (13:33), que uno de ellos era un traidor y que Pedro le fallaría (13:36–38). Indudablemente esto los perturbó a todos, porque miraban a Pedro como su líder.
Jesús mismo había revelado su carga interna (13:21), aunque es cierto que su espíritu angustiado no era de ninguna manera igual al de la turbación que ellos sentían en su corazón. En este capítulo Jesús procuró consolar a los doce y acallar la turbación de sus corazones. Les dio cinco razones por las cuales tenía que dejarlos e ir al Padre.

I.       Para Preparar Un Lugar Para Ellos (Juan 14:1–6):
Cristo habla del cielo como un lugar real, no meramente un estado de la mente. Él describió al cielo como un hogar amante donde mora el Padre. «Mansiones» en el griego es en realidad «lugares de permanencia», lo cual habla de la permanencia de nuestro hogar celestial. El cielo es un lugar preparado para gente preparada. Cristo «el carpintero» (Mr. 6:3) está construyendo un hogar celestial para todos los que confían en Él.
Y Él regresará para recibir a los suyos. Pablo más tarde amplió esta promesa en 1 Tesalonicenses 4:13–18. «Ausente del cuerpo, presente con el Señor». Si Cristo hubiera permanecido en la tierra, no podría haber preparado el hogar celestial para los suyos.
¿Cómo pueden los pecadores esperar ir al cielo algún día? ¡Por medio de Cristo! Lea Lucas 15:11–24, la historia del hijo pródigo, en conexión con Juan 14:6. Como el pecador, el hijo estaba perdido (Lc. 15:24).
Pero, ¡vino al Padre! (15:20):
Ø Estaba perdido, pero Cristo es el camino;
Ø era ignorante, pero Cristo es la verdad; y
Ø estaba muerto (espiritualmente), pero Cristo es la vida.
Ø Y llegó a la casa del Padre cuando se arrepintió y regresó.

II.     Para Revelarles Al Padre (Juan 14:7–11):
Felipe parecía tener problemas con sus ojos: quería ver. Casi sus primeras palabras en 1:46, fueron:
·      «¡Ven y ve!».
·      Vio la gran multitud de Juan 6 y decidió que Jesús no podría alimentarlos (6:7).

Los griegos que vinieron a Felipe le dijeron: «Quisiéramos ver a Jesús» (12:21):
Ø Jesús dejó bien en claro que verle a Él es ver al Padre.
Ø «Desde ahora le conocéis, y le habéis visto» (v. 7).
Ø Es por fe que vemos al Padre, conforme llegamos a conocer mejor a Cristo.

III.    Para Concederles El Privilegio De Orar (Juan 14:12–14):
Mientras Cristo estaba con los discípulos Él suplió para sus necesidades (véase 16:22–24); ahora que regresaba al cielo les da el privilegio de orar. Promete contestar la oración para que el Padre sea glorificado:
·  Orar en «su Nombre» significa orar para su gloria, pidiendo cualquier cosa que Él mismo hubiera deseado.
·  Las «más grandes obras» de las que se habla en el versículo 12 se refieren a los maravillosos milagros y bendiciones que los discípulos experimentaron, según se registran en el libro de los Hechos (véanse Mr. 16:20; Heb. 2:4).
Las obras que Él hace a través de nosotros son todavía «más grandes», en el sentido de que somos simplemente instrumentos humanos, mientras que Él es Dios encarnado ministrando en la tierra.

IV.    Para Enviar Al Espíritu Santo (Juan 14:15–26):
Cristo tiene mucho que decir respecto al Espíritu en los próximos capítulos.
·      Aquí le llama «el Consolador», literalmente «Uno que está a su lado para ayudarle».
·    La palabra «otro» significa «otro de la misma clase», porque el Espíritu es Dios así como Cristo es Dios.
El Espíritu viviendo en los discípulos tomaría el lugar del Salvador viviendo junto a los discípulos.
También se le llama «el Espíritu de verdad». El Espíritu usa la Palabra para convencer a los pecadores y para dirigir a los santos, y la Palabra de Dios es verdad (17:17).

El mundo no puede recibir al Espíritu porque Él viene en respuesta a la fe. Se ha discutido considerablemente sobre lo que Cristo quiso decir con la expresión: «vendré a vosotros» (v. 18).
De manera literal se lee: «En realidad vengo [tiempo presente] a ustedes». Esta declaración quizás incluye cosas:
·      La venida de Cristo a los apóstoles después de su resurrección;
·      su venida en la Persona del Espíritu; y
·      su futura venida para llevarlos al cielo.

En los versículos 21–26 Cristo habla de una relación más profunda que los discípulos tendrían con el Padre y el Hijo por medio del Espíritu. Ellos pensaban que se quedarían «huérfanos» (lo que en sentido literal quiere decir «sin consolación» en el v. 18), cuando en realidad la ida de Jesús al Padre hacía posible una relación más profunda entre el santo y su Salvador.
Esta relación involucra la obediencia a la Palabra (v. 21) y amor por la Palabra (v. 24). Incluye también el ministerio de enseñanza del Espíritu Santo (v. 26). El cristiano que pasa tiempo aprendiendo la Palabra y que luego va y vive la Palabra, disfrutará de una comunión íntima y satisfactoria con el Padre y el Hijo.
El amor por Cristo no es una emoción superficial sobre la cual hablar; significa amar y obedecer su Palabra por el poder del Espíritu Santo:
Ø En 14:1–3 Jesús habló sobre el santo yendo al cielo para morar con el Padre y el Hijo;
Ø pero aquí Él habla del Padre y del Hijo que vienen a morar con el santo.

V.      Para Dar Su Paz[1] (Juan 14:27–31):
¡Cuánta paz necesitaban los discípulos! La paz que Cristo da no es la del mundo, ni tampoco la da de la manera en que el mundo la da. La paz del mundo es superficial y temporal; mientras que la paz de Cristo yace muy profunda en el corazón, satisface y permanecerá para siempre. El mundo ofrece paz a través de medios externos; Cristo da paz que mora en el corazón:
·      Los psicólogos hablan de la «paz mental»,
·    pero Cristo, mediante su muerte, resurrección y ascensión, da «paz con Dios» (Rom. 5:1).
·      Filipenses 4:4–9 bosqueja cómo el creyente puede tener la paz de Dios.

«El Padre es mayor que yo» (v. 28) se refiere a los días de su vida terrenal.
·      Como Hijo de Dios es igual al Padre;
·   Como Hijo del Hombre en un cuerpo humano, fue obediente al Padre que le dio sus palabras y obras (14:10, 24).
Al morir en la cruz y volver al cielo, Cristo derrotó a Satanás (v. 30), quién es el autor de la confusión e intranquilidad.

Para que los discípulos no pensaran que su muerte fue una tragedia o un error, Cristo les asegura en el versículo 31 que la cruz es una prueba de su amor por el Padre:
·      Él murió porque el Padre lo ordenó y por eso vino a hacer la voluntad del Padre.
·  Al revisar este capítulo, observe cuán tiernamente Cristo procura consolar a sus perplejos discípulos.
·      Estas palabras reconfortantes son para nosotros hoy, de modo que pidámoslas por fe.

Clases Para Los Días Miércoles:

Lea Su Biblia, Lea Su Biblia, Lea Su Biblia:


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Notas:
[1] G1515 εἰρήνη = eirene: probablemente de un verbo primario εἴρω = eiro  (unir); paz (literalmente o figurativamente); por implicación prosperidad:- paz. (Strong)



sábado, 25 de noviembre de 2017

Parte III: LOS SIETE “Yo Soy” DE JESÚS: (Juan 6:48; 8:12; 10:7; 10:11; 11:25; 14:6; 15:5)

Parte III:
LOS SIETE “Yo Soy” DE JESÚS:
(Juan 6:48; 8:12; 10:7; 10:11; 11:25; 14:6; 15:5)

“Jesús les dijoYo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás”. “Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”. “Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas”. “Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá”. Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”. “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer”.  
(Juan 6:48; 8:12; 10:7; 10:11; 11:25; 14:6; 15:5)

Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:   

El acto de Marta de salir a encontrar a Jesús concuerda con el relato de ella como una persona activa en Lucas 10:38-42. María que se quedó en casa es la misma persona más reflexiva que activa que encontramos en el relato de Lucas Las palabras de Marta en el v. 21 son idénticas a las de María en el v. 32, lo que sugiere que las hermanas habían llegado a esa conclusión después de discutir las distintas posibilidades. Era claro que existía una gran fe en el poder sanador de Jesús.
Pero la fe de Marta fue más lejos como lo muestra el v. 22. Pareciera que estaba alcanzando un rayo de fe al afirmar que creía que Dios respondería a cualquier pedido de Jesús. Tu hermano resucitará (23) tiene un doble significado. Marta lo tomó como una seguridad convencional de la resurrección en el día final, pero Jesús tenía otra intención. Causa poca sorpresa que Marta no haya captado la implicación de una resurrección inmediata de entre los muertos.
El punto sobresaliente del relato es el Yo soy”, que aparece en el v. 25. Jesús se identificó tanto con la resurrección como con la vida, que son aspectos complementarios de una misma cosa. Sin embargo, el propósito de la misión del Cristo resucitado es el de traer vida en el sentido más pleno. La resurrección precede a la vida porque la nueva vida es el producto de la resurrección.
El camino a esa vida es por medio de la fe y Jesús desafió a Marta al respecto. No estaba pidiendo una confesión de fe en él mismo sino en su afirmación; el énfasis aquí recae en el contenido de la fe.
La respuesta de Marta (27) presenta una notable similitud con la declaración del propósito de Juan (Juan 20:31), como si esa confesión fuera el modelo sobre el cual se quiere apoyar todo el Evangelio. Es imposible decir cuánto entendió Marta del carácter mesiánico de Jesús o de que era Hijo de Dios. Pero no hay duda de que para Juan el contenido de su declaración fuera de la mayor importancia. La fe que no alcanza a un concepto tan elevado de Cristo es inadecuada.

2.6.    “YO SOY”: El Camino, y La Verdad, y La Vida. (Juan 14:4-6):


“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”. (Juan 14:6)

Etimología:
G3598 ὁδός = jodós: aparentemente palabra primaria; camino, carretera; por implicación progreso (la ruta, acto o distancia); figurativamente modo o medio:- camino, proceder. (Strong).
G225 ἀλήθεια = alédseia: de G227; verdad:- veraz, verdad, verdaderamente. (Strong).
G2222 ζωή = zoé: de G2198; vida (literalmente o figurativamente):- vida, vivir. Compare H5590. (Strong).

El v. 4 sigue el pensamiento del anterior donde Jesús anunciaba su salida a la casa de su Padre para preparar un lugar para los discípulos. Él da por sentado que ellos ahora entienden a dónde iba y el camino por el cual iba. Recién les había dicho con claridad a dónde iba, a Dios en el cielo. Por otro lado, a través de todo su ministerio, por palabra y por hechos, Jesús les había señalado el camino por donde él iba, es decir, un camino de abnegación que pasaría finalmente por la muerte de cruz.
Pero, aparte de una alusión a Isaías 40:3 en Juan 1:23, el término traducido camino se encuentra sólo aquí y en los próximos dos versículos en este Evangelio. Es curioso que este término que se usa tan poco en Juan haya llegado a referirse al cristianismo (ver Hech. 9:2; 19:9, 23; 24:14, 22). Se nota que mucho antes los esenios de Qumran lo habían usado también para referirse a su secta, probablemente por influencia de la referencia en Isaías.
Plummer encuentra una leve reprensión en las palabras de Jesús por considerar que, al decir sabéis a dónde voy, realmente estaba diciendo pudierais haber sabido, si tan solamente hubieseis prestado atención”.

Culpepper observa que en el discurso de despedida que se inicia en 13:31 y se extiende hasta el fin del cap. 14, los discípulos interrumpen cuatro veces:
Ø Pedro (13:36);
Ø Tomás (14:5);
Ø Felipe (14:8); y
Ø Judas, no el Iscariote (14:22).
Tomás apareció por primera vez en el episodio de Lázaro (11:16), donde se mostró dispuesto a morir con Jesús.
Mateos-Barreto opinan que el problema de Tomás es que él consideraba la muerte como la meta y el punto final, no un paso para llegar a la meta. Algunos consideran a Tomás como un tanto lerdo en lo intelectual y lo espiritual, pero en todo caso es honesto y dispuesto a revelar su ignorancia por preguntar, cualidades por cierto loables.
Él, como los otros, estaría todavía con un concepto mesiánico equivocado que incluía el restablecimiento del trono de David en Jerusalén. Querían saber por qué Jesús hablaba de ir a otro lugar.

La pregunta de Tomás da lugar a una de las afirmaciones más conocidas de Jesús en cuanto a su identidad y su misión. Aparece otra vez la expresión griega ego   G1473 eimi   G1510 Yo Soy, el eterno ser divino, la Sexta De Siete Veces que Juan la registra (ver 6:35, 48; 8:12; 10:7, 9, 11, 14; 11:25; 14:6; 15:1, 5).
El pronombre Yo es doblemente enfático, por posición y por el uso cuando la primera persona singular ya se ve en la forma del verbo, como en castellano. Tomás, y seguramente los demás, estaban preocupados por la salida de su Maestro y por el destino, pero Jesús quiere enfatizar la importancia de saber el camino para llegar al Padre.

Los tres términos (camino, verdad y vida) pueden relacionarse en varias maneras.
Culpepper sugiere que el camino puede ser el proceso, la verdad el medio o meta, y la vida el resultado:
·      El camino puede conducir a la verdad y la vida, o
·      la verdad y la vida pueden explicar por qué Jesús es el camino.
La ironía es que las afirmaciones no son tan obvias; los discípulos no entienden la verdad y cómo podría él ser la vida si al día siguiente moriría.
Mateos-Barreto opinan que la vida es el único término de los tres que es absoluto; los otros dos son relativos y subordinados, y conducen a la vida.

El camino recibe énfasis por repetición en los vv. 4, 5 y 6. Jesús no sólo explica, señala y discute el camino, sino que él mismo es el camino; porque por él, y únicamente por él, tenemos redención y vida nueva. Tampoco es “un camino”, sino que es el único camino.

Por otro lado, las afirmaciones de Jesús son exclusivistas:
Nadie Viene Al Padre, Sino Por Mí:
·      El camino habla de una conexión entre dos puntos; en este caso sería entre el hombre y Dios, Jesús siendo el puente.
·      Él es la verdad; no sólo la enseña y la discute, sino que es la misma y plena encarnación de la verdad redentora, la que revela a Dios (ver 1:14).
·      Jesús también es la vida (ver 1:4) y la fuente de toda vida, tanto física como espiritual.
Moule y Turner llaman la atención al caso inusual en el griego del artículo definido ante cada uno de los tres términos, concluyendo que sirven para agregar énfasis en su carácter único y absoluto.
En resumen, podemos decir que estas afirmaciones de Jesús expresan en los términos más enfáticos y categóricos que su obra a favor de los hombres es absolutamente suficiente y única: nadie viene al Padre, sino por mí.

Existe un número importante de variantes en el texto griego del v. 7, mayormente en relación con el tiempo de los verbos. La tendencia, basados en el texto en castellano, es la de poner el énfasis en el pronombre me. Sin embargo, el énfasis recae sobre el verbo habéis conocido porque el pronombre sigue al verbo en el texto gr. y es enclítico.
En la segunda cláusula el Padre recibe el énfasis porque se ubica primero en el texto gr. La RVA sigue el texto con las variantes que aparecen en el texto de las Sociedades Bíblicas Unidas, al traducir el primer verbo, en el tiempo perfecto, habéis conocido; el segundo está en el tiempo futuro y se traduce conoceréis.

Nótese: la referencia a mi Padre y no a el Padre (v. 6).
Vincent comenta que este cambio enfatiza el conocimiento del Padre en su relación con el Hijo.

2.7.    “YO SOY”: La Vid Verdadera. (Juan 15:1-5):


        “Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador”.

Etimología:
G288 ἄμπελος = ámpelos: probablemente de la base de G297 y la de G257; vid (como enrrollándose en un soporte):- uva, vid, viña. (Strong).
G228 ἀληθινός = aledsinós: de G227; verdadero, veraz:- sincero, verdadero. (Strong).

Es muy tentador imaginarnos que Jesús y los discípulos hayan salido del aposento alto (ver 14:31b), y yendo hacia Getsemaní, se hayan detenido ante la fachada del templo. A la luz de la luna llena pudieron ver con claridad la vid, el símbolo de Israel, esculpida en el mármol sobre la entrada del templo.
O, si adoptamos la opinión de Morgan, ellos estaban sentados en un lugar cerca del arroyo Quedrón donde podían ver a la luz de la luna las viñas en su derredor. En numerosos pasajes vemos que el Señor es el dueño y labrador de su viña Israel (ver Salmo 80:8-19; Is.5:1-7; 27:2-6; Jer.2:21; 5:10; 6:9; 12:10-11; Ez.19:10 ss.). Él la había desarraigado de Egipto y la había trasplantado en Palestina. La había cultivado, cuidado y limpiado, todo en la esperanza de que produjera fruto, buen fruto, mucho fruto.
Pero su “viña” no produjo fruto, o produjo fruto agrio. Por lo tanto, él tenía que podarla, limpiarla y trabajarla, quemando los gajos infructíferos, para obtener lo que esperaba de ella.

Con este trasfondo en mente, Jesús presenta una sencilla alegoría a sus discípulos por medio de la cual enseña cuáles son las demandas del discipulado y lo que es necesario que ellos hagan para satisfacer sus demandas. Jesús primero describe su relación con el Padre (vv. 1-5).
Al leer este pasaje uno debe notar especialmente los tres personajes destacados: Jesús, su Padre y los discípulos.
También hay tres palabras clave que, por su repetición y asociación entre sí, requieren una atención especial:
Ø en”,
Ø permanecer”, y
Ø fruto”.

Jesús inicia este discurso con el último de los Yo Soy(ego  G1473 eimi  G1510; ver 6:35) en este libro, una expresión que enfatiza su eterno ser, esta vez haciéndose semejante a una vid. Dos de los tres componentes básicos de la alegoría se presentan en este versículo.
El término vid se refiere a una planta que produce uvas, no a la viña que comprende muchas plantas. Es la única ocasión que agrega y mi Padre... al Yo soy, pero este concepto corre a través de Juan. Jesús se presenta como el mediador, el que obra en el mundo, pero en perfecto acuerdo y comunión con el Padre quien obra desde el cielo (ver 14:10).
Según Bultmann, el trasfondo de la figura de la vid es la idea gnóstica del árbol de vida”. Sin embargo, como se comentó antes, la mayoría de los comentaristas opinan que Jesús tenía en mente el simbolismo de la vid en el AT. Josefo, el historiador judío, describe una gran vid dorada, puesta en la entrada del templo que fue construido por Herodes.

Supongamos que Jesús se haya detenido con los discípulos ante el templo, con la figura de la vid, símbolo de Israel, esculpida en mármol a la vista con la luz de la luna llena, y mirando hacia arriba dijera: “ésa no, Yo soy la vid verdadera…”, ¡qué enfático, qué dramático y qué impresionante hubiera sido para los discípulos!
Plummer se imagina que quizás estaban todavía en el aposento alto y Jesús señalaba una rama de vid que entraba por la ventana. En efecto, él estaba comparándose con el Israel nacional, la vid del AT., y afirmando que ésa ya no era la verdadera, sino que estaba siendo reemplazada. Jesús se presenta como la vid verdadera, genuina, ideal y perfecta. Él y únicamente él, no la nación judía, ni el cristianismo institucional que estaba por nacer, constituirían la vid nueva y verdadera (ver 1:9).
La del AT., no cumplió el propósito de Dios, pero la nueva y verdadera sí lo haría.

Nótese: la relación estrecha entre el Padre, quien es el labrador, y la vid, que es su Hijo. El término labrador traduce un vocablo griego compuesto de “tierra” y “obra”, dando la idea de uno que trabaja en la tierra. El Padre se presenta como realizando su voluntad por intermedio de su Hijo.

El término rama (v. 2) traduce un vocablo (klema  G2814) que se deriva de un verbo que significa romper, y de allí la idea de algo que sale de o parte deotra fuente. La RVR 1960 emplea el término pámpano, menos conocido, en lugar de rama. A veces el término gajotambién se emplea para traducirlo. Este término se usa en el NT., sólo en este pasaje (vv. 2, 4-6). La pequeña preposición en, que se escribe igual en el griego (en  G1722), juega un rol tremendamente importante en esta sección, con nada menos que 16 menciones.
En la gramática, la preposición sirve para establecer la relación entre dos o más objetos, y en este caso connota una relación estrecha y vital. No es al lado de, ni arriba de, ni debajo de, ni detrás de, ni delante de, ni alrededor de, sino en mí. Jesús había enfatizado esa clase de relación entre él y el Padre (ver 14:10, 11), entre el Espíritu Santo y los discípulos (14:17) y entre él, el Padre y los discípulos (14:20, 23).
Ahora esa unión vital es esencial para poder llevar fruto. Toda rama que en mí no está llevando fruto no se refiere a los judíos, ni a los gentiles, sino a los seguidores de Jesús. La RVA., capta bien el énfasis del participio griego en el tiempo presente no está llevando fruto, una construcción que describe una acción continua, un estilo de vida.
El labrador trabaja con la expectativa de una cosecha abundante y toda su atención se dirige a ese fin. Por eso, otro término importante en el pasaje es fruto, que aparece ocho veces. Jesús no define el significado del fruto, pero seguramente incluye principalmente las cualidades internas y espirituales, las del carácter cristiano (ver Mateo 3:8; 7:20; Rom.6:22; Gal.5:22s.; Ef.5:9; Filp.1:11). También el fruto deseado por el Padre incluirá a los nuevos discípulos ganados por el testimonio de ellos (ver Mateo 28:19-20; Hech.1:8).

Nótese: la severidad con que el labrador poda la vid: la quita. El viñador sabe la necesidad de eliminar los gajos que sólo chupan la savia de la planta y que no rinden fruto.
Además, los gajos estériles limitan la producción de las ramas fructíferas.
Observando la operación desde afuera, no sabiendo el propósito del labrador, uno pensaría que está destruyendo la planta. Es una operación radical y dolorosa para la planta, pero necesaria para lograr mayor producción.

Morris comenta que esta eliminación es una parte de la alegoría, pero que no es prueba de que un verdadero creyente pudiera caer de la gracia. Pocas veces encontramos que todos los elementos de una alegoría ofrecen una interpretación obvia.

Ego eimi: Yo soy  Jesús usaba palabras metafóricas para ayudar a sus discípulos a entender sus enseñanzas profundas. Repetidas veces en el Evangelio de Juan él usa expresiones cortas que son inolvidables y presentan la verdad en forma impactante. A pesar de su brevedad y aparente sencillez, es un reto para el creyente profundizar en estos conceptos y aprender su significado para su vida personal. Entre estas palabras están las siete oraciones que empiezan con Yo soy” (ego eimi).
El uso de las dos palabras Yo soy tiene un significado especial para el hebreo, porque les recuerda la respuesta que Dios dio a Moisés cuando éste quería saber el nombre divino antes de ir como enviado de Dios para librar a los hebreos de la esclavitud en Egipto. Dios le respondió: “Yo Soy el que Soy (Ex.3:14).

Para el hebreo el nombre de Dios era demasiado sagrado para pronunciarse, y aquí, vez tras vez, Jesús emplea estas mismas palabras, Yo Soy”. ¡Solamente Dios puede hablar así! ¿Podría él ser el Mesías?

En Por Lo Menos Siete Ocasiones Jesús Usa Estas Palabras Para Definir Su Misión, Su Divinidad:
·      Yo soy el pan de vida” (Juan 6:35);
·      Yo soy la luz del mundo” (Juan 8:12);
·      Yo soy la puerta” (Juan 10:7; 10:9);
·      Yo soy el buen pastor” (Juan 10:11);
·      Yo soy la resurrección y la vida” (Juan 11:25);
·      Yo soy el camino, la verdad, y la vida” (Juan 14:6); y
·      Yo soy la vid verdadera” (Juan 15:1; 15:5).
Con cada una de estas expresiones Jesús amplía la dimensión de la vida que él ha venido a traer a cada uno de los que creen en su nombre.

El trato con la rama que lleva fruto es muy distinto: la limpia para que lleve más fruto. Aun la rama fructífera tiene que someterse a las tijeras del labrador. Con cuidado y suma delicadeza, el labrador va limpiando los brotes o vástagos que tampoco cargan racimos y que restan savia de las ramas que llevan fruto. Nótese el contraste en el propósito entre quita (la eliminación; ver Mateo 3:10) y limpia (producción). El propósito de la limpieza es para que lleve más fruto. El labrador se propone aumentar la producción de cada vid en su viña cada año.

El pronombre vosotros, del v. 3, es enfático, refiriéndose a los once que estaban con Jesús. Sigue el pensamiento de la limpieza del versículo anterior, necesario para producir más fruto”. Jesús aplica la alegoría a los discípulos en caso de que ellos no hubieran captado el propósito de su enseñanza, animandoles con Ya vosotros estáis limpios (ver 13:10).
La cláusula por la palabra significa por causa, o por razón de la palabra. La palabra (logos  G3056; ver 1:1) se refiere a la totalidad de las enseñanzas de Jesús, y os he hablado traduce un verbo en el tiempo perfecto que comunica la idea de algo que tiene vigencia permanente. La palabra de Jesús tiene tres funciones en cuanto a nuestra limpieza moral:
·    Es como un espejo que nos muestra tal cual somos espiritualmente, según la perspectiva de Dios;
·   Nos muestra cómo corregir los defectos que van apareciéndose y nos exhorta a tomar las medidas necesarias cuanto antes.
·   Los que habían oído atentamente la palabra de Jesús, y habían permitido que tuviera entrada en sus vidas, estaban limpios.

Otro término que se repite a través de este pasaje es permanecer” (11 veces) y, unido con la preposición en (4 veces sólo en el v. 4), recalca la relación íntima, vital y perdurable que existe entre las ramas y la vid y, por analogía, que debe existir entre los discípulos y Jesús. Esta relación de morada mutua es vital para la producción de fruto.
El imperativo de mandato se dirige a los once en la primera cláusula Permaneced en mí, y se implica en la segunda asegurad que yo permanezca en vosotros”, porque Jesús no se manda a sí mismo con y yo en vosotros.
 Hovey cita a Godet, quien dijo que Jesús suprime el imperativo en la segunda cláusula porque la segunda acción se considera como la consecuencia inmediata y necesaria de la primera.
Lindars ofrece todavía otra interpretación: la fuerza del imperativo difícilmente se extiende a la segunda cláusula y debe ser equivalente a decir “como yo en vosotros”. Es obvio que la rama no puede producir uvas si no está bien conectada a la vid; tampoco el creyente puede llevar fruto si no está vitalmente unido a Jesús.

El v. 5 repite esencialmente la lección del anterior. Jesús usaba la repetición para grabar lecciones importantes en la mente de los discípulos. El no permanecéis en mí” (v. 4) es equivalente a separados de mí (ver 1:3; Ef.2:12). Lo que había intimado antes, ahora lo declara explícitamente:
Ø las ramas en la alegoría representan a los discípulos.
Obsérvese el énfasis y el contraste entre los pronombres Yo y vosotros, como también el contraste entre la vid y las ramas. Aquí el resultado de la mutua morada perdurable, él en ellos y ellos en él, es que éste está llevando (verbo en el tiempo presente) mucho fruto.

Nótese: el énfasis enfruto” (vv. 2, 4, 16), “más fruto” (v. 2), y mucho fruto (ver vv. 5, 8).

Jesús termina declarando en los términos más categóricos que los creyentes separados de él no sólo no pueden llevar fruto, sino que no pueden hacer absolutamente nada.
Una traducción literalmente sería: “porque aparte de mí, no podéis hacer nada, empleando una doble negación. Este nada podéis hacer se refiere a todo lo que tiene que ver con la extensión del reino de Dios y su glorificación.


Concluyó:

“Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy”.
(Juan 8:58) 

Por último Juan 8:58: Antes que Abraham fuese: El verbo debe ser traducido como «naciera», indicando que la vida de Abraham tuvo un comienzo específico.
Esta afirmación contrasta con el «Yo soy» de Jesús. En otras palabras, él no tuvo principio, sino que es el eterno presente.

Es una demanda de Ser el Yahweh del AT. Que los judíos entendieron el significado de esta demanda, está claro por su reacción (v.59) antes la supuesta blasfema.

Pretender desconocer la Deidad de Jesús El Yo Soy del Antiguo Testamento [el Cristo, Mesías, Jesucristo, Emanuel, etc…] y Crear a Otros Yo soy [De La Razón Humanizada] es la más grande falacia de la Religión y las sectas, al desconocer al Único Camino a Dios el Padre.

Escuchando las afirmaciones de Jesús de sí mismo como Dios:

YO SOY”: El Pan De Vida; La Luz Del Mundo; La Puerta; El Buen Pastor; La Resurrección y La Vida; El Camino, y La Verdad, y La Vida; La Vid Verdadera. Escuchar estas Verdades del mismo Señor da seguridad, a todos  aquellos que han creído en ÉL.
Durante toda la historia de la Iglesia, y aun antes de ella por los profetas; que sin verlo creían en él Mesías por la promesa dada por Dios Mismo; y Él ahora está invitando a muchas personas a venir a Jesús tal como están [cual fuese tu pecado], porque ya pago por todos [hace más de 2,000 años] en la cruel  CRUZ por ti [acéptalo] y por mi…  
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Notas y Bibliografía:
[1] hayah = (הָיָה, H1961), «ser, acontecer, llegar a ser». Este verbo solo se encuentra en hebreo y arameo. Se constatan unos 3,560 casos del término en el Antiguo Testamento, tanto en hebreo como en arameo.
A menudo el verbo indica más que existencia o identidad (esto se puede hacer aun sin el verbo). Más bien, enfatiza de manera muy particular la existencia (ser) o la presencia de una persona u objeto. Sin embargo, en las versiones en castellano se suele usar simplemente el término «acontecer». (VINE).
[2] H834 אֲשֶׁר = Asher: pronombre relativamente primario (de todo género y número); quién, cuál, qué, que; también (como adverbio y como conjunción) cuándo, dónde, cómo, porque, para que, etc.:- cuándo, en lugar, cuándo, dónde, cómo, porque, para qué. [Dado que es indeclinable, frecuentemente lo acompaña el pronombre personal como interjección, usado para mostrar la relación]. (Strong).
[3] ego = (ἐγώ, G1473), caso nominativo del pronombre personal de la primera persona. Sin embargo, generalmente no se emplea en griego como tampoco en castellano, estando implicado en la desinencia verbal; así, luo significa «desato». Cuando el pronombre ego se añade al verbo, es casi invariablemente, por no decir que siempre, enfático. El énfasis puede no ser demasiado evidente en algunos casos, como p. ej., Mateo 10:16, pero incluso ahí puede ser tomado en el sentido de que hay algo más de énfasis que si se omitiera el pronombre. Con mucho, el mayor número de los casos se encuentra en el Evangelio de Juan, y ello en declaraciones del Señor acerca de sí mismo (p. ej. 4:14, 26, 32 ,38; 5:34, 36, 43, 45; 6:35, 40, 41, 48, 51, dos veces, 63, 70). Ejemplos en las Epístolas son Romanos 7:9; 7:14; 7:17; 7:20, dos veces, 24, 25. Hay más en este capítulo que en cualquier otro fuera del Evangelio de Juan.
En otros casos del pronombre aparte del nominativo, es por lo general más necesario para expresar el sentido, aparte de cualquier énfasis.
Notas: (1) Kago (esto es, kai = ego) significa «aun yo» o «también yo» (p. ej., Mateo 2:8; 10:32-33); se traduce «y yo» en pasajes como Mateo 11:28; Lucas 2:48, etc. (2) Para jemautou, traducido «como yo» en 1 Cor.7:7, véase, Nº 2, y también ME, MISMO, PROPIO. (VINE).
[4] G1510 εἰμί = eimí: primario pers. Singular presente indicativo; forma prolongada de un verbo primario y defectivo verb; yo existo (usado solo cuando es enfático):- ser. Véase también G1488, G1498, G1511, G2258, G2071, G2070, G2075, G2076, G2771, G2468, G5600, G5607. (Strong).
[5] Jehová: Por HA-SHEM: Que significa El-nombre, para referirnos al nombre santo. Los judíos evitamos mencionar el nombre santo para no tomarlo en vano.
Hoy en día, pocos son los que saben pronuncia las cuatro letras del nombre santo YHVH = (יְהוָֹה = Yejová). Jehová no es necesariamente una traducción y pronunciación fiel, es el resultado de conjugar las vocales de Ado-nai (ADONAI), con las letras o consonantes del nombre santo (ya que las vocales en hebreo), y reemplazar la Y por  J, lo cual es inapropiado. Consideremos conducirnos con respeto y utilizaremos Ha-Shem, para referirnos al nombre santo de D-os. (Rabino: Judío-Mesiánico: David ben Yehudah).
[6] kosmos = (κόσμος, G2889), primariamente orden, disposición, ornamento, adorno (1 P.3:3: «atavío», rvr; «adorno», rv; véase ADORNO, B, Nº 1). Se utiliza para denotar:
(a) la tierra (p.ej., Mt.13:35; Juan 21:25; Hech.17:24; Rom.1:20, donde probablemente se refiere al universo; entre los griegos tenía este significado, debido al orden que se observaba en él; 1 Tim.6:7; Heb.4:3; 9:26);
(b) la tierra en contraste con el cielo (1 Jn.3:17; quizá también Rom.4:13);
(c) por metonimia, la raza humana (p.ej., Mateo 5:14); En Juan 1:9, «que viene» (rvr: «venía a este mundo»), se dice de Cristo, no de «todo hombre»; por su venida al mundo él era la luz para todos los hombres (Juan 1:10; 3:16-17, tres veces, 19; Juan 4:42, y frecuentemente en Romanos, 1 Corintios y 1 Juan);
(d) los gentiles en distinción a los judíos (p.ej., Rom.11:12; 11:15, donde el significado es que todos los que quieran pueden ser reconciliados; cf. 2 Cor.5:19);
(f) la suma de las posesiones temporales (Mateo 16:26; 1 Cor.7:31 a);
(g) metafóricamente, de la lengua como «un mundo de maldad» (Stg.3:6), expresando magnitud y variedad. (VINE).
[7] thura = (θύρα, G2374), puerta. Se utiliza:
(a) literalmente (p.ej., Mateo 6:6; 27:60);
(b) metafóricamente, de Cristo (Juan 10:7; 10:9); de la fe, por la aceptación del evangelio (Hech.14:27); de oportunidades para la predicación y enseñanza de la Palabra de Dios (1 Cor.16:9; 2 Cor.2:12; Col.4:3; Ap.3:8); de entrada en el Reino de Dios (Mateo 25:10; Lucas 13:24-25); de la entrada de Cristo en el corazón arrepentido de un creyente (Ap.3:20); de la inminencia de la Segunda Venida de Cristo (Mateo 24:33; Marcos 13:29; comp. Stg.5:9); del acceso a la contemplación de visiones relacionadas con los propósitos de Dios (Ap.4:1). Se traduce «entrada» en Mateo 27:60; Marcos 16:3, en ambos casos de la entrada a un sepulcro. Véase ENTRADA. (VINE).
[8] G2570 καλός = kalós: de afinidad incierta; propiamente hermoso, pero principalmente (figurativamente) bueno (literalmente o moralmente), i.e. valioso o virtuoso (por apariencia o uso, y así distinguido de G18; que es propiamente intrínseco:- recto, honradamente, honroso, mejor, bien, bueno. (Strong).
[9] poimen = (ποιμήν, G4166), se utiliza:
(a) en su sentido natural, de uno que cuida manadas o rebaños, no meramente uno que los alimenta (Mateo 9:36; 25:32; Marcos 6:34; Lucas 2:8; 2:15; 2:18; 2:20; Juan 10:2; 10:12);
(b) metafóricamente, de Cristo (Mt.26:31; Mr.14:27; Juan 10:11; 10:14; 10:16; Heb.13:20; 1 P.2:25);
(c) asimismo metafóricamente, de aquellos que ejercen el pastorado en la iglesia de Cristo (Ef.4:11). Los pastores conducen tanto como apacientan la grey; comp. Hech.20:28, que, con el v. 17, indica que este era el servicio encomendado a los ancianos (supervisores u obispos); lo mismo en 1 P.5:12: «apacentad la grey de Dios… cuidando de ella»; esto involucra un cuidado tierno y supervisión llena de atención.
Nota: (1) El verbo jegeomai, conducir el camino, presidir, tener el gobierno, se traduce «pastores» en Heb.13:7; 13:17; 13:24 (rv, rvr, rvr77; vm: «tenían el gobierno» en los tres vv.); véanse DIRIGIR, Nº 3, GOBERNAR, Nº 3, Nº 2, y TENER POR. (2) Para arquipoimen, «príncipe de los pastores» en 1 P.5:4, véase. (3) Para bosko, traducido «pastores» en Lucas 8:34 (rvr: «que apacentaban»). (VINE).
[10] probaton = (πρόβατον, G4263), de probaino = ir adelante, esto es, del movimiento de los cuadrúpedos, se utilizaba entre los griegos para denotar ganado menor, ovejas y cabras. En el NT., solo de ovejas:
(a) literalmente (p.ej., Mateo 12:11-12);
(b) metafóricamente, de aquellos que pertenecen al Señor, las ovejas perdidas de la casa de Israel (Mateo 10:6); de aquellos que están bajo el cuidado del Buen Pastor (p.ej., Mateo 26:31; Juan 10:1, lit., «el redil de las ovejas», y vv. 2-27; Juan 2:16-17 en tr y otras autoridades; Heb.13:20); de aquellos que en un día futuro, cuando la introducción del reinado milenial, habrán mostrado bondad hacia su pueblo terrenal perseguido en su gran tribulación (Mateo 25:33); de los vestidos de los falsos profetas (Mateo 7:15);
(c) en sentido figurado, en forma de símil, de Cristo (Hechos 8:32); de los discípulos (p.ej., Mateo 10:16); de verdaderos seguidores de Cristo en general (Rom.8:36); de la condición anterior de aquellos que se han cobijado bajo su cuidado de Pastor (1 P.2:25); de las multitudes que buscaron la ayuda de Cristo en los días de su carne (Mateo 9:36; Marcos 6:34). (VINE).
[11] anastasis = (ἀνάστασις, G386), denota:
(I) un levantamiento (ana = arriba, y jistemi = poner en pie) (Lucas 2:34: «levantamiento»); el Niño iba a ser como una piedra contra la que muchos en Israel tropezarían, en tanto que otros encontrarían en su fortaleza y firmeza un medio de su salvación y vida espiritual;
(II) de la resurrección de entre los muertos:
(a) de Cristo (Hech.1:22; 2:31; 4:33; Rom.1:4; 6:5; Filp.3:10; 1 P.1:3; 3:21); por metonimia, de Cristo como el autor de la resurrección (Juan 11:25);
(b) de aquellos que son de Cristo, en su parusia, véase ADVENIMIENTO (Lucas 14:14 : «la resurrección de los justos»; Lucas 20:33; 20:35-36; Juan 5:29 a: «la resurrección de vida»; Juan 11:24; Hech.23:6; 24:15 a; 1 Cor.15:21; 15:42; 2 Tim.2:18; Heb.11:35 b; Ap.20:5: «la primera resurrección»; de ahí que la inserción de «es» denota la finalización de esta resurrección, de la que Cristo fue «las primicias»; Ap.20:6;
(c) del resto de los muertos, después del milenio, cf. Ap.20:5 (Juan 5:29 b: «la resurrección de condenación»; Hech.24:15 b: «de los injustos»);
(d) de aquellos que fueron resucitados en una relación más inmediata con la resurrección de Cristo, y que así ya tuvieron parte en la primera resurrección (Hech.26:23 y Rom.1:4; siendo que en ambos pasajes «muertos» es plural; véase Mateo 27:52);
(e) de la resurrección mencionada en términos generales (Mateo 22:23; Marcos 12:18; Lucas 20:27; Hech.4:2; 17:18; 23:8; 24:21; 1 Cor.15:12-13; Heb.6:2);
(f) de aquellos que fueron resucitados en los tiempos del AT., para volver a morir (Heb.11:35 a, lit. «fuera de resurrección»). (VINE).
[12] G2222 ζωή = zoé: de G2198; vida (literalmente o figurativamente):- vida, vivir. Compare H5590. (Strong).
-   e- Sword-the. LEDD.
-   Biblia de Estudio RYRIE.
-   Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 24//11//2017.