Parte III:
LOS SIETE “Yo Soy” DE JESÚS:
(Juan 6:48; 8:12; 10:7; 10:11; 11:25; 14:6; 15:5)
“Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás”. “Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”. “Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas”. “Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá”. Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”. “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer”.
(Juan 6:48; 8:12; 10:7; 10:11; 11:25; 14:6; 15:5)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
El acto de Marta de salir a encontrar a
Jesús concuerda con el relato de ella como una persona activa en Lucas
10:38-42. María que se quedó en casa es la misma persona más reflexiva que
activa que encontramos en el relato de Lucas Las palabras de Marta en el v. 21 son idénticas a las de María en
el v. 32, lo que sugiere que las hermanas
habían llegado a esa conclusión después de discutir las distintas posibilidades.
Era claro que existía una gran fe en el poder sanador de Jesús.
Pero la fe de Marta fue más lejos como
lo muestra el v. 22. Pareciera que estaba
alcanzando un rayo de fe al afirmar que creía que Dios respondería a cualquier
pedido de Jesús. Tu hermano resucitará (23)
tiene un doble significado. Marta lo tomó como una seguridad convencional de la
resurrección en el día final, pero Jesús tenía otra intención. Causa poca
sorpresa que Marta no haya captado la implicación de una resurrección inmediata de entre
los muertos.
El punto sobresaliente del relato es el “Yo soy”,
que aparece en el v. 25. Jesús se
identificó tanto con la resurrección como con la vida, que son aspectos complementarios
de una misma cosa. Sin embargo, el propósito de la misión del Cristo resucitado
es el de traer vida en el sentido más pleno. La resurrección precede a la vida
porque la nueva vida es el producto de la resurrección.
El camino a esa vida es por medio de la fe y
Jesús desafió a Marta al respecto. No estaba pidiendo una confesión de fe en él
mismo sino en su afirmación; el énfasis aquí recae en el contenido de la fe.
La respuesta de Marta (27) presenta una notable similitud con
la declaración del propósito de Juan (Juan 20:31), como si esa confesión fuera
el modelo sobre el cual se quiere apoyar todo el Evangelio. Es imposible decir
cuánto entendió Marta del carácter mesiánico de Jesús o de que era Hijo de
Dios. Pero no hay duda de que para Juan
el contenido de su declaración fuera de la mayor importancia. La fe que no alcanza a un concepto tan elevado de Cristo
es inadecuada.
2.6. “YO SOY”:
El Camino, y La Verdad, y La Vida. (Juan
14:4-6):
“Jesús le dijo: Yo
soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie
viene al Padre, sino por mí”. (Juan 14:6)
Etimología:
G3598 ὁδός = jodós: aparentemente palabra
primaria; camino, carretera; por implicación progreso (la ruta, acto o
distancia); figurativamente modo o medio:- camino, proceder. (Strong).
G225 ἀλήθεια = alédseia: de G227;
verdad:- veraz,
verdad, verdaderamente. (Strong).
G2222 ζωή = zoé: de G2198; vida (literalmente
o figurativamente):- vida, vivir. Compare H5590.
(Strong).
El v.
4 sigue el pensamiento del anterior donde Jesús anunciaba su salida a la
casa de su Padre para preparar un lugar para los discípulos. Él da por sentado
que ellos ahora entienden a dónde iba y el camino por el cual iba. Recién les había dicho
con claridad a dónde iba, a Dios en el cielo. Por otro lado, a través de todo
su ministerio, por palabra y por hechos, Jesús les había señalado el camino
por donde él iba, es decir, un camino de abnegación que pasaría finalmente
por la muerte de cruz.
Pero, aparte de una alusión a Isaías
40:3 en Juan 1:23, el término
traducido camino
se encuentra sólo aquí y en los próximos dos versículos en este Evangelio. Es
curioso que este término que se usa tan poco en Juan haya llegado a referirse
al cristianismo (ver Hech. 9:2; 19:9, 23; 24:14, 22). Se nota que mucho antes
los esenios de Qumran lo habían usado también para referirse a su secta,
probablemente por influencia de la referencia en Isaías.
Plummer encuentra una leve reprensión en
las palabras de Jesús por considerar que, al decir sabéis a dónde voy,
realmente estaba diciendo “pudierais haber sabido, si tan solamente hubieseis
prestado atención”.
Culpepper observa que en el discurso de
despedida que se inicia en 13:31 y se extiende hasta el fin del cap. 14, los discípulos interrumpen cuatro veces:
Ø Pedro
(13:36);
Ø Tomás (14:5);
Ø Felipe
(14:8); y
Ø Judas, no el Iscariote (14:22).
Tomás apareció por primera vez en el
episodio de Lázaro (11:16), donde se
mostró dispuesto a morir con Jesús.
Mateos-Barreto opinan que el problema de
Tomás es que él consideraba la muerte como la meta y el punto final, no un paso
para llegar a la meta. Algunos consideran a Tomás como un tanto lerdo en lo
intelectual y lo espiritual, pero en todo caso es honesto y dispuesto a revelar
su ignorancia por preguntar, cualidades por cierto loables.
Él, como los otros, estaría todavía con
un concepto mesiánico equivocado que incluía el restablecimiento del trono de
David en Jerusalén. Querían saber por qué Jesús hablaba de ir a otro lugar.
La pregunta de Tomás da lugar a una de
las afirmaciones más conocidas de Jesús en cuanto a su identidad y su misión.
Aparece otra vez la expresión griega ego G1473 eimi G1510 “Yo Soy”,
el eterno ser divino, la Sexta De Siete Veces que Juan la registra (ver 6:35, 48; 8:12; 10:7, 9, 11, 14;
11:25; 14:6; 15:1, 5).
El pronombre Yo es doblemente enfático, por
posición y por el uso cuando la primera persona singular ya se ve en la forma
del verbo, como en castellano. Tomás, y seguramente los demás, estaban
preocupados por la salida de su Maestro y por el destino, pero Jesús quiere
enfatizar la importancia de saber el camino para llegar al Padre.
Los
tres términos (camino, verdad y vida) pueden relacionarse en varias maneras.
Culpepper sugiere que el camino
puede ser el proceso, la verdad el medio o meta, y la vida el resultado:
· El camino puede
conducir a la verdad y la vida, o
· la verdad y la vida pueden explicar por qué Jesús es el camino.
La ironía es que las afirmaciones no son
tan obvias; los discípulos no entienden la verdad y cómo podría él ser la vida
si al día siguiente moriría.
Mateos-Barreto opinan que la vida es el
único término de los tres que es absoluto; los otros dos son relativos y
subordinados, y conducen a la vida.
El camino recibe énfasis por repetición
en los vv. 4, 5 y 6. Jesús no sólo explica, señala y
discute el camino, sino que él mismo es el camino; porque por él, y únicamente
por él, tenemos redención y vida nueva. Tampoco
es “un camino”, sino
que es el único camino.
Por
otro lado, las afirmaciones de Jesús son exclusivistas:
Nadie
Viene Al Padre, Sino Por Mí:
· El camino
habla de una conexión entre dos puntos; en este caso sería entre el hombre y
Dios, Jesús siendo el puente.
· Él es la verdad; no sólo la enseña y la discute, sino que es la misma y plena
encarnación de la verdad redentora, la que revela a Dios (ver 1:14).
· Jesús también es la vida (ver 1:4) y la fuente de toda vida,
tanto física como espiritual.
Moule y Turner llaman la atención al caso
inusual en el griego del artículo definido ante cada uno de los tres términos,
concluyendo que sirven para agregar énfasis en su carácter único y absoluto.
En
resumen,
podemos
decir que estas afirmaciones de Jesús expresan en los términos más enfáticos y
categóricos que su obra a favor de los hombres es absolutamente suficiente y
única: nadie viene al Padre, sino por mí.
Existe
un número importante de variantes en el texto griego del v. 7, mayormente en
relación con el tiempo de los verbos. La tendencia, basados en el texto en
castellano, es la de poner el énfasis en el pronombre me. Sin embargo, el
énfasis recae sobre el verbo habéis conocido porque el pronombre sigue al verbo
en el texto gr. y es enclítico.
En la segunda cláusula el Padre recibe
el énfasis porque se ubica primero en el texto gr. La RVA sigue el texto con
las variantes que aparecen en el texto de las Sociedades Bíblicas Unidas, al
traducir el primer verbo, en el tiempo perfecto, habéis conocido; el segundo
está en el tiempo futuro y se traduce conoceréis.
Nótese: la referencia a
mi Padre
y no a “el
Padre” (v. 6).
Vincent comenta
que este cambio enfatiza el conocimiento del Padre en su relación con el
Hijo.
2.7. “YO SOY”:
La Vid Verdadera. (Juan 15:1-5):
“Yo soy la
vid verdadera, y mi Padre es el labrador”.
Etimología:
G288 ἄμπελος = ámpelos: probablemente
de la base de G297 y la de G257; vid (como enrrollándose
en un soporte):- uva, vid, viña. (Strong).
G228 ἀληθινός = aledsinós: de G227;
verdadero, veraz:- sincero, verdadero. (Strong).
Es muy tentador imaginarnos que Jesús y
los discípulos hayan salido del aposento alto (ver 14:31b), y yendo hacia Getsemaní, se hayan detenido ante la fachada
del templo. A la luz de la luna llena pudieron ver con claridad la vid, el
símbolo de Israel, esculpida en el mármol sobre la entrada del templo.
O, si adoptamos la opinión de Morgan,
ellos estaban sentados en un lugar cerca del arroyo Quedrón donde podían ver a
la luz de la luna las viñas en su derredor. En numerosos pasajes vemos que el
Señor es el dueño y labrador de su “viña” Israel (ver Salmo 80:8-19; Is.5:1-7;
27:2-6; Jer.2:21; 5:10; 6:9; 12:10-11; Ez.19:10 ss.). Él la había desarraigado
de Egipto y la había trasplantado en Palestina. La había cultivado, cuidado y limpiado,
todo en la esperanza de que produjera fruto, buen fruto, mucho fruto.
Pero
su “viña” no produjo fruto, o produjo fruto agrio.
Por
lo tanto, él tenía que podarla, limpiarla y trabajarla, quemando los gajos infructíferos, para obtener lo
que esperaba de ella.
Con este trasfondo en mente, Jesús
presenta una sencilla alegoría a sus
discípulos por medio de la cual enseña cuáles son las demandas del discipulado
y lo que es necesario que ellos hagan para satisfacer sus demandas. Jesús
primero describe su relación con el Padre (vv.
1-5).
Al
leer este pasaje uno debe notar especialmente los tres personajes destacados: Jesús, su Padre y los discípulos.
También hay tres palabras clave que, por
su repetición y asociación entre sí, requieren una atención especial:
Ø “en”,
Ø “permanecer”, y
Ø “fruto”.
Jesús inicia este discurso con el último
de los “Yo
Soy” (ego G1473 eimi G1510; ver 6:35) en este libro, una expresión que
enfatiza su “eterno
ser”, esta vez haciéndose semejante a una vid. Dos de los tres
componentes básicos de la alegoría
se presentan en este versículo.
El término vid se refiere a una planta que
produce uvas,
no a la viña que comprende muchas plantas. Es la única ocasión que agrega y mi
Padre... al “Yo
soy”, pero este concepto corre a través de Juan. Jesús se presenta
como el mediador, el que obra en el mundo, pero en perfecto acuerdo y comunión
con el Padre quien obra desde el cielo (ver 14:10).
Según Bultmann, el trasfondo de la
figura de la vid es la idea gnóstica del “árbol de vida”. Sin embargo, como se comentó
antes, la mayoría de los comentaristas opinan que Jesús tenía en mente el
simbolismo de la vid en el AT. Josefo, el historiador judío, describe una gran
vid dorada, puesta en la entrada del templo que fue construido por Herodes.
Supongamos que Jesús se haya detenido
con los discípulos ante el templo, con la figura de la vid, símbolo de Israel, esculpida en
mármol a la vista con la luz de la luna llena, y mirando hacia arriba dijera: “ésa no, Yo
soy la vid verdadera…”, ¡qué enfático, qué
dramático y qué impresionante hubiera sido para los discípulos!
Plummer se imagina que quizás estaban
todavía en el aposento alto y Jesús señalaba una rama de vid que entraba por la
ventana. En efecto, él estaba comparándose con el Israel nacional, “la vid”
del AT., y afirmando que ésa ya no era la verdadera, sino que estaba siendo
reemplazada. Jesús se presenta como la vid verdadera, genuina, ideal y perfecta.
Él y únicamente él, no la nación judía, ni el cristianismo institucional que
estaba por nacer, constituirían la vid nueva y verdadera (ver 1:9).
La del AT., no cumplió el propósito de
Dios, pero la nueva y verdadera sí lo haría.
Nótese: la
relación estrecha entre el Padre, quien es el labrador, y la vid, que es su
Hijo. El término labrador traduce un vocablo griego compuesto de “tierra”
y “obra”, dando
la idea de uno que trabaja en la tierra. El Padre se presenta como realizando
su voluntad por intermedio de su Hijo.
El término rama (v. 2) traduce un vocablo (klema G2814) que se deriva de un verbo que
significa “romper”,
y de allí la idea de algo que “sale de” o “parte de” otra fuente. La RVR
1960 emplea el término “pámpano”, menos conocido, en lugar de rama. A
veces el término “gajo” también se emplea para traducirlo. Este
término se usa en el NT., sólo en este pasaje (vv. 2, 4-6). La pequeña preposición en, que se escribe igual en el
griego (en G1722), juega un
rol tremendamente importante en esta sección, con nada menos que 16 menciones.
En la gramática, la preposición sirve para establecer la relación entre
dos o más objetos, y en este caso connota una relación estrecha y vital. No es
al lado de, ni arriba de, ni debajo de, ni detrás de, ni delante de, ni
alrededor de, sino en mí. Jesús había enfatizado esa clase de relación entre él
y el Padre (ver 14:10, 11), entre el
Espíritu Santo y los discípulos (14:17)
y entre él, el Padre y los discípulos (14:20,
23).
Ahora
esa unión vital es esencial para poder llevar fruto. Toda rama que
en mí no está llevando fruto no se refiere a los judíos, ni a los gentiles,
sino a los seguidores de Jesús. La RVA., capta bien el énfasis del participio
griego en el tiempo presente no está llevando fruto, una construcción que
describe una acción continua, un estilo de vida.
El labrador trabaja con la expectativa de una
cosecha abundante y toda su atención se dirige a ese fin. Por eso, otro término
importante en el pasaje es fruto, que aparece ocho veces. Jesús no define el
significado del fruto, pero seguramente incluye principalmente las cualidades
internas y espirituales, las del carácter cristiano (ver Mateo 3:8; 7:20;
Rom.6:22; Gal.5:22s.; Ef.5:9; Filp.1:11). También el fruto deseado por el Padre
incluirá a los nuevos discípulos ganados por el testimonio de ellos (ver Mateo 28:19-20;
Hech.1:8).
Nótese: la
severidad con que el labrador poda la vid: la quita. El viñador sabe la necesidad de eliminar los gajos que sólo chupan
la savia de la planta y que no rinden fruto.
Además, los gajos
estériles limitan la producción de las ramas fructíferas.
Observando la operación
desde afuera, no sabiendo el propósito del labrador, uno pensaría que está
destruyendo la planta. Es una operación radical y dolorosa para la planta, pero
necesaria para lograr mayor producción.
Morris comenta que esta eliminación es
una parte de la alegoría, pero que no es prueba de que un verdadero creyente
pudiera caer de la gracia. Pocas veces encontramos que todos los elementos de
una alegoría ofrecen una interpretación obvia.
Ego
eimi: Yo soy Jesús usaba palabras metafóricas para ayudar a
sus discípulos a entender sus enseñanzas profundas. Repetidas veces en el
Evangelio de Juan él usa expresiones cortas que son inolvidables y presentan la
verdad en forma impactante. A pesar de su brevedad y aparente sencillez, es un
reto para el creyente profundizar en estos conceptos y aprender su significado
para su vida personal. Entre estas palabras están las siete oraciones que
empiezan con “Yo
soy” (ego eimi).
El uso de las dos palabras “Yo soy”
tiene un significado especial para el hebreo, porque les recuerda la respuesta
que Dios dio a Moisés cuando éste quería saber el nombre divino antes de ir
como enviado de Dios para librar a los hebreos de la esclavitud en Egipto. Dios
le respondió: “Yo
Soy el que Soy” (Ex.3:14).
Para el hebreo el nombre de Dios era
demasiado sagrado para pronunciarse, y aquí, vez tras vez, Jesús emplea estas
mismas palabras, “Yo Soy”. ¡Solamente Dios puede hablar así! ¿Podría
él ser el Mesías?
En
Por Lo Menos Siete Ocasiones Jesús Usa Estas Palabras Para Definir Su Misión, Su Divinidad:
· “Yo soy el pan de vida”
(Juan 6:35);
· “Yo soy la luz del mundo”
(Juan 8:12);
· “Yo soy la puerta”
(Juan 10:7; 10:9);
· “Yo soy el buen pastor”
(Juan 10:11);
· “Yo soy la resurrección
y la vida” (Juan 11:25);
· “Yo soy el camino, la
verdad, y la vida” (Juan 14:6); y
· “Yo soy la vid verdadera”
(Juan 15:1; 15:5).
Con cada una de estas expresiones Jesús
amplía la dimensión de la vida que él ha venido a traer a cada uno de los que
creen en su nombre.
El
trato con la rama que lleva fruto es muy distinto: la
limpia para que lleve más fruto. Aun la rama fructífera tiene que
someterse a las “tijeras” del labrador. Con cuidado y suma delicadeza, el
labrador va limpiando los brotes o vástagos que tampoco cargan racimos y que
restan savia de las ramas que llevan fruto. Nótese el contraste en el propósito
entre quita (la eliminación; ver Mateo 3:10) y limpia (producción). El
propósito de la limpieza es para que lleve más fruto. El labrador se propone
aumentar la producción de cada vid en su viña cada año.
El
pronombre vosotros, del v. 3, es enfático, refiriéndose a los once
que estaban con Jesús. Sigue el pensamiento de la limpieza del versículo
anterior, necesario para producir “más fruto”. Jesús aplica la alegoría a los
discípulos en caso de que ellos no hubieran captado el propósito de su
enseñanza, animandoles con Ya vosotros estáis limpios (ver 13:10).
La cláusula por la palabra significa “por causa, o
por razón de la palabra”. La palabra (logos G3056; ver 1:1) se refiere a la totalidad de las enseñanzas de Jesús, y os he
hablado traduce un verbo en el tiempo perfecto que comunica la idea de algo que
tiene vigencia permanente. La palabra de
Jesús tiene tres funciones en cuanto a nuestra limpieza moral:
· Es como un espejo que nos muestra tal cual somos espiritualmente, según la
perspectiva de Dios;
· Nos muestra cómo corregir los defectos que van apareciéndose y nos exhorta a
tomar las medidas necesarias cuanto antes.
· Los que habían oído atentamente la palabra de Jesús, y
habían permitido que tuviera entrada en sus vidas, estaban limpios.
Otro término que se repite a través de
este pasaje es “permanecer”
(11 veces) y, unido con la preposición en (4 veces sólo en el v. 4), recalca la relación íntima, vital y
perdurable que existe entre las ramas y la vid y, por analogía, que debe
existir entre los discípulos y Jesús. Esta relación de morada mutua es vital
para la producción de fruto.
El imperativo de mandato se dirige a los
once en la primera cláusula Permaneced en mí, y se implica en la segunda “asegurad que
yo permanezca en vosotros”, porque Jesús no se manda a sí mismo con
y yo en vosotros.
Hovey cita a Godet, quien dijo que Jesús
suprime el imperativo en la segunda cláusula porque la segunda acción se
considera como la consecuencia inmediata y necesaria de la primera.
Lindars
ofrece todavía otra interpretación: la fuerza del imperativo difícilmente se extiende a la
segunda cláusula y debe ser equivalente a decir “como yo en vosotros”. Es obvio que la rama no puede
producir uvas
si no está bien conectada a la vid; tampoco el creyente puede llevar fruto si no está
vitalmente unido a Jesús.
El
v. 5 repite esencialmente la lección del anterior. Jesús usaba la
repetición para grabar lecciones importantes en la mente de los discípulos. El “no permanecéis
en mí” (v. 4) es equivalente a separados de mí (ver 1:3; Ef.2:12). Lo que había intimado antes, ahora lo
declara explícitamente:
Ø las ramas en la alegoría representan a
los discípulos.
Obsérvese el énfasis y el contraste
entre los pronombres Yo y vosotros, como también el contraste entre
la vid y las ramas. Aquí el resultado de la mutua morada perdurable, él en
ellos y ellos en él, es que éste está llevando (verbo en el tiempo presente)
mucho fruto.
Nótese: el
énfasis en “fruto” (vv. 2, 4, 16), “más fruto” (v. 2), y
mucho fruto (ver vv. 5, 8).
Jesús termina declarando en los términos
más categóricos que los creyentes separados de él no sólo no pueden llevar
fruto, sino que no pueden hacer absolutamente nada.
Una
traducción literalmente sería: “porque aparte de
mí, no podéis hacer nada”, empleando una doble negación. Este
nada podéis hacer se refiere a todo lo que tiene que ver con la extensión del
reino de Dios y su glorificación.
Concluyó:
“Jesús les dijo: De cierto, de cierto os
digo: Antes que Abraham fuese, yo soy”.
(Juan 8:58)
Por último Juan
8:58: Antes que Abraham fuese: El verbo debe
ser traducido como «naciera», indicando que la vida de Abraham tuvo un
comienzo específico.
Esta
afirmación contrasta con el «Yo soy» de Jesús. En otras palabras, él no tuvo principio,
sino que es el eterno presente.
Es una demanda
de Ser el Yahweh del AT. Que los judíos entendieron el significado de esta
demanda, está claro por su reacción (v.59)
antes la supuesta blasfema.
Pretender
desconocer la Deidad de Jesús “El Yo Soy” del Antiguo Testamento [el Cristo,
Mesías, Jesucristo, Emanuel, etc…] y Crear a Otros “Yo soy” [De La Razón
Humanizada] es la más grande falacia de la Religión y las sectas, al desconocer
al Único
Camino a Dios el Padre.
Escuchando las
afirmaciones de Jesús de sí mismo como Dios:
“YO SOY”: El Pan De Vida; La Luz Del Mundo; La
Puerta; El Buen Pastor; La Resurrección y La Vida; El Camino, y La
Verdad, y La Vida; La Vid Verdadera. Escuchar estas Verdades del mismo Señor da seguridad, a
todos aquellos que han creído en ÉL.
Durante
toda la historia de la Iglesia, y aun antes de ella por los profetas; que sin
verlo creían en él Mesías por la promesa dada por Dios Mismo; y Él ahora está
invitando a muchas personas a venir a Jesús tal como están [cual fuese tu
pecado],
porque ya pago por todos [hace más de 2,000
años] en la cruel CRUZ por ti [acéptalo] y por mi…
___________
Notas
y Bibliografía:
[1] hayah = (הָיָה, H1961), «ser,
acontecer, llegar a ser». Este verbo solo se encuentra en hebreo y
arameo. Se constatan unos 3,560 casos del término en el Antiguo Testamento, tanto
en hebreo como en arameo.
A menudo el verbo indica más que
existencia o identidad (esto se puede hacer aun sin el verbo). Más bien,
enfatiza de manera muy particular la existencia (ser) o la presencia de una
persona u objeto. Sin embargo, en las versiones en castellano se suele usar
simplemente el término «acontecer». (VINE).
[2] H834 אֲשֶׁר = Asher: pronombre relativamente primario
(de todo género y número); quién, cuál, qué, que; también (como adverbio y como
conjunción) cuándo, dónde, cómo, porque, para que, etc.:- cuándo, en lugar, cuándo, dónde, cómo,
porque, para qué. [Dado que es indeclinable, frecuentemente lo acompaña
el pronombre personal como interjección, usado para mostrar la relación]. (Strong).
[3] ego = (ἐγώ, G1473), caso
nominativo del pronombre personal de la primera persona. Sin embargo,
generalmente no se emplea en griego como tampoco en castellano, estando
implicado en la desinencia verbal; así, luo significa «desato». Cuando el
pronombre ego se añade al verbo, es casi invariablemente, por no decir que
siempre, enfático. El énfasis puede no ser demasiado evidente en algunos casos,
como p. ej., Mateo 10:16, pero incluso ahí puede ser tomado en el sentido de
que hay algo más de énfasis que si se omitiera el pronombre. Con mucho, el
mayor número de los casos se encuentra en el Evangelio de Juan, y ello en
declaraciones del Señor acerca de sí mismo (p. ej. 4:14, 26, 32 ,38; 5:34, 36, 43,
45; 6:35, 40, 41, 48, 51, dos veces, 63, 70). Ejemplos en las Epístolas son
Romanos 7:9; 7:14; 7:17; 7:20, dos veces, 24, 25. Hay más en este capítulo que
en cualquier otro fuera del Evangelio de Juan.
En otros casos del pronombre
aparte del nominativo, es por lo general más necesario para expresar el
sentido, aparte de cualquier énfasis.
Notas:
(1) Kago (esto es, kai = ego)
significa «aun yo» o «también yo» (p. ej., Mateo 2:8; 10:32-33);
se traduce «y yo» en pasajes como
Mateo 11:28; Lucas 2:48, etc. (2)
Para jemautou, traducido «como yo»
en 1 Cor.7:7, véase, Nº 2, y también ME, MISMO, PROPIO. (VINE).
[4] G1510 εἰμί = eimí: primario pers. Singular
presente indicativo; forma prolongada de un verbo primario y defectivo verb; yo existo
(usado solo cuando es enfático):- ser. Véase también G1488, G1498, G1511,
G2258, G2071, G2070, G2075, G2076, G2771, G2468, G5600, G5607. (Strong).
[5] Jehová: Por HA-SHEM: Que significa “El-nombre”,
para referirnos al nombre santo. Los judíos evitamos mencionar el nombre santo
para no tomarlo en vano.
Hoy en día, pocos son los que
saben pronuncia las cuatro letras del nombre santo “YHVH” = (יְהוָֹה = Yejová).
Jehová no es necesariamente una traducción y pronunciación fiel, es el
resultado de conjugar las vocales de Ado-nai (ADONAI), con las letras o
consonantes del nombre santo (ya que las vocales en hebreo), y reemplazar la Y
por J, lo cual es inapropiado. Consideremos
conducirnos con respeto y utilizaremos Ha-Shem, para referirnos al nombre santo
de D-os. (Rabino: Judío-Mesiánico: David ben Yehudah).
[6] kosmos = (κόσμος, G2889), primariamente
orden, disposición, ornamento, adorno (1 P.3:3: «atavío», rvr; «adorno», rv;
véase ADORNO, B, Nº 1). Se utiliza para denotar:
(a) la tierra (p.ej., Mt.13:35; Juan
21:25; Hech.17:24; Rom.1:20, donde probablemente se refiere al universo; entre
los griegos tenía este significado, debido al orden que se observaba en él; 1
Tim.6:7; Heb.4:3; 9:26);
(b) la tierra en contraste con el
cielo (1 Jn.3:17; quizá también Rom.4:13);
(c) por metonimia, la raza humana
(p.ej., Mateo 5:14); En Juan 1:9, «que viene» (rvr: «venía a este mundo»), se
dice de Cristo, no de «todo hombre»; por su venida al mundo él era la luz para
todos los hombres (Juan 1:10; 3:16-17, tres veces, 19; Juan 4:42, y
frecuentemente en Romanos, 1 Corintios y 1 Juan);
(d) los gentiles en distinción a los
judíos (p.ej., Rom.11:12; 11:15, donde el significado es que todos los que
quieran pueden ser reconciliados; cf. 2 Cor.5:19);
(f) la suma de las posesiones
temporales (Mateo 16:26; 1 Cor.7:31 a);
(g) metafóricamente, de la lengua
como «un
mundo de maldad» (Stg.3:6), expresando magnitud y variedad. (VINE).
[7] thura = (θύρα, G2374), puerta.
Se utiliza:
(a) literalmente (p.ej., Mateo 6:6; 27:60);
(b) metafóricamente, de Cristo (Juan 10:7; 10:9); de
la fe, por la aceptación del evangelio (Hech.14:27); de oportunidades para la
predicación y enseñanza de la Palabra de Dios (1 Cor.16:9; 2 Cor.2:12; Col.4:3;
Ap.3:8); de entrada en el Reino de Dios (Mateo 25:10; Lucas 13:24-25); de la
entrada de Cristo en el corazón arrepentido de un creyente (Ap.3:20); de la
inminencia de la Segunda Venida de Cristo (Mateo 24:33; Marcos 13:29; comp.
Stg.5:9); del acceso a la contemplación de visiones relacionadas con los
propósitos de Dios (Ap.4:1). Se traduce «entrada» en Mateo 27:60; Marcos 16:3, en ambos
casos de la entrada a un sepulcro. Véase ENTRADA. (VINE).
[8] G2570 καλός = kalós: de afinidad incierta;
propiamente hermoso, pero principalmente (figurativamente) bueno (literalmente
o moralmente), i.e. valioso o virtuoso (por apariencia o uso, y así distinguido
de G18; que es propiamente intrínseco:- recto, honradamente, honroso, mejor, bien,
bueno. (Strong).
[9] poimen = (ποιμήν, G4166), se utiliza:
(a) en su sentido natural, de uno
que cuida manadas o rebaños, no meramente uno que los alimenta (Mateo 9:36;
25:32; Marcos 6:34; Lucas 2:8; 2:15; 2:18; 2:20; Juan 10:2; 10:12);
(b) metafóricamente, de Cristo
(Mt.26:31; Mr.14:27; Juan 10:11; 10:14; 10:16; Heb.13:20; 1 P.2:25);
(c) asimismo metafóricamente, de
aquellos que ejercen el pastorado en la iglesia de Cristo (Ef.4:11). Los
pastores conducen tanto como apacientan la grey; comp. Hech.20:28, que, con el
v. 17, indica que este era el servicio encomendado a los ancianos (supervisores
u obispos); lo mismo en 1 P.5:12: «apacentad la grey de Dios… cuidando de
ella»; esto involucra un cuidado tierno y supervisión llena de atención.
Nota:
(1) El verbo
jegeomai, conducir el camino, presidir, tener el gobierno, se traduce
«pastores» en Heb.13:7; 13:17; 13:24 (rv, rvr, rvr77; vm: «tenían el gobierno»
en los tres vv.); véanse DIRIGIR, Nº 3, GOBERNAR, Nº 3, Nº 2, y TENER POR. (2) Para arquipoimen, «príncipe de los
pastores» en 1 P.5:4, véase. (3)
Para bosko, traducido «pastores» en Lucas 8:34 (rvr: «que apacentaban»). (VINE).
[10] probaton = (πρόβατον, G4263), de probaino =
ir adelante, esto es, del movimiento de los cuadrúpedos, se
utilizaba entre los griegos para denotar ganado menor, ovejas y cabras. En el NT.,
solo de ovejas:
(a) literalmente (p.ej., Mateo 12:11-12);
(b) metafóricamente, de aquellos que pertenecen al
Señor, las ovejas perdidas de la casa de Israel (Mateo 10:6); de aquellos que
están bajo el cuidado del Buen Pastor (p.ej., Mateo 26:31; Juan 10:1, lit., «el redil de las ovejas», y vv. 2-27;
Juan 2:16-17 en tr y otras autoridades; Heb.13:20); de aquellos que en un día
futuro, cuando la introducción del reinado milenial, habrán mostrado bondad
hacia su pueblo terrenal perseguido en su gran tribulación (Mateo 25:33); de
los vestidos de los falsos profetas (Mateo 7:15);
(c) en sentido figurado, en forma
de símil, de Cristo (Hechos
8:32); de los discípulos (p.ej., Mateo 10:16); de verdaderos seguidores de
Cristo en general (Rom.8:36); de la condición anterior de aquellos que se han
cobijado bajo su cuidado de Pastor (1 P.2:25); de las multitudes que buscaron
la ayuda de Cristo en los días de su carne (Mateo 9:36; Marcos 6:34). (VINE).
[11] anastasis = (ἀνάστασις, G386), denota:
(I) un levantamiento (ana = arriba,
y jistemi = poner en pie) (Lucas 2:34: «levantamiento»); el Niño iba a
ser como una piedra contra la que muchos en Israel tropezarían, en tanto que
otros encontrarían en su fortaleza y firmeza un medio de su salvación y vida
espiritual;
(II) de la resurrección de entre
los muertos:
(a) de Cristo (Hech.1:22; 2:31; 4:33;
Rom.1:4; 6:5; Filp.3:10; 1 P.1:3; 3:21); por metonimia, de Cristo como el autor
de la resurrección (Juan 11:25);
(b) de aquellos que son de Cristo,
en su parusia, véase ADVENIMIENTO
(Lucas 14:14 : «la resurrección de los justos»; Lucas 20:33; 20:35-36; Juan
5:29 a: «la resurrección de vida»;
Juan 11:24; Hech.23:6; 24:15 a; 1 Cor.15:21; 15:42; 2 Tim.2:18; Heb.11:35 b; Ap.20:5:
«la primera resurrección»; de ahí que la inserción de «es» denota la
finalización de esta resurrección, de la que Cristo fue «las primicias»;
Ap.20:6;
(c) del resto de los muertos,
después del milenio, cf. Ap.20:5 (Juan 5:29 b: «la resurrección de condenación»;
Hech.24:15 b: «de los injustos»);
(d) de aquellos que fueron
resucitados en una relación más inmediata con la resurrección de Cristo, y que
así ya tuvieron parte en la primera resurrección (Hech.26:23 y Rom.1:4; siendo
que en ambos pasajes «muertos» es plural; véase Mateo 27:52);
(e) de la resurrección mencionada en
términos generales (Mateo 22:23; Marcos 12:18; Lucas 20:27; Hech.4:2; 17:18;
23:8; 24:21; 1 Cor.15:12-13; Heb.6:2);
(f) de aquellos que fueron
resucitados en los tiempos del AT., para volver a morir (Heb.11:35 a, lit.
«fuera de resurrección»). (VINE).
[12] G2222 ζωή = zoé: de G2198; vida
(literalmente o figurativamente):- vida, vivir. Compare H5590.
(Strong).
- e- Sword-the. LEDD.
- Biblia de
Estudio RYRIE.
- Pastor: Carlos Ramírez Jiménez.
24//11//2017.