INSTRUCCIÓN DADA POR EL HIJO DE DIOS:
JUAN 13:
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Contraste
1:11–12 y 12:36 con 13:1, y verá que hemos avanzado a una nueva sección del
Evangelio de Juan. «A lo suyo [el mundo] vino, y los
suyos [Su pueblo] no le recibieron». Ahora Él se aparta de su
ministerio público a la nación y se reúne en privado con «los suyos», los discípulos.
Los
capítulos 13 al 16 registran el ministerio de Cristo en el «aposento alto» a los discípulos,
mientras los preparaba para su muerte y la obra que harían después de su
ascensión. El capítulo 13 contiene tres
lecciones importantes para todos los cristianos.
I.
Una Lección De Humildad (Juan 13:1–5):
La acción de Jesús al lavar los pies fue
un ejemplo de humildad y servicio (v. 15):
· En los países del Medio
Oriente eran los esclavos los que lavaban los pies de los invitados;
· aquí Cristo ocupó el lugar
de un esclavo.
Dejó esto en claro para sus discípulos
en los versículos 13–16:
Si su Señor y Maestro les
había lavado los pies, deberían también lavarse los pies unos a otros y
servirse en humildad. Esto
debe haber sido un contundente reproche a los doce, porque esa misma noche ¡habían discutido quién sería el mayor! (véase Lc. 22:24–27).
Las acciones de Cristo en los versículos
1–5 representan lo que hizo cuando dejó el cielo para venir a la tierra:
Ø Se levantó de su trono, dejó
a un lado la expresión externa de su gloria, se hizo siervo y se humilló para morir
en una cruz.
Ø Filipenses 2:5–11 Despojó*[1] delinea
hermosamente estos pasos.
*kenoo = (κενόω, G2758), vaciar. Se
traduce «despojó»
en Filp.2:7. Las cláusulas que
siguen al verbo dan la exégesis de su significado, especialmente las frases «forma de
siervo», y «semejante a los hombres». Cristo no se vació a
sí mismo de su deidad. No dejó de ser lo que era esencial y eternamente. La
Versión Autorizada Inglesa, aunque no da una traducción exacta (traduce «se
hizo carente de gloria»), expresa muy bien lo que hizo el Señor
(véase Gifford sobre la encarnación). Para otros usos de la palabra, véanse Rom.4:14;
1 Cor.1:17; 9:15; 2 Cor.9:3. En la lxx aparece en Jr.14:2; 15:9. (VINE).
Ø Después de completar su
obra de redención, se puso sus vestidos y se sentó (v. 12), describiendo
como sombra anticipada su resurrección, ascensión a la gloria y su sentarse a
la diestra del Padre.
Pedro
debe haber recordado esta lección en humildad años más tarde cuando escribió 1
Pedro 5:5, 6. Lea esos versículos
cuidadosamente:
· Hoy en día, demasiados cristianos están luchando por
reconocimiento y posición, y
· necesitan recordar esta
lección de humildad.
· Dios resiste a los soberbios y
da gracia a los humildes.
II.
Una Lección En Santidad (Juan 13:6–17):
Las
palabras de Cristo a Pedro en el versículo
8 son importantes: «Si no te lavare, no tendrás parte [comunión] conmigo». Hay una diferencia entre unión y
comunión. Pedro estaba en unión con Cristo como uno de «los suyos» por medio de la fe,
pero el pecado puede interrumpir nuestra comunión con el Señor. Hay una
diferencia entre la condición de hijos y la comunión. Solamente en la medida en
que permitimos que Cristo nos limpie podemos permanecer en comunión con Él y
disfrutar de su presencia y poder.
En el versículo 10 Cristo hace una importante
distinción entre lavar y limpieza. El
versículo literalmente dice:
Ø «El que se
ha limpiado de una vez por todas y por completo, no necesita hacer nada más que
lavarse los pies».
Ø En tierra oriental la gente usaba baños
públicos; mientras caminaban por las calles polvorientas los pies se
ensuciaban.
Ø Al llegar a casa no
necesitaban bañarse otra vez; necesitaban únicamente lavarse los pies. Así es
con el creyente.
Cuando
somos salvados, se nos lava por completo (1 Cor. 6:9–11; Tít. 3:5–6); cuando
confesamos nuestros pecados diariamente al Señor, se nos lava nuestros pies y
se limpia nuestro «andar» (1 Jn. 1:7–9).
A los
sacerdotes judíos se les ordenaba que se bañaran por completo (Éx. 29:4), lo
cual es un cuadro de nuestra limpieza de una vez por todas; pero Dios también
proveyó el lavatorio (Éx. 30:17–21) para que lo usaran diariamente para lavarse
las manos y los pies.
Hoy, Cristo limpia a su Iglesia mediante
el agua de la Palabra (Ef. 5:25–26; Jn. 15:3).
· A medida que cada día
leemos la Palabra, permitimos que el Espíritu escudriñe nuestros corazones (Heb. 4:12), y
· luego confesamos nuestros
pecados, mantenemos nuestros pies limpios y andamos en la luz (véase Salm. 119:9).
Es este
lavamiento diario el que mantiene al creyente en comunión con Cristo. La
lección aquí no tiene nada que ver con «conseguir» o «perder» la salvación. Es
estrictamente una cuestión de comunión, de compañerismo con Cristo.
Muchos
creyentes cometen la misma equivocación de Pedro (v. 9); quieren ser salvos (lavados)
de nuevo cuando todo lo que necesitan es solamente lavarse los pies.
III.
Una Lección En Hipocresía (Juan 13:18–38):
Judas estaba en el aposento alto
pretendiendo ser de Cristo. En los versículos 10–11 Cristo dejó en
claro que Él sabía que uno de ellos no era salvo. De tanto éxito fue el engaño
de Judas que incluso los demás discípulos no se dieron cuenta de que era falso.
Cristo
citó primero el Salmo 41:9 (v. 18)
para mostrar que Él sería traicionado. Acababa de lavarle los pies a Judas; ¡ahora Judas
levantaría su calcañar contra Él! Sin embargo, la muerte de Cristo
en la cruz derrotará a Satanás, quien estaba usando a Judas como su
instrumento (vv. 2, 27). Satanás
primero planta el pensamiento en el corazón, luego entra en la persona para
controlar su vida.
Cristo
les citó a los doce este versículo para evitar que tropezaran por la
incredulidad (v. 19). El cristiano
que sabe la Palabra no se desaniman con facilidad por las derrotas que
aparecen en el camino.
En el versículo 21 Cristo les dijo
abiertamente a los discípulos que uno de ellos le iba a traicionar. En
realidad, esta declaración fue una advertencia final a Judas. Cristo le había
lavado los pies, le había citado de la Palabra y ahora le previene sin rodeos,
dándole así la oportunidad para cambiar de opinión.
Juan,
apoyado en el pecho de Jesús, descubrió el secreto y se lo dijo a Pedro, pero
es evidente que ninguno de los hombres entendió claramente el significado de
las palabras de Señor (v. 28).
Es
interesante notar que el cristiano que está más cerca del corazón de Cristo es
el que descubre sus secretos. Cuando Judas aceptó el pan, se rindió a Satanás,
el cual entró en él, haciéndolo un hijo del diablo (véase Jn. 8:44).
Como el
Espíritu Santo, Satanás obra en y a través del cuerpo y la voluntad del ser
humano que se rinden a él. «Era ya de noche» (v. 30), denota la oscuridad
en el corazón de Judas, y además que esta era la hora del poder de las
tinieblas (Lc. 22:53).
Es peligroso que una persona sea como
Judas.
En Marcos 14:21 Jesús dijo:
Ø «¡Bueno le
fuera a ese hombre no haber nacido!».
Ø Judas
pretendía ser cristiano;
Ø jugueteaba
con el pecado;
Ø dilató
la salvación; y
Ø cualquier
persona que hace estas cosas terminará deseando nunca haber nacido.
Hay algunos misterios que rodean a
Judas, pero una cosa es clara: Judas tomó una
decisión deliberada cuando traicionó a Cristo.
En Juan 6:66–71 Cristo le advirtió a
Judas y le llamó «un diablo». Pedro
pensó que Judas era salvo, porque dijo:
· «¡Nosotros
creímos!».
· Jesús sabía que Judas
nunca había creído, y
· por lo tanto no era salvo.
Después
que Judas salió de la habitación, Jesús le advirtió a Pedro respecto a sus
propias pruebas y fracasos que se avecinaban. Pedro había estado ansioso por
descubrir el pecado de otros (v. 24);
ahora tenía que enfrentar el suyo propio. «No juzguéis, para que no seáis juzgados» (Mt.
7:1).
La
jactancia de Pedro mostró su falta de comprensión de su corazón. La
autoconfianza es peligrosa en la vida cristiana. «Me seguirás después» (v. 36), probablemente se refiere a la
muerte de Pedro por causa de Jesús (Jn. 21:18–19; 2 P. 1:14).
Clases Para Los Días Miércoles:
Lea Su Biblia, Lea Su Biblia, Lea Su Biblia:
__________
Notas:
[1] se
despojó a sí mismo. Literalmente, se vació. La kenosis (vaciamiento) de Cristo su ENCARNACIÓN
no quiere decir que renunciase a ningún atributo de su DEIDAD, sino que tomó sobre Sí
las limitaciones de la humanidad. Esto implicaba un velo sobre la Gloria que
tenía antes de la ENCARNACIÓN (Jn.17:5) y el desentenderse voluntariamente
de algunas de sus prerrogativas DIVINAS el tiempo en que estuvo en la tierra
(Mateo 24:36). FORMA.
La misma palabra que se usa en el v. 6. Era completamente Dios y verdaderamente
hombre. Quien niega la DIVINIDAD o la HUMANIDAD de Cristo exige negar
la otra.
(Biblia de Estudio RYRIE).
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