miércoles, 22 de noviembre de 2017

SUJECIÓN, Y PREPARACIÓN DE MOISÉS: ÉXODO 1–2:

SUJECIÓN, Y PREPARACIÓN DE MOISÉS:
ÉXODO 1–2:
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

I.       La Persecución Del Pueblo De Dios (Éxodo 1):

A.     Una Nueva Generación (vv. 1–7).
La esclavitud de Israel en Egipto se predijo en Génesis 15:13–16. La cuarta generación equivaldría a 400 años, ya que Abraham tenía 100 años cuando Isaac nació. Por supuesto, una generación sería muchos menos años hoy.
Dios también cumplió la promesa de multiplicar al pueblo (Gn. 46:3), ¡y los setenta que salieron con Jacob en un inicio, se convirtieron en más de un millón! Aumentaron a pesar de la persecución y el sufrimiento. Véase Hechos 7:15–19.

B.      Un Nuevo Rey (vv. 8–14).
Hechos 7:18 dice que fue «otro rey de una clase diferente» (griego literal). O sea, el nuevo rey venía de un pueblo distinto. La historia nos dice que en esos tiempos los invasores «hicsos» se apoderaron de Egipto. Eran semitas, tal vez de Asiria (Is. 52:4). El nuevo rey advirtió a su gente (no los egipcios) que la presencia de tantos judíos era una amenaza para su gobierno; de modo que decidieron tratar enérgicamente a los hijos de Israel.
Puesto que José fue el salvador de Egipto, es improbable que un rey egipcio no lo hubiera conocido, pero este nuevo rey era un extraño. Por supuesto, la esclavitud en Egipto es sólo un cuadro de la esclavitud del pecador a este mundo.
Los judíos fueron a Egipto y vivían en lo mejor de la tierra (Gn. 47:6), pero este lujo más tarde se convirtió en pruebas y sufrimiento. Cuán similar a la senda del pecador perdido hoy; el pecado promete placer y libertad, pero produce tristeza y esclavitud.

C.      Una Nueva Estrategia (vv. 15–22).
El plan del rey de matar a todos los niños varones hubiera tenido gran éxito de no ser por la intervención de Dios. Él usó a las parteras para confundir al rey, así como más tarde usó el llanto de un bebé para llegar al corazón de la hija de Faraón.
Dios usa las cosas débiles de este mundo para derrotar a los poderosos. Por supuesto, la estrategia del rey nació de Satanás, el homicida. Esto no fue sino otro intento de Satanás para destruir a los judíos y evitar que el Mesías naciera. Más tarde Satanás usaría al rey Herodes para tratar de asesinar al niño Jesús.

¿Fue correcto que las mujeres desobedecieran las órdenes del rey? Sí, porque debemos «obedecer a Dios antes que a los hombres» (Hech. 5:29). Cuando las leyes de la tierra son definitivamente contrarias a los mandamientos de Dios, el creyente tiene el derecho y deber de poner primero a Dios. Aunque Dios no aprobó las excusas que las parteras le dieron a Faraón (aun cuando sus palabras pudieran haber sido verdad), las bendijo por su fe.
Téngase presente que este mismo gobernante que quería ahogar al pueblo de Dios vio a su ejército ahogarse en el Mar Rojo (Éx. 15:4–5). Cosechamos lo que sembramos, aunque la cosecha demore en venir (Ecls. 8:11).
También vemos en este capítulo el intento de Satanás de esclavizar al pueblo de Dios. El versículo 1 llama a los judíos «los hijos de Israel» e Israel significa «príncipe con Dios» (Gn. 32:28): ¡el príncipe del mundo (Satanás) desafiando al príncipe con Dios! ¡Pero el pueblo de Dios no es de este mundo y será libertado de la esclavitud de Satanás!

II.      La Preparación Del Profeta De Dios (Éxodo 2):
Parecería como si Dios no hiciera nada. Los judíos oraban y clamaban auxilio (2:23–25) y se preguntaban dónde estaba la liberación de Dios. Si al menos hubieran recordado la Palabra en Génesis 15, hubieran sabido que tendrían que pasar 400 años.
Durante estos años Dios preparaba a su pueblo, pero también esperaba en misericordia y les daba a las naciones malas de Canaán tiempo para arrepentirse (Gn. 15:16). Dios nunca anda de prisa; escogió su líder para los hebreos y le preparaba para su monumental tarea.
Nótese: los medios que Dios usó para preparar a Moisés[1]:

A.     Un  Hogar  Piadoso (vv. 1–10).
Léanse Hechos 7:20–28 y Hebreos 11:23.
En Éxodo 6:20 vemos que los padres piadosos de Moisés fueron Amram y Jocabed. Que se casaran durante tiempos tan difíciles fue un acto de gran fe y amor, y Dios les recompensó por esto. Puesto que actuaron por fe (Heb. 11:23), debieron haber tenido comunicación de Dios acerca del nacimiento de su hijo Moisés.
Él fue un «hijo hermoso» (a los ojos de Dios) y así lo entregaron a Dios por fe. Los padres nunca saben lo que Dios ve en cada niño que nace y es importante que críen a sus hijos en el temor de Dios. Exigió fe verdadera poner al niño en el río, ¡el mismo lugar donde destruían a los niños!

Nótese: cómo Dios usó el llanto de un niño para conmover a la princesa y cómo logró que la misma madre del niño lo criara. Léase Job 5:13.

B.      Una Educación Especial (Hech. 7:22).
Criado en el palacio como el hijo adoptivo de la princesa, Moisés fue educado en las grandes escuelas egipcias. Incluso hoy los eruditos se maravillan del conocimiento de los egipcios y sin duda Moisés se destacó a la cabeza de su clase. No hay nada de malo con la educación.
Sin duda Moisés usó esta preparación. Pero no sustituía la sabiduría de Dios que vino mediante el sufrimiento, las pruebas y su andar personal con Dios.

C.     Un Gran Fracaso (vv. 11:15; Heb. 11:24–26).
Moisés tenía cuarenta años cuando tomó su gran decisión de dejar el palacio y convertirse en el libertador de Israel. Le admiramos por su amor por el pueblo y por su valor, pero debemos confesar que se adelantó al Señor en la manera en que actuó.
El versículo 12 indica que andaba por vista, no por fe, porque «miró a todas partes» antes de matar al egipcio que golpeaba al hebreo. Como Pedro en el huerto de Getsemaní, Moisés dependió de la espada en su mano y de la energía de su brazo.
Más tarde cambiaría esa espada por una vara y el poder sería el de la mano de Dios, no el suyo (véase 6:1). Enterró el cuerpo, pero esto no demostraba que no se había visto la obra.
Al siguiente día encontró a dos judíos peleando y trató de ayudarlos, tan solo para descubrir que amigos y enemigos por igual sabían que había matado a un hombre.

(Nótese: Quizás el texto en Hechos 7:24 indique que Moisés mató[2] al hombre en defensa propia, pero incluso si lo hizo así, era un criminal a los ojos de los egipcios). Su único recurso fue huir de la tierra.

Aunque podemos criticar a Moisés por sus obras erradas, debemos admirar su valor y convicciones. Como dijo el Dr. Vance Havner (comentando sobre Hebreos 11:24–26): «¡Moisés vio lo invisible, escogió lo imperecedero e hizo lo imposible
La fe tiene sus negativas, pero estas llevan a recompensas. Desafortunadamente Moisés era demasiado precipitado en sus acciones y Dios tuvo que echarlo a un lado para que recibiera más preparación. Las armas de nuestra batalla no son carnales, sino espirituales (2 Cor. 10:3–6).

D.      Una Larga Dilación (vv. 16–25).
La vida de Moisés se divide en tres períodos iguales:
·         cuarenta años, como príncipe en Egipto[3];
·         cuarenta años, como pastor en Madián[4]; y
·         cuarenta años, como líder de Israel[5].
Al inicio de este segundo período Moisés ayudó a las mujeres que trataban de abrevar a sus ganados, y su bondad lo condujo a su encuentro con Jetro y a su matrimonio con la hija de este, Séfora[6].

Nótese: que las mujeres identificaron a Moisés como «un egipcio». Esto sugiere que parecía más un egipcio que un judío. Moisés pasó cuarenta años como fiel siervo en Madián y aquí Dios lo preparó para las difíciles tareas que le avecinaban. Rechazado por su nación, tomó una esposa gentil y de este modo es un cuadro de Cristo que hoy está adquiriendo una Esposa para sí de las naciones. «Gersón[7]» significa «extranjero» y sugiere que Moisés sabía que su lugar verdadero estaba con el pueblo de Israel allá en Egipto. 

Parecería que Dios no hacía nada, sin embargo, Él oyó los gemidos de su pueblo y esperaba el tiempo preciso para actuar. Siempre que Dios obra, escoge al trabajador preciso, usa el plan apropiado y actúa en el tiempo correcto. Moisés cuidaba unas pocas ovejas; pronto pastorearía una nación entera.
El cayado del pastor se cambiaría por la vara del poder y Dios lo usaría para crear una nación poderosa. Debido a que fue fiel para hacer el trabajo humilde de pastor, Dios lo usó para lograr tareas grandes como libertador, legislador y líder.

___________
Notas:
[1] H4872 משֶׁה = Moshé: de H4871; sacar (del agua), i.e. rescatado; Moisés, legislador israelita:- Moisés. (Strong).
[2] H5221 נָכָה = naká: raíz primaria; golpear (ligeramente o severamente, lit. o figurativamente):- abatir, afligir, asolar, atacar, azotar, azote, batir, castigar, causar, combatir, conquistar, cortar, dejar, derribar, derrota, derrotar, desbaratar, deshacer, destrozar, destruir, devastar, enclavar, extender, fatigar, golpe, golpear, heridor, herir, introducir, matanza, matar, hacer morir, muerte, muerto, sacar, sacudir, saquear, turbar, vencer. (Strong).
[3] H4713 מִצְרִי = mitsrí: de H4714; mitsrita, o habitante de Mitsraim:- de Egipto, egipcio. (Strong).
[4] H4080 מִדְיָן = Midián: lo mismo que H4079; Midian, un hijo de Abraham; también su país y (colectivamente) sus descendiente:- Madián, madianita.
[5] H3478 יִשְׂרָאֵל = Yisraél: de H8280 y H410; él gobernará (como) Dios; Jisrael, nombre símb. de Jacob; también (tipicamente) de su posteridad:- Israel.
[6] H6855 צִפֹּרָה = TSipporá: femenino de H6833; pájaro; TSipora, esposa de Moisés:- Séfora. (Strong).
[7] H1647 גֵּרְשֹׁם = Guereshóm: por H1648; Gereshom, nombre de cuatro israelitas:- Gersón. (Strong).


Clase Para Domingo.

Lea Su Biblia, Lea Su Biblia, Lea Su Biblia.

NOTA:


En esta parte del estudio usted verá el nombre de Dios en su originalidad como está escrito en la Biblia hebrea en la portada, por eso daremos una explicación introductoria:

·         Jehová:
Por HA-SHEM: Que significa “El-nombre”, para referirnos al nombre santo.
Los judíos evitamos mencionar el nombre santo para no tomarlo en vano.
Hoy en día, pocos son los que saben pronuncia las cuatro letras del nombre santo “YHVH” = (יְהוָֹה = Yejová). Jehová no es necesariamente una traducción y pronunciación fiel, es el resultado de conjugar las vocales de Ado-nai (ADONAI), con las letras o consonantes del nombre santo (ya que las vocales en hebreo), y reemplazar la Y por  J, lo cual es inapropiado.
Consideremos conducirnos con respeto y utilizaremos Ha-Shem, para referirnos al nombre santo de D-os.

David ben Yehudah.




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