NO MENCIONAR EL
NOMBRE:
(Hechos 4:5-20)
“… y
poniéndoles en medio, les preguntaron: ¿Con qué potestad, o en qué nombre,
habéis hecho vosotros esto?... Entonces
Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: Gobernantes del pueblo, y ancianos
de Israel:… Puesto que hoy se nos interroga
acerca del beneficio hecho a un hombre enfermo, de qué manera éste haya sido
sanado,… sea notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que en el
nombre de Jesucristo de Nazaret, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios
resucitó de los muertos, por él este hombre está en vuestra presencia sano…
Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los
edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo… Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre
bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos…”.
(Hechos 4:5-20)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Introducción:
Durante la
historia de la Iglesia, hay grupos religiosos y sectas que niegan el nombre de
Jesús, algunos han representados este nombre de
Jesús por hombre y mujeres piadosas [os] o líderes de todas estas organizaciones religiosas y sectas, en vez de usar el nombre legítimo dado por
Dios en la tierra representado por el Espíritu Santo hoy, hasta que Jesús [Cristo, Jesucristo, Mesías, El Alfa y la
Omega. Etc.] vuelva por Segunda Vez a
la tierra con sus santos, y ángeles, a gobernar por 1,000 años, y después el fin del
gobierno de los gentiles.
Un
Grupo De Unas Iglesias Invitó a Un Orador, y El Líder Le Dijo:
· -Hable de Dios, pero no mencione a Jesús.
· -¿Por qué? preguntó el hombre sorprendido.
· –Bueno, es que algunos de
nuestros miembros destacados se sienten incómodos con ÉL. Mencione solamente a
Dios y saldrá todo bien.
Sin embargo, como al predicador le
resultaba problemático aceptar tales instrucciones, respondió: “Sin Jesús,
no hay mensaje”.
Algo parecido se le pidió a los discípulos
seguidores de Jesús en los inicios de la Iglesia. Los líderes religiosos se
reunieron para advertirles a los discípulos que no hablaran de Jesús (v.17),
pero ellos respondieron con convicción: “porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y
oído”. (V.20)
La Persecución: Pedro y
Juan ante el concilio:
V.5. los príncipes de ellos, etc.—
Esta era una sesión regular del Sanedrín[1]
(véase nota, Mateo 2:4). Anás… y Caifás—(Véase nota sobre Lucas 3:2) Juan y
Alejandro—de quienes nada sabemos.
V.7. ¿Con qué potestad o en qué nombre, habéis hecho vosotros
esto? reconociendo
así la realidad del milagro, el cual más tarde ellos se confiesan incapaces de
negar (v. 16).
V.8. Entonces Pedro,
lleno del Espíritu Santo, les dijo—(Véanse Marcos 13:11; Lucas21:15).
V.10. Sea
notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel—como emitiendo un
testimonio judicial formal frente a la nación entera por intermedio de sus
gobernantes ahora reunidos.
“sea notorio
a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesucristo de Nazaret, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó
de los muertos, por él este hombre está en vuestra presencia sano”. (V.10).
En el nombre de Jesucristo, etc.—(Véase
nota sobre cap. 3:13* y sig.) por él este hombre está en vuestra presencia
sano—ya que por el v. 14 parece que el hombre sanado estaba en ese momento ante
sus ojos.
NOTA: *3:13. El Dios de
Abraham, etc., ha glorificado a su Hijo Jesús—más bien, “su siervo Jesús”, como
se traduce la misma palabra en Mateo 12:18, pero
en aquel alto sentido en que Isaías la aplica siempre al Mesías (Isaías 42:1;
49:6; 52:13; 53:11). Cuando se quiere indicar
“Hijo”, se usa
una palabra distinta de la que se usa aquí. Al cual vosotros entregasteis,
etc.—¡Con qué heroico coraje Pedro culpa aquí a sus
oyentes del más grave de todos los crímenes concebibles, y con qué fuerza de
lenguaje estas acusaciones están revestidas!
V.11. Este es la piedra reprobada de vosotros los edificadores,
etc.—
Esta aplicación del Salmo 118:22, ya
antes hecha por el mismo Señor ante algunos de los “edificadores”[2] (Mateo 21:42), se repite aquí con
singular propiedad después que el hecho del rechazamiento ha sido consumado, y
el Rechazado, por su exaltación a la diestra de la Majestad en las alturas, ha
llegado a ser “la
cabeza del ángulo”.
V.12. Y en ningún otro hay salud [salvación]; porque no
hay otro nombre debajo del cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos[3]—
¡Con qué sublimidad el apóstol en estas palabras finales,
restringía a estos dirigentes de Israel para salvación sólo en Jesús, y en qué
términos tan universales y enfáticos exalta él a su Señor como la única
esperanza de la humanidad!
“Y en ningún
otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los
hombres, en que podamos ser salvos”. (Hechos 4:12).
Hechos 4:12:
καὶ1 kai G2532 C Y ἐν4
en G1722 P en
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→ ser σωθῆναι24 sôthênai G4982 VAPN salvos.
ἡμᾶς25 hêmas
G2248 RP1AP • (Interlineal
RV1960).
NOTA; V.12: El único camino
de salvación, EVANGELIZACIÓN MUNDIAL. El
llamamiento a llevar el evangelio a las naciones se funda sobre las siguientes
premisas:
1) Que la
humanidad sin Cristo está perdida, trátese de toda la raza o del individuo;
2) que «en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre
bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos»; es decir,
que no hay ninguna otra autoridad, ninguna otra personalidad, ningún otro
sistema o filosofía que pueda efectuar el rescate del alma humana.
Si bien hay algunos que defienden la
posibilidad de una esperanza humana aparte de la confianza personal en Cristo
Jesús, la Palabra de Dios niega tales proposiciones. En 2 Corintios 5:17,
estar «en Cristo»
es la única manera de entrar en la «nueva creación» y
recibir la salvación eterna prometida por Dios. (Hechos 1:8; Romanos
3:23).
Veamos La Ayuda Gramatical del griego, al versículo 12:
R749 Lo que quiere decir ἕτερον
en este contexto es que ningún otro nombre en absoluto, aparte del de Jesús; no
se refiere a la diferencia de clase.
M66 Ὑπό con el acusativo presenta la
idea de lo que está bajo: porque
tampoco hay ningún otro nombre bajo el cielo.
M76 Tal vez ἐν
con el dativo ἀνθρώποις
tenga el sentido de εἰς con el acusativo (D omite ἐν;
la preposición y el caso dativo se usan de un modo pleonástico en lugar del
simple dativo; en este caso se destaca la esfera de actividad -T264). [Editor. En estas dos
explicaciones, εἰς
con el acusativo es similar al simple dativo. Pero cuando se alude al
destinatario con el verbo δίδωμι, generalmente se usa el dativo simple,
en vez de incluir también la preposición ἐν: a los hombres].
M77 Las preposiciones que se
usan en ἐν ἄλλῳ…
ἐν ᾧ
tienen una idea instrumental: por.
M103 Τὸ δεδομένον es un uso raro, y
no sin razón se ha sospechado que tiene un fondo semítico. (Posiblemente un mal
entendimiento de un participio semítico; equivale a ὁ ἐδόθη: que fue dado -T153).
V.13. hombres sin letras e ignorantes—es decir, que no
eran personas instruidas en la enseñanza de las escuelas judías, más de la
clase común; hombres ordinarios, no preparados para enseñar.
Esto significa que Pedro y Juan no estaban formados oficialmente
en las escuelas rabínicas; no eran eruditos profesionales ni maestros ordenados (compare también Juan 7:15).
Y les conocían que habían estado con Jesús—Los conocieron como habiendo estado en
su compañía, recordando posiblemente que los habían visto con él (Meyer,
Bloomfield, Alford); pero, más probablemente, percibiendo en todo su
comportamiento aquello que los identificaba con Jesús.
Posiblemente
decían: “Creíamos habernos librado de él; pero he aquí,
él reaparece en estos hombres, y todo lo que nos perturbaba en el Nazareno
mismo, tendrá ahora que ser aplastado en estos sus discípulos”. ¡Qué testimonio en favor de aquellos primeros testigos!
¡Ojalá que igual cosa pudiera decirse de sus sucesores!
V.16. señal
manifiesta ha sido hecha por ellos, notoria a todos los que moran en Jerusalén,
y no lo podemos negar—
Y ¿por qué desearías negarla, oh
vosotros jueces, sino que odiáis la luz y no queréis venir a la luz para que
vuestras obras no sean redargüidas?
V.17. Todavía,
porque no se divulgue más… amenacémoslos que no hablen de aquí adelante a
hombre alguno en este nombre—
¡Qué expediente más inútil! Poco
conocían ellos el fuego que ardía en los corazones de aquellos heroicos
discípulos.
V.19. Juzgad si es
justo delante de Dios obedecer antes a vosotros que a Dios: V.20. Porque no
podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído—
Hay aquí una maravillosa combinación de
insistencia sobria y respetuosa a la mejor comprensión de sus jueces, y una
decisión tranquila y profunda de sufrir las consecuencias del testimonio que se
sienten constreñidos a dar, que denota un poder mayor que el suyo y que ahora
los acompaña, de acuerdo con la promesa.
V.21. no hallando ningún modo de castigarlos, por causa del
pueblo—
No porque les faltara pretexto, sino por
no hallar cómo castigarlos sin incitar la oposición del pueblo.
Concluyó:
Afirmar creer en Dios y no en su Hijo
Jesucristo es una contradicción. En Juan 10:30, Jesús describe claramente la RELACIÓN
singular que existe entre ÉL y su PADRE: “Yo y el Padre
uno somos”. (Jn. 10:30), lo cual confirma su deidad.
Por eso, pudo decir: “No se turbe vuestro corazón; creéis en
Dios, creed también en mí”. (Juan
14:1). Pablo sabía que Jesús es Dios e igual con ÉL. (Filipenses 2:6).
No debemos avergonzarnos del nombre Jesús: “Y en ningún
otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los
hombres, en que podamos ser salvos”. (Hechos 4:12).
Tratar de vincular otro nombre que no es
dado por Dios para llegar a Él, es solo razonamiento humano, y Dios lo
descalifica.
Jesús, el camino al Padre: EL NOMBRE DE JESÚS ES LA ESENCIA DE
NUESTRA FE Y ESPERANZA:
__________
Notas y Bibliografía:
[1] (heb. «talmúdico», derivado del
gr. «synedrion»: consejo, tribunal). Cuerpo gubernamental judío. Los persas
otorgaron a los judíos el derecho a juzgar sus propios litigios (Esd. 7:25, 26;
10:14). La caída del imperio persa no significó la pérdida de este privilegio.
Había un consejo gubernamental denominado «gerousia», o senado (Ant. 12:3, 3),
una especie de asamblea nacional (1 Mac. 12:6); estaba constituido por ancianos
(cfr. 1 Mac. 14:20). Este consejo representaba a la nación judía (1 Mac. 12:3)
y se unió a Jonatán, sumo sacerdote, a fin de concertar una alianza ofensiva
con Esparta. Jonatán convocó a los ancianos para considerar con ellos la
construcción de fortalezas en Judea y el reforzamiento de los muros de
Jerusalén (1 Mac. 12:35; cfr. 13:36; 14:20, 28 y 47). Bajo Gabino, procónsul de
Siria (57-55 a.C.), Judea fue dividida en 5 distritos, dependiendo cada uno de
ellos de un «synedrion» o «synodos», es decir, un consejo o sanedrín (Ant.
14:5, 4; Guerras 1:8, 5). Desde entonces, la más alta autoridad de Jerusalén
vino a ser el sunedrion, lo que sin embargo no eliminó la gerousia. No
obstante, ese arreglo no duró mucho tiempo. El año 47 a.C., César extendió otra
vez la jurisdicción del sanedrín de Jerusalén a toda Judea (cfr. Ant. 14:9,
3-5). Al comienzo de su reinado, Herodes hizo dar muerte a 45 miembros del
sanedrín (Ant. 14:9, 4; 15:1, 2), pero no suprimió el consejo (Ant. 15:6, 2).
Bajo los procuradores romanos, del año 6 al 66 d.C., los poderes del sanedrín
fueron ampliados. Según las fuentes judías, esta asamblea se componía de 71
miembros (cfr. el simulacro de sanedrín, Guerras 4:5, 4). Sólo podían ser
elegidos israelitas de linaje indiscutible. El número de 70 se correspondía,
probablemente, con los setenta ancianos designados para colaborar con Moisés.
El miembro adicional era el sumo sacerdote, que ejercía las funciones de
presidente. El sanedrín era el tribunal supremo, teniendo poderes de vida y
muerte (Ant. 14:9, 3 y 4; Mt. 26:3, 57; Hch. 4:5, 6, 15; 5:21, 27, 34, 41;
6:12, 15; 7:1; 23:2); pero es evidente que bajo el imperio romano la sentencia
capital no debía ser ejecutada excepto con el asentimiento de las autoridades
romanas. El sanedrín se ocupaba de una forma general de lo que atañía al
gobierno y a la justicia, en la medida en que no tenían que recurrir a los
procuradores o a sus subordinados (cfr. Hch. 22:30). En la época de Floro, los
dirigentes y los consejeros se dirigían personalmente a los pueblos para
percibir los impuestos (Guerras 2:17, 1). El sanedrín tenía una fuerza propia
de policía y el derecho de arrestar a personas (Mt. 26:47; Mr. 14:43). El Señor
Jesús fue juzgado por el sanedrín (Mt. 26:59; Mr. 14:55; 15:1; Lc. 22:66; Jn.
11:47). Pedro, Juan y los otros apóstoles tuvieron que comparecer ante este
consejo (Hch. 4:5, 6, 15; 5:21, 27, 34, 41). Esteban fue llevado ante el
sanedrín (Hch. 6:12), lo mismo que Pablo (Hch. 22:30; 23:15; 24:20). El
sanedrín dejó de existir cuando la destrucción de Jerusalén. Los miembros del
sanedrín eran los sumos sacerdotes (en funciones o que hubieran ostentado el
cargo, junto con los miembros de sus privilegiadas familias), ancianos (jefes
de tribu, de familias, de órdenes sacerdotales), escribas (asesores jurídicos o
doctores de la Ley), fariseos y saduceos (Hch. 4:1 ss.; 5:17, 34; 23:5, 6).
Había, además, alguaciles (Mr. 14:65; Jn. 18:22). El sanedrín parece que se
reunía en el edificio llamado «casa del consejo», situado al oeste del Templo,
cerca del gimnasio (Guerras 5:4, 2). Al menos así era, según Josefo, en los
últimos años del estado judío. Según la Misná, al principio las asambleas se
celebraban en una de las salas que miraban al patio interior del Templo. Parece
asimismo que en casos urgentes el consejo se reunía en la casa del sumo sacerdote
(Mt. 26:3, 57; Mr. 14:53). (Diccionario Bíblico Vila Escuain).
[2] oikodomeo = (οἰκοδομέω, G3618), lit. Edificar
una casa (oikos = casa; domeo =
edificar), de ahí construir cualquier cosa (por ejem., Mateo 7:24; Lucas 4:29;
6:48; lba: «bien construida», última cláusula del versículo; Juan 2:20). Se
utiliza frecuentemente en sentido figurado (por ejem., Hechos 20:32 , en los
mss. más comúnmente utilizados, en lugar de epoikodomeo en tr, véase EDIFICAR bajo,
B, Nº 2; Gálatas 2:18 , etc.); Con el verbo «reedificar» se traduce con referencia al anuncio de la
resurrección de Cristo (Mateo 26:61), donde se da el falso testimonio contra
Cristo, atribuyendo su dicho al templo literal de Jerusalén: «Este dijo: Puedo derribar el templo de Dios, y en tres días
reedificarlo»; Mateo 27:40, en las mofas de los espectadores contra Cristo
crucificado: «Tú que derribas el templo,
y en tres días lo reedificas»; Marcos 14:58; 15:29, pasajes paralelos a los
anteriores; en Juan 2:18-21 se encuentra la verdadera afirmación del Señor:
«Destruid este templo, y en tres días lo levantaré (egeiro, véanse LEVANTAR, Nº
4, RESUCITAR, y no oikodomeo, que es el verbo utilizado en la falsa acusación)…
Mas él hablaba del templo de su cuerpo». (VINE).
[3] sozo = (σώζω, G4982), salvar. Se
utiliza, como con el nombre soteria =
salvación:
(a) de liberación material y
temporal de peligros, sufrimientos, etc. (por ejem., Mateo 8:25; Marcos 13:20;
Lucas 23:35; Juan 12:27; 1 Tim.2:15; 2 Tim.4:18: «preservará»; Judas 1:5); de
enfermedad (Mateo 9:22; Marcos 5:34; Lucas 8:48; Stg.5:15);
(b) de la salvación espiritual y
eterna concedida en el acto por Dios a aquellos que creen en el Señor
Jesucristo (por ejem., Hech.2:47, vm: «los salvados»; Besson añade la siguiente
nota en el margen: «No «los que habían de ser salvos»»; rvr77 traduce
fielmente: «los que iban siendo salvos», corrigiendo así las dos revisiones
anteriores, rv y rvr; Hech.16:31; Rom.8:24: «fuimos salvos»; Ef.2:5; 2:8; 1 Tim.2:4;
2 Tim.1:9; Tito 3:5);
(c) de la agencia humana en ello
(Rom.11:14; 1 Cor.7:16; 9:22);
(d) de las presentes experiencias del
poder de Dios para liberar de la servidumbre del pecado (por ejem., Mateo 1:21;
Rom.5:10; 1 Cor.15:2; Heb.7:25; Stg.1:21);
(e) la liberación de los creyentes a
la Segunda Venida de Cristo (por ejem., Rom.11:26);
(f) inclusivamente denotando todas
las bendiciones otorgadas por Dios a los hombres en Cristo (por ejem., Lucas 19:10;
Juan 10:9; 1 Cor.10:33; 1 Tim.1:15);
(g) de aquellos que persisten hasta
el final del tiempo de la gran tribulación (Mateo 10:22; Marcos 13:13);
(h) del creyente individual que,
aunque perdiendo su recompensa ante el tribunal de Cristo en el siglo venidero,
no perderá su salvación (1 Cor.3:15; 5:5);
(i) de la liberación de las naciones
en el milenio (Ap.21:24, en tr). (VINE).
- e-Sword-the.
LEDD.
- Biblia de Estudio RYRIE.
- Pastor: Carlos Ramírez Jiménez.
08//11//2017.
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