sábado, 25 de noviembre de 2017

Parte I: LOS SIETE “Yo Soy” DE JESÚS: (Juan 6:48; 8:12; 10:7; 10:11; 11:25; 14:6; 15:5)

Parte I:
LOS SIETE “Yo Soy” DE JESÚS:
(Juan 6:48; 8:12; 10:7; 10:11; 11:25; 14:6; 15:5)

“Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás”. “Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”. “Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas”. “Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá”. Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”. “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer”.  
(Juan 6:48; 8:12; 10:7; 10:11; 11:25; 14:6; 15:5)

Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:   

Introducción:
El estudio del siguiente artículo está basado en las Siete Veces que el Señor Jesús define su Deidad con las siguientes palabras “Yo Soy”. Antes que vinieses a la tierra en forma de hombre [naciese como un bebé], ya que su existencia era evidente según, Juan 1:1: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios”. (Léase Juan 1:1-18).
Recuerde lo que dice Juan 1:1,En el Principio”. Antes de que comenzase el tiempo, Cristo ya existía con Dios. Esto es lo que se entiende con el término el Cristo pre-existente”. Compare Génesis 1:1y 1 Juan 1:1.

Vemos entonces el YO SOY del Antiguo Testamento, con el YO SOY del Nuevo Testamento:

“Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros”. (Éxodo 3:14).

“Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás”. (Juan 6:35).

Estas palabra que se atribuía Jesús, a los líderes religiosos judíos lo hacía a Jesús como un blasfemo, que le costaría la vida por hacerse tan igual como a Dios del Antiguo Testamento Yo Soy, según Ex. 3:14.
En por lo menos siete ocasiones Jesús usa estas palabras para definir su misión, su divinidad:
·      Yo soy el pan de vida” (Juan 6:35);
·      Yo soy la luz del mundo” (Juan 8:12);
·      Yo soy la puerta” (Juan 10:7; 10:9);
·      Yo soy el buen pastor” (Juan 10:11);
·      Yo soy la resurrección y la vida” (Juan 11:25);
·      Yo soy el camino, la verdad, y la vida” (Juan 14:6); y
·      Yo soy la vid verdadera” (Juan 15:1; 15:5).
Con cada una de estas expresiones Jesús amplía la dimensión de la vida que él ha venido a traer a cada uno de los que creen en su nombre.

I.      Estudiemos Primero. Los Paralelos Del Yo Soy: En Su Etimología: AT, y NT:


1.1.   EL ANTIGUO TESTAMENTO: YO SOY:

“Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros”. (Éxodo 3:14)

Éxodo 3:14: Yo soy EL QUE SOY: El significado intrínseco de Yavé: “Yo soy Aquel que es”. Destaca el auto existencia dinámica y activa de Dios. Véase Génesis 2:4.
Génesis 2:4: El Señor. Literalmente, YHWH (probablemente pronunciado “Yavé”). El nombre más importante para Dios en el Antiguo Testamento. Tiene un doble significado:
·    El Autoexistente, activo (ya que la palabra está relacionada con el verbo “ser”, éxodo 3:14), y
·     el Redentor de Israel (Ex.6:6).
Este nombre aparece en 6,823 veces en el AT., y está asociado especialmente con la Santidad de Dios (Lv.11:44-45). Su odio del pecado (Génesis 6:3-7), y Su Misericordiosa provisión de Redención (Isaías 53:1, 5, 6, 10)

La Incertidumbre De La Identidad De Dios (Éxodo 3:13-22). La segunda objeción de Moisés trata del temor de un nuevo rechazo del pueblo por no conocer a la deidad que le hablaba. La pregunta no era hipotética, “¿quién eres?”, sino más bien era una pregunta bien discreta y práctica. Si fuera al pueblo en nombre del Dios de los antepasados y el pueblo le preguntara ¿cuál es su nombre?, ¿qué les responderé? (v. 13). Ya sabía la respuesta a “¿quién?”, porque Dios ya le había dicho que era el Dios de sus padres. La pregunta, ¿Cuál es su nombre? (v. 13), iba más al fondo. En Israel el nombre significaba la persona misma, es decir, su naturaleza, su carácter, sus atributos, su ser. ¿Cómo era Dios? ¿Qué hacía él?

El conocer el nombre daba alguna influencia sobre la persona. De acuerdo con el pensar de Moisés, al no tener nombre, no había existencia. Al existir y conocer el nombre de la divinidad era tener poder sobre ella o, por lo menos, apoderarse de su poder. Dios conocía a Moisés por nombre.
¿Cuál era el nombre de aquel que le hablaba? El hablar indicaba que era una persona. Decía que estaba preocupado por Israel; sin embargo, evidentemente era un Dios ausente. Por años no había estado presente para ayudarles. ¿Cómo iba el pueblo a reconocerlo?
La respuesta de Dios a Moisés no es del toda clara, y los intérpretes de la Biblia no están seguros de su significado: YO SOY EL QUE SOY:
Etimología Hebreo:
Ø ‘ehyeh  H1961 [1]
Ø asher  H834, [2]
Ø ehyeh  H1961, v. 14.
La gramática hebrea no incluye el tiempo en el sistema verbal, pero el tiempo se encuentra en el contexto. El verbo indica una acción y el contexto da el tiempo:
·   El verbo ‘הָיָה = ehyeh = hayah, es un imperfecto que es una acción incompleta y tiene varias traducciones: “era”, “soy”, “seré”, o llegué a ser”, “llego a ser, y llegaré a ser”.
·      La partícula ‘אֲשֶׁר = Asher: tiene una variedad de significados tales como quien”, “qué”, “que”, “el que”, “aquel que”, “lo que”, “aquel”, y porque”.

Es evidente que hay una variedad de posibles interpretaciones de la frase; sin embargo, hay cinco que parecen ser las más aceptables a la luz del contexto:
(1) Al revelar el nombre, el Señor deliberadamente se lo oscureció. En efecto, es decir: “No te importa quién soy”. Él es Dios y nadie tendrá poder sobre él para manipularlo: Dios no es esclavo ni siervo del hombre: “Yo soy quien SOY”. No se puede expresar la naturaleza de Dios por medio de un nombre, ni tiene el hombre la capacidad de comprender a Dios; consecuentemente, el ser supremo quedará en el misterio. Al no revelarse el significado pleno de su nombre, significa que será conocido por medio de lo que hace. Moisés no irá a Egipto con el nombre de un Dios nuevo. Como siempre, él se revela y se esconde a la vez. Él es libre y soberano, y de la misma manera, no será atado a Moisés ni a Israel contra su voluntad. El nombre misterioso tiene que ser aceptado por la fe tal como el seguirle será por la fe.
(2) Se enfatiza la presencia activa y viva del Señor: en el hebreo no hay verbos diferentes para sery estar”. Se incluye la presencia y la esencia en el mismo verbo. Así que algunos sugieren que en el versículo se hace referencia a la promesa recientemente hecha a Moisés, estaré contigo (v. 12), la cual se puede traducir estoy contigo” (un presente continuo). El Ser Supremo está siempre contigo.
(3) Otros lo traducen, “Seré lo que seré”. Aquí el énfasis recae en la suficiencia de Dios para afrontar cualquier necesidad que surja. Moisés e Israel pueden confiar en la presencia y en el poder del Señor de cumplir con sus promesas en la historia. A la vez, él revelará su persona de acuerdo con su voluntad, no la del hombre. El será lo que quiere ser, y es independiente del hombre.
(4) Albright ha propuesto una interpretación que merece consideración (Yahweh and the Gods of Canaan = (Yahweh, Dios de Canaan), 1968, pp. 168-172). Con un leve cambio del texto del hebreo de la forma usada, un presente simple (Qal), a una forma causativa (Hiph’il), y de la primera a la tercera persona del verbo (ser), se traduce la frase así: “El hace (ser) lo que existe”. Según su interpretación, de este contexto se deriva el nombre divino Yahweh o Jahveh”, que analizaremos luego. Esta explicación interpreta el significado del nombre revelado, El causa ser”, lo cual subraya el papel de Dios como el ser creador del universo tanto como el libertador de Israel.
(5) La última es, “Yo seré lo que era”. Es decir: “Seré siempre en el futuro lo que era en el pasado”. Dios haría en la vida de Moisés lo que hizo con Abram, Isaac, Jacob y Amram (el padre el Moisés). Dice: “Yo soy lo mismo ayer, hoy, y mañana(ver Hebreos 13:8).

De las interpretaciones, parece que la primera y la última son las más fuertes. Con todo, Dios es una persona; tiene nombre, y al darlo en una revelación especial, da a los suyos ciertos privilegios y responsabilidades. Por lo menos hay acceso directo a él.
Moisés no pudo ir a Israel y responder a la pregunta ¿Cuál es su nombre? (v. 13) con las palabras yo soy (v. 14). Entonces Dios le dijo: Así dirás a los hijos de Israel: “JEHOVÁ... me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre para siempre...“ (v. 15). Jehová  viene del verbo ser y la forma es una tercera persona masculina singular. Es decir: “EL ES me ha enviado a vosotros”.
El nombre sagrado hebreo es llamado el tetragrámaton porque aparece en el texto con cuatro letras YHWH (o con otra transliteración JHVH). Probablemente se deriva del verbo ser. El uso del nombre se encuentra pocas veces antes de la época de Moisés (ver Génesis 4:26; 17:1), y su pronunciación original es desconocida. El texto antiguo del hebreo no incluía las vocales. Se escribían únicamente las consonantes y se aprendía la vocalización de memoria.
Pasando los años se reemplazó el hebreo con el arameo, un habla más flexible; y para preservar el texto hebraico, unos estudiosos, los masoretas, cerca del siglo séptimo de la era cristiana inventaron un sistema de signos que representan los sonidos vocales y los intercalaron en el texto de sus manuscritos.
Desde la época de Moisés, en Israel se había considerado que el nombre de Dios era tan sagrado que no se lo pronunciaba. Cada vez que aparecía en el texto se leía otra palabra para Dios, Adonai, que significaSeñor”. Los traductores de la versión griega (la LXX) empleaban la palabra Kyrios = (Señor) para el nombre sagrado. En la traducción latina, la Vulgata, emplearon la palabra Dominus (Señor).
Los masoretas, en su tarea de colocar los signos vocálicos al hebreo, pusieron las vocales de la palabra Adonai en la palabra “YHWH”[5] (JHVH).
Cuando los traductores de la versión inglesa King James (1,611) trataron del nombre sagrado, decidieron hacer la transliteración de la palabra hebrea tal como aparecía en el texto que usaron, y de acuerdo con su sistema de pronunciación, llegó el nombre Jehovah”.
Aunque el nombre no representa ninguna forma usada en el texto hebreo, en nuestra tradición ha llegado también a representar al Dios creador y redentor, y de acuerdo con el entendimiento teológico del término, el uso de Jehová  es válido y se lo emplea en la RVA., y en el comentario.

1.2.   EL NUEVO TESTAMENTO: YO SOY:

“Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás”. Juan 6:35.

Marcos, Mateo y Juan registran las mismas palabras de Jesús, evidentemente porque se habían grabado en sus mentes. Yo[3] soy[4] es una expresión que nos recuerda de la manera en que Dios se identificó con Moisés (Éxodo 3:14) y que Juan emplea repetidas veces (ver 8:24, 28, 58; 13:13, 19; 18:5, 6, 8).
Yo soyes la traducción del término heb. Para Jehová. Al decir Yo soy, Jesús estaba afirmando su deidad. El pronombre personal yo es enfático y el verbo soy del tiempo presente enfatiza el eterno ser de Dios.
El autor de la carta a los Hebreos lo declara en otros términos: “¡Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos!” (13:8). El mandato ¡no temáis! sigue la afirmación identificadora. Este imperativo está en el tiempo presente, y siendo así, manda la terminación de una acción en progreso.
Una traducción que capta este sentido sería “no continuéis temiendo”. Juan omite la reacción de Pedro quien se invitó a caminar sobre el agua hacia Jesús. Ese evento, relatado en los Sinópticos, revela el carácter impulsivo y audaz de Pedro, pero también su debilidad en medio de una crisis.

II.     LAS SIETE PALABRAS DICHAS POR EL SEÑOR JESÚS: “YO SOY”:


2.1.    “YO SOY”: El Pan De Vida. (Juan 6:35-52):
“Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás”. Juan  6:35 
Etimología:
G740 ἄρτος = ártos: de G142; pan (como leudado) u hogaza:- pan.
G2222 ζωή = zoé: de G2198; vida (literalmente o figurativamente):- vida, vivir. Compare H5590. (Strong).

El v. 35 registra el primero de los grandes Yo soy de Jesús, y los versículos siguientes (35-51) son una extensión del comentario al respecto. Es una respuesta directa a la demanda de pan de la gente, porque era necesario que entendieran que Jesús estaba hablando de pan espiritual y no físico. El significado de la frase pan de vida es el de un pan que da vida, pero ese pan sólo lo pueden obtener aquellos que creen en Jesús, una condición que no habían cumplido sus oyentes (36).
Si la misión de Jesús dependía de la fe del pueblo, ¿no sugiere esto un fracaso? El v. 37 da la respuesta. El resultado final está en las manos del Padre. El que a mí viene muestra un énfasis en la respuesta individual. La enfática declaración negativa jamás lo echaré fuera debe entenderse como una seguridad de que Jesús los preservará. No hay posibilidad de un desacuerdo entre el Padre y el Hijo como muestran los vv. 38, 39. Lo que el Padre da el Hijo lo recibirá: Que yo no pierda nada.

Nótese: que todo en el v. 39 es neutro (como en el v. 37) y resume cuanto haya sido dado por el Padre al Hijo. Las dos referencias al día final (40) muestran que Jesús estaba pensando por adelantado en el fin de la era, cuando todo será consumado.

En este punto de la discusión las objeciones judías salieron a la luz. El punto que molestaba era el pan que descendió del cielo (41). No podían reconciliar esto con su propio conocimiento de los orígenes humildes de Jesús (42). El no respondió a su objeción, más bien los reprendió por sus protestas (43), aunque señaló la necesidad del Padre de tomar la iniciativa, con lo cual virtualmente les decía que estaban fuera de la voluntad del Padre (44).
Necesitaban una revelación espiritual para entender las palabras de Jesús. Esto se enfatiza más con una apelación a los profetas (45). El pasaje citado es el de Isaías 54:13, que describe el triunfo del Siervo en su Reino. Apoya el criterio de que la iniciativa corresponde a Dios. Sin embargo, la revelación llega sólo por medio de Jesús, ya que sólo él ha visto a Dios (46). Una vez más se enfatiza la necesidad de la fe. El v. 47 es un eco del lenguaje de 3:15.

El tema del pan vuelve a introducirse y el reclamo del mismo Jesús se repite (Juan 6:48). Este es el primero de los Siete “Yo soy” de Jesús, que sólo aparecen en el Evangelio de Juan:
·  Hay un paralelo significativo entre esta expresión y el nombre del Dios del pacto (Jehová), por el cual él se reveló a Moisés en Éxodo 3:14: «Yo soy el que soy».
·     Jesús proclamó tres veces: «Yo soy el pan de vida» (vv. 35, 48, 51).
Él es el «verdadero» pan celestial, el poder sustentador de la vida; cualquier otra cosa, no importa su significado religioso en el pasado o el presente, es un sustituto inadecuado.

La superioridad del pan celestial sobre el maná se ve en que el primero lleva a la vida mientras que el segundo no podía prevenir la muerte (49, 50). En la importante afirmación en el v. 51, Jesús declaró ser el pan vivo, que aunque es sinónimo de pan de vida presenta aún más vívidamente el contraste con el maná. Pero hay aún otra extensión del pensamiento en la identificación del pan con la carne.
También hay una diferencia entre la primera afirmación en que ahora es Jesús mismo quien da, mientras que antes era el Padre. La palabra carne se refiere a la vida humana de Jesús. Fue completamente mal entendida por los judíos (52). Difiere de la palabra usada en la cena del Señor (“cuerpo” y no “carne”) lo que demuestra que esta afirmación no debe leerse a la luz de la Cena sino vice versa. La palabra mundo en el v. 51 debe entenderse como la humanidad.

2.2.    “YO SOY”: La Luz Del Mundo[6]. (Juan 8:12; 9:5):


“Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”. Juan 8:12.

Entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo”. Juan 9:5.

Etimología:

G5457 φῶς = fós: de un obsoleto φάω = fáo  (brillar, o hacer manifiesto, específicamente por rayos; Compare G5316, G5346); luminosidad (en la aplicación más amplia, natural o artificial, abstractamente o concretamente, literalmente o figurativamente):- fuego, luz, resplandor. (VINE).

Véase Parte II:



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