miércoles, 9 de noviembre de 2016

Parte I: EL SEXO Y LA SUPREMACÍA DE CRISTO:

Parte I:
EL SEXO Y  LA SUPREMACÍA DE CRISTO:
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

Descripción del Curso: El estudio de la voluntad de Dios en la sexualidad que ha dado a cada ser humano: su propósito, uso, abuso y las soluciones bíblicas para los pecados que hay en esta esfera.

Objetivo del Curso: Al terminar el curso, el alumno podrá glorificar a Dios viviendo en santidad en el área sexual a través de…


Versículo Lema del Curso que Describe el Objetivo:

Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. 24Fiel es el que os llama, el cual también lo hará”.   
(1 Tesalonicenses 5:23).



EL SEXO Y  LA SUPREMACÍA DE CRISTO:

Introducción:
Este tema es de suma importancia, pues fallar al Señor en el área sexual trae graves consecuencias.  Obedecer trae increíbles bendiciones y desobedecer trae como resultado dolor y destrucción.

      Es de mucha importancia porque:
1.      Nuestra relación con D-os depende de nuestra obediencia a Sus instrucciones en cuanto a la sexualidad.  Ignorar Sus propósitos en esta área es ofenderle. 
2.      Nuestro destino eterno está en juego.  Si practicamos el pecado sexual que ofende a Dios, no moraremos con Él eternamente.  1 Corintios 6:9-11.
3.      Nuestra paz, gozo y armonía con otros dependerá de nuestra conducta sexual.  La familia ha sido diseñada por Dios y la armonía entre nosotros sólo se disfruta cuando seguimos sus mandatos.

4.     
Nuestro servicio y las oportunidades espirituales dependen de nuestra vida en santidad.  Si el varón no dedica sus afectos conyugales a una sola mujer, no puede ser pastor en la iglesia.  1 Timoteo 3:1, 2.  Si uno vive en fornicación sin arrepentirse, deberá ser dimitido de la iglesia donde es miembro y no podrá servir a Dios en su propia iglesia.  1 Corintios 5.
5.      Nuestro Salvador y Señor espera mucho de nosotros en el uso de nuestra sexualidad.  Por eso nos ha dado muchas instrucciones y advertencias. 
6.      Las consecuencias de nuestras acciones en la esfera sexual son grandes.  La salud de las personas que se unen en intimidad sexual junto y la de otros inocentes está en peligro.  La armonía y bienestar de las familias, de los niños y mujeres está muy vinculado con la vida sexual. 





Estas son algunas razones por las cuales debemos aprender qué es lo que Dios nos manda en el uso de nuestra  sexualidad.
  
Necesitamos mucha ayuda en esta esfera por las siguientes razones: 

  1. El aprendizaje y la preparación.  La mayoría de nosotros no hemos aprendido el uso correcto de nuestra sexualidad.  Lo que sabemos del tema lo hemos aprendido por casualidad (como se dice, en la calle) o de padres no creyentes o de padres que no aprendieron los principios de la sexualidad de la Palabra de Dios.
  2. La experiencia y el fracaso.  Hemos fallado al Señor en el uso de nuestra sexualidad.  Nos sentimos mal por los pecados sexuales del pasado y muchos necesitan ser resueltos.
  3. Los hábitos y las frustraciones.  Hemos desarrollado hábitos esclavizantes que dominan nuestras vidas e impiden nuestro crecimiento espiritual.  Luchamos con los malos pensamientos y las acciones del pasado que nos frustran porque sabemos que no estamos obedeciendo lo que Dios espera de nosotros.

4.     
La intimidad y privacidad.  La naturaleza del tema nos impide buscar la ayuda que necesitamos.  Tenemos preguntas acerca del tema y queremos respuestas para nuestras inquietudes y necesidades, pero la sexualidad es un aspecto tan íntimo en nuestro ser que nos es difícil abrirnos y preguntar.  Cuando pecamos en la esfera sexual, la vergüenza nos puede esclavizar de tal forma que ya no buscamos la ayuda que necesitamos.  A la vez, es un tema difícil de enseñar.  ¿Cómo tocar el tema de tal manera que se pueda hablar con claridad, pero a la vez con prudencia?  A veces, por querer ser  prudentes  la  instrucción  resulta  ambigua;   y  en  otras ocasiones, la enseñanza sobre el sexo es tan cruda que no glorifica a Dios y no edifica las vidas de otros.  Produce risa pero no produce santidad.
  1. Las influencias y tentaciones.  El mundo nos bombardea constantemente a través de los medios de comunicación, la imprenta, el internet y la propaganda visual y verbal.  El mundo se ha alocado con el tema del sexo y la sociedad está saturada con tanta perversión.  Muchas veces nuestros colegios, universidades, empresas, oficinas, amistades y familias son portavoces del pecado sexual. 
  2. La debilidad e impotencia.  Nadie es capaz de llevar una vida santa sin el poder del Espíritu Santo.  Somos pecadores y débiles ante las tentaciones.


No podemos ignorar la importancia de este tema, pues es necesario que sea tratado desde la perspectiva de Dios.  Estamos perdiendo muchas batallas y neutralizando nuestras fuerzas espirituales.  Ya es hora de hablar de la intimidad sexual con la Biblia en la mano.  Esconder la cabeza en la tierra y pretender que no existe el área sexual no es la solución.  Nuestro Padre nos ha dado todo lo que necesitamos para vivir en santidad.  Sus instrucciones son precisas para orientarnos y Sus promesas preciosas.  No nos falta nada para glorificarle.  2 Pedro 1:3-8.

Escribe todos los nombres que recuerdas de las personas en la Biblia que pecaron en la esfera sexual.  _____________________________________ ____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________.

¿Qué Nos Enseña Eso?
1. El pecado sexual es común.
2. El ser humano es débil en el área sexual.
3. El ser humano sin la obra de Dios en su vida, vive para agradarse a sí mismo y no a Dios.

Versículo Clave Para Nuestro Estudio:
1 Ts. 5:23: δ2   de G1161  Y  3   ho G3588  el  Ατς1   Autos G846  mismo  Θες4   Theos G2316  D-os  →  de  ‹  τς5 ερήνης6 ›   tês eirênês G3588 G1515  paz  μς8   hymas G5209  os  γιάσαι7   hagiasai G37  santifique  →  por  λοτελες9   holoteleis G3651  completo;  κα10   kai G2532  y  λόκληρον11   holoklêron G3648  todo  μν12   hymôn G5216  vuestro  ←  ser,  ‹  τ13 πνεμα14 ›   to pneuma G3588 G4151  espíritu,  ‹  16 ψυχ17 ›   hê psychê G3588 G5590  alma  κα18   kai G2532  y  ‹  τ19 σμα20 ›   to sôma G3588 G4983  cuerpo,  →  sea  τηρηθείη30   têrêtheiê G5083  guardado  μέμπτως21   amemptôs G274  irreprensible  ν22   en G1722  para  τ23   tê G3588  la  παρουσί24   parousia G3952  venida  ► 26  de  μν27   hêmôn G2257  nuestro  ‹  το25 Κυρίου26 ›   tou Kyriou G3588 G2962  Señor  ‹  ησο28 Ψριστο29 ›   Iêsou Christou G2424 G5547  Jesucristo.  κα15   kai G2532  •


1 Ts. 5: 23-24: La petición final de Pablo es que sus conversos sean completamente santificados, esto es, que todo su ser —en espíritu, alma y cuerpo— se rindiera a la voluntad de Dios. El poder para ello debía venir del mismo Dios de paz («paz» significa prosperidad espiritual en su más amplio sentido)… La fidelidad de Dios les asegura que permanecerán «irreprensibles» hasta el retorno de Cristo (v. 23). (Vea. 2 P.1:1-4 (v.3); 2 Sam. 11: 2-4, 8, (v.3) 5-11).

Véase Parte II:


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