jueves, 10 de noviembre de 2016

Parte VII: EL SEXO Y LA SUPREMACÍA DE CRISTO:

Parte VII:
EL SEXO Y  LA SUPREMACÍA DE CRISTO:
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

Capítulo VI
LA PORNOGRAFÍA:
Pornografía. (De pornógrafo). Carácter obsceno de obras literarias o artísticas. Obra literaria o artística de este carácter. Tratado acerca de la prostitución. Microsoft® Encarta® 2008.

Texto: Salmo 101; 1 Juan 2:15-17.
Definición.

Pornografía es la contemplación de imágenes que no glorifican a Dios en la esfera sexual por medio del oído y la vista.  El diccionario Océano Uno dice: “El carácter obsceno de obras literarias o artísticas”.

Ver imágenes de una mujer desnuda o de actos sexuales es muy dañino para el espíritu, la mente y el cuerpo.  Este peligro y a la vez pecado no está limitado sólo a las imágenes de imprenta o video.  También la lectura de una novela o una telenovela pueden provocar pensamientos y fantasías en nuestra mente que van contra los propósitos de Dios en la sexualidad.  Por lo tanto, la pornografía [Internet] puede ser producida ya sea por la lectura de novelas como por mirar telenovelas. Todos los medios que pintan imágenes sensuales en la mente y que no agradan a Dios deben ser considerados como pornografía. Eso quiere decir que las mujeres también están expuestas a este material pornográfico. 

EL CREYENTE DEBE FIJARSE EN LO QUE AGRADA A DIOS:

Las Escrituras nos advierten que no debemos ver el pecado.  

Llena los siguientes espacios:

1 Tesalonicenses 5:22 nos advierte acerca de todo tipo de pecado.  “Absteneos de toda especie de mal”.

Proverbios 23:31 nos advierte en cuanto a la bebida alcohólica.  “No mires al vino cuando rojea, cuando resplandece su color en la copa”.  ¡Ni siquiera debemos mirarlo!
Proverbios 6:20-35 son versículos que enseñan al varón creyente a fijarse en la ley de Dios para guardarse de la mujer extraña o ramera.  Fíjate en el versículo 25: “No codicies su hermosura en tu corazón, ni ella te prenda con sus ojos”.  ¡El varón creyente ni siquiera debe permitir que ella se fije en él!

1 Juan 2:15, 16 son versículos muy buenos para la dama creyente.  Nos advierten acerca de la atracción del mundo.  “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo.  Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.  Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo”.

Salmo 101:3  “No pondré delante de mis ojos cosa injusta.  Aborrezco la obra de los que se desvían; Ninguno de ellos se acercará a mí”.  Esta es la parte negativa.

Salmo 101:6 menciona la parte positiva: “Mis ojos pondré en los fieles de la tierra, para que estén conmigo; El que ande en el camino de la perfección, éste me servirá”.

Salmo 101:7 menciona la advertencia: “No habitará dentro de mi casa el que hace fraude; El que habla mentiras no se afirmará delante de mis ojos”.

EL CREYENTE DEBE QUITAR LA MIRADA DE TODO LO QUE DESAGRADA A DIOS:

Las Escrituras enseñan que el ver conduce al hacer. 
           
La Biblia enseña que lo que vemos nos afecta y nos motiva a desear algo.  Una vez que el corazón incuba el deseo, pronto brotará en alguna manifestación y acción externa.  El proceso es como sigue.  ¿De qué manera el ver termina en una acción? La escalinata del deseo-----> VER ¿…?


Estos pasos se ven cumplidos en la vida de tres personas:
Ø  En la vida de Eva: Génesis 3:6.
       1.  Eva vio"Y vio la mujer...".  
       2.  Eva toleró"...que el árbol era bueno para comer,...".
       3.  Eva aceptó"...y que era agradable a los ojos,...".
       4.  Eva deseó"...y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría;...".
       5.  Eva tomó"...y tomó de su fruto, y comió;...".

Ø  En la vida de Acán: Josué 7:21.
       1.  Acán vio"Pues vi entre los despojos...".
       2.  Acán toleró"...un manto babilónico muy bueno,...".
3. Acán aceptó"...y doscientos siclos de plata, y un lingote de oro de peso de cincuenta siclos,...".
       4.  Acán deseó"...lo cual codicié...".
       5.  Acán tomó"...y tomé;...".

Ø  En la vida de David: 2 Samuel 11:2-4.
       1.  David vio"...y vio desde el terrado a una mujer..." 11:2.
       2.  David toleró"Envió David a preguntar por aquella mujer,..."  11:3.
3.  David aceptó"...y le dijeron: Aquella es Betsabé hija de Eliam, mujer de Urías heteo".  11:3.
       4.  David deseó"Y envió David mensajeros,..."  11:4.
       5.  David tomó"...y la tomó; y vino a él, y él durmió con ella".  11:4.


LE VER CONDUCE AL HACER:

Sabiendo que el ver conduce al hacer, debemos tener cuidado de lo que vemos.  Si vemos lo recto, correcto y bueno, haremos lo mismo.  De igual forma, si vemos pecado y llenamos nuestra mente y corazón con suciedad, de hecho nuestra vida no agradará a Dios.  Por lo tanto, debemos tomar todas las precauciones posibles para no ver el pecado.  Esto tiene muchas aplicaciones en el área de la televisión.

Este mismo principio lo conocen muy bien los que hacen las propagandas.  Ponen ante nuestros ojos el producto o servicio que quieren vender sabiendo que les dará resultados.  El mundo estudia bien el mercado y lo que la gente quiere y piensa que necesita.  Luego, presentan su producto o servicio como la respuesta a esa “necesidad”.  En un solo día estamos expuestos a miles de imágenes a través de la televisión, Internet, paneles y letreros, etc...  Definitivamente, el mundo cree en el principio de: ver conduce a hacer¡Los que hacen la propaganda en la televisión conocen estos pasos muy bien!

Debido a ello es muy importante controlar lo que vemos, porque lo que entra a nuestro corazón por medio de los ojos determina lo que hacemos.  Nuestro corazón determina lo que vemos.  También lo que vemos afecta lo que hacemos y lo que deseamos ver.  Si vemos lo que agrada a Dios, le agradaremos y deseamos agradar aún más; pero si vemos lo que no le agrada, eso afectará nuestros deseos y acciones.

La Disposición del Corazón Determinará Nuestro Enfoque:

La disposición de nuestro corazón muchas veces nos guía para encontrar lo que inconscientemente buscamos.  Encontramos en la vida lo que queremos.  Los deseos del corazón determinan nuestro enfoque.   Gn. 13:10.

Busca las siguientes referencias y escribe tus respuestas en los espacios en blanco.  En estos ejemplos notaremos que el corazón de la persona fue afectado por lo que vio. 

Personas Que Encontraron Lo Que Buscaron:
Referencia
Persona
Lo Que Vio
Cómo: Le Afectó
Génesis 13:10. 
Lot
Ejemplo: La llanura del Jordán.
Decidió vivir en Sodoma en medio de toda la homosexualidad y vileza del pueblo.
Génesis 22:3. 
Abraham
En el monte
Decidió obedecer a Dios al dar su hijo en sacrificio.
Génesis 22:13. 
Abraham
Cordero
Aceptó el sustituto por su hijo. 
Génesis 24:29-31. 
Labán
Eliezer. Comp. 15:2.
Invitó al mayordomo de Abraham a quedarse en su casa.
Génesis 34:1,2. 
Siquem
Siquem
La sedujo y fornicó con ella.

Génesis 38:13-15. 
Judá

Judá
Fornicó con su nuera.

Génesis 39:6,7.
La mujer de Potifar
Su casa
Invitó a José a dormir con ella.
Éxodo 3:2,3.
Moisés
Arquilla de juncos
Conoció a Dios y la misión que tenía para su pueblo.
Jueces 14:1; 16:1. 
Sansón
Dalila
Cayó en fornicación y sufrió una separación espiritual de Dios.
Mateo 9:36. 
Jesús
Compasión
Enseñó a sus discípulos a orar por más obreros.


Lo que ellos vieron les afectó.  Pero, lo que necesitamos notar es que los deseos, inconscientemente, mueve la aguja de la brújula que guía los ojos y luego la vista se fija en lo que le interesa y está buscando.  Los ojos son atraídos como por un imán al interés que está guardado en el corazón.





¿Qué deseo estaba en el corazón de estas personas antes de ver algo?:
0J0: Llene los espacios que faltan…
Referencia
Persona
El Deseo en el Corazón Antes de Ver
Génesis 13:10. 
Lot, antes de ver la llanura del Jordán.
Ejemplo: Busco los bienes de este mundo, para él y sus animales e hijos;  más   que  un lugar para adorar a Dios.
Génesis 22:3-13; Hebreos 11:17-19.
Abraham antes de ver el lugar del sacrificio y el carnero.

Génesis 24:29-31; 31:14-16. 
Labán antes de ver el pendiente y los brazaletes.

Génesis 34:1,2. 
Siquem antes de ver a Dina.


Génesis 38:13-16. 
Judá antes de ver a su nuera vestida como ramera.

Génesis 39:6-13.
La mujer de Potifar antes de ver a José.


Hebreos 11:24-26.
Moisés antes de ver la zarza.


Jueces 14:1-3; 16:1. 
Sansón antes de ver a la mujer de Timnat y la ramera de Gat.

Mateo 9:36; 20:28.
Jesús antes de ver a las multitudes.




Estudiando cuidadosamente estos ejemplos, aprendemos que la disposición del corazón afecta lo que uno ve e incluso determina su enfoque.  Lot vio la llanura del Jordán como la tierra de Egipto y se enfocó en ella porque buscaba las cosas de este mundo y un buen lugar para criar a sus animales en lugar de buscar un buen lugar para criar a sus hijos.  Abraham vio el lugar para ofrecer a su hijo en sacrificio y el carnero  que iba a tomar su lugar porque buscaba la aprobación de Dios.  Labán dio una cordial bienvenida al mayordomo de Abraham luego de ver el pendiente y los brazaletes que le había dado a su hermana Rebeca, porque le interesaban los bienes materiales.  Siquem vio a Dina y la sedujo porque tenía codicia y lascivia en su corazón.  Judá vio a Tamar vestida como ramera y pecó con ella porque su corazón estaba lleno de deseos impuros.  La mujer de Potifar puso sus ojos en José y trató de seducirle porque los pensamientos impuros dominaban su mente.  Moisés vio la zarza que ardía y Dios se manifestó a él porque tenía disposición de corazón para obedecer e identificarse con su pueblo.  Los ojos de Sansón se enfocaron en una mujer inconversa del pueblo filisteo de Timnat y la quiso tomar; luego se enfocó en una ramera en Gat y pecó con ella porque vivía para su propio placer en vez de agradar a Dios.  Jesús notó las necesidades de las multitudes cuando las vio y enseñó a sus discípulos a orar por más obreros porque vino para servir y ministrar a otros. 

Los deseos del corazón son como un imán que guía a los ojos hacia lo que les atrae:


Lo que Vemos También Afecta Nuestro Corazón:

La Palabra de Dios nos enseña que somos tentados por nuestro entorno y por lo que vemos.  La Biblia da varios ejemplos de personas que fueron afectadas por lo que vieron.  Busca las siguientes referencias y escribe lo que las personas vieron y cómo fueron afectadas.

Personas Que Fueron Afectadas Por Lo Que Vieron:
OJO: Llene los espacios que faltan…
Referencia
Persona
Lo Que Vio
Cómo Le Afectó
Génesis 37:3, 4.
Hermanos de José

Le aborrecían y no podían hablarle pacíficamente.
Nehemías 2:13-17.
Nehemías




Motivó a los judíos a volver y edificar el muro de Jerusalén.
Ester 3:5; 5:9, 13, 14.
Amán


Se llenó de ira y planificó matarlo.
Hechos 17:16, 17.
Pablo



Presentó el evangelio en la sinagoga y en la plaza cada día.

Lo que ellos vieron les afectó.  Sin embargo, también tuvieron deseos en su corazón que les influyeron en el momento de ver algo.

¿Qué deseo estuvo en el corazón de estas personas antes de ver algo?

Referencia
Persona
El Deseo en el Corazón
Génesis 37:3, 4.
Los hermanos de José antes, de ver la túnica de diversos colores.


Nehemías 2:13-17.
Nehemías, antes de ver los muros destruidos.


Ester
3:5; 5:9, 13, 14.
Amán, antes de ver que Mardoqueo no se arrodillaba.


Hechos 17:16, 17.
Pablo, antes de ver la cuidad de Atenas entregada a la idolatría.



Las siguientes afirmaciones son verdaderas: la disposición del corazón afecta el enfoque y el enfoque también afecta el corazón.  Por eso, es importante mantener el corazón limpio y tener cuidado de lo que entra por los ojos y los oídos.  Podemos ilustrar este ciclo como sigue:

La Ilustración:
Ciclo Bueno a deseo malo:
1:
Deseo
En el Corazón.

2:
Busco
Lo que deseo.

3:
Encuentro
Lo que busco.

4:
Lo que ve
Aumenta el deseo en el Corazón.

                                                                                                                     
El creyente que pone la Palabra de Dios delante de sus ojos tendrá mayor deseo de aprenderla y desarrollará un gusto por ella en su paladar espiritual.  Le será dulce como la miel.


La Señales y el Efecto del Egoísmo (Pornografía):

1.          Preocupación por sí mismo.  La pornografía es agradarse a sí mismo lo cual es egoísmo.  El resultado de la pornografía es una mayor preocupación por sí mismo.  La persona se vuelve más egoísta pensando sólo en sí misma sin considerar a los demás.  Aquí se aplica la ley de la cosecha: lo que uno siembra, cosecha.  La pornografía comienza por el egoísmo y va en aumento hasta que la persona se consume a sí misma.

Gálatas 6:7-9:        Las 4 Leyes de la Cosecha:

Ley #1. Certeza – Luego de sembrar, sin duda alguna habrá una cosecha.

Ley #2.  Cantidad – La cosecha será mayor que la siembra.

Ley #3.  Tipo – La cosecha será lo mismo que la siembra.

Ley #4.  Tiempo – La cosecha será en el futuro, luego de la siembra.

2.             La relación interpersonal con Cristo se deteriora.  La persona no está agradando a Cristo ni pensando en Él.  Ya no lee la Palabra de Dios y asiste muy poco a la iglesia, y cuando lo hace, está aburrida.  El Señor Jesucristo no es su interés principal en la vida.  Se ha olvidado por completo de la meta suprema porque tiene otra meta: agradarse con la pornografía.  Hay algo más bello que Cristo – la basura de la pornografía.

3.          Falta de contentamiento con el cónyuge.  Aunque el cónyuge de la persona no sabe, llega a estar en competencia con otra persona.  ¿Quién es?  El personaje o los personajes de su pornografía.  Siendo que el pecado nunca sacia la carne y está viviendo para la carne, ninguna persona le satisface.  Y lo peor es que cree que el problema está con su cónyuge.  Muchas personas dominadas por este vicio van de pareja en pareja procurando encontrar a alguien que pueda saciar sus expectativas creadas por la fantasía.  Siendo que ninguna persona puede alcanzar sus expectativas y no le satisfacen, vive en frustración buscando a esa persona y cada vez probando con una persona más libertina.  Harta de la vida y desilusionada con todos, se aborrece a sí misma y vive frustrada.  Sin que se dé cuenta, ¡la única persona que le puede saciar es su bello Salvador!

4.           La relación interpersonal con otros se deteriora. La persona no está contenta con su cónyuge, entonces tampoco estará contenta con otros.  Comienza a discutir con otros, se irrita rápidamente y se distancia de todos sólo para refugiarse en la cueva con su ídolo y dios.  La relación interpersonal con Cristo sufre primero, luego la relación  con su cónyuge y luego con otros.  El egoísmo destruye las relaciones interpersonales.  Es la relación con Cristo determina la armonía con otros, y puesto que está mal con Él, entonces estará mal con todos.

5.            Se vuelve antisocial.  Poco a poco la persona dedica más tiempo a su pornografía.  Comienza a incumplir algunas responsabilidades.  Se aísla del mundo real y se ausenta de compromisos importantes y reuniones familiares para estar en la cabina de internet, o con tu laptop, DVD, revistas, el televisor o las novelas.  Tiene ojos para la pornografía, pero no para otros.

6.      Se vuelve insensible.  Siendo que su única preocupación es por sí misma, no nota las necesidades de otros.  Llega a ser indiferente a los demás y totalmente insensible a los sentimientos, las frustraciones y el dolor de otros, incluyendo a las personas más cercanas e íntimas en su vida.  Luego de un tiempo, no le importa el dolor y sufrimiento que causa a otros, y llega a herirlos con su indiferencia, sus palabras y sus acciones.  En la última etapa, abusa de otro verbal, emocional y físicamente sin importarle.  La violencia es una característica de los que están muy involucrados en la pornografía violenta.


7.          Falta de veracidad e integridad.  Las relaciones interpersonales que disfrutó antes por la transparencia y honestidad han sido dañadas por la mentira.  Hace un gran esfuerzo por encubrir su hábito.  Gasta mucha energía planificando una estrategia sólo para que otros no descubran lo que hace.  (La estadística es que aproximadamente el 70% mantiene su pornografía como secreto.)  Toda su vida es fingida y pretende ser algo que no es. Luego, cuando es confrontada, niega, miente y encubre.  Sigue en la mentira a pesar que otros ya lo saben y tienen pruebas.  La vida de mentira comienza a revelarse por la forma que piensa acerca de la veracidad e integridad.  Tal vez otros no se enteran del oscuro y sucio hábito que tiene, pero sí notan la mentira y la manera en que maneja la verdad en otras áreas.  La falta de integridad malogra las relaciones interpersonales porque no se puede confiar en la persona que se dedica a la pornografía. 

8.           Un mal concepto de intimidad.
Se confunde el sexo con intimidad y no comprende la diferencia.  La persona llega a ser fría, poco comunicativa e incapaz de apreciar la intimidad verdadera.  Está metida en la pornografía viviendo en ese mundo de fantasía que has construido en su mente y cuando sale de ese mundo, tiene muchas expectativas acerca de la intimidad sexual, su cónyuge, otras personas y la vida en general. 
       Las personas llegan a ser objetos en la mente.  Cuando ve a una persona del sexo opuesto, la pornografía almacenada en su mente le motiva a pensamientos muy ajenos a la Palabra de Dios: “¿Cómo sería tener sexo con esa persona?  ¿Cómo se vería y cómo actuaría en el sexo?”.  Su cónyuge no le atrae y tampoco le sacia en la intimidad sexual.  Cree que hay algo malo con ella o él y le exige que actúe como las personas que ha visto en la pornografía.  Si su cónyuge se rehúsa hacerlo, se enoja. 
No sabe cómo resolver los problemas y peor aún, no tiene el deseo de confrontarlos en la vida real.  Prefiere volver a su mundo de fantasía y el vicio se apodera más de sí.

9.     Tensión, frustración y estrés.  La persona está llena de muchas emociones: sentimiento de culpabilidad (pues tienes culpa), vergüenza, enojo, frustración, resentimiento, tensión, desánimo y depresión.  Además tiene problemas con su familia, su cónyuge (si es que lo tienen), las personas en el trabajo y las personas de la iglesia.  Lucha con sus deseos.  Está siendo empujada por deseos y vive inquieta.  Espiritualmente se siente destrozada, como un trapo sucio y como un perverso sexual.  Sabe que está lejos de Dios, pero procura mantener una imagen de integridad y espiritualidad que no tiene.

10.      Falta de control.  Su vida está fuera de control.  Ha perdido el contentamiento con su cónyuge en todo aspecto.  No hay amistad, romance, amor ni deseo hacia su cónyuge y es indiferente.  La preocupación de su cónyuge se convierte en frustración y luego de descubre su vicio, la frustración del cónyuge pasa a ser enojo.  La persona también está frustrada y enojada con su cónyuge, pues su apetito pornográfico ha empeorado y le aburre lo mismo de antes.  En la etapa más avanzada de los varones, van en búsqueda de lo novedoso y acuden a las prostitutas y la pornografía contiene escenas horribles que involucra a niños, animales y hay mucha violencia.

La pornografía no termina allí.  Se manifestará en otras formas y se apoderará más de la persona.  Si la pornografía persiste, la relación interpersonal con Cristo se viene abajo junto con las relaciones interpersonales con el cónyuge, los hijos, la familia entera y otros.  Luego vienen las diferentes perversiones sexuales y después la violencia y crueldad.  Es triste la degeneración que este pecado produce en el alma.

La ilustración de los carbones:

Un ídolo es la pasión en nuestra vida; un deseo intenso que reina sobre los otros deseos.  ¿Cuál es la solución?  El arrepentimiento y dar pasos concretos hacia lo que le agrada a Dios.  ¿Qué deberíamos hacer si tuviéramos un ídolo o una imagen de yeso?:  
·   Primero, debemos arrepentirnos reconociendo que es un pecado; una ofensa contra Dios, tomar la decisión de vivir para la gloria de Dios (la meta suprema), y
·      Luego, romper ese yeso en pedazos y sacarlo de nuestra casa.  Lo mismo tenemos que hacer con el ídolo sexual: reconocer que el deseo es malo, destruirlo y sacarlo de nuestro corazón.  ¿Deseas agradar a Dios más que agradarte?

ES EL DESEO MÁS FUERTE QUE CONTROLA, Y DOMINA LOS OTROS DESEOS:

Pero esa es sólo la parte negativa.  ¡La parte positiva es reemplazar esa pasión por una pasión hacia Cristo!  Ese ha sido el problema desde el principio: una falta de amor hacia Cristo.  No le apreciamos como deberíamos.  ¡La clave para conquistar pecados dominantes en el área sexual es desarrollar una pasión hacia Cristo!  Ojo: es desarrollar.  Quiere decir que eso toma tiempo.  Así como pasó tiempo tomando muchas decisiones equivocadas para que los pecados sexuales llegaran a ser un hábito dominante; así también para vencerlos, tendremos que desarrollar una pasión hacia Cristo a través del tiempo y debemos tomar decisiones sabias de obediencia.  Fascinate con Él.  Tienes que llegar a conocerle profundamente.  Aumenta tu temor a Dios y anda en la integridad.  Mateo 10:37, 38; Marcos 12:30.

Los pasos para ganar la victoria son los mismos que se siguen con otros pecados.  Aquí presentamos algunas ideas más:

1.     Aumenta tu pasión hacia Cristo.  Ora para que Dios te de un amor profundo hacia Él.
2.     Destruye todo material pornográfico.  Hazlo de inmediato.  Lo debes destruir de tal forma que ese material no pueda ser recuperado.
3.     Toma medidas drásticas para no ver jamás material pornográfico.  Si el problema es con internet, puedes:
·         Vender tu computadora.
·         Guardar tu computadora por un tiempo.
·         Limpiar tu computadora de toda información, direcciones de páginas web, contactos de chat y otros y sólo usarla cuando estás acompañado.
·         Instalar un buen filtro.
4.     Consigue un amigo a quien rendirás cuentas y que puede preguntarte en cualquier momento si estás viendo algún material que no exalta a Cristo.  Tu amigo debe preguntarte eso frecuentemente.
5.     Llena tu mente con la Palabra de Dios.  Esto es la ley del reemplazo.  Tienes que almacenar tu mente con pensamientos puros.  Debes involucrarte en un estudio serio de la Palabra de Dios con otras personas.  La memorización y meditación en la Palabra de Dios es clave.

Sin embargo, alguien dirá: “Pastor, eso es muy difícil”.  A lo cual contestamos: Sí tienes razón,  pero recuerda:

Difícil es difícil; pero difícil no es imposible:

IDOLOS:

Prácticas Bíblicas:

1: Gn. 16:1-2.
2: Gn. 30: 1-8.
3: Gn. 30: 10-17 Atención de su marido:

Véase Parte VIII


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