Parte III:
LIBERTAD MORAL EN CRISTO:
(2 Pedro 1:5-7)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Prolegómeno:
“vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento;… al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad;… a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor”. (2 Pedro 1:5-7).
Lección 1
FE:
PASOS DE
ARREPENTIMIENTO COMPLETO:
Para ser librado
de la culpa y dominio del pecado es indispensable que la persona se arrepienta
en una manera completa (2 Cor.7:12).
PASOS NECESARIOS PARA UN VERDADERO ARREPENTIMIENTO:
1.1.
Estar De Acuerdo
Con Dios:
Primero es necesario reconocer lo que
Dios acerca de nosotros es cierto, que nuestro corazón es engañoso
(Jr.17:9-10), que no hay nada de bueno en nosotros (Rom.3:10-11), pues tenemos
una naturaleza moralmente depravada.
Cuando pecamos no es por un descuido
nuestro, sino porque nuestra naturaleza desea vivir así. Es importante en
humillarnos en reconocer que la evaluación que Dios tiene de nosotros es cierto
(vea Juan 6:36; Rom.7:18). Reconocer la seriedad de la inmoralidad: Lv.20:19;
Rom.1:32; Lc. 12:2-3; Rom.2:16.
1.2.
Discernir Las Causa Básica Del Pecado:
Hay un pecado que es la causa de los demás pecados
que cometemos. Es de no querer dar a Cristo el primer lugar de nuestra vida: es decir, no queremos dejarle
gobernar nuestra vida o dejarle ser el centro de nuestra vida. No le damos la
gloria y el honor que le corresponde de ser Dios en nuestra vida (Rom.1:21).
Más bien, él “YO” [EL
EGO] personal es el centro y dios en nuestra vida. Por eso pecamos, pues
incitamos a hacer como nosotros queremos. Este pecado se llama rebeldía o
deslealtad. Esta es la causa de los demás pecados.
Hay que arrepentirse de pecados
individuales, necesitamos arrepentimientos de no haber dado a Dios su debido
lugar en nuestra vida. En vez de arrepentirnos de haber sido desleal.
1.3.
Entender El
Propósito De Dios En Permitirnos Pecar:
Para hallar completa paz, necesitamos
armonizar en nuestra mente lo que nos pasó, tomando en cuenta que Dios desea
enseñarnos algo por medio de ellos. No es que Dios apruebe el pecado o que
alguna vez pequemos. Más bien es que a veces él permite que caigamos en pecado
para enseñarnos alguna lección importante, como por ejemplo:
a. Humillarnos en reconocer que todo lo bueno que hay
en nosotros se debe a la gracia de Dios (1 Cor.15:10).
b. Convencernos profundamente que la Carne de nada
aprovecha (Rom.7:18).
c. Mostrarnos las consecuencias trágicas del pecado,
para que lo evites a toda costa (1 Tim.1:13, 16).
1.4.
Reconstruir
Nuestra Manera De Pensar:
No
es suficiente tratar de olvidar lo que nos pasó. Necesitamos
reconstruir nuestra manera de pensar acerca de nuestros pecados:
a.
Para que no
sigamos sintiéndose culpables después de
ser perdonados.
Para esto es necesario crear lo que dice Juan 1:9, sin depender de lo que
sintamos o entendemos.
b.
Para poder dar
gracias a Dios cuando recordamos lo que paso (1 Ts.5:18).
No podemos dar gracias por nuestros
pecados, pero podemos darle gracias por perdonarnos tan grandes pecados y que
la experiencia de pecado que tuvimos nos servirá para advertir a otras personas
contra el pecado, y para saber ayudar a otras personas a salir de esa clase de
pecado.
1.5.
Abandonar
Nuestro Pecado y Hacer Lo Que Dios Quiere:
La prueba final de que estamos
verdaderamente arrepentidos es que abandonemos nuestro pecado cambiamos nuestra
manera de vivir, hablar y pensar (Lucas 3:8; Tito 2:13).
1.6.
Definición:
El
pecado heredado es aquel estado pecaminoso con el cual nacen todos los
humanos.
Los teólogos han usado varias
clasificaciones para describir este concepto:
a.
Algunas le
llaman, como, pecado heredado. Esto enfatiza la verdad de que todas
las personas heredan este estado pecaminoso de sus padres, y los padres de los
de ellos, hasta llegar a Adán y Eva.
b.
Otros le llaman la naturaleza pecaminosa, lo cual
enfoca el hecho de que el pecado ha corrompido nuestra naturaleza entera. El
término “naturaleza
pecaminosa” provee un caro contraste entre esa naturaleza radical y
sus frutos (los cuales son hechos particulares del pecado).
c.
Aun otros prefieren el término pecado original,
porque el pecado original de Adán produjo esa corrupción de la naturaleza que
fue transmitida por herencia a cada sucesiva generación.
1.7.
Jesús Es El
Señor. (Rom.10:9):
La confesión con la boca y la fe
en el corazón se refiere a la respuesta exterior
e interior del cristiano. Su
convicción íntima debe expresarse en lo interior.
Cuando confiesa que Jesús es Señor afirma la Divinidad de Cristo y su
exaltación, y el hecho de que él mismo, el cristiano, le pertenece. La creencia
de uno en la resurrección demuestra que sabe que Dios actuó y triunfó en la
cruz.
1.8.
El Remedio Para
El Pecado Heredado:
El Remedio De Dios
Es Doble:
1.
Nueva vida en Cristo al crear, la cual juzga a la
carne (Rom.8:1; Gál.5:24); y
2.
La dádiva del Espíritu de Dios, que capacita al
creyente para vivir libre del dominio de aquella vieja vida.
Etimología:
G4102 πίστις = pístis: de G3982; persuasión,
i.e. credibilidad; moralmente convicción (de verdad religión, o la veracidad de
Dios o de un maestro religioso), específicamente confianza en Cristo para
salvación; abstractamente constancia en tal profesión; por extensión, el
sistema de verdad religiosa (evangelio) en sí mismo:- fe, fidelidad, fiel, gracia. (Strong).
Lección 2
FE: a
DAR A DIOS EL
LUGAR QUE LE CORRESPONDE:
Dios, no es Dios
en nuestra vida mientras él no tiene DOMINIO
COMPLETO
y AUTORIDAD SUPREMA en ella.
Mientras estamos dominados por nuestro “YO” personal,
mientras otra persona o cosa tiene el primer lugar en nuestra vida, Cristo no
es Dios en nuestra vida.
Cristo es Dios (Rom.9:5; 1 Jn.5:20).
Siendo Dios, él tiene doble derecho a nuestra vida:
1.
Por habernos creado (Salmo 100:3).
2.
Por habernos Redimido (1 Cor.6:19; 7:23).
Cristo desea salvarnos no solamente de nuestras
culpas y del Infierno, sino salvarnos más que todo de nosotros mismos (para
librarnos de una vida dominada por el egoísmo y la carnalidad). Vea lo que dice
2 Corintios 5:15 y Romanos 14:17, acerca de esto.
2.1. PASOS PARA DAR A CRISTO EL PRIMER LUGAR:
1.
Pedirle perdón por nuestra rebeldía y deslealtad.
2.
Invitarle a tomar el trono de nuestro corazón.
3.
Entregarle nuestra vida y cuerpo, invitándole a
tomar control completo (Rom.6:13; 1 Cor.6:15).
4.
Renovar esta entrega diariamente.
5.
Separar un tiempo cada mañana para orar y leer la
Biblia buscando conocer mejor su voluntad.
6.
Consulte en toda decisión de la vida, y hacer lo que
Él nos indica (Hech.9:6).
7.
Tomar en serio su PALABRA, llevándolo a
la práctica (Lc.6:46; Is.66:2).
2.2. ¿QUÉ SUCEDE CUANDO NACEMOS DE NUEVO?
Otra
persona llega a vivir en nuestro corazón: El Señor
Jesús.
Esto es maravilloso, pero, aun después de nacer de nuevo, todavía tenemos
aquella vieja naturaleza pecaminosa llamada “la carne”. El “YO” quiere
continuar gobernando, y esto crea un problema, puesto que Cristo y el YO no pueden gobernar a la vez.
Sólo Cristo tiene el derecho de gobernar en nuestra vida, pero el “YO” continuara tratando de gobernar. Cada cristiano tiene
que escoger si será gobernado por Cristo o por el YO. Los dos no pueden gobernar:
“Tenemos Que Escoger
Entre Uno u Otro”.
Véase Parte IV:
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