Parte I:
JESÚS: LOS CUARENTA DÍAS PERDIDOS:
(Hechos 1:7-9)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
La
ascensión
“Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las
sazones, que el Padre puso en su sola potestad;… pero recibiréis poder, cuando
haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en
Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra… Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le
recibió una nube que le ocultó de sus ojos”.
(Hechos 1:7-9)
INTRODUCCIÓN:
En este capítulo
de su Evangelio, Lucas nos refiere la triunfante Resurrección del Señor, con
muchos detalles que no hallamos en los otros evangelistas.
Siempre los curiosos quieren saber si
fue en verdad que el Señor Jesús Resucito, después de estar tres días y tres
noches en la tumba, por semana santa los medios televisivos trataron la Muerte
y Pasión de Jesús pero una de ellas causo más interés por TUHISTORY (29-04-2013
En el programa de noche), entre teólogos y sacerdote católico sobre el tema: “Jesús: los 40 días perdidos”, creo que dan
las evidencia que realmente si Jesús resucito en verdad, pero veamos quienes
vieron esta Resurrección Gloriosa de Nuestro Señor y Salvador.
Ahora bien, véase el afecto y el respeto
que las mujeres demostraron hacia Cristo, después que murió y fue sepultado.
Obsérvese la sorpresa cuando hallaron removida la piedra y vacía la tumba. Los
cristianos suelen quedar confundidos con lo que debiera consolarlos y
animarlos. Esperaban hallar a su Maestro en su sudario, en vez de ángeles en
ropajes refulgentes. Los ángeles les aseguraron que había resucitado de entre
los muertos; ha resucitado por su poder. Estos ángeles del cielo no traen un evangelio
nuevo, pero recuerdan a las mujeres las palabras de Cristo, y les enseñan a
aplicarlas.
Podemos maravillarnos de estos
discípulos, que creían que Jesús es el Hijo de Dios y el Mesías verdadero, a
los que tan a menudo les había dicho que debía morir y resucitar, y luego
entrar en su gloria, y que en más de una ocasión le habían visto resucitar
muertos, pudieran tardar tanto en creer en su resurrección por su poder. Todos
nuestros errores en la religión surgen de ignorar u olvidar las palabras que Cristo
ha dicho.
Ahora Pedro corre al sepulcro, él que
tan recientemente había huido de su Maestro. Estaba asombrado. Hay muchas cosas
que nos causan estupefacción y confusión, y que serían claras y provechosas si
entendiésemos correctamente las palabras de Cristo.
Veamos otros puntos. Según el arreglo de
las evidencias por A. T. Robertson, hubo once apariciones de Jesús registradas
después de la resurrección y antes de la ascensión, más el encuentro de Pablo
con Jesús en el camino a Damasco. Diez de estas apariciones se encuentran en
los Evangelios, o, según, Culpepper
solo nueve. Cada Evangelio relata los eventos en una manera particular, ninguno
pretendiendo abarcar todo lo que ocurrió (ver 20:30), pero todos concuerdan en
los hechos básicos: la tumba vacía,
la resurrección corporal de Jesús, las apariciones sólo a los discípulos, los
cuales las recibieron con dudas y reserva, pero finalmente todos fueron
convencidos.
Las diferencias en el contenido y la
manera de presentar las apariciones hacen difícil un arreglo armónico. Algunos
sugieren que estas diferencias restan valor a su autenticidad, pero otros creen
que más bien la confirman, porque, como dicen, ¿qué autor falso o impostor
habría dejado tantas diferencias? Las diferencias reflejan el propósito de cada
redactor y su conocimiento personal de los hechos, o las tradiciones a su
disposición. Morris acota que las
mencionadas diferencias indican que tenemos la evidencia espontánea de
testigos, no la repetición estereotipada de una historia oficial. Juan es muy
independiente en su presentación, no relatando ninguna de las historias que los
otros presentan. Lindars, quien
rechaza la paternidad juanina, sugiere que el autor tenía a mano solamente
tradiciones de tres de las apariciones. Plummer
observa que las características distintivas de Pedro, Juan, Tomás, Magdalena y otros están en completa armonía con
lo que se sabe de ellos de otros pasajes.
Varios eruditos ofrecen un intento de
armonizar las apariciones, adoptando distintos criterios. Nos limitamos aquí a
presentar el esquema de A. T. Robertson:
Ø a María
Magdalena (Mr. 16:9–11; Juan 20:11–18);
Ø a las otras
mujeres (Mt. 28:8–10);
Ø a los dos
discípulos en camino a Emaús (Mr. 16:12 s.; Lc. 24:13–32);
Ø a Simón Pedro (Lc.
24:33–35; 1 Cor. 15:5);
Ø a los diez discípulos,
sin Tomás (Mr. 16:14; Lc. 24:36–43; Juan 20:19–25);
Ø el domingo
siguiente a los once discípulos, con Tomás presente (Juan 20:26–31; 1 Cor.
15:5);
Ø a los siete
discípulos y la pesca milagrosa (Juan 21:1–25);
Ø a 500 personas
en un monte, y una comisión a los discípulos (Mr. 16:15–18; Mt. 28:16–20; 1
Cor. 15:6);
Ø a Jacobo (1 Cor.
15:7);
Ø a los once,
dándoles una comisión (Lc. 24:44–49; Hech. 1:3–8);
Ø la última
aparición y la ascensión (Mr. 16:19 s.; Lc. 24:50,53; Hech. 1:9–12).
Veamos que sucedió en estos cuarenta
días después que el Señor Resucitó, con
quienes se conectó o converso, o lo vieron para antes ascender a los cielos (al
tercer cielo) su morada hasta su segunda venida.
Jesús: Los Cuarenta Días
Perdidos:
Cronograma de las apariciones:
1) María Magdalena Jn.20:11-17.
2) Camino a Emaús Lc.24:13-35.
3) Aparece a Los Discípulos Lc.24:36-49.
4) Tomás Jn.20:24-29.
5) Mar De Galilea Jn.21:1-19.
6) La Ascensión Hech.1: 6-11.
Si usted se da cuenta solo trabajaremos
con seis hechos, o encuentro especiales del Señor con los discípulos y demás
personas, que lo vieron después de la resurrección, hecho evidente que él vive,
y está a la diestra de Dios Padre; ahora recuerda que según los hechos, el
Señor ha tenido más encuentro con sus discípulos como usted ira notando en el
presente estudio.
Véase Parte II:
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