viernes, 2 de septiembre de 2016

El Extranjero Agradecido: (Lucas 17:11–19)

El Extranjero Agradecido:
(Lucas 17:11–19)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

Diez Leprosos Son Limpiados:
“Yendo Jesús a Jerusalén, pasaba entre Samaria y GalileaY al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos y alzaron la voz, diciendo: ¡Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros!... Cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que mientras iban, fueron limpiadosEntonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a Dios a gran voz”.
(Lucas 17:11–19)


Introducción:
Sin duda, los diez leprosos que Jesús había sanado le debían su gratitud ¿Cómo es que solamente uno volvió para darle las gracias? Me sorprende la respuesta de Jesús: “¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero?” (Lucas 17:18).
Tan igual como en estos últimos tiempos son poco las personas que son agradecidas a Dios, aun por la propia vida que él nos da cada día, como este extranjero [samaritano leproso] debemos ser agradecidos a diario a nuestro Creador y hacedor. ¿La pregunta sería y dónde están los otros nueves? No será que entre esos nueves está usted…
  
I.       17:11–19 El Samaritano Agradecido:

Cuando algunos leprosos buscaron ser sanados por Jesús, él simplemente les dijo que fueran a mostrarse a un sacerdote (5:14). Eso implica que su fe se demostraría por su obediencia y llevaría a su curación. Todos mostraron fe y fueron sanados, pero sólo uno se detuvo para alabar a Dios y agradecer a Jesús por su sanidad. Jesús destacó la ingratitud de los demás (presumiblemente todos judíos) y confirmó que la fe del samaritano le trajo sanidad tanto del cuerpo como del alma. La historia es una ilustración de la fe que obra maravillas (compare v. 6) y una lección de la necesidad de gratitud como parte de la fe.
Nota: 11: La ubicación del episodio en la frontera explica la constitución racial mixta del grupo. Sin embargo, la geografía no es clara. Es posible que aquí Galilea incluya Perea, la zona oriental del Jordán que también era gobernada por Herodes.

II.    17:11-14: A estos leprosos se les demandó que se mantuvieran alejados de otras personas y que anunciaran su presencia si alguien se les acercaba:
Algunas veces los leprosos entraban en remisión. Si un leproso pensaba que ya no tenía lepra, se suponía que debía presentarse a un sacerdote que podría declararlo limpio (Levítico 14). Antes que sanaran, Jesús envió a los diez leprosos al sacerdote, ¡y sanaron! Respondieron con fe y Jesús los sanó en el camino. ¿Es su confianza en Dios tan grande que cree lo que Él dice aun antes de suceder?

NOTA: V.14: Id[1]. Mostraos a los sacerdotes. El sacerdote tenía que certificar la limpieza de un leproso (Lv.14:1-32). Los hombres mostraron su fe al ponerse en camino, para ir al sacerdote, antes de quedar limpios.

III.    17:12-19: Sanidad a Su Paso, SANIDAD DIVINA:

La naturaleza «progresiva» de algunos tipos de sanidad se nota en las palabras «mientras iban, fueron limpiados». La sanidad de los diez leprosos[2] nos ofrece varias lecciones:

1) No toda sanidad ocurre en el momento de la oración.
Puede esperarse que a menudo ocurren sanidades instantáneas, pero este milagro ilustra la sanidad «como un proceso» que se extiende tras la oración durante un período de tiempo.

2) La orden de Jesús, «Id, mostraos a los sacerdotes», indica no solamente su afirmación de la ley (Lv.13:1-59*).
NOTA: *Levíticos 13:1-59: Reglas sobre la lepra, 13:1-14:57. Los caps. 13 y 14 contienen las leyes que tienen que ver con la lepra: cómo reconocerla y el tratamiento cuando aparece. El cap. 13 habla del reconocimiento de la lepra en la piel del cuerpo (vv. 1-28), en la cabeza y en la cara (vv. 29-49) y en los textiles y cueros (vv. 47-59). El cap. 14 trata con la purificación de la lepra cuando se encuentra en la piel (vv. 1-32) y en la casa (vv. 33-57). Estos mandatos fueron dados a Moisés y a Aarón, y no al pueblo en general, porque el sacerdote tenía la responsabilidad de descubrir la lepra y ayudarles a entender cómo tratarla.
a. La lepra en la piel del cuerpo, 13:1-28. Esta enfermedad que se traduce lepra no parece ser la enfermedad moderna que llamamos la lepra, sino que es otro tipo de enfermedad de la piel. Parece que el término incluye varias enfermedades de la piel. No son enfermedades infecciosas, ni traen la muerte. Entonces, ¿por qué es tan grave? En la antigüedad la gente consideraba la lepra como una enfermedad sin curación. La vio como un castigo de Dios (o sus dioses paganos) y era una enfermedad muy dolorosa. Una tradición de los rabinos dice que la lepra es un castigo por el pecado. Por esto aislaron a la persona como símbolo de arrepentimiento. La persona con la lepra era impura ceremonialmente. Es decir que no podía participar en las actividades de la religión y era separada de la sociedad (ver v. 46).
Leyes acerca de la lepra  Lv.13:1-14:57:
I. Síntomas (13:1-44).
1. En la piel (vv. 1-8).
2. Tumor blanco (vv. 9-11).
3. Todo el cuerpo (vv. 12-17).
4. Ulceras en la piel (vv. 18-23).
5. Quemadura de fuego (vv. 24-28).
6. Llagas en la cabeza o en la cara (vv. 29-37).
7. Manchas (vv. 38, 39).
8. Calvicie (vv. 44-44).
9. Cómo tratar al leproso (vv. 45, 46).
10. Cómo tratar el vestido contaminado (vv. 47-59).
II. Cómo purificarse (14:1-57).
1. Fuera del campamento (vv. 1-8).
 (1) Inspección y ceremonia sacerdotal (vv. 1-7).
 (2) Limpieza individual (v. 8).
2. Dentro del campamento (vv. 9-32).
 (1) Purificación ceremonial (v. 9).
 (2) Purificación sacrificial (vv. 10-32).
                      (a) Para el israelita común (vv. 10-20).
                      (b) Para el israelita pobre (vv. 21-32).
3. En la casa (vv. 33-53).
 (1) Inspección y recomendaciones sacerdotales (vv. 33-47).
 (2) Purificación de la casa (vv. 48-53).
4. Resumen (vv. 54-57).
Aplicación a la vida:
La lepra era un símbolo del pecado. Actualmente el pecado de la promiscuidad, liberalidad y desviación sexual, ha traído el SIDA (síndrome de inmundo deficiencia adquirida) como una llamada de alerta divino a la sociedad actual.
El sacerdote examinará... (v. 3). El sacerdote tenía la responsabilidad de reconocer la lepra y declarar a la persona inmunda. Por esto, la ley explica cómo reconocerla. Los vv. 3-46 describen los varios síntomas de la lepra en la persona y cuándo es impura.
El v. 4 tiene la advertencia de no tomar una decisión demasiado rápido sobre una enfermedad tan seria. Si hay dudas, debe aislarlo por siete días. Después de siete días si quedaban dudas, debe aislarlo siete días más (vv. 5, 6). Si no se ha extendido la enfermedad durante los siete días, el sacerdote puede declararlo puro. Pero, si se ha extendido, el sacerdote debe declararlo impuro (vv. 7, 8). Los vv. 9-11 dicen que cuando no hay duda que la persona tiene la lepra, no debe aislarlo por los siete días, sino declararlo impuro en el mismo momento.
Había un tipo de lepra que tiene su curación después de un tiempo. Cuando brota toda la piel con la lepra blanca (seca) indica que la lepra se cura y la persona es sana (vv. 12, 13, 16, 17). Si brota en la piel viva, indica que todavía existe la enfermedad (vv. 14, 15). El término puro (vv. 17, 34, 40, 41) no quiere decir que no existe ninguna enfermedad de la piel, sino que no es la lepra. Es puro social y ceremonialmente.
Los vv. 18-44 tratan de otras enfermedades de la piel y de la cabeza que pudieron terminar en la lepra. La gente debería darse cuenta de cualquier enfermedad que podría producir la lepra. Los vv. 18-23 tratan con úlceras que aparecen en la piel y los vv. 24-28 con quemadura de fuego. El sacerdote recibió instrucciones para reconocer si estas enfermedades podrían llegar a ser leprosas.
b. La lepra en la cabeza y en la cara, 13:29-46. Otro síntoma de la lepra puede aparecer en la cabeza o en la cara (vv. 29-44). Otra vez, presenta síntomas que se debían cuidar y el sacerdote recibe instrucciones para reconocer la diferencia entre la lepra y otras enfermedades.
Cuando el sacerdote declara que una persona es leprosa, tiene que seguir las siguientes instrucciones:... sus vestidos serán rasgados, y su cabeza será despeinada como símbolo de arrepentimiento y humildad. Son símbolos de personas en luto (ver 10:6; 21:10). Se cubrirá hasta la nariz..., es decir, cubrir su bigote. También indica luto porque el bigote representaba la gloria del hombre antiguo.
Pregonarái: i ¡impuroi! i ¡impuroi! El propósito de esto era una advertencia al mundo para que no fuera contaminado por la persona. La persona declarada impura tenía que habitar fuera del campamento sola. Esto representaba la separación de Jehová.
c. La lepra en textiles y cueros, 13:47-59. Hay varias opiniones sobre la lepra en textiles y cueros. Muchas veces la gente no tenía mucha ropa y debía usarla por varios días sin lavarla. También en el clima caluroso y húmedo existía la posibilidad de que apareciera una contaminación en la ropa. No quería decir que venía de la persona con la lepra porque ya hemos dicho que la lepra no era infecciosa.
La manera para probar el material era aislarlo por una semana. Si la infección no se había extendido después de una semana, había que lavar el textil y esperar otra semana. Si persistía después de la segunda semana, era la lepra y tenía que quemarla (v. 52).
La lepra en la ropa probablemente era un tipo de hongos que aparece en ropa descuidada en este clima. Más importante es el significado de tales leyes. La ley de Moisés enfatiza que impurezas e imperfecciones representaban condiciones inmundas y no tenían lugar en la presencia de Jehová. Para entrar en la presencia de Jehová la persona tenía que limpiarse personalmente. Esta limpieza incluía su ropa (vv. 47-59) y aun sus casas (ver 14:33-57) tenían que reflejar la pureza.
Consideraciones sobre la lepra:  
1. La intervención del sacerdote era para determinar si la lepra había afectado en verdad a la persona. Luego, el deber del sacerdote era aislar a la persona para evitar el contagio a los demás. No hay en Levítico mención alguna de tratamiento curativo, sólo se espera que el proceso natural del cuerpo haga su obra para declarar limpio al enfermo.
2. La ceremonia de limpieza y restauración de un leproso contiene elementos detallados, algunos de los cuales escapan a toda explicación.
3. La lepra a que se alude en Lv.14:34 puede ser algún tipo de moho en las paredes que podría causar enfermedades a sus habitantes. (Notas: de la Biblia de Estudio Mundo Hispano)

Como los sacerdotes [los sacerdotes del pueblo judío] eran los médicos de esa cultura, ello significa que el Señor aprueba la conducta de personas que han recibido sanidades y visitan a sus médicos para que las confirmen.

3) Es importante notar la obediencia de los leprosos al mandato de Jesús.
Mientras iban, en obediencia, fueron sanados. Cuando la sanidad no es instantánea, uno no debe dudar, pero sí buscar una posible senda de obediencia.

4) De ese grupo de leprosos a quienes Jesús sanó, solamente uno regresó para expresar agradecimiento.

Cuando viene la sanidad, expresa con alabanza y adoración tu gratitud, y no te quedes junto a los nueve que no regresaron. (Lucas 10:8-9; Juan 8:58).

IV.   17:16: Jesús sanó a los diez leprosos, pero sólo uno regresó para darle las gracias:

Es posible recibir grandes regalos de Dios con un espíritu ingrato, nueve de los diez leprosos actuaron así. Sin embargo, el leproso agradecido aprendió que su fe jugó un papel importante en su curación.
Así pues, los cristianos agradecidos crecerán en el conocimiento de la gracia[3] de Dios. Dios no demanda que le demos gracias, pero se complace cuando lo hacemos y usa nuestro espíritu de agradecimiento para enseñarnos más acerca de Él.
Este hombre además de leproso era samaritano, raza despreciada por los judíos por su idolatría y por ser medio judíos (véase la nota a 10:33*).

NOTA: *Lc.10:33: Ayuda de una fuente despreciada, VALOR HUMANO. Había muy marcadas fricciones étnicas entre los judíos y los samaritanos (Juan 4:9); no interactúan frecuentemente y, en algunos casos, existía hostilidad entre ellos. Pero Jesús, temprano en su ministerio, les enseñó la verdad de Dios. El Señor ministro a «la mujer de Samaria» y a la gente de Samaria (Juan 4:4-42). En esta parábola, la fuente de asistencia no fue un pariente o un conciudadano de Israel, sino un despreciado samaritano. Se nos recuerda que una de las grandes tragedias del prejuicio es que nos separa de quienes pueden eventualmente ofrecernos ayuda. La compasión del samaritano merece el mayor de los elogios, porque la persona a la que asistió, bajo circunstancias normales, probablemente ni siquiera le habría dirigido la palabra. Cristo ha venido a romper una separación semejante entre los seres humanos. (Santiago 2:1-9; Mateo 27:32).

Una vez más Lucas señala que la gracia de Dios es para todos. Quizás los otros, que eran judíos, consideraban que merecían ser sanados por pertenecer a la raza escogida

V.17: La ingratitud no negaba la misericordia de Jesús para con los nueve, pero les impedía convertirse en sus discípulos.

V.18: Extranjero: Los nueve leprosos ingratos parecían representar a esa nación de gente que había sido indiferente ante la obra purificadora de Jesús, el Mesías. Su actitud contrasta con la agradecida respuesta del odiado vecino samaritano (v. 16).

V.19: Una traducción alterna es: «Tu fe te ha sanado», en referencia a la sanidad más que a la salvación. Los nueve ingratos recibieron sólo sanidad física, pero el extranjero agradecido recibió algo más.

Conclusión:

Tenemos que ser agradecidos en todo al Señor Jesucristo por la vida, la salvación,  tan igual como aquel extranjero que regresó a darles la gracia por la sanidad espiritual y física.
Si el Rey de reyes puede recibir tan solo uno de diez respuestas de agradecimiento, ¿cómo podemos nosotros más? Es mejor llevar a cabo nuestra obra para honrar a Dios y servir a los demás que para que nos agradezcan lo que hicimos. Que la gracia del Señor Jesús se vea en nosotros aunque no valoren nuestros actos de bondad.
___________
Notas y Bibliografía:
[1] G4198 πορεύομαι = poreúomai: voz media de un derivado de lo mismo que G3984; atraversar, i.e. viajar (literalmente o figurativamente; específicamente remover [figurativamente mori], vivir, etc.):- andar, apartar, camino, ir, salir, seguir, subir. (Strong).
[2] lepros = (λεπρός, G3015) , adjetivo, usado primariamente de la psoriasis, caracterizada por una erupción de áreas rugosas y escamosas; más tarde, leproso, utilizado principalmente como nombre, leproso (Mateo 9:2; 10:8; 11:5; Marcos 1:40; Lucas 4:27; 7:22; 17:12); especialmente de Simón, mencionado en Mt.26:6; Mr.14:3. (VINE).
[3] eucaristeo = (εὐχαριστέω, G2168), relacionado con eucaristia = gratitud. Se traduce «dar gracias». Se dice:
(a) de Cristo (Mateo 15:36; 26:27; Marcos 8:6; 14:23; Lucas 22:17; 22:19; Juan 6:11; 6:23; 11:41; 1 Cor.11:24);
(b) del fariseo (Lucas 18:11) en su complaciente oración;
(c) lo usa Pablo al comienzo de todas sus epístolas, excepto en 2 Corintios (véase, sin embargo, eulogetois en 1:3), Gl, 1 Tim.; 2 Timoteo (véase, sin embargo, carin = eco, 1:3), y Tit. Pablo da gracias: (1) por sus lectores (Rom.1:8; Ef.1:16; Col.1:3; 1 Ts. 2; 2 Ts.1:3, cf. 2:13); virtualmente de la misma manera en Film.1:4; (2) por la comunión mostrada (Filp.1:3); (3) por los dones de Dios a ellos (1 Cor.1:4);
(d) se registra: (1) en otros pasajes de Pablo (Hech.27:35; Hech.28:15; Rom.7:25; 1 Cor.1:14; 14:18); (2) de Pablo y otros (Rom.6:4; 1 Ts.2:13); de sí mismo, representativamente, como una práctica (1 Cor.10:30); (3) de otros (Lucas 17:16; Rom.14:6, dos veces; 1 Cor.14:17; Ap.11:17);
(e) se usa en amonestaciones a los santos, sugiriendo el nombre del Señor Jesús su carácter y ejemplo (Ef.5:20; Col.1:12; 3:17; 1 Ts.5:18);
(f) como la expresión de un propósito (2 Cor.1:11);
(g) negativamente, de los impíos (Rom.1:21). La acción de gracias es la expresión del gozo hacia Dios, y es por ello fruto del Espíritu (Gál.5:22); a los creyentes se les anima a que abunden en ella (p.ej., Col.2:7), y véase eucaristos, en AGRADECIDO. (VINE).
-  e-Sword-the. LEDD.
-  Biblia de Estudio RYRIE.
-  Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 02//09//2016.


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