lunes, 12 de septiembre de 2016

Parte II: ESTAR EN EL BALCÓN: (2 Samuel 11:1-27; 12:1-23)

Parte II:
ESTAR EN EL BALCÓN:
(2 Samuel 11:1-27; 12:1-23)

Pastor: Carlos Ramírez Jiménez.

“Aconteció al año siguiente, en el tiempo que salen los reyes a la guerra, que David envió a Joab, y con él a sus siervos y a todo Israel, y destruyeron a los amonitas, y sitiaron a Rabá; pero David se quedó en Jerusalén… Y sucedió un día, al caer la tarde, que se levantó David de su lecho y se paseaba sobre el terrado de la casa real; y vio desde el terrado a una mujer que se estaba bañando, la cual era muy hermosa…”.
(2 Samuel 11:1-2).

Dios trae al arrepentimiento a personas en distintas maneras. Natán fue enviado de Dios
para hacerle ver su culpabilidad. Muy sabiamente, Natán presentó a David un caso de estudio para que David diese su juicio al respecto.
La injusticia del rico, en la parábola, era clara y repugnante:
-   el rico había actuado con avaricia, con injusticia, sin ninguna compasión y sin ninguna justificación por el hecho.
- David se enfureció tremendamente ante la conducta de aquel rico y demandó que el rico pagase al pobre con cuatro ovejas, porque así lo requería la ley (Éxodo 22:1).
-   La indignación de David para con el hombre rico fue tan grande que llegó a pensar que éste merecía la pena de muerte. (Es más fácil reconocer la injusticia en otros, que en uno mismo).
-    Al reconocer la injusticia en la acción de aquel hombre rico, David estaba en la posición que Natán quería.
-   Natán había conseguido la reacción que buscaba en David, ahora podía confrontarle directamente.

Describir el caso no era suficiente, era necesaria una confrontación directa:
Ø Tú eres ese hombre.
Ø David era culpable de una acción que sí merecía la muerte.
Ø David, aunque fuese el rey, no escapa al juicio de Dios.
Las personas en su naturaleza humana tratan de esconder y encubrir su propio pecado; pero, la palabra de Dios se encarga de descubrir el pecado, aun en los ricos y poderosos. La palabra de Dios se encarga de derribar las barreras que las personas construyen a su alrededor, penetrando hasta lo más profundo del corazón de la persona.

La sentencia “tú eres ese hombre” es una sentencia universal:
-      Porque todos pecaron y no alcanzan la gloria de Dios (Rom.3:23).
-      Cada ser humano lleva grabada en su frente la sentencia: “tú eres ese hombre”, porque cada ser humano lleva sobre sí mismo la naturaleza del pecado y la condenación que viene a causa del pecado.

NOTA: V.5: El mismo David merecía la muerte por adulterio (Lv.20:10) y homicidio (Lv.24.17)

Solamente un hombre, Jesucristo, ha recibido una sentencia diferente: ¡Verdaderamente, este hombre era justo! (Lucas 23:47); es por su justicia que cada persona puede ser salva de la condenación y recibir su justicia por medio de la fe.

2.2.   Natán Trae Un Mensaje De Dios. 2 Sam.12:7b-12.

a. Dios Habla a David Como Un Padre.
La confrontación de parte del profeta Natán se transformó en una confrontación divina, una confrontación personal de parte de Dios. El mensaje de Dios para David, por medio de Natán, le demostraría de nuevo (como en el caso del templo en el capítulo anterior) el significado del señorío y la paternidad de Dios en su vida.
Dios habla a David con todo el derecho de un padre y señor; usa el pronombre personal “yo” y enumera lo que ha hecho en la vida de David: Dios le había hecho rey, le había dado la casa de Saúl y las mujeres de Saúl, y le había dado Israel y Judá.
El que Dios se muestre como el dador de las mujeres de Saúl, no se debe tomar como una afirmación divina de la práctica de la poligamia; sino como una afirmación de la paternidad divina sobre la vida de David, una afirmación de que todo lo que David poseía, lo debía a Dios.
Según la costumbre de aquel tiempo, al morir un rey, el sucesor hereda también su harén. David tuvo el derecho de tomar la esposa y la concubina de Saúl, pero no hay evidencias en el texto de que David las tomó para sí.

La afirmación de que Dios había dado a David la casa de Israel y de Judá, se refiere a la riqueza que David poseía; no se refiere a las mujeres vírgenes de Israel y Judá, que David pudo tomar para su harén (como lo afirman ciertos comentaristas).
David había despreciado toda la riqueza del reino que Dios le había dado, por el solo deseo de tener a Betsabé; por esto se añade que si su riqueza había sido poco para David, Dios le hubiese dado más cosas.
David poseía todo lo que una persona pudiera desear, más especial que todo era la seguridad de la aprobación divina, la confirmación divina que Dios había declarado a David; sin embargo, David había despreciado toda esa bendición, por satisfacer un deseo carnal que le estaba prohibido.

Aplicación 2 Sam.12:6:

b. Dios Acusa a David De Menosprecio.
A pesar de todo lo que David había recibido de Dios, David menospreció la palabra de Dios e hizo lo malo ante Dios. El pecado es juzgado primeramente por ser una violación de la palabra de Dios; el pecado trae un rompimiento en las relaciones que han sido establecidas dentro del pacto con Dios. Es por esta razón que Dios habla con tanta pasión paternal.
La violación de la palabra de Dios era un menosprecio a Dios mismo. David había actuado en contra de la justicia y el derecho, y la violación de la justicia y el derecho era una violación contra Dios el Justo y Recto.
Dios acusó a David de tres pecados:
-      Haber matado a Urías,
-      Haber tomado la esposa de Urías, y
-      Haber usado a los amonitas para que matasen a Urías.

David había sido el principal autor de la muerte de Urías, él planeó y mandó ejecutar los planes que llevarían a Urías a la muerte; toda la responsabilidad de la muerte de Urías caía sobre David.
David, además, había cometido traición al usar a un pueblo enemigo para causar la muerte de Urías.
David también era el responsable principal del adulterio, ya que él lo inició, y lo hizo utilizando su posición de poder.

c. La Justicia De Dios.
David no escapó la justicia de Dios, su casa sería castigada con la espada y el oprobio. El resultado directo del pecado de David fue la pérdida de la paz en su propia vida, en su familia y en su nación.
Los hijos de David llegaron a practicar la violencia y la traición unos contra otros:
-      Absalón practicó la rebelión contra su propio padre.
-      Amnón fue muerto por los siervos de Absalón,
-      Absalón fue muerto por Joab, y
-      Adonías fue muerto por orden de Salomón.

Las mujeres de la casa de David llegaron a sufrir violaciones y ser víctimas de traiciones:
-      Tamar fue violada por Amnón, y
-      las concubinas de David fueron violadas por Absalón a la vista de todo Israel.
Aunque fueron sus hijos los que sufrieron directamente las consecuencias del pecado de David, no hay duda de que todo esto fue de mucho más dolor para David.

NOTAS: VV.10.12: Estas predicciones de juicio se cumplieron en las muertes violentas de Amón (13:28-29) y Absalón (18:15) y en la toma por Absalón de las concubinas de David (16:22).

El castigo a David fue determinado por Dios, pero llevado a cabo por medio de las acciones malvadas de sus hijos. ¿Era Dios el responsable por esas acciones que él había predicho? De ninguna manera.
Dios pronunció el castigo a David, basado en su conocimiento previo de lo que sucedería en la casa de David. Dios, como dueño de lo que ha de suceder, habla en primera persona, como el ejecutado de la sentencia a David. Es así como muchas veces Dios usa la maldad de algunos como instrumento para llevar a cabo su propósito.

2.3.   David Reconoce Su Pecado. 2 Sam.12:13-15ª:
David respondió en arrepentimiento hacia Dios, reconociendo su pecado: he pecado contra Jehová. El arrepentimiento comienza con una confesión del pecado personal; este pecado es reconocido como una ofensa a la santidad de Dios. En esta actitud de David se puede observar la obra del Espíritu de Dios al convencer a David de su pecado y llevarlo al arrepentimiento.
David reconoció su pecado, y al reconocerlo también reconoció que merecía la muerte. Sin embargo, Dios tuvo misericordia de David y perdonó su pecado; perdonarlo implicaba dejarlo vivir.
La inmensa grandeza del perdón de Dios fue experimentada por David después de haber descendido a los grandes abismos de la maldad y retornada al camino de Dios en arrepentimiento y confesión.
El castigo de Dios, sin embargo, alcanzaría la vida del niño concebido de la relación entre David y Betsabé. El adulterio de David había hecho blasfemar a los enemigos de Jehová, la vida de este niño continuaría siendo causa de blasfemia de parte de los enemigos de Jehová, y por esta razón Dios no permitiría que el hijo de David viviera. Esta sentencia de Dios era irremisible.

2.4.    Dios Castiga a David Por Su Pecado. 2 Sam. 12:15b-23:
Cuando el niño enfermó de gravedad, David pidió angustiadamente por la vida de su hijo. David entró, posiblemente a un lugar apartado, y pasó la noche en ayuno y en posición de postración (acostado en el suelo). Los ancianos, probablemente los principales hombres, vinieron a David para que se levantase, pero David no quiso levantarse ni tampoco comer. David pasó en ayuno y postración durante siete días, al séptimo día murió el niño.
Los ancianos temían dar la noticia a David porque temían que David reaccionara severamente. Pero la reacción de David, al comprender que el niño había muerto, fue todo lo contrario. David se limpió, se ungió, se cambió de ropa, entró a la tienda del arca de Dios y adoró.
David comprendió que el tiempo de orar y ayunar había pasado; ahora aceptaba la voluntad de Dios, sin guardar remordimiento hacia Dios, sino reconociéndose como señor; el acto de adoración demuestra que la paz había regresado a la vida de David y que él aceptaba la muerte del niño. Ahora también podía comer.

Los siervos de David no entendían la actitud de él, esperaban que David demostrara más tristeza después de la muerte del niño. Pero David tenía razón, él podía esperar en Dios y pedir a Dios por el niño mientras el niño vivía; pero, una vez muerto, David no podía sino aceptar la voluntad de Dios. David ya no podía esperar que el niño volviera a la vida; sólo le quedaba la esperanza de que él fuera un día al niño. D. F. Payne afirma que David estaba resignado al hecho inevitable de la muerte; pero las palabras de David muestran más que resignación, muestran una esperanza de un encuentro futuro después de la muerte.

De Lamento a Júbilo. 2 Sam.12:18-23:
I.  ¿Qué hacer por los enfermos de muerte? 2 Sam.12:15-17; 2 Sam.12:22:
1. Orar.
2. Ayunar.
3. Humillarse o llorar—"Pasar la noche acostado en tierra".
4. Esperar (v. 22).
II. ¿Qué hacer cuando muere un ser querido? 2 Sam.12:20:
1. Dejar de llorar.
2. Asearse.
3. Adorar.
4. Comer.

Conclusión:

Estar en el terrado[2] Como Espectador nos traerá muchos problemas en el (Salmo 51) David suplica el perdón y la purificación, confiesa su culpa, ora pidiendo perdón y restauración, determinar  Alabar a Dios y ora por la continua restitución de su casa.
Este Salmo detalla la confesión de David de su pecado con Betsabé, fue de inmediata, como también lo fue el perdón misericordioso de Dios.
Este estudio nos advierte nuestra posición delante de nuestro Gran Dios, no que seamos mejor que David, siempre las tentaciones están a la vuelta de la esquina, nuestros Dios cuide de nuestro pensamientos y alinee nuestros caminos, es nuestra mejor oración,, y no nos quedemos clavados en el balcón, y salgamos a la Gran Comisión...

Actitud De Confesión:
-Hebreos 9:14.
-1 Juan 1:7, 9.
-Apocalipsis 1:5.
-Lucas 15:21.
____________
Notas y Bibliografía:
[2]H1406 גָּג = gag: probablemente por reduplicación de H1342; techo; por analogía parte superior de un altar:- azotea, cubierta, techo (de la casa), tejado, terrado. (Strong).
-   e-Sword-the. LEDD.
-   Biblia de Estudio RYRIE.
-   Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 15//08//1998. 12//09//2016.



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