viernes, 23 de septiembre de 2016

Parte I: LA BATALLA DECISIVA EN EL GÓLGOTA: (Rom.5:8)Parte I: LA BATALLA DECISIVA EN EL GÓLGOTA: (Rom.5:8)

Parte I:
LA BATALLA DECISIVA EN EL GÓLGOTA:
(Rom.5:8)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

“Dios da prueba de su amor para con nosotros, porque siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”
(Rom.5:8).

“Theologia crucis –theologia lucis” (La Teología de la cruz es la teología de la luz- Martín Lutero).

Introducción:
El odio de los fariseos llevó a Cristo a la cruz, siendo su ejecución el crimen judicial más infame de la historia del mundo. Se ha calificado el hecho como “el asesinato más cobarde de un embajador que jamás se ha visto, y el ultraje más vil que rebeldes jamás han perpetrado contra el benefactor de su patria”.
Pero detrás del crimen máximo de todos los tiempos se halla la obra de Dios quien cumple por medio tan extraño el Plan Eterno.
Dios ha convertido este acto de alevosa y diabólica rebelión contra su Persona en el medio para la Expiación de los pecados y la Salvación de los mismos Rebeldes. Al golpe insultante que asestaron a su Rostro Santo, respondió con el beso de amor y de reconciliación. Nosotros llegamos al límite de toda maldad por nuestra rebelión contra Él, mas ÉL escogió aquella misma hora para la manifestación más sublime de toda Gracia y Bondad para con nosotros. Así es que el hecho vergonzoso de la cruz, en cumplimiento del Plan de Redención, llegó a ser el eje de la historia humana, y no sólo eso, sino de toda la supra historia universal.
El momento en el calendario humano sería, con toda probabilidad, según los más recientes cálculos de los eruditos, el día  siete (7) de abril del año 30 d. C., pero como “hecho eterno” la cruz es el fundamento de todo el victorioso proceso de la Redención.

 I.      El Significado De La Cruz Para Dios:

La cruz* es el hecho más trascendental de la historia de la Salvación: mayor aún que el de la Resurrección, bien que los dos son inseparables. Se puede decir que la cruz es la victoria, mientras que la Resurrección es el triunfo, siendo más importante aquélla que éste, bien que el triunfo es la consumación natural e inevitable de la victoria. En la resurrección, pues, se manifestó públicamente la victoria del Crucificado, bien que la victoria en sí había sido ganada cuando el vencedor exclamó: “¡Consumado** es!” (Jn.19:30).
*Cruz: G4716 σταυρός = staurós: de la base de G2476; estaca o poste (como clavada erecta), i.e. (específicamente) poste o cruz (como instrumento de pena capital); figurativamente exposición a la muerte, i.e. negación propia; por implicación expiación de Cristo:- cruz.
**Consumado: G5055 τελέω = teléo: de G5056; terminar, i.e. completar, ejecutar, concluir, descargar (una deuda):- pagar, satisfacer, terminar, acabar, consumar, cumplimiento, cumplir. (Strong).

1.1.   La Cruz Es La Evidencia Suprema Del Amor De Dios:
En la cruz el Señor de Toda Vida entregó a la muerte a su Amado, a su Unigénito Hijo, al Mediador y el Heredero de la Creación (Col.1:16; Heb.1:2-3). El Cristo que murió en la Cruz era el Señor de todo, en Honor de quien los astros siguen su curso por el espacio, y al otro extremo de la Creación, en cuya honra los Insectos revolotean en un rayo de sol (Heb.2:10).

Etimología:
Cruz: stauros = (σταυρός G4716) denota, primariamente, un palo o estaca derecha. Se clavaba en ellas a los malhechores para ejecutarlos. Tanto el nombre como el verbo stauroo, fijar sobre un palo o estaca, debieran distinguirse originalmente de la forma eclesiástica de una cruz de dos brazos.
La forma de esta última tuvo su origen en la antigua Caldea, y se utilizaba como símbolo del dios Tamuz (que tenía la forma de la mística Tau, la inicial de su nombre) en aquel país y en los países adyacentes, incluyendo Egipto. A mediados del siglo 3 d.C., las iglesias se habían apartado de ciertas doctrinas de la fe cristiana, o las habían pervertido. Con el fin de aumentar el prestigio del sistema eclesiástico apóstata, se recibió a los paganos en las iglesias aparte de la regeneración por la fe, y se les permitió mantener en gran parte sus signos y símbolos.
De ahí que se adoptara la Tau o T, en su forma más frecuente, con la pieza transversal abajada, como representación de la cruz de Cristo. En cuanto a la Qui, o X, que Constantino declaró haber visto en una visión que le condujo a ser el valedor de la fe cristiana, aquella letra era la inicial de la palabra «Cristo», y no tenía nada que ver con «la cruz» (para xulon, estaca, árbol, que se usaba para la stauros; véase bajo, Nº 2). Este método de ejecución pasó de los fenicios a los griegos y romanos. Stauros denota:
(a) la cruz, o estaca misma (p.ej., Mt.27:32);
(b) la crucifixión sufrida (p.ej., 1 Cor.1:17,18, donde «la palabra de la cruz» significa el evangelio; Gál. 5:11, donde la crucifixión se usa metafóricamente de la renuncia al mundo, lo que caracteriza a la verdadera vida cristiana; 6:12, 14; Ef.2:16; Filp.3:18).
La costumbre judicial por la cual el reo llevaba su estaca al lugar de la ejecución, fue aplicada por el Señor a aquellos sufrimientos por los cuales sus fieles seguidores iban a expresar su comunión con Él (p.ej., Mt.10:38).

Verdaderamente, en este gran acontecimiento, “Dios da prueba de su amor para con nosotros, porque siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Rom.5:8).

1.2.    La Cruz Es La Mayor Prueba De La JUSTICIA De Dios:
En la cruz el Juez de toda la tierra, y “como manifestación de su justicia”, no perdonó aun a su propio Hijo (Rom.3:25; 8:32). En el transcurso de los siglos, pese a muchos juicios individuales y parciales. Dios no había castigado jamás el Pecado con Juicio final (Hch.17:30). Tanto es así que a causa de su Paciencia su Santidad aparentemente estaba en tela de juicio por “haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados” (Rom.3:25). En vista de ello, solamente la muerte expiatoria del Redentor, como acto justificativo de Dios frente a la Pasada Historia de la humanidad, pudo demostrar la Justicia irrefutable del Juez Supremo de los hombres.
Comprendemos, desde luego, que la paciencia de los tiempos anteriores se fundaba exclusivamente en el hecho futuro de la cruz, de la manera en que todo Pecado Presente y Futuro puede ser expiado por la “justificación” del pecador tan sólo por la mirada retrospectiva de la justicia Divina hacia la cruz. Por ende la paciencia Pasada, el juicio Presente y la Gracia Futura hallan todos su punto de convergencia en la cruz (Rom.3:25-26; 1 Jn.1:9; Jn.12:31).
En el evangelio se revela por primera vez “una justicia de Dios” (Rom.1:17 VHA) que no es sólo un atributo de Dios, sino también y don que procede de Dios, y que es válido delante de su trono de justicia al ser aceptado en sumisión y fe por el pecador (Rom.1:17; 2 Cor.3:9; 5:21).

1.3.   La Cruz Aumenta Maravillosamente Las RIQUEZAS De Dios:
Los redimidos en el cielo cantan: “Tú fuiste inmolado, y nos has redimido para Dios con tu sangre de todo linaje y lengua y pueblo y nación, y nos has hecho para nuestro Dios un reino de sacerdotes y reinaremos sobre la tierra” (Ap.5:9-10). El cántico expresa maravillosamente el hecho de que los Salvos, en su conjunto, son la posesión de Dios, un pueblo adquirido, que de su propiedad exclusiva (1 P. 2:9; Tito 2:11). Claro está que no queremos decir que esta riqueza adquirida por medio de la Cruz signifique un incremento de la Gloria esencial de Dios, porque es infinito en todo.
Sin embargo, las Escrituras afirman que, el Redimir la Iglesia, Dios ha ganado un instrumento eficaz para la Revelación de su Gloria (Shekinah), puesto que aun ahora, en este período en que vivimos, la función de la Iglesia no se limita a testificar en la tierra, sino según Efesios 3:10-11, existe “para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora notificada por la Iglesia a los principados y potestades de los lugares celestiales”. Ante tal pensamiento, ¡que se eleve nuestro espíritu por encima del polvo de nuestra jornada de hoy, hermanos!
¡Por medio nuestro los principados de los lugares celestiales han aprendido hoy algo de la rica diversidad de la sabiduría de nuestro Dios! ¡Que nuestro corazón vuele, pues, por encimas de las estrellas, para morar al abrigo del trono de Dios el Omnipotente, quien se digna ser nuestro Padre por medio de su Hijo!

II.     El Significado De La Cruz Para Cristo:


2.1.  Para Cristo Y Para Dios La Cruz Es La Expresión Suprema De La  AUTORIDAD De Dios.
Al iniciar su Misión Redentora en el mundo el Hijo exclamó:

“¡Heme aquí para que haga, oh Dios, tu voluntad!”.

Y la entera sumisión a la voluntad Divina le hizo ser.

“Obediente hasta la muerte, y muerte de Cruz” (Heb.10:7; Filp.2:8; Rom.5:9).
En vista de que el Hijo, igual al Padre en esencia y gloria, se sometiera a la voluntad divina, es evidente que todo otro ser tendrá que rendirse ante la autoridad del Trono Celestial.

2.2.    La Cruz Un Grado SUPREMO DELEITA El Corazón De Dios:
Debiéramos pensar siempre en primer término en lo que es la cruz para Dios mismo, teniendo en cuenta el simbolismo del holocausto del primer capítulo de Levítico que era “ofrenda encendida, olor suave a Jehová = (Ha-Shem ‘El Nombre’ Adonaí). Fue preciso ante todo que Dios quedara satisfecho por medio, recogiendo el lenguaje levítico, nos declara que Cristo “se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor suave” (Ef.5:2).

2.3.   La Cruz Es La Base De Una Manifestación Especial Del AMOR De Dios Para Con Su Hijo:
El amor que une al Padre con el Hijo en el seno de la Deidad ha de ser necesariamente perfecta en su Eternidad, pero tal fue el agrado del Padre ante la entrega voluntaria del Hijo que esta produjo una manifestación especial de amor y de aprobación: “Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida para volverla a tomar” (Jn.10:17).

2.4.  Para Cristo Personalmente La Cruz Es El CAMINO A La Diestra Del  Trono Como El Dios-Hombre Triunfador.
La posición esencial del Hijo es en el seno del Padre (Jn.1:18), pero habiendo aceptado la Misión de Redimir al hombre caído, y en cumplimiento de ella se encarnó, llegando a ser el “Hijo del hombre”: el campeón de la humanidad que libra la batalla contra Satanás. En la cruz ganó la victoria, derrotando al enemigo por el hecho de anular el Pecado y agotar la muerte. Así pudo  ascender a la diestra de la Majestad en las Alturas (lugar de todo poder ejecutivo) revestido de la doble gloria de su divinidad esencial e inalienable, unida ya con la gloria que adquirió como el hombre vencedor (Jn.1:18; Filp.2:6-11; Heb.2:9; 8:1).

2.5.   Por La Cruz Cristo SE POSESIONÓ De Su Iglesia Redimida:
Por haber pasado a través de la muerte, no se halla ya solo como el grano de trigo, sino acompañado de los suyos, gozándose en el fruto abundante de la cruz en victoria glorificación (Jn.12:24).
Sólo así pudo alcanzar el gozo que le fue propuesto y ser hecho perfecto como el autor y consumador de la fe; sólo así pudo ser el primogénito entre muchos hermanos, la Cabeza de los innumerables miembros del Cuerpo, adquirido aquella Iglesia que es “su cuerpo, la plenitud de Aquel que hinche todas las cosas en todos” (Heb.2:10; 12:2; Rom.8:29; Ef.1:22-23).
Ciertamente Cristo, como persona divina, no pudo ganar nada por medio de la cruz, ya que su gloria eterna era Infinita. El hombre glorificado a la diestra del Padre no posee más divinidad ahora de la que era suya en la eternidad, antes de encarnarse, sino que pide al Padre la renovada manifestación de la misma gloria: “Padre, glorificame tu cerca de ti mismo con aquella gloria que tuve cerca de ti antes que el mundo fuese” (Jn.17:5), En cambio, como Redentor y el postrer Adán”, Cristo ha ganado una nueva exaltación, teniendo ya un nombre que es sobre todo nombre, en el cual se doblará “toda rodilla en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra” (Rom.5:12-21; 1 Cor.15:45; Filp.2:9-10).

2.6.  La Cruz, Para Nosotros Personalmente, Es La Expresión Más Sublime Del AMOR Del Hijo De Dios:
Pablo se deleita en contemplar este amor Revelado en la cruz: “El Hijo de Dios que me amó, y se entregó a Sí mismo por mí’… Cristo amó a la Iglesia y se entregó a Sí mismo por ella” (Gál.2:20; Ef.5:25). Cristo ha hecho que su muerte agonizante en la cruz sea la bendita fuente de nuestra… ¡He aquí la respuesta de su amor redentor a nuestra rebeldía y odio! Por medio la victoria aparente de Satanás se convirtió en una derrota tremenda y decisiva, al par que la aparente derrota de Cristo llegó a ser su victoria suprema, manifestación de su Poder Infinito (Comp. Jn.4:9, 10; Rom.5:6-8).

III.    El Significado De La Cruz Para Nosotros:


3.1.   El Aspecto Individual:
Para el cristiano, como individuo, la cruz encierra un doble significado:
Ø Por una parte es la base de su justificación, por la que se arregla su vida pasada a la justicia de Dios; y
Ø Por otra, es el fundamento de su santificación, por la que se gobierna su vida según la voluntad de Dios.

1-  La Base De La Justificación.
Preciso era que nuestros pecados fuesen cargados sobre el Fiador, quien debió llevarlos como sustituto en lugar de otros, a fin de que éstos, habiendo muerto al pecado, viviesen luego a la justicia (Is.53:6; 1 P.2:24; Heb.9:28; 2 Cor.5:21). De la forma en que la ruina del hombre se produjo por un solo acontecimiento histórico –el de la Caída- así tuvo que ser levantado de su postración por el Fiador mediante un solo suceso: el acto de justicia del Gólgota (Comp. Gn.3 con Rom.5:18). En Romanos 5:18* Pablo emplea la voz griega dikaioma que indica un hecho justo, y no la palabra más corriente dikaiosune que significa la calidad de la justicia o de la rectitud.

*Rom 5:18: Así que,  como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres,  de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida.

*Justificación: G1345 δικαίωμα = dikaíoma: de G1344; obra equitativa; por implicación estatuto o decisión:- ordenanza, juicio, justificación, justo. Strong).

Justificación: dikaioma = (δικαίωμα G1345) tiene tres significados distintos, y parece que la mejor descripción inclusiva de este término es «una expresión concreta de justicia»; es una declaración de que una persona o cosa es justa; y, de ahí, generalizando, representa la expresión y el efecto de dikaiosis (Nº 1). Significa:
(a) una ordenanza (Lc.1:6; Rom.1:32), esto es, aquello que Dios ha declarado que es lo recto, refiriéndose a su decreto de retribución, «juicio»; Rom.2:26  «las ordenanzas de la ley»; esto es, demandas rectas ordenadas por la ley; de la misma forma en 8:4: «la justicia de la ley», o su «ordenanza», esto es, colectivamente, los preceptos de la ley, todo lo que ella exige como justo; en Heb.9:1,10, ordenanzas relacionadas con el ritual del tabernáculo;
(b) una sentencia de absolución, por la cual Dios absuelve a los hombres de su culpa, bajo las condiciones:
(1) de su gracia en Cristo, por medio de su sacrificio expiatorio,
(2) el recibir a Cristo por la fe (Rom.5:16);
(c) un acto justo (Rom.5:18  «por la justicia de uno», RVR; la VM traduce con mayor precisión «un solo acto de justicia»; cf. RV: «una justicia», donde se afirma también el carácter concreto de un acto justo); en efecto, no se trata del acto de la justificación, ni del carácter justo de Cristo, como lo sugiere la traducción de RVR y RVR77; dikaioma no significa carácter, como es el caso de dikaiosune, rectitud, justicia, sino la muerte de Cristo, como acto cumplido en coherencia con el carácter de Dios y sus consejos. Esto queda claro al ser una antítesis a «la una sola transgresión» de la anterior afirmación (VM). Para algunos, la palabra aquí significa un decreto de justicia, como en el v. 16; ciertamente, la muerte de Cristo podría ser considerada como el cumplimiento de tal decreto; pero, tal como sigue el argumento del apóstol, el término, como sucede frecuentemente, pasa de un matiz a otro; y aquí significa no un decreto, sino un acto. Lo mismo sucede en Ap.15:4  «acciones justas» (RVR; RV: «justificaciones»; Besson coincide aquí con RV; VM: «perfecta justicia»).
Nota: En 1 Cor.1:30 y 2 Cor.3:9 se traduce el término dikaiosune como «justificación» (RVR; RV tiene «justicia» en el segundo pasaje; VHA: «justicia» en ambos); véase JUSTICIA, Nº 2. (VINE).

La naturaleza esencial del pecado es la rebeldía, que conduce indefectiblemente a la separación de la criatura del Creador como fuente de vida, y por consiguiente, resulta en la Muerte del Pecador. Obviamente la Expiación ha de corresponder a la naturaleza del pecado, y por lo tanto, el Redentor debió sufrir la sentencia de la muerte para poder efectuar la restauración de la vida. He aquí el significado de la declaración: “Sin derramamiento de sangre no se hace remisión” (Heb.9:22).
Solamente por medio de tal muerte pudo el Redentor anular el poder de quien tenía el imperio de la muerte, es a saber, el diablo (Heb.2:14). En la sabiduría eterna de Dios hubo esta necesidad: que la misma muerte, el gran enemigo de los hombres, llegase a ser el instrumento de su Salvación, y que aquello que era tanto el resultado como el castigo del...

    Véase Parte II:

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