Parte II:
El Espíritu De Dios: La Fuente De Poder:
(Zacarías 4:6; 2 Corintios 12:7-10)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
“No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos”.
(Zacarías 4:6).
“… Respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí… Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo…”.
(2 Cor. 12:7-10).
Estoy convencido que lo que Pablo recordaba
en ese momento era la historia de Gedeón relatada en el libro de Jueces. Gedeón
es una gran ilustración de la gracia perfeccionada en la debilidad. Era un
cobarde que vivía en tiempos de guerra. Dios necesitaba alguien a quien convertir
en un héroe, y Gedeón fue Su elegido.
II. La Gracia De Dios Sobre la Vida De Gedeón:
La historia de Gedeón comienza en Jueces
6 con una descripción de cómo se "empobrecía Israel en gran manera"
por las bandas de madianitas que los hostigaban sin darles respiro, destruyendo
las cosechas y el ganado y devastando la tierra como langostas.
En Jueces 6:11 el joven Gedeón, tan aterrorizado
está por el enemigo que se halla escondido en un pozo sacudiendo el trigo, alza
su rostro y ve a Jesucristo en Su estado anterior a Su encarnación. Y el Señor
hizo con Gedeón como hace con cada uno de nosotros: lo mira, no como aparece en
ese momento, sino viendo lo que hará con él. Jesucristo nos ve desde la
perspectiva de lo que seremos dentro de Su plan.
Y el Señor baja su mirada y la posa sobre
Gedeón, diciendo:
"Jehová está contigo, varón esforzado y valiente". Y
Gedeón de seguro en ese instante se había preguntado: "¿A quién le habla? No puede ser a mí.
Yo estoy muerto de miedo". Pero aun así Gedeón fue escogido.
En Jueces 7:2, después que Gedeón había
juntado un ejército de 32,000 israelíes para atacar un ejército de 135,000
madianitas, Dios le dice algo asombroso: "El pueblo que está contigo es mucho para que Yo
entregue a los madianitas en su mano, no sea que se alabe Israel contra Mí, diciendo:
Mi mano me ha salvado".
Fe:
1. La fe es lo
opuesto a la razón y la lógica humana (Rom. 4:18, Mt. 11:25).
2. La fe no
depende de la vista (Rom. 4:18; 2 Cor. 4:18).
3. La fe es sencillamente
confiar en la Palabra de Dios (Rom. 4:18; Gál. 3:16; Rom. 10:17;
Heb. 4:2).
4. La fe encara lo imposible y no exige pruebas (Rom. 4:19;
Heb. 11:11).
5. La fe es
posible sólo cuando nos consideramos muertos (Rom. 4:19, 6:7, 8,
11).
6. La fe no duda
(Rom. 4:20; Stg. 1:6-8).
7. La fe es convicción, no profesión (Rom. 4:21; 1
Cor. 4:19, 20).
Definamos Un
Mejor Concepto De La Fe:
I- El
significado de la fe.
La
fe significa confianza, certidumbre, contar con que algo es verdad. Por
supuesto, la fe debe tener contenido; tiene que haber confianza o certidumbre
acerca de algo. Tener fe en Cristo para salvación significa confiar en que Él
puede remover la culpabilidad del pecado y dar vida eterna.
II- La necesidad de la fe.
La
salvación es siempre por la fe, no a causa de la fe (Efesios 2:8). La fe es el
canal por el cual recibimos la dádiva de Dios de la vida eterna; no es la
causa. Esto es para que el hombre nunca pueda gloriarse, ni aun de su fe. Pero
la fe es el único y necesario canal (Juan 5:24; 17:3).
Generalmente
la palabra neotestamentario para creer (pisteuo) se usa con la preposición eis (Juan
3:16), indicando
confianza o esperanza confiada en el objeto. Algunas veces es seguida por
epi,
que enfatiza
la confianza como el asirse del objeto de la fe (Romanos 9:33;
10:11). A
veces le sigue una cláusula que presenta el contenido de la fe
(10:9). El
verbo se usa con un dativo en Romanos 4:3. Pero sea cual fuere la forma, indica
confianza en algo o alguien.
III- Las clases de fe.
Las Escrituras
parecen distinguir cuatro clases diferentes de fe:
1. Fe intelectual
o histórica.
Esto
comprende la verdad intelectualmente como resultado de la educación, la
tradición, la crianza, etcétera. Es humana y no salva (Mateo 7:26;
Hechos 26:27–28; Santiago 2:19).
2. Fe milagrosa.
Esta es la fe de hacer o lograr que un milagro, y
puede o no estar acompañada por la salvación (Mateo 8:10–13;
17:20; Hechos 14:9).
3. Fe transitoria. Lucas 8:13 ilustra esta
clase de fe. Parece ser similar a la fe intelectual excepto que es posible que
incluya más interés personal.
4. Fe salvífica. Esta es la
confianza en la verdad del Evangelio como se revela en la Palabra de Dios.
IV- Los aspectos de la fe.
1. El aspecto intelectual. Esto implica un reconocimiento factual y
positivo de la verdad del Evangelio y la persona de Cristo.
2. El aspecto emocional. La verdad y la persona de
Cristo ahora se ven en un marco de interés y fascinación.
3. El aspecto volitivo. Ahora el individuo se apropia
personalmente de la verdad y de la persona de Jesucristo y pone su confianza en
El.
Mientras
que se distinguen estos tres aspectos, ellos tienen que integrarse cuando ocurre
la fe salvífica. La persona cree en Cristo con todo su ser, no sólo con su
intelecto, sus emociones, o su voluntad.
Posiblemente
una de las afirmaciones más claras del contenido necesario de le fe salvífica
se encuentra en las palabras del Señor a la mujer pecaminosa samaritana. Él
dijo: “Si conocieras el
don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber, tú le pedirías, y él te
daría agua viva”
(Juan 4:10). Conoce
acerca del don y de la Persona, y entonces pide y recibe la vida eterna.
Gedeón recibe la
orden de dar de baja a todos los que tienen miedo. Inmediatamente
pierde 22,000 hombres. Gedeón tenía tanto miedo como los 22,000 que se
volvieron a sus casas. La única diferencia entre el temor de él y el de ellos
es que el de ellos los llevó a darse por vencidos pero el temor de él, no. Esta
es la diferencia entre héroes y cobardes. Todos tienen miedo, pero los héroes
no se dan por vencidos.
Pero
el Señor dice que todavía son demasiadas tropas, así que manda a Gedeón que
haga una prueba de qué tan alertos son y elimina a todos menos a 300. Ahora
tiene un equipo con el cual trabajar.
Cuando
los hombres de Gedeón oyeron el plan de batalla de su líder, han de haberse
arrepentido de no haberse ido con los demás. Para enfrentarse a los madianitas
y amalecitas "que
estaban tendidos en el valle como langostas... sus camellos... innumerables,
como la arena que está a la ribera del mar en multitud", Gedeón
divide a sus hombres en tres escuadrones y da a cada uno una trompeta, una
vasija vacía y una antorcha. Estas eran las armas que 300 hombres usarían
contra 135,000.
Jueces
7:21, 22 nos dice lo que sucedió cuando los tres escuadrones llegaron al borde
del campamento enemigo en la oscuridad y a una orden de Gedeón tocaron las
trompetas y rompieron los cántaros que tenían en sus manos: "Y se estuvieron firmes cada uno en
su puesto en derredor del campamento; entonces todo el ejército echó a correr
dando gritos y huyendo. Y los trescientos tocaban las trompetas; y Jehová puso
la espada de cada uno contra su compañero en todo el campamento. Y el ejército
huyó....".
III. La Gracia De Dios En La Vida Del Creyente:
Cuando el
apóstol Pablo habla de tesoros en vasos de barro, se está refiriendo a
antorchas y cántaros de barro. Nosotros somos los cántaros de barro, las
vasijas comunes, de uso diario.
La
gloria de Jesucristo es la antorcha, la luz del mundo. Colocamos la luz dentro
de vasos de barro y luego tocamos la trompeta que es el mensaje del evangelio.
¿Y qué sucede? Cuando la vasija se rompe, la luz brilla a través de ella. Y eso
es exactamente lo que Dios está tratando de hacer en nuestra vida todos los días:
romper la vasija para que Su luz brille a través de nosotros.
“Que estamos atribulados
en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas
no desamparados; derribados, pero no destruidos; llevando en el cuerpo siempre
por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se
manifieste en nuestros cuerpos”.
(2
Cor. 4:8-10).
¿Por
qué sufre el cristiano? Es la única manera en que la gloria de Dios puede ser
vista a través de nosotros. Si vamos a tocar la trompeta, Dios romperá la
vasija. Si no estamos preparados para ser quebrantados, mejor será que nos
deshagamos de nuestra trompeta y nos volvamos a casa porque no estamos listos
para la batalla.
La
batalla que enfrentamos no puede ser librada y ganada por nuestro propio poder
o nuestra propia fuerza. Tiene que ser librada en debilidad. Es de esta manera
que Dios exhibe Su poder, a través de la debilidad de misioneros, de pastores,
de creyentes en sus tareas diarias que siguen tocando la trompeta. Cada vez que
tocamos la trompeta, la vasija se rompe y Dios espanta al enemigo.
Concluimos:
A
veces pensamos que El Espíritu de Dios obra en forma estrafalaria y emocional
en la vidas de los cristianos, es por eso el motivo de la confusión del obrar
en estos últimos tiempos, si usted cree en el Poder de Dios como fuente de su vida ministerial empiece
por los asuntos más pequeños que le pueden parecer nada, pero es la mejor forma
como actúa en la vida de los siervos [as] en las cosas más pequeñas, veamos:
Cosas Pequeñas:
Ø Samgar tenía una
aguijada de bueyes.
Ø David tenía una
honda.
Ø Dorcas tenía una
aguja.
Ø Rahab tenía un
poco de soga.
Ø María tenía un
poco de aceite.
Ø Moisés tenía una
vara.
¿Qué
cosa pequeña tienes tú que dedicara a Dios? ¿Qué puede usar Dios para llevar a
cabo Su propósito?
Cualquier
cosa que le demos, pero se goza especialmente en las cosas pequeñas:
- La vara de un
pastor (Éxodo 4:2).
- La quijada de un
asno (Jueces 15:15).
- Cinco piedras
lisas (1 Samuel 17:40).
- Un puñado de
harina (1 Reyes 17:12).
- Una pequeña
vasija de aceite (2 Reyes 4:2).
- Una pequeña nube
(1 Reyes 18:44).
- Un hombre
pequeño (Zacarías 4:10).
- Una semilla de
mostaza (Mateo 13:32).
- Cinco panes y
dos pececillos (Juan 6:9).
___________
Notas
y Bibliografía:
[1] angelos = (ἄγγελος, G32) ,
mensajero (de angelo = entregar un mensaje), ya sea enviado por Dios, por el
hombre, o por Satanás; se usa también de un guardián o representante en Ap.1:20
(cf. Mateo 18:10; Hech.12:15, donde se entiende mejor como «fantasma»), pero
más frecuentemente se refiere a un orden de seres creados, superiores a los
hombres (Heb.2:7; Salmo.8:5), que pertenecen al cielo (Mateo 24:36; Marcos
12:25), y a Dios (Lucas 12:8), y dedicados a su servicio (Salmo 103:20). Los
ángeles son espíritus (Hebreos 1:14), esto es, no tienen cuerpos materiales
como los humanos, pero su forma es humana o pueden asumir la forma humana
cuando es necesario. Cf. Lucas 24:4, con el v. 23, Heh.10:3 con el v. 30).
«Son llamados
«santos» en Marcos 8:38, y «elegidos» en 1 Tim.5:21, en contraste con algunos
de su número (Mateo 25:41), que «pecaron» (2 P.2:4), «abandonaron su propia
morada» (Judas 1:6, oiketerion), palabra esta que solo vuelve a aparecer, en el NT,
en 2 Cor.5:2. Los ángeles siempre son mencionados en género masculino; la forma
femenina de la palabra no aparece» (de Notes on Thessalonians, por Hogg y Vine,
p. 229). Véase MENSAJERO. (VINE).
[2] caris = (χάρις,
G5485) tiene
varios usos: (a)
objetivo, aquello que otorga u ocasiona placer, delicia o causa una actitud
favorable; se aplica, p.ej., a la belleza o a la gracia de la personalidad (Lc.2:40);
sus actos (2 Cor.8:6), o manera de hablar (Lc.4:22: «palabras de gracia»; Col.4:6);
(b)
subjetivo: (1) por parte del
otorgador, la disposición amistosa de la que procede el acto bondadoso, gracia,
bondad, buena voluntad en general (p.ej., Hech.7:10); especialmente con
referencia al favor o a la gracia divina (p.ej., Hech.14:26). Con respecto a
ello se destaca su libre disposición y universalidad, su carácter espontáneo,
como en el caso de la gracia redentora de Dios, y el placer o gozo que él se
propone para el que la recibe; así, se pone en contraste con deuda (Rom.4:4; 4:16),
con obras (Rom.11:6), y con la ley (Juan 1:17); véase también, p.ej., Rom.6:14-15;
Gal.5:4; (2) por parte del receptor,
una conciencia del favor recibido, un sentimiento de gratitud (p.ej., Rom.6:17:
«gracias»); con respecto a esto en ocasiones significa ser agradecido (p.ej.,
Lucas 17:9: «¿Acaso da gracias al siervo?», lit: «tiene él gracias al»; 1Tim.1:12);
(c)
en otro sentido objetivo, el efecto de la gracia, el estado espiritual de
aquellos que han experimentado su ejercicio, bien sea: (1) un estado de gracia (p.ej., Rom.5:2; 1 P.5:12; 2 P.3:18), o (2) una prueba de ello en los efectos
prácticos, actos de gracia (p.ej., 1 Cor.16:3: «donativo», rv: «beneficio»; 2 Cor.8:6;
8:19; en 2 Cor.9:8 significa el agregado de las bendiciones terrenales); el
poder y provisión para el ministerio (p.ej., Rom.1:5; Rom.12:6; 15:15; 1 Cor.3:10;
Gal.2:9; Ef.3:2; 3:7). (VINE).
[3] kolafizo =
(κολαφίζω,
G2852) significa golpear con las manos cerradas, golpear con el puño
(kolafos
= puño), (Mateo 26:67: «abofeteaban»; Marcos 14:65: «darle de puñetazos»; 1
Corintios 4:11: «somos abofeteados»; 2 Corintios 12:7: «abofetee»; 1 Pedro
2:20: «sois abofeteados»). (VINE).
[4] skolops = (σκόλοψ,
G4647) denotaba
originalmente cualquier cosa aguzada, p.ej., una estaca; en vernáculo griego,
una espina (y así se usa en la lxx en Núm.33:55; Ez.28:24; Oseas 2:6); del
«aguijón en la carne» del apóstol (2 Cor.12:7). Su manera de hablar indica que
se trataba de algo físico, doloroso, humillante. Se trataba también del efecto
de un antagonismo satánico permitido por Dios. Los verbos traducidos «y para
que… no me exaltase desmedidamente» y «que me abofetee» se hallan en tiempo
presente, significando una acción recurrente, y un ataque constantemente repetido.
Lightfoot lo interpreta como «una estaca ensartada en la carne», y Ramsay
concuerda con ello. La mayor parte de los comentaristas se adhieren a la
traducción «espina». Fields dice que «no hay duda de que la utilización
alejandrina de skolops para espina es lo que aquí se significa, y que se tiene
que rechazar el significado ordinario de «estaca»». Lo que se resalta es no el
tamaño metafórico, sino la agudeza del sufrimiento y de sus efectos. Los
intentos de relacionar esto con las circunstancias de Hech.14:19 y Gal.4:13 son
especulativos. (VINE).
[5] (habitación).
La palabra en sí no se encuentra en la Biblia. Se usa en el Tárgum y en los
escritos cristianos primitivos para referirse a la presencia de Dios. Sin
embargo, la idea que expresa esta palabra, "Dios que habita, que mora entre los hombres",
es un concepto básico tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo
Testamento. Debe leerse junto con la palabra "GLORIA", presencia de
Jehová. En Nm. 16:42, la nube oculta y revela la presencia de Dios. Dios habita
entre los hombres por su sola voluntad, y permanece siempre Señor de su
presencia (Éx. 19:9, 16, 18). No se puede disponer de ella. Hay que confiar en
ella y obedecer (Éx. 13:21, 22; Éx. 40:34-38). Así desciende sobre el templo
(1 R. 8:10) y habita allí entre querubines (Salmo 80:1; Is. 6:1-9).
Sin embargo, la
tradición profética no da por sentada la permanencia de esa presencia,
independientemente de la conducta del pueblo y la voluntad divina (Jr. 7:4ss;
Ez. 8:6). En el Antiguo Testamento se afirma que en los tiempos mesiánicos
volverá la Shekinah (Ez. 43:7,
9; Hag. 1:8; Zc. 2:10; Is. 60:2). En el Nuevo Testamento el pasaje central
sobre la encarnación (Jn. 1:14: "habitó entre nosotros") es una clara
referencia a la tradición veterotestamentaria de la Shekinah. En Lc. 2:9; Mt.
17:5; 2 P. 1:17 encontramos manifestaciones alusivas directamente a fenómenos
visibles o audibles que acompañaban esa presencia divina.
- e-Sword-the.
LEDD.
- Gene Cunningham. Las Bases de la
Fe.
- La
Biblia de Estudio RYRIE. Y Teología Básica. Pág.372.
- Pastor:
Carlos Ramírez Jiménez. 19//09//2016.
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