Parte II:
ÉL ESTUVO EN EL “SHEOL =HADES”:
(1 Pedro 3:18, 19)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
“Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu;… en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados”.
(1 P. 3:18-19)
En apoyo de esta última Interpretación, se
dan argumentos como los siguientes:
1- Lo que es llevado cautivo es subido al cielo. Esto no es cierto en cuanto a Satanás, el pecado, la
muerte, o la maldición.
2- El tiempo pasado
(aoristo) “llevó cautivo” no se ajusta a la regeneración de creyentes posteriores
tan acertadamente como lo haría respecto a alguna acción previa.
3- La Interpretación
de que esto se refiere al descenso de Cristo al reino de los muertos cuando ÉL
Murió, concuerda bien con 1 Pedro 3:19-20.
4- 1 Pedro 3:19-20.
Veamos este tema:
Este es uno de los pasajes más difíciles del Nuevo
Testamento, pero no es así, tan difícil sino porque algunos lo interpretan de
otras formas, veamos esta forma:
1) ¿Qué significa EN EL CUAL? (Es decir en el
Espíritu), predicó por medio de Noé a los malos que en los Escritos posteriores
de Pedro se mencionan con espíritus en el Hades.
2) ¿Qué significa QUE FUE Y PREDICÓ? La palabra “predicó” significa “proclamar” y puede referirse a la comunicación del Evangelio o dar
un anuncio, (el sentido más probable es que Jesús Resucitado “proclamó” a los ángeles Rebeldes su victoria sobre el mal (pecado)
y sobre la muerte). (Biblia Dios Habla Hoy. Versión Católica).
3) ¿A dónde FUE? En este caso es
que Cristo, después de la Crucifixión, descendió al Hades, (el lugar Intermedio).
4) ¿QUÉ PREDICÓ? Lo más probable es
que se refiere al Cristo preencarnado predicando por medio de Noé a los que, por haber
rechazado aquel mensaje, son ahora espíritus encarcelados. La maldad de los
hombres, las causas del diluvio, Génesis 6.
5) ¿Quiénes eran los ESPÍRITUS ENCARCELADOS. Son seres malvados y creyentes del
Antiguo Testamento. Aquellos que defiende esta opinión dicen
que Cristo descendió al Hades en el Intervalo entre su Muerte y Resurrección
para hacer una declaración a todos los espíritus Inicuos y para liberar a todos
los santos del Antiguo Testamento, que estaban esperando allí en un lugar
especial. Efesios 4:10*.
Algunos eruditos de
la Biblia ven un doble propósito en el descenso de nuestro Señor al Hades,
dice:
a. Anuncio a los ángeles
caídos que ÉL había conquistado el pecado y pagado su castigo.
b. Sosteniendo que
los creyentes de todas las edades antes del Calvario no estaban completamente
perdonados hasta que Cristo hubiera realizado su Sacrificio, mantienen que
Cristo fue Inmediatamente después de su muerte a tomarlos para llevarlos al
cielo.
NOTA: *Efesios
4:9-10: Estos
versículos son como un paréntesis, para comentar lo de “subió” (v.8**) y
para probar que la descripción sólo se acomoda a Cristo.
**V.8: Llevó
cautivo la cautividad. Pablo usa una ilustración del Salmo 68:18, en
que el guerrero victorioso es elevado al podio cuando vuelve con huestes de prisioneros,
recibiendo dones del pueblo conquistando, y distribuyendo dones a sus
seguidores. Cristo ha conquistado a Satanás y a todo lo que nos había llevado
cautivos.
5- Concuerda con
Mateo 27:50-53*, donde la liberación Visible de algunos santos
del Antiguo Testamento ven en esto una demostración palpable de que la muerte y
restauración de Cristo liberó del Sheol = Hades a los fieles (Efesios 4:8, 9).
No se nos dice qué ocurrió después con estos santos Resucitados.
*NOTA: Mt. 27:50-53: El
último clamor de Jesús fue silencioso, o más bien un fuerte suspiro. Entregó el
espíritu (v. 50) es una expresión que indica una acción voluntaria de parte de
Jesús. Fue Agustín quien dijo: Jesús “entregó
su vida porque lo quiso, cuando lo quiso, y como lo quiso”.
El texto de Mateo dice literalmente
que Jesús despidió su espíritu, como si dijera “adiós”.
Marcos emplea otro verbo en griego que
significa que “exhaló
su vida”, o
expiró (Mr. 15:37).
Juan, en cambio, dice sencillamente
que entregó el espíritu (Juan 19:30), término que se usaba cuando uno
ofrecía un sacrificio.
Los otros fenómenos sobrenaturales que
acompañaron la muerte de Jesús,
27:51–56. Mateo ofrece más
detalles que Marcos y Lucas en cuanto a tres fenómenos sobrenaturales que
sucedieron después de las tres de la tarde en el día de la Crucifixión: el velo roto, un terremoto y muertos
resucitados.
Además, Mateo cita la confesión del
centurión y la compañía de las mujeres seguidoras de Jesús. Algunos
comentaristas consideran estos fenómenos como meramente simbólicos. Por cierto
son simbólicos, pero no meramente así, pues hay un triple testimonio de su
autenticidad en los sinópticos, apoyado plena y unánimemente por todos los
manuscritos antiguos.
El mismo verbo en griego, scidzo G4977, se emplea para referirse al velo que se rasgó y a las rocas que
se partieron. De este verbo viene nuestro término “esquizofrenia” que
significa “personalidad
dividida“. El
velo separaba el lugar santo del lugar santísimo. Este recinto abrigaba
antiguamente el arca, sobre la cual estaba una chapa metálica llamada el
propiciatorio y sobre esa chapa, dos querubines, entre los cuales Jehová
moraba. El sumo sacerdote entraba una vez al año, en el día de la expiación, y
rociaba sangre sobre el propiciatorio. El velo se describe como de unos 10 a 15 mm. De
espesor, 18 m. de largo y 9 m. de ancho. El peso era enorme.
El rompimiento del velo, de arriba
abajo (v. 51), simboliza la abolición del sistema sacerdotal oficial que servía
de mediador entre Dios y los hombres, y daba acceso directo a la presencia de
Dios para todo creyente. El oficio del sacerdocio pasaría a todos los creyentes
(Heb. 6:19 s.; 9:1–14; 10:19–22; 1 Pedro
2:9).
El segundo fenómeno
sobrenatural, o
tercero contando el de la oscuridad, consistió de un fuerte temblor de la
tierra, o un terremoto, que logró partir piedras. El verbo griego seío G4579 quiere decir “agitar” o “sacudir”, del
cual viene el término “sismo”. Algunos
suponen, aunque el texto no lo aclara, que el mismo terremoto partió el velo.
El texto, sí, dice que partió las piedras y parece decir que abrió los
sepulcros, que estaban labrados en montes rocosos (comp. 27:61).
El tercer fenómeno
sobrenatural, en
esta sección es el de la “resucitación” de muchos cuerpos de hombres santos (v. 52) y
la aparición de ellos en Jerusalén después de la resurrección de Jesús (v. 53). Hay
tres elementos que requieren nuestra atención:
- Primero, es
mejor considerar el levantamiento de los cuerpos como “resucitación” y
no como “resurrección”, porque
ellos volvieron a morir en algún tiempo posterior, como los casos de Lázaro, de
la hija de Jairo y del hijo de la viuda de Naín.
- Segundo, se
pregunta: ¿Quiénes eran los hombres santos? El
término “santo”, en el NT., se refiere en casi todos los casos a creyentes en
Cristo. Algunos opinan que se refieren a creyentes en Cristo que habían muerto
y fueron enterrados cerca de Jerusalén, lo cual es lo más probable, aunque
otros opinan que se trató de “santos
del viejo Israel”.
- Tercero, su
aparición en Jerusalén se produjo solamente después de la resurrección de
Jesús. Esto quiere decir que fueron resucitados en el día viernes pero que no
fueron vistos hasta el domingo, o después.
En
todo caso, Jesús es primicias de
los que durmieron (1 Cor. 15:20) en el sentido de que es el primero resucitado en cuerpo y que no
volvió a experimentar la muerte.
6- Esto armoniza con el aparente cambio de lugar del
paraíso[7], que en la era del
Nuevo Testamento se afirma que está arriba y equiparado con el cielo (2
Corintios 12:2-4) (Al Paraíso, palabra de origen persa que
quería decir jardín o parque. Se refería especialmente al bello jardín de los
reyes).
IV. EL SEÑOR
JESÚS COMENTA UNA HISTORIA DEL HADES: Lc. 16:19-31:
“Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino,
y hacía cada día banquete con esplendidez… Había también un mendigo llamado
Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquél, lleno de llagas,… y ansiaba
saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían
y le lamían las llagas… Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los
ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado… Y en el
Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro
en su seno…”. (Lucas 16:19-31).
Esta
citas bíblicas o estudio del Rico y el Mendigo, asegura que no hay otra
oportunidad para aceptar la misericordia de Dios en el Hades, todo tiene que ser mientras estamos en vida en esta tierra, nada te puede sacar de este sitio, ya
que la razón humana da alternativas como: misas, y más misas; otros dicen que
aquí es el infierno y el cielo, otros dicen que se pueden reencarnar en una vaca,
burro cucaracha, etcétera. Veamos que Dice el Señor Jesús sobre una segunda
oportunidad después de la muerte.
3.1. Adorar La
Riqueza (Lc.16:19-31):
Lucas
no dijo que esta narración era una parábola; tal vez fue algo que ocurrió en
realidad. El rico usó su riqueza no sólo para auto complacerse y mantener su
estilo de vida extravagante. No la usó para cuidar del pobre y del necesitado,
ni siquiera del pobre mendigo que estaba a su misma puerta. Lázaro en efecto
testificó al rico (vv. 27–28); pero el rico en su falsa seguridad no quiso
arrepentirse. A él la muerte le parecía demasiado distante.
Cuando la muerte llegó, todo cambió: el rico
quedó pobre y atormentado, ¡y
el pobre mendigo fue rico y en el paraíso! Tenga
presente que la fe estableció la diferencia:
- El rico no fue al lugar de castigo (Hades) debido a que
fue rico, así como el mendigo no fue al paraíso sencillamente porque fue pobre.
- El mendigo era un creyente y el rico incrédulo.
No sólo que sus situaciones estaban invertidas, sino que
también eran fijas y no se podían cambiar.
¡Qué convicción es oír a la gente en el Hades pidiendo que
alguien vaya a testificales a sus seres queridos! No se puede forzar ni atemorizar a la gente para que
confíe en Cristo: se debe persuadir (Lucas 16: 31; 2 Corintios 5:11; Hch. 18:4).
NOTA
Lucas 16:23: En el Hades. El mundo invisible en general, pero
específicamente significativo aquí la morada de los no salvos entre el momento
de su muerte y el juicio ante el Gran Trono Blanco (Apocalipsis 20:11-15). Véase Ef.4:9*. Al decir esto, el Señor Jesús enseñó:
1) La existencia consciente después de la
muerte;
2) La realidad y los tormentos del hades;
3) Que no hay una segunda oportunidad
después de la muerte; y
4)
la imposibilidad de que los muertos se comuniquen con los vivos (Lc. 16:26).
Los dos
hombres de esta historia ilustran: dos vidas diferentes, dos muertes diferentes y dos destinos
diferentes.
*Efesios
4:9: las partes más bajas de la tierra. Podría significar que Cristo Descendió al Hades entre Su muerte
y Su Resurrección; o “de
la tierra” podría
ser mera aposición, significando que descendió (en Su encarnación) a las partes
más bajas (del universo), a saber, a la tierra.
Si el pueblo de Dios pasara un solo segundo en el Hades, tal vez se convertirían en testigos intrépidos del
Señor. Esta es en verdad una narración solemne que tanto creyentes como
incrédulos deben considerar con toda seriedad.
Concluimos:
El
significado de predicar "a
los espíritus encarcelados" no es
totalmente claro y los comentaristas lo han explicado de diversas formas, según
hemos visto los diferentes puntos de los teólogos.
Mateo
afirma que, cuando Jesús murió, "se
abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se
levantaron" (Mateo 27:52-53). Algunos comentaristas
piensan que este pasaje dice que el espíritu de Cristo estuvo en Noé al
predicar a los que eran prisioneros del pecado (pero que ahora estaban en el
Hades).
Otros
sostienen que Cristo fue al Hades a proclamar su victoria y la condenación
definitiva de los ángeles caídos que se hallaban prisioneros allí desde la
época de Noé (véase 2 Pedro 2:4).
En
cualquier caso, el pasaje muestra que las buenas nuevas de Cristo de salvación
y victoria no están limitadas:
- Han sido predicadas en el pasado así como en el presente;
- Han sido dirigidas a los muertos y a los vivos.
Dios
les ha dado a todos la oportunidad de acudir a Él, pero eso no significa una
segunda oportunidad para quienes rechazaron a Cristo estando en vida en
esta tierra, porque después de la muerte ya no hay otra alternativa; como
quisieran presentar las religiones y sectas.
___________
Notas y
Bibliografía:
[1] Biblia de
Estudio RYRIE.
Pág. 1753.
[2] sheôl = (שְׁאויל, H7585),
«Seol». Los 65 casos de este vocablo están distribuidos en todos los períodos
del hebreo bíblico.
Primero, el
vocablo se refiere a un estado de muerte: «Porque en la muerte no hay memoria
de ti; en el Seol, ¿quién te alabará?» (Salm. 6:5; cf. 18:5). Es el lugar de
descanso final de todos los seres humanos: «Pasan sus días en prosperidad, y en
paz descienden al Seol» (Job 21:13). Ana confesó que es el Dios omnipotente que
traduce a las personas al sheôl (muerte); los mata (1 Sam. 2:6). «Sheol» se usa
paralelamente con los términos hebreos «abismo» o «infierno» (Job 26:6),
«corrupción» o «putrefacción» (Salmo 16:10) y «destrucción» (Prov.15:11).
Segundo, «Sheol»
indica un lugar de existencia consciente después de la muerte. La primera vez
que se usa el término Jacob dice: «¡Descenderé enlutado a mi hijo hasta el
Seol!» (Gn.37:35). Todos los seres humanos van después de la muerte a un lugar
«Seol» en el que estarán conscientes (Salm.16:10). Es allí donde los malvados
reciben el castigo (Num.16:30; Deut.32:22; Salm.9:17). En el «Sheol» serán avergonzados
y silenciados (Salm.31:17). Jesús menciona un pasaje en Isaías (Salm.14:13-15)
que habla de sheôl al pronunciar juicio contra Capernaúm (Mateo 11:23); traduce
a «Sheol» como «Hades» o «Infierno», refiriéndose al lugar de existencia
consciente y de juicio. Es un lugar indeseable para los malvados (Job 24:19) y un
refugio para los justos (Job 14:13). Por tanto, «Seol» es también un lugar de recompensa
para los justos (Oseas 13:14; cf. 1 Cor. 15:55). La enseñanza de Jesús (Lucas 16:19-31)
parece reflejar exactamente el concepto veterotestamentario de sheôl; es un
lugar en el que hay existencia consciente después de la muerte; a un lado están
los muertos injustos con su sufrimiento y al otro lado de un abismo moran los
muertos justos que gozan de su recompensa. (VINE).
[3] qeber = (קֶבֶר,
H6913), «tumba;
sepulcro». Qeber aparece 67 veces y, la primera vez que aparece (Gn.23:4), el
término se refiere a una tumba o sepultura. En Jr.5:16, el vocablo tiene el
significado de «sepulcro» y, en Salmo 88:11, qeber se refiere al «sepulcro» en el
sentido del infierno. En Jueces 8:32, el vocablo significa un «sepulcro
familiar»; Jeremías 26:23 usa el término indicando «lugar de sepultura» y más
concretamente, una fosa abierta. (VINE).
[4] jades = (ἅδης, G86),
región de los espíritus de los muertos perdidos; pero incluyendo los de los
muertos bienaventurados en los tiempos anteriores a la ascensión de Cristo.
Algunos han afirmado que este término significaba etimológicamente lo invisible
(de a = privativo, y eido = ver), pero esta derivación es dudosa. Una derivación
más probable es dejado, que significa receptor de todo. Se corresponde con
«Seol» en el AT. En la rv del AT., y del NT., ha sido desafortunadamente traducido
«infierno» (p.ej., Salmo 9:17); o «sepultura» (Gn.37:35; 42:38, etc.); o «el
abismo» (Num.16:30; 16:33). En el NT., la rvr usa siempre la traducción
«Hades», excepto en 1 Cor.15:55 (tr), donde se traduce injustificadamente el
término jades como «sepulcro». Los mss. Más comúnmente aceptados tienen thanatos
= muerte, en lugar de hades, en la segunda parte del versículo. En el AT., la
rvr translitera uniformemente Sheol como «Seol». Nunca denota la sepultura, ni
es tampoco la región permanente de los perdidos; para los tales es el estado
intermedio entre la muerte y la condenación en la Gehena (véase INFIERNO, A).
Para la condición de los perdidos en el Hades, véase Lucas 16:23-31. (VINE)
Este término se
usa cuatro veces en los Evangelios, y siempre lo usa el Señor mismo (Mateo
11:23; 16:18; Lucas 10:15; 16:23). Se usa con referencia al alma de Cristo
(Hech.2:27; 2:31). Cristo declara que él tiene las llaves del Hades (Ap.1:18).
En Ap.6:8 el Hades es personificado, significando el destino temporal de los
condenados; y que tendrá que entregar a los que están en él (Hech.20:13), y
será finalmente arrojado al lago de fuego (v. 14). (VINE).
[5] mnemeion = (μνημει̂ον, G3419),
denota principalmente memorial (relacionado con mnaomai = recordar), luego
monumento (significado de la palabra traducida «sepulcros» en Lucas 11:47),
cualquier cosa hecha para preservar la memoria de cosas y personas; por lo
general denota un sepulcro, y se traduce así en todos los pasajes en que
aparece, excepto en Mateo 23:29: «monumentos». Aparte de en los Evangelios,
aparece solo en Hech.13:29. Entre los hebreos, se trataba por lo general de una
cueva, cerrada con una puerta o piedra, y frecuentemente decorada. Cf. Mateo 23:29.
(VINE).
[6] kolpos = (κόλπος, G2859),
significa: (a) la parte frontal del
cuerpo entre los brazos; de ahí, reclinarse en el seno se decía de aquel que se
reclinaba de tal manera a la mesa que su cabeza venía a cubrir el seno del que
tenía delante (Juan 13:23). Por ello se utiliza, en sentido figurado, de un lugar
de bendición con otro, como con Abraham en el paraíso (Lucas 16:22 ; plural en
el v. 23), de la costumbre de reclinarse a la mesa en el seno, un puesto de
honor; de la relación eterna y esencial del Señor con el Padre, en toda su
bienaventuranza y afecto tal como la que se expresa en esta frase: «El
Unigénito hijo, que está en el seno del Padre» (Juan 1:18); (b) del seno de una prenda de vestir,
el hueco formado por la parte frontal superior de una vestidura suelta, atada
con un cinto y utilizada para transportar o guardar cosas; utilizado así en
sentido figurado de recompensar a alguien generosamente (Lucas 6:38: «regazo»;
rv: «seno»; cf. Isaías 65:6 ; Jeremías 39:18); (c) de una entrada del mar, debido a su forma, como un seno
(Hech.27:39: «ensenada»; rv : «golfo»). Véanse ENSENADA, REGAZO. (VINE).
[7] paradeisos = (παράδεισος, G3857),
es una palabra oriental, cuya mención más antigua se encuentra en el
historiador Jenofonte, y que denota los parques de los reyes y príncipes
persas. Tiene origen persa (persa antiguo, pairid'za, relacionado con el griego
peri
= alrededor y teicos = muralla), y de ahí pasó al griego. Véase lxx, p.ej.,
en Neh.2:8; Ecls.2:5; Cant.4:13. Los traductores de la lxx usaron este término
del huerto del Edén (Génesis 2:8), y en otros casos (p.ej., Num.24:6; Is.1:30;
Jr.29:5; Ez.31:8-9) .
En Lucas 23:43,
la promesa del Señor al ladrón arrepentido se cumplió en el mismo día; Cristo,
en su muerte, habiendo encomendado su espíritu al Padre, fue de inmediato en
espíritu al cielo mismo, la morada de Dios (la mención del Señor de aquel lugar
como paraíso debe haber sido un gran aliento para el malhechor; para la mente
oriental expresaba la suma total de bendición). Allá fue que el apóstol Pablo
fue arrebatado (2 Cor.12:4), y le da el nombre de «el tercer cielo» (el v. 3 no
introduce una visión diferente), más allá de los cielos de la creación natural;
véase Heb.4:14, con referencia a la ascensión. Esta misma región es mencionada
en Ap.2:7, donde el «árbol de vida», el anti-tipo figurativo del que estuvo en
Edén, ofrecido al vencedor, es mencionado como estando en «el paraíso de Dios»;
cf. Gn.2:8. (VINE).
-
Berkhof, Luis. Teología Sistemática:
Edit. T.E.L.L. 1979. Págs. 405-408.
- e-Sword-the. LEDD.
- Biblia de Estudio RYRIE.
- Pastor: Carlos Ramírez Jiménez.
09//10//1996.
Ese estudio esta bien explicado,voy analizarlo mais profundo y podré usarlo en una de mis clases de Evangelismo del Institito Alpha.
ResponderBorrarPr. RICARDO LIMA DE DALLAS EE.UU.