Parte II:
LA BATALLA DECISIVA EN EL GÓLGOTA:
(Rom.5:8)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
“Dios da prueba de su amor para con nosotros, porque siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”
(Rom.5:8).
...pecado se convirtieron en camino para
redimir al hombre de su pecado (1 Cor.15:56; Ef.2:16).
Pero se desprende de todo ello que la
muerte de Cristo es “la muerte de la muerte”, según la figura de
la serpiente de metal en el desierto, ilustrándose el mismo hecho por la manera
en que David mató a Goliat con la misma espada del gigante (Núm.21:6, 8; Comp.
Jn.3:14; 1 Sam.17:51; Heb.2:14).
He aquí la lógica de la Salvación, que
se arraiga profundamente en el Plan Divino de la Redención, siendo irrecusable
y demoledora frente a todos los orgullosos ataques de la Incredulidad. La “teología de la
sangre” –según la despectiva frase de los enemigos de la cruz- que
tienen a Cristo crucificado como su centro, permanente inconmovible como
nuestra Roca de Salvación (Heb.9:22; 1 Cor.2:2; Gál.3:1).
Para muchos, ciertamente, es piedra de
tropiezo, Roca de escándalo y señal que será contradicha, pero para los
Redimidos es “la
piedra viva, elegida, preciosa”, el fundamento inamovible de su fe
(1 P.2:4, 6, 8; Is.28:16; Salmo 118:22). Esta Piedra está puesta “para caída y
levantamiento de muchos”, o según la figura de Pablo en 2 Corintios
2:15-16, es “olor
de muerte para muerte” en el caso de algunos, pero “de vida para
vida” tratándose de otros. Para los judíos es tropezadero y para los
griegos locura, pero no por eso deja de ser “potencia de Dios y sabiduría de Dios”
(Lc.2:34; 2 Cor.2:15-16; 1 Cor.1:18, 23-24).
El concepto de la Sustitución había
dejado tan honda mella en las prefiguraciones del Antiguo Testamento que se
emplea la misma voz (Heb. Chata-ah) tanto como para indicar el pecado mismo como la ofrenda por el
pecado. En Éxodo 34:7* y 1 Samuel 2:17 “chata-ha significa pecado; en cambio,
en Número 32:23** e Isaías 5:18 equivale al castigo que recibe el pecado,
mientras que en Levítico 6:18, 23 y Ezequiel 40:39*** es la ofrenda por el pecado.
*H2403
חַטָּאָה
= kjattaá: o חַטָּאת = kjattáh; de H2398; ofensa
(a veces pecaminosidad habitual, y su pena, ocasión, sacrificio, o expiación;
también (concretamente) ofensor:- culpa, expiación, expiatorio, pecado, pecador, pecar,
pena.
**H2398
חָטָא = kjatá: raíz prim; propiamente errar;
de aquí, (figurativamente y generalmente) pecar; por inferencia pérdida, falta,
expiar, arrepentirse, (causativo) hacer descarriar, condenar:- cometer,
culpable, daño, defraudar, delinquir, errar, expiar, limpiar, ofrecer por el
pecado, pecador, pecar, pervertir, prevaricar, purificación, purificar,
reconciliar.
***H817
אָשָׁם = ashám: de H816; culpa; por
implicación falla; también ofrenda por el pecado:- agravio, culpa, daño, expiación,
infracción, ofrenda, pecado. (Strong).
Este uso echa
luz sobre la gran declaración de 2 Corintios 5:21: “Al
que no conoció pecado*, [Dios] hizo pecado por nosotros, para que nosotros
fuésemos hechos justicia de Dios en él”, que puede leerse: “[Dios] le hizo
ofrenda por el pecado a nuestro favor”.
*G266
ἁμαρτία = jamartía: de G264;
pecar (propiamente abstractamente):- pecado, pecaminoso, pecar. (Strong).
Ciertos teólogos
modernistas calumnian a Pablo, tildándole de falsificador del cristianismo, por
haber enseñado este concepto de sustitución, pero de hecho no arranca de sus
enseñanzas en primer término, sino de las del Maestro mismo quien testificó que
no había venido para ser servido, sino para servir y “dar su vida en precio de rescate en lugar
de muchos” (Mt.20:28, trad. Lit.). La frase griega ‘anti pollon’ que Reina-Valera traduce “por muchos” significa:
sin que haya lugar a contradicción, “en lugar de muchos” según muchos ejemplos que
se hallan en la versión griega del Antiguo Testamento tan usada por los judíos
en el primer siglo, la “Alejandrina” o “Septuaginta”.
Así en Génesis
22:13, Abraham ofreció el carnero “en lugar de su hijo” (griego, anti); en
algunas listas de reyes, para indicar que el hijo llegó a reinar “en lugar de su
padre”, se emplea la misma palabra (Gn.36:33-35, etc.), siendo
clarísima la idea de sustitución. Pablo no inventa novedades, pues, cuando
describe la ofrenda del Señor de sí mismo como “un precio de rescate en lugar de muchos” (antilutron*, 1 Tim.2:6), sino que se basa en las enseñanzas del
Cristo, de la forma en que éstas concretaban e interpretaban las indicaciones
del Antiguo Testamento.
*G487
ἀντίλυτρον = antílutron: de G473
y G3083; precio de redención:- rescate. (Strong).
2- La Cruz Es La Base De La Santificación* Para Los Salvos.
Cristo el Señor murió en la cruz para
que nosotros fuésemos Salvados de la cruz. Esta afirmación subraya la parte
negativa y judicial de su muerte, o sea la liberación que fue provista por el
Gólgota. Desde otros puntos de vista Cristo murió en la cruz con el fin de que
fuésemos asociados con ÉL allí, lo que nos incluye en el significado de su
muerte a los efectos morales de una vida santa, y eso señala la obligación del
Gólgota. Nosotros somos “plantados
juntamente” con el Crucificado, siendo vinculados orgánicamente a la “semejanza de
su muerte” (Rom.6:5).
*G38
ἁγιασμός = jagiasmós: de G37;
propiamente purificación, i.e. (el estado de) pureza; concretamente (por
hebraísmo) purificador:- santidad, santificación.
“Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su
resurrección”.
(Rom.6:5).
Plantados Juntamente: G4854
sumfutos = (σύμφυτος G4854)
primeramente, congénito, innato (de sumfuo, hacer crecer juntamente), luego,
plantado o criado junto con, unido a (Rom.6:5
«plantados
juntamente», RV, RVR, RVR77; VM: «unidos con Él»), indicando ello
la unión del creyente con Cristo en la experiencia espiritual de «la semejanza
de su muerte». Cf. emfutos (Stg.1:21
«implantada»,
RVR, VM; RV, Besson: «ingerida»). (VINE).
Todo eso es otra manera de expresar las
enseñanzas del Maestro en los evangelios:
que somos discípulos que llevamos su cruz en pos de ÉL o según otra figura,
somos granos de trigo a semejanza de Cristo mismo, sabiendo que no llegamos a vivir
espiritualmente sino a través de la muerte (Mt.10:38; Jn.12:24-25). Así
llamados a participar en lo que era la fundación de nuestra Redención, o sea de
la muerte, que no por ser tenebrosa deja de ser preciosa.
Según Gálatas
2:20 hemos “crucificado
con Cristo” y por eso:
- El mundo alrededor está muerto por medio del
Crucificado, pues por la cruz el mundo está crucificado a nosotros, y nosotros
a ÉL (Gál.6:14).
- El mundo dentro
de nosotros, o sea la carne en nosotros, ha sido crucificado igualmente
en la cruz, según la afirmación de Pablo:
“sabiendo
esto, que nuestro viejo hombre fue juntamente crucificado con él… a fin de que
no sirvamos más al pecado” (Rom.6:6, 11).
- El mundo debajo
de nosotros ha sufrido una derrota total por medio de la cruz, de forma
que Pablo pudo declarar que Cristo, “despojando los principados y las potestades, sácalos a
la vergüenza en público, triunfando de ellos en sí mismo” (Col.2:15;
Comp. Gn.3:15).
- El mundo encima
de nosotros se ha convertido en una esfera de gracia y de bendición, ya
que ha sido abolida la maldición de la ley, siendo clavados en la cruz, de modo
que el creyente puede exclamar: “Yo por la ley soy muerto a la ley, para vivir a Dios” (Gál.2:19).
El pecador vivía bajo la amenaza de la
ley, pero ahora Cristo ha cumplido su fatídica sentencia en su lugar, muriendo
por medio de la ley (Gál.4:4; 3:10). Por este cumplimiento total de la
sentencia de la ley, ésta ya no puede levantar acusación alguna contra ÉL, como
representante de la raza, la manera en que el hombre ajusticiado pierde toda
relación con la autoridad que le condenó a la muerte. Cristo, pues, está muerto
a la ley.
Ahora bien, el creyente en Cristo tiene
su parte en la misma experiencia de Cristo por el hecho de su identificación
con ÉL –resultado
de la fe verdadera- y por ende, él también ha muerto a la ley y vive
ya en la libertad de su unión vital con aquel que fue levantado de entre los
muertos (Rom.7:4).
3.2. El Aspecto Colectivo:
Por
medio de la cruz se abre ante la humanidad un régimen nuevo en el que vemos:
- La anulación del
Poder de la Ley, que crea una nueva situación interna.
- La admisión de
todas las naciones a la esfera de la Salvación, que ha creado una nueva
situación externa.
- El triunfo
universal del Crucificado que ha creado una nueva situación universal.
1- La
Anulación Del Poder De La Ley:
En la vida interior del creyente la cruz
significa el cumplimiento y la abolición de todos los sacrificios levíticos, y
por lo tanto, la abolición de la ley levítica en general, porque los
sacrificios eran la base de la función sacerdotal, de la forma en que ésta lo
era de la ley misma (Heb.10:10, 14; 7:11, 18). Así por la cruz, Cristo llegó a
ser fin de la ley, como también Fiador de un Pacto Nuevo y mejor por medio del
cual los llamados “reciben promesas de la herencia eterna”
(Rom.10:4; Mt.26:28; Comp. Heb.7:22; Heb. 9:15-17).
Pero siendo disuelto el sacerdocio
levítico, ha pasado también el primer tabernáculo, se ha rasgado el velo del templo,
el camino al lugar santísimo está expedito y todo el pueblo de Dios se ha
transformado en un reino de sacerdotes espirituales (Heb.9:8; Mt.27:51;
Heb.10:19-22; 1 P.2:9; Ap.1:6).
Lo antedicho no obsta a que la ley siga
cumpliendo su función de dar el conocimiento del pecado a los hombres, siendo
buena en sí, y necesario freno en un mundo de impíos (1 Tim.1:8-11; Rom.3:20;
7:12).
2- La
Admisión De Todas Las Naciones En La Esfera De La Salvación:
No sólo ha perdido la ley su poder
interior, en la vida de los creyentes, sino que ha cesado de ser barrera entre
Israel y las Naciones. Hasta el momento de cumplir la obra de la cruz la ley –que actuaba de
ayo para conducir a
Israel a Cristo- (Gál.3:24)- constituía una valla que separaba el
pueblo hebreo de los demás pueblos del mundo (Ef.2:14). Por eso las naciones se
hallan sin ley y extranjeras a los Pactos de la promesa, lo que producía una
tensión entre ambas partes: una
especie de enemistad en los anales de la Salvación que impedía que aquellos “de lejos” se
acercasen a los otros “de cerca”.
Pero ahora, Cristo, que es nuestra paz,
por el cumplimiento de la ley en la cruz, ha derribado la “pared intermedia de separación”,
reconciliando a ambos pueblos, no sólo entre sí, sino también con Dios,
formando las dos partes UN SOLO CUERPO, que es su
Iglesia (Rom.2:12; Ef.2:11-22).
Vemos que el cumplimiento de la ley por
la muerte de Cristo ha roto el cerco de la ley mosaica (Comp. Gn.12:3; Comp. Gál.3:13-14), ensanchando así la esfera
de la Salvación que no se limita ya por las fronteras de Israel sino que abarca
todos los pueblos del mundo. El camino de la cruz fue en extremo angosto y
angustioso, pero conduce a una esfera sumamente amplia, que incluye a toda
alama sumisa, y así pasamos de le estrechez del período de la preparación
hasta la universalidad del cumplimiento del plan de Salvación: “Y yo –dice
Cristo- si soy exaltado de dentro de la tierra, a todos traeré a mí mismo”
(Lc.12:50; Jn.11:52; 12:32; trad. Lit.).
3- El Triunfo Universal Del Crucificado.
La declaración del Señor en Juan 12:31,
es de gran importancia, y debiera leerse como en la Versión Hispana-Americana margen: “Ahora hay un
juicio de este mundo; ahora será echado fuera el príncipe de este mundo”.
Cristo profirió estas palabras en la sombra de la cruz, cuando pronto había de
consumarse el triunfo de aquel que murió:
el triunfo que había de despojar de sus armas a los principados de las tiniebla
y destruir por la muerte al que tenía el imperio de la muerte.
Fue en vista del “juicio de este mundo” y la
derrota del “príncipe”
que Cristo pudo dar su grito triunfal al expirar: “¡Consumado
es!” (Jn.12:31-32; Col.2:14-15; Heb.2:14; Jn.19:30).
En cuanto a la derrota de Satanás vemos:
- La potencia
para ella brota de la obra de la cruz (Jn.12:31).
- Su realización
y manifestación necesitarán un proceso gradual por el que el “hombre más
fuerte” atará “al fuerte” (Mt.12:29).
- Su consumación
será absoluta y final (Ap.20:10).
Es importante notar que las Escrituras
emplea el verbo “levantar*” (hupsoo) en sentido doble cuando se
refiere a la obra de la cruz, pues abarca no sólo el levantamiento en la cruz
para morir, sino también el ser exaltado hasta la diestra de la Majestad de las
Alturas, siendo
*Levantar: G5312 ὑψόω = jupsóo: de G5311; elevar (literalmente o
figurativamente):- enaltecer, exaltar, levantar. (Strong).
Íntimamente
relacionados estos dos aspectos. El Crucificado es también el Coronado y
es necesario que sea echado fuera el príncipe usurpador y antiguo de este mundo
para que tome posesión de sus dominios el Nuevo Monarca legítimo. Los dos
aspectos se pueden estudiar en los siguientes pasajes: Juan 3:14; 8:28; 12:32; Filipenses 2:8-11; Hebreos 2:9.
No debe extrañarnos, pues, que la tierra
temblara cuando el Señor murió o que el sol rehusara dar su luz (Mt.27:52;
Lc.23:44-45) porque en la cruz de Cristo Dios pronuncio su ¡NO! Frente a toda manifestación del pecado (Jn.12:31). De igual
forma la tierra será conmovida en el día cuando sea juzgada. Al mismo tiempo
se cubrirá de vergüenza el sol, la luna
no dará su luz y palidecerán las estrellas, y los cielos y la tierra huirán de
la presencia de aquel que se sentará sobre el gran trono blanco (Hag. 2:6;
Heb.12:26-27; Is.24:23; Ap.20:11).
Pero entonces, por la transmutación de
los elementos del antiguo mundo materia –“siendo abrasados”, como dice el apóstol
Pedro- surgirá un mundo nuevo y glorioso. Al final de los tiempos, pues, el
mundo también experimentará su “muerte” para pasar inmediatamente a su “resurrección”
sobre la base de la muerte y la resurrección de Cristo, y así amanecerá su “mañana de
Pascua” por el poder transformador de Dios. He aquí el significado
profético del oscurecimiento del sol y del estremecimiento de la tierra en el
momento de la muerte del Redentor.
3.3. Cristo, El Grano De Trigo (Juan 12:20-33):
Mucho de lo que antecede se resume en la
figura de Cristo como el “grano de trigo que cae en tierra y muere”:
§ Fue “echado en tierra” gracias a su amor de
Redentor en el primer Viernes Santo.
§ Su tallo
abrió paso por la tierra en el Domingo de la Pascua, orientándose hacia
el cielo.
§ Su tallo
dorado penetró los cielos en el día de la Ascensión.
§ Su espiga
se llenó de multitud de granos en la era indicada por el día de Pentecostés.
1- La Cruz Desde La Eternidad Hasta La Eternidad.
§ La cruz en la
eternidad.
La cruz es un pensamiento eterno de Dios puesto que el Cordero fue “conocido ya,
de cierto, antes de la fundación del mundo” (1 P.1:20).
§ La cruz en el
pasado.
Es el hecho histórico llevado a cabo en la consumación de los siglos y asociado
con los nombres de Getsemaní, Gabatha y Gólgota. (Heb.9:26).
§ La cruz en el
presente.
“Cristo
crucificado” es el tema único y fundamental de la predicación del
evangelio, como también norma la vida del creyente muerto con Cristo y que
desea vivir “en
conformidad con su muerte” (1 Cor.2:2; Gál.2:20; 6:14; Filp.3:20).
§ La cruz en el
futuro (porvenir).
Será el Salvador que murió en la cruz coronado –colocando así la piedra
fundamental de su propio reino- quien gobernará gloriosamente como Rey en el
reino mesiánico visible (Filp.2:8-11).
§ La cruz en la
gloria del cielo.
El hecho de la cruz será el tema de las alabanzas de los redimidos, y “en medio del
trono” se verá un “Cordero como inmolado”. Los apóstoles del
Cordero tendrán su parte en el fundamento de la ciudad eterna (Ap.5:5-10;
21:14).
“AL QUE ESTÁ
SENTADO EN EL TRONO, Y AL CORDERO, SEA LA BENDICIÓN Y LA HONRA Y LA GLORIA Y
DEL PODER, PARA SIEMPRE JAMÁS. ¡AMÉN!” (Ap. 5:13-14).
___________
Notas y Bibliografía:
-
Apuntes
Pastorales: Volumen XV. Número 3. 1968. Tomada de El Triunfo Del Crucificado de
Erich Sauer. ©1993 Editorial Portavoz. Usado Con Permiso.
-
e-Sword-the.
LEDD.
-
Pastor:
Carlos Ramírez Jiménez. 23//09//2016.
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