domingo, 8 de diciembre de 2019

LA RECOMPENSA DE RUT: Ruth 4:1-22


LA RECOMPENSA DE RUT:
Ruth 4:1-22
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

IV.  NUEVA VIDA Y PLENITUD PARA LOS TRES PERSONAJES PRINCIPALES Rut 4:1-22:

4.1.   Boaz Adquiere Los Derechos y Se Casa Con. Rut. 4:1-13ª:
El capítulo abre confirmando lo que detectamos del 3:15: que Boaz no tardó nada en iniciar sus esfuerzos para arreglar cuentas con el otro pariente redentor más cercano (3:12). Había que encontrarle, presentarle el caso (según un plan tan sagaz como el que Noemí había confeccionado para Rut y el episodio de la era), y conseguir su decisión:
v El lugar para hacerlo sería la puerta de la ciudad (v. 1a). Se refería a un lugar junto a la muralla de la ciudad, que servía de sitial para resolver toda clase de cuestiones legales y donde se atendían también otros negocios de la ciudad (comp. Deut.2:15; 25:7; 2 Sam.15:2; Job 29:7; 9:15; 68:1). Era de suponer que el pariente que Boaz buscaba pasara por allí.
v Y así sucedió (v. 1b): pasó el hombre, y Boaz le invitó a conversar. (En los vv. 1-8, ¡otro diálogo!).
v La redacción que el autor usa para expresar la invitación y el comienzo de la conversación (! Eh, Fulano! !Ven acá, y siéntate!, v. 1c) da a entender que Boaz lo llamó por nombre pero que no nos importa saberlo; no implica falta de respeto por parte de Boaz. Para el tiempo de la redacción del libro de Rut, el nombre puede haber quedado en el olvido; o puede ser que la familia no quería divulgar.
v El pariente accedió a la invitación de Boaz (v. 1d), acto que da base para que Boaz convocará un grupo de diez concejales” (Nueva Biblia Española) como testigos (vv. 9 y 11; también tenían poderes judiciales y notariales; comp. Deut.19:12; 21:2-4; 25:7-9; 1 R.21:8 ss.; ver también Salmo 31:23).

Una vez reunido el grupo, Boaz hace su presentación del asunto al pariente, delante del grupo de ancianos de la ciudad:
Ø Noemí ha vuelto (lo que es de conocimiento público; comp. 1:19-21);
Ø Las circunstancias le obligan a vender un terreno (o los derechos a recuperarlo), cuyo dueño había sido nuestro hermano Elimelec (v. 3b;
Ø Habla por supuesto en el sentido amplio de familia, clan o raza;
Ø Comp. Ex.2:11; Lv.19:17);
Ø Es tiempo que el remanente de la familia actúe, mediante la costumbre de pariente redentor(v. 6);
Ø Por lo tanto él (Boaz) ha buscado esta oportunidad de informar al pariente Fulano (v. 1), siendo éste el más cercano, y presentarle el caso, con el propósito de saber si actuará o no.
Ø Si lo hace, bien;
Ø Si no, Boaz mismo entrará en el cuadro, siendo el próximo en la línea familiar (vv. 3b y 4).

La Ley Del Levirato.  Deut.25:5-10.

La ley del levirato estipulaba que si un hombre muriera sin tener prole, entonces el hermano tenía que tener relaciones con la viuda y tener hijos. El primer hijo llevaría el nombre del difunto.
También heredaría los bienes dejados por el difunto. En caso de no haber hermanos, se aplicaba el concepto del redentor, un pariente cercano que podría asumir la obligación.
Pero si no quería, la viuda tenía que quitar el zapato en presencia de los jueces y escupir en la cara. Por consiguiente, otro pariente podría asumir la obligación de tomar la viuda. Así Boaz logró tomar a Rut como esposa.

El pariente Fulano acepta: Yo redimiré (v. 4d). Es hasta este momento que Boaz menciona a Rut: Ahora aclara que (por ley o por costumbre ampliamente apoyada) el mismo día que adquieras el campo... deberás también adquirir a Rut la moabita, mujer del difunto [la referencia es a Majlón como se aclara en el v. 10, aunque la muerte aludida en el v. 3 fue la de Elimelec] para restaurar a su heredad el nombre del difunto (v. 5; aquí parece que la referencia es a Elimelec, y a la esperanza justa de que él tenga un heredero vivo, ya que su nuera aún vive).
Algunos eruditos consideran que en el sentido más estricto, el caso de Rut no representaba un matrimonio leviratico, según las pertinentes leyes del Pentateuco (ver Deut.25:5-10; comp. Gn. 38 y Lv. 25). De todos modos ha habido alusiones a las vigentes costumbres (o leyes) desde el cap. 1 (ver 1:11-13; 2:1, 20; 3:1, 9, 10-12) como la esperanza de estas mujeres viudas.

En este párrafo encontramos los tres problemas más serios en la interpretación del libro de Rut:
(1) La naturaleza del pariente redentor y sus responsabilidades,
(2) El derecho de Noemí de vender, y
(3) La naturaleza e implicaciones del matrimonio leviratico, y sus relaciones con la historia de Rut.
Un cuarto problema, pero de menos importancia, tiene que ver con el uso de la sandalia en vv. 7 y 8. Frederic Bush, en lo que probablemente será el comentario evangélico más completo sobre Rut en nuestra generación (¡268 páginas de tipo relativamente pequeño!), analiza estas dificultades en exhaustivo detalle.

Analiza, como base, los criterios y principios de literatura narrativa en la antigüedad:
(1) Tenía que ser coherente e inteligible;
(2) Tenía que incluir suficiente información para que sus oyentes (o lectores) entendieran qué sucedía y por qué, y
(3) Tenía que ser creíble (esto es, sin crear situaciones que sus oyentes o lectores bien sabrían eran ilegales o inverosímiles).
Bush alega que la narrativa de Rut responde a estos criterios. También basa su exposición sobre la postura de que lo que sabemos de las leyes y costumbres de Israel (y de todo el Medio Oriente antiguo) es incompleto, que los códigos que tenemos (específicamente en el Pentateuco) no son exhaustivos.
Casos y circunstancias podrían traer ciertas modificaciones sin que siempre éstas consten en los documentos existentes. Este concepto es especialmente pertinente a Rut.
Luego y después de análisis largos, técnicos y detallados, Bush llega a concluir, sobre los problemas mencionados que:

(1) “Pariente Redentor” (goel  H1350) no es siempre usado en Rut en un sentido técnico y legal.
Interpreta que tanto Noemí (en 2:20) como Rut (en 3:9) usan el término en el sentido genérico en vez de técnico, refiriéndose así a uno que, por cuanto existen vínculos de familia, es responsable para rescatar, de la familia, a otro que se encuentra en el momento enredado por males como la pobreza, la injusticia o la opresión.
Esto hace que tanto lo que propone Noemí (3:1 ss.) como lo que pide Rut esa noche en la era (3:9) sea algo más relacionado con Rut y su futuro que con propiedades, herencias o herederos.

(2) Noemí Tenía Algo Que Vender.
Bush concluye que la historia tiene sentido sólo si, a pesar de, o por encima de, lo que entendemos en otras partes del Pentateuco sobre herencias y sucesión de herederos, intuimos que las leyes y costumbres habían evolucionado lo suficiente en los tiempos del autor del Libro de Rut para permitir que Noemí, esposa del ya finado Elimelec, tuviera ciertos derechos al usufructo del campo que antes pertenecía a su esposo y por lo tanto el derecho de redimir el campo (esto es, comprarlo de quien ahora lo tenga) y que son estos derechos los que están siendo ofrecidos al pariente redentor.

(3) La naturaleza y obligaciones del matrimonio leviratico son pertinentes a la historia de Rut, aunque técnicamente presentan sus diferencias también.

Sobre el matrimonio leviratico, según Deuteronomio 25 y Génesis 38, Bush concluye:
1) Que técnicamente era una obligación, no una opción,
2) Que era limitada a hermanos,
3) Que daba a la viuda tanto obligaciones legales como también prerrogativas valiosas para conseguir sus derechos y
4) Que, en el caso de hermanos que rehusaban aceptar sus obligaciones, había serias penalidades sociales.
Bush no encuentra estos elementos en la historia de Rut. Encuentra, más bien, una concepción similar EN SU PROPÓSITO. Lo que vemos en Rut, según Bush, no es una historia de cuestiones legales sino obligaciones morales, claramente entendidas y apoyadas por la comunidad. Su aceptación era voluntaria, y aun podían ser renunciadas, sin grandes problemas sociales.
Consistían en que el pariente más cercano se casara con la esposa de un familiar que había fallecido, con el propósito de procrear heredero(s) para el difunto, quien(es) heredaría(n) sus propiedades. Bush prefiere llamarla una responsabilidad de tipo levirato y reservar el términoleviraticoa los casos que estrictamente encajan en las definiciones de Génesis, Levítico y Deuteronomio.

(4) El uso de la sandalia y la necesidad de explicar esta costumbre no es algo que determina automáticamente una fecha postexílica del libro.
El adverbio heb. que aquí es traducida desde antaño (v. 7a) podría referirse a un período tan corto como una generación (como en Job 42:11 y Juc.3:2) o períodos más largos (como en 1 Crón.9:20 o Salm.102:26). No debe darnos mayores problemas.

Adoptamos estas posturas de Bush para casi concluir nuestra exposición de esta sección. Sólo cabe resumir lo acontecido:
v Boaz hace su presentación al pariente Fulano (vv. 3 y 4); “Fulanoacepta redimir (v. 4d), hasta que Boaz explica, con el evidente apoyo del consejo de ancianos convocado, que el paquete de obligaciones familiares incluye a Rut (v. 5).
v El pariente Fulano desiste, alegando que no quiere perjudicar su propia heredad (v. 6a; porque sus hijos —que posiblemente ya tenía— no heredarán lo que él compraría);
v Cede sus derechos a Boaz (v. 6b; comp. v. 8a), negocio que es luego verificado con la sandalia (v. 7), y todo consigue cierto sello notarial de los ancianos convocados por Boaz (vv. 9-11a).
Boaz recibe una bendición de todos los del pueblo que estaban presentes... con los ancianos (v. 11b), de la cual hemos tomado la nota tónica de nuestro bosquejo: Jehová haga [de Rut] como a Raquel y a Lea, ya que ambas edificaron la casa de Israel (v. 11b). La contribución de estas mujeres al pueblo de Israel venía en buena parte a través de sus tareas maternas.
Rut (y Noemí) también harían esa clase de aporte, pero edificarían de otras maneras también con sus vidas ejemplares (comp. 1 P.3:5).
Otros elementos de la bendición pronunciada por el pueblo juntamente con los ancianos tiene que ver con Boaz mismo (v. 11d) y con los descendientes que Jehová le diera por medio de esta joven (v. 12a). Hay otra alusión al pasar al asunto de matrimonio leviratico, con la referencia a Tamar, Judá y su hijo Fares (v. 12b; ver. Gn 38).

La sección termina con un breve anuncio nupcial: Boaz tomó a Rut, y ella fue su mujer (v. 13a).
La Letra De La Ley. Rut 4:1-13:

Boaz insistió en cumplir con la ley en forma exacta. No quería reclamos posteriores de un pariente más cercano. Vale la pena hacer las cosas en forma legal.
1. Las leyes son para la protección de la mayoría. Aunque a veces no conviene a uno, es lo mejor para todos.
2. Las leyes dan legitimidad a los asuntos. Los arreglos entre hermanos a veces se vuelven amargos, y si no hay arreglo legal, puede crear problemas graves.
3. La legalización de las relaciones da seguridad, tranquilidad y permanencia a la relación. Es importante para el matrimonio, para la adopción de hijos y para contratos de negocios.

Una Herencia Agradable. Rut 4:1-13:
1.    Para Boaz: la felicidad del matrimonio y el hogar.
2.    Para Rut: la seguridad y la oportunidad de tener prole.
3.  Para Noemí: la tranquilidad de ver que su nuera estaba en buenas manos.

4.2.   Nace Un Hijo y Noemí Es Restaurada a Plenitud. Rut 4:13b-17:
El anuncio del primogénito de Boaz y Rut (v. 13b) es acompañado de un reconocimiento:
Ø Si bien es cierto que la procreación requiere la unión sexual de un hombre y una mujer,
Ø Es realmente Jehová quien permite la concepción y quien protege y provee durante el embarazo para que al fin de los nueve meses la mujer dé a luz (v. 13c; comp. Gn.29:31; 33:5; también Gn.2:21-24).
Y aunque, físicamente hablando, el nacimiento de este niño no tenía nada que ver con Noemí, legalmente llega a ser considerado su nieto, hijo del primer marido de Ruth (comp. Deut.25:6). El autor en estos versículos cumple su propósito de mostrar la resolución a la problemática de la muerte y la desolación que Noemí había experimentado en Moab.
Ahora, en vez de muerte, hay un nacimiento; en vez de la sepultura, una cuna; en vez de callejón sin salida, un nuevo camino, con todas las posibilidades imaginables. Y las mujeres del pueblo, que habían escuchado, y seguramente se habían unido al lamento de Noemí cuando volvió a Belén con las manos vacías (Deut.1:19-21), ahora prorrumpe en alabanzas y profecías de bienestar:

(1) Alaban (esto es, dan gracias) a Jehová Dios porque le ha dado a Noemí un pariente redentor (v. 14, la referencia podría ser a Boaz, pero probablemente es al niño recién nacido).

(2) Piden a Dios un lindo futuro en Israel para el bebé (v. 15b; efectivamente llega a ser el abuelo del rey David; comp. vv. 17c y 22).
(3) Profetizan que el niño será una bendición para Noemí, especialmente en su vejez (v. 15a; él será el canal que Dios usará para la completa restauración de Noemí a plenitud de vida; seguramente lo fue).

(4) Reconocen que el nieto viene a Noemí, cortesía de Rut, como podemos decir, y que el amor que Rut ha tenido para con Noemí equivale por siete hijos (v. 15c).

(5) Lo aceptan como hijo legítimo de Noemí (v. 17: !Un hijo le ha nacido a Noemí!).

(6) Y le ponen nombre: Obed. (Extraña, tal vez, que las vecinas le dieron nombre, v. 17; y algunos críticos procuran encontrar aquí evidencia de trabajo editorial en el texto; pero no tiene que ser así, y ganamos más aceptando el texto como está. Ver nota de RVA para el significado de Obed como nombre).

4.3.    La Familia Llega a Conectar Con El Linaje Real. Rut 4:18-22:
La historia de Noemí y Rut, como mujeres que también edificaron la casa de Israel, está completa: No sabemos más de Rut y Boaz, de ninguna otra fuente; pero lo más probable es que hayan realizado sus vidas con la plenitud que las mujeres profetizaron para Noemí con sunietoObed (v. 15).
Los nombres de Boaz y Rut aparecen en la genealogía que Mateo da de Jesucristo (Mateo 1:5), y el de Boaz aparece en la que Lucas da del Salvador (Lc.3:31) como también en la genealogía de Judá hasta David (1 Crón.2:11-12).

El libro termina donde el autor quería llegar: a David (v. 22). La familia de Noemí, Rut y Boaz llega a conectar con el linaje real del segundo rey de Israel, David.

Y cualquier lector cristiano fácilmente hace el salto al Hijo de David que llegó cuando vino la plenitud del tiempo (Gál.4:4) para ser no sólo el Goel (Redentor) de una familia ni de una nación sino de toda la humanidad (ver  Gál.4:5; Heb.1:1-4; 5:9; 9:11-14; Ef.1:7; Col.1:9-14; 1 Jn.2:2).

Estudios para el Domingo

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