Parte I LAS SIETE DISPENSACIONES:

Parte I

LAS SIETE DISPENSACIONES:

Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

Prolegómeno:

El dispensacionalismo es la clave interpretativa que saca el cerrojo de las páginas de la Escritura, abre la puerta para que entendamos las profecías, y orienta nuestra forma de pensar en cuanto al plan de acción divino para la historia humana.

El fundamento de la teología dispensacional está conformado por tres principios complementarios:

·  El primer principio, declara que la Biblia siempre debe entenderse de acuerdo al significado evidente y literal de palabras, incluyendo el uso de figuras del lenguaje donde lo indica el contexto.

·     Un segundo principio, radica en la premisa de que Dios tiene un plan para Israel como etnia y como nación, un plan distinto del plan para la iglesia del Nuevo Testamento.

·  El tercer principio, del dispensacionalismo es que la historia humana es la forma exterior y práctica de un plan eterno de Dios que culmina cuando Él es glorificado.

La palabra griega para “dispensación” = oikonomos, significa:

·      Administración,

·      Mayordomía.

De manera que una dispensación es una administración distinguible e identificable en el desarrollo del designio de Dios para la historia humana, el libro de (Ef. 3:2; Col.1:25-26).

Ayuda Hermenéutica:

oikonomia = (ὀικονομία, ^G3622), significa primariamente el gobierno de una familia, o de los asuntos de una familia (oikos = casa; nomos = ley); luego, el gobierno o administración de la propiedad de otros y se usa por ello de mayordomía (Lucas 16:2-3; 16:4). (VINE).

Dios administra toda la historia humana como si fuera una gran familia, y mueve a los seres humanos a través de etapas secuenciales de su administración. Cada fase o dispensación está determinada por el grado de revelación que el Señor ha proporcionado hasta ese punto en la historia.

Dicha revelación especifica las responsabilidades del hombre, las pruebas en cuanto a esas responsabilidades, y la provisión de gracia divina que provee una solución cuando algo falla. 

Aunque cada dispensación tiene características distintivas e identificables, las verdaderas y los principios de la revelación divina y el plan redentor permanecen constantes.

·      La salvación es por gracia, y

·      Por fe en Cristo.

Antes de la cruz, la fe anticipaba el cumplimiento de la promesa de salvación a través de la obra del Mesías. 

A partir de la crucifixión de Jesucristo, la fe pone los ojos en el pasado, en su expiación sustitutoria consumada en la cruz. A medida que la revelación divina avanza, se modifica otras características, como por ejemplo la práctica del sacrificio de animales.

Las Dispensaciones:  

A veces los dispensacionalistas difieren en cuanto al número exacto de dispensaciones que se han revelado en la Escritura, pero por lo general mencionan las siguientes siete:

1. Inocencia: desde Adán hasta la caída.

2. Conciencia: desde la caída hasta el diluvio.

3. Gobierno humano: desde el diluvio hasta Abraham.

4. Promesa: desde Abraham hasta Moisés.

5. Ley mosaica: desde Moisés hasta la cruz.

6. Era de la Iglesia: desde Pentecostés hasta el arrebatamiento.

7. Reino milenial: los mil años literales del reinado de Jesucristo luego de su segunda venida.

La teología dispensacional nos permite entender correctamente los tiempos proféticos de Dios para con la humanidad. La era presente no centra su atención en Israel sino en la Iglesia como pueblo de Dios.

Sin embargo, para que la profecía de Daniel (Dn.9:27) se cumpla literalmente de la misma manera en que se cumplieron las 69 semanas (Dn.9:25-26), la Iglesia debe ser quitada de la tierra. Solo entonces Dios comenzará a cumplir todo lo que le prometió a Israel en el Antiguo Testamento.

A este traslado de la Iglesia se le llama arrebatamiento (1 Ts.4:16-17), y muchos dispensacionalistas creen que precede a los últimos siete años de lo que Dios ha decretado para Israel-evento que se conoce como la tribulación.

Estos siete años, que técnicamente son la finalización de la era de la ley mosaica, comienza después del arrebatamiento de la Iglesia, y culmina con la segunda venida de Cristo.

De modo que la doctrina del arrebatamiento pretribulacional de la Iglesia se halla íntimamente identificada con la teología dispensacional.^[*]

ANÁLISIS DE LOS RASGOS DISPENSACIONALES:

Introducción:

Las siete dispensaciones tienen diez características comunes. Cada una de ellas será estudiada y comparada mediante el uso del siguiente esquema:

1. Pacto.

2. La Escritura.

3. Duración.

4. Condición del hombre.

5. Prueba dispensacional.

6. Fracaso del hombre.

7. El juicio de Dios.

8. La provisión de Dios en gracia.

9. Requisitos para la salvación.

10. Tipo de Cristo.

I.     Dispensación De La Inocencia:

1.1.   Pacto:

Edénico. Bajo este pacto, el hombre recibió el dominio sobre el reino de la tierra y el reino animal^[1]. Se le ordenó que llenase la tierra con su propia descendencia. Toda la vegetación y los frutos le fueron dados como alimento con la excepción del árbol del conocimiento del Bien y del Mal. Según el pacto, como del fruto de este árbol atraería la muerte física y espiritual sobre la humanidad.

1.2.   Escritura:

Génesis 1:26-3:24, Véase v.15.

1.3.    Duración:

Desde la Creación de Adán hasta su caída. Se desconoce la duración exacta de tiempo [Daremos una aproximación – 4004 a. C.-]. Adán y Eva habían recibido la orden de producir hijos, porque Dios les había dicho: “Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra” (Gn.1:28). Este mandamiento fue dado antes que pecase. Sin embargo, por cuanto no nacieron hijos en Edén, Adán y Eva debieron pecar poco después de ser Creados.

1.4.   Condición Del Hombre.

Inocencia. El hombre había sido Creado a imagen de Dios (en su naturaleza moral). Era una trinidad, compuesto de espíritu, alma, y cuerpo (1 Ts.5:23). Dios dio al hombre un cuerpo para que tuviera contacto con el mundo y un espíritu para que lo tuviera con Él (Prov.20:27; Rom.8:16).

De este modo, “fue el hombre un ser viviente” (Gn.2:7), con intelecto, sensibilidad (emociones), y voluntad. Los animales, como los hombres, tienen cuerpo y alma; pero difieren del hombre en que no tienen espíritu que les dé conciencia moral y contacto con Dios. Este lúcido hecho refuta las intenciones de la Evolución de que las ratas son antecesores del hombre^[2].

1.5.   Prueba Dispensacional:

Reconocer la autoridad de Dios. Esta prueba vino en forma de mandato: “No comerás de él”. Por cuanto el hombre no se hizo a sí mismo, no es una criatura independiente y se debe a Aquel que lo ha creado. Para pagar esta deuda, el hombre debe obedecer y glorificar a su Creador. El hombre es por ello una criatura responsable, sujeta al Gobierno Divino. Esta prueba implica la voluntad de Adán:

v Necesidad de la prueba: Aunque fueron creados con naturalezas santas, Adán y Eva eran susceptibles a la tentación. Consiguientemente, era necesario un período de prueba para que demostremos su lealtad a Dios. Las bendiciones vienen por la obediencia, pero la obediencia  demanda una ley de deber que sólo puede desarrollarse mediante pruebas.

v Propósito de la prueba: Nuestros primeros padres fueron Creados con naturalezas santas que Dios deseaba transformar en caracteres santos. Un carácter santo sólo puede llegar a formarse mediante la libre elección personal de los bueno en presencia de los malo y con la plena capacidad de escoger los malo.^[3]

v La racionalidad de la prueba. Dios proveyó a Adán y a Eva de todo lo que necesitaban. Ahora, para desarrollar el carácter de ellos, debía ponerlos bajo una prueba. La prueba no era injusta. “Dios… no habría sujetado a nuestros primeros padres a ninguna prueba que no fuese… absolutamente necesaria; por tanto, la prohibición de Génesis 2:17 (era) … justa, sabia y buena”.^[4]

1.6.   Fracaso Del hombre:

Desobediencia. No reconoció la autoridad de Dios. Es evidente que Eva fue engañada, no Adán (1 Tim. 2:13, 14). Sin embargo, él también comió. Y él echó la culpa de su pecado a Eva, que a su vez inculpó a la serpiente. Este es el relato de la entrada del pecado en la familia humana:

v Los métodos de Satanás. La vieja serpiente sigue empleando la misma artimaña para llevar al hombre a pecar. ¿Por qué debería cambiar sus tácticas, si le han funcionado tan bien?

Satanás apela a los sentidos del tacto, del gusto, del  olfato, del oído y de la vista. Recuerda que sedujo a Eva mediante aquella fruta de aspecto tan hermoso. Satanás sabe que nuestros pensamientos están influidos por nuestros sentidos. Los pensamientos, a su vez, suscita las emociones.

Las emociones excitadas pueden impulsar malos deseos que afectan al alma. Los pecados del orgullo y de la autoestima excluyen a nuestro Creador, lo que lleva a frustrar los propósitos con que ÉL creó al hombre. Así la voluntad de Satanás se oponen a la de Dios, se opone también a la del hombre, y trata de retorcerla y moldear para conformar a la suya.

Un escritor define con claridad los métodos operativos del diablo: “Satanás obra desde  fuera hacia dentro, que es precisamente lo opuesto a las operaciones divinas” (Stg.1:13-15).^[5]

Satanás negó la verdad de la Palabra de Dios cuando dijo a Eva: “No moriréis” (Gn.3:4). Esta táctica de alterar, negar, o añadir a las Escrituras ha suscitado una multitud de falsas religiones, engañadas como Adán y Eva. Así es como Satanás induce a rechazar la Palabra de Dios, a resistir la voluntad de Dios, y a abandonar el camino de Dios.

1.7.   El Juicio De Dios:

Expulsión de Edén. La Biblia declara que el hombre cayó desde una posición exaltada:

Ø El Evolucionismo insiste en que el hombre nunca tuvo una Caída, sino que está ascendiendo gradualmente a una posición más elevada.

Ø Este punto de vista niega que el hombre tenga necesidad de un Salvador del pecado, porque dice que el hombre nunca cayó en pecado.

Estas enseñanzas están diametralmente opuestas. Los dos no pueden ser ciertos a la vez. Se precisa de respuestas a ciertas preguntas para clarificar el ambiente: ¿De dónde procede la muerte? ¿Por qué envejece el hombre? ¿Por qué es enfermizo y débil? ¿Por qué le cuesta tanto aprender? ¿Por qué hay tantos nacimientos anormales y tanto dolor en el parto de los hijos? ¿Por qué la mitad de la población del mundo tiene que padecer hambre por la desgana de la tierra en rendir el alimento? ¿Por qué hay abundancia de hierbajos de crecimiento rápido, espinos y cardos que ahogan la productividad del suelo y que exigen la constante atención del hombre para desherbar y cosechar? ¿Por qué la mayoría de los humanos llevan algún tipo de vestimenta, aun en los trópicos, donde no es necesaria?

A. C. Gaebelein hace unas preguntas aún más desconcertantes: ¿Qué de los gobiernos autocráticos que tiranizan y esclavizan a la gente? ¿Qué de las guerras civiles, de la inmoralidad, de los crímenes, de la injusticia, y de la codicia? “¿De dónde viene todo esto? ¿Quién ha introducido esta lamentable condición? ¿Quién es responsable de ello? ¿Cuál es el origen del mal y cuál es el misterio de la iniquidad? ¿Qué respuesta da la ciencia? ¿Qué tienen que decir la hipótesis darwiniana o cualquier otra teoría de evolución?”.^[6]

Estas y muchas otras preguntas no tienen respuestas aparte de reconocer la maldición puesta sobre Adán cuando Dios lo expulsó del huerto de Edén.

1.8.   La Provisión De Dios En Gracia:

Promete de un Redentor (Gn. 3:15). El desarrollo de esta promesa y su efecto sobre la impotente condición del hombre en su pecado ha sido expuesto bajo la Trama de la Simiente.

1.9.   Requisito Para La Salvación:

Fe y Sangre. Estos requisitos permanecen constantes a lo largo de todas las dispensaciones. Este extremo ha sido enfatizado bajo la discusión de la Trama de la Simiente. Aquí se recapitula de manera sencilla:

§  Fe: Mostrada por Adán y Eva al aceptar las túnicas de pieles (Gn.3:21).

§  Sangre: Animales muertos por Dios, la sustitución de una vida para proveer cubierta para otra.

10.    Tipo De Cristo:

Las túnicas de piel tipifican la justicia de Cristo otorgada por Dios Padre al creyente (Rom.3:22; 2 Cor.5:21).

1ra DISPENSACIÓN TERMINA CON EL JUICIO DE: “LA EXPULSIÓN”.

EL PARAÍSO PERDIDO: Gn.3:22-24.

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Bibliografía:

[*] Biblia de Estudio de Profecía por Tim LaHaye, Reina Valera 1960.

Véase Parte II: