DESDE ADÁN A NOÉ:
GÉNESIS 5–8:
Estos capítulos
analizan el diluvio y la fe de Noé. Como es imposible explotar todos
los tesoros espirituales aquí, nos limitaremos a cuatro aspectos de este
importante suceso en la historia bíblica.
I.
El Diluvio Considerado Históricamente:
A.
El Hecho Del Diluvio.
Que hubo en realidad un diluvio lo
demuestra tanto Génesis, como Cristo (Mt. 24:37–39; Lc. 17:26–27), los profetas
(Is. 54:9) y los apóstoles (1 P. 3:20; 2 P. 2:5; 3:6). Los arqueólogos nos
dicen que muchas civilizaciones antiguas tienen una tradición del diluvio con
detalles paralelos al relato de Génesis. Tal vez estos relatos (que involucran
sus fantásticos dioses) fueron corrupciones de la historia original del diluvio
que se trasmitieron de generación en generación.
A. El Propósito Del Diluvio.
Se indica en 6:5–13, debido a que la gente se había
corrompido y la tierra estaba llena de violencia, Dios envió el diluvio para
destruir a la humanidad. Siempre debe haber juicio y muerte antes de un nuevo
comienzo. Estudiaremos los detalles más adelante.
C. Cronología Del
Diluvio.
Si
contamos el año de la creación de Adán como, Noé nació en el año 1056. Génesis
6:3 indica que Dios le dio a Noé 120 años para construir el arca y predicar (1
P. 3:20), que quiere decir que tenía 480 años cuando empezó (7:11). Esto sería
el año 1536. El diluvio vino en el año 600 de Noé, que sería 1656, y en 1657,
cuando tenía 601 años, Noé y su familia volvieron a tierra seca (8:13ss).
Los acontecimientos del arca empezaron en el décimo
día del segundo mes (digamos, el 10/2) de 1656, cuando Noé y su familia
entraron en el arca (7:1–9). El diluvio comenzó el 17/2 (7:10–11); las lluvias
cesaron el 26/3 (7:12); y el arca encalló en el monte Ararat el 17/7 (8:1–4).
El 1/10 la familia podía ver las cimas de los montes
(8:5). El 11/11 Noé envió un cuervo (8:6–9). El 18/11 envió una paloma, la cual
trajo de regreso una rama de olivo (8:10–11). Una semana más tarde, el 25/8 Noé
envió de nuevo una paloma que no regresó (8:12). El primer día del primer mes
del año siguiente (1657), Noé quitó la cubierta del arca y examinó la tierra
(8:13). El 27/2 todos salieron del arca (8:14ss).
D. El Arca.
No
era un barco, sino más bien una «caja flotante» hecha de madera de ciprés y
calafateada con brea. Si usamos un codo de 60 cm, el tamaño del arca sería de
180 m de largo, 30 m de ancho y 18 m de alto. Si usamos un codo de 45 cm, el
tamaño sería entonces de 150 x 25 x 15. En cualquier caso, el arca era lo
bastante grande como para albergar toda la colección de animales, el alimento
necesario y los miembros de la familia de Noé. No sabemos cuántas especies de
animales había en esos días.
Nótese: que 6:20
indica que Dios trajo los animales a Noé. Había tres niveles en el arca:
· con una
ventana en el techo del nivel más alto, o
· en la
parte de arriba del nivel más alto (6:16); y
· había
una puerta.
E. El Diluvio En
Sí Mismo.
El
diluvio lo causó la lluvia que caía y el agua que brotó de la tierra (7:11).
Uno puede imaginarse los tremendos efectos que esto tendría en la superficie de
la tierra, tanto como en el clima.
Gigantescas
marejadas siguieron a estas erupciones. Génesis 2:5–6 sugiere que la lluvia era
algo nuevo en la tierra en el tiempo de Noé, lo cual hace de la fe de Noé
incluso más maravillosa.
II.
El Diluvio Considerado Como Tipo:
El
arca es un cuadro revelador de nuestra salvación en Cristo (véase 1 P. 3:18–22).
Dios planeó la salvación y el arca, no las inventó ningún ser humano. Hay sólo
un camino de salvación y había una sola puerta en el arca. Esta se hizo de
madera, que habla de la humanidad de Cristo:
tenía que nacer como hombre para salvarnos.
La
palabra que se usa para «calafatear» en 6.14 es la misma que posteriormente
en el AT., se usa para «expiación». Dios invitó a Noé y a su familia a
entrar en el arca (7:1); luego, una vez dentro, los encerró para que estuvieran
seguros (7:16).
El
arca no sólo salvó a la humanidad, sino también a las criaturas que estaban
dentro, así como la muerte de Cristo un día libertará a la creación de la
esclavitud del pecado (Rom. 8:18–23). El arca salvó a Noé y a su familia del
juicio debido a que creyeron en la promesa de Dios (Heb. 11:7); Cristo nos
salva de la ira venidera al creer en Él.
Primera
de Pedro 3:18–22 conecta el arca con la resurrección de Cristo; las aguas
sepultaron el viejo mundo pero elevaron a Noé a una nueva vida. Noé fue fiel al
obedecer todo lo que Dios le ordenó; Jesús dijo:
«Yo hago siempre lo que le agrada» (Jn. 8:29).
Noé
fue llevado con seguridad a través de la inundación; Cristo atravesó el aluvión
del sufrimiento (Salm. 42:7) y salió victorioso. Noé salió del arca, cabeza de
una nueva creación con su familia; y Cristo salió de la tumba, Cabeza de la
nueva creación y Padre de una nueva familia.
Noé
atravesó el juicio y estuvo seguro, así como el remanente judío atravesará la
tribulación para establecer el reino en la tierra. Enoc fue arrebatado antes de
que llegara el juicio (5:21–24; Heb. 11:5), así como la Iglesia será arrebatada
antes de que la ira de Dios se derrame sobre el mundo. Véanse 1 Tesalonicenses
1:10 y 9–10.
III.
El Diluvio Considerado Proféticamente:
Cristo
enseña que los días antes del Rapto y la tribulación serán como en los días de
Noé (Lc. 17:26; Mt. 24:37–39). Vivimos en «los días de Noé». Vemos paralelos tales como la
multiplicación de las personas en la «explosión demográfica» (6:1); corrupción moral de
todo tipo (6:5); violencia (6:11, 13); incremento de las artes y la industria
(4:16–22); falta de conciencia, incluso por homicidio (4:23–24); y los
verdaderos creyentes son minoría (6:8–10).
Pero
tenga presente que «los días de Noé» también son de testimonio. Es
más, Dios le dijo a Noé que el juicio se avecinaba y este advirtió a las
personas (Jud. 14–15). Matusalén, el hijo de Enoc, nació en el año 687 y vivió
969 años.
Murió
en el año 1656, el mismo año del diluvio. En otras palabras, Dios le dio al
mundo impío 969 años de gracia. Y por los últimos 120 años de ese período Noé
predicaba y preparaba el arca (Gn. 6:3; 1 P. 3:20). Hoy Dios advierte que el
juicio se avecina (2 P. 3: fuego, no agua), pero pocos escuchan e incluso menos
creen.
IV.
El Diluvio Considerado En Forma Práctica:
Vemos en el relato del diluvio al menos seis
consideraciones prácticas:
(1) Dios debe castigar el pecado. Debe morir lo
viejo antes de establecer lo nuevo.
(2) Dios advierte, pero al final su paciencia
se acaba y el juicio viene.
(3) Dios siempre ha salvado a las personas de la
misma manera: por gracia (6:8), por
fe (Heb. 11:7).
(4) La verdadera fe conduce a la obediencia
(6:22; 7:5).
(5) El verdadero testimonio exige separación del
pecado, y Noé y su familia se conservaron sin mancha en el mundo.
(6) Si «los hijos de Dios» en 6:1–4 fueron ángeles o la
familia de Set, la lección se ve:
Dios condena el compromiso y la rebelión, pero recompensa al santo separado.
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Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 12//08//2017.
Estudios Para El Domingo.
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