ENCARNACIÓN DEL HIJO DE
DIOS:
JUAN 1:
El
tema del Evangelio de Juan es que Jesús es el Hijo de Dios (Jn.20:30, 31), y en
este primer capítulo prueba su afirmación. Al leer este maravilloso capítulo no
puede menos que ver que Cristo es el Hijo de Dios debido a los nombres y
títulos que lleva, las obras que realiza y los testigos que le conocieron
personalmente y declararon quién es.
I.
Los Nombres De Cristo Demuestran Que
Es El Hijo De Dios:
A.
Él Es El Verbo[1]. (Juan 1:1–3,14).
Así como
las palabras revelan nuestra mente y corazón, Cristo revela a los hombres la
mente y el corazón de Dios. «El que me ha visto a mí, ha visto al Padre» (Jn.
14:9). Una palabra o verbo se compone de letras, y Cristo es el Alfa y la Omega (primera y última letras del alfabeto griego; Ap. 22:13),
quien nos deletrea el amor de Dios.
En
Génesis 1 Dios creó todo por medio de su Palabra; y Colosenses 1:16 y 2 Pedro
3:5 indican que esta Palabra era Cristo. En tanto que Dios se puede conocer en
parte a través de la naturaleza y la historia, se le conoce a plenitud a través
de su Hijo (Heb. 1:1, 2).
Cristo,
como el Verbo trae gracia y verdad (Jn. 1:14, 17); pero si los hombres no le reciben,
esa misma Palabra se convertirá en ira y juicio (Ap. 19:13). La Biblia es la
Palabra escrita de Dios y Cristo es el Verbo de Dios, vivo y encarnado.
B. Él Es La Luz (Jn.1:4–13).
El
primer acto creador de Dios en Génesis 1 fue producir la luz, porque la vida
proviene de la luz. Jesús es la luz verdadera, o sea, la luz original en la
cual toda luz tiene su fuente. En el Evangelio de Juan se puede hallar el
conflicto entre la luz (Dios, vida eterna) y las tinieblas (Satanás, muerte
eterna). Esto se indica en 1:5: «La luz en las
tinieblas resplandece [tiempo
presente], y las tinieblas no han podido
apagarla o contenerla» (traducción literal).
Nótese: 3:19–21; 8:12 y
12:46. 2 Corintios 4:3–6 pinta la salvación como la entrada de la luz en el
corazón en tinieblas del pecador (véase también Gn. 1:1–3).
C.
Él Es El Hijo De Dios (Jn.1:15–18,30–34,49).
Fue esta
afirmación la que enardeció a los judíos y los llevó a perseguir a Cristo (10:30–36).
Nótense: las siete
personas en el Evangelio de Juan que llamaron a Cristo el Hijo de Dios:
· Juan el Bautista (1:34);
· Natanael (1:49);
· Pedro (6:69);
· El ciego sanado (9:35–38);
· Marta
(11:27);
· Tomás (20:28);
y
· El apóstol Juan (20:30,
31).
El
pecador que no cree que Jesús sea el Hijo de Dios no puede ser salvo (8:24).
D. Él Es El Cristo (Jn.1:19–28,35–42).
«Cristo»
significa Mesías, el Ungido. Los judíos esperaban que su Mesías
apareciera y a esto se debe que se lo preguntaran a Juan. Incluso los
samaritanos le esperaban (4:25, 42). A cualquier judío que dijera que Jesús era
el Cristo lo expulsaban de la sinagoga (9:22).
E. Él Es El Cordero De Dios (Jn.1:29,35–36).
El
anuncio de Juan es la respuesta a la pregunta de Isaac: «¿Dónde está el cordero para el
holocausto?» (Gn. 22:7). El cordero pascual en Éxodo 12 y el cordero
sacrificial en Isaías 53 apuntan hacia Cristo. En la historia del AT., hubo
muchos corderos sacrificados, pero Cristo es el Cordero de Dios, el único.
La
sangre de los corderos sacrificados en el tabernáculo o el templo simplemente
cubrían el pecado (Heb. 10:1–4), pero la sangre de Cristo quita el pecado. Los
corderos que se ofrecían en los días del AT., eran sólo por Israel, pero Cristo
murió por los pecados de todo el mundo.
F. Él Es El Rey De Israel (1:43–49).
El
pueblo de Israel estaba hastiado del gobierno romano y querían un rey. Debido a
que Cristo les dio de comer, querían hacerle Rey (6:15), pero Él se alejó de la
multitud. Se ofreció como su Rey (registrado en 12:12–19), pero los principales
sacerdotes dijeron: «No tenemos más rey que César» (19:15).
G.
Él Es El Hijo Del Hombre (Jn.1:50,51).
Este
título viene de Daniel 7:13–14, y todos los judíos sabían que describía a Dios.
(Nótese: la pregunta de los judíos
en Jn. 12:34). En 1:51 Cristo menciona «la escalera de Jacob» en Génesis 28:10–17.
Cristo es «la
escalera de Dios» entre la tierra y el cielo, revelando a Dios a los
hombres y llevando a los hombres a Dios.
II.
Las Obras De Cristo Prueban Que Es El
Hijo De Dios:
A. Él Creó El Mundo (Jn.1:1–4).
Él
estuvo en el principio con Dios y fue el Agente Divino mediante el cual el
mundo se creó.
B. Él Da Salvación A Los Hombres (Jn.1:9–13).
Vino a su mundo y pueblo (los judíos) y
no le recibieron. La salvación es un regalo gratuito que el pecador
recibe cuando confía en Cristo. «Creer» y «recibir» son la misma cosa. Un nuevo nacimiento tiene lugar: no por sangre humana, ni por carne, ni por voluntad de hombres,
sino de Dios.
C.
Él Revela A Dios (Jn.1:15–18).
Cristo revela la gracia y la verdad de
Dios. Moisés
dio la ley que descubre el pecado y condena; Cristo revela la verdad que
redime. La ley preparó el camino para Él.
D. Él Bautiza Con El Espíritu (Jn.1:33).
En este capítulo vemos a la Trinidad: el
Padre (1:14, 18); el Hijo (1:14, 18); y el Espíritu (1:32–34). El descenso del
Espíritu le mostró a Juan quién era Cristo; y hoy no podemos ver en realidad a
Cristo a menos que el Espíritu abra nuestros ojos.
E. Él Conoce Íntimamente A Los Hombres (Jn.1:42,
47–48).
Conocía
a Pedro y a Natanael mejor de lo que ellos mismos se conocían (véase 2:23–25).
Sólo Dios puede ver los corazones de las personas.
F. Él Perdona Pecados (Jn.1:29).
¡Nadie en la
tierra puede quitar los pecados de una persona!
G.
Él Abre El Camino Al Cielo (Jn.1:50,51) Y Es El Camino Al Cielo.
Como Jacob
en Génesis 28:10–17, los pecadores están lejos de su hogar y en la noche del
pecado. Pero Cristo revela la gloria del cielo y lo abre para que entremos.
Cristo es la «escalera»
de Dios a la gloria.
III.
Testigos Que Prueban Que Cristo Es El
Hijo de Dios:
Juan usa
a menudo las palabras «testimonio» y «testigos» en su Evangelio (1:7,
8, 15; 3:26, 28; 5:31–37; 8:18; 15:27; 18:23). Se puede confiar en los testigos
de la Biblia porque tuvieron un contacto personal con Cristo y no ganaron nada
de los hombres al testificar por Cristo. (Es más, sufrieron por eso). No hay
evidencia de que hayan mentido; su testimonio hoy sería válido en cualquier
corte. Estos testigos son:
A.
Juan El Bautista (Jn.1:7, 15, 29; Véase También 5:35).
B. El Apóstol Juan (Jn.1:14: «Vimos Su Gloria»).
C. Los Profetas Del AT. (Jn.1:30,45).
Es muy
probable que Natanael se encontrara leyendo los libros de Moisés cuando Felipe
le encontró.
D. El Espíritu Santo (Jn.1:33,34).
E. Andrés (Jn.1:41).
Él fue un ganador de almas y empezó en casa.
F. Felipe (Jn.1:45).
Felipe
respaldó su testimonio con la Palabra de Dios, una estrategia sabia para todos
los testigos.
G.
Natanael (Jn.1:49).
Juan y
Andrés se salvaron por medio de un predicador, Juan el Bautista. Pedro halló a
Cristo debido al trabajo personal de Andrés. A Felipe lo llamó Cristo
personalmente; y Natanael halló a Cristo por medio de la Palabra y el
testimonio de Felipe.
Dios usa
a diferentes personas y circunstancias para llevar a las personas a su Hijo. Él
es un Dios de variedad infinita.
Clases Par Los Días Miércoles:
Lea su Biblia, Lea su Biblia, Lea su Biblia:
__________
Notas:
[1]G3056 λόγος = lógos:
de G3004; algo dicho (incluido el pensamiento); por implicación
tema (sujeto del discurso), también razonamiento (facultad mental) o motivo;
por extensión cálculo; específicamente (con el artículo en Juan) la Expresión
Divina (i.e. Cristo):- noticia, palabra, plática, pleito, predicar, pregunta,
propuesta, razón, sentencia, tratado, verbo, arreglar, asunto, cosa, cuenta,
decir, derecho, dicho, discurso, doctrina, evangelio, exhortar, fama, frase,
hablar, hecho, mensaje. (Strong).
logos = (λόγος, G3056) , denota:
(I) la expresión del pensamiento; no el mero nombre de
un objeto:
(a) encarnando una concepción o idea (p.ej., Lucas 7:7; 1 Cor.14:9;
14:19);
(b) un dicho o afirmación:
(1) de Dios (p.ej., Juan 15:25; Rom.9:9; 9:28: «sentencia»; rv: «palabra»; Gál.5:14; Heb.4:12);
(2) de Cristo (p.ej., Mateo 24:35, plural; Juan 2:22; 4:41;
14:24, plural; 15:25).
En
relación con (1) y (2) la frase «la palabra del Señor», esto es, la
voluntad revelada de Dios (muy frecuente en el AT), se utiliza de una
revelación directa dada por Cristo (1 Ts.4:15); del evangelio (Hechos 8:25; 13:49;
15:35-36; 16:32; 19:10; 1 Ts.1:8; 3:1); en este respecto constituye el mensaje
procedente del Señor, entregado con su autoridad y hecho eficaz por su poder
(cf. Hechos 10:36); para otros casos relacionados con el evangelio véase Hechos
13:26; 14:3; 15:7; 1 Cor.1:18; 2 Cor.2:17; 4:2; 5:19. (VINE).
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