LOS PASTORES
TAMBIÉN SON OVEJAS:
(Hechos 20:17-38)
Discurso de
despedida de Pablo en Mileto:
“Enviando, pues, desde Mileto a Efeso, hizo llamar a los
ancianos de la iglesia… Cuando vinieron a él, les dijo: Vosotros sabéis cómo me
he comportado entre vosotros todo el tiempo, desde el primer día que entré en
Asia,…sirviendo al Señor con toda humildad, y con muchas lágrimas, y pruebas
que me han venido por las asechanzas de los judíos;… y cómo nada que fuese útil
he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas,…
testificando a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y
de la fe en nuestro Señor Jesucristo…”.
(Hechos 20:17-38)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
En el libro de
Hechos encontramos un hermoso cuadro de lo que quizás fue el primer encuentro
de formación de líderes cristianos. Estando en Mileto, el apóstol Pablo convocó
a los líderes de la Iglesia en esa región, desde Mileto hasta Éfeso:
· Una vez reunidos,
compartió con ellos su experiencia personal y les dio recomendaciones para su
labor (Hechos 20:18-27),
· les anima a
seguir adelante con la tarea pastoral (Hechos 20:28-35), y
· se despide calurosamente
de ellos (Hechos 20:36-38).
En ese emotivo encuentro, el apóstol se
refirió a tres ciclos de su propia vida para ayudar a este grupo de líderes:
Ø Hizo alusión a su pasado,
Ø a su presente, y
Ø aun se refirió a su futuro.
Una vez puesto este fundamento, Pablo
hizo un llamado. Podríamos sintetizar su pedido en una palabra: “apacentar
= poimaino [1]”.
Si la tarea de apacentar = poimaino a otros es un
aspecto importante en nuestro llamado y liderazgo, es preciso que entendamos en
que consiste esta noble tarea. El
ejemplo del apóstol Pablo nos ayudará a definir qué significa apacentar
= poimaino “el rebaño de Dios”.
La clave del significado de este término
la encontramos en el versículo 28. Apacentar =
poimaino no es sólo seguir instrucciones o realizar una tarea según las
indicaciones de un manual. Apacentar = poimaino es, según Pablo describe su
propia tarea, guiar y proveer ejemplo. El material didáctico básico para formar
y guiar a otros en nuestra propia vida.
Esta
es la diferencia más radical entre ser pastor y gerente. No estamos
diciendo que la tarea de un gerente o administrador sea inferior a la de un
pastor; simplemente es diferente. En la relación entre pastores y ovejas hay un
compromiso integral.
También se indica que la tarea de apacentar = poimaino
no es una actividad individualista. La Iglesia de esta cuenta con un equipo de
líderes:
Ø Ancianos, obispos y pastores (vv. 18-28).
Nos advierte el apóstol que, para
asegurar la vida y madurez de una comunidad, se precisa un equipo de líderes
que cumplan su tarea como pastores.
NOTA: En
vista de que ya Pablo sentía que su trabajo en Asia y las provincias de
alrededor había terminado, él estimula a los ancianos a que acepten una
responsabilidad mayor (v. 28). La
exhortación aquí es importante. La primera responsabilidad
de un ministro es tener cuidado de su propia condición espiritual. Si falla en
esto, no le valdrá nada que haya tratado de velar por los que han sido puestos
a su cuidado.
El v. 28 provee mucha
información en cuanto al liderazgo de la iglesia primitiva. Frank Stagg nos ofrece
unos enfoques valiosos en cuanto a la terminología usada en este capítulo. Obispos
es el nombre griego epískopos G1985 (la palabra episcopal se deriva de este sustantivo). Obispo
significa uno que vigila, y por lo tanto un superintendente o sobreveedor (Filipenses
1:1; 1 Tim. 3:2; Tito 1:7; 1 Pedro 2:25). El hecho
de que estos hombres sean llamados ancianos (en griego presbúteros G4245: presbíteros) en el v.
17, implica que presbíteros y obispos tenían la misma función en el movimiento cristiano temprano.
Los términos obispo y anciano se usaban alternativamente aquí y en otras partes del NT.
(Tito 1:5; 1:7). El término anciano
se había tomado del concepto de los líderes de las sinagogas y el Sanedrín.
Eran hombres maduros seleccionados por los miembros de la sinagoga y
funcionaban como una junta de ancianos con cierta autoridad
asignada. Un presidente de la junta de la sinagoga era responsable por los
cultos de la misma. Dado que la iglesia en Efeso se reunía en hogares, estaba
dividida en pequeñas unidades o grupos determinados por la ubicación geográfica
y por los lugares disponibles. Probablemente, la iglesia en Efeso también se
refiere a las congregaciones de los alrededores. Un número de ancianos de esa iglesia vinieron a escuchar a Pablo. No se sabe si cada grupo
tenía más de un anciano o no.
La responsabilidad de estos líderes era
apacentar: literalmente
pastorear la iglesia del Señor (v. 28). La iglesia es llamada el rebaño, el cual debe ser
guardado de los falsos maestros. Los ancianos debían ser guardianes contra las doctrinas de los judaizantes y los
gnósticos, y fueron hechos superintendentes de la iglesia por el Espíritu
Santo. El obispo (sobreveedor) era el responsable
de cuidar y proteger a la congregación, no de gobernar sobre ella. Los ancianos-obispos debían apacentar el rebaño. Los pastores guían, cuidan y alimentan al rebaño. Un anciano-obispo-pastor debe ser un líder maduro y
respetado quien cuida al rebaño de las falsas enseñanzas, lo alimenta
enseñándole la palabra de Dios, lo guía a hacer la voluntad de Dios y ministra
a sus necesidades. Es el Espíritu Santo el que asigna las responsabilidades a los
líderes. Ningún hombre debe escoger esta posición motivado por la ambición o el
orgullo. Los tres títulos, pues, (anciano, obispo y pastor) se usaban alternativamente para los mismos hombres.
En
cuanto a la expresión la iglesia del Señor, la cual adquirió para sí mediante
su propia sangre (v. 28) y la redacción que se encuentra en
algunos otros manuscritos antiguos (ver nota de la RVA): ... iglesia de Dios la
cual adquirió para sí mediante su propia sangre, hay diferencia de opinión
entre los eruditos. La iglesia pertenece a Dios. Está identificada como la
iglesia de Dios, significando el pueblo de Dios. Los cristianos reemplazaron a
los israelitas como el pueblo de Dios. Los cristianos fueron comprados con la
propia sangre de Dios. En el v. 28 Pablo no distingue entre el derramamiento de la sangre
de Cristo y la sangre de Dios. La sangre representa la vida. Dios dio la vida
de su Hijo para que su iglesia tuviera vida. Notamos: aquí que es una clara afirmación de la
divinidad de Jesucristo, pues es únicamente Jesucristo quien ha derramado su
sangre por los hombres (Mateo 26:28; Efesios 1:7; 1 Pedro 1:19; Tito 2:13-14).
Apacentar = poimaino el rebaño de la
Iglesia no es lo mismo que dirigir una masa como lo hace un caudillo o manejar
una empresa como un gerente. La Iglesia se parece más bien a un cuerpo, una
familia. En la Iglesia, el trabajo de todos los líderes debe tener una
intención: apacenta
= poimaino.
Está muy difundida, en América Latina,
la tesis de que son los líderes “caudillos” los que hacen crecer la obra:
Ø El argumento que
respalda esta teoría es la evidencia de que detrás de una iglesia de
crecimiento numeroso se encuentra un caudillo.
Ø También se
argumenta que, donde hay liderazgo en equipo y funcionamiento democrático, la
congregación crece menos.
Este
es un debate permanente entre líderes de: orientación caudillistas y líderes de estilo
democrático.
Es preciso reconocer que, al menos en
América Latina, detrás de los grandes movimientos y de las Iglesias numerosas
hay por lo general un “caudillo[2]”. Sin embargo, esto no necesariamente
significa que haya una relación directa entre el crecimiento que provoca un caudillo
y lo que la Palabra de Dios entiende por
crecimiento.
Para un caudillo, el crecimiento se mide
por el número y la sujeción de la masa. Para las Escrituras, el crecimiento se
evalúa por la Madurez. Y en este sentido, tanto la Biblia como la experiencia
nos muestran que el liderazgo en equipo facilita la madurez.
En el discurso
de Pablo a los líderes de la iglesia en la región de Éfeso, encontramos varias
pautas que pueden ayudarnos en la tarea de apacentar = poimaino el rebaño de
Dios. Veamos algunos puntos de vital importancia de “poimaino”…
1. El Modelo: La
Experiencia Personal:
El apóstol comienza este “encuentro de formación de líderes”
hablando de su propia experiencia. Los pastores se forman para su tarea
siguiente el ejemplo de otros pastores.
En el Antiguo Testamento, el modelo de
Pastor era Jehová (Salmo 23); en el Nuevo Testamento (Juan 10:1-18), el Señor
Jesucristo se presenta como el Buen Pastor. Aquí, el apóstol se ofrece a sí
mismo como ejemplo.
No se trata de una actitud de soberbia
sino de recurrir a la propia experiencia para ayudar a otros en su aprendizaje.
A lo largo del pasaje, Pablo relata los
sufrimientos y humillaciones que ha soportado con humildad. Explica cómo se ha
esforzado por trasmitirles toda la enseñanza (“consejo[3]”, v.27) de
Dios. Les dice que depende totalmente del Espíritu Santo para seguir adelante.
Su meta es acabar la carrera con gozo.
Esta
es una meta deseable para todos nosotros. Son tantos los líderes que salen
del ministerio con una nota de amargura final… Pero cuando nos retiramos con amargura nunca nos vamos libres. El
Resentimiento será como un fantasma que nos perseguirá toda la vida.
La descripción que hace Pablo de su
propia tarea muestra que apacentó de una manera integral, total. Toda su
vida formaba parte del compromiso de capacitar a otros para el liderazgo. Su entrega fue generosa:
Ø tiempo,
Ø afecto, y
Ø aun dinero.
Los apacentó con la totalidad de su vida.
Esta es la clase de líderes que necesitamos. El mundo se ha
quedado sin modelos, pero nosotros tenemos ejemplo para imitar. El tipo de
compromiso que vemos en Pablo no sólo lo llevó a cuidar del rebaño, sino a
formar líderes que lo reemplazaron cuando llegó el momento. Ser pastor es cuidar
de las ovejas y también formar a otros para que puedan apacentar = poimaino el rebaño.
2. El Rebaño: La
Iglesia Del Señor:
El rebaño se define aquí con el nombre
de “la Iglesia
del Señor” (v.28) Y se nos dice que Jesucristo la ganó por su propia
sangre.
En
esta breve declaración, el apóstol nos da cuatro rasgos del rebaño:
· En primer lugar, nos dice que su fundador es la Trinidad. La palabra
Señor se traduce en algunas versiones como Dios: El Padre es el fundador de la Iglesia por medio de la sangre de su
Hijo Jesucristo;
y es el Espíritu
Santo quien ha colocado a los líderes del rebaño.
· En segundo lugar, declara que el propósito de Dios fue
fundar una “Iglesia”,
con todo lo que este concepto tiene de peculiar en el contexto bíblico.
· En tercer lugar, afirma que el instrumento creador de la
Iglesia fue la sangre de Jesucristo en la cruz. No hubo ni podría haber habido
otra forma de iniciar este rebaño de Dios.
· Y
en cuarto lugar, el apóstol comunica en este versículo el
carácter de la relación de Jesucristo con su iglesia. Al utilizar la expresión “su propia”, en griego idios[4], el apóstol usa un término que comunica
afecto.
Cuando
el apóstol afirma que Jesucristo ganó la Iglesia por “su propia sangre”, expresa que esa sangre fue vertida por afecto, por cariño.
El
rebaño de Dios tiene un Dueño exclusivo; fue su propósito crearla y no ha
transferido a nadie sus derechos. Como fundador, sólo Él define la identidad de
su proyecto y sólo Él elige el recurso para que la Iglesia se nutra y crezca: “su propia sangre*”.
NOTA: *Efesios
1:7: Redención: Tres
ideas implicadas en la doctrina de la
Redención:
1)
el pago del rescate con la “sangre de Cristo”
(1 Corintios 6:20; 1 Pedro 1:18-19; Apocalipsis 5:9);
2) La retirada de la maldición de la ley (Gálatas 3:13; 4:5); y
3) Liberación
de la esclavitud del pecado para entrar en la libertad de la gracia (1 Pedro 1:18).
La Redención es siempre
por su sangre; i es, mediante la muerte de Cristo (Colosenses 1:14).
Esta
descripción de lo que es el rebaño de Dios imprime características peculiares a
la tarea de apacentar, a la diferencia del concepto de liderazgo que impera en
el mundo.
Por un
lado, el concepto que nos da el apóstol determina quiénes pertenecen al rebaño:
·
Los que pertenecen a la comunidad de Dios son
aquellos que han sido lavados por la Sangre de Jesucristo.
·
Él, y no nosotros, incorpora miembros a su rebaño.
Este concepto de rebaño impone una exigencia
al líder. Si reconocemos quién es el DUEÑO DE LA IGLESIA y entendemos que solo ÉL define el proyecto que quiere
llevar adelante, nuestro primer compromiso es ser fieles a ese propósito.
Si lo que Dios desea es que su Iglesia crezca con las
características de un cuerpo, ¿cómo se logra esto? ¿Cómo hacemos, de un
conjunto de personas heterogéneas [cada uno tiene su propia cosmovisión de ver
las cosas], una comunidad, un cuerpo? Creo que el secreto está en el mismo versículo 28:
·
Es
preciso dar lugar a la Trinidad.
3. La Tarea: El Cuidado Mutuo:
En
hechos 20:28, Pablo se refiere a dos aspectos en la tarea: “Mirad
por vosotros, y por todo el rebaño[5]”.
Cuidarse
a sí mismo en un aspecto importante en la tarea de los que pastorean. En
esencia, esto significa que ningún día de mi vida puedo olvidar que yo mismo SOY “OVEJA”.
Anécdota: En una ocasión le preguntaron al
doctor Kamaleson, de la India, quien se desempeña como vicepresidente de Visión
Mundial. Parte de su tarea es coordinar los encuentros internacionales de
pastores. Kamaleson comentó que había participado en más de 1,200 encuentros de
pastores. ¡Qué
riqueza le ha provisto esta experiencia! Le preguntaron cuál es, en su
opinión, el problema principal de los pastores a nivel mundial. Sin pensarlo
dos veces, respondió inmediatamente: “Es uno sólo; les resulta demasiado
difícil ser ovejas[6]”. De este punto definimos dos ideas claras:
1) Este cuidado es personal y también es mutuo; los líderes deben aprender a cuidarse y apacentarse = poimaino unos a
otros. Nos resulta difícil reconocer que somos “ovejas”. Sin embargo, es allí donde comienza el
proceso de cuidar a otros.
2) El otro aspecto de
la función del pastor es apacentar = poimaino a todo
el rebaño. En el contexto de las Escrituras, se trata fundamentalmente de “conducir al rebaño a pastos fértiles”.
En otras palabras, ofrecerle alimentación nutritiva y
apetitosa.
El que apacienta =
poimaino al rebaño de Dios debe aprender a ser tanto
un “nutricionista” como un “chef”. Es lamentable la “anorexia espiritual” que
vemos hoy. Los rebaños languidecen por falta de buen alimento. En el proyecto
de la Iglesia de Jesucristo, apacentar = poimaino es
enseñar a “comer” de la PALABRA DE DIOS. No se trata de proveer comida enlatada, precocidad; no
basta que en la Iglesia haya buena música, porque nadie vive sólo de música.
APACENTAR = poimaino: Es guiar a alimentos frescos, fértil, nutritivo, de buen
sabor; y aun si sabe amargo, el pastor sabe qué necesita su rebaño.
La
Iglesia sólo crece si se alimenta de toda la Escritura. No es cuestión de
mantener meramente contentas a las OVEJAS:
Ø Lo importante es que estén bien
alimentadas.
Lamentablemente, mucho de la dieta que
hoy se ofrece en las Iglesias apuntan a lo primero. Por eso no vemos cuerpos bien
desarrollados, armoniosos y fuertes:
·
Algunas
congregaciones parecen barrigas gigantes con manos y pies diminutos.
·
Otras son esqueletos embellecidos con el cosmético de las
emociones.
·
Otros
grupos son sólo orejas o sólo ojos, constantemente estudiando la realidad.
·
Otros
grupos son sólo bocas que están permanentemente hablando, pero no saben
escuchar.
·
Quizás la mayor tristeza la producen
esos organismos que lucen esbeltos y hermosos; parecen extraordinariamente
formados, listos para un concurso de belleza, pero tienen una mente atrofiada y
un corazón insensible. No piensan ni reaccionan frente a la tragedia de la
humanidad.
Si lo
que el Espíritu Santo nos pide es que el rebaño que apacentamos sea un cuerpo y
no un fenómeno deforme, la solución es nutrir a la congregación con toda la
Escritura.
Por
mucho tiempo, las iglesias relegaron la lectura del Cantar de los Cantares; el
tabú de la Sexualidad y el concepto equivocado del cuerpo llevaron a omitir una
parte de la enseñanza bíblica. El
resultado:
Ø Una generación con problemas en el
área de la intimidad sexual y en el manejo de las relaciones románticas.
Por
cada parte de las Escrituras que dejemos de lado, veremos vacíos en la
espiritualidad de nuestros grupos. Hoy están quedando bastante relegados los
libros de los profetas, menores y mayores.
Hace
unas décadas los privilegiábamos a expensas de otras partes de la Biblia; hoy,
porque han variado las circunstancias políticas, suponemos que han dejado de
ser necesario.
No es esa la manera de alimentar a un rebaño. La Iglesia de Jesucristo necesita de toda la Palabra
Inspirada por Dios, porque es la única manera en que podrá Crecer hacia la
Plenitud.
4. El Contexto
De La Tarea. El
Mundo:
Además
de alimentar al rebaño, el que apacienta debe estar atento al contexto en que
se desarrollan las
OVEJAS. En Hechos 20 el apóstol se refiere, en los
versículos 29-30, a los riesgos y amenazas que rodean a la Iglesia:
Ø Hay “lobos
rapaces” que introducen ideas ajenas y hablan de cosas
perversas con el propósito de arrastrar tras de sí a las OVEJAS.
El rebaño
es un grupo vulnerable a las sugerencias de afuera, a las corrientes de
pensamientos más atractivas que propone el mundo. El apóstol no ahorra palabra
para describir a quienes intentan robar la fidelidad de las OVEJAS:
Ø Son rapaces y perversos.
Por
esta razón Pablo insta a los líderes a velar, a mantenerse despiertos y atentos
a los peligros que acechan al rebaño.
El
pastor necesita conocer el contexto en que desempeña su tarea. De esa manera
podrá evitar que penetre el error y la perversión en su rebaño. Su enseñanza
estará orientada a ayudar a las ovejas a reconocer y resistir las tendencias y tensiones que reciben desde afuera.
Quisiéramos
mencionar, y lo hacemos con mucho cuidado y sensibilidad, dos corrientes de
pensamientos que, a nuestro juicio, pueden producir distorsión en muchos
lugares cuando se las acepta con una actitud acrítica:
1) La primera, es la
aceptación absoluta del Neoliberalismo
por parte de la Iglesia. Cuando esta corriente de pensamiento se infiltra en la
Iglesia, conduce a la teología de la Prosperidad.
Esta postura no es compatible con la enseñanza completa de las Escrituras
acerca de las posesiones y la riqueza.
2) La segunda
corriente, de pensamiento que, acepta en forma irreflexiva, puede producir
distorsión en la Iglesia, es el espíritu de la posmodernidad. Con su énfasis en la intuición y la emoción, esta
corriente tiende a provocar en los creyentes una desenfrenada búsqueda de
experiencias espirituales.
·
El neoliberalismo humilla la Cruz porque coloca al
éxito por encima del servicio.
·
El posmodernismo distorsiona la fe si reduce el
compromiso.
Cuando la intuición domina, la fe se
reduce a una búsqueda de sensaciones y experiencias personales.
En el
proyecto de Dios, apacentar = poimaino el rebaño es
orientarlo para que mantenga vivo el mensaje de Jesucristo. En otras palabras,
para que pueda nutrirse de toda la Palabra de Dios y aplicar el evangelio a la
realidad que vivimos hoy.
5. Los Fundamentos De La Tarea: Dios Y Su Palabra:
El apóstol declara que encomienda a los
líderes del rebaño a Dios y a su Palabra de Gracia (v.32). ¿Sobre qué se han de
sostener los pastores para realizar su tarea de apacentar = poimaino el rebaño? “Encomendar”
es una palabra hermosísima:
Ø Significa poner algo en manos
confiables.
Pablo
elige lo más confiable para respaldar la tarea de los pastores del rebaño: Los pone en
manos de Dios y de su Palabra de Gracia.
En otras palabras, los coloca sobre el
fundamento de la Palabra y la intimidad con el Señor, sobre el cual serán
edificados. Sostenidos por el Señor y su Palabra, los pastores estarán seguros
y disfrutarán de las bendiciones que implica su tarea.
Si están en manos de Dios, no estarán
sometidos a ninguna dependencia humana. Tampoco sucumbirán a una tentación que
asedia a los líderes:
Ø La codicia.
Pablo dice que no ha codiciado plata ni oro ni
vestido de nadie.
Es en la gracia de Dios donde radica la mejor herencia de los que apacientan al
rebaño de la Iglesia. Así estarán libres de dependencia humana y libre de toda
codicia. Pablo puede irse y dejar a los líderes a cargo del rebaño; él no es
indispensable, pero sí lo es este fundamento:
Ø Dios y su Palabra.
Ese es el
cimiento que necesitan los líderes para construir su tarea sobre un fundamento
inamovible.
Cuando leemos los versículos 33-35,
podemos imaginarnos al apóstol hablando y mostrando: “Estas manos me han servido para cubrir mis necesidades
y las de otros”. El lugar de liderazgo no lo llevó a buscar
privilegios ni a descuidar el sustento cotidiano.
6.1. Tarea: Personal.
Apacentar
= poimaino es también ocuparse de lo
necesario, tanto
de lo nuestro como de lo de otros. Sólo manteniendo bajo control la
tentación de la codicia, es posible adoptar esta actitud de libertad frente a
las necesidades.
En este pasaje (vv.33-35) el apóstol nos
da varias pautas para el manejo del dinero:
Ø En primer lugar, no parece ser indispensable para
realizar la obra de Dios.
Ø En segundo lugar, donde no hay recursos financieros
es preciso generarlos y no necesariamente pedirlos.
Ø En tercer lugar, el manejo de los bienes debe
reflejar los valores del reino.
Esto
implica. Por ejemplo, que los que reciben el beneficio de los recursos deben
ser en primer lugar las personas necesitadas y no las estructuras u
organizaciones.
Al respecto, el comentarista Justo Gonzáles señala que, para
recoger la ofrenda, citamos el versículo 35 de este pasaje, pero para manejarla nos olvidamos de él.
6.2. Tarea: Culminada.
Pablo terminó su reunión de despedida con una
oración. Dado que les había anunciado que no
volverían a verlo más, los hermanos lloraron y le besaron afectuosamente antes
de que se fuera. Los vv. 37 y 38 describen el profundo amor y respeto que los
ancianos tenían por el Apóstol, ya que él era considerado como parte del rebaño
[una oveja más]. Les era difícil dejarlo partir.
La
tarea de un líder culmina cuando deja un equipo de líderes formados en la
Palabra y capacitados para cuidar de otros. Culmina cuando nos vamos, cuando “zarpamos en otro barco = proyecto”.
Lo
importante es que la partida no se daba a conflictos con el rebaño o con otros
líderes, o porque anhelamos una promoción [o un ingreso más fabuloso en una
nueva obra], sino por haber cumplido la tarea y porque el Espíritu Santo nos
impulsa hacia nuevos compromisos.
Por
dolorosa que sea la partida, y es natural que lo sea, vayámonos cuando llegue
el momento. Tomemos los nuevos barcos o = proyectos que el Espíritu de Dios ha
dispuesto para surcar otros mares [todo cambio produce perdida, dolor,
etcétera] en la misión.
Concluimos:
La
culminación de la tarea de APACENTAR
= poimaino tiene este doble
sabor agridulce:
Ø Por un lado,
brinda la satisfacción
de ver a un equipo de líderes que ya está en condiciones de asumir la tarea de
pastorear a la iglesia.
Ø Por otro lado,
implica el dolor
de dejarlos y partir.
Todos
somos OVEJAS = poimaino.
Pidamos al Espíritu de Dios que nos dé gracia para apacentar a todo el rebaño
con la totalidad de nuestra vida y la totalidad de la Palabra; que nos ayude a
tener presente que nosotros TAMBIÉN
SOMO OVEJAS, y necesitamos ser pastoreados por otros…
Que el Príncipe de los pastores nos guíe
a corrientes de agua y a pastos frescos. Que Jesús, el Buen Pastor, nos renueve
y fortalezca.
Soy una OVEJA LÍDER: Sabía
usted que también en la vida de los animales siempre hay líderes, son mucho los
ejemplos. Conversando con un amigo que fue ovejero [cuidador de ovejas animales] en los EE-UU., me comentaba que las ovejas negras asumen bien el guiar a las ovejas por un buen sendero si
esta falla todas se irán al barranco o directo a la muerte cuando el pastor está descuidado, bueno ejemplo de estos animales; y cuanto más usted, y yo
podemos deslizar a otros a un camino bueno o malo.
¡Diga [pastor]
soy OVEJA, del rebaño del Señor, si es así amén!
___________
Notas y Bibliografía:
[1] poimaino = (ποιμαίνω, G4165), actuar como pastor (de poimen =
pastor). Se usa:
(a) literalmente (Lucas 17:7, «que… apacienta
ganado»; 1 Corintios 9:7);
(b) metafóricamente, pastorear;
dicho de Cristo (Mateo 2:6, «apacentará»); de aquellos que actúan como
pastores espirituales bajo él (Juan 21:16, «pastorea»; así también 1 Pedro 5:2; Hechos 20:28,
«para apacentar»,
o cuidar; un pastor no se cuida solo de dar de pacer a sus rebaños); de malos
pastores (Judas 1:12). Véanse PASTOREAR, REGIR. (VINE).
[2] caudillo. (Del lat. *capitellus).
m. Hombre que, como cabeza, guía y manda la gente de guerra. || 2. Hombre que
dirige algún gremio, comunidad o cuerpo.
Microsoft® Encarta® 2009.
[3] boule = (βουλή, G1012),
de una raíz
significando voluntad, y de ahí consejo. Debe distinguirse de gnome (véase Nº 2);
boule es el resultado de la determinación, gnome es el resultado del
conocimiento. Boule se traduce como consejo en la mayor parte de las ocasiones
en que aparece, tanto en la rv como en la rvr. Y en los pasajes en que se
traduce con otra palabra, tiene el sentido de consejo. Por ejemplo, en Hechos 13:36,
la rv y la rvr traducen «la voluntad»; en tanto que la traducción propia es,
«después de haber servido el consejo de Dios, durmió». En Lucas 7:30 la rvr
vierte «los designios» («el consejo», rv); Lucas 23:51 vierte «acuerdo» (rvr);
«consejo» (rv); Hechos 27:12, «acordó» (rvr); «acordaron» (rv); «aconsejaron»
(vm); Hechos 27:42, «acordaron» (rvr); «acuerdo» (rv); «propósito» (vm); «el
consejo» (vha); 1 Cor.4:5, «las intenciones» (rvr); «los consejos» (vha);
Ef.1:11, «designio» (rvr); «consejo» (rv). Se traduce como «consejo» en Hechos
2:23; 4:28; 5:38; 20:27; 6:17. Véanse ACUERDO, DESIGNIO, VOLUNTAD. (VINE).
[4] idios = (ἔδιος, G2398), suyo, propio,
en la forma kat idian, según lo suyo propio; esto es, privadamente, a solas,
aparte. Se traduce como «aparte»
(Mateo 14:23; 17:1; 17:19; 20:17; 24:3; Marcos 6:31; 7:33; 9:2; 9:28; 13:3;
Lucas 9:10; 10:23; Hechos 23:19). También con este significado, pero traducido
«en particular», se usa en Marcos 4:34, y «privado» en Gal. 2:2. En Mateo 14:13
se traduce «apartado», Véase Nota al final de APARTAR, Nº 24. (VINE).
[5] poimnion = (ποίμνιον, G4168), posiblemente diminutivo
del Nº 1. Se utiliza en el NT exclusivamente en sentido metafórico para denotar
al cuerpo de los seguidores de Cristo. Se traduce «rebaño» en Hechos 20:28-29
(rv: «rebaño» y «ganado», respectivamente); «manada» en Lucas 12:32 (rv, rvr);
«grey» en 1 Pedro 5:2-3 (rv, rvr). Véase GREY. (VINE).
[6] 1. probaton = (πρόβατον, G4263), de probaino, ir
adelante, esto es, del movimiento de los cuadrúpedos, se utilizaba entre los
griegos para denotar ganado menor, ovejas y cabras. En el NT., solo de ovejas:
(a) literalmente (p.ej., Mateo
12:11-12);
(b) metafóricamente, de aquellos que
pertenecen al Señor, las ovejas perdidas de la casa de Israel (Mateo 10:6); de
aquellos que están bajo el cuidado del Buen Pastor (p.ej., Mateo 26:31; Juan
10:1, lit., «el redil de las ovejas», y vv. 2-27; Juan 2:16-17 en tr y otras autoridades;
Hebreos 13:20); de aquellos que en un día futuro, cuando la introducción del
reinado milenial, habrán mostrado bondad hacia su pueblo terrenal perseguido en
su gran tribulación (Mateo 25:33); de los vestidos de los falsos profetas
(Mateo 7:15);
(c) en sentido figurado, en forma de
símil, de Cristo (Hechos 8:32); de los discípulos (p.ej., Mateo 10:16); de
verdaderos seguidores de Cristo en general (Romanos 8:36); de la condición
anterior de aquellos que se han cobijado bajo su cuidado de Pastor (1 Pedro 2:25);
de las multitudes que buscaron la ayuda de Cristo en los días de su carne (Mateo
9:36; Marcos 6:34).
- Tomada
y adaptado del libro Cómo pastorear y ser pastoreados. Edit. Certeza Abue 1969.
Apuntes Pastorales. Volumen XVII. Número 2. 1409-1968.
-
e-Sword-the. LEDD.
-
Biblia de Estudio RYRIE.
-
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez.
20//03//2007.
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