martes, 8 de agosto de 2017

LA VENIDA DEL SEÑOR (II): (1 Tesalonicenses 4:13-18)

LA VENIDA DEL SEÑOR (II):
(1 Tesalonicenses 4:13-18)

La Venida Del Señor:

Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen[1], para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza… Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras”.

(1 Tesalonicenses 4:13-18)

Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

NOTA: Mateo 24: El seguidor de Cristo debe vivir en la tensión entre el saber que su Señor volverá y el no saber cuándo. Jesús presenta dos imperativos para indicar cómo sus seguidores deben vivir mientras que esperan su retorno final:
·      Velad (v. 42), y
·      Estad preparados (v. 44).
Son dos imperativos del tiempo presente, enfatizando una:
·      Vigilancia constante, y
·      cuidadosa.
Los dos son esencialmente sinónimos.

Dos ilustraciones, Mateo 24:42-51. Jesús presenta dos ilustraciones, en forma de parábola, sobre la importancia de la vigilancia constante:
·      Primero, describe lo que pasa cuando el dueño de casa (v. 43) no toma las medidas apropiadas (comp. 1 Ts.5:2). Si Jesús hubiera vivido en nuestros días, quizá hubiera mencionado la necesidad de poner rejas en las ventanas y cerraduras fuertes en las puertas, dejando a alguien en la casa 24 horas al día para evitar un robo. ¡Cuántos lectores habrá que han sufrido pérdidas por los amigos de lo ajenoque aprovecharon un descuido en la vigilancia!
·      La segunda parábola, presenta una advertencia a los súbditos del reino, como mayordomos, de vivir correctamente y servir fielmente en todo momento a fin de agradar a su Señor en su venida (Mateo 24:45-51). Parece que Jesús está aludiendo a los líderes religiosos que, como mayordomos de los tesoros del reino, son responsables por la buena administración. Si especulan en cuanto al tiempo de la venida de su Señor, descuidando su ministerio y aun aprovechando su posición para lograr ventajas personales, el juicio será severo.

Fiel (v. 45) traduce el término griego pistós  G4103 y en este contexto significa fiel en la obediencia”, o “fidelidad”. En cambio, prudente (v. 45b; comp. 7:24) significauno que es juicioso y mira donde pisa”. Realmente la única manera de estar preparado para la venida del Señor es estar preparado siempre. El que espera correctamente la venida del Señor será dichoso, oirá el bien siervo bueno y fiel (25:21, 23). En cambio, el que dice saber el tiempo de la venida de su Señor, será tomado por sorpresa y castigado duramente.
Una parábola, Mateo 25:1-13. A continuación Jesús ilustra, por medio de otra parábola, cómo el creyente debe esperar su venida. Es la de las diez vírgenes. Se observa de entrada que todo el cap. 25 es particular a Mateo. Jesús continúa el discurso a los discípulos en el monte de los Olivos el martes al atardecer. Entonces (v. 1), que en el texto griego de Mateo se usa muchas veces como partícula de transición, aquí se usa como adverbio temporal, que es su significado básico. Parece que se refiere al día (24:36) que Jesús describe en el pasaje anterior, o sea, la parousía[4]. La frase será semejante a diez vírgenes... (v. 1) significa: ... “será comparado a la experiencia de diez vírgenes”.
La verdad central de la parábola se enfoca sobre la necesidad de estar siempre preparados para la parousía. En este caso la parábola reúne los requisitos de una alegoría, pues varios de los elementos tienen significado, por lo menos implícito. El novio es la figura central y representa a Jesús. Aunque algunos manuscritos griegos y versiones antiguas agregany a la noviaal fin del v. 1, es probable que se trata de un agregado de un escriba. Las diez vírgenes (v. 1) representan la gente que espera la parousía, es decir, todos los que se identifican con la causa de Cristo. Entre estos, habrá muchos que no están preparados por ser creyentes meramente nominales. La demora en la llegada del novio representa el lapso entre la primera y segunda venidas del Señor. La venida del novio en forma inesperada se refiere a la parousía. La entrada de las cinco vírgenes prudentes en la fiesta describe la salvación de las que estaban preparadas. El rechazo de las cinco vírgenes insensatas que no estaban preparadas describe el juicio y el rechazo final.
Según la costumbre de los judíos en el día de Jesús, había tres etapas en el proceso de contraer matrimonio:
·      Primero, se concretaba el compromiso, cuando el padre del novio y el de la novia se reunían para establecer formalmente el pacto.
·      Segundo, se hacía una reunión en la casa de los padres de la novia, estando presentes los novios, los padres de ambos y otros testigos, para cambiar los votos y desposarse (comp. 1:18). Este compromiso se consideraba tan serio que para romperlo tendrían que efectuar un divorcio.
·      Tercero, después de varios meses de espera, se realizaba el casamiento formal. En esta etapa final, el novio, acompañado por sus amigos, iba a buscar a la novia a la casa de su padre y la traía de vuelta en una procesión a su propia casa, donde se realizaba la fiesta.
Jesús usó el contraste entre losinsensatosy losprudentesen el Sermón del monte (7:24-29) donde éstosoían” y “obedecíanlas palabras del Señor, mientras que aquéllos solamenteoían”. No se trata de un contraste estrictamente moral, entre buenos y malos. En esta parábola, las insensatas (v. 2) no se prepararon, no tomaron las medidas necesarias para cualquiera eventualidad. En cambio, las prudentes hicieron lo que era necesario para estar prontas en cualquiera hora de la noche. Dios concede a todo un tiempo para prepararse para la venida del Señor, pero antes de su llegada. No fueron reprochadas por haberse dormido, pues ambos grupos se durmieron (v. 5). El hecho develar” y “estar preparadosno significa que uno no puede descansar y dormir cuando corresponde.
La salvación es una experiencia personal e intransferible. No se debe culpar a las prudentes por no estar dispuestas a compartir su aceite con las insensatas. El aceite significa sólo un estado de preparación o una experiencia genuina de salvación, la cual no sirve para cubrir la necesidad de otro. Las prudentes contestaron a las insensatas en forma terminante, con una triple negación (en griego) que se traduce literalmente... para que no, no, no nos falte... (v. 9).
Las lámparas (vv. 1, 3, etc.) probablemente eran recipientes en que se echaba una cantidad limitada de aceite de oliva, con una mecha que se extendía hacia arriba. Muchas veces llevaban esta clase de lámpara en la punta de un palo que se alzaba sobre la cabeza. En v. 7 el verboalistar(G2885) significaponer en orden”, o “adornar”, y en este contexto significa limpiar la mecha y llenar la lámpara con aceite. De este término en griego vienen nuestras palabrascosmos” y “cosmético”. Por ejemplo, el mundo es el adornocreado, uordenado”, por Dios.
Es inoportuno aplicar aquí el concepto de la iglesia como novia o esposa de Cristo (ver Ef.5:25). Si se hace, se crea una confusión inevitable de ideas por la mezcla de distintas figuras. En todo caso, las cinco vírgenes prudentes representan a la iglesia universal. No pueden a la vez representar a la novia y las acompañantes.
El momento más dramático llegó cuando se cerró la puerta (v. 10). El verbo es un pretérito indefinido y denota una acción terminante, final y en este caso irreversible. El clamor desesperado de las cinco vírgenes insensatas, al darse cuenta de la realidad de su situación, no logró cambiar la decisión del novio. Tampoco lo logró el hecho de llamarle ¡Señor, señor! (v. 11; comp. 7:21). La respuesta del novio se introduce en v. 12 con un solemne de cierto (amén  G281). No os conozco (v. 12), en el texto griego, es un verbo del tiempo perfecto que significa: No os he conocido y no os conozco ahora (v. 12).
La conclusión es lógica (v. 13). La venida del Señor es segura, el tiempo de su venida es desconocido, por lo tanto la vigilancia constante es el consejo para todos los sabios y prudentes.

Cada generación sucesiva en su tiempo y lugar representa la generación que realmente sobrevivirá hasta su venida (Mateo 25:13; Rom.13:11; 1 Cor.15:51; Stg.5:9; 1 P.4:5-6). El Espíritu más tarde reveló por medio de Pablo lo que no es inconsecuente con la expectativa aquí enseñada de la venida del Señor en cualquier tiempo, es decir, que su venida no sería mientras no hubiese “apostasía” (2 Ts.2:2-3); pero como pronto aparecieron síntomas de ésta, nadie podía sino decir que este acontecimiento precursor podría ya estar realizado y que así vendría el Señor en su día.
Cada revelación sucesiva completa los detalles del bosquejo general dado al principio. De esta manera Pablo más tarde, mientras principalmente esperaba la venida del Señor para que le vistiera de su cuerpo celestial, esperaba irse para estar con Cristo (2 Cor.5:1-10*; Filp.1:6; 1:23; 3:20-21; 4:5).

NOTA: *2 Cor.5:6-10, continúa con una nota de optimismo introducida en el v. 5, técnica que es una característica de Pablo. Aunque el Apóstol prefería estar viviendo durante la segunda venida, declara en el v. 8 que es mejor estar “ausentes del cuerpo” y “presentes delante del Señor”. Esta sección termina advirtiendo a los corintios que la meta de los cristianos, no importa si ya han muerto o todavía viven durante la segunda venida, es agradar al Señor en todo, pues el tiempo llegará cuando tengamos que dar cuentas delante de él de lo que hemos hecho (v. 10).
NOTA: V.10: EL TRIBUNAL DE CRISTO. El “bema” (asiento de juicio) era bien conocido de los corintios (compa. Hecho 18:12). Los creyentes serán juzgados cuando se pase revista a sus obras a fin de recibir las recompensas correspondientes (véase 1 Cor.3:14). Malo. I, es., sin valor.

Edmunds bien dice que el nosotros es una identificación afectuosa de nosotros mismos con nuestros compañeros de todas las edades, como miembros del mismo cuerpo, bajo la misma Cabeza, Cristo Jesús. Así Oseas 12:5, En Beth-el… [Dios] habló con nosotros, es decir, con Israel.
Allí en él nos alegramos, es decir, Israel en el mar Rojo (Salmo 66:6). Aunque ni Oseas ni David estaban vivos en el tiempo referido, sin embargo cada uno se identifica con los que estaban presentes.

V.16. el mismo—en toda la majestad de su presencia en persona, no por diputado. Descenderá—así como ascendió (Hechos 1:11).

Con—Griego,en, dando a entender circunstancia concomitante que atenderá su aparición. Aclamación—Griego, grito de señal”, “grito de guerra”. Se representa a Jesús como Rey victorioso, dando la palabra de mando a las huestes del cielo en su séquito para el último ataque, en su triunfo final sobre el pecado, la muerte y Satanás (Apocalipsis 19:11-21).
Voz de arcángel, distinta del “grito de señal”. Se refiere tal vez a Miguel (Judas v. 9; Ap.12:7), a quien está encomendada especialmente la protección del pueblo de Dios (Daniel 10:13).
Trompeta de Dios, el son de trompeta que suele acompañar la manifestación de Dios en la gloria (Éxodo 19:16; Salmo 47:5); aquí el último de los tres actos que acompañan la aparición del Señor.
Así como se usaba la trompeta para reunir al pueblo de Dios para sus solemnes convocaciones (Num.10:2; 10:10; 31:6), así aquí para convocar a los elegidos de Dios, en preparación para su glorificación con Cristo (Salmo 50:1-5; Mateo 24:31; 1 Cor.15:52).

Resucitarán primero—antes que sean arrebatados[3] los vivientes.
“Primero” aquí no tiene referencia a la primera resurrección, como contrastada con la de los demás de los muertos”.
Aquella referencia viene en otros lugares (Mateo 13:41-42; 13:50; Juan 5:29; 1 Cor.15:23-24; Ap.20:5-6); “primero” aquí sólo está en oposición a “luego”, v. 17:
·      PRIMERO, los muertos en Cristo resucitarán;
·      LUEGO, los vivientes serán arrebatados.
Aquí se habla sólo del pueblo del Señor.

V.17. los que vivimos seremos arrebatados—después de haber sido transformados, en un momento (1 Cor.15:51-52).

De nuevo dice nosotros, recomendando así la expresión a los cristianos de todas las edades, legando cada generación a la siguiente la obligación de esperar la venida del Señor. [Edmunds].
Juntamente con ellos—todos juntos: los muertos levantados y los vivientes cambiados, formando un cuerpo unido. En las nubes—Griego,en nubes. Se les confiere el mismo honor como a su Señor:
·      Así como él fue llevado arriba en una nube en su ascensión (Hechos 1:9), así a su regreso con nubes[5] (Ap.1:7), ellos serán arrebatados en las nubes.
·      Las nubes son la carroza triunfal de él y de ellos (Salmo 104:4; Daniel 7:13).
·      Ellicott explica el griego, vestidos de nubes ascendentes”.
En el aire—más bien, “hasta dentro del aire”; arrebatados al aire justamente sobre la tierra, donde el encuentro (véase Mateo 25:1; 25:6) tendrá lugar entre ellos que ascienden, y su Señor que desciende hacia la tierra. No que el aire haya de ser el lugar de su morada permanente con él. Así estaremos siempre con el Señor—no más separación, no más salida (Apocalipsis 3:12).
Habiendo establecido el punto de discusión, de que los muertos en Cristo estarán bajo condiciones de igual ventaja con los que se hallen vivos a la venida de Cristo, él deja sin definir aquí otros acontecimientos predichos en otros lugares (por no ser necesarios para su discusión), el reinado de Cristo en la tierra con sus santos (1 Cor.6:2-3), el juicio final y la glorificación de sus santos en los cielos nuevos y tierra nueva.

4:18–5:2. Las palabras traducidas aquí como alentaos los unos a los otros se repiten exactamente en 5:11, «animaos unos a otros».
La enseñanza bíblica sobre el regreso de Cristo está dirigida a ofrecer consuelo a los afligidos, y no a servir a las especulaciones de los curiosos.
Lo más importante es, cómo los tesalonicenses lo sabían, que el día del Señor vendría como ladrón en la noche. La sorpresa es lo esencial de la imagen, y como es obvio, no es ningún elogio a la actividad de los ladrones.

Conclusión:

LOS HECHOS DEL REGRESO DE CRISTO:
1.  Cristo volverá en forma visible en medio de una gran aclamación.
2.  Habrá un lamento inconfundible de un ángel.
3.  Habrá un toque de trompeta como jamás antes se ha oído.
4.  Los creyentes en Cristo que hayan fallecido se levantarán de sus tumbas.
5.  Los creyentes que estén vivos serán arrebatados en las nubes para encontrarse con Cristo.
Mientras con frecuencia los cristianos no se ponen de acuerdo en cuanto a los acontecimientos que precederán la Segunda Venida de Cristo, ha habido menos desacuerdo sobre lo que sucederá una vez que Cristo regrese.
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Nota y Bibliografía:
[1] katheudo = (καθεύδω, G2518); ir a dormir. Se usa principalmente del dormir natural, y se halla con la mayor de las frecuencias en los Evangelios, especialmente en Mateo y Lucas. Con referencia a la muerte, se halla en la afirmación del Señor acerca de la hija de Jairo (Mateo 8:24; Marcos 5:39; Lucas 8:52). En las Epístolas de Pablo se usa como sigue: (a) del dormir natural (p.ej., 1 Ts.5:7); (b) de indiferencia carnal a las cosas espirituales de parte de los creyentes (Ef.5:14; 1 Ts.5:6; 5:10, como en Marcos 13:36), una condición de insensibilidad a las cosas divinas involucrándose en ello en conformación al mundo (cf. jupnos, véase SUEÑO). (VINE).
G2518 καθεύδω = kadseúdo: de G2596 y εὕδω = jéudo  (dormir); acostarse para descansar, i.e. (por implicación) quedarse dormido (literalmente o figurativamente):- dormir. (Strong).
koimaomai = (κοιμάομαι, G2837), se usa del dormir natural (Mateo 28:13; Lucas 22:45; Juan 11:12; Hechos 12:6); de la muerte del cuerpo, pero solo de aquellos que son de Cristo; sin embargo, nunca del mismo Cristo, aunque él es «primicia de los que durmieron» (1 Cor.15:20); de los santos que partieron antes de que Cristo viniera (Mateo 27:52; Hech.13:36); de Lázaro, mientras Cristo estaba aún sobre la tierra (Juan 11:11); de los creyentes desde la ascensión (1 Ts.4:13-14; 4:15; Hech.7:60; 1 Cor.7:39; 11:30; 15:6; 15:18; 15:51; 2 P.3:4).
Nota: «Este uso metafórico de la palabra dormir es apropiado, por la similitud de apariencia entre un cuerpo dormido y un cuerpo muerto; por lo general lo que caracteriza a ambos es el reposo y la paz. El objeto de la metáfora es el de sugerir que, así como el que duerme no deja de existir mientras su cuerpo duerme, de la misma manera la persona que ha muerto sigue existiendo a pesar de su ausencia de la región en la que los que permanecen se pueden comunicar, y que, así como se sabe que el sueño es cosa temporal, lo mismo sucederá con la muerte del cuerpo». Que es el cuerpo lo único que está a la vista en esta metáfora es evidente: (a) de la derivación de la palabra koimaomai = echarse, tenderse, yacer (cf. Anastasis = resurrección, de ana = «arriba» e istemi = hacer estar de pie); cf. Isaías 14:8 , donde para «yaciste» la lxx traduce «dormiste»; (b) del hecho de que en el NT., la palabra resurrección se usa solo del cuerpo; (c) de Daniel 12:2 , donde a los físicamente muertos se les describe como « los que duermen (LXX katheudo, como en 1 Ts.5:6) en el polvo de la tierra», lenguaje este inaplicable a la parte espiritual del hombre; además, cuando el cuerpo vuelve allí de dónde provino (Génesis 3:19), el espíritu retorna a Dios que lo dio (Ecls.12:7)». Cuando la estructura física del cristiano (la casa terrena de nuestro tabernáculo, 2 Cor.5:1) se disgrega y vuelve al polvo, la parte espiritual de su sumamente complejo ser, el asiento de su personalidad, parte para estar con Cristo (Filp.1:23). Y ya que el estado en el que el creyente, ausente del cuerpo, está en el hogar con el Señor (2 Cor.5:6-9), es descrito como «mucho mejor» que el estado presente de gozo en comunión con Dios y de feliz actividad en su servicio, que por todas partes queda reflejado en los escritos de Pablo, es evidente que la palabra «dormir», allí donde se aplica a los cristianos que han partido, no tiene en absoluto la intención de comunicar la idea de que el espíritu se halle en estado de inconsciencia». Los primeros cristianos adoptaron la palabra koimeterion, que era usada por los griegos para denominar a una casa usada para alojar a forasteros, para designar el lugar de sepultura de los cuerpos de los suyos que habían dejado esta escena; de ahí proviene la palabra castellana «cementerio», «el lugar de dormir»» (de Notes on Thessalonians, por Hogg y Vine, p. 172). (VINE).
[2] G1680 ἐλπίς = elpis: del primario ἔλπω = élpo  (esperar con anhelo, por lo general con placer); expectación (abstractamente o concretamente) o confianza:- esperanza, esperar. (Strong).
[3] jarpazo = (ἁρπάζω, G726), arrebatar, llevarse por la fuerza. Se utiliza en los mss. Más comúnmente aceptados en Mateo 12:29: «saquear sus bienes»; en tr aparece Nº 2. Por lo que respecta a su uso en Mateo 11:12: «los violentos lo arrebatan», el significado es, como se determina del contexto, que aquellos que tienen verdadero deseo y celo, en lugar de ceder ante la oposición de los adversarios religiosos, como los escribas y fariseos, fuerzan su entrada en el Reino para tomar posesión de él. Cf. diarpazo = saquear, sunarpazo = arrebatar y llevarse (p.ej., Hechos 6:12), y jarpax = rapaz (p.ej., Mateo 7:15). (VINE).
G726 ἁρπάζω = jarpázo: de un derivado de G138; apoderarse de (en varias aplicaciones):- apoderarse, arrebatar. (Strong).
[4] parousia = (παρουσία, G3952), lit: presencia (para = con, y ousia = un ser; de eimi = ser). Denota tanto una llegada como una consiguiente presencia con. Por ejemplo, en una carta sobre papiro una dama habla de la necesidad de su parousia en cierto lugar a fin de atender algunos asuntos relacionados con su propiedad allí. Pablo habla de su parousia en Filipos (Filp.2:12; en contraste a su apousia, su ausencia; véase AUSENCIA). Otras palabras denotan la llegada (véanse eisodos y eleusis = encima). Parousia se usa para describir la presencia de Cristo con sus discípulos en el monte de la transfiguración (2 P.1:16). Cuando se usa del retorno de Cristo, en el arrebatamiento de la Iglesia, significa no meramente su llegada momentánea por sus santos, sino su presencia con ellos desde aquel momento hasta su revelación y manifestación al mundo. En algunos pasajes la palabra da prominencia al inicio de aquel período, implicándose el curso del período (2 P.3:4). En otros, es el curso del período lo que es prominente (Mateo 24:3; 24:37; 1 Ts.3:13; 1 Jn.2:28); en otros la conclusión del período (Mateo 24:27; 2 Ts.2:8).
También se usa esta palabra del Inicuo, del hombre de pecado, de su acceso al poder y de sus actos en el mundo durante su parousia (2 Ts.2:9). Además de Filp.2:12 (véase más arriba), se usa de la misma manera del apóstol, o de sus compañeros (1 Cor.16:17; 2 Cor.7:6-7; 2 Cor.10:10; Filp.1:26); y del día de Dios (2 P.3:12). Véanse PRESENCIA, VENIDA.
Nota: Para un tratamiento más pleno de parousia, vease Notes on Thessalonians, por Hogg y Vine, pp. 87, 88. (VINE).
G3952 παρουσία = parousía: del presente participio de G3918; estar cercar, i.e. adviento (a menudo, retorno; específicamente de Cristo para castigar a Jerusalén, o finalmente a los malos); (por implicación) fís. aspecto:- advenimiento, presencia, venida. (Strong).
[5] nefele =  (νεφέλη, G3507), nube con una forma definida, o masas de nubes con una forma definida. Se usa, además de para denotar las nubes físicas, (a) de la nube en el monte de la transfiguración (Mateo 17:5); (b) de la nube que cubrió a Israel en el Mar Rojo (1 Cor.10:1-2); (c) de nubes vistas en las visiones apocalípticas (Ap.1:7; 10:1; 11:12; 14:14-16); (d) metafóricamente en 2 P.2:17 , de los obreros de maldad que allí se mencionan (tr), aunque en los mss. Más comúnmente aceptados aparece Nº 1, «brumas» o «neblinas» (rvr77 y vm, respectivamente). (VINE).
En 1 Ts.4:17 , las nubes a que se hace referencia en relación con el arrebatamiento de los santos son probablemente las nubes naturales, como también en el caso de aquellas que tienen relación con la Segunda Venida de Cristo a la tierra. Véase Mateo 24:30; 26:64, y pasajes paralelos. Lo mismo en la ascensión (Hech.1:9).
-    Biblia de Estudio RYRIE.
-    e-Sword-the. LEDD.
-    Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 07//08//2017.

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