Parte I:
LA
CONDUCTA DEL MINISTRO [MINISTERIO
CUÁDRUPLE] DE DIOS:
(2 Corintios 6:1-18)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
“Así, pues, nosotros, como
colaboradores suyos, os exhortamos también a que no recibáis en vano la gracia
de Dios… Porque dice: En tiempo aceptable te he oído, Y en día de salvación te
he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de
salvación…No damos a nadie ninguna ocasión de tropiezo, para que nuestro
ministerio no sea vituperado…”.
(2
Corintios 6:1-18)
Introducción:
CONDUCTA[1]: Término que
aparece once veces en RV., usado para explicar un estilo de vida y el modo de
comportarse o de tratar a los semejantes. Es más, la misma palabra griega se
traduce también por "manera de vivir". (Véanse Ef 4.22;
1 P 1.15, 18; 2.12; 2 P 3.11.
Nótese: que la palabra "conversación"
de RV-1909, se ha sustituido en RV-1960 por conducta o "manera de vivir"
excepto en 1 Corintios 15:33).
En el Nuevo Testamento conducta se
deriva de un verbo que denota propiamente "ir y volver". De aquí que en
sentido figurado se refiera a la manera de actuar o conducirse, en la acepción
de practicar ciertos principios.
Esto
encierra una identificación esencial entre principios y conducta. Solo nos asimos
a la verdad cristiana en la medida en que permitimos que ella rija nuestra vida
y nuestras relaciones con los demás; cuidando nuestro testimonio ministerial
[del ministerio cuádruple de Efesios 4:11]. Apuntó a los ministros [cuádruple] como:
Evangelistas,
Pastores
y Maestros;
ya que los apóstoles
y los profetas, cumplieron con las demandas del Señor, y los primeros
establecieron la Iglesia del Señor Jesús prepararon discípulos entre otros
asuntos; los segundos cumplieron con todos los Escritos de la Palabra de Dios,
aunque todavía hay algunas profecías a
cumplirse.
Se ha creados otros tipos de ministerios
[misionero = enviado], y también un grupo de líderes [obreros, o encargados] comprometidos en la obra, misionera y como
la de establecer nuevas Iglesias, sobre esta base de siervos del Señor trata el
tema la Conducta de todos los involucrados en el Ministerio, del Ministro de
Dios.
I. Una Respuesta
Positiva a La Gracia De Dios. 2 Cor. 6:1, 2:
Las palabras “Y así” (v. 1) unen lo que el
Apóstol acaba de decir en el capítulo 5 con un llamado a la acción de parte de
los corintios. No pueden suponer que han recibido la gracia de Dios y
permanecer igual que antes. “La gracia de Dios” (v. 1b) es un don; Pablo
invoca un cuadro mental de recibir un preciado y costoso regalo. “En vano”
(v. 1b) da la idea de estar vacío o haber fallado en el esfuerzo; en lugar de
usarlo, sencillamente se lo hace a un lado y se continúa el mismo patrón de una
vida desesperada y pagana.
El no escoger el camino nuevo, caminar
en él y permitir que el don de la gracia produzca fruto en nuestra vida es
sugerir que el precio que Jesús pagó por la salvación no encontró eco de
gratitud en el corazón del individuo; así no se puede esperar recibir el fruto
del Espíritu (ver Gál. 5:22). Más bien, el juicio terrible en una vida que no
ha cambiado y que está sin fruto es una amenaza que siempre está presente (ver
Lucas 13:6–9). Sin embargo, Pablo espera
una respuesta favorable de los corintios. Por ahora no les da una orden sino
que apela a ellos “como colaboradores” (v. 1a).
El v. 2 es un paréntesis para recordar a
los corintios que habían aceptado la gracia de Dios por medio del evangelio que
Pablo les había predicado. “En tiempo favorable” (v. 2a) introduce el
concepto de la edad nueva de la gracia de Dios de la que habló el profeta
Isaías (ver nota RVA). Con la venida de Cristo y la obra redentora efectuada
por él, Dios ofrece al mundo su salvación:
· Con el repetido
uso de la palabra “ahora” (v. 2c y d), Pablo enfatiza en su
predicación la importancia de tomar una decisión por Cristo. Hay un doble
énfasis aquí; primero, el uso de la palabra “tiempo” (v. 2c kairos[2]
G2540) significa una época llena de significado, tiempo de
cumplimiento, tiempo apropiado, el mejor (si no el último) tiempo para actuar
decisivamente.
· Luego “ahora el día de la salvación” (v. 2d; para “día”,
la palabra griega es hemera[3] G2250).
II. Un
Testimonio Irreprensible. 2 Cor. 6:3, 4ª:
En el v. 3 sigue el razonamiento del v.
1, después de haber hecho un paréntesis en el v. 2. Anteriormente, Pablo había
hecho dos declaraciones: que “ahora”
era el tiempo para aceptar la oferta de Dios para reconciliarse con él (comp.
5:20, 21) y para vivir una vida que concordara con esta relación tan
significativa (vv. 1 y 2).
NOTA: 6:3-10: El tema del
ministerio apostólico, introducido primeramente en 2:14, se halla aquí
recapitulado.
Como consecuencia de estos conceptos, el
Apóstol se preocupa de que su vida y su ejemplo se reflejan en su ministerio:
· “No damos… ocasión de tropiezo” (v. 3a) se
refiere a su conducta ante los corintios. La vida del portavoz del evangelio
debe coincidir con la proclamación del evangelio. La palabra “tropiezo”
(proskope[4]
G4349) también puede traducirse ofensa.
· La preocupación
primordial de Pablo aquí no tiene que ver tanto con su persona o su reputación
personal (comp. 5:12), sino con su “ministerio” (v. 3b, entendiendo esta palabra
con su significado más amplio). El ministerio cristiano puede anularse por una
actitud o una acción indigna de parte de un ministro irresponsable. Hay que
evaluar las acciones y las palabras contempladas a la luz del juicio de Dios.
Aunque es cierto que “tenemos este tesoro en vasos de barro” (4:7),
el creyente tiene que vigilar su vaso para que no se quiebre ni llegue a ser
tropiezo ante el mundo.
· Ser “desacreditado”
(v. 3c) lleva consigo la idea de culpa. Es digno notarse que este verbo (momaomai[5] G3469) tiene la misma raíz que el nombre
del dios griego de la burla o ridiculez. Jamás debe el ministro dar ocasión
para que el evangelio sea objeto de burla o mofa.
Lo dicho incluye no solamente a Pablo,
sino a todos los líderes cristianos, porque en el v. 4 él habla en
plural de los “ministros[6]
de Dios”.
III. Una Disposición De Sacrificio. 2 Cor.
6:4b-8ª:
En esta descripción elocuente e
impresionante de su servicio, el Apóstol se ve muy conmovido. Sin embargo, y a
pesar de su intenso fervor, él escoge cuidadosamente sus palabras, expresando,
en maneras concisas, balanceadas y gráficas, los sufrimientos que él soportó
para llevar a cabo su ministerio.
Trae a mente otros pasajes como Romanos
8:31–39 y 1 Corintios 13:1–13, en donde nos ha conducido a las cumbres
inspiradoras de la fe cristiana. Este pasaje se divide así:
3.1. Pruebas
Exteriores. 2 Cor. 6:4b, 5:
“En
mucha perseverancia”
(v. 4b) indica una actitud de paciencia. Algunos eruditos sugieren que 4b–10
pueda haber sido un texto preformado; es decir, que el Apóstol conocía textos
de los estoicos o judaicos expresados paradójicamente y que tomó uno o más de
estos por la inspiración del Espíritu Santo para darnos una descripción
inolvidable e inspiradora del ministerio cristiano.
Se basa en su propia experiencia;
refleja su fe constante y perseverante en medio de las pruebas. Se requiere tal
paciencia y perseverancia, si uno desea ser fiel a Dios y testificar de él.
Obviamente, Pablo es nuestro modelo de tal paciencia; aun en la literatura no
bíblica, se relata la historia de “la paciencia” de los mártires y se menciona
especialmente a Pablo:
- “En tribulaciones” (v. 4c), por
ser plural, concuerda con el pensamiento del Apóstol cuando él elabora una
lista de pruebas generales (comp. 4:8–17). Esta epístola contiene varios
reflejos de las experiencias de Pablo, y la idea de tribulación es muy
prominente en ellos (ver 1:4, 8; 2:4; 4:8, 17; 7:4).
El libro de los Hechos sostiene la
verdad de que Pablo experimentaba muchas tribulaciones en su ministerio
misionero (Hech. 14:22; 20:23). Además, Jesús dijo a sus apóstoles que encontrarán aflicciones al vivir en el mundo (Juan 16:33). Al mismo tiempo,
Pablo afirma que ni las tribulaciones ni otras pruebas pueden separarnos de
Dios en Cristo (Rom. 8:35).
- “En necesidades” (v. 4d) expresa
la idea de experiencias de presión. Por extensión lleva la idea de necesidad o
encarcelamiento. En cada etapa de esta serie de impedimentos, uno se encuentra
bajo diferentes tipos de estrés, al punto de no poderse mover o escapar.
- “En angustias” (v. 4e)
conlleva la idea de opresión. Literalmente la palabra “angustia” describe un lugar muy
estrecho en que hay poca posibilidad de escape. Es cierto que en 4:8 Pablo
escribe que “estamos
atribulados en todo, pero no angustiados; perplejos, pero no desesperados”.
Como dice un erudito: “El camino es estrecho y no hay otra ruta, pero hay una
salida al final del trayecto”. En cuanto a estas categorías de
aflicciones y depravaciones, hacemos bien en reconocer que al final “somos más que
vencedores” (Rom. 8:37).
· “En azotes, en cárceles, en tumultos” (v. 5a) son
frases que describen las experiencias de Pablo y son fáciles de documentar.
Hechos 22:24 relata que fue sometido a azotes; Hechos 16:23, 24 narra que fue
encarcelado y azotado; y Hechos 13:50; 14:5, 19 y 16:22 y otros pasajes indican
cómo se encontró en medio de tumultos.
· “En duras labores” (v. 5b) es una
expresión que tenía que ver con la predicación del evangelio, pero alude a cómo
el Apóstol trabajaba arduamente para ganarse la vida a fin de no ser una carga
para sus oyentes (comp. 1 Ts. 2:9; 2 Ts. 3:8).
· “En desvelos” (v. 5c)
describe cómo pasaba las noches con insomnio, angustiado por la obra en las
iglesias o por la presión causada por la necesidad de trabajar o por la urgencia
de orar (comp. Hech. 26:25).
· “En ayunos” (v. 5d).
Normalmente los “ayunos”
se entendían en relación con los ritos religiosos de los judíos,
pero el sentido que aquí se expresa por el contexto tenía que ver con el hambre
que pasaba Pablo por la falta de comida y no por estar a dieta. En otra
referencia de esta misma carta, es evidente que tenía que ver con abstenerse
involuntariamente de comer (ver 11:27).
3.2. Dones y Cualidades Personales. 2 Cor. 6:6-8ª:
NOTA: 6:6: Las
cualidades de carácter que Dios le ha dado, son una prueba de la integridad de
Pablo.
Tales dones y cualidades son exhibidos
en la vida del ministro cristiano, y por medio de ellos el ministro se
recomienda ante la comunidad cristiana y el mundo. Se enumeran como sigue:
Ø “En pureza” (v. 6a)
significa no solamente una vida moralmente limpia, sino pureza de pensamiento e
intención en general (comp. 2:11 y 1 Jn. 3:3).
Ø “En conocimiento” (v. 6b) se refiere
a nuestro conocimiento de cosas divinas. La palabra conocimiento (gnosis[7]
G1108) se menciona como uno de los dones espirituales;
también se puede traducir como entrenamiento. No es algo secreto como el
conocimiento especial y oculto de las religiones paganas de dicha época, sino
un conocimiento disponible a todos los creyentes. Para ponerlo en claro, Pablo
tiene en mente el conocimiento salvador ofrecido en Cristo (ver 5:20, 21).
Gnosis es una palabra clave en la correspondencia corintia. Parte de su
significado es “el
contenido del plan de redención”, vista desde el fondo histórico judío-helenista
del primer siglo. Junto a este concepto encontramos en el NT., el uso de la
palabra “conocimiento”
como una aprehensión y aplicación de la verdad cristiana en la vida práctica,
como en la correspondencia de Pedro cuando exhorta a los hombres a vivir en “comprensión”
con sus esposas (1 P. 3:7). Involucra la idea de una conciencia sensible a la
voluntad de Dios que se expresa en una actitud de comprensión y tacto con los
demás.
Ø “En tolerancia” (v. 6c) es una
frase que describe una gracia muy apta para el obrero cristiano, sea pastor,
misionero o líder laico. También es un atributo adscrito a Dios (Rom. 2:4;
9:22; 1 Tim. 1:16), pero se aplica generalmente al hombre y refleja la actitud
con que Pablo enfrenta las agudas experiencias de su ministerio. A la vez, la
palabra sugiere la idea de aguantar duras experiencias sin ira (comp. Stg.
1:19) y sin vergüenza (Rom. 12:19). Un autor sugiere que en 6:4 la palabra “perseverancia”
explica cómo Pablo trataba a los enemigos fuera de la iglesia, mientras que “tolerancia”
explica cómo trataba las acusaciones injustas de la membresía de la iglesia.
Ø “En bondad” (v. 6d) describe
también un atributo de Dios (ver Rom. 2:4; Ef. 2:7; Tito 3:4), pero también
lleva la idea del amor y la buena voluntad entre los hombres. El amor cristiano
hacia otros viene como resultado del amor de Dios para el hombre (comp. Rom.
5:8; Gál. 5:22; 1 Cor. 13:4) y se expresa en tolerancia y bondad, o sea bondad
en acción.
El verdadero ministro cristiano se
distingue por estas cualidades y otras más (ver Col. 3:12, 13). Todo esto en
contraste con los falsos apóstoles que buscaban sus propios intereses
(11:13–15; 12:14–17).
Enseguida
Pablo enumera otras cuatro cualidades, cada una descrita en una frase:
Ø “En el Espíritu Santo” (v. 6e) se ha interpretado
como en “un
espíritu de santidad” o en “un espíritu que es santo”, refiriéndose a una
cualidad que caracteriza la vida de las personas consagradas a Dios. Algunos
han interpretado esta frase como “celo o afán santo”. Los que han tomado esta
posición razonan que el Espíritu Santo como tercera persona de la Trinidad no
cabe en una lista de cualidades humanas y que “un espíritu que es santo” es
una cualidad del ministro cristiano y que Pablo quiere distinguir entre un
ministro legítimo y uno que es falso.
Además, aseveran que si Pablo hubiera
querido incluir al Espíritu Santo, lo habría puesto a la cabeza de la lista o
al final para enfatizarlo. Sin embargo hay muchas otras citas donde no se hace,
aunque es traducido como el Espíritu Santo (comp. Rom. 5:5; 9:1; 1 Cor. 6:19).
Los mismos intérpretes dicen que Pablo habría utilizado un adjetivo para
expresar “un
espíritu de santidad”. Junto con la versión RVA., debemos optar por “el Espíritu
Santo” porque es el Espíritu el que distingue al verdadero siervo de
Dios de los falsos.
Ø “En amor no fingido” (v. 6f) se
refiere al amor que los creyentes tienen los unos por los otros; aquí no
significa nuestro amor para con Dios. Pablo siempre quiere mostrar su sincero
afecto hacia los corintios y por ello usa la expresión “amor genuino”. Indirectamente
está afirmando que está unido a los corintios en una sincera relación.
En el v. 7, el Apóstol deja la
consideración de cualidades internas y enfoca su ministerio de la predicación:
- “En palabra de verdad” (v. 7a) es una
frase que enfatiza la idea de la proclamación del mensaje del evangelio, o sea
de la verdad revelada divinamente (comp. Ef. 1:13; Col. 1:5).
- Dicha
proclamación fue “en poder de Dios” (v. 7b). El giro se refiere a algo más
que una plática elocuente. La “dinámica de Dios” causó que la proclamación
de Pablo fuera como una explosión, teniendo un profundo impacto sobre sus
oyentes. El ministro de Dios no solamente se caracterizaba por una potente
proclamación, sino también por su habilidad de servir fielmente a pesar de los
muchos obstáculos por el poder de Dios obrando en su vida.
- En el v. 7c
Pablo hace uso de metáforas militares: “por medio de armas de justicia a derecha y a
izquierda” (comp. 10:3, 4; Rom. 13:12 y Ef. 6:13–18). Se sugiere que
aquí las “armas…
a derecha” se refieren a las que son para defensa y que las “a izquierda” son
para la ofensiva.
Otros intérpretes entienden que en
tiempos de buena suerte (derecha) o mala suerte (izquierda) uno tiene que
utilizar las armas de Dios. La idea básica es la suficiencia de los recursos
provistos por Dios para que los que luchan puedan vencer en un mundo malvado;
la verdad del evangelio y el poder de Dios están apoyados por armas especiales.
“De
justicia” puede referirse a la rectitud moral de Pablo como ministro
o bien pudiera referirse a las “armas para la defensa de la justicia”; en
cualquier caso, el cuadro presentado es de victoria espiritual para la iglesia
y para los creyentes en su vida personal. Quizá estas palabras sirvan como
introducción a la sección siguiente en los vv. 8b–10.
NOTA: 6:8: Engañadores: Mal podía Pablo ser
un engañador, pero parece ser que era tenido como tal por sus enemigos (compare Mateo 27:63). Pablo viene a
decir que se abre paso por entre las
calumnias y prosigue fielmente en su ministerio para Cristo.
“Por honra y deshonra” (v. 8a) es una frase que expresa cómo
las personas percibían a Pablo. Para los que le apoyaban, Pablo era un hombre
de plena integridad porque la palabra traducida aquí como “honra” (doxa* G1391) también se traduce “gloria”.
Lleva la idea de una buena reputación, o una persona de la cual la gente tenía
una buena opinión (comp. Juan 5:44; 12:43) o alto aprecio (ver Gál. 4:14).
Etimología:
*G1391
δόξα = dóxa: de la
base de G1380; gloria (como muy aparente), en una aplicación amplia
(literalmente o figurativamente, objetivamente o subj.):- gloria, glorificar, glorioso, honra,
honroso. (Strong).
Por otro lado, había otros que lo
menospreciaban o lo tenían en poco (comp. 1 Cor. 4:10; 10:10; 11:23–33; Filp.
1:15–18; 1 Ts. 2:2).
3.4. Las Paradojas Que Caracterizan El Ministerio
Cristiano. 2 Cor. 6:8b-10:
En este pasaje Pablo pinta un cuadro
usando ocho pares de palabras en forma de antítesis o paradojas para describir
la respuesta que ha tenido la predicación del evangelio, dicha respuesta afecta
directamente la vida del portavoz que proclama el mensaje y que sirve como “modelo”
de la vida cristiana.
Estos ocho pares de frases son opuestos
y se sugiere que las frases positivas representan a los que apoyaban a Pablo,
mientras que las negativas representaban a los que se oponían a él. Sin
embargo, otros opinan que dichas actitudes contradictorias bien pueden ser
expresadas por la misma persona.
Sea como fuera, es evidente que las opiniones
negativas
y positivas
[antónimos] eran parte del llamamiento apostólico y que giraban alrededor del
Apóstol. En cada caso, Pablo descartaba las acusaciones maliciosas contra su
persona porque las acusaciones no concordaban con los hechos sobresalientes de
su ministerio.
Ubiquemos Las Ocho
Palabra Antónimas:
1- “Por mala fama y buena fama“. (v. 8b).
Esta es una frase que hace hincapié en
las opiniones opuestas que diferentes personas pueden tener de la misma
persona, como en el caso de Pablo. Su opinión depende de si la persona es
evaluada según las normas del mundo o tomando en cuenta las normas de Dios.
Para algunos, Pablo era pobre, desconocido, moribundo, engañoso, sin respeto ni
honra, pero para otros el Apóstol era un hombre espiritualmente enriquecido,
activo, enérgico, bien conocido, respetado y honorable.
Como dice el refrán: “Todo
es según el color del cristal con que se mira”. Por lo menos ninguno
podía ignorar a Pablo, porque él causó tal impacto que cada uno lo juzgaba para
bien o para mal, y desde su perspectiva moral y espiritual.
2- “Como engañadores, pero siendo hombres de verdad“. (v. 8c).
Los adversarios de Pablo lo acusaban de
ser falso, no solamente en lo personal, sino que también fabricaba mentiras en
cuando a su predicación (ver 2:17; 4:2). Sin embargo, Pablo se declara estar
entre los que predican y viven la verdad. Es interesante notar que Jesús
experimentó un dilema parecido en su ministerio (ver Juan 7:12).
3- “Como no conocidos,
pero bien conocidos“. (v. 9a).
La primera parte (“no conocidos”) contempla la
persona que no tiene credenciales para ejercer el liderazgo en la comunidad o
la iglesia, pero para muchos Pablo era la última autoridad espiritual, siendo
considerado como padre espiritual de algunos; pastor, guía y consejero
espiritual para muchos.
4- “Como muriendo,
pero he aquí vivimos“. (v. 9b).
Por su pobre aspecto físico, falta de
presentación y limitaciones humanas, Pablo fue considerado por algunos “como muriendo”
(v. 9b). Él mismo se dio cuenta de que tenía el tesoro del evangelio en vaso de
barro, pero el hecho de juzgar a una persona por su apariencia física era
juzgarlo mal.
Fue un momento inolvidable cuando un
pequeño grupo de misioneros enfrentados con la amenaza de la invasión comunista
en China, decidieron obedecer el edicto de que debían abandonar el hospital
bautista en Wuchow, China. Solamente un médico misionero, el Dr. Guillermo
Wallace, soltero, dijo con palabras sencillas: “Me quedo para servir a los necesitados
hasta que pueda, porque soy solamente ‘un pedazo de hombre’ [usando un modismo
chino]”. Permaneció en medio de calumnias y amenazas.
Ofrecía asistencia médica a amigos y
enemigos, hasta que un día encontraron su cuerpo moribundo, evidencia de un
homicidio promovido por las influencias malignas y hostiles al evangelio que
habían invadido y que ya controlaban el hospital. ¿Nada más que “un pedazo de
hombre” desconocido, deshonrado, engañador a los que servía? ¡De
ninguna manera!
Sí, un hombre que amaba y servía a
Cristo, el cual murió como mártir, pero en palabras de Pablo: “He aquí
vivimos”. Guillermo Wallace no solamente vive con Cristo, pero su
vida, su ejemplo, su sacrificio ha impactado mucho en la vida de jóvenes que
han rendido sus vidas para servir a Cristo en la obra misionera en muchas
partes del mundo, y Wallace, “aunque murió, habla todavía” (Heb. 11:4c). Es
muy probable que Pablo haya tenido en mente también su nueva vida en Cristo
(comp. Gál. 2:19, 20).
NOTA: 6:9: Como
desconocidos: Sus enemigos decían que Pablo era un maestro sin importancia, un “don nadie”.
5- “Como castigados,
pero no muertos“. (v. 9d).
La frase nos hace pensar en el Salmo
118:17, 18 donde el salmista aceptó el castigo de Dios, pero consideraba que
Dios lo libró de la muerte para que pudiera contar las obras de Jehovah. En el
pensamiento judío la idea de la disciplina divina está envuelta en la palabra “castigo”.
El propósito del castigo es la corrección; como el padre corrige al hijo (comp.
Prov. 3:11, 12; Heb. 12:7). Una lección difícil para el creyente es aceptar que
Dios castiga a una persona para poderla bendecir (comp. 4:11; Heb. 12:5, 6).
6- “Como entristecidos,
pero siempre gozosos“. (v. 10a).
Estas palabras hablan de actitudes
completamente opuestas y hacen referencia a una de las paradojas de la vida
cristiana. Hubo ocasiones, circunstancias, problemas en la iglesia de Corinto y
otras iglesias que entristecieron a Pablo, pero él nunca perdió el gozo y el optimismo
espiritual a razón del evangelio de Cristo. Aun estando en la prisión en Roma
con la sentencia de muerte colgando sobre él, pudo escribir la epístola a los
Filipenses, llamada “la epístola del gozo”.
En esta hace mención más de 20 veces del
gozo cristiano y exhorta a los filipenses a regocijarse (ver Filp. 3:1; 4:4).
Para la persona “en
Cristo”, puede haber aflicciones, pruebas y tribulaciones, pero el
pesimismo, el desaliento y la desesperanza no tienen lugar en su vida, porque
en Cristo “somos
más que vencedores” (Rom. 8:37).
En las últimas dos paradojas, Pablo
llega a la cumbre más elevada en el ministerio en términos de servicio a otras
personas y en satisfacción personal.
7- “Como pobres“.
(v. 10b).
En este caso, como en otros en el NT.,
es difícil determinar cómo interpretar esta referencia a “pobres”. No podemos determinar
con exactitud la condición económica del Apóstol. Sabemos que trabajaba en su
oficio de hacer tiendas para ganarse la vida y para no ser una carga a las
iglesias y, a la vez, no ser acusado de ganancias materiales (ver 1 Cor. 9:12,
15, 18; 2 Cor. 11:7–10; 12:13). Por otro lado, de vez en cuando recibía
contribuciones para el sostén de su ministerio misionero diciendo que el obrero
era “digno
de su salario” (1 Tim. 5:18; comp. Lucas 10:7).
Él mismo no estaba sin recursos porque
en Roma, como prisionero, por un tiempo alquiló su propia casa. No era avaro y
no dejaba que las riquezas fueran tropiezo ni para él y ni para su testimonio
cristiano ante el mundo. No era rico, pero tampoco mendigaba. En nuestro texto
lo más probable es que “pobres” se refería a la pobreza espiritual de
acuerdo con la enseñanza de su Maestro (ver Mat. 5:3), dicha pobreza se refleja
en una actitud de humildad y no de arrogancia u orgullo espiritual.
Un intérprete sugiere que la frase “enriqueciendo
a muchos” (v. 10c) tiene que ver con las posibles bendiciones para
los pobres en la iglesia de Jerusalén por la ofrenda que estaba por
coleccionarse en las iglesias de Macedonia (ver cap. 8). Pero para el autor de
este comentario es dudoso que esta frase tenga que ver con bienes materiales,
sino más bien con las bendiciones que fluyen de Cristo, se enfatiza en las
riquezas celestiales o espirituales (ver 1 Cor. 1:5; Prov. 13:7). Además, Pablo
concebía su ministerio como fuente de bendiciones que resulta en frutos en la
vida de los que recibían su ministerio (comp. Rom. 1:11, 13).
8- “No teniendo nada,
pero poseyendo todo“. (v. 10c).
Hay
un dicho que dice: “Las mejores cosas en la vida
son gratis”.
Esta expresión, en cierto sentido, expresa la idea de Pablo de que las mejores
cosas no tienen precio. “No teniendo nada, pero poseyéndolo todo”
amplifica la antítesis anterior. Mediante un juego de palabras, hace un fuerte
contraste entre las riquezas temporales, diciendo: “no las tenemos”, pero
afirmando “tenemos
todas las cosas de lleno”, refiriéndose a las riquezas eternas
(comp. 4:18).
Ante el mundo, Pablo parecía, hasta
cierto punto, un vagabundo porque no poseía muchos de los bienes materiales.
Además, había considerado “como pérdida todas las cosas… Por su causa lo he perdido
todo” (Filp. 3:8). En su lugar había ganado el odio y menosprecio
habiendo sido rechazado por su propio pueblo. En cambio, recibió las riquezas
verdaderas, algo más valiosas y perdurables. En total él y los corintios y
todos los que están en Cristo tienen todas las riquezas pertenecientes al reino
de Dios (ver Mt. 6:19–21, 33); son las únicas y verdaderas posesiones que el
ser humano puede poseer, porque somos solamente mayordomos de Dios de los
bienes materiales.
El énfasis aquí está sobre la palabra “poseyendolo”.
La idea se relaciona con la posesión de la tierra prometida (ver Jos. 1:11) y
la seguridad eterna que tenemos en Cristo (ver 1 Cor. 3:21, 22).
3.5. Aceptación y Amor Mutuos. 2 Cor. 6:11-13:
La apelación que Pablo hace a los
corintios en estos versículos es tanto conmovedora como llena de amor y vulnerabilidad.
“Nuestra boca ha sido franca con vosotros… nuestro corazón está
abierto”
(v. 11) es una expresión que indica que el Apóstol ha sido honesto y sincero
con sus palabras. Los criticó con palabras y les dio una orden, pero la
relación es también un asunto de sentimiento, una emoción del corazón. No deja
duda de que su corazón es lo suficientemente grande para perdonar las ofensas y
extender su amor.
En el v. 12, Pablo habla de límites o
restricciones que levantan barreras en su relación, pero las barreras no se
levantan por voluntad de él.
Los cristianos corintios le eran a Pablo
“como…
hijos” (v. 13b). Ellos habían llegado a conocer a Cristo a través
del Apóstol, cuando éste estableció la iglesia. ¡Eran verdaderos hijos espirituales! Ahora
él apela a ellos para que correspondan a su aceptación de todo corazón.
Véase Parte II:
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