PASOS DE LA
SALVACIÓN:
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
“Por cuanto todos pecaron, y están
destituidos de la gloria de Dios”
(Romanos
3:23)
Introducción:
En el agitado
centro de las grandes ciudades, uno se queda maravillado ante las intensamente
concurridas aceras. Pareciera que no queda lugar para moverse en medio de la
aglomeración humana; en la ciudad donde vivo a cambiado tanto que ahora es difícil
ver una buena cantidad de personas y puedo ver tan igual como las grandes
ciudades de otros países.
Sin embargo, también da la impresión de
que todos andamos a la máxima velocidad; me llamó la atención al escuchar un
sonido suave, de un centro comercial que se interpretaba “Sublime Gracia”. La multitud
parecía ignorar tanto la música como la melodía. Aun así la música seguía entregando
un mensaje musical sobre el amor de Dios a cualquiera que conociera la canción.
Pensé en esta
situación como si fuera una parábola. La música parecía una invitación a las
masas para que siguiera a Cristo. Las personas están tan aceleradas que
pareciera no entender el mensaje, tan igual como en el tiempo de Noé, entre
otros acontecimientos Bíblicos en toda la historia humana al olvidarse de Dios
el Creador, Dios invita siempre a escuchar su mensaje de Salvación[1],
a este mundo preocupado por sus asuntos personales [dinero, divorcios, peleas,
robo, el estudio de los hijos, maltrato de las mujeres, fiestas, compromisos sociales,
abandono familiar, etc…] que han obviado a
Dios de sus vidas.
I. QUE ENTENDEMOS POR SALVACIÓN:
Tanto el AT., como el NT., están
centrados en la concepción de la «salvación», basada sobre el hecho de que el
hombre, totalmente arruinado por la caída, y por ello mismo destinado a la
muerte y a la perdición eterna, tiene necesidad de ser rescatado y salvado
mediante la intervención de un Salvador Divino.
Así, el mensaje bíblico se distingue
claramente de una mera moral religiosa que dé al hombre consejos de buena
conducta o que preconice la mejora del hombre mediante sus propios esfuerzos.
También se halla a una inmensa distancia
de un frío deísmo, en el que la lejana divinidad se mantenga indiferente a la
suerte de sus criaturas.
1.1.
En El Antiguo Testamento:
En
el AT., el Señor se revela como el Dios Salvador. Éste es, entre
una multitud de otros, Su más entrañable título en relación con nosotros, el
más bello de ellos (2 Samuel 22:2-3). Él es el redentor, el único Salvador de
Israel (Isaías 25:9; 41:14; 43:3, 11; 49:26), y ello de toda la eternidad (Is.
63:8, 16).
Ya en Egipto empezó a manifestarse en
este carácter, al decir: «Yo soy JEHOVÁ... yo os libraré» (Éxodo
6:6). Él liberó a Su pueblo del horno de aflicción, del ángel exterminador, del
amenazador mar Rojo, y Moisés exclama, ante todo ello: «Bienaventurado tú, oh Israel. ¿Quién
como tú, pueblo salvo por Jehová, escudo de tu socorro, y espada de tu
triunfo?» (Dt. 33:29).
No se trata de los miles de medios que
emplea Dios, sino que es el mismo Dios, Su presencia, Su intervención
victoriosa, lo que salva (1 Samuel 14:6; 17:47). David exclama: «Dios mío... el fuerte de mi salvación» (2 Samuel
22:3).
¿Quién es el que puede resistir, cuando
Dios se levanta para salvar a todos los mansos de la tierra? (cfr. Salmo
76:8-10). Él salva a Sus hijos, frecuentemente rebeldes, a causa de Su nombre,
para manifestar Su poder (Salmo 106:8).
El profeta puede decir a Sion: «Jehová está
en medio de fi, poderoso, él salvará» (Sofonías 3:17), y el salmista
no deja de ensalzar la salvación de Dios (Salmo 3:8; 18:46; 37:39; 40:17; 42:5;
62:7; 71:15; 98:2-3, etc.).
Esta salvación comporta además todas las
liberaciones, tanto terrenas como espirituales. El Señor salva de la angustia y
de las asechanzas de los malvados (Salmo 37:39; 59:2); Él salva otorgando el
perdón de los pecados, dando respuesta a la oración, impartiendo gozo y paz
(Salmo 79:9; 51:12; 60:6; 18:27; 34:6, 18).
Sin embargo, el Dios Salvador, en el
Antiguo Pacto, no se manifiesta aún de una manera plena; se halla incluso
escondido (Isaías 45:15). El Señor responde a la humanidad sufriente que le
pide romper los cielos y descender en su socorro: «Esforzaos... he aquí que vuestro Dios
viene... Dios mismo vendrá, y os salvará» (Isaías 35:4).
1.2.
En El Nuevo Testamento:
Cristo es ya de entrada presentado como
el Salvador, y no sólo como un Maestro, amigo o modelo de conducta.
El
ángel dice a José: «Llamarás su nombre Jesús (Jehová
salva), porque Él salvará a su pueblo de sus pecados».
Zacarías bendijo al Señor por haber
levantado «un
poderoso Salvador» (Lucas 1:69). No hay salvación en nadie más (Hechos
4:12). Jesús es el autor de nuestra salvación (Hebreos 2:10; 5:9).
Dios envió a Su Hijo como salvador del
mundo (1 Juan 4:14), no para condenar al mundo, sino para que el mundo sea
salvo por Él (Juan 3:17; 12:47). El Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo
que se había perdido (Lucas 19:10); vino, no para perder las almas de los
hombres, sino para salvarlas (Lucas 9:56).
La verdadera dicha es la alcanzada por
aquellos que pueden exclamar: «Sabemos que verdaderamente éste es el Salvador del
mundo, el Cristo» (Lucas 4:42).
En el Nuevo Pacto, el término de la
salvación se aplica casi exclusivamente a la Redención y a la Salvación Eterna.
La salvación viene de los judíos (Juan 4:22).
El Evangelio es la palabra de la salvación
predicada en todo lugar (Hechos 13:26; 16:17; 28:28; Efesios 1:13); es poder de
Dios para salvación de todo aquel que cree (Romanos 1:16). La gracia de Dios es
la fuente de la salvación (Tito 2:11), que está en Jesucristo (2 Timoteo 2:10).
Dios nos llama a que recibamos la
salvación (1 Tesalonicenses 5:9; 2 Ts. 2:13). Es confesando con la boca que
llegamos a la salvación (Romanos 10:10); tenemos que ocuparnos en nuestra salvación
con temor y temblor (Filipenses 2:12).
Somos guardados por el poder de Dios
mediante la fe para alcanzar la salvación (1 Pedro 1:5, 9). Mientras tanto,
esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo (Filipenses 3:20), por cuanto se
acerca el momento en que se revelará plenamente la salvación conseguida en el
Calvario (Romanos 13:11; Apocalipsis 12:10). No escapará el que menosprecie una
salvación tan grande (Hebreos 2:3). Al único y sabio Dios, nuestro Salvador,
sea gloria y majestad,
imperio y potencia, ahora y por todos los siglos (Jud. 25).
II.
PASOS DE LA SALVACIÓN:
Veremos algunos casos o citas bíblicas, para
entender estos paso como son:
2.1. Paso Primero.
Todos:
Romanos 3:23:
“Por cuanto todos pecaron, y
están destituidos de la gloria de Dios”
(Romanos
3:23)
Romanos 3:23:
Cristo: La necesidad absoluta de cada ser humano, EVANGELIZACIÓN MUNDIAL. La evangelización mundial
requiere que veamos a la gente tal como Dios la ve, como pecadores:
1) por naturaleza (3:10);
2) por decisión propia (3:23);
3) por su conducta (6:23).
Ciertas actitudes y pretextos ciegos han
hecho que algunos creyentes en Cristo no adviertan la condición desesperada de
los perdidos:
«Porque la paga del pecado es muerte» (6:23).
El universalismo o reconciliación final
son términos que describen la creencia errónea de algunos de que, al fin y al
cabo, aun a los eternamente perdidos se les librará del juicio eterno. Pero
Pablo dijo:
«Pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron» (2
Corintios 5:14). Porque él vio a los perdidos como Dios los ve, dijo que el
amor de Dios le «constreñía»
a dedicarse a la evangelización mundial.
Las naciones, es decir, todos los seres
humanos, necesitan el evangelio desesperadamente, y están perdidos sin él. Un
examen cuidadoso de la Palabra de Dios nos ayudará a captar y retener la
convicción de que la humanidad entera necesita el evangelio. (Hechos 4:12; Romanos
10:13-15).
Considere:
TODOS* PECARON*: El pecado es
definido en 1 Juan 3:4 como infracción de la ley, y aquí como falta de conformidad
con la gloria de Dios. Son ideas complementarias, ya que la ley de Dios es
expresión de Su Carácter.
Etimología:
*G3956
πᾶς = pás: incluido todas las formas
de declinación; aparentemente palabra primaria; todo, cualquiera, cada uno, el
todo:- siglo,
todo, clase, cosa, manera.
**G264
ἁμαρτάνω jamartáno: tal vez de G1
(como partícula negativa) y la base de G3313; propiamente
errar el blanco (y así no participar del premio), i.e. (figurativamente) errar,
especialmente (moralmente) pecar:- cometer pecado, pecar, practicar el pecado. (Strong).
2.2. Paso Segundo.
Muerte
Vs. Vida: Romanos 6:23:
“Porque la paga del pecado
es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús
Señor nuestro”.
(Romanos 6:23)
Usted
tiene la libertad de escoger entre dos amos, pero no está en condiciones de
regular las consecuencias de su elección. Cada uno de estos amos paga con su
moneda. La paga del pecado es muerte. Eso es todo lo que puede esperar de una
vida sin Dios. La paga de Cristo es vida eterna: nueva vida con Dios que
empieza en la tierra y continua por siempre con Dios. ¿Qué elección ha hecho?
La
vida eterna es un regalo de Dios. Si es un regalo, no podemos ganarlo ni
pagar por él. Sería insensato recibir un regalo por amor y ofrecer pagarlo. El
que recibe un regalo no puede comprarlo. Lo correcto cuando se nos ofrece un
regalo es aceptarlo con agradecimiento.
Nuestra
salvación es un regalo de Dios, no algo que hemos hecho nosotros (Efesios 2:8-9).
Él nos Salvó por su misericordia, no por lo que hayamos hecho (Tito 3:5).
Debemos aceptar con acción de gracias el regalo que generosamente Dios.
Considere: La Muerte* y La Vida**: La dádiva de
Dios. Una
vida santa no gana tampoco la Vida Eterna; es todavía un regalo inmerecido de
Dios.
Etimología:
*G2288
θάνατος = dsánatos: de G2348;
(propiamente adjetivo usado como sustantivo) muerte (literalmente o
figurativamente):- mortal, mortandad, muerte, muerto, -a.
**G2222
ζωή = zoé: de G2198; vida (literalmente o figurativamente):- vida, vivir.
Compare H5590. (Strong).
2.3. Paso Tercero.
Amor Por Los
Pecadores: Romanos 5:8:
“Mas Dios muestra su amor para con
nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”.
(Romanos
5:8)
Siendo aún pecadores son palabras
maravillosas. Dios envió a Jesucristo para que
muriera por nosotros, no porque seamos buenos, sino porque nos ama. Cuando no
se sienta seguro del amor de Dios, recuerde:
si Él lo amó cuando usted aún era rebelde, puede sin duda fortalecerlo
ahora que le corresponde.
Considere: Amor* por todo los pecadores**: La amplitud del
amor de Dios se muestra en el hecho de que Cristo murió por los hombres en
quienes no había nada que atrajese tal amor.
Etimología:
*G26
ἀγάπη = agápe: de G25;
amor, i.e. afecto o benevolencia; específicamente (plural) festín de amor:- ágape, amado,
amor.
**G268
ἁμαρτωλός = jamartolós: de G264;
pecador:- pecador,
pecaminoso. (Strong).
2.4. Paso Cuarto.
Confesar y
Creer: Romanos 10:9:
“Que si confesares con tu boca que
Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los
muertos, serás salvo”.
(Romanos
10:9)
La confesión oral:
· declara,
· confirma, y
· sella la
creencia del corazón.
V.9. creyeres, pisteuo Strong G4100: La forma verbal de pistis «fe». Significa confiar en, tener fe en, estar
plenamente convencido de, reconocer, depender de alguien. Pisteuo es más que creer en las doctrinas de la Iglesia o en
artículos de fe. Expresa dependencia y confianza personal que deviene en
obediencia. El vocablo implica sometimiento a la voluntad de Dios y una
confesión positiva del señorío de Jesús.
VV.9-10. Continuar en la fe tal como empezamos a
andar en ella, CONFESIÓN
DE FE. Aquí está la lección más relevante sobre la importancia y el
poder de la confesión de fe que se puede hallar en todas las Escrituras. El
principio de la fe se establece desde el comienzo mismo de nuestra vida en
Cristo. Exactamente igual a como la salvación (la obra justa de Dios en nuestro
favor) se confirma por el creer del corazón y la pública confesión de nuestra
fe, así también su continua manifestación en nuestras vidas.
La palabra «confesar» (griego homologeo tiene la connotación de «una responsable
declaración pública por la cual se establece una relación legal mediante un
contrato» (Kittel). Por nuestra parte, con nuestras palabras «contratamos»
la salvación que por su parte Dios ha proporcionado mediante la obra y el poder
de Cristo, y esto es un principio en la vida. Con este espíritu de fe salvadora,
crezcamos en una fe activa: creyendo en el gran poder de Dios para suplir todas
nuestras necesidades, proclamando con nuestros labios lo que nuestros corazones
reciben y creen de las muchas promesas de su Palabra. Aceptemos los «contratos»
de Dios para toda nuestra necesidad, dotándolos con la confesión de nuestra
creencia, tal como cuando fuimos salvos. (Hechos 4:33; 1 Corintios 11:23-26).
Considere:
Confesar
y Creer: Que Jesús es el Señor. Señor, o Yahweh, es el nombre
que el AT., usa para Dios; así, el que confiesa que Jesús es el Señor, afirma
Su Deidad.
Etimología:
*G3670
ὁμολογέω = jomologuéo: de un
compuesto de la base de G3674 y G3056; asentir, i.e.
pacto, reconocimiento:- profesar, prometer, confesar, declarar, hacer.
**G4100
πιστεύω = pisteúo: de G4102; tener fe (en, o con respecto a, persona
o cosa), i.e. crédito; por implicación confiar (específicamente a Cristo el bienestar
espiritual de uno):- encomendar, fiar, guardar, confiar, creer, creyente.
(Strong).
Concluimos:
Considere estos cuatro pasos querido amigo, le puede ayudar para su Salvación Eterna en la hermosa presencia de Dios y Su Cristo, es nuestro mejor deseo:
Así
como escuchando la música: Así sucede con el mensaje del evangelio, algunos
creen en la Sublime Gracia de Dios y deciden tomar el camino angosto. Otros la
ignoran, lo cual alude al camino que lleva a la Destrucción Eterna.
Jesús dijo: “Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y
espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por
ella;… porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y
pocos son los que la hallan”.
(Mateo 7:13-14)
Jesús murió para que “todo aquel”
que invoque su nombre (Romanos 10:13) encuentre perdón en su gracia.
CREER
EN CRISTO ES RECIBIR LA SALVACIÓN:
___________
Bibliografía:
[1] G4991
σωτηρία = sotería: femenino de un derivado de G4990 como
(propiamente abstractamente) sustantivo; rescate o seguridad (físicamente o
moralmente):- salud,
salvación, salvador, salvar, liberación, libertad, dar. (Strong).
- Anderson,
Sir R.: «El Evangelio y su ministerio» (Pub. Portavoz Evangélico, Grand Rapids,
en prep.); Blanchard, J.: «Aceptado por Dios» (El Estandarte de la Verdad,
Edimburgo, 1974); Chafer, L. S: «El camino de la salvación» (Pub. Portavoz
Evangélico, Barcelona, 1972); Chafer, L. S: «Grandes temas bíblicos» (Pub.
Portavoz Evangélico, 1976); Finney, C. G.: «El amor de Dios por un mundo
pecador» (Clíe, Terrassa, 1984); Ironside, H. A.: «Grandes palabras del
Evangelio» (Ed. Moody, Chicago, S/f); Lacueva, F.: «La Persona y la Obra de
Jesucristo» (Ed. Clíe, Terrassa, 1979); Lacueva, F.: «Doctrinas de la gracia»
(Clíe, Terrassa, 1975); Lacueva, F.: «El hombre: su grandeza y su miseria»
(Clíe, Terrassa, 1976); Moody, D. L.: «El camino hacia Dios» (Ed. Moody,
Chicago, s/f); Ryrie, C. C.: «La gracia de Dios» (Pub. Portavoz Evangélico,
Barcelona, 1979); Spurgeon, C. H.: «No hay otro Evangelio» (Estandarte de la
Verdad, Barcelona, 1966); Spurgeon, C. H.: «Ganadores de hombres» (Clíe,
Terrassa, 1984); Stott, J. W. R.: «Las controversias de Jesús» (Certeza, Buenos
Aires, 1975); Warfield, B. B.: «El plan de la salvación» (Confraternidad
Calvinista Americana, México D. F., 1966); Wolston, W. T. P.: «En pos de la
luz» (Verdades Bíblicas, Apdo. 1469, Lima 100, Perú, 1982).
- e-Sword-the. LEDD.
- Biblia de Estudio RYRIE.
- Pastor: Carlos Ramírez Jiménez.
02//08//2016.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario