martes, 2 de agosto de 2016

PASOS DE LA SALVACIÓN: (Romanos 3:23)

PASOS DE LA SALVACIÓN:
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

“Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”
(Romanos 3:23)

Introducción:
En el agitado centro de las grandes ciudades, uno se queda maravillado ante las intensamente concurridas aceras. Pareciera que no queda lugar para moverse en medio de la aglomeración humana; en la ciudad donde vivo a cambiado tanto que ahora es difícil ver una buena cantidad de personas y puedo ver tan igual como las grandes ciudades de otros países.
Sin embargo, también da la impresión de que todos andamos a la máxima velocidad; me llamó la atención al escuchar un sonido suave, de un centro comercial que se interpretaba “Sublime Gracia”. La multitud parecía ignorar tanto la música como la melodía. Aun así la música seguía entregando un mensaje musical sobre el amor de Dios a cualquiera que conociera la canción.
Pensé en esta situación como si fuera una parábola. La música parecía una invitación a las masas para que siguiera a Cristo. Las personas están tan aceleradas que pareciera no entender el mensaje, tan igual como en el tiempo de Noé, entre otros acontecimientos Bíblicos en toda la historia humana al olvidarse de Dios el Creador, Dios invita siempre a escuchar su mensaje de Salvación[1], a este mundo preocupado por sus asuntos personales [dinero, divorcios, peleas, robo, el estudio de los hijos, maltrato de las mujeres, fiestas, compromisos sociales, abandono familiar, etc…] que han obviado a  Dios de sus vidas.

I.       QUE ENTENDEMOS POR SALVACIÓN:

Tanto el AT., como el NT., están centrados en la concepción de la «salvación», basada sobre el hecho de que el hombre, totalmente arruinado por la caída, y por ello mismo destinado a la muerte y a la perdición eterna, tiene necesidad de ser rescatado y salvado mediante la intervención de un Salvador Divino.
Así, el mensaje bíblico se distingue claramente de una mera moral religiosa que dé al hombre consejos de buena conducta o que preconice la mejora del hombre mediante sus propios esfuerzos.
También se halla a una inmensa distancia de un frío deísmo, en el que la lejana divinidad se mantenga indiferente a la suerte de sus criaturas.

1.1. En El Antiguo Testamento:
En el AT., el Señor se revela como el Dios Salvador. Éste es, entre una multitud de otros, Su más entrañable título en relación con nosotros, el más bello de ellos (2 Samuel 22:2-3). Él es el redentor, el único Salvador de Israel (Isaías 25:9; 41:14; 43:3, 11; 49:26), y ello de toda la eternidad (Is. 63:8, 16).
Ya en Egipto empezó a manifestarse en este carácter, al decir: «Yo soy JEHOVÁ... yo os libraré» (Éxodo 6:6). Él liberó a Su pueblo del horno de aflicción, del ángel exterminador, del amenazador mar Rojo, y Moisés exclama, ante todo ello: «Bienaventurado tú, oh Israel. ¿Quién como tú, pueblo salvo por Jehová, escudo de tu socorro, y espada de tu triunfo?» (Dt. 33:29).
No se trata de los miles de medios que emplea Dios, sino que es el mismo Dios, Su presencia, Su intervención victoriosa, lo que salva (1 Samuel 14:6; 17:47). David exclama: «Dios mío... el fuerte de mi salvación» (2 Samuel 22:3).
¿Quién es el que puede resistir, cuando Dios se levanta para salvar a todos los mansos de la tierra? (cfr. Salmo 76:8-10). Él salva a Sus hijos, frecuentemente rebeldes, a causa de Su nombre, para manifestar Su poder (Salmo 106:8).
El profeta puede decir a Sion: «Jehová está en medio de fi, poderoso, él salvará» (Sofonías 3:17), y el salmista no deja de ensalzar la salvación de Dios (Salmo 3:8; 18:46; 37:39; 40:17; 42:5; 62:7; 71:15; 98:2-3, etc.).
Esta salvación comporta además todas las liberaciones, tanto terrenas como espirituales. El Señor salva de la angustia y de las asechanzas de los malvados (Salmo 37:39; 59:2); Él salva otorgando el perdón de los pecados, dando respuesta a la oración, impartiendo gozo y paz (Salmo 79:9; 51:12; 60:6; 18:27; 34:6, 18).
Sin embargo, el Dios Salvador, en el Antiguo Pacto, no se manifiesta aún de una manera plena; se halla incluso escondido (Isaías 45:15). El Señor responde a la humanidad sufriente que le pide romper los cielos y descender en su socorro: «Esforzaos... he aquí que vuestro Dios viene... Dios mismo vendrá, y os salvará» (Isaías 35:4).

1.2. En El Nuevo Testamento:
Cristo es ya de entrada presentado como el Salvador, y no sólo como un Maestro, amigo o modelo de conducta.
El ángel dice a José: «Llamarás su nombre Jesús (Jehová salva), porque Él salvará a su pueblo de sus pecados».
Zacarías bendijo al Señor por haber levantado «un poderoso Salvador» (Lucas 1:69). No hay salvación en nadie más (Hechos 4:12). Jesús es el autor de nuestra salvación (Hebreos 2:10; 5:9).
Dios envió a Su Hijo como salvador del mundo (1 Juan 4:14), no para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por Él (Juan 3:17; 12:47). El Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido (Lucas 19:10); vino, no para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas (Lucas 9:56).
La verdadera dicha es la alcanzada por aquellos que pueden exclamar: «Sabemos que verdaderamente éste es el Salvador del mundo, el Cristo» (Lucas 4:42).

En el Nuevo Pacto, el término de la salvación se aplica casi exclusivamente a la Redención y a la Salvación Eterna. La salvación viene de los judíos (Juan 4:22).
El Evangelio es la palabra de la salvación predicada en todo lugar (Hechos 13:26; 16:17; 28:28; Efesios 1:13); es poder de Dios para salvación de todo aquel que cree (Romanos 1:16). La gracia de Dios es la fuente de la salvación (Tito 2:11), que está en Jesucristo (2 Timoteo 2:10).   
Dios nos llama a que recibamos la salvación (1 Tesalonicenses 5:9; 2 Ts. 2:13). Es confesando con la boca que llegamos a la salvación (Romanos 10:10); tenemos que ocuparnos en nuestra salvación con temor y temblor (Filipenses 2:12).
Somos guardados por el poder de Dios mediante la fe para alcanzar la salvación (1 Pedro 1:5, 9). Mientras tanto, esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo (Filipenses 3:20), por cuanto se acerca el momento en que se revelará plenamente la salvación conseguida en el Calvario (Romanos 13:11; Apocalipsis 12:10). No escapará el que menosprecie una salvación tan grande (Hebreos 2:3). Al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos (Jud. 25).

II.      PASOS DE LA SALVACIÓN:


Veremos algunos casos o citas bíblicas, para entender estos paso como son:

2.1. Paso Primero. Todos: Romanos 3:23:

“Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”
(Romanos 3:23)
 
Romanos 3:23:
Cristo: La necesidad absoluta de cada ser humano, EVANGELIZACIÓN MUNDIAL. La evangelización mundial requiere que veamos a la gente tal como Dios la ve, como pecadores:
1) por naturaleza (3:10);
2) por decisión propia (3:23);
3) por su conducta (6:23).
Ciertas actitudes y pretextos ciegos han hecho que algunos creyentes en Cristo no adviertan la condición desesperada de los perdidos: «Porque la paga del pecado es muerte» (6:23).
El universalismo o reconciliación final son términos que describen la creencia errónea de algunos de que, al fin y al cabo, aun a los eternamente perdidos se les librará del juicio eterno. Pero Pablo dijo: «Pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron» (2 Corintios 5:14). Porque él vio a los perdidos como Dios los ve, dijo que el amor de Dios le «constreñía» a dedicarse a la evangelización mundial.
Las naciones, es decir, todos los seres humanos, necesitan el evangelio desesperadamente, y están perdidos sin él. Un examen cuidadoso de la Palabra de Dios nos ayudará a captar y retener la convicción de que la humanidad entera necesita el evangelio. (Hechos 4:12; Romanos 10:13-15).

Considere: TODOS* PECARON*: El pecado es definido en 1 Juan 3:4 como infracción de la ley, y aquí como falta de conformidad con la gloria de Dios. Son ideas complementarias, ya que la ley de Dios es expresión de Su Carácter.

Etimología:
*G3956 πᾶς = pás: incluido todas las formas de declinación; aparentemente palabra primaria; todo, cualquiera, cada uno, el todo:- siglo, todo, clase, cosa, manera.
**G264 ἁμαρτάνω jamartáno: tal vez de G1 (como partícula negativa) y la base de G3313; propiamente errar el blanco (y así no participar del premio), i.e. (figurativamente) errar, especialmente (moralmente) pecar:- cometer pecado, pecar, practicar el pecado. (Strong).


2.2. Paso Segundo. Muerte Vs. Vida: Romanos 6:23:

“Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”.
(Romanos 6:23)

Usted tiene la libertad de escoger entre dos amos, pero no está en condiciones de regular las consecuencias de su elección. Cada uno de estos amos paga con su moneda. La paga del pecado es muerte. Eso es todo lo que puede esperar de una vida sin Dios. La paga de Cristo es vida eterna: nueva vida con Dios que empieza en la tierra y continua por siempre con Dios. ¿Qué elección ha hecho?

La vida eterna es un regalo de Dios. Si es un regalo, no podemos ganarlo ni pagar por él. Sería insensato recibir un regalo por amor y ofrecer pagarlo. El que recibe un regalo no puede comprarlo. Lo correcto cuando se nos ofrece un regalo es aceptarlo con agradecimiento.
Nuestra salvación es un regalo de Dios, no algo que hemos hecho nosotros (Efesios 2:8-9). Él nos Salvó por su misericordia, no por lo que hayamos hecho (Tito 3:5). Debemos aceptar con acción de gracias el regalo que generosamente Dios.

Considere: La Muerte* y La Vida**: La dádiva de Dios. Una vida santa no gana tampoco la Vida Eterna; es todavía un regalo inmerecido de Dios.

Etimología:
*G2288 θάνατος = dsánatos: de G2348; (propiamente adjetivo usado como sustantivo) muerte (literalmente o figurativamente):- mortal, mortandad, muerte, muerto, -a.
**G2222 ζωή = zoé: de G2198; vida (literalmente o figurativamente):- vida, vivir. Compare H5590. (Strong).


2.3. Paso Tercero. Amor Por Los Pecadores: Romanos 5:8:

“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”.
(Romanos 5:8)

Siendo aún pecadores son palabras maravillosas. Dios envió a Jesucristo para que muriera por nosotros, no porque seamos buenos, sino porque nos ama. Cuando no se sienta seguro del amor de Dios, recuerde: si Él lo amó cuando usted aún era rebelde, puede sin duda fortalecerlo ahora que le corresponde.
Considere: Amor* por todo los pecadores**: La amplitud del amor de Dios se muestra en el hecho de que Cristo murió por los hombres en quienes no había nada que atrajese tal amor.

Etimología:
*G26 ἀγάπη = agápe: de G25; amor, i.e. afecto o benevolencia; específicamente (plural) festín de amor:- ágape, amado, amor.
**G268 ἁμαρτωλός = jamartolós: de G264; pecador:- pecador, pecaminoso. (Strong).


2.4. Paso Cuarto. Confesar y Creer: Romanos 10:9:

“Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo”.
(Romanos 10:9)
La confesión oral:
·      declara,
·      confirma, y
·      sella la creencia del corazón.

V.9. creyeres, pisteuo  Strong G4100: La forma verbal de pistis  «fe». Significa confiar en, tener fe en, estar plenamente convencido de, reconocer, depender de alguien. Pisteuo es más que creer en las doctrinas de la Iglesia o en artículos de fe. Expresa dependencia y confianza personal que deviene en obediencia. El vocablo implica sometimiento a la voluntad de Dios y una confesión positiva del señorío de Jesús.

VV.9-10. Continuar en la fe tal como empezamos a andar en ella, CONFESIÓN DE FE. Aquí está la lección más relevante sobre la importancia y el poder de la confesión de fe que se puede hallar en todas las Escrituras. El principio de la fe se establece desde el comienzo mismo de nuestra vida en Cristo. Exactamente igual a como la salvación (la obra justa de Dios en nuestro favor) se confirma por el creer del corazón y la pública confesión de nuestra fe, así también su continua manifestación en nuestras vidas.
La palabra «confesar» (griego homologeo  tiene la connotación de «una responsable declaración pública por la cual se establece una relación legal mediante un contrato» (Kittel). Por nuestra parte, con nuestras palabras «contratamos» la salvación que por su parte Dios ha proporcionado mediante la obra y el poder de Cristo, y esto es un principio en la vida. Con este espíritu de fe salvadora, crezcamos en una fe activa: creyendo en el gran poder de Dios para suplir todas nuestras necesidades, proclamando con nuestros labios lo que nuestros corazones reciben y creen de las muchas promesas de su Palabra. Aceptemos los «contratos» de Dios para toda nuestra necesidad, dotándolos con la confesión de nuestra creencia, tal como cuando fuimos salvos. (Hechos 4:33; 1 Corintios 11:23-26).

Considere: Confesar y Creer: Que Jesús es el Señor. Señor, o Yahweh, es el nombre que el AT., usa para Dios; así, el que confiesa que Jesús es el Señor, afirma Su Deidad.

Etimología:
*G3670 ὁμολογέω = jomologuéo: de un compuesto de la base de G3674 y G3056; asentir, i.e. pacto, reconocimiento:- profesar, prometer, confesar, declarar, hacer.
**G4100 πιστεύω = pisteúo: de G4102; tener fe (en, o con respecto a, persona o cosa), i.e. crédito; por implicación confiar (específicamente a Cristo el bienestar espiritual de uno):- encomendar, fiar, guardar, confiar, creer, creyente. (Strong).


Concluimos:

Considere estos cuatro pasos querido amigo, le puede ayudar para su Salvación Eterna en la hermosa presencia de Dios y Su Cristo, es nuestro mejor deseo:

Así como escuchando la música: Así sucede con el mensaje del evangelio, algunos creen en la Sublime Gracia de Dios y deciden tomar el camino angosto. Otros la ignoran, lo cual alude al camino que lleva a la Destrucción Eterna.

Jesús dijo: “Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella;… porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan”.
(Mateo 7:13-14) 

Jesús murió para que “todo aquel” que invoque su nombre (Romanos 10:13) encuentre perdón en su gracia.


CREER EN CRISTO ES RECIBIR LA SALVACIÓN:

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Bibliografía:
[1] G4991 σωτηρία = sotería: femenino de un derivado de G4990 como (propiamente abstractamente) sustantivo; rescate o seguridad (físicamente o moralmente):- salud, salvación, salvador, salvar, liberación, libertad, dar. (Strong).
-    Anderson, Sir R.: «El Evangelio y su ministerio» (Pub. Portavoz Evangélico, Grand Rapids, en prep.); Blanchard, J.: «Aceptado por Dios» (El Estandarte de la Verdad, Edimburgo, 1974); Chafer, L. S: «El camino de la salvación» (Pub. Portavoz Evangélico, Barcelona, 1972); Chafer, L. S: «Grandes temas bíblicos» (Pub. Portavoz Evangélico, 1976); Finney, C. G.: «El amor de Dios por un mundo pecador» (Clíe, Terrassa, 1984); Ironside, H. A.: «Grandes palabras del Evangelio» (Ed. Moody, Chicago, S/f); Lacueva, F.: «La Persona y la Obra de Jesucristo» (Ed. Clíe, Terrassa, 1979); Lacueva, F.: «Doctrinas de la gracia» (Clíe, Terrassa, 1975); Lacueva, F.: «El hombre: su grandeza y su miseria» (Clíe, Terrassa, 1976); Moody, D. L.: «El camino hacia Dios» (Ed. Moody, Chicago, s/f); Ryrie, C. C.: «La gracia de Dios» (Pub. Portavoz Evangélico, Barcelona, 1979); Spurgeon, C. H.: «No hay otro Evangelio» (Estandarte de la Verdad, Barcelona, 1966); Spurgeon, C. H.: «Ganadores de hombres» (Clíe, Terrassa, 1984); Stott, J. W. R.: «Las controversias de Jesús» (Certeza, Buenos Aires, 1975); Warfield, B. B.: «El plan de la salvación» (Confraternidad Calvinista Americana, México D. F., 1966); Wolston, W. T. P.: «En pos de la luz» (Verdades Bíblicas, Apdo. 1469, Lima 100, Perú, 1982).
-    e-Sword-the. LEDD.
-    Biblia de Estudio RYRIE.
-    Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 02//08//2016.




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