sábado, 20 de agosto de 2016

Satanás: El Enemigo: (Isaías 14:12-15; 1 Juan 5:4, 5)

Satanás: El Enemigo:
(Isaías 14:12-15; 1 Juan 5:4, 5)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

“¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones… Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte;… sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo…”.
(Isaías 14:12-15)  

“Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe… ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?”.
(1 Juan 5:4-5) 

Introducción:
Un instructor de conducción de vehículos en Alemania fue detenido por la policía después de un accidente de poca importancia con un camión. Al pedirle la licencia de conducir, no pudo darle. Había estado dando instrucciones a estudiantes por más de 40 años en cuanto a cómo conducir, ¡y sin embargo él no tenía su propia licencia! Años atrás, él no había pasado el examen de conducir, y temía volver a intentarlo. Mantuvo este hecho en secreto por vergüenza.
Nuestro Enemigo Satanás también tiene un secreto en su pasado del que no quiere que las personas sepan. ¿Su secreto? Él ya no tiene el poder para separarnos de Dios. Nuestro enemigo no quiere que nadie sepa esta verdad porque desea mantener a los no creyentes controlados por el pecado, y a los creyentes enredados en él.

1.      Nuestro Enemigo:

Nuestro enemigo tiene muchos títulos:
- "el maligno" (Mateo 6:13; 1 Juan 2:13);
- "homicida… mentiroso… padre de mentira" (Jn. 8:44);
- "el príncipe de este mundo" (Jn. 12:31);
- "dios de este siglo" (2 Cor. 4:4);
- "príncipe de la potestad del aire" (Ef. 2:2);
- "el gran dragón... la serpiente antigua... diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero" (Ap. 12:9).
El mundo en que vivimos, el sistema cósmico, pertenece a Satanás. Nosotros, los creyentes en el Señor Jesucristo, somos guerrilleros puestos por el Dios Todopoderoso en medio de territorio enemigo como una fuerza ofensiva.
Nuestro enemigo es más grande, más malo, más rápido, más inteligente y más astuto que ningún ser humano. Es un maestro en estrategias habiendo tenido miles y miles de años para afinar sus habilidades. Anda por este planeta "como león rugiente... buscando a quien devorar" (1 P. 5:8). Puede quebrantar al hombre a la mujer, física, mental y emocionalmente con la misma facilidad con que nosotros tomamos un pedazo de papel, lo hacemos un bollo y lo tiramos. Pero no está a la altura de Dios ni del creyente que sabe cómo permanecer en el poder de Dios.
Una de las armas más poderosas de Satanás en esta batalla es la ignorancia de la naturaleza de nuestro enemigo y su estrategia. La intención de Dios es que comprendamos lo que está pasando y quién es nuestro contrincante. En la Palabra nos dice todo lo que necesitamos saber acerca de Satanás y sus huestes.

2.      Conociendo Al Enemigo Según La Biblia:

Hay en la Biblia más de 200 referencias a los ángeles, seres espirituales aparentemente creados mucho antes que el hombre y superiores a él en poder e inteligencia (Heb. 1:14, 2:7; 2 P. 2:11). La evidencia bíblica destaca el hecho de que estos seres fueron puestos por Dios en rangos y en cierto orden, algo así como los rangos militares.
La palabra más común usada en el Nuevo Testamento para referirse a estos seres es:
- aggelos, que significa "mensajero" y por lo general se transcribe usando el término "ángel",
- pero también son llamados tronos, "tronos"; kuriótes, "poderes"; archon, "gobernadores"; exousia, "autoridades"; y
- dúnamis, traducido también "poderes".

Sólo Tres Ángeles Son Llamados Por Nombre En La Biblia:
- Miguel,[1] que es el arcángel y defensor de Israel (Dn. 10:13,21; 12:1; Jud. 9; Ap. 12:7);
- Gabriel,[2] que es un mensajero especial a los siervos de Dios (Dn. 8:16; 9:21; Lc. 1:19,26-33); y
- Lucero,[3] el que conocemos como Satanás.

La palabra traducida de Isaías 14:12 como "Lucero" es la palabra hebrea helel, "el que es brillante". El nombre "Lucero o Lucifer" nos llega pasando por el latín lucere, "brillar", de lux, "luz".
Ezequiel 28:11-15 nos dice que Lucifer era el mayor de todos los ángeles creados por Dios en poder, hermosura y rango. Era llamado "querubín grande, protector" y su responsabilidad estaba directamente relacionada con la sala del trono de Dios.

NOTA: Ezequiel 28: 12-19:
V.12: el rey de Tiro. Esta sección (vv.11-19) con sus referencias sobrehumanas, al parecer describe a alguien distinto del rey terrenal de  Tiro; es decir, a Satanás. De ser así los privilegios singulares de Satanás antes de la caída son descritos en los vv.12-15 y su juicio en los vv. 16-19. Tú eras el sello de la perfección. I., es, Satanás era la consumación de la perfección en su sabiduría original y belleza.
V.13: tu vestidura. I., es, vestidos adecuados a su rango. Tamboriles y flautas. Instrumentos usados en fiesta y procesiones.
V.14: Satanás había ocupado un lugar de prominencia especial al guardar el trono de Dios (compare Éx.24:10; 25:20).
V.15: perfecto. En el sentido de rectitud moral e integridad. Por Creación Satanás era perfecto; pero el ORGULLO causó su caída (1 Timoteo 3:6; Is.14:13-14).
VV.16-19: El juicio de Satanás, anunciado en estos versículos, no se consumará hasta que sea echado para siempre en el lago de fuego (Apocalipsis 20:10).


El vocablo griego diabolos, del cual se deriva "diablo" y el hebreo satán significa "adversario" o "acusador". ¿Cómo pudo el ser más hermoso creado por las manos de Dios convertirse en el homicida, mentiroso y engañador, el autor de toda maldad? Con dos palabras: "Subiré" y "seré". En el siguiente pasaje, vemos lo que él pensaba hacer:

¡Cómo caíste del cielo,
Oh Lucero, hijo de la mañana!
Cortado fuiste por tierra,
Tú que debilitabas a las naciones.
Tú que decías en tu corazón:
Subiré al cielo;
En lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono,
Y en el monte del testimonio me sentaré,
A los lados del norte;
Sobre las alturas de las nubes subiré,
Y seré semejante al Altísimo. Mas tú derribado eres hasta el
Seol, A los lados del abismo. (Isaías 14:12-15).

NOTA: Isaías 14:12: ¡oh Lucero hijo de la mañana! Literalmente el que resplandece, evidentemente es una referencia a Satanás, debido a la descripción similar hecha por Cristo (Lucas 10:18) y porque las expresiones de Isaías 14:13-14*, estarían fuera de lugar en labios de cualquier otro ser excepto Satanás (compare 1 Timoteo 3:6) debilitabas a las naciones. Compare Apocalipsis 20:3.
*Isaías 14:13-14: El pecado de Satanás es descrito por medio de cinco frases que subrayan la primera persona singular:
(1) Subiré al cielo. Satanás desea ocupar el mismo lugar de habitación que Dios ocupa.
(2) Junto a las estrellas. Desea elevar su trono por encima del de Dios y gobernar a todas las criaturas angelicales.
(3) me sentaré, a los lados del norte. En la literatura pagana, se refiere al lugar de los dioses; de modo que Satanás ambicionaba gobernar el universo (monte del testimonio) como el consejo de los dioses babilonios supuestamente hacían.
(4) Quería la gloria que sólo pertenece a Dios (sobre las alturas de las nubes subiré, véase 19:1; éx.16:10), y
(5) Su meta final era ser semejante al Altísimo (heb., Elyon; véase  Gn.14:18).

Satanás, quien como los demás ángeles tenía libre albedrío, se rebeló contra Dios. Se enamoró de sí mismo y en su orgullo y arrogancia decidió que quería independizarse y ser igual que su Creador.
Bajo su liderazgo, un tercio de todas las huestes celestiales se sublevaron contra Dios (Ap. 12:4). Dios los declaró culpables y sentenció a Satanás y a sus ángeles caídos a una eternidad en un "lago de fuego" (Mt. 25:41). Aunque la sentencia ha sido dada, todavía no se ha ejecutado. Satanás ha sido echado de su posición original en el cielo, pero en la actualidad ejerce poder sobre esta tierra.
Aparentemente Satanás apeló su sentencia, argumentando que el juicio de Dios no era justo. Cuestionar el juicio divino de Dios es una calumnia a Su carácter. Dios no lo tolera por lo cual puso en movimiento un plan para refutar las acusaciones de Lucifer. Este plan gira alrededor del ser humano.

3.      Lo Que Está Sucediendo En La historia Humana Se Compara a Un Duelo:

Satanás desafió a Dios calumniando Su carácter. Dios ha determinado mostrar a toda la creación que Él sólo es justo y recto, que aparte de Él no hay nada virtuoso, y lo hará dejando que Satanás trate de probar lo contrario en la batalla.
Pero ¿cómo puede haber una batalla justa entre un Dios omnipotente y un ángel creado? En el ámbito humano un hombre fuerte desafiado por un hombre débil puede hacer la lucha más pareja peleando con una mano atada en la espalda. Esto es exactamente lo que está haciendo Dios.
Se ató las manos limitando Su poder para que éste se activara únicamente por intermedio de una criatura inferior aun a los ángeles. Dios creó al ser humano con el propósito de resolver el conflicto angélico (Heb. 2:7; Is. 43:7).
La resolución de este conflicto está centrada en la persona y la obra del Señor Jesucristo. Mucho antes de que fuera creado el hombre, Dios sabía que éste caería en tentación y por eso proveyó un camino de salvación para todos los hombres. Al hacerlo, simplificó el conflicto angélico reduciendo las decisiones del hombre a dos posibles opciones.

El hombre podía decidirse por el plan de Dios, que es ponerse del lado de la gracia y la verdad por fe en el Señor Jesucristo, o podía optar por decidirse contra el plan de Dios, lo que lo pondría del lado del mal y de la mentira al confiar en sí mismo.

Mientras toda la creación observa, el conflicto angélico se libra en las almas de los hombres del planeta Tierra. Dios lo permitirá justo el tiempo necesario para probar absolutamente que Su justicia y Su gracia son perfectas. En The Invisible War (La Guerra Invisible), Donald Barnhouse lo describe así:
La guerra ha sido declarada. El gran querubín gobernante se ha convertido en un enemigo maligno. Nuestro Dios no se sorprende ni se extraña porque, es claro, Él sabía lo que sucedería antes que sucediera y tenía Su plan perfecto listo para llevar a cabo. Aunque el Señor tenía el poder para destruir a Satanás con un soplo, no lo hizo. Es como si en el cielo se hubiera proclamado un edicto: Pondremos a prueba esta rebelión.
Dejaremos que siga su curso. El universo verá lo que una criatura, aunque sea la criatura más elevada que jamás haya brotado de la Palabra de Dios, puede hacer sin El. Observaremos este experimento, y permitiremos que el universo de criaturas lo observe durante este breve interludio entre la eternidad pasada y la eternidad futura llamado "tiempo". En este tiempo el espíritu de independencia se extenderá al máximo. Y la destrucción y ruina que resulten, demostrarán al universo, y de una vez por todas, que no hay vida, gozo, ni paz sin una dependencia absoluta en el Dios Todopoderoso, dueño del cielo y de la tierra. (Donald Grey Barnhouse, The Invisible War, [Grand Rapids, MI: Zondervan Publishing House, 1965], 51.)

Satanás, por supuesto, tenía sumo interés en las decisiones que harían los dos primeros seres humanos que Dios creó. Como estratega experto que es, no se acercó a Adán, pero con entusiasmo alienta a Eva para que hiciera algo con su vida, para que ella desarrollara al máximo su potencialidad como ser humano.
Las primeras palabras que salieron de la boca de Satanás tenían la intención de destruir la confianza de Eva en la Palabra de Dios y esto parece habérsele escapado a ella. De cualquier manera, comió el fruto prohibido.
Y, como Satanás ha de habérselo imaginado, Adán siguió a la mujer y Satanás se convirtió en el gobernante de este mundo.
A estas alturas, Satanás ha de haber pensado que había ganado el conflicto, pero poco duró su felicidad. Dios invadió el dominio terrenal de Satanás con la promesa del Salvador que vendría de la simiente de la mujer (Gn. 3:15) y una demostración (al sacrificar un animal para vestirlos) de Su muerte en substitución por los pecados (Gn. 3:21).

Desde el instante que Dios hizo Su promesa, Satanás hizo todo lo que pudo para anularla al intentar prevenir el nacimiento de Cristo, lo que hubiera sido prueba de que Dios no podía cumplir Su promesa.
Trató de hacerlo incitando a Caín a matar a su hermano Abel (Gn. 4), el primer hombre nacido con una vieja naturaleza pecadora que creyó en el Salvador. Trató, enviando ángeles caídos, para infiltrar la raza humana (Gn. 6), sabiendo que si la humanidad podía ser corrompida totalmente, el Cristo no podía venir como un hombre.

4.      La Era De La Gracia, Jesús Frente Al Adversario:

Trató, lanzando repetidos ataques contra la nación de Israel, sabiendo que si Israel era destruida no existiría la simiente prometida de Abraham (Gál. 3:16). Pero no tuvo éxito y Cristo nació. Dios se hizo carne.
El intento de Satanás de hacer asesinar al niñito Jesús por medio del decreto de Herodes fracasó tan miserablemente como todo lo demás que había intentado hasta ese momento (Mt. 2; Ap. 12:1-5).

Ahora toda la oposición, todos los ataques de Satanás podían concentrarse en una persona: el Señor Jesucristo. A cada paso, desde la cuna hasta la cruz, nuestro Señor enfrentó la oposición del enemigo en cuanta manera fue posible imaginar. No sólo fue el Señor tentado en todas las formas en que lo somos nosotros (Heb. 4:15), pero también enfrentó oposiciones que nunca podremos entender.
Aun así Jesús cumplió Su misión; puso Sus miras en su destino y sin flaquear fue a la cruz en nuestro lugar. En la crucifixión, Satanás pensó por segunda vez que la victoria era suya. Después de todo, el Salvador de la humanidad había muerto. Pero enseguida sucedió la resurrección. Cuando el Señor Jesucristo ascendió al cielo y se sentó a la diestra del trono de Dios según la profecía del Salmo 110:1-4, no había lugar a dudas de que Él era el vencedor en el conflicto angélico.

La declaración hecha aquí por Dios el Padre, y reiterada en Hebreos 1:13, es crucial para nuestro entendimiento de la obra de Dios el Espíritu Santo. El Padre, aceptando totalmente la obra que Jesucristo cumplió en la cruz, declaró que estaría sentado hasta que Sus enemigos fueran puestos por estrado de Sus pies. Cuando Cristo se sentó a la diestra del trono de Dios se introdujo una era nueva, la Era de la Iglesia, que se haría realidad con la venida del Espíritu Santo en Hechos 2.
Con la llegada de la Era de la Iglesia comenzó a desarrollarse el plan más sorprendente. Era algo que Satanás nunca hubiera imaginado ni para lo cual se había preparado, algo que absolutamente no podía vencer.
Antes de la cruz, Satanás se la tenía que ver con una sola persona sobre la tierra en quien moraba la omnipotencia de Dios: Jesucristo. Pero ahora, cada persona que ha puesto su fe en el Salvador lleva en su interior la misma omnipotencia porque el Espíritu Santo mora en él.

El Poder en Nosotros:
Cada creyente es una amenaza para Satanás. Puede ser que no nos creamos una gran amenaza, pero si consideramos que la omnipotencia de Dios en la persona de Dios el Espíritu Santo mora en nosotros y nos capacita y nos da poder, empezamos a comprender algo de cómo nos ve Satanás.
"Mayor es el que está en vosotros", nos dice el apóstol Juan, "que el que está en el mundo" (1 Jn. 4:4), Somos milagros vivientes, sistemas de armas vivientes. El enemigo lo sabe y tiembla. Sabe que no puede cambiar el hecho de que Dios está en nosotros. Sabe que lo tenemos todo, todo el poder de Dios a nuestra disposición desde el instante de la salvación. En el Espíritu Santo contamos con Su soberanía, justicia, amor, vida eterna, omnisciencia, omnipotencia, omnipresencia, inmutabilidad y veracidad.
Pero el enemigo sabe algo más. Sabe que hay una cosa que no tenemos como niños en Cristo: la Palabra de Dios en nuestra alma. Sin la Palabra, no podemos conocer ni usar las riquezas que son nuestras. Sin la Palabra, que es la espada, no tenemos arma para que el Espíritu luche contra Satanás (Ef. 4:17; Heb. 4:12). Satanás sabe que a menos que crezcamos, no establecemos el equilibrio de la residencia entre el Espíritu de Dios y la Palabra de Dios que genera el poder para vencerlo.
Así que, algo que realmente asusta a Satanás es que crezcamos. Tiende todas sus redes para impedir que elijamos crecer porque sabe que si crecemos empezaremos a entender que tenemos a nuestra disposición el mismo poder que obró en el apóstol Pablo, Si crecemos, aprenderemos que Dios tiene un plan para nuestra vida, un plan hecho a medida para nosotros como fue el de Pablo para él, un plan que nos convertirá en héroes de la fe, que nos permitirá ser amigos de Dios. Depende de nosotros que todo esto sea utilizado en nuestra vida. Nuestro libre albedrío es el eslabón débil entre el poder de Dios y nosotros.

De pronto, en lugar de un hombre con quien lidiar, Satanás tenía 11; pronto los 11 se convirtieron en 120 y, antes que se diera cuenta, había 3,000 y luego un millón y de pronto, en todas partes del mundo cada creyente en Jesucristo anda con el mismo poder que tenía Dios en la carne, en la persona de Jesucristo.
A los 70 años de la resurrección de Cristo, la Palabra escrita de Dios había sido completada. Podemos imaginar cómo se habrá sentido Satanás cuando se dio cuenta que la verdad de la Palabra de Dios y la gracia del Espíritu de Dios estaría a disposición, sin medida, de cada creyente sobre la tierra.

Esta es la razón por la cual el Señor pudo decir en Mateo 16, "sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella".
Notemos: que la idea del Señor no es que la Iglesia, con unas pocas almas valientes y fieles, pueda quizá aguantar los ataques de Satanás. En cambio, veía a la Iglesia a la ofensiva, atacando constantemente las puertas del infierno. En la antigüedad la puerta de la ciudad era donde se tomaban las grandes decisiones; era el lugar de poder y autoridad. Jesús estaba diciendo que el poder y la autoridad del infierno nunca prevalecerían contra las arremetidas de la Iglesia. Ese era el plan de Dios y sigue siéndolo hasta hoy.

NOTA: Mateo 16:18-19:
V.18: tú eres Pedro (gr. Petros) significa roca u hombre-roca. En la frase siguiente, Cristo usa petra (“sobre esta roca”), forma femenina, no el nombre, de “roca”. Cristo efectuó un juego de palabras. No dice: “sobre tu, Pedro o sobre tus sucesores, sino “sobre esta roca”: sobre esta divina Revelación y Profesión de fe en Cristo. Edificaré mi iglesia muestra que la formación de la Iglesia estaba aún en el futuro. Comenzó el día de       Pentecostés (Hechos 2). La palabra “iglesia” aparece en los Evangelios sólo aquí y en 18:17.
V.19: Las llaves. La autoridad para abrir las puertas de la cristiandad fue dada a Pedro, quien usó dicha autoridad para los judíos el día de Pentecostés, y para los gentiles en casa de Cornelio (Hechos 10). Será atado… será desatado. El cielo no los apóstoles, inicia todo atar y desatar, mientras que los apóstoles anuncian estas cosas. En Juan 20:22-23, se refiere a pecados; aquí a cosas (i, e., prácticas). Un ejemplo de las prácticas apostólicas de atar lo tenemos en Hechos 15:20.

Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? (1 Jn. 5:4, 5) Como criaturas circunscritas a un tiempo determinado con todo tipo de limitaciones humanas, luchamos contra un enemigo que es superior a nosotros en sabiduría, en fuerza, en poder y en cantidad. Tenemos que comprender que Jesucristo en la cruz obtuvo la victoria estratégica. Esto significa que el curso de la guerra ha cambiado. Cuando Dios envió a Su Hijo al mundo, éste pagó el castigo de nuestros pecados; rompió la cerviz del diablo; abrió las puertas del campo de concentración llamado "el mundo".
Pero la guerra no terminó y todavía estamos en el campo de batalla. El que nosotros como individuos ganemos la victoria táctica dependerá de que podamos aplicar a nuestra vida lo ganado en la victoria estratégica de Cristo. Si queremos ganar día tras día, tenemos que utilizar los recursos que Dios ha provisto para nosotros y seguir el plan de ataque que nos explica en Su Palabra. Sin una comprensión clara y exacta de Su Palabra, es imposible que el creyente pueda subsistir ante la estrategia de Satanás.
Cuando el apóstol Juan habla de "Él que vence" usa un término militar. Nikao se refiere a la paz que se obtiene por medio de una victoria militar. ¿Qué significa "vencer al mundo"? Significa tener paz como resultado de la victoria. Juan se refiere a la paz espiritual que se obtiene por medio de la victoria espiritual.
En el versículo 4, el apóstol declara una realidad. La frase "todo lo que" declara un principio: todo lo que es nacido de Dios tiene la victoria sobre el mundo. Punto. El ámbito carnal siempre es conquistado por el ámbito del Espíritu.
"Vence" es el indicativo presente activo de nikao; indica victoria continua en un conflicto continuo. La clave de esta victoria es "nuestra fe", que, Juan dice, "ha vencido al mundo". Esta vez, nikao es un participio aoristo. En griego el tiempo aoristo se refiere a algo que sucede en un momento específico. El participio aoristo en griego siempre precede a la acción del verbo principal.
Lo que esto significa en esta frase es que con la victoria, en el momento en que depositamos nuestra fe en Cristo (para salvación), establecimos la base para la victoria continúa en una vida de fe. La salvación es la victoria de una vez y para siempre; la espiritualidad es la victoria continua. Ser vencedores significa que vivimos en un ambiente de paz, no externo, sino interno. El desarrollo en dos sentidos que presenta aquí Juan se parece a la invitación de Cristo en Mateo 11.
Cuando el Señor en Mateo 11:28-30 les ofreció a Sus discípulos, y a nosotros como creyentes, paz como un patrimonio, no estaba ofreciendo un ambiente físicamente tranquilo; estaba ofreciendo paz con Dios y descanso personal del alma. En el pasaje habla de dos diferentes tipos de descanso. Uno es el descanso que Jesús da: "Venid a mí...y yo os haré descansar". El otro es un descanso que nosotros mismos encontramos:

"Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí...y hallaréis descanso para vuestras almas".

El descanso que El da a todos los que vienen a Él y el descanso que encontramos a través del estudio son dos cosas diferentes. Uno es el descanso por nuestra posición; el otro es un descanso debido a la práctica. Uno es un descanso eterno; el otro es un descanso momento a momento.

Una de las razones por las cuales Satanás nos odia tanto es que nuestra posición en Cristo es más alta que la de los ángeles (Ef. 1:3; Col. 3:1). Todo lo que trató de lograr con su arrogancia y rebelión nos son dadas cuando creemos en Cristo. Si no puede obligarnos a rechazar la vida eterna, por lo menos hará todo lo posible para que no disfrutemos de las riquezas de la gracia de Dios mientras estamos en la tierra.

Pero podemos vencer al enemigo, podemos compartir la victoria de Cristo sobre Satanás todos los días recordando Su triunfo. Cuando Juan usa el tiempo presente y la voz activa para los verbos "vence" y "cree" en 1 Juan 5:5, nos está diciendo que el que escoge seguir creyendo es el que seguirá venciendo al mundo.
La fe, practicada momento a momento, produce victoria espiritual, la cual da paz al alma. Pero la fe debe estar siempre en la persona y obra de Cristo. Si olvidamos hoy la victoria de Jesucristo en la cruz, si no aplicamos hoy el significado de la cruz en nuestra vida, no tendremos paz interior y el enemigo habrá ganado una batalla en la guerra táctica.
Toda victoria se encuentra en Jesucristo (Jn. 16:33; Rom. 8:37; 1 Cor. 15:56-58; 2 Cor. 2:14).

Religión: El As del Enemigo:
Satanás es el padre de todas las religiones. Ama la religión y a la gente religiosa y usa a ambos para engañar más a los hombres y las naciones, "Religión" del griego treskeia, se usa muy pocas veces en el Nuevo Testamento, y siempre en contextos relacionados con cosas externas y ceremoniales. Treskos, "religioso", significa "cuidadoso de los elementos externos del servicio divino". Pero en ninguna parte sugiere la Biblia que un gran cuidado por los elementos externos del servicio divino pueden hacer que una persona sea aceptable a Dios, ni antes ni después de ser salvo.
El cristianismo no es una religión; es una relación con el Señor Jesucristo. La entrada al cristianismo se basa exclusivamente en la obra de Cristo en la cruz, la cual se acepta sólo por la fe. El cristianismo es una operación de gracia exclusivamente. El hombre no puede ganar ni merecer nada de Dios. Pero en Su gracia, Dios obra, Dios obtiene el crédito y el hombre obtiene la bendición. Este no es un plan que el hombre hubiera inventado.
El cristianismo no es algo que le sea natural a nadie. Porque es absoluto, en el cristianismo no hay lugar para el compromiso. La Biblia declara que el camino de vida es muy angosto. "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida", dijo Jesús, "nadie viene al Padre, sino por mí" (Jn. 14:6). No ha habido hombre más "cerrado" que Jesús.
Satanás, por otro lado, es muy liberal. Fomenta una variedad infinita de religiones, pero todas tienen una cosa en común: dependen del hombre, no de Dios. Satanás trabaja dentro de las iglesias cristianas para promover la misma perversión de la Palabra y el independizarse de Dios.
La Biblia nos dice que el enemigo tiene su propio sistema de falsedades incluyendo un evangelio falso (2 Cor. 4:3, 4) con un Jesús falso que no es el Jesús de la Biblia; una falsa doctrina (1 Tim. 4:1); unos ministros falsos, los cuales que les cuentan a la gente lo que quiénes oír (2 Cor. 11:13-15); una falsa comunión (1 Cor. 10:19-21); una falsa espiritualidad, no por gracia, sino por lo que uno hace o no hace (Gál. 3:2, 3; Col. 2:20-23); definiciones falsas del bien y del mal, promoviendo la acción social y el descuido de las instituciones divinas (Col. 2:8); y poder falso (2 Ts. 2:8-10).
Al irse acercando el día de su destrucción, Satanás acelera su actividad engañadora. La Biblia da una lista de nueve rechazos que promoverá en los últimos días:
1. El rechazo de Dios (Lc. 17:26; 2 Tim. 3:4, 5).
2. El rechazo de Cristo (1 Jn. 2:18-23; 4:3; 2 Pd. 2:1).
3. El rechazo del regreso de Cristo (2 P. 3:1-4).
4. El rechazo de la fe (1 Tim. 4:1, 2; Jud. 3).
5. El rechazo de la sana doctrina (2 Tim. 4:3, 4).
6. El rechazo de la separación bíblica (2 Tim. 3:1-7).
7. El rechazo de la libertad cristiana (1 Tim. 4:1-4).
8. El rechazo de la auténtica espiritualidad (2 Tim. 3:1-8; Jud. 18).
9. El rechazo de la autoridad espiritual (1 Tim. 4:13; 2 Tim. 4:3).

Concluyó:

Terminado con la introducción. Es verdad que debido al pecado estamos separados de Dios. Pero cuando Jesús murió en la cruz. Él cargó con todos nuestros pecados y llevó sobre Sí nuestra sentencia de muerte Dios después Resucitó a Jesús de entre los muertos, y ahora Él Reina en el cielo.
Cuando confiamos en lo que Jesús ha hecho por nosotros, comienza una relación con Dios y el pecado ya no tiene control sobre nuestras vidas. El apóstol Pablo escribió: “Porque el pecado no tendrá dominio sobre vosotros” (Romanos 6:14). Ya no estamos separados de Dios. Quedamos libres de la esclavitud (v.18). Es secreto de Satanás ha quedado al descubierto.

DIOS SIEMPRE SE PONE ENTRE EL CRISTIANO Y EL ENEMIGO:


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Nota Y Bibliografía:
-H4317 מִיכָאֵל = Mikaél: de H4310 y (der. pref. de) H3588 y H410; ¿quién (es) como Dios?; Micael, nombre de un arcángel y de nueve israelitas:- Micael, Miguel. (Strong).
-H1403 גַּבְרִיאֵל = Gabriel: de H1397 y la H410; hombre de Dios; Gabriel, arcángel:- Gabriel. (Strong).
- H1966 הֵילֵל = jeilél: de H1984 (en sentido de brillantez); lucero de la mañana:- lucero. (Strong).
-Basic Training Bible Ministries P.O. Box 21773. Hot Springs, AR 71903. 501.760.6693.
-e-Sword-the. LEDD.
-Biblia de Estudio RYRIE.
-Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 19//08//2016.


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