Satanás: El Enemigo:
(Isaías 14:12-15; 1 Juan 5:4, 5)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
“¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado
fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones… Tú que decías en tu
corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré
mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte;…
sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo…”.
(Isaías
14:12-15)
“Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es
la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe… ¿Quién es el que vence al
mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?”.
(1 Juan
5:4-5)
Introducción:
Un instructor de
conducción de vehículos en Alemania fue detenido por la policía después de un
accidente de poca importancia con un camión. Al pedirle la licencia de
conducir, no pudo darle. Había estado dando instrucciones a estudiantes por más
de 40 años en cuanto a cómo conducir, ¡y sin embargo él no tenía su propia licencia!
Años atrás, él no había pasado el examen de conducir, y temía volver a
intentarlo. Mantuvo este hecho en secreto por vergüenza.
Nuestro Enemigo Satanás también tiene un
secreto en su pasado del que no quiere que las personas sepan. ¿Su secreto? Él
ya no tiene el poder para separarnos de Dios. Nuestro enemigo no quiere que
nadie sepa esta verdad porque desea mantener a los no
creyentes controlados por el pecado, y a los creyentes enredados en él.
1. Nuestro Enemigo:
Nuestro
enemigo tiene muchos títulos:
- "el maligno" (Mateo 6:13; 1 Juan
2:13);
- "homicida… mentiroso… padre de
mentira" (Jn. 8:44);
- "el príncipe de este mundo" (Jn. 12:31);
- "dios de este siglo" (2 Cor. 4:4);
- "príncipe de la potestad del
aire"
(Ef. 2:2);
- "el gran dragón... la serpiente
antigua... diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero" (Ap. 12:9).
El mundo en que vivimos, el sistema
cósmico, pertenece a Satanás. Nosotros, los creyentes en el Señor Jesucristo,
somos guerrilleros puestos por el Dios Todopoderoso en medio de territorio
enemigo como una fuerza ofensiva.
Nuestro enemigo es más grande, más malo,
más rápido, más inteligente y más astuto que ningún ser humano. Es un maestro
en estrategias habiendo tenido miles y miles de años para afinar sus habilidades.
Anda por este planeta "como león rugiente... buscando a quien devorar"
(1 P. 5:8). Puede quebrantar al hombre a la mujer, física, mental y
emocionalmente con la misma facilidad con que nosotros tomamos un pedazo de
papel, lo hacemos un bollo y lo tiramos. Pero no está a la altura de Dios ni
del creyente que sabe cómo permanecer en el poder de Dios.
Una de las armas más poderosas de
Satanás en esta batalla es la ignorancia de la naturaleza de nuestro enemigo y
su estrategia. La intención de Dios es que comprendamos lo que está pasando y
quién es nuestro contrincante. En la Palabra nos dice todo lo que necesitamos saber
acerca de Satanás y sus huestes.
2. Conociendo Al Enemigo Según La Biblia:
Hay en la Biblia más de 200 referencias
a los ángeles, seres espirituales aparentemente creados mucho antes que el
hombre y superiores a él en poder e inteligencia (Heb. 1:14, 2:7; 2 P. 2:11).
La evidencia bíblica destaca el hecho de que estos seres fueron puestos por Dios
en rangos y en cierto orden, algo así como los rangos militares.
La palabra más común usada en el Nuevo
Testamento para referirse a estos seres es:
- aggelos, que significa "mensajero"
y por lo general se transcribe usando el término "ángel",
- pero también son
llamados tronos, "tronos"; kuriótes, "poderes"; archon,
"gobernadores";
exousia,
"autoridades";
y
- dúnamis, traducido
también "poderes".
Sólo
Tres Ángeles Son Llamados Por Nombre En La Biblia:
- Miguel,[1] que es el arcángel y defensor de
Israel (Dn. 10:13,21; 12:1; Jud. 9; Ap. 12:7);
- Gabriel,[2] que es un mensajero especial a los
siervos de Dios (Dn. 8:16; 9:21; Lc. 1:19,26-33); y
- Lucero,[3] el que conocemos como Satanás.
La palabra traducida de Isaías 14:12
como "Lucero"
es la palabra hebrea helel, "el que es brillante".
El nombre "Lucero
o Lucifer" nos llega pasando por el latín lucere, "brillar",
de
lux, "luz".
Ezequiel 28:11-15 nos dice que Lucifer
era el mayor de todos los ángeles creados por Dios en poder, hermosura y rango.
Era llamado "querubín
grande, protector" y su responsabilidad estaba directamente relacionada
con la sala del trono de Dios.
NOTA: Ezequiel 28: 12-19:
V.12: el rey de Tiro. Esta sección
(vv.11-19) con sus referencias sobrehumanas, al parecer describe a alguien
distinto del rey terrenal de Tiro; es
decir, a Satanás. De ser así los privilegios singulares de Satanás antes de la
caída son descritos en los vv.12-15 y su juicio en los vv. 16-19. Tú eras el
sello de la perfección. I., es, Satanás era la consumación de la perfección en
su sabiduría original y belleza.
V.13: tu vestidura. I., es, vestidos
adecuados a su rango. Tamboriles y flautas. Instrumentos usados en fiesta y
procesiones.
V.14: Satanás había ocupado un lugar
de prominencia especial al guardar el trono de Dios (compare Éx.24:10; 25:20).
V.15: perfecto. En el sentido de
rectitud moral e integridad. Por Creación Satanás era perfecto; pero el ORGULLO causó su caída (1 Timoteo 3:6;
Is.14:13-14).
VV.16-19: El juicio
de Satanás, anunciado en estos versículos, no se consumará hasta que sea echado
para siempre en el lago de fuego (Apocalipsis 20:10).
El vocablo griego diabolos, del cual se
deriva "diablo"
y el hebreo satán significa "adversario" o "acusador". ¿Cómo pudo
el ser más hermoso creado por las manos de Dios convertirse en el homicida,
mentiroso y engañador, el autor de toda maldad? Con dos palabras: "Subiré"
y "seré".
En el siguiente pasaje, vemos lo que él pensaba hacer:
¡Cómo caíste del cielo,
Oh Lucero, hijo de la mañana!
Cortado fuiste por tierra,
Tú que debilitabas a las naciones.
Tú que decías en tu corazón:
Subiré al cielo;
En lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono,
Y en el monte del testimonio me sentaré,
A los lados del norte;
Sobre las alturas de las nubes subiré,
Y seré semejante al Altísimo. Mas tú derribado eres hasta el
Seol, A los lados del abismo. (Isaías 14:12-15).
NOTA:
Isaías 14:12: ¡oh Lucero hijo de la mañana! Literalmente el que resplandece, evidentemente es una referencia
a Satanás, debido a la descripción similar hecha por Cristo (Lucas 10:18) y
porque las expresiones de Isaías 14:13-14*, estarían fuera de lugar en labios de
cualquier otro ser excepto Satanás (compare
1 Timoteo 3:6) debilitabas
a las naciones. Compare Apocalipsis 20:3.
*Isaías
14:13-14:
El pecado de Satanás es descrito por medio de cinco frases que subrayan la
primera persona singular:
(1) Subiré al cielo. Satanás desea
ocupar el mismo lugar de habitación que Dios ocupa.
(2) Junto a las estrellas. Desea elevar
su trono por encima del de Dios y gobernar a todas las criaturas angelicales.
(3) me sentaré, a los lados del norte.
En la literatura pagana, se refiere al lugar de los dioses; de modo que Satanás
ambicionaba gobernar el universo (monte del testimonio) como el consejo de los
dioses babilonios supuestamente hacían.
(4) Quería la gloria que sólo pertenece
a Dios
(sobre las alturas de las nubes subiré, véase
19:1; éx.16:10), y
(5) Su meta final era ser semejante al
Altísimo (heb., Elyon;
véase Gn.14:18).
Satanás, quien como los demás ángeles
tenía libre albedrío, se rebeló contra Dios. Se enamoró de sí mismo y en su
orgullo y arrogancia decidió que quería independizarse y ser igual que su
Creador.
Bajo su liderazgo, un tercio de todas
las huestes celestiales se sublevaron contra Dios (Ap. 12:4). Dios los declaró
culpables y sentenció a Satanás y a sus ángeles caídos a una eternidad en un "lago de fuego"
(Mt. 25:41). Aunque la sentencia ha sido dada, todavía no se ha ejecutado.
Satanás ha sido echado de su posición original en el cielo, pero en la
actualidad ejerce poder sobre esta tierra.
Aparentemente Satanás apeló su
sentencia, argumentando que el juicio de Dios no era justo. Cuestionar el
juicio divino de Dios es una calumnia a Su carácter. Dios no lo tolera por lo
cual puso en movimiento un plan para refutar las acusaciones de Lucifer. Este
plan gira alrededor del ser humano.
3. Lo Que
Está Sucediendo En La historia Humana Se Compara a Un Duelo:
Satanás desafió a Dios calumniando Su carácter. Dios
ha determinado mostrar a toda la creación que Él sólo es justo y recto, que aparte
de Él no hay nada virtuoso, y lo hará dejando que Satanás trate de probar lo
contrario en la batalla.
Pero ¿cómo puede haber una batalla justa
entre un Dios omnipotente y un ángel creado? En el ámbito humano un hombre
fuerte desafiado por un hombre débil puede hacer la lucha más pareja peleando
con una mano atada en la espalda. Esto es exactamente lo que está haciendo
Dios.
Se ató las manos limitando Su poder para que éste se
activara únicamente por intermedio de una criatura inferior aun a los ángeles. Dios creó al ser humano con el propósito de
resolver el conflicto angélico (Heb. 2:7; Is. 43:7).
La resolución de este conflicto está centrada
en la persona y la obra del Señor Jesucristo. Mucho antes de que fuera creado
el hombre, Dios sabía que éste caería en tentación y por eso proveyó un camino
de salvación para todos los hombres. Al hacerlo, simplificó el conflicto angélico
reduciendo las decisiones del hombre a dos posibles opciones.
El hombre podía decidirse por el plan de
Dios, que es ponerse del lado de la gracia y la verdad por fe en el Señor
Jesucristo, o podía optar por decidirse contra el plan de Dios, lo que lo
pondría del lado del mal y de la mentira al confiar en sí mismo.
Mientras toda la creación observa, el
conflicto angélico se libra en las almas de los hombres del planeta Tierra.
Dios lo permitirá justo el tiempo necesario para probar absolutamente que Su
justicia y Su gracia son perfectas. En The Invisible War (La Guerra Invisible),
Donald Barnhouse lo describe así:
La guerra ha sido declarada. El gran querubín gobernante se ha
convertido en un enemigo maligno. Nuestro Dios no se sorprende ni se extraña
porque, es claro, Él sabía lo que sucedería antes que sucediera y tenía Su plan
perfecto listo para llevar a cabo. Aunque el Señor tenía el poder para destruir
a Satanás con un soplo, no lo hizo. Es como si en el cielo se hubiera
proclamado un edicto: Pondremos a prueba esta rebelión.
Dejaremos que siga su curso. El universo verá lo que una
criatura, aunque sea la criatura más elevada que jamás haya brotado de la
Palabra de Dios, puede hacer sin El. Observaremos este experimento, y
permitiremos que el universo de criaturas lo observe durante este breve
interludio entre la eternidad pasada y la eternidad futura llamado
"tiempo". En este tiempo el espíritu de independencia se extenderá al
máximo. Y la destrucción y ruina que resulten, demostrarán al universo, y de
una vez por todas, que no hay vida, gozo, ni paz sin una dependencia absoluta
en el Dios Todopoderoso, dueño del cielo y de la tierra. (Donald Grey Barnhouse, The Invisible
War, [Grand Rapids, MI: Zondervan Publishing House, 1965], 51.)
Satanás, por supuesto, tenía sumo
interés en las decisiones que harían los dos primeros seres humanos que Dios
creó. Como estratega experto que es, no se acercó a Adán, pero con entusiasmo alienta a Eva para que hiciera algo con su vida, para que ella desarrollara al
máximo su potencialidad como ser humano.
Las primeras palabras que salieron de la
boca de Satanás tenían la intención de destruir la confianza de Eva en la
Palabra de Dios y esto parece habérsele escapado a ella. De cualquier manera,
comió el fruto prohibido.
Y, como Satanás ha de habérselo
imaginado, Adán siguió a la mujer y Satanás se convirtió en el gobernante de
este mundo.
A estas alturas, Satanás ha de haber
pensado que había ganado el conflicto, pero poco duró su felicidad. Dios
invadió el dominio terrenal de Satanás con la promesa del Salvador que vendría
de la simiente de la mujer (Gn. 3:15) y una demostración (al sacrificar un
animal para vestirlos) de Su muerte en substitución por los pecados (Gn. 3:21).
Desde el instante que Dios hizo Su
promesa, Satanás hizo todo lo que pudo para anularla al intentar prevenir el
nacimiento de Cristo, lo que hubiera sido prueba de que Dios no podía cumplir
Su promesa.
Trató de hacerlo incitando a Caín a
matar a su hermano Abel (Gn. 4), el primer hombre nacido con una vieja naturaleza
pecadora que creyó en el Salvador. Trató, enviando ángeles caídos, para
infiltrar la raza humana (Gn. 6), sabiendo que si la humanidad podía ser
corrompida totalmente, el Cristo no podía venir como un hombre.
4. La Era
De La Gracia, Jesús Frente Al Adversario:
Trató, lanzando repetidos ataques contra
la nación de Israel, sabiendo que si Israel era destruida no existiría la
simiente prometida de Abraham (Gál. 3:16). Pero no tuvo éxito y Cristo nació.
Dios se hizo carne.
El intento de Satanás de hacer asesinar
al niñito Jesús por medio del decreto de Herodes fracasó tan miserablemente
como todo lo demás que había intentado hasta ese momento (Mt. 2; Ap. 12:1-5).
Ahora
toda la oposición, todos los ataques de Satanás podían concentrarse en una
persona: el Señor Jesucristo. A cada paso,
desde la cuna hasta la cruz, nuestro Señor enfrentó la oposición del enemigo en
cuanta manera fue posible imaginar. No sólo fue el Señor tentado en todas las
formas en que lo somos nosotros (Heb. 4:15), pero también enfrentó oposiciones
que nunca podremos entender.
Aun así Jesús cumplió Su misión; puso
Sus miras en su destino y sin flaquear fue a la cruz en nuestro lugar. En la
crucifixión, Satanás pensó por segunda vez que la victoria era suya. Después de
todo, el Salvador de la humanidad había muerto. Pero enseguida sucedió la
resurrección. Cuando el Señor Jesucristo ascendió al cielo y se sentó a la diestra
del trono de Dios según la profecía del Salmo 110:1-4, no había lugar a dudas
de que Él era el vencedor en el conflicto angélico.
La declaración hecha aquí por Dios el
Padre, y reiterada en Hebreos 1:13, es crucial para nuestro entendimiento de la
obra de Dios el Espíritu Santo. El Padre, aceptando totalmente la obra que
Jesucristo cumplió en la cruz, declaró que estaría sentado hasta que Sus
enemigos fueran puestos por estrado de Sus pies. Cuando Cristo se sentó a la
diestra del trono de Dios se introdujo una era nueva, la Era de la Iglesia, que
se haría realidad con la venida del Espíritu Santo en Hechos 2.
Con la llegada de la Era de la Iglesia comenzó
a desarrollarse el plan más sorprendente. Era algo que Satanás nunca hubiera
imaginado ni para lo cual se había preparado, algo que absolutamente no podía vencer.
Antes de la cruz, Satanás se la tenía
que ver con una sola persona sobre la tierra en quien moraba la omnipotencia de
Dios:
Jesucristo. Pero ahora, cada persona que ha puesto su fe en el
Salvador lleva en su interior la misma omnipotencia porque el Espíritu Santo
mora en él.
El Poder en
Nosotros:
Cada creyente es una amenaza para Satanás. Puede ser que no nos
creamos una gran amenaza, pero si consideramos que la omnipotencia de Dios en
la persona de Dios el Espíritu Santo mora en nosotros y nos capacita y nos da
poder, empezamos a comprender algo de cómo nos ve Satanás.
"Mayor es el que está en vosotros", nos dice el
apóstol Juan, "que el que está en el mundo" (1 Jn. 4:4),
Somos milagros vivientes, sistemas de armas vivientes. El enemigo lo sabe y
tiembla. Sabe que no puede cambiar el hecho de que Dios está en nosotros. Sabe
que lo tenemos todo, todo el poder de Dios a nuestra disposición desde el
instante de la salvación. En el Espíritu Santo contamos con Su soberanía,
justicia, amor, vida eterna, omnisciencia, omnipotencia, omnipresencia,
inmutabilidad y veracidad.
Pero el enemigo sabe algo más. Sabe que hay una cosa que no
tenemos como niños en Cristo: la Palabra de Dios en nuestra alma. Sin la Palabra,
no podemos conocer ni usar las riquezas que son nuestras. Sin la Palabra, que
es la espada, no tenemos arma para que el Espíritu luche contra Satanás (Ef.
4:17; Heb. 4:12). Satanás sabe que a
menos que crezcamos, no establecemos el equilibrio de la residencia entre el
Espíritu de Dios y la Palabra de Dios que genera el poder para vencerlo.
Así que, algo que realmente asusta a Satanás es que crezcamos.
Tiende todas sus redes para impedir que elijamos crecer porque sabe que si
crecemos empezaremos a entender que tenemos a nuestra disposición el mismo
poder que obró en el apóstol Pablo, Si crecemos, aprenderemos que Dios tiene un
plan para nuestra vida, un plan hecho a medida para nosotros como fue el de
Pablo para él, un plan que nos convertirá en héroes de la fe, que nos permitirá
ser amigos de Dios. Depende de nosotros que todo esto sea utilizado en nuestra
vida. Nuestro libre albedrío es el eslabón débil entre el poder de Dios y
nosotros.
De pronto, en lugar de un hombre con quien
lidiar, Satanás tenía 11; pronto los 11 se convirtieron en 120 y, antes que se
diera cuenta, había 3,000 y luego un millón y de pronto, en todas partes del
mundo cada creyente en Jesucristo anda con el mismo poder que tenía Dios en la carne,
en la persona de Jesucristo.
A los 70 años de la resurrección de Cristo,
la Palabra escrita de Dios había sido completada. Podemos imaginar cómo se
habrá sentido Satanás cuando se dio cuenta que la verdad de la Palabra de Dios
y la gracia del Espíritu de Dios estaría a disposición, sin medida, de cada creyente
sobre la tierra.
Esta es la razón por la cual el Señor
pudo decir en Mateo 16, "sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas
del Hades no prevalecerán contra ella".
Notemos: que la idea del Señor no es que la
Iglesia, con unas pocas almas valientes y fieles, pueda quizá aguantar los
ataques de Satanás. En cambio, veía a la Iglesia a la ofensiva, atacando
constantemente las puertas del infierno. En la antigüedad la puerta de la
ciudad era donde se tomaban las grandes decisiones; era el lugar de poder y
autoridad. Jesús estaba diciendo que el poder y la autoridad del infierno nunca
prevalecerían contra las arremetidas de la Iglesia. Ese era el plan de Dios y
sigue siéndolo hasta hoy.
NOTA: Mateo 16:18-19:
V.18: tú eres
Pedro
(gr. Petros) significa roca u hombre-roca. En la frase siguiente, Cristo usa
petra (“sobre
esta roca”), forma femenina, no el nombre, de “roca”. Cristo efectuó un juego
de palabras. No dice: “sobre tu, Pedro” o “sobre tus sucesores”, sino “sobre esta
roca”: sobre esta divina Revelación y Profesión de fe en Cristo. Edificaré mi iglesia muestra que la
formación de la Iglesia estaba aún en el futuro. Comenzó el día de Pentecostés (Hechos 2). La palabra “iglesia”
aparece en los Evangelios sólo aquí y en 18:17.
V.19: Las
llaves.
La autoridad para abrir las puertas de la cristiandad fue dada a Pedro, quien
usó dicha autoridad para los judíos el día de Pentecostés, y para los gentiles
en casa de Cornelio (Hechos 10). Será atado… será desatado. El cielo no los apóstoles,
inicia todo atar y desatar, mientras que los apóstoles anuncian estas cosas. En
Juan 20:22-23, se refiere a pecados; aquí a cosas (i, e., prácticas). Un
ejemplo de las prácticas apostólicas de atar lo tenemos en Hechos 15:20.
Porque todo lo que es nacido de Dios
vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.
¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?
(1 Jn. 5:4, 5) Como criaturas circunscritas a un tiempo determinado con todo tipo
de limitaciones humanas, luchamos contra un enemigo que es superior a nosotros
en sabiduría, en fuerza, en poder y en cantidad. Tenemos que comprender que
Jesucristo en la cruz obtuvo la victoria estratégica. Esto significa que el
curso de la guerra ha cambiado. Cuando Dios envió a Su Hijo al mundo, éste pagó
el castigo de nuestros pecados; rompió la cerviz del diablo; abrió las puertas
del campo de concentración llamado "el mundo".
Pero la guerra no terminó y todavía estamos
en el campo de batalla. El que nosotros como individuos ganemos la victoria
táctica dependerá de que podamos aplicar a nuestra vida lo ganado en la
victoria estratégica de Cristo. Si queremos ganar día tras día, tenemos que utilizar
los recursos que Dios ha provisto para nosotros y seguir el plan de ataque que
nos explica en Su Palabra. Sin una comprensión clara y exacta de Su Palabra, es
imposible que el creyente pueda subsistir ante la estrategia de Satanás.
Cuando el apóstol Juan habla de "Él que
vence" usa un término militar. Nikao se refiere a la paz
que se obtiene por medio de una victoria militar. ¿Qué significa "vencer al
mundo"? Significa tener paz como resultado de la victoria. Juan
se refiere a la paz espiritual que se obtiene por medio de la victoria
espiritual.
En el versículo 4, el apóstol declara
una realidad. La frase "todo lo que" declara un principio:
todo lo que es nacido de Dios tiene la victoria sobre el mundo. Punto. El
ámbito carnal siempre es conquistado por el ámbito del Espíritu.
"Vence" es el indicativo presente activo de nikao;
indica victoria continua en un conflicto continuo. La clave de esta victoria es
"nuestra
fe", que, Juan dice, "ha vencido al mundo". Esta vez,
nikao es un participio aoristo. En griego el tiempo aoristo se refiere
a algo que sucede en un momento específico. El participio aoristo en griego
siempre precede a la acción del verbo principal.
Lo que esto significa en esta frase es
que con la victoria, en el momento en que depositamos nuestra fe en Cristo
(para salvación), establecimos la base para la victoria continúa en una vida de
fe. La salvación es la victoria de una vez y para siempre; la espiritualidad es
la victoria continua. Ser vencedores significa que vivimos en un ambiente de
paz, no externo, sino interno. El desarrollo en dos sentidos que presenta aquí
Juan se parece a la invitación de Cristo en Mateo 11.
Cuando el Señor en Mateo 11:28-30 les
ofreció a Sus discípulos, y a nosotros como creyentes, paz como un patrimonio,
no estaba ofreciendo un ambiente físicamente tranquilo; estaba ofreciendo paz
con Dios y descanso personal del alma. En el pasaje habla de dos diferentes
tipos de descanso. Uno es el descanso que Jesús da: "Venid a mí...y yo os haré
descansar". El otro es un descanso que nosotros mismos
encontramos:
"Llevad mi yugo sobre
vosotros, y aprended de mí...y hallaréis descanso para vuestras almas".
El descanso que El da a todos los que
vienen a Él y el descanso que encontramos a través del estudio son dos cosas
diferentes. Uno es el descanso por nuestra posición; el otro es un descanso
debido a la práctica. Uno es un descanso eterno; el otro es un descanso momento
a momento.
Una de las razones por las cuales Satanás nos odia tanto
es que nuestra posición en Cristo es más alta que la de los ángeles (Ef. 1:3; Col. 3:1).
Todo lo que trató de lograr con su arrogancia y rebelión nos son dadas cuando
creemos en Cristo. Si no puede obligarnos a rechazar la vida eterna, por lo
menos hará todo lo posible para que no disfrutemos de las riquezas de la gracia
de Dios mientras estamos en la tierra.
Pero podemos vencer al enemigo, podemos
compartir la victoria de Cristo sobre Satanás todos los días recordando Su
triunfo. Cuando Juan usa el tiempo presente y la voz activa para los verbos "vence"
y "cree"
en 1 Juan 5:5, nos está diciendo que el que escoge seguir creyendo es el que seguirá venciendo al
mundo.
La fe, practicada momento a momento, produce
victoria espiritual, la cual da paz al alma. Pero la fe debe estar siempre en
la persona y obra de Cristo. Si olvidamos hoy la victoria de Jesucristo en la
cruz, si no aplicamos hoy el significado de la cruz en nuestra vida, no
tendremos paz interior y el enemigo habrá ganado una batalla en la guerra
táctica.
Toda victoria se encuentra en Jesucristo
(Jn. 16:33; Rom. 8:37; 1 Cor. 15:56-58; 2 Cor. 2:14).
Religión: El As
del Enemigo:
Satanás es el padre de todas las religiones. Ama la religión y a
la gente religiosa y usa a ambos para engañar más a los hombres y las naciones,
"Religión" del griego treskeia,
se usa muy pocas veces en el Nuevo Testamento, y siempre en contextos
relacionados con cosas externas y ceremoniales. Treskos, "religioso", significa "cuidadoso de los elementos externos del
servicio divino". Pero en ninguna parte sugiere la Biblia que un gran
cuidado por los elementos externos del servicio divino pueden hacer que una
persona sea aceptable a Dios, ni antes ni después de ser salvo.
El cristianismo no es una religión; es una relación con el Señor
Jesucristo. La entrada al cristianismo se basa exclusivamente en la obra de
Cristo en la cruz, la cual se acepta sólo por la fe. El cristianismo es una
operación de gracia exclusivamente. El hombre no puede ganar ni merecer nada de
Dios. Pero en Su gracia, Dios obra, Dios obtiene el crédito y el hombre obtiene
la bendición. Este no es un plan que el hombre hubiera inventado.
El cristianismo no es algo que le sea natural a nadie. Porque es
absoluto, en el cristianismo no hay lugar para el compromiso. La Biblia declara
que el camino de vida es muy angosto. "Yo
soy el camino, y la verdad, y la vida", dijo Jesús, "nadie viene al
Padre, sino por mí" (Jn.
14:6). No ha habido hombre más "cerrado" que
Jesús.
Satanás, por otro lado, es muy liberal. Fomenta una variedad
infinita de religiones, pero todas tienen una cosa en común: dependen del
hombre, no de Dios. Satanás trabaja dentro de las iglesias cristianas para
promover la misma perversión de la Palabra y el independizarse de Dios.
La Biblia nos dice que el enemigo tiene su propio sistema de
falsedades incluyendo un evangelio falso (2 Cor. 4:3, 4) con un Jesús falso que no es el Jesús de la Biblia; una falsa
doctrina (1 Tim. 4:1);
unos ministros falsos, los cuales que les cuentan a la gente lo que quiénes oír
(2 Cor. 11:13-15); una
falsa comunión (1 Cor. 10:19-21); una
falsa espiritualidad, no por gracia, sino por lo que uno hace o no hace (Gál.
3:2, 3; Col. 2:20-23); definiciones
falsas del bien y del mal, promoviendo la acción social y el descuido de las
instituciones divinas (Col. 2:8); y
poder falso (2 Ts. 2:8-10).
Al irse acercando el día de su destrucción, Satanás acelera su
actividad engañadora. La Biblia da una lista de nueve rechazos que promoverá en
los últimos días:
1. El
rechazo de Dios (Lc. 17:26; 2 Tim. 3:4, 5).
2. El
rechazo de Cristo (1 Jn. 2:18-23; 4:3; 2 Pd. 2:1).
3. El
rechazo del regreso de Cristo (2 P. 3:1-4).
4. El
rechazo de la fe (1 Tim. 4:1, 2; Jud. 3).
5. El
rechazo de la sana doctrina (2 Tim. 4:3, 4).
6. El
rechazo de la separación bíblica (2 Tim. 3:1-7).
7. El
rechazo de la libertad cristiana (1 Tim. 4:1-4).
8. El
rechazo de la auténtica espiritualidad (2 Tim. 3:1-8; Jud.
18).
9. El
rechazo de la autoridad espiritual (1 Tim. 4:13; 2 Tim. 4:3).
Concluyó:
Terminado
con la introducción. Es
verdad que debido al pecado estamos separados de Dios. Pero cuando Jesús murió en la cruz.
Él cargó con todos nuestros pecados y llevó sobre Sí nuestra sentencia de
muerte Dios después Resucitó a Jesús de entre los muertos, y ahora Él Reina en
el cielo.
Cuando confiamos en lo que Jesús ha
hecho por nosotros, comienza una relación con Dios y el pecado ya no tiene
control sobre nuestras vidas. El apóstol Pablo escribió: “Porque
el pecado no tendrá dominio sobre vosotros” (Romanos 6:14). Ya no
estamos separados de Dios. Quedamos libres de la esclavitud (v.18). Es secreto
de Satanás ha quedado al descubierto.
DIOS SIEMPRE SE PONE ENTRE
EL CRISTIANO Y EL ENEMIGO:
__________
Nota
Y Bibliografía:
-H4317
מִיכָאֵל
= Mikaél: de H4310
y (der. pref. de) H3588 y H410; ¿quién (es) como Dios?;
Micael, nombre de un arcángel y de nueve israelitas:- Micael, Miguel. (Strong).
-H1403 גַּבְרִיאֵל = Gabriel: de H1397 y la H410;
hombre de Dios; Gabriel, arcángel:- Gabriel. (Strong).
-
H1966 הֵילֵל
= jeilél: de H1984 (en
sentido de brillantez); lucero de la mañana:- lucero. (Strong).
-Basic Training
Bible Ministries P.O. Box 21773. Hot Springs, AR 71903. 501.760.6693.
-e-Sword-the.
LEDD.
-Biblia
de Estudio RYRIE.
-Pastor:
Carlos Ramírez Jiménez. 19//08//2016.
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