martes, 23 de agosto de 2016

Parte I: La Provisión: De La Cruz: (Juan 1:1-5, 14, 18; 1 Corintios 15:14)

Parte I:
La Provisión: De La Cruz:
(Juan 1:1-5, 14, 18; 1 Corintios 15:14)

Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

El Verbo Hecho Carne:
“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios… Este era en el principio con Dios… Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho… En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres… La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella…”.
(Juan 1:1-5, 14, 18)

Introducción:
El titular del periódico decía: “Físicos encuentran la pieza que faltaba en un rompecabezas universal”, una partícula increíblemente pequeña, era el último miembro de la familia de partículas que supuestamente conformaba el universo. Ahora se ha demostrado que existe.
Phillip Schewe, del Instituto Americano de Física, dijo: “Es como encontrar la Z en el alfabeto de las partículas fundamentales […] no salva vidas ni llena estómagos, pero sí investiga las estructuras más básicas […] de las cuales está hecho todo, incluso nosotros”.
¡Imagina lo que significa encontrar la pieza más pequeña del universo! Aún más sorprendente es conocer al Diseñador del universo, el Creador de esos diminutos trocitos de materia, y saber la razón por la que se mantienen unidos. En Colosenses 1:17, leemos que Jesús “Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten”. Un erudito de la Biblia define la palabra subsiste como el “principio de la cohesión”, y agrega que Jesús hace que el universo sea “un Cosmo en lugar de un caos”.

En la eternidad, Dios planeó la salvación de hombres y mujeres cuya creación y caída no era todavía una realidad en el tiempo. Después de la creación y caída de ellos, en un momento perfecto de la historia humana, Cristo vino al mundo para llevar a cabo ese plan. Todo en el universo apunta hacia el Salvador.
Todo principio, toda promesa, toda verdad en la Palabra de Dios tiene valor únicamente según se relaciona con la persona y obra del Señor Jesucristo. Es por eso que Colosenses 1:18 dice que la totalidad del plan de Dios se resume en una cosa: que tenga El preeminencia, o sea, el primer lugar en todo.

La Preeminencia De Cristo Se Fundamenta En Dos Cosas:
·      Su persona, y Su obra.
¿Quién es Jesucristo? Él es, y siempre fue, Dios. En un instante preciso en el tiempo se hizo, y siempre será, hombre. Hacia el final del primer siglo, en una época cuando las doctrinas, tanto de la deidad, como de la humanidad de Cristo Jesús eran atacadas, el apóstol Juan escribió para aclarar la confusión sobre quién, justamente, era Jesús.

“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios”.
(Jn. 1:1, 2).

1.      La Existencia Del Verbo En El Pasado:

Retrocede, dice Juan, hasta donde puedas, un millón de años, un billón de años antes de la creación. Sea en cualquier tiempo que comiences, el Verbo "era". Esta palabra es eimi en griego, que significa "ser". En el tiempo imperfecto significa una existencia continua en el pasado.
No sólo existía el Verbo en el principio, pero el Verbo era "con Dios". El griego pros significa "cara a cara". Lo que Juan declara es la singularidad del Verbo, el hecho de que existe aparte de Dios el Padre.
En el principio el Verbo existía; el Verbo tenía existencia eterna en el pasado y se encontraba cara a cara con Dios y por lo tanto, era aparte de Dios. Y "el Verbo era Dios". Juan no puede ser más dogmático que esto en cuanto a la deidad del Verbo.
Repite la idea de la singularidad del Verbo en la afirmación: "Este era en el principio con Dios". Esta vez Juan usa el pronombre personal outos, que significa "esta persona única, singular". Juan está recalcando el hecho que este Verbo no es una fuerza, no es un poder, no es una emanación, sino que es una persona. Esta persona ha existido eternamente, es aparte de Dios y, sin embargo, es Dios.

“Todas las cosas por él fueron hechas, y sin el nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella”. (Jn. 1:3-5).

La frase "Todas las cosas" incluye todas las cosas que han sido creadas. "Fueron hechas" viene del verbo ginomai, el cual significa algo que antes no existía y comenzó a existir. En la expresión "por él" Juan usa día, la preposición instrumental de agencia. Esto nos indica que Jesucristo es el agente Creador de todas las cosas. Algunos versículos más adelante, en Juan 1:10, se nos dice que "el mundo por él fue hecho". Nada fue creado sin Jesucristo.
Más adelante en su relato, Juan escribiría palabras similares dichas por el Señor la última noche con los discípulos "Separados de mí, nada podéis hacer". Así como nada fue hecho en la creación física sin Jesucristo, nada es creado en el ambiente espiritual sin Él. Sin una relación con El, nada en la vida tiene significado o realidad.
Esta es la idea que Juan expresa al escribir "En él estaba la vida". El griego tiene dos palabras que quieren decir vida. Bios se refiere estrictamente a lo físico, y Zoe, la palabra usada aquí, que se refiere a la vida en su sentido absoluto, vida como la de Dios. Esta es la palabra que se usa para indicar calidad de vida, valor y significado. En el Verbo estaba (siempre) la esencia y la calidad de la vida y la vida "era la luz de los hombres".

Con la caída, el hombre se había enemistado con esta vida (Ef. 4:18). Pero ahora, de alguna manera, toda la vida cualitativa que existía en la segunda persona de la Trinidad desde la eternidad, se convirtió en la luz de los hombres cuando el Verbo se sumó a la raza humana. Vino para que todos los hombres pudieran ser partícipes de esta vida por medio de la fe en El (Jn. 3:15).
Esta vida era la luz en las tinieblas de un mundo muerto, la luz que alumbró y no fue comprendida. Esta luz que reveló a la raza humana caída cómo Dios podía influir con toda Su esencia divina sobre los problemas del hombre, esta luz se mostró en la persona y vida de Jesucristo.
Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad (Jn. 1:14).
La frase "fue hecho" indica una transición de la preexistencia eterna a la existencia dentro del tiempo. El Verbo hizo a un lado las glorias del cielo, o como dice Pablo en 2 Corintios 8:9: "Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos". La palabra "pobre" usada aquí se refiere a una pobreza total y absoluta.
¿Para qué se hizo pobre? Para que nosotros pudiésemos ser excesivamente ricos.
La palabra "habitó", skenóo, quiere decir "morar en un tabernáculo". Significa que lo que se veía en el Antiguo Testamento en el tabernáculo de Israel, la Gloria Shekinah, se había hecho ahora carne y sangre. Dios ya no residía en el templo; residía en un cuerpo humano y Su gloria estaba escondida en el tabernáculo de un cuerpo humano.

2.      Dios El Hijo Dejó Su Trono:

Dios el Hijo eligió abandonar los derechos de Su deidad, dejar la habitación del trono de Dios y viajar billones de años luz en el espacio para tomar la forma de un infante y entrar en este mundo:
-      El, que era omnipotente, escogió sujetarse a la fragilidad de la carne humana.
-      El, que era omnisciente, escogió sujetarse a las limitaciones del pensamiento humano.
-      El, que era omnipresente, escogió confinarse en la carne a las limitaciones de tiempo y espacio y materia.

No perdió ninguno de los poderes que tenía como Dios pero, como hombre, escogió vivir según las reglas bajo las cuales esperaba que viviéramos nosotros:
- Se sujetó a la voluntad del Padre (Jn. 6:38).
- Enseñó las enseñanzas del Padre (Jn. 7:16).
- Hizo lo que le agradaba al Padre (Jn. 8:29).
- Procuró la gloria del Padre (Jn. 8:50).

Dios Revelado:
A Dios nadie te vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del padre, él le ha dado a conocer. (Jn. 1:18)
Jesucristo es el único miembro de la Trinidad revelado visiblemente. La palabra griega traducida "dado a conocer" es exegéomai, y significa "exponer en una narración, desglosar una enseñanza, detallar, declarar, revelar".
Cada aparición de Dios en el Antiguo Testamento era la pre encarnación de Cristo. La segunda Persona de la Trinidad apareció sobre la tierra en forma corporal descrita en algunos casos como "el ángel del Señor (Gn. 16:7-13,22:11-18, 31:11- 13 48:15,16; Ex. 3:2-14, Jue. 6:11-23,13:2-22), en otros como "un hombre" (Gn. 18:1-33, 32:24-32; Jos. 5:13-15; Dan. 3:24, 25), y en otros sencillamente como el Dios de Israel, el Señor (Ex. 24:9-11).
A veces se aparecía en una forma llamada "la gloria del Señor". Fue la nube y la columna de fuego que guió y defendió a los judíos en su peregrinaje en el desierto (Ex. 13:21, 22; 14:19; 16:7,10; 24:16,17; 33:18-23). Era la nube luminosa que descansaba sobre el arca del pacto entre los querubines de oro en el lugar santísimo dentro del tabernáculo y más adelante en el templo (Éx. 25:22, 33:9,10, 40:34-38; Lev. 9:23, 26:11-12; Núm. 16:42; 1 R. 8:11; 2 Cron. 5:13,14).
La expresión "Gloria Shekinah" [véase el estudio shekinah] o simplemente "Shekinah" del hebreo shaken, que significa "morar" era usada por los judíos para describir estas manifestaciones visibles de la presencia de Dios.
Jesucristo es la Gloria Shekinah. Con la encarnación, esta gloria penetró en la humanidad. "Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad" (Jn. 1:14).

"Y", dice Juan, "vimos su gloria". Gloria significa el carácter y esencia de Dios reflejados. No era la gloria de Sus riquezas, ni la gloria de Su apariencia o atractivo personal. Era lo que el Antiguo Testamento llama "la hermosura de su santidad". Era la hermosura de la perfección total, de la pureza total, lo más hermoso en el universo, el carácter de Dios revelado en un solo ser humano, un hombre "lleno de gracia y verdad".

“A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer”.
(Jn. 1:18).

Dios es espíritu, es invisible. Pero el Hijo le ha "dado a conocer". Jesucristo es Dios, nacido en este mundo como la simiente de la mujer (Gn. 3:15). "Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley" Gá1 4:4). Ahora Dios en forma humana revela a Dios en una esencia espiritual eterna. "Le ha dado a conocer" es exegéomai, de la cual se deriva la palabra "exégesis" en nuestro idioma. Significa sacar a luz el significado verdadero, revelar en la luz, explicar totalmente, exhibir algo en su sentido más completo. Jesucristo exhibe en el sentido más completo el carácter de Dios y revela a Dios a la raza humana.
Jesús no vino para meramente mostrar al hombre cómo vivir una buena vida, o para ser un ejemplo. Nació para morir. Sin Su muerte, Su vida perfecta no le haría ningún bien al hombre. El problema del hombre no era la falta de una norma suficientemente elevada, era Su incapacidad de vivir de acuerdo con cualquier norma. La Ley había dado prueba de que el hombre no podía llegar a Dios por sus propias obras. 
Existía entre el hombre y Dios la barrera del pecado. El hombre no tenía la capacidad para pagar el castigo por el pasado y no tenía esperanza de ser mejor en el futuro. Se encontraba sin capacidad y sin esperanza, esto es, hasta la muerte y resurrección de Jesucristo.

“Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano”.
(1 Cor. 15:1, 2).

3.      Las Buenas Nuevas De Cristo:

En 1 Corintios 15 el apóstol Pablo explica primero el poder y luego el contenido del evangelio. Lo que Pablo estaba dando a conocer era el evangelio que había predicado. La palabra euaggelizo, de la cual obtenemos "evangelizar", significa sencillamente "proclamar buenas nuevas". Para que el evangelio cumpla su propósito, alguien lo tiene que proclamar.
Después de que Pablo proclamara el evangelio, estas personas lo recibieron. Paralambano significa "tomarlo como propio". A estas personas les fue dado el mensaje y ellos lo recibieron por gracia por medio de la fe. Creyeron en Jesucristo.
El verbo "perseveráis" viene de istemi. Conjugado en el tiempo perfecto significa que en un punto dado en el pasado tomaron su posición en relación con el Señor Jesucristo, con el resultado de que mantendrán su posición para siempre. Pablo usa este tiempo para enfatizar su seguridad eterna. Según Romanos 5:2 la posición del creyente es en la gracia.

"Salvos" está en el tiempo presente. Pablo está diciendo:
·      "Son salvos ahora,
·      serán salvos mañana y
·      la semana que viene y
·      el mes que viene y
·      el año que viene. Serán
·      salvos para siempre".

¿Por qué son salvas estas personas? Porque creyeron el evangelio de Cristo.

Si Pablo está diciendo que estas personas tienen seguridad eterna en Cristo, ¿por qué sugiere en 1 Corintios 15:2 que pueden haber creído "en vano"[1]? Su afirmación sólo puede ser comprendida en el contexto de todo el capítulo. Lo que quiere expresar Pablo al decir creer "en vano" es explicado en los versículos 12-19.
Sabemos por el versículo 12 que había en la iglesia de Corinto gente que no creía que algún día habría una resurrección física. La idea de una resurrección física era totalmente extraña a las filosofías dentro de las cuales los creyentes en Corinto se habían criado. Los griegos consideraban al cuerpo como una prisión.
Cuando Pablo enseñaba que habría una resurrección corporal, ellos pensaban que estarían en prisión para siempre.
La fe en Jesucristo los había salvado, aunque negaban la resurrección física. Pero Pablo quiere que ahora crezcan, y sabe que necesitan comprender la doctrina de la resurrección.
En los versículos 12-14 les dice que si no hay una resurrección física entonces Cristo mismo no ha sido levantado de los muertos. Si Cristo no ha sido levantado, entonces tanto la predicación de Pablo como la fe de ellos es "en vano", vacía, sin sentido, inútil.
Si Cristo no ha sido resucitado, no hay solución para el pecado. Si su esperanza en Cristo tiene sentido sólo dentro del tiempo y no en la eternidad, entonces están desperdiciando su vida creyendo en El.
La única forma que uno puede creer en vano es si el mensaje que se cree es falso. En el versículo 2 Pablo está diciendo: "Mira, si crees este mensaje y crees que Jesucristo se levantó de los muertos, entonces eres salvo y vives bajo la gracia. Sin embargo, si crees cualquier otro mensaje, es vano".

Griego:
El Nuevo Testamento fue escrito en el idioma usado en el mundo de habla griega desde alrededor del año 300 a. de C. hasta alrededor del año 500 d. de C. Se le llamaba koiné o "griego común" porque era el lenguaje de la calle, el del pueblo y distinto del griego clásico de la literatura.
El griego koiné fue ideado por Alejandro el Grande por una razón: para conquistar el mundo. Cuando Alejandro empezó a reunir un ejército formado por soldados de ciudades-estados griegos que había conquistado, se encontró con un serio problema. Cuando sus sargentos vociferaban: "Izquierda, de frente, marchen", cada soldado iba en diferente dirección. No había una lengua griega. Los hombres de Atenas hablaban con la elocuencia clásica del griego ático, los espartanos se comunicaban con ios monosílabos guturales del griego dórico.
Antes de poder conquistar el mundo, Alejandro tenía que conquistar el idioma. Sus griegos tenían que tener una lengua clara y fácil de entender. El Idioma en el cual Dios comunicaría el mensaje del Nuevo Testamento surgió originalmente con el fin de ser tan claro, tan exacto que en una situación de combate cada persona en el campo de batalla entendiera inmediatamente las instrucciones del comandante.
Alejandro había sido enseñado por su tutor, Aristóteles, a pensar con precisión matemática. Cuando el deseo de Alejandro de tener una lengua exacta y clara se unió a su mentalidad matemática, surgió la koiné griega. Era el lenguaje perfecto para comunicar la verdad absoluta.
En ningún otro idioma es tan ciara la posibilidad de una expresión exacta como lo es en el sistema de verbos griegos. Cada verbo griego tiene un arreglo en tres partes para que el lector pueda saber exactamente lo que el verbo significa. Los tres componentes son: tiempo, voz y modo.
Existen cinco tiempos en griego. Cada tiempo le dice al lector dos cosas sobre la acción que el verbo describe: el tiempo de la acción y él tipo de acción. Los tiempos son pasados, presentes y futuros. Los tipos son: lineal (acción continua o progresiva) y puntual (acción momentánea). Una línea (__________) ilustra la acción lineal. Un punto (•) ilustra la acción puntual.
El tiempo presente muestra acción progresiva en el presente (_________). Cuando Jesús dice en Mateo 7:7: "Pedid... buscad... llamad", el tiempo presente 

     Véase Parte II:

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