Parte II:
LA DOCTRINA DEL ESPÍRITU SANTO:
(Hechos 5:3)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
“Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieras al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad?”.
(Hechos 5:3)
¿Sigue lo que vemos en Hechos 8 el
patrón de “Después,
evidencias y Esperar”? Vamos a ver:
1- ¿Vino el Espíritu Santo después de nacer de nuevo? SÍ. Recibieron el Espíritu Santo después de
ser Salvos. Explicaré porqué después.
2- ¿Hablaron en
lenguas como evidencia de tener al Espíritu Santo? No se menciona
que hablaron en lenguas cuando recibieron el Espíritu Santo. Tampoco se
menciona que hablaron en lenguas en el relato de la conversión de los 3,000
(Hechos 2:41) ni cuando muchos creyeron y su número llegó a 5,000 hombres
(Hechos 4:4).
3- ¿Tuvieron que esperar, pedir y deseas con
anhelo el bautismo del Espíritu? NO. Cuando
los apóstoles impusieron las manos, recibieron el Espíritu Santo al instante
sin ningún esfuerzo propio.
HECHOS
10:
Hechos
10:
Narra algo semejante, pero en este caso los primeros gentiles llegaron al
evangelio. Cornelio, un romano, pero hombre piadoso y temeroso de Dios, estaba
orando a Dios y de repente un ángel le dio instrucciones para mandar a llamar a
Pedro el apóstol. El Espíritu Santo le dijo a Pedro: “He aquí, tres hombres te buscan.
Levántate, pues, y desciende y no dudes de ir con ellos, porque yo les he
enviado” (Hechos 10:19-20).
Aunque esto violaba la enseñanza de su
Crianza Religiosa Judía, Pedro obedientemente fue con los mensajeros. Les
acompañó solamente porque Dios le había hablado tan claramente y le había
mostrado en una visión que no debía despreciar a los gentiles.
Sin embargo, para mayor seguridad, llevó
consigo a varios hermanos para servir de testigos es esta obra que sin duda iba
a ser mal interpretada por algunos. Pedro llegó y entró en la casa (también
prohibido para los judíos), y pregunto por qué le habían mandado a llamar. Al
escuchar la respuesta de Cornelio. Pedro, asombrado afirmó: “En verdad comprendo que Dios no hace
acepción de personas” (Hechos 10:34).
Pedro les predicó un bello mensaje de la
Buenas Nuevas de Jesús [Resucitado] y antes de terminar fue interrumpido porque
“el Espíritu
Santo cayó sobre todos los que oían el discurso” (Hechos 10:44). La
evidencia del derramamiento del Espíritu Santo era una de las tres del día de
Pentecostés:
hablar en lenguas.
¿Cuál fue la reacción de los que acompañaron
a Pedro? “Se
quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramará el don del
Espíritu Santo” (v.45).
Es interesante notar la reacción de los
Judíos creyentes de Judea, cuando oyeron lo que había pasado. “¿Por qué has
entrado en casa de hombres Incircuncisos, y has comido con ellos?”
(11:3). Pedro les contó todo lo que había pasado: la visión, el Espíritu instruyendo a
acompañar a los mensajeros, la reunión en la casa de Cornelio y todo. Cuando
ellos escucharon que hablaron en lenguas, éste fue la evidencia que los
convenció a ellos, tal como había convencido a Pedro, de que también los
gentiles podrán ser cristianos.
“Entonces, oídas estas cosas, callaron, y glorificaron a Dios,
diciendo: ¡De manera que también a los gentiles ha dado Dios arrepentimiento
para vida!”
(11:18).
Seguimos comparando lo que sucedió con
la doctrina de “después,
evidencias y esperar”:
1- ¿Vino el Espíritu Santo después de nacer de Nuevo? NO. Recibieron al Espíritu Santo al mismo
instante de ser Salvos.
2- ¿Hablaron en lenguas como evidencia de tener al Espíritu
Santo? SÍ,
hablaron en lenguas.
3- ¿Tuvieron
que esperar y desear con anhelo el bautismo del Espíritu? NO. No
tuvieron que pedir ni esperar el recibimiento del Espíritu Santo. Aun antes de
que Pedro termina de predicar, recibieron el Espíritu Santo.
Ahora
Unas Preguntas Interesantes:
¿Por qué tuvieron que llegar los
apóstoles de Jerusalén a Samaria en HECHOS 8? ¿No era capacitado Felipe? ¿Había
algún problema o desventaja en ser samaritano? ¿Por qué le obligó el Espíritu
Santo al apóstol Pedro a ir a la casa de Cornelio?
Para entender bien por qué sucedió así,
es necesario comprender cuán exclusivos eran los judíos. Se sentían superiores
a las demás razas. Ellos creían que Dios los quería únicamente a ellos. Para
ellos, los samaritanos eran una raza odiada, cuya religión era una mezcla de
verdad y paganismo. Para los judíos, los gentiles eran una raza aún más
inferior y despreciable. Se relacionaban con ellos lo menos posible.
El judío no comía la carne que un
carnicero gentil preparara. Si un judío venía de territorio gentil, sacudía sus
zapatos al llegar a su propia tierra para quitar el polvo gentil. La mujer
gentil, al entrar a un pueblo judío, según ellos, hacía inmundo todo el pueblo.
Y así siguen los ejemplos.
Las profecías decían claramente que los
gentiles iban a estar incluidos en los pueblos de Dios (Gn.12:3 por ejemplo);
la enseñanza de Jesús (Juan 10:16) y su manera de tratar a los que no eran
judíos era muy diferente de como lo hacía el judío. Aun así, los nuevos
cristianos judíos no podían creer que Dios en verdad acepta a los gentiles de
la manera misma que los había aceptado a ellos.
Hay por lo menos dos motivos claro por
qué Dios mandó a Pedro y a Juan a Samaria (Hechos 8) y por qué Pedro fue
enviado a casa de Cornelio (Hechos 10). Las razones son las mismas:
1) Primero, un motivo
principal era para que los que no eran judíos reconocieran la autoridad y la
posición de los apóstoles judíos.
2) Segundo, para que la
Iglesia (hasta entonces sólo de judíos) y los mismos apóstoles reconocieron que
los creyentes samaritanos y gentiles eran iguales a ellos. Si no habían hablado en lenguas estos gentiles al principio de esta época, los judíos
siempre se habían creído superiores a ellos. Siempre había creído que los
cristianos de otras nacionalidades son cristianos de segunda categoría.
HECHOS
19:
Hechos
19: Es
el cuarto y último pasaje que se usa frecuentemente para comprobar la doctrina
que ahora estamos analizando. Vamos a ver qué pasó.
Sigue el desfile de personas en
transición. Estos eran discípulos de Juan que no había escuchado nada de Jesús.
Había sido bautizado como muestra de arrepentimiento por sus pecados tal como
Juan el Bautista había enseñado.
Todavía
Esperaban Al Mesías De Que Juan Había Profetizado:
-
¿Recibisteis
el Espíritu Santo cuando creísteis?, preguntó Pablo.
-
Ni
siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo, respondieron.
-
¿Qué
tipo de bautismo recibieron, entonces?, insistió Pablo.
-
El
bautismo de Juan, dijeron.
Ahora Pablo entendió el problema; les hacía
falta algo. Necesitaban conocer[4] y creer en Jesús, el Mesías. Al oír de Jesús, ellos se
bautizaron en su nombre. “Y habiéndose impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y
hablaban en lengua, y profetizaban” (Hechos
19:6).
¿Qué de la doctrina de “Después,
Evidencias y Esperar”?
1-
¿Vino el Espíritu Santo después de
nacer de nuevo?
NO, porque no habían nacido de nuevo todavía. Ni habían conocido a Jesús [Conocer es aceptar en este caso, y los demás después de la
Resurrección del Señor].
2-
¿Hablaron en lenguas como evidencia
del Espíritu Santo?
SÍ, hablaron en lenguas.
3-
¿Tuvieron que esperar y desear con
anhelo el bautismo del Espíritu?
NO, cuando Pablo les impuso las manos, de
inmediato recibieron el Espíritu Santo.
Debemos
notar que Pablo no les habló de otro paso, ni de una espiritualidad más
profunda, ni aun de recibir al Espíritu Santo. Les habló de Cristo. Creyeron y
fueron bautizados. Inmediatamente recibieron el Espíritu Santo. ¿Por qué les
impuso las manos Pablo? ¿Por qué hablaron en lenguas estos discípulos de Juan
el Bautista si la gran mayoría de los cristianos nuevos bajo el ministerio de
Pablo no hablaron en lenguas? Pablo les impuso las manos y Dios hizo que
hablaran en lenguas para mostrarles que ya no debía seguir las enseñanzas de
Juan el Bautista, sino que debían seguir las enseñanzas de Jesús y los
apóstoles.
Quizás usted, mi estimado consiervo o alumno
se está preguntando: “¿Y
qué es tan importante son estas diferencias de doctrina? ¿No son detalles
pequeños de poca importancia?”. Yo insisto que las
diferencias son muy importantes y estrategias. Lo que creemos acerca del
Espíritu Santo afectará hoy cómo vivimos la vida cristiana. Un ejemplo, nada
más: La doctrina errónea que
evaluamos enseña que uno puede ser cristiano y vivir una vida mediocre sin
evidencia del Espíritu Santo en la vida. Esto no es posible (Romanos 8:9). Además, la Biblia nunca da esperanza para
los que andan mediocres (Apocalipsis 3: 15-16).
IV. ¿Cuál Es La Obra Del Espíritu Santo En El
Incrédulo?
EL Espíritu
Santo Convence Al Pecador De Su Pecado.
Si no fuera por Él, los incrédulos
siempre seguirán negando su pecado. Solamente el Espíritu Santo puede producir
en ellos reconocimiento de su necesidad de un Salvador. Los cristianos hablan,
evangelizan y predican, pero el Espíritu Santo tiene que tomar la Palabra de
Dios y Aplicarla al corazón del Incrédulo.
Juan 16:8-11 dice: “Y cuando Él (el Espíritu Santo) venga, convencerá al
mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no creen en mí;
de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; y de juicio, por
cuanto el príncipe [el diablo] de este mundo ha sido ya juzgado”.
Tres
Verdades Sobresalen Aquí:
- El Espíritu Santo nos convence que somos pecadores,
- que Dios es Juez Justo, y
- que el pecado será castigado.
4.1. EL ESPÍRITU SANTO GUÍA AL INCRÉDULO AL
ARREPENTIMIENTO:
El arrepentimiento es sentir una
profunda tristeza por nuestro pecado. Incluye confesarlo a Dios y tener tal
odio hacia el pecado que estamos dispuestos a hacer lo que sea para no volverlo
a cometer. Aunque el arrepentimiento[5] es una decisión que le incrédulo
tiene que tomar el Espíritu Santo le ayude a llegar al punto de sentirse tan
hastiado de su pecado que se arrepiente y buscar a Dios.
4.2. EL
ESPÍRITU SANTO REGENERA LOS CORAZONES:
La
regeneración es “hacer de nuevo”. Tito 3:5-6 dice: “Nos salvó… por
el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo”. Hablando de esta
misma verdad, Juan 3:3-5 lo llama “nacer de nuevo” o ser hechos nuevos.
Ejemplos:
-Carlos, era esclavo de los vicios de tomar licor y
fumar.
-Estela, no
podía vencer el enojo y la gritería.
-Celedonio, se
sentía incapaz de dejar la amargura que sentía contra sus padres.
-Amador, no podía dejar el pecado de la fornicación
aunque sabía que lo estaba destruyendo.
Carlos, Estela, Celedonio, Amador, y
muchos más testifican que Dios los cambio y les ha dado deseos puros. Solamente
el Espíritu Santo puede cambiar a tales personas y darles deseos nuevos y el
poder de dejar el pecado totalmente.
V. ¿Cuál Es La Obra Del Espíritu Santo En El
Creyente?:
El Espíritu Santo Mora En Cada Creyente Verdadero Y
Le Da Testimonio De Ser Hijo De Dios Romanos 8:9-16; Efesios 1:13-14.
El Espíritu Santo usa la Palabra de Dios
para confirmarnos que somos sus hijos. Si hemos cumplido las condiciones
bíblicas para se ser Salvos el Espíritu Santo nos da la bendita confianza que
Dios cumplirá sus promesas.
5.1. EL ESPÍRITU SANTO NOS CONSUELA:
Nunca nos abandona (Juan 14:16-18). Bien
recuerdo una crisis familiar hace varios años tras los problemas [con el
nacimiento de unos de mis hijos], cuando una operación y la columna y una
enfermedad de mi esposa el problema me aplastaba. Oraba y oraba hasta que no
hallé cómo orar más. En mi angustia
lloré a Dios sin hallar palabras. Sentí claramente que el Espíritu Santo
comunicaba mi petición a Dios. El Espíritu Intercede por nosotros los
creyentes cuando no sabemos cómo orar agobiado por las dificultades que pasamos
en el momento (Romanos 8:26-27) y nos consuela.
5.2. EL ESPÍRITU
SANTO NOS ENSEÑA VERDADES ESPIRITUALES, ILUMINANDO NOS LAS SAGRADAS ESCRITURAS
JUAN 14:26; 1 CORINTIOS 2:13:
Cuántas veces no entendemos el
significado de una cierta porción de la Biblia. Oramos a Dios, pidiendo que ÉL
nos aclare su significado. La volvemos a leer, estudiamos el contexto y
comparamos la porción con otros pasajes de la Biblia. De repente notamos algo
que nos facilita entender el pasaje. La respuesta estaba allí todo el tiempo,
pero fue necesaria la iluminación del Espíritu Santo para hallarla.
EL nos trae a la memoria verdades de la
Biblia que son aplicables a las situaciones que enfrentamos a diario, y nos
enseñó cómo vivir y luchar contra el diablo de acuerdo a la Palabra de Dios.
5.3. EL ESPÍRITU SANTO NOS GUÍA ROMANOS 8:14;
Hechos 13:2; 16:6-7; Gálatas 5:18:
A veces nos habla claramente como lo
hizo a Pedro, Felipe y otros miembros de la Iglesia Primitiva. Más
frecuentemente la dirección del Espíritu Santo nos llega a través de una voz
suave y tierna (1 Reyes 19:12). Nos dice algo así: “Comparte tu testimonio con la cajera”.
“Ve a
visitar al hermano Celedonio; él está desanimado”. “Debes pedirle perdón a tu
esposa por las palabras ásperas que le hablaste por la mañana”.
El Espíritu Santo también nos enseña
cómo orar y nos trae a la memoria personas, situaciones y necesidades
especiales por las cuales debemos orar.
Todos conocemos personas que no pudieron
(o no quisieron) distinguir entre sus propios deseos y la voluntad de Dios.
Muchos escándalos y problemas se le han culpado a Dios con decir: “El Espíritu
me dijo lo hiciera”.
Un
principio digno de toda nuestra confianza es: El Espíritu Santo nunca nos
dirige en contra de los principios de la Palabra de Dios. Si escuchamos una Voz
o un Orador Elocuente que nos Incita a Desobedecer la Biblia, tenlo por seguro
que no Viene del Espíritu Santo. Dios nos está probando para saber si le
Obedecemos a Él y si de verdad le amamos con todo nuestro corazón y alma
(Deuteronomio 13:1-3).
5.4. EL ESPÍRITU SANTO FORTALECE AL CREYENTE CON
PODER HECHOS 1:8: 1 Corintios 2:4:
Muchas veces cuando hablo con algún inconverso
y le invito a conocer cuán bello es la vida cristiana, me responde: “Nunca podría
vencer mis vicios. No puede vivir la vida cristiana”.
Yo
les digo: “Tiene toda la razón. Usted no puede por
sí mismo. Pero cuando el Espíritu Santo entra en su vida, él le da poder para
vivir como le agrada a Dios”.
Este poder del Espíritu Santo nos
capacita para testificar a los incrédulos (Lucas 12:12; Hechos 1:8; 4:31). Su
Poder hace posible la vida victoriosa sobre el pecado. También hace que podamos
servirle al Señor en la Iglesia con eficacia (Efesios 4:11, 12: 1 Corintios
2:4; 12:11).
5.5. EL ESPÍRITU SANTO PRODUCE EN NOSOTROS SU FRUTO GÁLATAS 5:2-23:
Dice:
“Más el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre, templanza; contra tales cosas
no hay ley”.
El fruto del Espíritu son aquellas virtudes auténticas que sólo Él puede
producir en nuestras vidas.
5.6. EL ESPÍRITU SANTO DA DONES ESPIRITUALES PARA
EL PROVECHO Y EL CRECIMIENTO DE LA IGLESIA 1 Corintios 12:11:
En los próximos estudios queremos hacer
una comparación y un contraste entre los dones del Espíritu y el fruto del
Espíritu
Por supuesto, la obra del Espíritu Santo
en nuestras vidas depende de nuestra entrega al Señor. El espera nuestra
obediencia. Hechos 5:32 claramente dice: “… el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le
obedecen”.
¡Cuán importante es la obra del Espíritu Santo hoy en día! ¿Dónde estaría
el pecador sin Él? ¿Qué esperanza tuviera? ¿Dónde estaría el creyente sin el
Espíritu Santo? ¿Cómo pudiera vivir, vencer y llegar al cielo? Agradezcamos a
Dios por su don inefable. Rindamos nuestras vidas a él para que lleve a cabo su
obra en nosotros libremente. ¡No hay nada más hermoso en la vida!
Cuando usted piensa en el Espíritu Santo, ¿en qué
piensa primero, en el fruto o en los dones? La mayoría de la gente hoy en día
les da más importancia a los dones. De veras los dones son importantes y vamos
a hablar acerca de ello. Pero es un gran error ignorar el fruto. Por eso, en el
siguiente tema enfocaremos el fruto del Espíritu Santo.
VI. ¿Qué Es El Fruto[6] Del Espíritu?:
El fruto del Espíritu es la diferencia
que el Espíritu Santo hace en el carácter del cristiano. Es el carácter santo
que resulta en la vida diaria por el control del Espíritu Santo. La frase “Fruto del
Espíritu” viene de Gálatas 5:22-23, donde Pablo dice: “Mas el fruto
del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre, templanza, contra tales cosas no hay ley”. También se
pudiera decir:
“Más el resultado de tener el Espíritu es…”.
Vamos
a ver más de cerca estas cualidades de carácter que estarán en la vida
de todo cristiano verdadero:
- AMOR:
Es
buscar el bien del otro sin esperar nada en recompensa. Es más que una emoción,
es una decisión.
Etimología: G26 ἀγάπη = agápe: de G25; amor,
i.e. afecto o benevolencia; específicamente (plural) festín de amor:- ágape, amado,
amor. (Strong).
- GOZO: Es una
perspectiva positiva y un sentido de bienestar que no depende de las
circunstancias a nuestro alrededor. Alegría, al contrario, es lo que se siente
cuando las cosas salen a nuestro favor.
Etimología: G5479
χαρά = jará: de G5463;
alegría, i.e. deleite calmo:- alegría, gozo, gozoso. (Strong).
- PAZ: Es una quietud,
un descanso y una calma en medio de circunstancias difíciles. Es lo opuesto al
afán.
Etimología: G1515 εἰρήνη = eirene: probablemente de un
verbo primario εἴρω = eiro (unir); paz (literalmente o figurativamente);
por implicación prosperidad:- paz. (Strong).
- PACIENCIA: Es la capacidad
de no enojarse. Es poder mantener control sobre las emociones aun cuando todo
parezca estar en mi contra.
Etimología: G3115 μακροθυμία = makrodsumía: de lo mismo
que G3116; longanimidad, i.e. (objetivamente) soporte, aguante o
(subjetivamente) paciencia:- paciencia, longanimidad, clemencia. (Strong).
- BENIGNIDAD: Es ser cariñoso
y amable siempre. La benignidad busca oportunidades de hacer obras de cariño a
los demás.
Etimología: G5544 χρηστότης = jrestótes: de G5543;
utilidad, i.e. excelencia moralmente (en carácter o presencia):- benignidad,
bondad, bueno. (Strong).
- BONDAD: Es tener un
buen corazón y estar deseoso de hacer lo bueno cuando haya oportunidad.
Etimología: G19 ἀγαθωσύνη = agadsosune: de G18;
bondad, i.e. virtud o beneficencia:- bondad. (Strong).
- FE: En el griego,
significa ser fiel o de confianza. Es
cumplir con las promesas que hemos hecho a Dios y a los hombres aunque nos
cueste.
Etimología: G4102 πίστις = pístis: de G3982;
persuasión, i.e. credibilidad; moralmente convicción (de verdad religión, o la
veracidad de Dios o de un maestro religioso), específicamente confianza en
Cristo para salvación; abstractamente constancia en tal profesión; por
extensión, el sistema de verdad religiosa (evangelio) en sí mismo:- fe, fidelidad,
fiel, gracia. (Strong).
- MANSEDUMBRE: Es ser
apacible, dócil y humilde. No viene de debilidad sino de confianza en Dios. Es
no ser provocado fácilmente. Es lo opuesto a ser egoísta o de exigir los
derechos.
Etimología: G4236 πρᾳότης = praótes: de G4235;
gentileza, por implicación humildad:- mansedumbre. (Strong).
- TEMPLANZA: Es dominio
propio. Los apetitos y carnales no le dominan a uno cuando tiene templanza.
Etimología: G1466 ἐγκράτεια = enkráteia: de G1468;
dominio propio (específicamente continencia, templanza):- dominio (propio), templanza. (Strong).
Donde se ven obvias estas nueve [9]
características del fruto en la vida diaria, es evidencia indiscutible de la
presencia del Espíritu Santo
No
hay muchos frutos, sino diferentes aspectos del mismo fruto. Estas manifestaciones
no se pueden separar la una de la otra. Van juntas y están entretejidas. Por
ejemplo, si verdaderamente amo; el gozo y la paz también serán evidentes en mi
vida. Si tengo templanza, por supuesto tendré paciencia.
Jesús también usó la palabra “fruto” en
su discurso en Juan 15:1-6 cuando él dijo:
“Yo soy la
vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Todo pámpano que en mí no lleve
fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve
más fruto… Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar
fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no
permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en
mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto, porque separados de mí nada podéis
hacer. El que en mí no permanece será echado fuera como pámpano, y se secará; y
los recogen, y los echan en el fuego, y arden”.
Aquí Jesús enseña que el fruto procede
de la vid (Jesucristo) por la savia (el Espíritu Santo). El fruto no es tanto
el resultado de grandes esfuerzos nuestros (de los pámpanos), sino que es el
resultado de mantener una relación estrecha con Jesucristo (la vid). Por
obedecer cuidadosa y constantemente la Biblia, la Palabra de Dios,
demostraremos que sin duda somos guiados por el Espíritu Santo.
El
fruto del Espíritu no se puede fingir. En Mateo 7:15-20 Jesús nos advierte del
peligro de los falsos profetas. El falso profeta aparenta ser una oveja
legítima del redil del Señor, pero realmente por dentro es un lobo rapaz cuya
meta y placer es despedazar a las ovejas. Si el falso profeta tiene la misma
apariencia externa que el hermano legítimo, ¿cómo podemos conocerlo? “Por sus
frutos los conocéis” (Mateo 7:16).
En Lucas 6:45 Jesús dijo: “de la abundancia del corazón habla la
boca”. Lo que está adentro sale en forma de la palabra y hechos. El
falso profeta no demostrará el fruto del Espíritu en su vida privada. En la
vida del cristiano la prueba de la espiritualidad se ve más por el fruto del
Espíritu que por los dones se pueden falsificar pero el fruto sólo el Espíritu
Santo lo puede producir. Así es que usted, mi hermano, debe enfocar en
permanecer en la vid y rendir su vida a Cristo para que este fruto milagroso
brote de su vida. A usted también lo conocerán por su fruto.
VII. ¿Qué Son Los Dones Del Espíritu?:
Los dones del Espíritu son habilidades
dadas por el Espíritu Santo a los cristianos. El los da para glorificar a Dios
y para edificar a la iglesia.
Analicemos brevemente la enseñanza del
apóstol Pablo en 1 Corintios 12 referente al uso y al propósito de los dones
espirituales:
- PRIMERO: Los dones[7] espirituales
son importantes. Pablo no quiere que seamos ignorantes de ellos (v.1).
- SEGUNDO: Los dones
espirituales legítimos glorifican a Jesús y le reconocen como Señor (vv.2-3).
Anteriormente observamos que no se puede fingir el FRUTO del Espíritu. Pero los
dones sí pueden ser fingidos. Nosotros tenemos la tendencia a creer que
cualquier manifestación sobrenatural viene de Dios. Pero ¡no es cierto! 1 Juan 4:1 dice: “Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos
falsos profetas han salido por el mundo”. Hay espíritus malos y hay
un Espíritu Santo. Las manifestaciones a veces pueden ser parecidos, porque
Satanás trata de imitar lo verdadero para engañar al pueblo de Dios (2
Tesalonicenses 2:9-10).
-
TERCERO: Hay muchos
diferentes dones espirituales, pero el mismo Dios, por medio del Espíritu
Santo, los coordina a todos (vv. 4, 6, 12, 14). No es correcto estar disconformes con los dones que hemos recibido. El Espíritu Santo decide cuáles
dones recibe cada uno (v.11).
Si Dios es quien decide cuáles dones
tiene cada uno, ¿cabe la idea común de pedir un cierto don destacado? Nuestro
enfoque debe ser en desarrollar los dones que el Espíritu nos dio y no en pedir
lo que nos parece del “catálogo” de los dones. Necesitamos los
diferentes dones para la iglesia funcione bien.
- CUARTO: Los dones
espirituales son para el provecho de toda la iglesia (v.7). Note: También 1 Corintios 14:5, 12, 19.
En la mente de Dios los dones más deseables son los que edifican a la Iglesia.
-
QUINTO: No debemos
creernos inferiores ni superiores por los dones que tengamos o no tengamos. Con
tales actitudes mostraríamos que no hemos entendido cómo el cuerpo de Cristo
(vv.15, 16, 21). Es una gran equivocación pensar que no valemos en la Iglesia
porque no tenemos un don visible.
El ejemplo del cuerpo humano aclara bien
esta verdad. ¿Será que el hígado es sin importancia porque nadie lo ve? ¡Pregúntele a
una persona que sufre problemas del hígado! No, cada miembro es
importante. Algo marcha mal si usamos los dones para exaltarnos a nosotros
mismos. Eso muestra que no hemos entendido de dónde vienen los dones. Realmente
no tenemos nada que ver con cuál don espiritual recibimos. Pablo en 1 Corintios
4:7, deja bien clara esta verdad.
Al preguntar: “Porque ¿quién te distingue? ¿O qué tienes que no hayas
recibido? Y si recibiste, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido?”.
- SEXTO: Los dones
espirituales que parecen ser más débiles (de menos importancia) realmente son
más necesarios (vv.22-24). Todos tenemos por lo menos un don espiritual. Si no
fuera así, Pedro no nos habría instruido: “Cada uno según el don que ha recibido, ministrelo a los otros…” (1 Pedro 4:10).
-
SEPTIMO: No hay un don
específico que todos tendrán. “A unos puso Dios en la Iglesia, primeramente apóstoles,
luego profetas, lo tercero maestro, luego los que hacen milagros, después lo
que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen tiene don de
lenguas. ¿Son todos apóstoles? ¿Son todos profetas? ¿Todos maestros? ¿hacen
todos milagros? ¿tienen todos dones de sanidad? ¿hablan todos lenguas?
¿interpretan todos?” (vv.28-30). Esta verdad fue tan clara y tan
sencilla que Pablo ni se preocupó por contestar las preguntas. En su mente la
respuesta negativa era obvia.
-
OCTAVO: La única manera
correcta de emplear el don espiritual es usarlo en amor (12:31; 13:1-3).
- NOVENO: Un propósito
sobresaliente para los dones espirituales es que no haya desavenencia (o
divisiones) en el cuerpo (vv.25-26). Es sumamente hermoso ser parte de la
hermandad cristiana si reconocemos que yo necesito de mis hermanos y que ellos
necesitan de mí.
Véase Parte III:
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