lunes, 22 de agosto de 2016

Parte I: La Tentación: (1 Corintios 10:13; Santiago 1:2-4; 1 Pedro 1:6, 7)



Parte I:
La Tentación:
(1 Corintios 10:13; Santiago 1:2-4; 1 Pedro 1:6, 7)

Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

“No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar”.
(1 Corintios 10:13)

Introducción:
En el León, la Bruja, y el Ropero, Edmund fácilmente fue conquistado por la malvada bruja blanca, llevándolo al lado de las tinieblas. El método que ella utilizó fue sencillo: apeló al amor de él por la comida sustanciosa y dulce, así como también por su sed de posición y venganza. La delicia turca que le ofreció fue deliciosa, y lo dejó ansiando aún más. Tan grande  fue su atractivo que llevó a Edmund a traicionar a su hermano y hermanas.
Los apetitos por el mundo y la carne son herramientas poderosas y adictivas del diablo. Él apela a nuestro amor por lo que satisface nuestros deseos egoístas y pecaminosos y lo utiliza para tentarnos, controlarnos, desalentarnos, derrotarnos, y destruirnos. Ansiamos poder, dinero, comida, alcohol, ropa o sexo, aun cuando estamos en peligro de sacrificar a nuestros amigos, nuestros seres amados, e incluso nuestra relación con nuestro Salvador con tal de satisfacer nuestros deseos.
En la portada hemos dibujado un circulo, y una persona dentro del círculo, todos nos movemos dentro de él, pero si nos salimos un ratito [del circulo] hemos caído en el pecado, el Señor Jesús se movió dentro del círculo, pero nunca salió de él, porque la Biblia dice que Él nunca peco. Ejemplo: Todos nos movemos dentro del círculo, que llamamos círculo de la tentación, pero no cedemos a la tentación [pecado] Figura 1. Si nos salimos del circulo cedemos a la tentación, que sería pecar, o hemos cedido a la tentación cuando nos salimos del circulo Figura 2. Ahora así es dar pie al pecado, en lo cual veremos ahora este tema.



1.      Recordando Como Nos Movemos Dentro Del Circulo De La  Tentación[1]:
           El Señor les recordaba repetidamente a Sus discípulos que la tentación era un peligro muy real y muy grande. No veía la tentación como una pequeña interrupción o, como la vemos a veces, como algo placentero. La vio como una amenaza a nuestro bienestar espiritual.


Hizo la advertencia en Lucas 8:13 del tremendo peligro que radica en la tentación y exhortó a Sus discípulos a permanecer constantemente alertas a las cosas que los tentaban.
Debido al gran peligro que representaba, Jesús veía la tentación como un motivo para orar disciplinadamente. Su posición era que el primer paso para encarar y vencer la tentación es anticiparse a ella por medio de la oración constante. Al orar pidiendo ser librados de la tentación, estamos reconociendo que solos, somos impotentes para resistir, pero que Dios puede y está dispuesto a librarnos (Mt. 6:13; 26:41; 2 P. 2:9).
No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar. (1 Cor. 10:13).

El texto griego literalmente dice aquí que todas nuestras tentaciones son "del tipo humano". Cualquier tentación que tenemos es una tentación de tipo humano. Hay tentaciones que escapan al tipo humano, pero no las tenemos que encarar. El Señor Jesucristo no sólo encaró cada tentación de tipo humano, sino que también enfrentó el tipo sobrehumano (Heb. 4:15; Mt. 4:1-11).
Por más difíciles que parezcan nuestras tentaciones particulares, no son más difíciles que las de los demás. Todos tenemos la tendencia de pensar que nadie ha sido tentado tanto como nosotros o que nadie ha pecado tan terriblemente como nosotros. Pero no es así. Todas nuestras tentaciones son tentaciones humanas típicas.

No importa lo difíciles que sean nuestras tentaciones, Dios es fiel. Este Dios fiel, que es perfecto, diseñó un plan perfecto para una humanidad imperfecta. En la eternidad vio de antemano cada problema que existiría y diseñó las soluciones antes de que aparecieran. Y puso un límite a cada tentación que habríamos de enfrentar.

En este momento entra en juego la soberanía de Dios. Mientras estamos sobre esta tierra, somos tentados desde muchas direcciones:
-      por el mundo, [2]
-      la carne,[3] y
-      el diablo [4].
Pero Dios, que es soberano, todavía controla la historia humana. Tiene la capacidad de mantener nuestra tentación dentro de los límites que estableció en la eternidad. Y ese límite es explicado aquí: nunca dejará que seamos tentados más de lo que podemos resistir.
Nuestras tentaciones se limitarán a lo que podemos manejar. Al ir creciendo y haciéndonos más fuertes, nuestras tentaciones serán más fuertes y más intensas. Pero nunca estarán fuera de nuestro nivel de crecimiento y de nuestra habilidad de discernir.

Tres Orígenes De La Tentación:
Origen: El mundo. [2]
Táctica: No nos adaptemos a él (Rom. 12:2).
CONQUISTEMOS su pensamiento (Rom. 12:21: 1 Jn. 3:4).
Origen: La carne. [3]
Táctica: Considerémonos muertos a ella (Rom. 6:11; Col. 3:5) HUYAMOS de su llamado (Stg. 1:14, 15).
Origen: El diablo. [4]
Táctica: No le demos lugar para obrar (Ef. 4:27).
RESISTAMOSLO (Stg. 4:7; 1 P. 5:6-9).

"Podéis" es dunamai, la palabra griega que significa poder inherente. Cada creyente tiene el poder inherente que necesita para vencer las tentaciones que enfrenta. "Tentaciones" es peirasmos, una palabra que indica incitación al mal, algo que nunca puede proceder dé Dios. Pondrá El nuestra fe a prueba, pero nunca nos incitará al mal.

En nuestras tentaciones, proveerá una manera de escapar, nunca huyendo, sino siempre por medio del problema. Provee el camino de escape a fin de que podamos resistir, de hupophero, que significa "aguantar estando debajo, aguantar con paciencia". Resistir es la clave en la tentación y la prueba.

“Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna”. (Stg. 1:2-4).

2.      ¿Porqué Permite Dios Tentación Alguna?

Santiago Nos Lo Aclara.
Las palabras que dominan estos tres versículos son "tened por". En griego, hegéomai tiene varios significados, incluyendo: "Considerar; guiar, ir delante". Originalmente era un término matemático, significa sumar los factores, pesar y comparar la información que se tiene a mano.
Santiago dice que cuando nos encontremos en situaciones en que somos probados necesitamos considerar todos los factores acerca de esa prueba y luego dejar que el gozo nos guíe en medio de esa tentación. Los factores que necesitamos considerar son: que Dios es fiel en limitar la prueba a la medida de nuestras habilidades espirituales y físicas; que aunque no todas las cosas son buenas, Dios combina todo para bien de los que le aman; que la tentación es una prueba de nuestra fe permitida con miras a un premio; que en tiempos de adversidad y oposición tenemos la oportunidad de avanzar más rápidamente en la fe. Si en medio de la prueba nos detenemos y sumamos todos los factores que conocemos acerca de quién es Dios y por qué esto nos está sucediendo, el gozo nos guiará hasta salir adelante.

Jesús tuvo que sumar los factores al enfrentar la cruz. Hebreos 12:1-3 dice que consideró el propósito de la cruz y los resultados de la cruz, y que, cuando lo hizo, pudo resistir la humillación y el sufrimiento y aun el juicio del Padre debido al gozo que vio delante.
Tenemos la oportunidad de sumar los factores en diversas pruebas. "Diversas" es poikilos, una palabra que significa multicolor. Satanás ofrece sus tentaciones en los colores que nos gustan. Nos estudia y analiza y pone delante de nosotros sólo las cosas que son hermosas a nuestra propia área de debilidad de nuestra naturaleza pecaminosa.
Cuando enfrentamos estas diferentes tentaciones en sus hermosas tonalidades, tenemos que recordar una cosa: hay una razón para todo esto. Dios está limitando esta tentación, y sí tiene un propósito divino. El secreto para dejar que el gozo muestre el camino es saber lo que está sucediendo. "Sabiendo" es la forma perfecta de oida, y significa que tenemos la información completa sobre la cual actuar. Oida se usa para denotar un saber maduro, completo. Sabemos que la prueba de nuestra fe produce paciencia.
"Produce" es katergázomai. Ergázomai significa "obrar", kata significa "de acuerdo con una norma y estándar". La prueba de nuestra fe está obrando paciencia en nosotros de acuerdo con una norma y estándar. La palabra traducida "paciencia" aquí es hupomeno, "soportar, perseverar".
Incluye la idea de negarse a huir o retroceder, de soportar valiente y calmadamente. Hupomeno es persistencia, tenacidad, la habilidad de aguantar, de subsistir. Lo único que producirá esto en nosotros es que nuestra fe sea puesto a prueba.

La Técnica del Fe-Reposo:
Temamos, pues, no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado. Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los que (a oyeron Pero los que hemos creído entramos en el reposo (Heb. 4:1-3)

La generación del éxodo no pudo entrar a la tierra prometida por su incredulidad (Heb. 3:19). Canaán era una tierra que fluía leche y miel donde los hijos de Israel debían enfrentar y conquistar muchos enemigos. Dios había dado pruebas de Su poder al pueblo en la pascua y en el éxodo; les había pedido que no hicieran más que estar quietos y ver Su salvación.
Su intención era que aprendieran estas lecciones y conquistaran Canaán descansando en su poder; con excepción de Josué y Caleb, todos fallaron porque no creyeron las palabras que les dio. No descansaron por fe en la promesa; no tenían "fe reposo".
Hebreos 4:3-8 nos dice que todavía tenemos a nuestra disposición esta vida de reposo. La tierra prometida en las Escrituras no representa al cielo sino la madurez espiritual. El reposo en el cual Dios quiere que su pueblo entre es el reposo de máxima producción y bendición. No podemos entrar en ese reposo hasta aprender a tener fe en las promesas de Dios. Pero ya que la fe es algo que se aprende, necesitamos una técnica para aprenderla. La técnica de reposar en la fe es sencillamente el proceso de reclamar las promesas bíblicas. Al hacerlo día tras día, es como si levantáramos pesas de hierro espiritual y nuestra fe se va haciendo más fuerte.
Así que, por ejemplo, cada mañana podemos empezar el día diciendo algo así: "Dios ha prometido suplir mis necesidades” (Filp. 4:19) y sé que puede hacerlo (2 Cor. 9:8). Después de todo, si dio a Su propio Hijo por mí, no me negará otras cosas (Rom. 8:32). Por lo tanto, no debo estar ansioso sino que debo permitir que Su paz controle mí pensamiento (Filp. 4:6,7) y debo dejarle a ES mis preocupaciones (1 P. 5:7), al esperar en el Señor (Is. 40:31), porque Él es fiel (1 Cor. 1:9), y sé que si busco primeramente el reino de Dios y Su justicia, todas las demás cosas serán añadidas (Mt. 6:33)".
Promesas para la comunión y espiritualidad: Jn. 15:7, 8; Ef., 2:10; Filp.1:6; Col. 2:10; 2 Tim. 2:15, 2:21, 22, 3:16; Heb. 10:23-25.
Promesas para las pruebas: Ex. 14:13,14; 1 Sam. 17:47; Sal. 4:8, 56:3; Isa. 41:10; Rom. 8:28, 31; 1 Cor. 10:13; Stg. 1:2, 3, 12; 1 P. 1:7; 5:7.
Promesas para tas necesidades: Mt. 6:33; Rom. 8:32; 1 Cor. 1:9; 2 Cor. 9:8; Filp. 4:6, 7,19; 1 Tim. 6:6-8.
Promesas para el desaliento: Is. 40:31; Filp. 1:6, 3:13, 14, 4:6, 7,13; 2 Tim. 1:7; Heb. 4:15,16, 13:5,
Promesas de oración: Mt. 21:22; Jn. 15:7; 1 Ts. 5:18; Stg. 1:5, 6; 1 Jn. 3:22, 5:14, 15.
Promesas sobre los inconversos: Rom. 1:16, 17; 1 Tim. 2:3, 4; 1 P. 3:1, 2; 2 P. 3:9; 1 Jn. 2:2,
Promesas para el futuro: Juan 10:28, 29,14:1-3; Ef. 3:20, 21; Filp. 3:20, 21; 1 Ts. 5:9, 10; 1 P. 1:3-5; 1 Jn. 3:1, 2; Ap. 20:6, 21:3, 4.

Cuando Santiago menciona en la primera parte del pasaje las "diversas pruebas" la palabra que usa para "pruebas" viene de peirasmos, que casi siempre es traducida como "tentación" (como en 1 Corintios 10:13). La palabra que usa para expresar "prueba", dokimazo, significa "poner a prueba con el fin de lograr aprobación". Ambas palabras se refieren a la misma situación. Cuando estamos en una situación tentadora, la tentación nos llega del origen de nuestra vieja naturaleza de pecado, apoyada por Satanás y el sistema cósmico. En cambio, la prueba nos llega del Señor. Uno siempre tendrá la tentación de pecar, pero la prueba es para el fin de ejercitar la fe.

Ya que la prueba de nuestra fe es lo que produce paciencia, Dios permite que seamos tentados. Por eso debemos de dejar que "tenga la paciencia su obra completa". La obra "completa" viene de télelos, que significa "terminada, con máxima madurez, adulta". Santiago no se refiere a una perfección sin pecado, sino a una madurez espiritual.

El Proceso Es El Siguiente:

- Una vez que somos creyentes empezamos a avanzar en el camino de vida cristiana, funcionando en el ámbito de la fe. [5]

Véase Parte II:

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