lunes, 15 de agosto de 2016

PAZ, FE, ESPERANZA, Y AMOR: (Mateo 10:34; 1 Corintios 13:13)

PAZ, FE, ESPERANZA, Y AMOR:
  (Mateo 10:34; 1 Corintios 13:13)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

“No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor”.
 (Mateo 10:34; 1 Corintios 13:13)

Introducción:

Paz. Tranquilidad y sosiego, lo opuesto de turbación. Puede referirse a relaciones entre hombres (Mt. 10:34), entre naciones (Lc. 14:32), o entre Dios y el hombre (Rom. 5:1). También se usa como sinónimo de amistad (Hch. 15:33), liberación de molestias (Lc. 11:21), orden nacional (Hch. 24:2) u orden eclesiástico (1 Cor. 14:33).

El amor es preferible a los dones en que se enorgullecían los corintios. Por su permanencia. Es una gracia que dura como la eternidad. El estado presente es un estado infantil, el futuro es el de adulto. Tal es la diferencia entre la tierra y el cielo. ¡Qué puntos de vista estrechos, qué nociones confusas de las cosas tienen los niños, cuando se los compara con los adultos! Así pensaremos de nuestros dones más valorados en este mundo, cuando lleguemos al cielo.

Fe. En el AT., el verbo creer ocurre sólo 30 veces pero esta infrecuencia comparativa no es un acto reflejo de la importancia del lugar que ocupaba la fe en el esquema del AT. El NT., toma todos sus ejemplos de la fe de la vida de creyentes del AT., (por ejem., Rom.4:18 ss.; Hebreos 11; Stg.2:14 ss.) y Pablo apoya su doctrina de la fe en la palabra de Hab.2:4.

Esperanza. Uno de los dones del Espíritu que, juntamente con la fe y el amor, es una característica esencial que permanece en el creyente cuando las profecías, las lenguas y el conocimiento se acaben (1 Cor.13:8; 13:13). La esperanza del NT., tiene raíces profundas en el AT. Esperanza traduce varias palabras heb. Que pueden significar: confianza, fe, seguridad, etc., y se traduce así en algunas versiones modernas.

Todas las cosas son oscuras y confusas ahora, comparadas con lo que serán después. Ellas sólo se pueden ver como por el reflejo de un espejo, o como descripción de una adivinanza; pero en el más allá nuestro conocimiento será libre de toda oscuridad y error.
Es la luz del cielo únicamente la que eliminará todas las nubes y tinieblas que nos ocultan la faz de Dios.

I.       La Paz Tiene Mucho Que Ver Con La Justicia:

(heb., shalom, paz; gr., eirene, concordia). Plenitud, entereza, firmeza, buenas relaciones entre vecinos (Salmo 28:3), bienestar y seguridad (Eclesiastés 3:8), o la recompensa de una mente que permanece en Dios (Isaías 26:3). Está relacionada con el trato honesto y la verdadera justicia (Zacarías 8:16) y es una característica sobresaliente del Mesías que viene (Is.9:6).
Los líderes mundiales siguen diciendo que el acuerdo mundial traerá "paz y seguridad". Ellos lo repiten una y otra vez, pero este nombre “Paz[1], no tiene mucho sentido por aquellos que quieren apoderarse del poder y el mundo, ni: “Paz” “Seguridad” y “Justicia”.

Paz por la sangre del Cordero.
Qué momento más importante y lleno de alegría tuvo que ser para los discípulos, cuando su Maestro, sentado en un pollino se dirige a Jerusalén y el pueblo aclamándole:
“¡Bendito el rey que viene en el Nombre del Señor!”(Lucas 19:38). Este momento lo habían esperado y deseado con frecuencia. Pero una y otra vez se les había escapado de las manos. Su Maestro, pues, no les hablaba de una corona sino de una cruz. A lo cual siempre se habían resistido. No, para eso amaban al Señor. Tratarán de que eso no le sucediera. En aquel momento los discípulos tenían en poca consideración las palabras de los profetas del Antiguo Testamento: “Como Cordero fue llevado al matadero” (Isaías 53:7). Ellos tenían, como el resto del pueblo, unos pensamientos terrenales acerca del Mesías.
Pero ahora parece que la coronación de su Maestro como Rey y Mesías va a ser realidad, por eso su corazón salta de alegría. La fiesta de la pascua está cerca.
De todos los rincones del país llegan judíos a Jerusalén y también Cristo y Sus discípulos.
Pero cuando están cerca de la ciudad, el Señor manda a dos de sus discípulos que vayan a buscar un pollino y cuando regresan con el animal, Jesús se sienta encima.

Ya que así viene un príncipe a su residencia.
El pueblo piensa que con esta manera de actuar Él se proclama Rey. Y qué clase de Rey es Él. Un poderoso Soberano que había levantado de entre los muertos a un hombre llamado Lázaro, que había estado cuatro días en un sepulcro. Ellos deseaban un Rey y Mesías así. Ahora se va mostrar a Israel como el Mesías. Ahora comienza ese momento tan esperado, también por Sus discípulos. Ahora llega el tiempo de que el pueblo va a homenajear a su Rey y Mesías.
Así partió la comitiva gozosa y cantando, extendiendo sus vestidos sobre el camino, bajando el monte de los Olivos hacia Jerusalén. Allí está la ciudad, reluciente bajo el sol, y sobre las casas brilla el templo.

1.1.   Jesús Lloró:
Pero no te detengas mucho en esa multitud contenta y festejando, sino mira por un momento al Señor Jesús. ¡Él llora! Es fácil verle y oírle. Ya había llorado junto al sepulcro de Lázaro. Y los judíos habían dicho: “Mirad cómo le amaba” (Juan 11:36). Allí Él lloró porque veía mejor que nadie el estrago del pecado. En medio de una multitud con júbilo y cánticos el Señor solloza.
¿Por qué esa tristeza que llena todo su cuerpo y alma? Eso no lo leemos en otros sucesos. Cuando sus enemigos le ultrajan, se mofan y le azotaban, no sucedió esto. Entonces no abrió Su boca. Callado soportó el enorme sufrimiento. Cuando las mujeres en el camino del Gólgota lamentaban y lloraban por Él, no aceptó sus lágrimas.
Pero aquí en medio de una multitud jubilosa Él prorrumpe en sollozos.
¿Por qué llora sobre la ciudad? Él se conmueve porque el pueblo le desea como Rey terrenal, pero no como verdadero Mesías y Salvador. En Jerusalén late el corazón de la vida religiosa, pero Él sabe que esta ciudad luego le va a echar fuera. Él también sabe lo que va a suceder en el año 2021. Entonces tendrá lugar el juicio de Dios sobre el pueblo y la ciudad. Él llora como el gran Profeta cuya predicación no ha sido creída.
Él llora como el Príncipe de cuya sangre, justicia y sacrificio no tienen necesidad. Él llora como Rey porque Sus enemigos, el demonio, el pecado y el mundo son amigos.
He aquí un Cristo llorando en el camino hacia la cruz. He aquí la misericordia, la clemencia y la tolerancia de este Salvador, y pregúntale: ¿Llora Cristo también sobre mí?
v ¿No debe llorar cuando Él ve nuestro pueblo que se hunde en la idolatría y el paganismo?
v ¿No tiene que llorar cuando ve la iglesia en nuestra patria y cada comunidad en particular?
Qué tibieza, indiferencia, controversia, incluso discusiones sobre los temas más sensibles de la vida espiritual.

¿Pero no debe llorar Él sobre todo cuando ve tu vida?

1.2.    Y Cuando Llegó Cerca.
“Y cuando llegó cerca....” (Lucas 19:41).
¿Cuántas veces ya ha estado Él cerca de ti?
¿Cerca en la Palabra, en casa, en la escuela, en el trabajo? Cada día Él está cerca con Su
Mano protectora y sustentadora. Cerca cuando tú tienes que ser operado, cuando casi no evitas ese accidente. Mira la paciencia y el cuidado de Dios en tu vida. ¿Te ha llevado ya esa misericordia a la conversión?
Sí ya, no sólo había resplandor del sol, sino también tristeza, decepción, enfermedad, cruz. Quizás hayas perdido a un ser amado, tal vez hay tristeza en tu vida personal: una formación que tú has tenido que interrumpir; tu noviazgo que se rompió; preocupación y desilusión en tu matrimonio.
Y así podríamos continuar. Todo eso viene a causa del pecado. Desde que el pecado ha entrado en el mundo, hay tristeza y se experimenta la fractura. ¿Pero la cruz, la pena y el dolor te han llevado junto al Señor? Él te pide que pongas la pena y el dolor en Sus manos. ¿Lo has hecho? Cristo llorando te dice: “¡Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz!” (Lucas 19:42).
No, no se trata de un halago de los sentimientos, sino que es necesaria la conversión. Conversión es replegarse en ti mismo, apartarte del pecado y volverse a Dios. ¿Quién es igual a este Cristo? Aunque Él sabe lo que va a suceder cada día, que Él va a ser rechazado por la ciudad y clavado en la cruz, llora sobre la ciudad. No, Él no maldice a la muchedumbre, sino que llora y dice: “Oh, si conocieses”.

1.3.   Lo Que Es Para Tu Paz.
El Señor dice: “Lo que es para tu paz”. El Señor no utiliza aquí la palabra salvación o perdón de la culpa, sino “paz”. Esta palabra a los judíos les tenía que decir mucho.
Ya que Jerusalén es la ciudad de la paz = Shalom. Pero el templo, su religión no le daba la verdadera paz. Esa sólo se puede encontrar en y junto a Él. Él es el Príncipe de la paz, esa paz la va a conseguir por Sí Mismo entregándose hasta la muerte. Eso aconteció en el Gólgota. Esa paz también se te anuncia para ti.
Y lo que es para tu paz, no lo encuentras en el mundo ni en el servir al pecado, porque ellos sólo dejan tras sí vacío y discordia. Ni la encuentras con satanás, porque su paz es falsa y origina cada vez mayor intranquilidad. Tampoco la encuentras en una religión externa o en el hacer buenas obras y en el puntual cumplimiento de la ley. No, no da igual como el hombre vive para con Dios y su prójimo. Pero ahora hay un Cristo llorando que no quiere tu ruina sino tu salvación y te dice: “Ven a Mí”.

1.4.    Paz.
¿Qué es lo necesario para llegar a la verdadera paz? ¿Es esa tu pregunta? El camino de la verdadera paz pasa por reconocer tu pecado y tu culpa ante Dios, y buscar refugio con tu culpa y perdición en Aquel que el Padre ha enviado a este mundo. ¿Qué trae la verdadera paz al corazón? La fe en Cristo, el Salvador, trae paz, alegría y felicidad.
Que hace exclamar: “Tú eres el Hijo de Dios; Tú eres el Rey de Israel” (Juan 1:49). Entonces experimentas una paz que supera todo entendimiento. Paz, ¿qué es eso realmente? ¿Es ausencia de guerra? Sí, pero en sentido bíblico es mucho más. La palabra hebrea “Shalom” indica armonía. Así están las cosas en el lugar justo y en la proporción adecuada. La paz, pues, tiene mucho que ver con la justicia.
“Shalom”, paz, así era en el paraíso. Allí había la justicia, una relación correcta, una paz auténtica, armonía entre el Creador y Su criatura. Pero esa paz ha desaparecido.

Ahora La Paz y El Pecado Son Lo Contrario Uno Del Otro.
¿Conoces tú esta paz? Si no la conoces, entonces Jesús llora sobre ti. A pesar de ello ruega al Señor que lo puedas ver. Ver que has pecado contra un Dios justo, pero también tan bienhechor. No obstante busca recibir la paz en tu alma. ¿Puede ser? Tal vez te preguntes en silencio si eso aún es posible para ti. Deseo que esta pregunta esté dentro de ti.
Y eso es posible porque Cristo siguió el camino de la cruz. Allí se encargó de la paz el Príncipe de la Paz.
Y esa paz fue otorgada por este Salvador a los impíos y a los reprobados. ¡Entonces también puede ser para ti! El prodigio de la reconciliación está en que, lo que no puede jamás hacer el hombre para bien, se le puede regalar.
Ese mensaje lo escuchas tú hoy: “Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este día, lo que es para tu paz”. Este día es el día que el Señor te da hoy.
“Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones” (Hebreos 3:8).

II.     Fe, Esperanza, y Amor: 1 Corintios 13:1-13:

Veamos en este punto, tres virtudes que el apóstol Pablo destaca:
-  fe[2],
esperanza,[3] y
-  amor[4].
Aparte de la tan ansiada “Paz” que el hombre sin Dios, se afana encontrar fuera de ÉL.
Son necesarias en estos tiempos; pero en el tiempo por venir, la fe será reemplazada por la vista (2 Cor.5:7) y la esperanza se convertirá en experiencia (Rom.8:24). Sólo el amor es eterno, porque Dios es amor (1 Jn.4:8).

1 Corintios 13:1-13: Pablo explica la absoluta necesidad del amor (vv. 1-3); define la esencia del amor en 14 de sus características (vv. 4-7); y compara las eternas perfecciones del amor con las imperfecciones temporales de los dones (vv. 8-13)

1 Cor. 13:1: Amor: El factor fundamental, DONES ESPIRITUALES.
Como la base de todos los dones es el amor, ese espíritu de amor es el factor que nos califica para el ejercicio bíblico de los dones del Espíritu Santo. Así, aquellos en autoridad deben «probar los espíritus», para asegurarse de que quienes ejercen dones espirituales, realmente lo hagan motivados «por el amor».  (Efesios 4:11; 1 Corintios 14:27).

1 Cor. 13:1-3: Sin amor la mayor manifestación de dones y el más heroico de los sacrificios no significan nada. Las cosas buenas deben ser bien hechas, de la manera correcta. Aunque algunos ven en la referencia a las lenguas angélicas como una hipérbole poética, parece más bien referirse al lenguaje de estas criaturas sobrenaturales.

1 Cor.13:4-7: Nuestra sociedad confunde amor con sensualidad. A diferencia de la sensualidad, el tipo de amor de Dios es canalizado hacia otros, no hacia nosotros mismos, lo que es egoísmo. Esta clase de amor va en contra de nuestras inclinaciones naturales. Es posible practicar este amor sólo si Dios nos ayuda a poner a un lado nuestros deseos e instintos, al grado que podemos dar amor sin esperar nada en cambio. Cuanto más nos parezcamos a Cristo, más amor [no hablamos del amor eros (ágamos el amor, libre)], sino del amor de Dios agape, que  brindaremos a los demás:

Veamos algo hermoso de la Escritura Bíblica, lo antónimo, del amor [agape] de Dios:

1 Cor.13:4-7:
- El amor es sufrido, al ser paciente con las imperfecciones de la gente.
- El amor es benigno, activo en hacer el bien.
- El amor no tiene envidia; en razón de que no es posesivo y competitivo, sino que desea lo mejor para los demás. Por lo tanto, no es jactancioso.
- El amor posee la cualidad de ocultarse, no hace ostentación de sí mismo.
- El amor no es indecoroso, no trata a otros con arrogancia; no se comporta con rudeza, sino son cortesía y buenas maneras.
- El amor no busca lo suyo, al no insistir en sus derechos o demandar precedencia alguna; al contrario es generoso.
- El amor no se irrita; no es susceptible, no es grosero ni hostil, sino que en los momentos difíciles mantiene la compostura.
- El amor no guarda rencor; no lleva la cuenta de los males que ha sufrido, sino que borra el resentimiento.
- El amor no se goza de la injusticia, no se alegra del infortunio ajeno, ni difunde rumores maliciosos, sino se goza de la verdad, al propagar activamente el bien.
- El amor todo lo sufre, al defender y sostener a otros.
- El amor cree lo mejor de los demás, les acredita buenas intenciones y no es suspicaz.
- El amor todo lo espera, no se desanima con la gente, sino cree en su futuro.
- El amor todo lo soporta, al perseverar y permanecer leal hasta el final.

1 Cor.13:8-13: En comparación con el amor los dones son algo limitado, no completo (v. 9); son temporales, no eternos (vv. 10, 11); comunican un conocimiento imperfecto en lugar de perfecto (v. 12). Cualquier cosa de esta era, comparada con la perfección de la nueva creación es algo insignificante, incluidos los dones. Pero el lugar de sugerir el menosprecio de los dones durante esta era, o en cualquier otro momento de la historia de la iglesia, este pasaje busca todo lo contrario.

1 Cor.13:10: Cuando venga lo perfecto: Alude a la consumación de los propósitos de Dios después de la venida del Señor Jesucristo  (Rom.18:18-19). No existe ninguna otra razón, salvo la presunción humana, para atribuirle esta referencia a la conclusión del canon de las Escrituras.
Aunque la palabra inspirada de Dios se completó a fines del primer siglo d.C., ello no significó el fin de la continua actividad de los poderes que en ella aparecen descritos. Por el contrario, esa Palabra nos instruye para que le demos la bienvenida a los dones y al ministerio del Espíritu Santo en nuestras vidas y a enriquecer nuestras capacidades para ministrar a un mundo necesitado, a través de la Palabra predicada y la Palabra confirmada por el Espíritu.

1 Cor.13:12: Los antiguos espejos manufacturados en Corinto estaban hechos de metal y daban una imagen distorsionada, algo que ilustra la imperfección de nuestros conocimientos en este tiempo. Pero el conocimiento será completo e instantáneo en el futuro estado de gloria.

1 Cor.13:13: En la sociedad moralmente corrupta de Corinto, el amor vino a ser un término confuso con un significado sin importancia.
Hoy la gente vive confundida todavía no hay “paz” total en el mundo moderno llamado así por dondequiera hay violencia, guerras, inseguridad en las calles etc…, con lo que es el amor.
El amor es la más grande de las cualidades humanas y es un atributo de Dios (1 Juan 4:8). Involucra servicio sin egoísmo, da evidencias de que usted aprecia.
La fe es el fundamento y el contenido del mensaje de Dios, la esperanza es la actitud y el enfoque, amor es la acción.
Cuando la fe y la esperanza están en línea, usted posee la libertad de amar realmente porque llega a comprender cómo ama Dios.

Concluyó:


El ser humano no tendrá paz, la paz solo será en Reino Milenial de Cristo y Final del Reino de Dios. Para resumir, la paz no duradera, la excelencia del amor es preferible no sólo a los dones, sino a las otras gracias, la fe y la esperanza.
La fe se fija en la revelación divina, y ahí se asienta, confiando en el Redentor Divino.
La esperanza se aferra a la dicha futura, y la espera, pero, en el cielo, la fe será absorbida por la realidad, y la esperanza por la dicha. No hay lugar para creer y tener esperanza cuando vemos y disfrutamos.
Pero allá, la paz será en la presencia de Dios, el amor será perfeccionado. Allá amaremos perfectamente a Dios. Allá nos amaremos perfectamente unos a otros. ¡Bendito estado! ¡Cuánto supera a lo mejor de aquí abajo! Dios es amor, 1 Juan 4: 8, 16. Donde Dios se ve como es, y cara a cara, ahí está el amor en su mayor altura; solamente ahí será perfeccionado.

Cuando la fe y la esperanza están en línea, usted posee la libertad y paz, de amar realmente porque llega a comprender cómo ama Dios.   
___________
[1] Paz: (heb., Shalom = paz; gr., eirene = concordia). Plenitud, entereza, firmeza, buenas relaciones entre vecinos (Salm.28:3), bienestar y seguridad (Eclesiastés 3:8), o la recompensa de una mente que permanece en Dios (Isaías 26:3). Está relacionada con el trato honesto y la verdadera justicia (Zc.8:16) y es una característica sobresaliente del Mesías que viene (Is.9:6).
La paz es el resultado del perdón de Dios (Filp.4:7) y es la relación ideal con el hermano (2 Cor.13:11; comparar Mt.5:23-24). La paz, que es señal de serenidad (Jn.14:27), y que se debe buscar (Heb.12:14), resume el mensaje del evangelio (Hech.10:36). Es una faceta del fruto del Espíritu (Gál.5:22), que beneficia a quienes lo practican, tanto ahora (Stg.3:18) como en la segunda venida (Rom.2:10), y es lo opuesto del desorden y la confusión (1 Cor.14:33). La paz es la presencia de Dios, no la ausencia de conflictos.
Cristo trajo la paz, predicó la paz y es nuestra paz (Ef.2:14 ss.).
[2] G4102 πίστις = pístis: de G3982; persuasión, i.e. credibilidad; moralmente convicción (de verdad religión, o la veracidad de Dios o de un maestro religioso), específicamente confianza en Cristo para salvación; abstractamente constancia en tal profesión; por extensión, el sistema de verdad religiosa (evangelio) en sí mismo:- fe, fidelidad, fiel, gracia.
[3] G1680 ἐλπίς = elpis: del primario ἔλπω = élpo  (esperar con anhelo, por lo general con placer); expectación (abstractamente o concretamente) o confianza:- esperanza, esperar.
[4] G26 ἀγάπη = agápe: de G25; amor, i.e. afecto o benevolencia; específicamente (plural) festín de amor:- ágape, amado, amor. (Strong).
-    Humberto Hidalgo Jiménez. Dr. Psicólogo Mejor del Mundo. Dibujo de la portada. Tomada de Facebook. Mi paisano, y primo-hermano.   
-    B. van der Heiden. Fundación En la Calle Recta.
-    e-Sword-the. LEDD.
-    Biblia de Estudio RYRIE.
-    Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 15//08//2016.



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