viernes, 26 de agosto de 2016

Parte II: EL TRIBUNAL DE CRISTO: (2 Corintios 5:10)

Parte II:
EL TRIBUNAL DE CRISTO:
(2 Corintios 5:10)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez: 

“Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo”.
(2 Corintios 5:10)
Retengamos gozosamente toda la certidumbre de la Salvación, y toda la seguridad de una obra divina en nosotros, pero sepamos a la vez que nuestra responsabilidad es la de “llevar a cabo nuestra propia Salvación con temor y temblor” (Filp.2:12).

VI.    Las Normas Del Juicio:

Seremos juzgados según nuestra fidelidad en relación con la suma total de los factores de nuestra vida y desarrollo, tomándose en cuenta no sólo las obras hechas, sino también las posibilidades que se nos ofrecieron, no sólo lo que éramos, sino también lo que hubiéramos podido llegar a ser, no sólo lo efectuado, sino lo omitido; no sólo la obra, sino la calidad del obrero; no sólo lo que logramos sino lo que  nos esforzamos por lograr, no tanto en número, sino el peso de nuestra obras (1 Cor.4:1-5; Mt.25:21, 23; Stg.4:17; 1 Sam.2:3).
Las obras realizadas con sacrificio personal tendrán más subido valor que las otras; no se estimará nuestra disposición, sino sólo el amor abnegado; en cuanto a nuestras posesiones, sólo se conservarán aquellas que fueron dedicadas a su servicio.
¿Qué de nuestros pecados? Es evidente que Cristo no volverá a juzgar lo que nosotros mismos juzgamos aquí (1 Cor.11:31).

VII.   El Resultado:

Aun  frente a su propio pueblo el Señor es también juez justo (2 Tim.4:8) de modo que repartirá las variadas recompensas y las pérdidas según su norma de absoluta rectitud.
Algunos no habrán traído más que madera, heno y hojarasca a la gran obra, y todo será quemado; otros habrán edificado sólidamente con oro, plata y piedras preciosas, y su trabajo aguanta el fuego (1 Cor.3:12-15).

“Y si sobre este fundamento alguno edificare:
oro, plata, piedras preciosas,
madera, heno, hojarasca”. (1 Corintios  3:12)
 
Es muy cierto que la calidad del fundamento no puede ponerse en tela de duda, ya que es Cristo mismo. Lo que los hombres hagan después en la construcción sobre ese fundamento si está entredicho.
Pablo ya ha advertido que se debe tener cuidado respecto a cómo uno construye sobre el fundamento. “Si alguien edifica” también puede leerse “sea lo que uno edifique” (v. 12). La preposición generaliza y, por lo tanto, la traducción en RVA., está correcta.

Si usted se da cuenta, hay dos tipos de elementos sobre cual el cristiano edifica unos son sólidos [duros] y otros son débiles [maleables, frágiles], sobre cuál de estos dos elementos están edificados[3] nuestras vidas según el versículo 12:

Según el Apóstol, es posible que uno construya con materiales verdaderamente dignos:
- “oro,
- plata,
- piedras preciosas”.
Llama la atención el que los metales y las piedras tienden a ser cosas duraderas, no solamente cosas de valor. En cuanto al edificio (léase “iglesia”, el pueblo de Dios, en este contexto) el valor simbólico de los materiales aludidos consiste en su capacidad de duración.
Parece que Pablo pensaba en Apolos y su obra en Corinto al hablar del uso de estos materiales valiosos y duraderos, aunque simbólicos (¿qué edificio se construye con estos materiales?).

En cambio, también es evidente que se puede edificar con materiales pasajeros y de poco valor:
- “madera,
- Heno, u
- hojarasca”.
Tampoco se construían edificios grandes de estos materiales en los tiempos antiguos; son materiales simbólicos que presentan la idea de poca duración, y sobre todo, de vulnerabilidad ante el fuego.
Esta característica de los materiales susceptibles al fuego introduce una idea importante para el Apóstol: el “día del juicio”. Respecto a los usuarios de estos materiales defectuosos,
Pablo no menciona nombres en esta ocasión, pero es obvio que el Apóstol tenía presentes a los miembros partidistas de la iglesia. Lo que más quedaba patente era que con el tiempo la calidad de la edificación de cada uno se daría a conocer.

“Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca,… la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará… Si permaneciere la obra de alguno que sobreedifica, recibirá recompensa… Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego”.
(1 Corintios 3:12-15*)

NOTA: * 1 Corintios 3:10-15: Este pasaje se refiere al TRIBUNAL de Cristo (compara 2 Corintios 5:10). La obra de las que se hará examen aquí, nada tiene que ver con ganar o perder la Salvación. Las recompensas (o la pérdida de ella) pertenecen solamente a los cristianos.

Dos Tipos De Miembros:
Ø   Los  grandes en el reino de los cielos serán los siervos fieles:
Algunos serán hallados puros y sin represión y no les faltará el premio (Filp.1:10, 13:14 con 1 Cor.1:8),

Ø   Mientras que los creyentes que habían sembrado para la carne segará la corrupción de lo que aparentaba ser la obra de su vida (Mt.5:19; 25:21; Lc.19:17; Gál.6:6-8).
Otros serán pobres espiritualmente y los tales serán desaprobados y sufrirán pérdida (1 Cor.9:27; 3:15; 2 Tim.2:5).

Algunos tendrán confianza en el día del juicio, mientras que otros sentirán vergüenza (1 Jn.4:17; 2:28). Así cada uno recibirá lo que corresponda a su obra, sin acepción de personas (Heb.6:10; 1 Cor.4:5; 2 Tim.4:8; 1 P.1:17; 2 Cor.5:10; Col.3:24-25).
La Salvación depende de la fe, pero la recompensa corresponde a la fidelidad; en otras palabras, como hijos recibimos la vida del Señor, pero como siervos Él nos dará el premio: “He aquí yo vengo presto, y mi galardón conmigo” (Ap.22:12).

LA SALVACIÓN DEPENDE DE LA FE:

PERO LA RECOMPENSA A LA FIDELIDAD:

Al fin todos serán Salvos y todos serán focos de luz, bien que el resplandor se manifestará en distintos grados (1 Cor.15:40-42); habrá vasos grandes y pequeños en el estado eterno, pero todos serán llenos.

“Y hay cuerpos celestiales, y cuerpos terrenales; pero una es la gloria de los celestiales, y otra la de los terrenales… Una es la gloria del sol, otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas, pues una estrella es diferente de otra en gloria… Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, resucitará en incorrupción”.
(1 Corintios 15:40-42) 

NOTA. 1 Corintios 15: 35-50: Pablo trata aquí de dos errores comunes en cuanto a la naturaleza del cuerpo resucitado:
1) que es el mismo cuerpo que fue depositado en el sepulcro, reorganizado sin más; y
2) que el nuevo cuerpo no tiene ninguna relación con el anterior. Pablo explica aquí que es el cuerpo que Dios ha escogido (v.38), relacionado con el anterior (v.36), pero diferente (vv.39-41).
V.42: Resucitará en incorrupción[4]. I., es, sin posibilidad de deterioro.

Habrá graduaciones y etapas de gloria, pero todos serán felices ya que no hay que no hay más que un Señor por encima de los variados ministerios de los muchos siervos (Mt.25:14-30; 20:1-16).

Pero, Según Los Pasajes Siguientes, Habrá Coronas Especiales Para Los Fieles:

Ø El guerrero victorioso recibirá la Corona de Justicia (2 Tim.4:8).

Ø El atleta que corre bien recibirá la Corona Incorruptible (1 Cor.9:25-27).
Ø El que es fiel hasta la muerte recibirá la Corona de la Vida (Ap.2:10; Stg.1:12).
Ø El obrero desinteresado recibirá la Corona del Honor (1 Ts.2:19; Comp. 1 Ts.3:6; Filp.4:1).
Ø El anciano, ejemplo para el rebaño, recibirá la Corona de Gloria (1 P.5:3-4).


VIII. La Gloria.

El Tribunal de Cristo será el preludio de la consumación de la Iglesia, y luego, y luego se cumplirán las majestuosas palabras del Apocalipsis 19:6-9: “Y oí la voz de una grande compañía, y como ruido de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos que decía: Aleluya, porque ya reina el Señor nuestro Dios Todopoderoso. Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria, porque son venidas las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado… Bienaventurados los que son llamados a la Cena de las Bodas del Cordero”.
Pero simultáneamente con la consumación de la gloria de la Iglesia se inaugurará el “día de Jehová” cuando ÉL “visitará sobre el ejército sublime en lo alto, y sobre los reyes de la tierra que hay sobre la tierra” (Is.24:21). Entonces le parecerá bien al Omnipotente entregar el Gran Reino de Gloria y de Poder a su manada pequeña (Lc.12:32): “Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos, y les fue dado el hacer juicio” (Ap.20:4). “Después tomarán el reino los santos del Altísimo” (Dn.7:18, 22). Aquellos que habrán sido hallados dignos de ellos delante del Tribunal de Cristo serán designados como los jueces del mundo, formando entonces la aristocracia del reino eterno de los cielos.
Pero los santos forman conjuntamente un cuerpo, de modo que el individuo no será glorificado antes que la comunidad en su totalidad. La herencia única es de “los santos en luz”, y por eso cada santo tendrá su porción conjuntamente con los demás (Col.1:12).

El conjunto es superior a sus partes individuales, y conjuntamente los sacerdotes y reyes forman el reino (Ap.1:6; 5:10). Siendo que el individuo recibirá su lugar en relación con la totalidad de la obra, no puede ser perfeccionado como tal, sino sólo en conexión vital y personal con toda la comunidad consumada, Por esa razón aquellos que duermen han de esperar el perfeccionamiento de las generaciones futuras (Heb.11:40; Ap.6:10-11) y el acto de revestir el alma con el cuerpo de gloria no toma lugar en el momento de morir el creyente, sino en la resurrección, cuando los vivos serán también transformados (1 Cor.15:23; Ap.6:9; Heb.12:23; 2 Cor.5:2-4; 1 Ts.4:15). La meta es la gloria de la Iglesia como un organismo, y no meramente la del individuo; no se trata solamente de la bienaventuranza de la persona, sino de la manifestación del reino de Dios (Mt.6:10).
Ahora el gran estado universal y cósmico de Dios está bajo el gobierno de príncipes angelicales responsables de ciertas regiones (Dn.10:13, 20) y de igual manera y en tales esferas la compañía de los santos glorificados enseñoreará como reyes sobre astros y mundos, bajo Cristo su Cabeza: “¿No sabéis que los santos han de juzgar al mundo?... ¿No sabéis que hemos de juzgar a ángeles?” (1 Cor.6:2-3 con Ap.22:5; Heb.2:5). Por eso el Señor de la Iglesia promete: “Al que venciere, yo le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido y me he sentado con mi Padre en su trono” (Ap.3:21).
“Bienaventurados aquellos siervos a los cuales, cuando el Señor viniere, hallare velando. De cierto os digo que se ceñirá y hará que se sienten a la mesa y pasando les servirá” (Lc.12:37). J. A. Bengel consideraba que esta última promesa era la más sublime de cuantas se hallan en la Biblia.

Concluimos:

A usted, y sólo a usted le toca determinar ante cuál de estos Tribunales estarán. Si tiene dudas sobre el destino eterno que le corresponde, aún hay tiempo para reconocer su pecado y aceptar al Salvador provisto por Dios.
 Si ya sabe que es hijo de Dios, también está a tiempo para arreglar los asuntos de su vida y de servicio a Dios para que viva momentos de satisfacción y gozo, y no de vergüenza, cuando comparezca antes el TRIBUNAL DE CRISTO…
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Notas y Bibliografia:
[1] bema = (βῆμα G968) primariamente paso (relacionado con baino = ir), como en Hech.7:5, traducido «para asentar un pie», lit.: «lugar para pie». Se empleaba para denotar un lugar elevado, una tarima o plataforma, a la que se ascendía por unos peldaños, originalmente la que se encontraba en la colina Pnyx, donde estaba el lugar de asamblea; desde la plataforma se pronunciaban discursos. El término pasó a emplearse para designar a un tribuno, dos de los cuales eran provistos en los tribunales griegos: uno para la acusación y otro para la defensa. Se aplicaba al tribunal de un magistrado o gobernador romano (Mt.27:19; Jn.19:13; Hech.12:2l; 18:12, 16, 17; 25:6, 10, 17). En dos pasajes el término se emplea del tribunal ante el que todos los creyentes deberán responder. En Rom.14:10 recibe el nombre «el tribunal de Dios», según los mss. Más comúnmente aceptados, (RVR: «el tribunal de Cristo»). Este mismo tribunal es llamado «el tribunal de Cristo» (2 Cor.5:10), a quien el Padre ha dado todo juicio (Jn.5:22,27).
Ante este bema los creyentes han de quedar manifiestos, para que cada uno «reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o malo». Allí recibirán sus recompensas por su fidelidad al Señor. Todo lo que en sus vidas haya sido contrario a su voluntad les significará una pérdida (1 Cor.3:15).
Este tribunal debe ser distinguido del «trono de gloria» premilenial (Mt.25:31), y del «gran trono blanco» postmilenial (Ap.20:11), ante el que solo los «muertos» comparecerán. El tribunal de Cristo tendrá su sesión en su parusía, esto es, su presencia con sus santos después de su vuelta para recibirlos a sí mismo. (VINE).
[2] Trono: thronos = (θρόνος G2362) trono, asiento de autoridad. Se emplea del trono: (a) de Dios, p.ej., Heb.4:16  «el trono de la gracia», esto es, desde el que brota la gracia; 8:1; 12:2; Ap.1:4; 3:21b; 4:2, dos veces; 5:1. Es frecuente en Apocalipsis; en 20:12, en los textos más comúnmente aceptados: «del trono» (algunos tienen theos: «Dios», RV, RVR, RVR77; VM sigue la lectura «delante del trono»). (VINE).
 [3] epoikodomeo = (ἐποικοδομέω, G2026), significa construir sobre, sobreedificar, edificar encima (epi = sobre). Se usa en Hechos 20:32; 1 Corintios 3:10; 3:12; 3:14; Ef.2:20; Col.2:7; Judas 1:20: (VINE).
[4] aftharsia = (ἀφθαρσία, G861) incorrupción (a = privativo; y ftheiro = corromper, destruir). Se usa:
(a) del cuerpo de resurrección (1 Cor.15:42; 15:50; 15:53-54, traducido «incorrupción» en cada uno de estos versículos);
(b) de una condición asociada con gloria, honor y vida, incluyendo quizás un significado moral (Rom.2:7; 2 Tim.1:10; en estos dos pasajes se traduce erróneamente «inmortalidad» en rv, rvr, rvr77, vm; Besson traduce correctamente ambos pasajes: «incorruptibilidad»);
(c) del amor de Cristo, que es sincero y sin disminución (Ef.6:24: «inalterable»; Besson: «con incorruptibilidad»); en tr aparece también en Tito 2:7: «integridad», donde Besson traduce «incorruptibilidad». Véase INMORTALIDAD. (VINE).
-   e-Sword-the. LEDD.
-   Biblia de Estudio RYRIE.
-   Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 26//08//2016.





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