Parte II:
EL TRIBUNAL DE CRISTO:
(2 Corintios 5:10)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
“Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo”.
(2 Corintios 5:10)
Retengamos
gozosamente toda la certidumbre de la Salvación, y toda la seguridad de una
obra divina en nosotros, pero sepamos a la vez que nuestra responsabilidad es
la de “llevar
a cabo nuestra propia Salvación con temor y temblor” (Filp.2:12).
VI. Las Normas Del Juicio:
Seremos
juzgados según nuestra fidelidad en relación con la suma total de los factores
de nuestra vida y desarrollo, tomándose en cuenta no sólo las obras hechas,
sino también las posibilidades que se nos ofrecieron, no sólo lo que éramos,
sino también lo que hubiéramos podido llegar a ser, no sólo lo efectuado, sino
lo omitido; no sólo la obra, sino la calidad del obrero; no sólo lo que
logramos sino lo que nos esforzamos por
lograr, no tanto en número, sino el peso de nuestra obras (1 Cor.4:1-5;
Mt.25:21, 23; Stg.4:17; 1 Sam.2:3).
Las obras
realizadas con sacrificio personal tendrán más subido valor que las otras;
no se estimará nuestra disposición, sino sólo el amor abnegado; en cuanto a
nuestras posesiones, sólo se conservarán aquellas que fueron dedicadas a su
servicio.
¿Qué de
nuestros pecados? Es evidente que Cristo no volverá a juzgar lo que nosotros
mismos juzgamos aquí (1 Cor.11:31).
VII. El Resultado:
Aun frente a su propio pueblo el Señor es también
“juez justo”
(2 Tim.4:8) de modo que repartirá las variadas recompensas y las pérdidas según
su norma de absoluta rectitud.
Algunos no habrán
traído más que madera, heno y hojarasca a la gran obra, y todo será quemado;
otros habrán edificado sólidamente con oro, plata y piedras preciosas, y su
trabajo aguanta el fuego (1 Cor.3:12-15).
“Y
si sobre este fundamento alguno edificare:
oro,
plata, piedras preciosas,
madera,
heno, hojarasca”. (1 Corintios 3:12)
Es muy cierto
que la calidad del fundamento no puede ponerse en tela de duda, ya que es
Cristo mismo. Lo que los hombres hagan después en la construcción sobre ese
fundamento si está entredicho.
Pablo ya ha
advertido que se debe tener cuidado respecto a cómo uno construye sobre el
fundamento. “Si
alguien edifica” también puede leerse “sea lo que uno edifique” (v.
12). La preposición generaliza y, por lo tanto, la traducción en RVA., está
correcta.
Si usted se
da cuenta, hay dos tipos de elementos sobre cual el cristiano edifica unos son sólidos
[duros] y otros son débiles [maleables, frágiles], sobre cuál de estos dos
elementos están edificados[3] nuestras vidas según el versículo 12:
Según el Apóstol, es posible que uno construya con
materiales verdaderamente dignos:
- “oro,
- plata,
- piedras preciosas”.
Llama la
atención el que los metales y las piedras tienden a ser cosas duraderas, no
solamente cosas de valor. En cuanto al edificio (léase “iglesia”, el pueblo de Dios, en
este contexto) el valor simbólico de los materiales aludidos consiste en su
capacidad de duración.
Parece que
Pablo pensaba en Apolos y su obra en Corinto al hablar del uso de estos
materiales valiosos y duraderos, aunque simbólicos (¿qué edificio se construye
con estos materiales?).
En cambio, también es evidente que se puede
edificar con materiales pasajeros y de poco valor:
- “madera,
- Heno, u
- hojarasca”.
Tampoco se
construían edificios grandes de estos materiales en los tiempos antiguos; son
materiales simbólicos que presentan la idea de poca duración, y sobre todo, de
vulnerabilidad ante el fuego.
Esta
característica de los materiales susceptibles al fuego introduce una idea
importante para el Apóstol: el “día del juicio”. Respecto a los usuarios de
estos materiales defectuosos,
Pablo no
menciona nombres en esta ocasión, pero es obvio que el Apóstol tenía presentes
a los miembros partidistas de la iglesia. Lo que más quedaba patente era que
con el tiempo la calidad de la edificación de cada uno se daría a conocer.
“Y
si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas,
madera, heno, hojarasca,… la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día
la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea,
el fuego la probará… Si permaneciere la obra de alguno que sobreedifica,
recibirá recompensa… Si
la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo,
aunque así como por fuego”.
(1
Corintios 3:12-15*)
NOTA: * 1
Corintios 3:10-15: Este pasaje se refiere al TRIBUNAL de Cristo (compara 2
Corintios 5:10). La obra de las que se hará examen aquí, nada tiene que ver con
ganar o perder la Salvación. Las recompensas (o la pérdida de ella) pertenecen
solamente a los cristianos.
Dos Tipos De Miembros:
Ø Los grandes en el reino de los cielos serán los siervos
fieles:
Algunos
serán hallados puros y sin represión y no les faltará el premio (Filp.1:10,
13:14 con 1 Cor.1:8),
Ø Mientras
que los creyentes que habían sembrado para la carne segará la
corrupción de lo que aparentaba ser la obra de su vida (Mt.5:19; 25:21;
Lc.19:17; Gál.6:6-8).
Otros serán pobres espiritualmente y los tales
serán desaprobados y sufrirán pérdida (1 Cor.9:27; 3:15; 2 Tim.2:5).
Algunos
tendrán confianza en el día del juicio, mientras que otros sentirán vergüenza
(1 Jn.4:17; 2:28). Así cada uno recibirá lo que corresponda a su obra, sin
acepción de personas (Heb.6:10; 1 Cor.4:5; 2 Tim.4:8; 1 P.1:17; 2 Cor.5:10;
Col.3:24-25).
La Salvación depende de la fe, pero
la recompensa corresponde a la fidelidad; en otras palabras, como
hijos recibimos la vida del Señor, pero como siervos Él nos dará el premio: “He aquí yo
vengo presto, y mi galardón conmigo” (Ap.22:12).
LA SALVACIÓN DEPENDE DE LA FE:
PERO LA RECOMPENSA A LA FIDELIDAD:
Al fin todos
serán Salvos y todos serán focos de luz, bien que el resplandor se manifestará
en distintos grados (1 Cor.15:40-42); habrá vasos grandes y pequeños en el
estado eterno, pero todos serán llenos.
“Y hay cuerpos celestiales, y cuerpos
terrenales; pero una es la gloria de los celestiales, y otra la de los
terrenales… Una es la gloria del sol, otra la gloria de la luna, y otra la
gloria de las estrellas, pues una estrella es diferente de otra en gloria… Así
también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, resucitará
en incorrupción”.
(1 Corintios 15:40-42)
NOTA. 1 Corintios 15: 35-50: Pablo
trata aquí de dos errores comunes en cuanto a la naturaleza del cuerpo
resucitado:
1) que
es el mismo cuerpo que fue depositado en el sepulcro, reorganizado sin más; y
2) que
el nuevo cuerpo no tiene ninguna relación con el anterior. Pablo explica aquí
que es el cuerpo que Dios ha escogido (v.38), relacionado con el anterior
(v.36), pero diferente (vv.39-41).
V.42: Resucitará en incorrupción[4]. I., es, sin
posibilidad de deterioro.
Habrá
graduaciones y etapas de gloria, pero todos serán felices ya que no hay que no
hay más que un Señor por encima de los variados ministerios de los muchos
siervos (Mt.25:14-30; 20:1-16).
Pero, Según Los Pasajes Siguientes, Habrá Coronas Especiales Para Los Fieles:
Ø El guerrero victorioso recibirá la Corona de
Justicia (2 Tim.4:8).
Ø El atleta
que corre bien recibirá la Corona Incorruptible (1 Cor.9:25-27).
Ø El que es fiel hasta la muerte recibirá
la Corona de
la Vida (Ap.2:10; Stg.1:12).
Ø El obrero desinteresado recibirá la Corona del
Honor (1 Ts.2:19; Comp. 1 Ts.3:6;
Filp.4:1).
Ø El anciano,
ejemplo para el rebaño, recibirá la Corona de Gloria (1 P.5:3-4).
El Tribunal
de Cristo será el preludio de la consumación de la Iglesia, y luego, y luego se
cumplirán las majestuosas palabras del Apocalipsis 19:6-9: “Y
oí la voz de una grande compañía, y como ruido de muchas aguas, y como la voz
de grandes truenos que decía: Aleluya, porque ya reina el Señor nuestro Dios
Todopoderoso. Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria, porque son venidas las
bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado… Bienaventurados los que son
llamados a la Cena de las Bodas del Cordero”.
Pero
simultáneamente con la consumación de la gloria de la Iglesia se inaugurará el “día de Jehová”
cuando ÉL “visitará sobre el ejército sublime en lo alto, y sobre
los reyes de la tierra que hay sobre la tierra” (Is.24:21). Entonces
le parecerá bien al Omnipotente entregar el Gran Reino de Gloria y de Poder a
su manada pequeña (Lc.12:32): “Y vi tronos, y
se sentaron sobre ellos, y les fue dado el hacer juicio” (Ap.20:4). “Después
tomarán el reino los santos del Altísimo” (Dn.7:18, 22). Aquellos
que habrán sido hallados dignos de ellos delante del Tribunal de Cristo serán
designados como los jueces del mundo, formando entonces la aristocracia del
reino eterno de los cielos.
Pero los
santos forman conjuntamente un cuerpo, de modo que el individuo no será
glorificado antes que la comunidad en su totalidad. La herencia única es de “los santos en
luz”, y por eso cada santo tendrá su porción conjuntamente con los
demás (Col.1:12).
El conjunto
es superior a sus partes individuales, y conjuntamente los “sacerdotes” y “reyes”
forman el reino (Ap.1:6; 5:10). Siendo que el individuo recibirá su lugar en
relación con la totalidad de la obra, no puede ser perfeccionado como tal, sino
sólo en conexión vital y personal con toda la comunidad consumada, Por esa
razón aquellos que duermen han de esperar el perfeccionamiento de las
generaciones futuras (Heb.11:40; Ap.6:10-11) y el acto de revestir el alma con
el cuerpo de gloria no toma lugar en el momento de morir el creyente, sino en
la resurrección, cuando los vivos serán también transformados (1 Cor.15:23;
Ap.6:9; Heb.12:23; 2 Cor.5:2-4; 1 Ts.4:15). La meta es la gloria de la Iglesia
como un organismo, y no meramente la del individuo; no se trata solamente de la
bienaventuranza de la persona, sino de la manifestación del reino de Dios
(Mt.6:10).
Ahora el gran
estado universal y cósmico de Dios está bajo el gobierno de príncipes
angelicales responsables de ciertas regiones (Dn.10:13, 20) y de igual manera y
en tales esferas la compañía de los santos glorificados enseñoreará como reyes
sobre astros y mundos, bajo Cristo su Cabeza: “¿No
sabéis que los santos han de juzgar al mundo?... ¿No sabéis que hemos de juzgar
a ángeles?” (1 Cor.6:2-3 con Ap.22:5; Heb.2:5). Por eso el Señor de
la Iglesia promete: “Al que
venciere, yo le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido
y me he sentado con mi Padre en su trono” (Ap.3:21).
“Bienaventurados aquellos siervos a
los cuales, cuando el Señor viniere, hallare velando. De cierto os digo que se
ceñirá y hará que se sienten a la mesa y pasando les servirá” (Lc.12:37). J. A. Bengel consideraba que esta última promesa era la más
sublime de cuantas se hallan en la Biblia.
Concluimos:
A usted, y sólo
a usted le toca determinar ante cuál de estos Tribunales estarán. Si tiene dudas
sobre el destino eterno que le corresponde, aún hay tiempo para reconocer su
pecado y aceptar al Salvador provisto por Dios.
Si ya sabe que es hijo de Dios, también está a
tiempo para arreglar los asuntos de su vida y de servicio a Dios para que viva
momentos de satisfacción y gozo, y no de vergüenza, cuando comparezca antes el TRIBUNAL DE
CRISTO…
___________
Notas y Bibliografia:
[1] bema = (βῆμα G968) primariamente paso (relacionado con baino = ir), como en Hech.7:5,
traducido «para
asentar un pie», lit.: «lugar para pie». Se empleaba para denotar un
lugar elevado, una tarima o plataforma, a la que se ascendía por unos peldaños,
originalmente la que se encontraba en la colina Pnyx, donde estaba el lugar de
asamblea; desde la plataforma se pronunciaban discursos. El término pasó a
emplearse para designar a un tribuno, dos de los cuales eran provistos en los
tribunales griegos: uno para la acusación y otro para la defensa. Se aplicaba
al tribunal de un magistrado o gobernador romano (Mt.27:19; Jn.19:13;
Hech.12:2l; 18:12, 16, 17; 25:6, 10, 17). En dos pasajes el término se emplea
del tribunal ante el que todos los creyentes deberán responder. En Rom.14:10
recibe el nombre «el tribunal de Dios», según los mss. Más comúnmente
aceptados, (RVR:
«el tribunal de Cristo»). Este mismo tribunal es llamado «el tribunal de
Cristo» (2 Cor.5:10), a quien el Padre ha dado todo juicio
(Jn.5:22,27).
Ante este bema los creyentes han de
quedar manifiestos, para que cada uno «reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el
cuerpo, sea bueno o malo». Allí recibirán sus recompensas por su
fidelidad al Señor. Todo lo que en sus vidas haya sido contrario a su voluntad
les significará una pérdida (1 Cor.3:15).
Este tribunal debe ser distinguido del «trono de gloria» premilenial
(Mt.25:31), y del «gran trono blanco» postmilenial (Ap.20:11),
ante el que solo los «muertos» comparecerán. El tribunal de Cristo tendrá
su sesión en su parusía, esto es, su presencia con sus santos después de su
vuelta para recibirlos a sí mismo. (VINE).
[2] Trono: thronos = (θρόνος G2362)
trono, asiento de autoridad. Se emplea del trono: (a) de Dios, p.ej., Heb.4:16
«el
trono de la gracia», esto es, desde el que brota la gracia; 8:1;
12:2; Ap.1:4; 3:21b; 4:2, dos veces; 5:1. Es frecuente en Apocalipsis; en
20:12, en los textos más comúnmente aceptados: «del trono» (algunos tienen
theos:
«Dios», RV, RVR, RVR77; VM sigue la lectura «delante del trono»). (VINE).
[3] epoikodomeo = (ἐποικοδομέω, G2026), significa construir sobre, sobreedificar, edificar
encima (epi = sobre). Se usa en Hechos
20:32; 1 Corintios 3:10; 3:12; 3:14; Ef.2:20; Col.2:7; Judas 1:20: (VINE).
[4] aftharsia =
(ἀφθαρσία, G861) incorrupción (a = privativo; y ftheiro =
corromper, destruir). Se usa:
(a) del cuerpo de resurrección (1 Cor.15:42; 15:50; 15:53-54,
traducido «incorrupción» en cada uno de estos versículos);
(b) de una condición asociada con gloria, honor y vida,
incluyendo quizás un significado moral (Rom.2:7; 2 Tim.1:10; en estos dos
pasajes se traduce erróneamente «inmortalidad» en rv, rvr, rvr77, vm; Besson
traduce correctamente ambos pasajes: «incorruptibilidad»);
(c) del amor de Cristo, que es sincero y sin
disminución (Ef.6:24: «inalterable»; Besson: «con incorruptibilidad»); en tr
aparece también en Tito 2:7: «integridad», donde Besson traduce «incorruptibilidad».
Véase INMORTALIDAD. (VINE).
- e-Sword-the. LEDD.
- Biblia de
Estudio RYRIE.
- Pastor:
Carlos Ramírez Jiménez. 26//08//2016.
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