miércoles, 17 de agosto de 2016

Parte II: La Oración Sacerdotal De Jesús: (Juan 17:1-26)

Parte II:
La Oración Sacerdotal De Jesús:
(Juan 17:1-26)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

Jesús Ora Por Sus Discípulos:
“Estas cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti;… como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le diste… Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado… Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese… Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese…”.
(Juan 17:1-26)

Sin embargo, Lindars opina que es un modismo semítico que significa “el hombre destinado para la perdición” (ver 2 Sam.12:5).
El texto admite ambas interpretaciones. Se entiende que el pasaje en Tesalonicenses se refiere a la encarnación de Satanás en un ser humano, como en el caso de Judas. Hay cierto juego de palabras que no se capta en la traducción. El término perdición se deriva del verbo traducido se perdió.
Westcott lo traduce así: “ninguno de ellos pereció, sino el hijo pereciente”.
Morris comenta que si tomamos en consideración a Judas, como excepción, la respuesta debe ser que la voluntad del Padre fue cumplida en ambos casos, en los once y en el traidor. Esta verdad se expresa en la cláusula de propósito para que se cumpliese la Escritura (ver 13:18; Job 41:9). Con esta observación, no queremos dejar la impresión de que Dios sea responsable por la acción de Judas. Éste actuó por su propia voluntad, resistiendo todos los esfuerzos de Jesús al contrario; por lo tanto, sólo él fue responsable. Sin embargo, Dios empleó la maldad de un hombre para lograr la bendición de muchos por la muerte de su Hijo.

Jesús vuelve al tema del v. 11 donde dice textualmente lo mismo que en el comienzo del v. 13, voy a ti. Sin embargo, allá dijo: “ya no estoy más en el mundo” mientras aquí se consideraba todavía en el mundo, hablo esto en el mundo. Algunos consideran que esto, literalmente “estas cosas”, se refiere a todo el discurso de despedida, pero otros opinan que se refiere sólo a la intercesión.
Parece que Jesús estaba en el mismo borde entre el mundo y el cielo a tal punto que en un momento se sentía de un lado y en otro momento, del otro lado.
Aunque la oración se dirigía al Padre, los discípulos aprendían de sus palabras pronunciadas en voz alta. Seguramente esta oración infundía en ellos un enorme sentido de seguridad y consuelo.
Además, Jesús deseaba que ellos experimentaran en plenitud el gozo que era suyo. El término completo, funcionando como un adjetivo, traduce un participio en el tiempo perfecto que significa “que se ha completado” (ver 15:11; 16:24). El gozo de Jesús brotaba de una conciencia de haber obedecido la voluntad del Padre en cada paso de su misión. Los discípulos experimentaron el gozo de su Señor a medida que seguían su ejemplo en la obediencia.

Jesús es consciente de haber dado a los discípulos toda tu palabra (logos  G3056) y ellos la habían guardado (ver vv. 6-8). Por haberse identificado con Jesús y haber guardado la palabra del Padre, el mundo los aborreció en la misma manera que aborreció al Hijo y, por medio de él, al Padre. Jesús explica la base del odio del mundo hacia los discípulos y hacia él: no pertenecen al mundo (ver 15:18-25; 17:16).
Plummer comenta que aquí tenemos los dos resultados del discipulado: la protección de Jesús con el regalo de la Palabra de Dios y el odio del mundo.

Otra vez (v. 15) vemos una verdad expresada en el modo negativo y positivo, una manera de enfatizarla y, a la vez, evitar un mal entendido. Se discute cuál sería el ideal para el creyente en el mundo, el encerrarse en un monasterio, aislado de la “contaminación” del mundo, o por otro lado ser un componente de la “ciudad asentada sobre un monte”, a la vista de todos, como una “lámpara” que ilumina a toda la casa. Este versículo debe resolver esa discusión.

NOTA. Juan 17:15: Del mal: El vocablo puede ser neutral (del mal) o masculino (del malo, Satanás). Es de notar que Cristo no enseña una retirada del mundo, sino que los cristianos evangélicos estén en el mundo sin ser del mudo (vv.14-16).

La misión de Jesús fue la de testificar al mundo y esa misión fue encomendada a los discípulos (ver 20:21). La única manera de cumplir esa misión es “plantarse” bien en el medio del mundo, a la vista de todos, pero a la vez manteniéndose separado del maligno o “el malo”. El verbo guardes o “vigiles” traduce el mismo verbo que vimos en el v. 12. La preposición en la cláusula del maligno enfatiza la idea de “separación”. En su primera epístola Juan emplea el término maligno para referirse al diablo (ver 1 Juan 2:13 s.; 1 Juan 3:12; 1 Jn.5:18 s.).

El v. 16 literalmente dice: “Del mundo no son…”, recayendo el énfasis en las dos primeras palabras.

Nótese: que los dos verbos son y soy están en el tiempo presente, señalando acción continua; por ejemplo: “Del mundo no están siendo…”. El versículo es una repetición de parte del v. 14, una manera común entre los hebreos de enfatizar una verdad. Aquí se repite también como introducción a los vv. 17-19. Jesús no sólo pide para sus discípulos la protección del Padre, sino también la santificación.

El verbo Santifícalos es un imperativo que significa “hacer santo o separado”. Algunos se refieren a este versículo como la “oración de consagración” (ver Jeremías 1:5). La cláusula en la verdad puede llevar la idea instrumental: “por medio de la verdad”, o locativo: “en medio de la verdad”. Ambos sentidos han sido adoptados en la interpretación por distintos comentaristas.
Morris, basado en 3:21 donde se refiere al que “hace la verdad”, entiende que el proceso de santificación se logra a medida que uno “hace la verdad”.
Plummer y Vincent opinan que la verdad se refiere a toda la revelación cristiana, el nuevo medio ambiente en que los creyentes son colocados para su santificación, como una flor silvestre y enferma es fortalecido y transformado por ser trasplantada en un jardín. Lindars, en cambio, entiende que es una oración para que sean guardados en la verdad que habían recibido.
El término palabra (logos  G3056) se refiere a toda la revelación de Dios como una unidad (ver 8:31, 32), que aquí se define como verdad (ver Salmo 119:142).

En este contexto el verbo enviaste (v. 18), traducido de apostello*  G649 del cual se deriva “apóstol”, es casi equivalente a “santificar”. Ambos términos comunican la idea de la consagración para una misión. Jesús indica que él había encomendado a sus discípulos la misma misión que el Padre le encomendó a él. La de ellos sería una continuación de la que él comenzó cuando estuvo en la tierra. El término mundo aquí se refiere concretamente a la humanidad (ver 3:16), no a la esfera terráquea.

Etimología:
*G649 ἀποστέλλω = apostélo: de G575 y G4724; poner aparte, i.e. (por implicación) enviar (propiamente en una misión) literalmente o figurativamente:- devolver, enviar, mandar, meter, poner. (Strong).

La RVA., omite la conjunción continuativa con que se inicia el v. 19, la cual sirve para relacionarlo con el anterior. La expresión Por ellos es literalmente “a favor de”, o “en lugar de”, sugiriendo que sea una referencia a su muerte vicaria (ver 10:11, 15-18).
Apoyando este concepto está el hecho de que el verbo santifico se emplea en la LXX para traducir del hebreo al griego la consagración de personas para el servicio de Dios (ver Ex.13:2; 28:41; 29:1; 29:21; Deut.15:19) y el sacrificio de animales (ver Ex.28:38; Núm.18:9).
La santificación de Jesús para cumplir la voluntad del Padre incluía la entrega de su vida en muerte; en cambio, la de sus discípulos sería la entrega de sus vidas en la misión asignada, pero para algunos de ellos esto también significa el martirio. El verbo compuesto sean santificados está en el tiempo presente que describe una acción continua y progresiva. Jesús recalca el hecho de que la santificación se logra en y por medio de la verdad (ver v. 17).

NOTA: Juan 17:17: Santifícalos significa poner aparte para Dios y para Sus Santos Propósitos; lo mismo en el V.19.

III.    Jesús Ora Por Los Que Han De Creer En El Futuro. Juan 17:20-26:

Este pasaje final cobra importancia al recordar que son las últimas palabras de Jesús a sus discípulos antes de la cruz y resurrección. De una preocupación por su glorificación (vv. 1-5) y protección y unidad de sus discípulos (vv. 6-19), ahora vuelve a considerar a un mundo que todavía estaba fuera del “redil”.
Desea que ellos también entren en el “redil” por la influencia de sus discípulos y su comunicación de la palabra, y que sean parte de la gran unidad en el nuevo pueblo de Dios. El propósito de esta magna unidad es, según Culpepper, redentor y misiológico: que el mundo crea (v. 21; ver 10:16).
El legado de Jesús a la iglesia es doble:
Ø La venida del Paracleto [El Espíritu Santo], y
Ø La misión al mundo (vv. 22, 23).
El primero principalmente para asegurar el logro del, segundo.

Se deja atrás la limitación de su intercesión exclusivamente a favor de los discípulos, no al mundo (v. 9). Levanta los ojos a un mundo necesitado y abre sus brazos para recibir a todos cuantos desean creer. El amor suyo y del Padre logra alcanzar hasta la última persona en la zona más remota del mundo (ver 3:16). La cláusula los que han de creer en mí emplea la preposición gr. que enfatiza una fe sincera y comprometida.
El verbo han de creer, traducido como si estuviera en el tiempo futuro, está realmente en el tiempo presente, “los que creen”. El cuerpo de los que han de creer en mí se considera como si ya existiera. El plan divino para que ese amor se conozca es por medio de la palabra de ellos, es decir, de sus discípulos.
El término palabra se refiere a toda la revelación de Dios, es decir, a todo el evangelio, no a un conjunto limitado de palabras, o una fórmula evangelístico. Se pueden emplear mil métodos modernos y tecnológicos para persuadir a los hombres a creer en Cristo, pero el plan básico es y siempre será la comunicación eficaz de la palabra del evangelio en el poder del Espíritu Santo.

Jesús miraba más allá de la creencia en él, producida por el testimonio de los discípulos, es decir, a la unidad entre todos los que habían de creer. Esta es la única petición de Jesús a favor de la iglesia.
Lindars comenta acertadamente que la desunión entre los creyentes constituye la negación de la fe.
La base de la apelación en este capítulo para la unidad entre los creyentes es la analogía entre su propia relación con el Padre, por un lado, y la relación de la iglesia con Jesús, por otro. La unidad entre Jesús y el Padre debe ser reflejada en la vida de la iglesia.

Nótense: los tres componentes de la fórmula de unidad: el Padre con el Hijo, el Hijo con los creyentes, los creyentes con los creyentes y los creyentes con el Padre, formando un círculo continuo*.
La unidad no es un fin en sí, sino que su fin se expresa en la cláusula final del versículo: para que el mundo crea que tú me enviaste.
La unidad en el cuerpo de creyentes será la prueba más convincente para un mundo escéptico de que Jesús realmente vino como el enviado de Dios para redimir al mundo, el Mesías esperado, el Dios eterno encarnado. La Unidad de Dios: Véase la siguiente Gráfica:

                               *PADRE  <--------->  HIJO                                               

UNIDAD:

                              HIJO <-------------> LA IGLESIA (Miembros)

                             CREYENTES <-----CON-----> CREYENTES

                             CREYENTES <--------CON--------->  PADRE



NOTA: Juan 17:21: Para que todos sean UNO: Todos los creyentes verdaderos pertenecen al ÚNICO CUERPO DE CRISTO (1 Corintios 12:13) y a la misma familia de Dios (Efesios 2:19). Esta UNIDAD espiritual debería expresarse visiblemente en el ejercicio de los dones espirituales (Efesios 4:3-16), en la oración y en la exhortación (2 Corintios 1:11; Hebreos 10:25).

Otra vez en el v. 22 la RVA omite la conjunción continuativa con que se inicia este versículo, relacionándolo con el anterior. El pronombre Yo es enfático y la gloria se refiere a la revelación del carácter y naturaleza de Dios (ver 1:14). Esta fue la misión de Jesús y la realizó por medio de sus enseñanzas, milagros y supremamente en la cruz. Ellos habían visto la gloria de Dios en la vida y obras de Jesús; en ese sentido les había dado la gloria que recibió del Padre. El servicio humilde, la abnegación personal, la disposición de sufrir por otros que vieron en Jesús sería el camino para que ellos también sean uno, así como también nosotros somos uno. Nótese la repetición de este profundo anhelo de Jesús de que sus seguidores vivan en unidad espiritual.

Los pronombres Yo y son enfáticos en el v. 23. El verbo compuesto sean perfectamente unidos es literalmente: “sean perfeccionados para una cosa”. La unidad entre los creyentes depende de esa relación íntima, la morada del Cristo glorificado en ellos como el Padre moraba en el Hijo durante su ministerio terrenal.
Otra vez la unidad tiene un doble propósito más allá del gozo que produce para los creyentes; es un propósito misiológico y amante. El hecho de conocer que tú me has enviado es equivalente a “creer en Jesús como el Hijo de Dios”.
También, la unidad entre los creyentes revelaría la verdad de que el Padre los había amado (agapao*  G25) como había amado a su Hijo. La unidad que Jesús gozaba con el Padre y deseaba para sus seguidores es esencialmente una unidad espiritual, pero esa unidad tendrá manifestaciones visibles para el mundo incrédulo. Es una unidad que el mundo anhela, pero no logra producir. Por lo tanto, esas manifestaciones de unidad, ausentes del mundo incrédulo, serían poderosamente llamativas y atrayentes. Entonces el mundo exclamará: “¡Mirad cómo se aman!” (Ver 11:36).

Etimología:
*G25 ἀγαπάω = agapao: tal vez de ἄγαν = ágan  (mucho) [o compare H5689]; amar (en sentido social o moral):- amado, amada, amar, amor. Compare G5368. (Strong).

Los vv. 24-26 constituyen la apelación final del Hijo. Jesús se dirige a Dios como Padre, con la confianza de una relación íntima, la cual sirve de base para la petición (ver vv. 1, 5, 11, 25; 11:41; 12:27). Una traducción literal, guardando el orden del texto griego, sería: “Padre, lo que me has dado, quiero que donde estoy yo también aquellos estén conmigo…”.
La expresión “lo que me has dado”, siendo enfática por su ubicación, emplea el pronombre relativo neutro para referirse a los creyentes. Se piensa que el género neutro “lo que”, como hemos observado arriba, enfatiza la unidad de los discípulos, pero luego aquellos los considera como individuos. Jesús consideraba que todos los que creían en él eran como un “regalo del Padre”.
Algunos opinan que Jesús vuelve a rogar por los once, pero otros piensan que esta referencia es más amplia, incluyendo tanto a los once discípulos [presente] (v. 6) como a los que habían de creer [futuro] (v. 20).
Lindars dice que “esta es una conclusión general a toda la oración”.
Morris, Lindars y otros opinan que Juan cambió las palabras de Getsemaní “no se haga mi voluntad, sino la tuya” (Lucas 22:42) a quiero, pues nunca hubo tensión entre la de él y la del Padre.

Lo que Jesús había prometido a sus discípulos en 14:3, aquí lo reitera en su oración al Padre, pero ahora expresa el propósito para que vean mi gloria que me has dado. La gloria de Jesús que ellos contemplarán en el cielo ya no será su humildad, ni el sufrimiento en la cruz, sino el esplendor de su majestad, “cara a cara”.
Plummer comenta: “Así las dos dádivas del Padre al Hijo se encuentran y se completan la una a la otra: aquellos que el Padre le ha dado contemplan la gloria que le ha dado”. Jesús comparte uno de los misterios más profundos de la Trinidad al dar la razón por la cual el Padre dio esa gloria majestuosa al Hijo: porque me has amado desde antes de la fundación del mundo (v. 5).

En los últimos dos versículos de la oración Jesús se limita a expresar algunas cosas que él ha realizado y el propósito de ellas. La expresión Padre justo es única en el NT., pero se compara con “Padre santo” (v. 11; ver 5:30; 7:24).
Algunos opinan que esta expresión representa una progresión: “Padre”, “Padre santo” y Padre justo, pero Brown refuta esta idea. Después de describir al Padre como justo, muestra cómo se manifiesta su carácter justo al distinguir entre los que no le conocen y los que sí lo conocen, o por lo menos los que reconocen que Jesús fue el enviado del Padre.
La expresión me enviaste, de la cual se deriva “apóstol”, identifica a Jesús como el representante personal de Dios, enviado con una misión divina. Es un concepto claramente mesiánico y aquí se refiere a la encarnación.
Brown cita a Bernard, quien dice que la expresión tú me enviaste “viene a ser casi un estribillo a lo largo de toda la plegaria del cap. 17; aparece otras cuatro veces (vv. 8, 18, 21, 23)”.
Juan el Bautista fue “un hombre” enviado por Dios (1:6), pero Jesús fue “el enviado” de Dios.

Los tres verbos:
-      ha conocido,
-      he conocido, y
-      han conocido.

Son: traducidos como si estuvieran en el tiempo perfecto, pero los tres están en el aoristo constativo:
- “el mundo no te conoció,
- pero yo te conocí, y
- éstos te conocieron”.
El aoristo constativo contempla toda la acción del pasado como si fuera un solo evento. Sin embargo, la RVA., sigue la costumbre de la mayoría de los traductores porque es obvio que el resultado del conocimiento, o no conocimiento, en cada caso continúa y este es el énfasis que desean comunicar.
Como en la mayoría de los casos, el término mundo se refiere a los incrédulos, quizá aún la humanidad hostil. La falta de conocimiento no se debía a la falta de revelación, ni falta de oportunidad, por lo menos en Palestina durante el ministerio público de Jesús (ver 1:11).

El v. 26 sirve como un resumen de toda la oración, aludiendo a su ministerio del pasado y la promesa del futuro por medio del Paracleto (ver 16:12-15, 25).
Plummer insiste que el verbo he dado a conocer debe ser traducido tal cual es, un aoristo: “Yo les di a conocer…”. Jesús vino al mundo con el propósito de revelar al Padre. él fue el perfecto espejo de la majestad divina, reflejando el esplendor de la gloria del Padre, “la expresión exacta de su naturaleza” (Heb.1:3; ver Jn.14:9). La expresión “dar a conocer tu nombre” significa “dar a conocer la misma persona de Dios”.
Por ejemplo, Mateos Barreto traduce nombre como “persona”. Se enfatiza su misión cumplida (ver 15:15). En las palabras finales de la plegaria Jesús expresa el deseo profundo por la unidad de sus discípulos y la relación íntima de éstos con él, y esto a base del amor agape.

Concluyó:

Como un Padre amoroso, Dios desea que su familia esté UNIDA. No podemos llevar a cabo lo que ÉL tiene preparado para nosotros si nos negamos a reconciliarnos unos con otros. En su oración más apasionada, una noche antes de que lo Crucificaran, Jesús le rogó a Dios que UNIERA a sus seguidores: “Para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste”. (Juan 17:21).
El canto ilustra el concepto de la UNIDAD, ya que armonizamos en la letra, la melodía y los ritmos. También puede promover la UNIDAD al Unirnos en un vínculo de paz, proclamar el Poder de Dios mediante la Alabanza y demostrar su Gloria al mundo. 

__________
Notas y Bibliografía:
[1]G3962 πατήρ = patér: aparentemente palabra primaria; «padre» (literalmente o figurativamente, más o menos remoto):- padre, patriarca. (Strong).
NOTA: Los líderes [Papas] de la Iglesia de Roma, le gusta mucho este nombre y se hacen llamar “Santo Padre”, que tal herejía, es una blasfemia, solo Jesús uso este nombre para dirigirse a Dios su Padre.
[2] G1849 ἐξουσία = exousía: de G1832 (en el sentido de capacidad); privilegio, i.e. (subj.) fuerza, capacidad, competencia, libertad, u (objetivamente) maestría (concretamente magistrado, sobrehumano, potentado, símbolo de control), influencia delegada:- autoridad, derecho, dueño, jurisdicción, libertad, poder, potencia, potestad. (Strong).
[3] G3056 λόγος = lógos: de G3004; algo dicho (incluido el pensamiento); por implicación tema (sujeto del discurso), también razonamiento (facultad mental) o motivo; por extensión cálculo; específicamente (con el artículo en Juan) la Expresión Divina (i.e. Cristo):- noticia, palabra, plática, pleito, predicar, pregunta, propuesta, razón, sentencia, tratado, verbo, arreglar, asunto, cosa, cuenta, decir, derecho, dicho, discurso, doctrina, evangelio, exhortar, fama, frase, hablar, hecho, mensaje. (Strong).
[4] jrema = (ῥη̂μα, G4487) , denota aquello que es hablado, lo que es expresado de palabra o por escrito; en singular, una palabra (p.ej., Mateo 12:36; 27:14; 2 Cor.12:4; 13:1; Heb.12:19: «voz que hablaba», rvr, lit., «la voz de palabras»); en plural, dicho, discurso «palabras» (p.ej., Juan 3:34; 8:20; Hech.2:14; 6:11; 6:13; 11:14; 13:42: «cosas», rv; Hech.26:25; Rom.10:18; 2 P.3:2; Jud.1:17). Se usa del evangelio en Rom.10:8 , dos veces, 17: «la palabra de Dios»; Rom.10:18; 1 P.1:25, dos veces; de una afirmación, mandato, instrucción (p.ej., Mateo 26:75; Lucas 1:37 : «nada hay imposible para Dios»; rv traduce: «ninguna cosa es imposible para Dios»; lit., «no será imposible para Dios toda palabra»; v. 38; Hech.11:16: «lo dicho», vm: «las palabras»; Heb.11:3).
El significado de jrema, en su distinción de logos, queda ejemplificado en la instrucción a tomar «la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios» (Ef.6:17); aquí la referencia no es a la Biblia entera como tal, sino al pasaje individual de las Escrituras que el Espíritu trae a nuestra memoria para su utilización en tiempo de necesidad, siendo el prerrequisito de ello la lectura habitual y memorización de las Escrituras. (VINE).
[5] ego = (ἐγώ, G1473), caso nominativo del pronombre personal de la primera persona. Sin embargo, generalmente no se emplea en griego como tampoco en castellano, estando implicado en la desinencia verbal; así, luo significa «desato». Cuando el pronombre ego se añade al verbo, es casi invariablemente, por no decir que siempre, enfático. El énfasis puede no ser demasiado evidente en algunos casos, como p. ej., Mateo 10:16, pero incluso ahí puede ser tomado en el sentido de que hay algo más de énfasis que si se omitiera el pronombre. Con mucho, el mayor número de los casos se encuentra en el Evangelio de Juan, y ello en declaraciones del Señor acerca de sí mismo (p. ej. 4:14,26, 32,38; 5:34, 36, 43, 45; 6:35, 40, 41, 48, 51, dos veces, 63,70). Ejemplos en las Epístolas son Rom.7:9; 7:14; 7:17; 7:20, dos veces, 24,25. Hay más en este capítulo que en cualquier otro fuera del Evangelio de Juan.
En otros casos del pronombre aparte del nominativo, es por lo general más necesario para expresar el sentido, aparte de cualquier énfasis.
Notas: (1) Kago (esto es, kai = ego) significa «aun yo» o «también yo» (por ejem., Mateo 2:8; 10:32-33); se traduce «y yo» en pasajes como Mateo 11:28; Lucas 2:48, etc. (2) Para jemautou, traducido «como yo» en 1 Corintios 7:7, véase, Nº 2, y también ME, MISMO, PROPIO. (VINE).
[6] kosmos = (κόσμος, G2889), primariamente orden, disposición, ornamento, adorno (1 P.3:3: «atavío», rvr; «adorno», rv; véase ADORNO, B, Nº 1). Se utiliza para denotar:
(a) la tierra (p.ej., Mateo 13:35; Juan 21:25; Hech.17:24; Rom.1:20, donde probablemente se refiere al universo; entre los griegos tenía este significado, debido al orden que se observaba en él; 1 Tim.6:7; Heb.4:3; 9:26);
(b) la tierra en contraste con el cielo (1 Jn.3:17; quizá también Rom.4:13);
(c) por metonimia, la raza humana (p.ej., Mateo 5:14); En Juan 1:9, «que viene» (rvr: «venía a este mundo»), se dice de Cristo, no de «todo hombre»; por su venida al mundo él era la luz para todos los hombres (Juan 1:10; 3:16-17, tres veces, 19; Juan 4:42, y frecuentemente en Romanos, 1 Corintios y 1 Juan);
(d) los gentiles en distinción a los judíos (p.ej., Rom.11:12; 11:15, donde el significado es que todos los que quieran pueden ser reconciliados; cf. 2 Cor.5:19);
(f) la suma de las posesiones temporales (Mateo 16:26; 1 Cor.7:31 a);
(g) metafóricamente, de la lengua como «un mundo de maldad» (Stg.3:6), expresando magnitud y variedad. (VINE).
[7] G1722 ἐν = en: preposición primario denotando posición (fija) (en lugar, tiempo o estado), y (por implicación) instrumentalidad (como medio o constructivamente), i.e. relación de reposo (intermedior entre G1519 y G1537); «en,» a, sobre, por, etc.:- exhortación, interior, bajo, oscuramente, potente. (Strong).
[8] G5083 τηρέω = teréo: de τερός = terós, (vigilia; tal vez afín a G2334); guardar (de pérdida o daño, propiamente por mantener el ojo sobre; y así difiriendo de G5442, que es propiamente prevenir que escapen; y de G2892, que implica una fortaleza o líneas completas militares de aparato), i.e. notar (una profecía; figurativamente cumplir un mandato); por implicación detener (en custodia; figurativamente de mantener); por extensión retener (para fines personales; figurativamente mantener sin casar):- guarda, conservar, custodiar, reservar. (Strong).
 e-Sword-the. LEDD.
-   Biblia de Estudio RYRIE.
-   Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 17//08//2016.

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