El Principio Que
Guía La Vida:
El Afán De La
Vida
(Mateo 6:19-34)
Por: Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
El
Afán y La Ansiedad:
(Lc. 12:22-31)
“…Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis
de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir.
¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?... Mirad
las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y
vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?...
¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un
codo?... Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del
campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan;… pero os digo, que ni aun Salomón con
toda su gloria se vistió así como uno de ellos… Y si la hierba del campo que
hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a
vosotros, hombres de poca fe? No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o
qué beberemos, o qué vestiremos?”.
(Mateo
6:25-31)
El principio que
guía la vida del discípulo es dar prioridad al reino (vv. 24, 33). El tema es
la “libertad
de la tiranía de cosas materiales”, pero uno debe aclarar para qué
es libre. “Libertad
de la tiranía de cosas materiales” es el lado negativo del tema “la prioridad
del reino”:
· Jesús ilustra
cómo la prioridad del reino opera en relación con tesoros materiales, y
· Las necesidades
materiales para sustentar la vida.
1. “Tesoros En El Cielo”. Mateo 6:19-21:
Todo
hombre tiene que decidir cuál es el valor supremo de su vida. En un mundo
materialista, que nos bombardea constantemente con su propaganda, uno puede
caer fácilmente en la trampa de acumular tesoros en la tierra, si no fija
claramente la prioridad del reino. Jesús advierte que tal práctica no es
aconsejable.
Es
Necia Por Tres Razones:
(1)
Los
tesoros en la tierra están expuestos a perderse,
(2) los tesoros en
la tierra comprometen nuestra lealtad (corazón), y
(3) los tesoros en
la tierra producen ansiedades (implícito aquí y explícito en los vv. 20-34).
Como antídoto, Jesús manda que los
súbditos del reino se aseguren que sus valores más estimados estén en el cielo.
El hecho de depositar nuestros tesoros
en el cielo (v. 20) produce resultados contrarios:
(1)
Nuestros
tesoros no están expuestos a perderse,
(2)
mantienen
nuestra atención y lealtad puestas en Dios, y
(3) eliminan las
ansiedades.
Jesús no sugiere que sea incompatible
con el reino que uno provea razonablemente para las necesidades imprevistas, o
que uno tenga algo de valor material en un depósito en la tierra. Jesús no se
dirige solamente a los ricos, pues entre sus discípulos, su público inmediato,
había hombres que clasificaríamos como de la clase obrera, o clase baja, con
pocas excepciones.
Es que las personas de pocos recursos
también tienen la tentación de acumular tesoros materiales. El término “tesoro”[1]
es la transliteración de la palabra griega tesaurós
G2344 y significa un
depósito de mucho valor.
No
Dice El Texto:
· “un tesoro”, o
· “unos tesoros”,
· sino “vuestro
tesoro”,
· refiriéndose a
la suma de lo que uno estima de más valor en su vida.
2. “La Lámpara Del Cuerpo”. Mateo 6:22-23:
Jesús sigue enfatizando el mismo
principio con una metáfora acerca de la importancia de establecer el reino de
Dios como primera prioridad. Antiguamente, la gente consideraba que el ojo[2]
era la ventana por medio de la cual la luz entraba en el cuerpo humano.
Cuando tenían buena visión, tenían buena
luz; pero cuando los ojos fallaban, vivían en oscuridad. El ojo “sano”
significa literalmente “simple”.
· Una posible
interpretación, en la aplicación espiritual, es de entender que los ojos
sanos se dirigen en una sola dirección, se enfocan bien en el objeto, de modo
que la imagen es nítida.
· En cambio, los ojos
malos, o de visión doble, no permiten entrar la luz; y la imagen es borrosa.
Si ubicamos este pasaje en contexto,
probablemente significa que uno que tiene un ojo enfocado en los tesoros
terrenales y otro en los celestiales será como una persona de doble visión; no
ve nada con claridad, tropieza, pierde su orientación y en efecto anda en la
oscuridad.
Otros entienden que es mejor considerar
los “ojos
malos” como “ojos enfermos”, con cataratas, que impiden la
buena visión. El impedimento, o enfermedad, en este caso sería el dar prioridad
a las cosas materiales. Ambas interpretaciones concuerdan con el pasaje que
sigue.
3. “Dios Versus Las Riquezas”. Mateo 6:24:
En este versículo Jesús continúa la
advertencia en cuanto al intento de mantener simultáneamente dos lealtades que
son mutuamente exclusivas. Los términos correlativos que Jesús emplea (servir y
señores) indican una relación que exige absoluta obediencia. “Servir”[3] traduce el término griego
douleúein G1398 del cual
viene el término dóulos G1398.
Significa servir como esclavo.
El señor[4], o kúrios G2962 es dueño absoluto del
esclavo y el esclavo le debe obediencia sin compromisos ni reservas. El
comentarista Stagg opina que los términos “aborrecer” y “amar” deben entenderse
como “rechazar” y “aceptar”. El mismo autor sigue
diciendo que es significativo que Jesús considera al dinero, y no a Satanás,
como el rival de Dios en la demanda de nuestra lealtad.
El dinero no es ni bueno ni malo, porque
con él podemos servir a Dios, o a Satanás. Pero el amor al dinero es la raíz de
toda clase de mal (1 Tim.6:10). De allí se ve la imposibilidad de que un siervo pueda
servir a dos señores.
Es más imposible aun cuando los señores
son tan distintos en su naturaleza, propósito y demandas. Otra vez casi oímos
una disyuntiva no expresada de parte de Jesús: “Debéis servir a Dios o a las riquezas”.
4. “La Ansiedad y Su Remedio”. Mateo 6:25-34:
Hay
dos palabras griegas que comunican la idea de ansiedad:
· Una (G5015)
se traduce “turbarse”[5]
(comp. Juan 14:1) y significa “ser sacudido o agitado”.
· La otra (G3309)
es “afanarse”[6]
y se encuentra en este párrafo. Significa “ser dividido”, o “partido”.
La ansiedad por las cosas que uno
necesita para sustentar la vida en el día de “mañana” puede literalmente
dividirle en dos:
· Por un momento
piensa:
“Puedo confiar en Dios para proveer para mis necesidades”.
· Luego, duda de
la provisión de Dios.
Este
es uno de los dilemas más frecuentes para muchos creyentes. La voluntad de
Dios no es que sus hijos vivan en un estado de ansiedad.
Este párrafo presenta el antídoto divino
para evitar la ansiedad en los súbditos del reino:
· Primero, Jesús
prohíbe la ansiedad,
· luego señala su
causa, destaca cinco razones en contra de ella y termina declarando el
principio general que debe guiar a los siervos del Rey.
Por tanto os digo (v. 25) es una
expresión que introduce un párrafo con el que concluye la línea de pensamiento
anterior. Jesús emplea un imperativo del tiempo presente con el adverbio de
negación. Esta construcción prohíbe la continuación de una acción ya en
progreso.
Dicen
en efecto:
· No continuéis afanándoos (v. 25).
En cambio, la prohibición del v. 34
emplea el mismo verbo, pero en tiempo pretérito indefinido.
Quiere
decir:
· No comencéis a afanaros por el día de
mañana.
Por estas dos prohibiciones, entendemos
que no es la voluntad de Dios que ningún creyente experimente ansiedad por el
sustento de la vida.
La causa de la ansiedad se encuentra en
la expresión hombres de poca fe (v. 30). La “poca fe” era la causa del temor
de los discípulos en la tempestad (Juan 8:26) y del temor de Pedro cuando se
hundía en el agua sobre la cual acababa de caminar (Juan 14:31).
La crisis económica, y la ansiedad resultante, es tema
de conversación en casi todos los ámbitos.
Sin embargo, Jesús indica que:
· no hay “crisis
económica” para el siervo de Dios,
· pero puede haber
una “crisis
de fe”.
En este párrafo encontramos cinco
razones por las cuales el creyente no debe sentir ansiedad, o preocuparse
sobremanera, por el sustento de la vida:
· Primero, la ansiedad es innecesaria. El Dios que
creó las aves (mundo animal) del cielo se ocupa de proveer el sustento para su
vida (v. 26). El que creó las plantas (mundo vegetal) provee para su sustento y
hermosura. Jesús emplea un silogismo para grabar este mensaje en la mente de
los discípulos:
(1)
Dios
provee para aves y lirios;
(2) el hombre vale
mucho más que ellos (vv. 25b, 26b, 30b);
(3) por lo tanto,
Dios proveerá para los hombres.
· Segundo, la ansiedad no es fructífera, pues no
produce resultados positivos. Por más que uno se esfuerce, no puede añadir a su
estatura un codo (v. 27). Un codo es la distancia de la punta de los dedos al
codo, o sea, aproximadamente medio metro. Algunos opinan que se refiere a
añadir años a la vida.
· La ansiedad, en vez de prolongar la vida, suele
acortarla. También, la ansiedad es incompatible con nuestra posición como hijos
de Dios. Un “gentil”, o pagano,
tiene mucha razón para sentir ansiedad en cuanto a la vida y el sustento para
la vida (v. 32).
· La ansiedad es una característica propia del
incrédulo. La
ansiedad de parte de un súbdito del reino es indecorosa, deshonra a su Padre
celestial, pues indicaría que su Dios no quiere o no puede proveer para sus
necesidades.
· La ansiedad por las necesidades de mañana es
inoportuna,
pues carga hoy con las cargas que se deben guardar para mañana (v. 34). Produce
una doble carga que aplasta. Jesús no quiere decir con esto que el creyente debe
descuidar por completo las provisiones para su vida y su familia. Debe trabajar
diligentemente y hacer planes para el futuro, sí; pero también debe reconocer
que su Señor es el dueño del futuro. Provee alimento para las aves, pero no lo
echa en el nido.
El versículo clave de este párrafo, y
quizás del Sermón del monte, es el v. 33. Jesús subraya el principio que sirve
para orientar la vida diaria y el servicio del súbdito del reino. La
preocupación, o prioridad, número uno debe ser el “buscar[7] el reino de Dios…” (Mt.6:33). El mandato del Rey,
la voluntad de Dios para todo súbdito del reino, es que busque el reino.
Esta búsqueda debe ser continua, pues el
imperativo está en tiempo presente, indicando acción repetida y continua. Debe
ser una búsqueda celosa, pues el verbo en griego (G2212) significa
“desear con una pasión, perseguir con celo, procurar de corazón, o buscar con
afán.
La
búsqueda debe ser concentrada en el reino de Dios. En contraste,
los gentiles concentraban su búsqueda en las cosas de esta vida (v. 32). La
búsqueda debe ser prioritaria, la tarea número uno en la vida del creyente.
Después de hacer una lista de todas las prioridades, es necesario decidir cuál
es la número uno, y mantener el orden en todas las áreas de su vida.
La promesa del Rey (y todas estas cosas
os serán añadidas, v. 33) es el antídoto para eliminar y evitar la ansiedad.
Nuestra
Parte:
· someternos incondicionalmente al
reinado de Cristo y buscar su voluntad.
La
Parte De Dios:
·
Proveer
todo lo que sea esencial para que nosotros cumplamos su voluntad.
El siervo puede gozarse de provisiones
abundantes, o soportar provisiones mínimas, pero serán en todo momento
suficientes (ver Filp.4:10-13):
· No promete
proveer “todas
las cosas”,
· ni “todo lo que
deseamos”,
· sino “todas estas
cosas”.
· “Estas cosas” se refiere
concretamente a las cosas recién mencionadas:
ü Comida, y
ü ropa.
También es necesario observar oportunamente que
debemos equilibrar esta promesa con la enseñanza de que el sacrificio,
privación y aun la cruz también pertenecen al discipulado (Filp.10:34-39).
Concluyo:
Una
parábola moderna viene al caso:
Se oyó en un huerto una conversación
entre dos gorriones, descansando sobre una rama en un árbol alto. Mientras
observaban a la gente que caminaba apurada y nerviosa por el huerto, uno dijo
al otro:
—Eh, dime: ¿por qué piensas que la gente
camina así, nerviosa y preocupada?
El otro le
respondió:
—No
lo sé con certeza, pero debe ser porque no tienen a un Padre Celestial que los
cuida, como nosotros.
Siempre
he preguntado a algunos hermanos o pastores, y amigos porque siempre están preocupados por
sus hijos para que ingresen a la Universidad en vez de dedicarlos al servicio
de Dios enviándolos al Seminario o al Instituto Bíblico para ser un mejor
siervo de Él, la respuesta es que en el ministerio no hay un ingreso seguro
para ellos [mejor dicho no hay mucho dinero, ya que ellos sufren en la obra con
la economía, en sí es cierto, las iglesia no asumen con la ayuda necesario para
los siervos, ya que el obrero es digno de su salario] en otras palabras hemos
cambiados los principios de Dios por la necesidad económica como dice la cita bíblica:
“Más buscad primeramente el reino de
Dios y su justicia, y
Todas estas cosas os serán añadidas”. (Mateo 6:33)
No nos gusta esperas la segunda parte de la cita Bíblica: V.33b.
___________
Notas Y
Bibliografía:
[1] thesauros = (θησαυρός, G2344),
denota:
(1) lugar para
guardar algo sobre seguro (posiblemente relacionado con tithemi, poner):
(a) cofrecillo (Mateo
2:11);
(b) almacén (Mateo 13:52);
utilizado metafóricamente del corazón (Mateo 12:35, dos veces; Lucas 6:45);
(2) tesoro (Mateo 6:19-20;
6:21; 13:44; Lc.12:33-34; Heb.11:26); tesoro en el cielo o en los cielos (Mateo
19:31; Marcos 10:21; Lucas 18:22); en estas expresiones, que son virtualmente
equivalentes a las de Mateo 6:1: «de vuestro Padre que está en los cielos», la
promesa no se refiere simplemente a la vida presente, sino que mira asimismo al
más allá; en 2 Cor.4:7 se emplea de la «iluminación del conocimiento de la
gloria de Dios en la faz de Jesucristo» (en el v. anterior), una frase
descriptiva del evangelio, en tanto que depositado en los vasos de barro de las
personas que lo proclaman (cf.v. 4); en Col.2:3, de la sabiduría y del conocimiento
escondidos en Cristo. (VINE).
[2] ofthalmos = (ὀφθαλμός, G3788)
, relacionado con opsis = vista, probablemente derivado de una raíz que
significa penetración, afilamiento (Curtius, Greek Etymologies); cf. términos
castellanos como oftalmología, etc... Se utiliza:
(a) del órgano
físico (p.ej., Mateo 5:38); de restaurar la vista (p.ej., Mateo 20:33); del
poder de visión que posee Dios (Heb.4:13; 1 P.3:12); del de Cristo. En una
visión (Ap.1:14; 2:18; 19:12); del Espíritu Santo en la unidad de la Deidad con
Cristo (Ap.5:6);
(b) metafóricamente,
de visión mental (Mateo 6:23; Marcos 7:22); por metonimia, de envidia (rv: «el
ojo maligno»; rvr: «envidia»); pureza de motivos (Mateo 6:22; Lucas 11:34);
como el instrumento de malos deseo, «la principal avenida de la tentación» (1 Jn.2:16);
de adulterio (2 P.2:14);
(c) metafóricamente,
de visión mental (Mateo 13:15; Juan 12:40; Romanos 11:8; Gal.3:1); donde la
metáfora del «ojo malo» es alterada para un sentido distinto del de encantar o
fascinar (se utilizaba la representación de un ojo sobre una placa o tablilla,
como encantamiento o amuleto, para afrontar males). Mediante la predicación del
evangelio, Cristo, por así decirlo, había sido expuesto ante los ojos de ellos
como sobre una placa o tablilla; la pregunta podría parafrasearse de la
siguiente manera: «¿Qué falsos maestros os han estado fascinando
malignamente?»; Ef.1:18, de «los ojos de vuestro entendimiento» (rv, rvr, rvr77;
vm, lit., y tal como traduce Besson: «los ojos de vuestro corazón»), como medio
de conocimiento. (VINE).
[3] douleuo = (δουλεύω, G1398),
servir como un doulos (véase SERVIDOR, A, Nº 2, etc.). Se utiliza:
(a) de servir a
Dios (y de la imposibilidad de servir a Mammon [rvr: «las riquezas»] al mismo
tiempo), (Mateo 6:24 y Lucas 16:13; Rom.7:6); en el evangelio (Filp.2:22);
(b) Cristo (Hech.20:19; Rom.12:11; 14:18; 16:18; Ef.6:7;
Col.3:24);
(c) la Ley de Dios
(Rom.7:25);
(d) unos a otros
(Gal.5:13);
(e) un padre (Lucas 15:29,
con la sugerencia de actuar como esclavo);
(f) amos terrenales
(Mateo 6:24; Lucas 16:13; 1 Tim.6:2);
(g) el mayor al
menor (Rom.9:12);
(h) de estar bajo
servidumbre a una nación (Hech.7:7; Gal.4:25), a los romanos, en realidad,
aunque también espiritualmente a los judaizantes;
(i) a ídolos (Gal.4:8:
«estabais bajo servidumbre», vm; rvr: «servíais»);
(j) a «los débiles
y pobres rudimentos» (v. 9: «esclavizar», tiempo aoristo en los textos más
comúnmente aceptados, sugiriendo «entrar en servidumbre»), esto es, a la
religión de los gentiles (utilizándose «rudimentos» en el v. 3 de la religión
de los judíos);
(k) al pecado (Rom.6:6:
«sirvamos»; vm: «estuviésemos… bajo la servidumbre»);
(l) «de concupiscencias
y deleites diversos» (Tito 3:3);
(m) negativamente,
a ningún hombre; negación soberbia e irreflexiva por parte de los judíos (Juan 8:33).
(VINE).
[4] kurios = (κύριος, G2962),
propiamente adjetivo, que significa la posesión de poder (kuros) o autoridad.
Se utiliza como nombre, y se traduce en la Escritura bien como «amo» o «señor»,
siendo un título de amplio significado que aparece en cada uno de los libros
del NT, excepto en Tito y las Epístolas de Juan. Se utiliza:
(a) de un
propietario, como en Lucas 19:39, cf. Mt.20:8; Hech.16:16; Gal.4:1; o de uno
que tiene cosas a su disposición, como el sábado (Mateo 12:8);
(b) de un amo, esto
es, alguien a quien debe prestársele servicio por cualquier razón (Mateo 6:24; 24:50;
Ef.6:5);
(c) de un emperador
o rey (Hech.25:26; Ap.17:14);
(d) de ídolos, en
sentido irónico (1 Cor.8:5, cf. Is.26:13);
(e) como título de
respeto dirigido a un padre (Mateo 21:30), un marido (1 P.3:6), un amo (Mateo 13:27;
Lucas 13:8), un gobernante (Mateo 27:63), un ángel (Hech.10:4; Ap.7:14);
(f) como título de
cortesía dirigido a un extraño (Juan 12:21; 20:15; Hech.16:30); desde el comienzo
de su ministerio, esta fue la forma común de tratamiento dada al Señor Jesús,
tanto por el pueblo (Mateo 8:2; Juan 4:11), como por sus discípulos (Mateo 8:25;
Lucas 5:8; Juan 6:68);
(g) kurios es la
forma en que la lxx y el NT., traducen el hebreo Jehová, véase Mateo 4:7; Stg.5:11;
y también Adon, Señor (Mateo 22:44), y Adonai, Señor (Mateo 1:22); también se
utiliza para traducir Elohim, Dios (1 P.1:25). (VINE).
[5] tarasso = (ταράσσω, G5015),
relacionado con taraque = agitación, perturbación. Es un verbo que significa
agitar, perturbar, conmover, y se usa:
(1) en sentido
físico (Juan 5:7; y en algunos mss., en el v. 4), y
(2) metafóricamente:
(a) del alma y del
espíritu del Señor (Juan 11:33, donde se traduce como «se conmovió»);
(b) de los
corazones de los discípulos (Juan 14:1; 14:27);
(c) de las mentes de
los que temen o se hallan desconcertados (Mateo 2:3; 14:26; Marcos 6:50; Lucas 1:12;
24:38; 1 P.3:14);
(d) de subvertir
las almas de los creyentes con malas doctrinas (Hech.15:24; Gal.1:7; 5:10);
(e) de agitar una
multitud (Hech.17:8; v. 13 en los mejores textos, «alborotaron a las
multitudes»). Véanse ALBOROTAR, CONMOVER, CONTURBAR, INQUIETAR, PERTURBAR,
TURBAR. (VINE).
[6] merimnao = (μεριμνάω, G3309),
relacionado con A, Nº 1, significa estar ansioso acerca de, tener un cuidado
que perturba (p.ej., Mateo 6:25; 6:28, «os afanáis»; Mateo 10:19; Lucas 10:41; 12:11);
tener congoja (1 Cor.7:32-33; 7:34); preocuparse (1 Cor.12:25); interesarse (Filp.2:20);
«estar afanoso» (Filp.4:6). Véanse CUIDADO (TENER), INTERESAR (SE), PREOCUPAR (SE).
Nota: El verbo merimnao se traduce como
adjetivo en Filp.4:6, formando parte de la cláusula verbal «estar afanoso». (VINE).
[7] zeteo = (ζητέω, G2212)
significa:
(a) buscar, ir en
pos de (p.ej., Mateo 7:7-8; 13:45; Lucas 24:5; Juan 6:24); conspirar contra la
vida de una persona (Mateo 2:20: «procuraban»; Hech.21:31; Rom.11:3);
metafóricamente, tratar, pensando, de buscar cómo hacer algo, o qué obtener
(p.ej., Marcos 11:18; Lucas 12:29, vm: «no andéis buscando»); tratar de
dilucidar un significado (Juan 6:19: «¿Preguntáis entre vosotros?»); buscar a
Dios (Hech.17:27; Rom.10:20);
(b) tratar de hacer
algo, desear (p.ej., Mateo 12:46; vm: «buscando medio de hablar»; Lucas 9:9:
«procuraba verle»; Juan 7:19: «procuráis»); de buscar el Reino de Dios y su
justicia, en el sentido de codiciar ansiosamente, de ir decididamente en pos de
ello (Mateo 6:33); «las cosas de arriba» (Col.3:1); «paz» (1 P.3:11); requerir
o demandar, pedir (p.ej., Marcos 8:12; Lucas 11:29, algunos mss. tienen aquí el
Nº 4; 1 Cor.4:2: «se requiere»; 2 Cor.13:3: «buscáis»). Véanse DEMANDAR, PEDIR,
PREGUNTAR, PREOCUPAR (SE), PROCURAR, QUERER. (VINE).
- e-Sword-the. LEDD.
- Biblia de Estudio RYRIE.
- Por: Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 25//05//2016.
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