Parte II
Humillación y Exaltación De Cristo:
(Filipenses 2:5-11)
V.10: Inspirado en Isaías 45:23, donde el
Señor profetiza que un día se le rendirá Adoración Universal, el autor escribe
que en el nombre de Jesús (en relación con todo lo que el nombre representa)
todos los seres racionales creados rendirán el tributo debido.
Los que están en
los cielos,
y en la tierra,
y debajo de
la tierra expresa universalidad y no se debería forzar para apoyar
elaboradas teorías de clasificación.
Reaparece la nota escatológica de la
epístola mirando por fe hacia ese futuro en el cual todos los seres humanos del
pasado, presente y futuro reconocerán el señorío de Jesucristo. Sin duda ese
será el "día
de Jesucristo", al cual aluden otros pasajes.
En este himno muchos estudiosos han
encontrado paralelos del AT., especialmente de pasajes de los cantos del siervo
sufriente en Isaías 52 y 53, donde también se encuentran las nociones de
gloria, renuncia, humillación y exaltación.
Los sermones de Pedro y Pablo en el
libro de Hechos ofrecen ejemplos del uso de pasajes del AT., para explicar o
iluminar la persona y la obra de Cristo, y no es raro encontrar el mismo
recurso en otros escritos de Pablo.
Para algunos en este pasaje hay una
intención de establecer un contraste evidente con la historia de Adán, aquel
primer ser humano que cedió a la tentación de usurpar el derecho de Dios y que
por eso tuvo una humillante caída.
La referencia a ese contraste cabe si se
piensa en el uso que hace Pablo de las figuras de Adán y de Cristo. Cristo es
el segundo Adán (Rom.5:12-21), gracias al cual el ser humano es restituido a la
comunión con Dios.
Sin embargo, es importante recordar que
aquí en esta epístola, la evocación de la obra de Jesucristo tiene por objeto
que los filipenses aprendan a vivir dentro de la comunidad modelo que debe ser
la iglesia, con el mismo desprendimiento, consideración por los demás,
obediencia a Dios y disposición al sacrificio que caracterizaron a su Maestro y
Señor.
“y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria
de Dios Padre”.
(Filipenses
2:11)
V.11:
El verbo (exomologeo) puede
significar “confesar[5]
con acción de gracia” –si bien esto parecería raro si toda lengua
incluyera tanto a los perdidos como a los salvos. Jesucristo es el Señor es el
credo más antiguo de la Iglesia primitiva (compare Rom.10:9; 1 Cor. 12:3). El
Señorío de Cristo es la esencia del cristianismo.
Concluyo:
Cristo no sólo asumió la semejanza y el
estilo o forma de hombre, sino el de uno de estado humilde; no se manifestó con
esplendor. Toda su vida fue una vida de pobreza [a diferencia de aquellos que lucran
en su nombre “dinero sagrado”, Véase este artículo es interesante] y
sufrimientos [estamos lejos de querer sufrir], pero el paso más bajo fue morir
la muerte de cruz:
· la muerte de un
malhechor y de un esclavo;
· expuesto al odio,
y
· burla del
público.
Todos deben rendir homenaje solemne al
nombre de Jesús, no al solo sonido de la palabra, sino a la autoridad de Jesús.
Confesar que Jesucristo es el Señor es para la gloria de Dios Padre; porque es
su voluntad que todos los hombres honren al Hijo como honran al Padre, Juan 5:23*.
Aquí vemos tales motivos para el amor que se niega a sí mismo, que ninguna otra
cosa podría suplir.
NOTA: *La autoridad de Cristo se ve en las
esferas de Resurrección (Jn.5: 21, 25, 26) y juicio (vv. 22-23, 27). Dios
constituirá juez a Cristo, a fin de que el Hijo sea Honrado. Los que Creen
escaparán del juicio (v.24).
¿Amamos
y obedecemos así al Hijo de Dios?
___________
Notas
Y Bibliografía:
[1] morfe = (μορφή, G3444) denota la
forma o rasgo distintivo especial o característico de una persona o cosa. Se
usa con un significado particular en el NT., solo de Cristo, en Filp.2:6-7, en
las frases «siendo en forma de Dios» y «tomando forma de siervo». Una excelente
definición de esta palabra es la dada por Gifford: «morfe es así propiamente la naturaleza o esencia, no en
abstracto, sino tal como subsiste realmente en el individuo, y retenida en tanto
que el individuo mismo existe… ». Así, en el pasaje ante nosotros morfe Theou
es la naturaleza divina real e inseparablemente subsistente en la persona de
Cristo. Para la interpretación de «la forma de Dios» es suficiente decir que:
(1) incluye toda la naturaleza y
esencia de la Deidad, y que es inseparable de ella, ya que no podrían tener
existencia real sin ella; y
(2) que no incluye en sí misma nada
«accidental» o separable, tal como modos particulares de manifestación, ni
condiciones de gloria o majestad, que pueden en un momento estar junto con la
«forma», y en otros momentos separados de ella.
El verdadero significado de morfe
en la expresión «forma de Dios» queda confirmada por su repetición en la frase
correspondiente, «forma de siervo». Se admite universalmente que las dos frases
son directamente antitéticas, y que por ello «forma» tiene que tener el mismo
sentido en ambas» (Gifford, The Incarnation, pp. 16,19,39).
La definición anteriormente
mencionada se aplica a su utilización en Marcos 16:12, en cuanto a las maneras
particulares en que el Señor se manifestó a sí mismo. (VINE).
[2] eikon = (εἰκών, G1504) denota
imagen. Este término incluye las dos ideas de representación y manifestación.
«La idea de perfección no reside en la palabra misma, sino que tiene que ser
encontrada en el contexto» (Lightfoot); los siguientes casos muestran con
claridad las distinciones entre la semejanza imperfecta y perfecta.
Esta
palabra se usa:
(1) de una imagen en una moneda, no
una mera semejanza (MT.22:20; Mr.12:16; Lc.20:24); también de una estatua o
representación similar, más que una semejanza (Rom.1:23; Ap.13:14-15, tres
veces; Ap.14:9; 14:11; 15:2; 16:2; 19:20; 20:4); de los descendientes de Adán
como portadores de su imagen (1 Cor.15:49), siendo cada uno de ellos una
representación derivada del prototipo;
(2) de cosas relacionadas con cosas
espirituales (Heb.10:1), negativamente, de la ley como siendo «sombra de los
bienes venideros, no la imagen misma de las cosas», esto es, no la forma
esencial y sustancial de ellas. El contraste ha sido asemejado a la diferencia
entre una estatua y la sombra que ella arroja;
(3) de las relaciones entre Dios el
Padre, Cristo, y el hombre:
(a) del hombre tal como fue creado
como representación visible de Dios (1 Cor.11:7), un ser que se corresponde con
el original. La condición del hombre como criatura caída no ha borrado
totalmente la imagen; sigue siendo capaz de llevar responsabilidad, sigue
teniendo cualidades correspondientes a las divinas, como el amor a la bondad y
a la belleza, que no se hallan en ningún animal. En la caída el hombre dejó de
ser un vehículo perfecto para la representación de Dios. La gracia de Dios en
Cristo cumplirá aún más que lo que perdió Adán;
(b) de personas regeneradas, en su
condición de representaciones morales de lo que es Dios (Col.3:10; cf. Ef.4:24);
(c) de creyentes, en su estado
glorificado, no meramente en cuanto a que sean semejantes a Cristo, sino
representándole (Rom.8:29; 1 Cor.15:49). Aquí la perfección es obra de la
gracia divina; los creyentes tienen aún que representar, no a alguien como él,
sino lo que él es en sí mismo, tanto en su cuerpo espiritual como en su
carácter moral;
(d) de Cristo en relación con Dios
(2 Cor.4:4: «la imagen de Dios»), esto es esencial y absolutamente la expresión
y representación perfectas del arquetipo, Dios el Padre; en Col.1:15: «la
imagen del Dios invisible» da el pensamiento adicional sugerido por la palabra
«invisible», de que Cristo es la representación visible y manifestación de Dios
a los seres creados. La semejanza expresada en esta manifestación está
involucrada en las relaciones esenciales en la Deidad, y es por ello singular y
perfecta; «el que me ha visto a mí, ha visto al Padre» (Juan 14:9). «El
calificativo «invisible»… no debe confinarse a la percepción de los sentidos
corporales, sino que debe incluir también la percepción del ojo interior»
(Lightfoot).
En cuanto a términos sinónimos,
jomoima, semejanza, destaca el parecido con un arquetipo, aunque el parecido
pueda no ser derivado, en tanto que eikon es una semejanza derivada (véase
SEMEJANZA); eidos, forma, apariencia, aspecto, es una apariencia, «no
necesariamente basada en la realidad» (véase FORMA, Nº 4); skia es «una
semejanza oscurecida» (véase SOMBRA); morfe es «forma, como indicación del ser
interior» (Abbott-Smith); véase FORMA. Para carakter, véase Nº 2. (VINE).
[3] doxa = (δόξα, G1391), gloria (de
dokeo, parecer). Significa primariamente opinión, estimación; y de ahí el honor
resultante de una buena opinión. Se usa:
(I):
(a) de la naturaleza y actos de Dios
en manifestación de Sí mismo; esto es, lo que él esencialmente es y hace, tal y
como queda exhibido en cualquier forma en que se revele a sí mismo en estos
respectos, y particularmente en la persona de Cristo, en quien esencialmente su
gloria siempre ha resplandecido y siempre resplandecerá (Juan 17:5; 17:24; Heb.1:3).
Fue exhibida en el carácter y en los actos de Cristo en los días de su carne
(Juan 1:14; 2:11). En Caná se manifestaron tanto su gracia como su poder, y
estos constituían su gloria; asimismo en la resurrección de Lázaro (Juan 11:4; 11:40).
La gloria de Dios se manifestó en la resurrección de Cristo (Rom.6:4) y en su
ascensión y exaltación (1 P.1:21). De la misma forma, en el monte de la
transfiguración (2 P.1:17). En Rom.1:23 se habla de su «eterno poder y deidad»
como su gloria, esto es, sus atributos y poder revelados por medio de las cosas
creadas; en Rom.3:23 la palabra denota la manifiesta perfección de su carácter,
especialmente de su justicia, a la que los hombres nunca alcanzan; en Col.1:11
, «la potencia de su gloria» significa el poder que es característico de su
gloria; en Ef.1:6; 1:12; 1:14, «la alabanza de la gloria de su gracia» y «la
alabanza de su gloria» significan el debido reconocimiento de la manifestación
de sus atributos y caminos; en Ef.1:17: «el Padre de gloria» lo describe como
la fuente de la que proceden todo esplendor y perfección divina en su
manifestación, y a la cual pertenecen.
(b) del carácter y caminos de Dios
exhibidos por medio de Cristo a y a través de los creyentes (2 Cor.3:18; 3:21);
(c) del estado de bienaventuranza o
bendición al cual los creyentes han de entrar al ser hechos a la semejanza de
Cristo (p.ej., Rom.8:18; 8:21; Filp.3:21:«al cuerpo de la gloria suya»; 1 P.5:1;
5:10; Ap.21:11);
(d) resplandor o esplendor:
(1) sobrenatural, emanando de Dios;
como en la gloria de la shekina, en la columna de nube y en el Lugar Santísimo
(p.ej., Ex.16:10; 25:22; Lc.2:9; Hech.22:11; Rom.9:4; 2 Cor.3:7; Stg.2:1); en
Tito 2:13 se usa del retorno de Cristo: «la manifestación gloriosa de nuestro
gran Dios y Salvador Jesucristo» (rv, rvr, rvr77; lba: «la manifestación de la
gloria de nuestro gran Dios y Salvador Cristo Jesús»; Cf. Filp.3:21 , más
arriba);
(2) natural, como la de los cuerpos
celestes (1 Cor.15:40-41);
(II) de buena reputación, alabanza,
honor (Lc.14:10; Jn.5:41; 7:18; 8:50; 12:43; 2 Cor.6:8; Filp.3:19; Heb.3:3); en
1 Cor.11:7, del varón como representante de la autoridad de Dios y de la mujer
como haciendo evidente la autoridad del varón; en 1 Ts.2:6 , el término
«gloria» probablemente se da por metonimia en lugar de los dones materiales, un
honorario, ya que en la estimación humana la gloria se expresa generalmente por
cosas materiales.
Este término se usa en ascripciones
de gloria a Dios (p.ej., Lc.17:18; Jn.9:24; Hech.12:23); como en doxologías;
lit: palabras de gloria (p.ej., Lc.2:14; Rom.11:36; 16:27; Gal.1:5; Ap.1:6). (VINE).
[4] kenoo = (κενόω, G2758), vaciar,
hacer vano. Se utiliza:
(a) de la fe (Rom.4:14: «vana
resulta la fe»; rv: «vana es»);
(b) de la cruz de Cristo (1 Cor.1:17:
«para que no se haga vana»);
(c) de Cristo, al vaciarse a sí
mismo (Filp.2:7: «se despojó a sí mismo» [rv: «(se) anonadó»]);
(d) del gloriarse del apóstol Pablo
en el ministerio del evangelio (1 Cor.9:15: «antes que nadie desvanezca»; rv:
«haga vana»);
(e) de su gloriarse en la iglesia de
Corinto (2 Cor.9:3: «no sea vano»; rv: «sea vana»). Véanse DESPOJAR,
DESVANECER, VANO. (VINE).
[5] exomologeo = (ἐξομολογέω, G1843), (ek = fuera,
intensivo, y el Nº 1, y por ello más fuerte que el Nº 1), confesar
públicamente, esto es, libre y abiertamente. Se usa:
(a) de un reconocimiento o confesión
pública de pecados (Mateo 3:6; Marcos 1:5; Hechos 19:18; Stg.5:16);
(b) profesar o reconocer
abiertamente (Mateo 11:25, traducido «te alabo», pero indicando la idea más
plena; Filp.2:11, algunos mss. lo tienen en Ap.3:5: véase Nº 1);
(c) confesar con celebración, dando
alabanza (Rom.14:11; 15:9). En Lucas 10:21 se traduce «te alabo», siendo el
verdadero sentido «reconozco con agradecimiento». En Lucas 22:6 significa consentir:
«se comprometió» (rv: «prometió»). Véanse también ALABAR, COMPROMETER(SE),
PROMETER. (VINE).
- e-Sword-the. LEDD.
- Biblia de
Estudio RYRIE.
- HASSISION,
Everett F. COMENTARIO BÍBLICO MOODY NT. Pág. 374-375.
- Por: Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 24//05//2016.
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