domingo, 29 de mayo de 2016

Parte I: PROTECCIÓN PARA LOS CREYENTES: (Efesios 6:10-20)

Parte I:
PROTECCIÓN PARA LOS CREYENTES:
(Efesios 6:10-20)


Por: Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

La Armadura De Dios:
“Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza… Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo… Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes… Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes… Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia,… y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz… Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno…”.
(Efesios 6:10-20).

Precauciones Para Una Vida Victoriosa. Ef. 6:10-20:

INTRODUCCIÓN:
El apóstol llega al final de las exhortaciones a los fieles de la región efesina en orden a poner en práctica los principios doctrinales que ha expuesto sobre el misterio de Cristo. Esta última exhortación está dirigida a urgir a los cristianos a mantenerse en guardia contra los enemigos de la Iglesia, los PODERES ESPIRITUALES DE MALDAD (V.12)
Para luchar contra tales enemigos, no valen las Armas humanas, por lo que Pablo les exhorta (v.10) a robustecerse con el vigor de la fuerza que presta el Señor y a vestirse de toda la armadura (gr. panoplían. Véase los vv.11 y 13) de Dios.
Como cristianos el apóstol nos enseña a usar los elementos, o armadura en la cual cuenta un soldado de la época del apóstol; ahora bien todos los que hemos tenido el privilegio de servir a nuestro país sabemos de lo que el apóstol habla en términos militares para llevarlo al mundo espiritual, y aun como debemos usar las armas espirituales contra las huestes infernales, que es lo que está pasando en los seminarios, o iglesia hemos dejado de usar los elementos de un buen militar para enfrentar a nuestros enemigos ya que son espirituales y no son físicos, revisemos entonces como usar nuestros elementos de un militar.

1.      Fortalecidos En El Señor Contra El Diablo Ef. 6:10-12:

Al comienzo de este estudio indicamos que el tema de esta epístola es: La gloria de Dios en la iglesia. Desde el primer capítulo hemos visto cómo Dios ha tenido un propósito eterno que se cumplió en la vida y ministerio de Cristo, particularmente en su muerte y resurrección. Hemos palpado cómo este propósito divino alcanza hasta nosotros, reuniéndonos en Cristo en un solo cuerpo, la iglesia.
Sabemos por la historia bíblica que desde la creación ha habido una contienda de parte de Satanás contra Dios y su propósito. Los campos de batalla se ven en el Edén, en el desierto durante el éxodo, en medio del pueblo de Israel y aún en el palacio del rey David. Satanás hizo todo lo que pudo para destruir y frustrar el plan de Dios. Máximo, trató de destruirlo en la persona de Jesús por medio de la furia del rey Herodes, las tentaciones en el desierto, la debilidad de los apóstoles, en Getsemaní y aun en la cruz.
Pero Satanás no pudo contra Dios; Cristo fue victorioso. Como resultado estableció su iglesia y la comisionó como su representante personal para extender su reino en la tierra. Siendo este el caso, la iglesia está continuamente bajo un asalto diabólico sin tregua. Por esto, necesita ser consciente del peligro y debe mantenerse preparada en el Señor para poder vencer en la lucha que libra Satanás contra ella.

Hasta aquí el apóstol Pablo ha tocado el comportamiento de los cristianos solamente en el terreno humano y físico de la vida cotidiana. Ahora pasa a considerar otro frente de lucha. La vida espiritual es una lucha continua en dos frentes de combate. Tenemos el frente visible en el contexto de nuestros contactos y conflictos diarios en el mundo en el cual vivimos. Como cristianos vivimos en constante tensión y potencial conflicto con el ambiente social en que nos desarrollamos.
Está también el frente invisible y beligerante que se describe en 6:10-20. Este frente, aunque invisible, es formidable y temeroso. Requiere fibra moral y armamento espiritual apropiado para la contienda:
·      En esta sección nos da la fórmula para ser vencedores: depender del poder del Señor (vv. 10-12),
·      ser debidamente vestidos (armados) para la contienda (vv. 13-18), y
·      amparados por la oración (vv. 19, 20).

Con la expresión por lo demás (v. 10) Pablo señala que está llegando a la conclusión y al clímax de la epístola. Antes de terminarla quiere llamar la atención de sus lectores al peligro que asecha a la iglesia de Cristo y a cada uno de ellos como creyentes. Para esto se basa en la obra maravillosa de Dios que abarca la eternidad pasada y se extiende a la eternidad futura. Toma en cuenta la obra redentora de Cristo en favor del hombre pecador, incluyendo hasta los gentiles. No ignora la presencia y el poder del Espíritu Santo operando en los creyentes en una vida cambiada. Incluye la unidad de la iglesia en medio de la diversidad de los que la componen, y recuerda la vida radicalmente diferente de los creyentes. Ahora, alerta a esta iglesia y a los creyentes a tomar medidas preparatorias y preventivas para defenderse en la lucha contra el adversario que se opone a todo lo que Dios ha hecho en Cristo y su iglesia desde antes del comienzo del tiempo.

Pablo Llama a Los Creyentes a Fortificarse En Dos Sentidos:
·      primero en el Señor, y
·      luego en el poder de su fuerza (v. 10).
A pesar de la perfecta salvación del creyente, la preciosa unidad de la iglesia y la bella armonía de la familia, todos estos estarán siempre expuestos a las amenazas del maligno y en peligro de un combate mortal.
Requiere preparación para confrontar al enemigo y poder para resistir sus asaltos.
Tanto el creyente como la iglesia serán el blanco constante de los ataques de Satanás. Para estar preparado para esta eventualidad inminente el cristiano necesita una defensa adecuada y una fuente de fuerza confiable.

Pablo los urge diciendo: Fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza (v. 10). Esto significa robustecerse en Cristo y tomar su energía de él. Es decir que el creyente debe hacerse fuerte en Cristo, porque aparte de él no tiene fuerza. La fuente de nuestro poder es el Señor mismo.
Para estar debidamente preparados para el combate con Satanás, los creyentes tienen que escudarse en el Señor como fortaleza segura y depender de él como la fuente única de fuerza.
Pablo usa una variedad de palabras con casi el mismo significado pero con suficiente diferencia para dar más énfasis a lo que quiere decir.
En el v. 10 hallamos la forma verbal fortaleceos (ponerse en forma espiritual), el sustantivo poder (aquel poder inherente y activo en Dios) y también fuerza (la habilidad de Dios de actuar).
Combinados en esta declaración enfatizan que el cristiano debe depender absolutamente de Dios y su poder:
·      La primera, necesidad para la contienda es el poder que proviene de Dios.
·      Otra, parte de la fórmula para ser vencedores como soldados cristianos es la vestidura apropiada.
De igual manera que Dios es la fuente de poder para el cristiano en la contienda contra Satanás, él ha provisto la armadura necesaria.

Pablo Instruye a Los Creyentes: Vestíos de toda la armadura de Dios (v. 11a).
El cristiano debe estar preparado en todo tiempo. Al decir vestíos Pablo implica que el creyente debe vestirse de una vez y luego mantenerse siempre preparado. Toda la armadura de Dios significa la armadura* completa de Dios. No es un armamento ordinario porque es de Dios; ni es opcional, porque cada pieza complementa a la otra y cumple una función importante. Será descrita en más detalle en los vv. 13-17.

Etimología:
*panoplia = (πανοπλία, G3833), de allí en castellano, panoplia; lit: toda armadura, plena armadura (pas = todo; oplon = arma). Se usa:
(a) de una armadura literal (Lc.11:22);
(b) de ayudas espirituales provistas por Dios para vencer las tentaciones del diablo (Ef.6:11; 6:13).
Entre los griegos, la panoplia era el equipo completo utilizado por la infantería pesada. (VINE).

Mientras tanto, Pablo explica la razón de este estado de preparación: Para que podáis hacer frente a las intrigas del diablo (v. 11b). Hay un enemigo formidable, identificado aquí como el diablo, el acusador o calumniador que siempre está en pie de guerra, agitando y molestando.
El diablo* es identificado en la Biblia como Satanás, el detractor o adversario. No hay cómo evitarlo. Hacer frente significa aquella actitud de preparación constante que el soldado mantiene para estar firme frente al enemigo para resistirlo. Este enemigo es sutil y astuto; sabe usar muchos métodos para enredar a los creyentes y derrotar a la iglesia.
Etimología:
*G1228 διάβολος = diábolos: de G1225; calumniador; específicamente Satanás [Compare H7854]:- calumniador, diablo. (Strong).

La palabra intrigas = (methodéia  G3180) significa engaño o decepción. Al cristiano le compete estar siempre preparado y listo para hacer frente al diablo, contando con el poder del Señor y vestido con la armadura que Dios provee.

Etimología:
methodeia = (μεθοδεία, G3180) denota astucia, engaño (meta , después, odos, camino), artimaña, asechanza, y se traduce «artimañas» del error en Ef.4:14 (rv: «artificios»), lit: «con vistas la astucia (singular) del engaño»; en 6:11: «las asechanzas (plural) del diablo». (VINE).

La guerra que hace el diablo no es una guerra convencional, sino es una lucha subversiva en terrenos tramposos con tácticas cada vez novedosas. Pablo explica esto en el v. 12a: Porque nuestra lucha no es contra sangre ni carne. La palabra lucha (pále  G3823) aparece solamente aquí en el NT., y significa un tipo de combate cuerpo a cuerpo que no termina hasta que uno de los combatientes esté vencido o herido mortalmente.

Etimología:
pale = (πάλη, G3823) , lucha cuerpo a cuerpo (relacionado con pallo = mecer, vibrar). Se usa en sentido figurado en Ef.6:12, del conflicto espiritual en el que se hallan inmersos los creyentes. (VINE).

En este caso, el asaltante no es un adversario humano que se pude ver y sentir, ni físico como la carne propia del creyente que por su cuenta le da suficientes problemas.

Además, No Es Un Sólo Combatiente, Son Muchos. Pablo los describe como:
·      Principados...[1]
·      autoridades...[2]
·      gobernantes de estas tinieblas...[3]
·      espíritus de maldad en lugares celestiales. [4]
Como que un enemigo físico y humano no fuese suficiente, esta lucha monta un ejército asombroso de enemigos contra el creyente y contra la iglesia.
Esta lista repite algunas fuerzas mencionadas en 2:2 con adiciones y alude a las tinieblas mencionadas en 5:8 y 11.

Pablo describe un reino espiritual organizado y operando en una esfera aparte del mundo natural que el cristiano conoce y en el cual se desarrolla la iglesia. Los términos usados para describir esta esfera y sus huestes implican una jerarquía antagonista bien organizada.
Cada término está precedido por la palabra contra, dando a entender que cada uno representa una categoría de actividad demoníaca o nivel de autoridad diferente. Estas no son clases diferentes de enemigos, sino fuerzas contra Dios y su pueblo.
Son las fuerzas bajo el control de su jefe, Satanás, estructurado de tal modo que cada categoría describe diferentes aspectos de una estrategia global, como rango, autoridad, control y estación de batalla:

·      Principado* (arcé  G746) es la jurisdicción de un príncipe, que aquí incluye a Satanás y todos sus subalternos.
Etimología:
*G746 ἀρχή = arjé: de G756; (propiamente abstractamente) iniciación, o (concretamente) jefe (en varias aplicaciones de orden, tiempo, lugar o rango):- dignidad, dominio, gobernante, magistrado, poder, primero, primeramente, principado, principio, punta, rudimento. (Strong).

·      Las autoridades** (exousía  G1849) son potencias que tienen poder e influencia sobre alguna jurisdicción específica.
Etimología:
**G1849 ἐξουσία = exousía: de G1832 (en el sentido de capacidad); privilegio, i.e. (subj.) fuerza, capacida, competencia, libertad, u (objectivamente) maestría (concretamente magistrado, sobrehumano, potentado, símbolo de control), influencia delegada:- autoridad, derecho, dueño, jurisdicción, libertad, poder, potencia, potestad.

·      El tercer rango son los gobernantes* de estas tinieblas**, los dominadores del mundo de las tinieblas o los poderes cósmicos de las tinieblas que gobiernan en este mundo pecador.
Etimología:
*G2888 κοσμοκράτωρ = kosmokrátor: de G2889; y G2902; gobernador del mundo, epíteto de Satanás:- gobernador.
**G4655 σκότος = skótos: de la base de G4639; sombra, i.e. oscuridad (literalmente o figurativamente):- oscuridad, tiniebla.
Estos serán aquellos demonios que se han infiltrado en muchos sistemas políticos y humanistas aun de nuestro tiempo que pretenden dominar el sistema mundial y consolidarlo bajo un solo y nuevo orden sociopolítico. Ejemplo de esto es el movimiento contemporáneo de la Nueva Era.

·      La cuarta categoría se compone de los espíritus* de maldad** en lugares ***celestiales.
Estos son las hordas de espíritus malignos que habitan y actúan en el mundo invisible.
Etimología:
*G4152 πνευματικός = pneumatikós: de G4151; no carnal, i.e. (humanamente) etéreo (como opuesto a grueso), o (demoníacamente) espíritu (concretamente), o (divinamente) sobrenatural, regenerado, religioso:- espiritual. Compare G5591.
**G4189 πονηρία = ponería: de G4190; depravación, i.e. (específicamente) malicia; plural (concretamente) complot, pecados:- maldad, malicia, perversidad. (Strong).
***G2032 ἐπουράνιος = epouránios: de G1909 y G3772; sobre el cielo:- (regiones) celestes, celestial, (en los) cielos. (Strong).

Lugares celestiales no es sinónimo aquí con el cielo, sino representa aquella esfera o mundo espiritual que trasciende lo físico y temporal. Con mayor razón tenemos que tener cuidado y estar prevenidos los cristianos que estamos gozándonos de toda bendición espiritual en los lugares celestiales (1:3b).
Las huestes antagónicas y diabólicas han invadido la esfera donde se desarrolla la vida espiritual del creyente y donde habita la iglesia universal e invisible de Cristo, y están librando un combate tenaz contra nosotros, la iglesia.

2.      Debidamente Armados y Vigilantes Para El Combate. Ef. 6:13-18:

En vista de tal realidad, Pablo ordena a la iglesia en general y a los creyentes en particular que tomen toda la armadura de Dios (v. 13a). Es un mandato de tomar las armas que Dios nos ha provisto para defendernos. Nuestro Dios no nos ha olvidado ni abandonado. Él ha provisto precisamente el armamento completo y adecuado para nuestra defensa y el creyente tiene que emplear cada pieza, sin faltar ninguna.
Nótese: que entre el armamento la mayoría es de carácter defensivo y solamente hay una que se puede calificar como ofensiva.
Y ésta se emplea también para la protección y no sólo para la agresión. En esta armadura el cristiano tiene todo lo que necesita para cuidarse contra el diablo y resistirlo.
Pablo explica que la razón de esta armadura es para que podáis resistir en el día malo, y después de haberlo logrado todo, quedar firmes (v. 13b).
Aquí hay dos deberes del cristiano debidamente armado:
·      Resistir los asaltos diabólicos, y
·      permanecer firmes.

El día malo representa las veces cuando parece que hay más tentaciones, pruebas y crisis espirituales que en cualquier otro tiempo, cuando Satanás parece atacarnos con más furia. Son ocasiones como estas cuando hay que resistir con más diligencia. Pablo agrega que habiendo logrado éxito en tales ocasiones, venciendo a los asaltantes, hay que mantenerse siempre en pie, alertas y preparados (quedar firmes).
El cristiano vencedor nunca baja la guardia porque en el momento menos esperado el enemigo vuelve. Nunca nos deja en paz, aunque cada victoria sobre él lo deja debilitado. La victoria no está en el haber resistido al diablo una vez, sino en permanecer firmes contra cualquier otra eventual agresión.


Pablo instruye a los cristianos acerca de cómo vestirse para permanecer firmes ante el enemigo y sus huestes. El estado de preparación que él describe requiere que el creyente esté debidamente uniformado y equipado. 

Ver --------->Parte II.


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