lunes, 23 de mayo de 2016

Parte II EL NUEVO NACIMIENTO (Juan 3:1-36)

Parte II

EL NUEVO NACIMIENTO
(Juan 3:1-36)

Jesús habría leído la sorpresa, o incredulidad, en el rostro de Nicodemo y le exhorta a no quedar paralizado en la contemplación de la maravilla del nuevo nacimiento (v. 7). El tiempo aoristo del verbo indica la cesación de una acción, por ejemplo, “deja de maravillarte”.
Nótese: el cambio de número de persona, de singular (vv. 1-6) al plural Os. Jesús se dirige no solo a Nicodemo, sino también a sus amigos. La exigencia para entrar en el reino de Dios es universal, para toda la humanidad, la única excepción siendo Jesús mismo. La evidencia de que Nicodemo estaría acompañado por asociados se ve aquí y en el v. 2 al decir “sabemos”. Necesario es un verbo impersonal que expresa fuertemente un deber moral o una obligación.

Jesús emplea en el v. 8 otra analogía para explicar el nuevo nacimiento, aprovechando un juego de palabras. Viento, Espíritu y “aliento” son tres posibles traducciones de pneuma  G4151.
Hay algo misterioso en la operación del viento: oímos su sonido, sentimos su movimiento y vemos el efecto que tiene en objetos, pero no podemos verlo, ni precisar de dónde viene, ni exactamente hacia dónde se dirige.
Tampoco podemos ver al Espíritu Santo, ni saber cómo opera en el ser humano, pero podemos sentir su movimiento en nuestra vida y observar el efecto de su presencia y operación en la vida de personas que han nacido de nuevo.
Puesto que el mismo término gr. significa: “viento yespíritu, algunos traducen Espíritu en ambas posiciones: “El Espíritu sopla de donde quiere… ha nacido del Espíritu”. Sin embargo, los términos sopla y sonido favorecen la traducción de viento en la primera referencia.

¿Cómo puede suceder eso? es una pregunta de Nicodemo que expresa su perplejidad ante la explicación de Jesús, sin un intento de refutarla. La traducción lit. Sería: “¿Cómo es posible que estas cosas lleguen a suceder?”. “Estas cosas” se refiere al nuevo nacimiento. El fariseo pide una explicación más comprensible de este gran misterio.

El Rabí se sorprende por la falta de conocimiento de otro rabí, representante de los más eruditos y de la suprema autoridad del judaísmo. Había exhortado a Nicodemo a dejar de maravillarse de sus enseñanzas (v. 7), pero ahora en el v. 10 él mismo se maravilla de la falta de conocimiento del maestro de Israel (ver Marcos 6:6).
En el texto gr. hay un artículo definido ante maestro, traducido “el maestro de Israel”, indicando que Nicodemo sería miembro del Sanedrín y tendría un puesto oficial de gran importancia.
Con más razón, él tendría que haber comprendido que el hombre no podría obtener la justicia de Dios, o entrar en el reino de Dios, basado en su propio esfuerzo, méritos o justicia.

Por tercera vez Jesús emplea la doble exclamación, “de cierto, de cierto”, para introducir una afirmación, ya no en relación con el nuevo nacimiento, sino acerca de otras verdades espirituales.
El plural de los verbos puede ser retórico, dando el valor de un proverbio, pero el versículo siguiente tiende a confirmar el sentido literal. Inclusive, algunos comentaristas piensan que sus discípulos estaban presentes, o que Jesús incluía el testimonio de Juan el Bautista en lo que decía.
Vincent, por otro lado, opina que Jesús incluía a todos los que han nacido del Espíritu.
Plummer sugiere que Jesús y sus discípulos hablaban de cosas terrenales (v. 12a), pero solo él hablaba de las celestiales (v. 12b).
Aquí Jesús declara que sus enseñanzas no son meras opiniones, sugerencias o datos de segunda mano, sino que están basadas en hechos objetivos y comprobables de un testigo ocular.
Pero no recibís nuestro testimonio indica la respuesta no sólo de Nicodemo, sino también de sus compañeros y es una profecía del rechazo de los líderes judíos en general. Jesús emplea dos veces testimonio en este versículo, además de “saber” y “ver”, tres términos clave en este Evangelio (ver 1:7).
El verbo recibís, en el tiempo presente, enfatiza la actitud negativa y continúa de los judíos. Las tradiciones y los prejuicios, unidos al celo religioso, cegaban la mente de la mayoría de los fariseos.

Lo que Jesús había dicho acerca del segundo nacimiento es terrenal y celestial: el poder para la regeneración es del cielo pero se efectúa en la tierra en el corazón del ser humano. Cosas terrenales se entiende en sentido lit., como cosas que suceden en la tierra, y no en el sentido simbólico, como cosas pecaminosas. En los versículos siguientes Jesús habla de las celestiales.
Tasker opina que cosas terrenales se refieren a verdades espirituales para las cuales existe una analogía, como distintas a cosas celestiales, para las cuales no existe un paralelo humano.

En el versículo anterior Jesús empleó la primera persona singular al hablar de cosas celestiales, no incluyendo a los discípulos (ver v. 11). La razón por qué sólo él podía hablar con absoluta autoridad de cosas celestiales es que sólo él tenía conocimiento personal de ellas. Descendió del cielo se refiere a su encarnación cuando el Hijo eterno de Dios llegó a ser el Hijo del Hombre.
No sólo descendió del cielo, sino que mantenía una comunión íntima y continua con el Padre, capacitándole para hablar de las celestiales. Nadie ha subido al cielo no tiene que ver con los creyentes que han muerto y cuyos espíritus están con Dios. Jesús está afirmando que ninguna persona presente sobre la tierra, excepto el Hijo del Hombre, tenía conocimiento personal de las cosas celestiales.

Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto introduce la conclusión de las palabras de Jesús, con una predicción de su muerte como plan de Dios para ofrecer vida eterna a la humanidad. Se refiere al episodio relatado en Números 21 cuando Dios envió serpientes ardientes para morder al pueblo como castigo por haberse rebelado en contra de Moisés, su líder divinamente aprobado. Dios instruyó a Moisés para que moldeara una serpiente de bronce y la levantara sobre un asta. Sólo los que miraban a la serpiente levantada, provista por Dios, se salvarían de la mordedura de las serpientes.
El adverbio así, de modo o manera, con el sentido de “en la misma manera”, relaciona el acto de Moisés con el propósito de la vida y muerte de Jesús. Encontramos otra vez ese verbo impersonal dei*  G1163 (ver 3:7) que habla de una necesidad moral o espiritual, ordenada por Dios.
*G1163 δεῖ = dei: tercera persona singular presente activo de G1210; también δεόν = deón; neutro participio activo de lo mismo; ambas usadas impersonal; es (fue, etc.) necesario (como obligatorio):- conveniente, convenir, deber, necesario, necesidad, preciso. (Strong).
Levantado seguramente se refiere a la crucifixión (ver 8:28; 12:32), como parte del plan de Dios para la salvación de los creyentes, pero algunos sugieren que, como Juan suele incluir un doble sentido en algunas palabras, también podría referirse a la exaltación del Hijo del Hombre en la resurrección (ver Hech.2:33; Filp.2:9).

En ambos casos los hombres estaban bajo la condenación de muerte, como sentencia de Dios por su pecado, y en ambos casos Dios provee el medio de liberación de esa sentencia para poder vivir.

En el caso de Moisés se trataba de muerte o vida física, pero en el caso de Jesús se trataba de muerte o vida espiritual y eterna. En el caso de Moisés la condición para obtener vida física fue el mirar con fe a la serpiente de bronce, pero en la enseñanza de Jesús la condición para obtener vida eterna era el mirar con fe al Hijo de Dios.
La conjunción de propósito para que (jina*  G2443) expresa la intención y voluntad de Dios. Todo aquel abre el beneficio de vida eterna a todo el mundo con una sola condición. El verbo “creer” es un participio griego en el tiempo presente con énfasis en una acción continua. No es la creencia superficial y pasajera que salva, sino la que es profunda, sincera y sostenida. Una traducción que capta este significado sería: “todo aquel que está creyendo y sigue creyendo en él…”.
*G2443 ἵνα = jína: probablemente de lo mismo que la primera parte de G1438 (mediante la idea demostrativa; Compare G3588); a fin de que (denotando el propósito o el resultado):- a fin de, para que, por, porque.

Tenga es otro verbo en el tiempo presente que habla de una posesión presente, es decir, tan pronto que uno ponga su fe en Cristo tiene ya la vida eterna. Vida eterna es una de las expresiones favoritas en este Evangelio, siendo aquí la primera de 17 referencias, comparadas con 8 en los Sinópticos y 6 en 1 Juan.
Nótese: cómo la vida espiritual que Dios ofrece se relaciona estrechamente con Cristo quien dijo: “Yo soy la… vida (Filp.14:6; ver 1:4; Col.3:3). Aparte de él no hay vida espiritual. El término eterna (aionion*  G166) significa lit. lo que pertenece a una edad de tiempo, como p. ej., “la Edad Media”.

*G166 αἰώνιος = aiónios: de G165; perpetuo (también usado del tiempo pasado, o pasado y futuro igualmente):- sempiterno, siglo, eterno.

Según el concepto judío, vida eterna se refería a la vida que pertenece a la edad venidera. Morris opina que es un concepto escatológico (ver 6:40, 54). Así que los judíos pensaban que la edad venidera no tendría fin y por lo tanto sería eterna. El concepto de tiempo sin fin ciertamente está en la expresión vida eterna, y algunas versiones lo traducen “vida sin fin”.
Sin embargo, tal traducción pierde la otra dimensión, la que es aún más significativa. Es más que cantidad de tiempo; es la calidad de vida en ese tiempo, es la “vida abundante” que Cristo vino a traernos (10:10). La extensión de tiempo tendría poco valor en sí; lo que vale es la riqueza espiritual de esa vida.
Westcott lo expresa así: “No es una duración sin fin del ser en tiempo, sino el ser del cual el tiempo no es una medida”. Esta vida en Cristo es un regalo de Dios, no un logro humano, y eleva al hombre de la vida que es meramente física y terrenal a una nueva dimensión de existencia. La vida aquí en Cristo, dotada por el ministerio del Espíritu Santo, es un anticipo real de lo que será la vida en el más allá.

La mayoría de los eruditos conservadores del NT. (p. ej., Westcott, Lightfoot, Bernard, Marcus Dods, Vincent, Hovey, Hull, Beasley Murray, Carter, Gossip, Morris, Tasker, etc.) consideran que la conversación con Nicodemo termina con el v. 15, y que los versículos siguientes son reflexiones de Juan.
La RVA, siguiendo la opinión de otros eruditos, inclusive la de Raymond Brown, imprime los vv. 16-21 en rojo, indicando su opinión de que son palabras de Jesús.
Borchert nos recuerda que no es tan importante distinguir quién habla, Jesús o Juan, pues el mismo Espíritu inspiró a ambos. Si se comprueba que los vv. 16-21 son reflexiones de Juan, por eso ¿tendrían menos peso que si fueran de Jesús?

Recordamos que en los textos originales no había signos de puntuación para indicar donde terminaba la conversación de uno y comenzaba la de otro. Sin embargo, hay evidencias que podrían indicar que los vv. 14 y 15 registran las palabras de Jesús, pero los siguientes no:
·      Primera, el término “Hijo del Hombre” (v. 14) es un título que sólo Jesús usaba al referirse a sí mismo. Pero, en el v. 16, los verbos en el tiempo aoristo, “amó” y “dio”, indicarían que se refería a eventos del pasado.
·      Además, hay términos en los vv. 16, 18 y 21 que sólo Juan utiliza en sus propios comentarios sobre la vida de Jesús (p. ej. “unigénito”, “creer en el nombre” y “el que hace la verdad”).
Es curioso que Juan nos haya dejado “colgados en el aire” en cuanto a la reacción final de Nicodemo, si creyó en Jesús en esta ocasión o no.
Por lo menos las dos referencias más adelante indicarían que en algún momento sí, este fariseo nació de nuevo (ver 7:50-53 y 19:39 s.).

2.      Reflexiones De Juan, 3:16-21.
Esta sección abarca a lo menos cuatro temas.
Borchert insiste en la necesidad de considerar los vv. 16-18 como una unidad con tres énfasis:
·      El v. 16 sirve como una afirmación de que Cristo es el agente de Dios para traer la salvación al mundo.
·      El v. 17 contempla la intención de Dios e identifica su propósito en enviar a su Hijo.
·      El v. 18 provee una afirmación de la realidad definida en cuanto a la naturaleza actual del juicio.
·      En los vv. 19-21 se presenta una explicación por el rechazo de la oferta de Dios en su Hijo.

Porque de tal manera amó Dios al mundo es una proclamación de la novedad grande y radical del reino que Cristo vino a establecer.
Martín Lutero decía que Juan 3:16 es “el evangelio en miniatura”; otros lo llaman “el mismo corazón del evangelio”. Probablemente es el versículo más conocido en toda la Biblia. Siendo así, merece un análisis detallado. Una manera de analizar el versículo sería el tomar cada frase que incluye un verbo (amó, dio, pierda y tenga) por separado.
Ninguna religión pagana expresaba el concepto de un dios de amor. Los judíos afirmaban, sí, el amor de Dios, pero sólo para el pueblo judío, no para los gentiles. Mundo (kosmos*  G2889) aquí se refiere a la toda la humanidad (ver comentario sobre 1:10 para distintos significados del término).
*G2889 κόσμος = kósmos: probablemente de la base de I2865; arreglo ordenado, i. e. decoración; por implicación el mundo (en un sentido amplio o estrecho, incluido sus habitante literalmente o figurativamente [moralmente]:- mundo, atavío.

El amor de Dios es tan ancho como para abarcar a toda persona que jamás ha vivido, que vive ahora y que ha de vivir. Porque traduce una conjunción causal (gar  G1063), expresando la razón por la acción de Dios de amar al mundo y dar a su Hijo unigénito. De tal manera traduce un adverbio demostrativo (joutos).
*G1063 γάρ = gár: partícula primario; propiamente asignando una razón (usada en discusión, argumentación, explicación o intensificación; a menudo con otras partículas:- acontecer, consistir. (Strong).

Concluyo:

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna”.

Vida Eterna: Una nueva cualidad de Vida no la perpetuidad de “esta vida”. Aquí comienza otro gran tema de Juan el doble tema de:
·      Redención, y
·      Juicio.
Reaparece en Juan 5:22; 8:15; 9:39; 12:47. Aquí, el énfasis está en el hecho de que los hombres se juzgan a sí mismo. Los abuelos son los que han creído en ÉL; los condenados, los que le han rechazado.

 
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Bibliografía:
-e-Sword-the. LEDD.
-Biblia de Estudio RYRIE.

-Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 08//04//2016.

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