Parte III:
SALMO DIDÁCTICO.
ALABANZA, AMOR, PODER Y USO DE LA PALABRA DE DIOS:
(SALMO 119)
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
estrofa anterior, pero Dios contestó (v.
93); ahora el salmista entiende y experimenta más esta calidad sin límite de
comunión con Dios basada en su Palabra.
Para
siempre… en los cielos (v. 89). El salmista habla de la tierra, la
creación y la historia, pero por encima de todo lo cambiable que pueda ser la
tierra está la Palabra de Dios. Tiene vigencia universal, no sólo en la tierra
ni solamente en nuestro tiempo.
Las leyes de la naturaleza siguen en
vigencia después de milenios; mucho más permanente es la Palabra de Dios. Sus
promesas no se agotaron con las generaciones pasadas; en cinco, o diez, o
veinte generaciones venideras serán igualmente vigente.
Ya
habría perecido (v. 92). El salmista reconoce que solamente por la Palabra de
Dios fue liberado; pero, a la vez, reconoce que su responsabilidad era
deleitarse en la ley de Dios. Esta experiencia le da un desafío para el futuro:
no olvidar nunca sus ordenanzas. El salmista habla todo esto basado en su
propia experiencia. “Qué bendición es tener los preceptos escritos en el
corazón con la pluma dorada de la experiencia, y grabados en la conciencia con
el divino lápiz de la gracia” (Spurgeon).
En
los vv. 94 y 95 el salmista todavía habla de oposición. Los impíos son
enemigos naturales de las personas piadosas y los pensamientos santos.
En el v. 96 se nota el contraste entre
todo lo terreno y la Palabra de Dios. Aun lo que parece perfecto es limitado,
pero Dios y su Palabra no tienen límites. El creyente en comunión con Dios
encuentra que el Espíritu Santo siempre le está enseñando más maravillas de su
Palabra.
NOTA: V. 96: El significado es este: todas las cosas
terrenales son limitadas pero Su Palabra es infinita.
13.
Medita En Su Ley: ם
= mem, vv. 97-104:
No hay ninguna petición a Dios en esta
estrofa, pero presenta una reflexión preciosa. El secreto de la profundización
en la comunión con Dios es la meditación y la obediencia. Es decir, el creyente
reflexiona sobre la Palabra de Dios y su aplicación a su propia vida, siempre
con el propósito de obedecer a Dios (vv. 100, 101).
¡Cuánto amo tu ley! es una exclamación; es un amor sincero
que es resultado de la meditación y se dirige a la meditación. Esta meditación
en la Palabra de Dios hace que, en cuanto a sabiduría y entendimiento, el
salmista supere a sus enemigos (v. 98), sus instructores (v. 99) y los ancianos
(v. 100).
No hay sustituto; por más brillante que
sea un profesor, si no está abierto a la obra de Dios en su vida, estará ciego
a los mayores valores. “Los discípulos sencillos de Cristo que se sientan a sus
pies, a menudo son más hábiles en asuntos divinos que los doctores de teología”
(Spurgeon).
Me
has hecho (v. 98). Es
Dios quien hace todo esto; el salmista nunca piensa en la Palabra de Dios
separada de Dios mismo. Dios usa su Palabra en la vida de cada creyente. El
salmista siempre habla de tus mandamientos o tus testimonios. No adoramos a la
Biblia sino al Dios que nos habla por medio de la Biblia.
Lo que han dicho otros creyentes sobre
la Biblia (los comentarios) es importante, pero para experimentar lo que habla
el salmista hace falta que el Espíritu de Dios la enseñe y la aplique
constantemente en cada situación de la vida personal y de la iglesia.
Esta obra del Espíritu Santo en la vida
produce el amor a la Palabra de Dios de manera que uno es atraído a ella como a
la miel (v. 103). Una prueba de la buena relación con Dios es que sus palabras
son dulces a su paladar. Para seguir recibiendo todos estos efectos de la
Palabra de Dios es necesario rechazar lo malo, especialmente todo lo que es
mentira. Los vv. 97, 101 y 104 describen cómo hacerlo.
14.
No Te Desvíes De La Luz: nun ---àן
נ nun, vv. 105-112:
NOTA VV. 105-112: El salmista
promete seguir la Palabra de Dios siempre.
Caminamos en un mundo de oscuridad, pero
podemos caminar a la luz de la Palabra de Dios. “Cada persona tiene que usar la Palabra de
Dios de manera personal, práctica y constante, para que pueda ver su camino y
discernir lo que en ello hay… La cabeza necesita iluminación, pero aún más los
pies necesitan dirección” (Spurgeon).
El v. 106 habla de decisión y compromiso
para obedecer, y el v. 107 habla de aflicción. A menudo, después de un nuevo
compromiso con Dios, viene aflicción y oposición. Pablo dice que los que
quieren vivir piadosamente sufrirán persecución. Pero el salmista se aferra más
a Dios (v. 107) y muestra su gratitud a él (v. 108).
Las aflicciones y persecuciones a veces
se usan como excusas para bajar la ética (e.g. “mentiritas”) o desviarse del
camino. El propósito del maligno es hacernos desviar. El salmista está
consciente de estos peligros (vv. 109, 110). Sigue firme en su decisión de
poner por obra tus leyes (v. 112).
La
fuente de gozo Salmo119:111. La verdadera fuente del gozo es la
salvación. Cosas que producen gozo:
1.
Unidad (Filp.2:2).
2.
Estar en la presencia de Dios (Salm.16:11).
3.
Obediencia (Jn.15:10-11).
4. Amor mutuo (Jn.15:12).
5. Comunión (1 Jn.1:3-4).
6.
Amistad (2 Jn. 12).
7. Fortaleza (Neh.8:12).
“Lo que adorna y protege
al cristiano, lo que lo capacita para mantener su cabeza en alto con confianza
y gozo, es el hecho de que es salvo”.
Charles Hodge
15.
Sepárate De Los Impíos: ס = sámej, vv. 113-120:
Una parte del temor de Jehová es
aborrecer el mal. El que ama la ley de Dios no puede andar con los impíos; de
hecho, sus valores diferentes los separan (vv. 113, 115). Esta separación de
propósitos trae persecución y aflicción. El salmista siempre encuentra su
refugio en Dios (v. 114).
Casi toda la estrofa habla de conflicto.
En la batalla contra la maldad, que experimenta todo creyente, solamente se
encuentra sustento en Dios (vv. 116, 117). El salmista conoce las promesas de
Dios y apela a ellas. “Nadie cumplirá los estatutos del Señor por largo tiempo
a menos que los respeta de corazón, y esto nunca sucede a menos que la mano del
Señor continuamente sustente su corazón en amor santo… Perseverancia hasta el
fin y obediencia continua sólo son posibles por el poder de Dios”
(Spurgeon).
Lo que los hombres llaman buena estrategia
o astucia (v. 118), a menudo es engaño y Dios lo trata como tal. Dios juzga a
tales impíos; por eso el salmista siente más reverencia (temor) hacia él. El
amor a Dios y el temor de él no son antagónicos (vv. 113 y 120), van juntos;
por eso todo el ser (corazón, cuerpo, emociones, mente y espíritu) se involucra
en la adoración, servicio y obediencia de acuerdo con su Palabra.
16.
Apela a Dios:
ע = ayin, vv.
121-128:
Gran
parte del Salmo 119 es una oración dirigida a Dios. En esta estrofa
el salmista apela a Dios conforme a su Palabra en una situación de aflicción y
persecución. Todo creyente puede usar las mismas razones, pues el salmista
apela a Dios porque es un siervo de él (vv. 121, 122, 125) y en base a su
promesa (v. 123), su misericordia (v. 124) y la urgencia de la situación (v.
126).
El salmista es persistente en su clamor
a Dios. En el v. 123, dice que hace mucho está clamando. No puede esperar más,
pide la intervención de Dios ahora (v. 126). A la vez, reconoce que necesita
más enseñanza y entendimiento. “El Señor puede obrar por juicios que derriban las
fortalezas del enemigo o por avivamientos que construyen los muros de su propia
Jerusalén” (Spurgeon).
17.
Persigue La Palabra De Dios: פ
pe, vv. 129-136:
Los
que más conocen sus testimonios son los que más ven sus maravillas. Uno que sigue en
comunión con Dios nunca deja de maravillarse de su Palabra. Esta actitud
maravillada no resulta en especulaciones vanas sobre los testimonios de Dios,
sino en obedecerlos.
La exposición (de un vocablo que significa: “puerta”, “apertura”
o “abrirse”, cf. Lucas 24:32).
El Espíritu Santo “abre” la Palabra de Dios al
creyente; también usa a expositores fieles que la exponen al pueblo de Dios.
Así los ingenuos (o, mejor, “gente sencilla”) entienden. Dios sigue
haciendo lo mismo; todo creyente debe hacer todo lo posible para conocer la
Palabra de Dios.
La obra de Dios en el corazón produce el
anhelo del v. 131; y esto le dirige a la petición del v. 132. Pide que Dios
actúe de acuerdo con su Palabra y por medio de ella. Su Palabra escrita es
efectiva sólo cuando Dios la usa, solamente en el poder de Dios.
La frase como acostumbras (v. 132)
traduce el heb. mishpat H4941
“juicio”,
el singular de la palabra “juicios” en otros versículos. Si lo tomamos en
sentido adverbial, como la traducción aquí, este versículo es uno de los dos
que no contienen un sinónimo de la Palabra de Dios. Si lo tomamos en sentido de
“juicio”,
“según es tu norma” (o “juicio”), se puede considerar como sinónimo
también, dejando solamente el v. 122 sin tal sinónimo.
Etimología:
H4941 מִשְׁפָּט = mishpát: de H8199; propiamente
verdicto (favorable o desfavorable) pronunciado judicialmente, espec. sentencia
o decreto formal (humano o de la ley divina [del participante], indiv. o
colect.), incl. el acto, lugar, la demanda, el crimen, y la pena; abst.
justicia, incl. el derecho o privilegio del participante (estatutorio o acostumbrado),
e incluso estilo:- acostumbrar, causa, condenar, costumbre, decisión,
decreto, delito, derecho, determinación, digno, equidad, estatuto, forma,
hacer, incurrir, juicio, justicia, justo, juzgar, ley, litigio, mandato,
manera, modelo, necesario, orden, ordenación, ordenamiento, precepto, razón,
rectitud, recto, rito, sentencia, sentenciar, tratar, tribunal, vindicación.
(Strong).
Haz
que tu rostro resplandezca hace eco de la bendición en Num.6:24-26. Es lo que
siempre necesitamos; este resplandecer trae luz y todo lo bueno, incluyendo la
enseñanza de sus leyes (estatutos).
El v. 136 muestra el crecimiento del
salmista; ahora está tan unido al corazón de Dios que le da tristeza cuando otros
no guardan su ley (cf. Lucas13:34).
18.
Sé Celoso Por Su Justicia: tsade final-----à ץ
צ tsade,
vv. 137-144:
La palabra justicia (tsedeq H6662) empieza con tsade, así, en
esta estrofa, el salmista hace hincapié en la justicia de Dios, que en el AT
enfatiza la rectitud de Dios y su acción justa, de acuerdo con su propia
rectitud. El salmista muestra el contraste entre la perfecta justicia de Dios y
los que olvidan sus palabras; también muestra el contraste entre su propia
pequeñez (v. 141) y la maravilla de estar relacionado con Dios tan justo,
grande y perfecto. La Palabra de Dios refleja el carácter de él (vv. 137, 138 y
144); esto hace que el salmista siempre reconozca el valor y la autoridad de la
Palabra de Dios (vv. 139-141, 142).
Etimología:
H6662 צַדִּיק = tsaddíc: de H6663;
justo:- derecho,
justo, recto.
צִדֹנִי = tsidoní. Véase H6722.
Los incrédulos a menudo piensan que Dios
es demasiado severo; el problema es que no entienden su justicia y rectitud.
Los cristianos nunca debemos tener miedo de la justicia de Dios, pues sabemos
que el Dios de amor nos justificó en Cristo, y lo hizo porque Cristo sufrió el
justo castigo por nuestros pecados.
A la vez, nuestro crecimiento en Cristo
y en su Palabra nos hace más conscientes de la justicia de Dios y de su
propósito de santificarnos. Con esta perspectiva el cristiano se identifica con
el salmista en esta estrofa.
El
salmista se identifica con Dios y se maravilla ante su justicia y su fidelidad. En el v. 139,
no menciona lo que los enemigos le hacen, sino se preocupa porque no toman en
cuenta la Palabra de Dios. Toda la estrofa destaca que las cualidades de Dios
también caracterizan su Palabra.
Entender
tus testimonios (v. 144) da vida en todo sentido: da gozo
(v. 143); renueva la vida física, emocional y espiritual (v. 144). Si creemos
esto, tomaremos en serio la necesidad de profundizar en el entendimiento de las
Escrituras. “He
aquí nuestra necesidad del Espíritu Santo, el señor y dador de la vida, y el
guía de todos los que tienen ‘vida’; él nos guiará a toda la verdad. ¡Oh, que
nos visite en su gracia en esta buena hora!” (Spurgeon).
19.
Quebrántate Delante De Él Cada Mañana: ק
= qof, vv. 145-152:
Aunque hace mucho (v. 152) que el
salmista camina con Dios, sigue clamando cada mañana. El hecho que clamo
(qarah H7121) empieza con
qof, ayuda al salmista a destacar esta necesidad de clamar a Dios cada día.
El que quiere avivamiento continuo tiene
que humillarse delante de Dios y buscar su presencia y su poder cada día. “El que ha estado
con Dios en el aposento tendrá la presencia de Dios en el horno”
(Spurgeon).
Toda
la estrofa exhibe una cadena de detalles sobre la oración del salmista:
· Indica cómo oró
(v. 145),
· qué y a quién
oró (v. 146),
· cuándo oró (v.
147),
· cuánto tiempo
oró (v. 148),
· la petición que
oró (v. 149),
· qué crisis pasó
(v. 150),
· cómo se salvó
(v. 151), y
· cómo testificó
(v. 152).
Etimología:
H7121 קָרָא = cará: raíz primaria [más bien idéntico
a H7122 mediante la idea de acosar a una persona que uno encuentra];
llamar fuera para (i.e. propiamente llamar por nombre, pero usada en una
variedad de aplicaciones):- aclamar, anunciar, celebrar, clamar, contar, convidado,
convidar, convocar, decir, dictar, encuentro, gritar, grito, intimar, invitar,
invocar, leer, llamar, llevar, nombrar, nombre, pedir, perpetuar, poner,
predicar, pregonar, presencia, proclamar, profetizar, promulgar, publicar,
renombre, traer, dar voces. (Strong).
El salmista indica que toda su oración
está íntimamente ligada a la Palabra de Dios. La obediencia a sus leyes
acompaña la oración (vv. 145, 146); la confianza en su palabra lo motiva; la
meditación en sus palabras es parte de su comunión con Dios (v. 148).
Se
nota un contraste en los vv. 150 y 151: los malos se acercan pero el salmista
triunfa porque cercano está Jehová. Vence porque sigue sus mandamientos que son
verdad. “Virtud
es la verdad en acción, y es lo que Dios pide; pecado es la falsedad en acción,
y es lo que Dios prohíbe” (Spurgeon).
20.
Reclama El Socorro De Dios: ר = resh, vv. 153-160:
En esta estrofa el salmista reclama la
salvación porque es perseguido y afligido por los enemigos de Dios. Tres veces
clama vivifícame (vv. 154, 156 y 159). Todo creyente, en cualquier necesidad
sea física o espiritual, puede reclamar lo mismo:
· Líbrame,
· redímeme,
· vivifícame.
Este clamor siempre debe estar conforme
a la Palabra de Dios y guiado por ella, pues no hay salvación para los que no
buscan sus leyes (estatutos).
A través de la estrofa el salmista pide
que Dios mire y haga algo en su situación porque es perseguido injustamente.
Apela a su propia fidelidad a la Palabra de Dios, no de jactancia sino porque
Dios promete su liberación a los que le honran. A pesar del sufrimiento
injusto, sigue amando sus ordenanzas (v. 159) y apela a la misericordia de
Dios. Es buen ejemplo para todo creyente, pues el mal le causa disgusto (v.
158) y quiere conocer toda la Palabra de Dios porque la suma de ella es verdad.
Nótese el énfasis en la Palabra de Dios como eterna en el último versículo de
las últimas tres estrofas (vv. 144, 152 y 160).
21.
Sigue amando su palabra: שׂ שׁ - Shin,
Sin* shin, vv. 161-168:
NOTA: Se ha agregado los valores de
cada letra que empiezan del 1 hasta 400, que son los valores numerales del
abecedario hebreo, que son 22 consonantes, *Shin y Sin, se considera
una sola consonante.
Esta estrofa, como la de los vv. 97-104,
no contiene ninguna petición a Dios. Más bien es un testimonio de amor a su
Palabra.
Los resultados de amar a Dios y su
Palabra se ven a través de la estrofa: fortaleza aun frente a la oposición de príncipes (v.
161), gran gozo (v. 162), rechazo de la mentira y la falsa religión (v. 163),
una actitud continua de alabanza (v. 164), paz y seguridad (vv. 165) y
confianza delante de Dios (v. 168).
Los
contrastes y figuras dan un dinamismo literario a la estrofa. El temor de
Dios elimina el temor del príncipe porque Dios es el gran rey (v. 161). El que
encuentra un botín o un tesoro abunda en gozo; así es la Palabra de Dios para
el creyente (v. 162). El que ama la ley de Dios aborrece la mentira. La palabra
mentira a menudo se usa para hablar de falsos dioses y “abominar” se usa refiriéndose al odio de Dios contra costumbres
paganas (v. 163). Siete veces significa multiplicidad y plenitud; alaba a Dios
constantemente (v. 164).
NOTA:
V.164: Siete veces. Aún más repetidamente que las tres veces de 55:17.
En los últimos tres versículos de la
estrofa, el salmista da testimonio de su actitud expectante, de su esperanza,
de su amor a tus testimonios y de su obediencia. En las dos palabras,
ordenanzas y testimonios, podemos ver un énfasis en lo práctico y en lo
doctrinal; hay que guardar los dos.
22.
Trae Alabanza y Oración Al Señor: ת
= tav, vv. 169-176:
Esta última estrofa resume muchas
peticiones del Salmo:
· por entendimiento
(v. 169),
· por liberación
de peligros (v. 170),
· por la enseñanza
de Dios (v. 171),
· por el canto de su
lengua (v. 172),
· por socorro en
la persecución (v. 173),
· por su salvación
(v. 174);
· todo con el fin
de experimentar la vida de Dios, un avivamiento y que su vida alabe a Dios (vv.
175, 176).
NOTA. VV.169-176: La palabra afecta la mente (v. 169),
la boca (vv.171-172), la voluntad (v.173), las emociones (v.174), y la
conciencia (v.176).
Toda su oración se basa en la Palabra de
Dios, y la Palabra de Dios en el salmista determina su entendimiento (v. 169),
su oración (v. 170), su habla (vv. 171, 172), su voluntad (v. 173), sus
emociones (v. 174) y su corazón (v. 176), un corazón humillado delante de Dios.
Errante
como oveja extraviada (119:176):
A través del Salmo se nota un
crecimiento espiritual, o una profundización de su comunión con Dios. Así es
que cuanto uno más conoce y anhela la salvación de Dios, tanto más se goza en
su Palabra (v. 174). Cuando uno decide seguir al Señor, vendrá persecución; el
salmista depende de Dios para su socorro (v. 173). El resultado de haber
aprendido más no le hace sentirse orgulloso, más bien le hace rebosar de
alabanza (v. 171).
Después de todo lo que ha dicho el
salmista en cuanto a su amor a la ley de Dios y su decisión de seguirla, puede
sorprendernos su confesión del último versículo. Sin embargo, no lo hemos de
ver en sentido de fracaso; más bien muestra la profunda actitud de humildad del
salmista. A pesar de las alturas espirituales que ha vivido, reconoce que
todavía es humano, todavía falla en muchas cosas, todavía necesita que Dios le
guarde, le enseñe y le vivifique.
Comentando
el versículo.
Spurgeon habla también de los que se han descarriado, cómo Dios perdona y sigue
obrando. Mejor es no salir del camino, pero aun así no podremos jactarnos como
el fariseo, sino tenemos que orar con el publicano: “Dios,
ten misericordia de mí, un pecador”,
y con el salmista: “Busca a tu siervo”.
___________
Notas
Y Bibliografía:
- e-Sword-the.
LEDD.
- Biblia
de Estudio RYRIE.
-
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 18//05//2016.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario