lunes, 30 de mayo de 2016

Parte I: Tema I LA PERSONA DEL SIERVO: (Isaías 52:13—53:1-12) (¿Quién Es Mesías Israel o Jesús?)

Parte I:

Tema I
LA PERSONA DEL SIERVO:
(Isaías 52:13—53:1-12)

(¿Quién Es Mesías Israel o Jesús?)



Por: Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:

Sufrimientos del Siervo de Jehová:
“He aquí que mi siervo será prosperado, será engrandecido y exaltado, y será puesto muy en alto… Como se asombraron de ti muchos, de tal manera fue desfigurado de los hombres su parecer, y su hermosura más que la de los hijos de los hombres,… así asombrará él a muchas naciones; los reyes cerrarán ante él la boca, porque verán lo que nunca les fue contado, y entenderán lo que jamás habían oído”.
(Is.52:13-15)

INTRODUCCIÓN:
En ninguna otra parte del Antiguo Testamento, como en este capítulo, se profetiza tan clara y plenamente que Cristo debía sufrir y luego entrar a su gloria. Pero a esta fecha pocos disciernen o reconocen el poder divino que va con la palabra. Se desecha el informe más importante y auténtico de la salvación a través del Hijo de Dios por los pecadores.
La condición vil a que se sometió y su manifestación al mundo no concuerdan con las ideas del Mesías que los judíos se habían formado. Se esperaba que viniera con pompa; en cambio creció como una planta, silenciosa e inadvertidamente. Él nada tenía de la gloria que uno hubiera pensado hallar en Él.
Toda su vida fue no sólo humilde en estado externo; también fue penosa. Hecho pecado por nosotros, vivió la sentencia a la cual nos expuso el pecado. Los corazones carnales nada ven en el Señor Jesús como para interesarse en Él. ¡Sí, por cuántos de su pueblo sigue siendo despreciado y rechazado respecto de su doctrina y su autoridad!
En este estudio veremos tres temas de vital importancia, tanto como para judíos y cristianos, el debate es sobre si Jesús es el Mesías, o si Isaías 52-53 está hablando sobre el pueblo de Israel durante toda la historia sobre sus sufrimientos y holocaustos, hemos agregado tres temas sobre la persona del sirvo sufriente, el tema dos está apuntando la idea de los rabinos en el Tárgum, y el primer tema trata sobre el Siervo, y el último damos unas respuesta al siervo sufriente Cristo-Jesús.
 
1.1.   Obra Expiatoria Del Siervo De Jehová. Is. 52:13-53:12:
Isaías 52:13-15, constituyen las últimas palabras concernientes al siervo de Jehová que aún pueden referirse al pueblo de Israel.
Como tales, constituyen un impresionante epílogo de los anuncios proféticos del cap. 52. Israel triunfará en medio de las naciones (v. 13). De la manera que muchos se asombraron de él al ver su extrema humillación y holocausto (v. 14), así Israel asombrará a muchas naciones, porque su triunfo será tan impresionante que los reyes cerrarán la boca delante de él.
Por otro lado, los vv. 13-15 son también las primeras palabras que se refieren a una persona. Y de esta persona, que posee facultades expiatorias que Israel no puede reclamar como nación, se trata en el cap. 53.

¿A qué anuncio profético se refiere 53:1? ¿Se refiere a las palabras Is.52:10? Allí está escrito: Jehová ha descubierto el brazo de su santidad ante los ojos de todas las naciones.
Todos los confines de la tierra verán la salvación de Jehová (comp. 53:1b, que alude a la manifestación del brazo de Jehová).
Es más: En 52:8 está escrito: ... porque cuando Jehová vuelva a Sion, lo verán con sus propios ojos (lit. ojo a ojo, es decir, cara a cara).

Los vv. 2 y 3 nos muestran a esta persona, el siervo de Jehová, como surgiendo en la escena de la historia como yonéq*  H3242. Esta palabra ha sido tradicionalmente traducida como retoño debido a su paralelismo con el segundo hemistiquio: y como una raíz.
Pero no se trata solamente de la analogía de una planta, pues la palabra yonéq*  H3242 básicamente significa bebé y deriva del verbo yanáq**  H3243, que significa “mamar”. A continuación se lo presenta como un hombre sin atractivo físico especial y como experimentado en lo que es el sufrimiento humano.

Etimología:
*H3242 יְנִיקָה = yeniká: de H3243; retoño o brote:-  renuevo.
**H3243 יָנַק = yanák: raíz primaria; chupar; causativo dar leche:- ama, amamantar, beber, chupar, criar, dar de mamar, dar el pecho, el (los) que mama(n), mamar, niño de pecho, nodriza, parida. (Strong).

Cuando el profeta dice: escondimos de él el rostro, indica que su pueblo se avergonzaría de él. Sin embargo, aunque su pueblo lo menosprecie y no lo estime (v. 3), él es el siervo de Jehová. Su aparición en la escena humana concede carácter literal a muchas otras profecías que pudieron haber pasado como simples figuras poéticas. Ahora hay la posibilidad de verle cara a cara (comp. 52:8).

Los vv. 4-7 constituyen la revelación más revolucionaria de la teología bíblica. Tratan de su obra expiatoria a favor de su pueblo. Esta obra, a la manera de lo simbolizado en los sacrificios del templo, involucra su muerte.

Los vv. 8-10a constituyen una reflexión profética de lo expresado en el párrafo anterior (vv. 4-7).
Impresionan en especial las últimas palabras del v. 9, y las primeras del v. 10: Aunque nunca hizo violencia, ni hubo engaño en su boca, con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo y le hirió.

La nota: de la RVA., que cuelga de la palabra hirió indica que se ha traducido esta palabra con la ayuda de los Rollos del Mar Muerto.

Efectivamente, en la RVR-1960, la palabra hebrea hejéli[1]  H2470 (que es una palabra trunca y con sus letras en desorden debido a un problema en la transmisión del texto) ha sido traducida: sujetándole a padecimiento.

La razón para traducir de esta manera es que la palabra parecía proceder del verbo jalah[1]  H2470, que significa enfermarse. Pero los Rollos del Mar Muerto tienen la palabra intacta: vayejalelehu, que se traduce literalmente: y lo atravesó.

Queda así claro, que la palabra deriva del verbo jalal[2]  H2491, que significa atravesar o producir una herida mortal.
De la misma palabra deriva la palabra hebrea que se traduce cadáver. Está clara y corroborada la referencia a muerte.

Los vv. 10b y 11a constituyen la cúspide del asombro porque indican que el siervo de Jehová volvería a vivir después de haber muerto, y que aun vería descendencia. El viviría sin fin, haciendo prosperar en su mano la voluntad de Jehová. El no fracasaría ni una sola vez, como Israel que fracasó muchas veces.
El lograría ver la luz, aquella luz anunciada por Isaías hijo de Amoz en 9:2, y que era la alborada de una nueva era en la historia universal, la antesala misma de la eternidad. De esta manera él quedaría satisfecho (v. 11).
Como se observará las palabras del profeta terminan con la misma nota de victoria con que empieza esta sección en 52:13: He aquí que mi siervo triunfará...

Los vv. 11b y 12 ya no salen de la boca del profeta, sino que son palabras pronunciadas directamente por Jehová, como se observa cuando llama al siervo de Jehová: mi siervo justo.
Mientras en el resto del cap. 53 el profeta parece referirse al alcance de la obra expiatoria del siervo de Jehová a favor de su pueblo Israel, en el v. 11b las palabras justificará a muchos, y cargará con los pecados de ellos parecen referirse a su alcance mundial, universal.
Finalmente, mientras esta profecía empieza con un prólogo donde Jehová habla en primera persona (52:13-15), y donde dice: He aquí que mi siervo triunfará... también termina con un epílogo (vv. 11b y 12). También en el epílogo Jehová habla en primera persona y dice: Por su conocimiento mi siervo justo justificará a muchos... De esta manera Jehová corrobora el anuncio profético desde antes de que empiece y después de haber concluido.
En Hechos 8:26-40 esta profecía del libro de Isaías es asociada con la persona y la obra del Señor Jesús.

1.2.    La Persona Del Siervo. (Isaías 53: 1-12):

“¿Quién ha creído a nuestro anuncio? ¿y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová?... Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos… Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos… Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido… Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados… Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros… Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca… Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido… Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca…”. (Is. 53:1-12)
Del gran retorno volvemos los ojos a la solitaria figura cuya agonía fue el precio de ese evento. Estamos en el corazón del libro, el centro de su trama de pecado y justificación, gracia y juicio.
El poema, desusadamente simétrico, está escrito en cinco párrafos de tres versículos cada uno. Comienza y termina con la exaltación del Siervo (primera y quinta estrofas); enmarcado en todo ello tenemos la historia de su rechazo en las secciones dos y cuatro que, a su vez, encuadran el centro del poema (vv. 4-6) donde se describe el significado expiatorio del sufrimiento. Dios y el hombre, reconciliados, comparten la narración (nótese el “mi” y “yo” de las secciones externas con nuestro y nuestras de Isaías 53:1-6).

52:13-15. El Gozo Frente A Él:
Aquí aparece la certificación celestial de las valientes palabras de Isaías 50:7-9, aplicando al Siervo términos de exaltación que pueden caracterizar a Dios mismo (cf. “alto y sublime”; Isaías 6:1; “Alto y Sublime”, Isaías 57:15; cf. también Isaías 5:16; 55:9). Los muchos, dispuestos contra él, dará lugar a los “muchos” convictos e iluminados (vv. 14, 15; obsérvese la repetición de esta palabra, a un nivel más profundo, en Isaías 53:11, 12). 15 La traducción asombrará, que cuenta con el apoyo de la LXX, constituye una buena apertura a la secuencia de “despertado”, “silenciado”, “convencido”.
Pero “rociará” (ver nota de la RVA) es difícil de aceptar gramaticalmente, aunque no imposible. Cabría en el contexto con su inferencia de purificación por sacrificio (cf. 1 Pedro 1:2) o tal vez de hacer un pacto (cf. Éxodo 24:6, 8; una palabra diferente).

53:1-3. El Desprecio De Los Hombres:
Se ve con toda claridad el abismo que separa el anuncio de Dios de la opinión humana, en el contraste entre lo que se ha creído (cf. v. 1 con Romanos 10:16, 17, 21) y lo que es naturalmente atractivo (v. 2) o que ha causado impresión (v. 3). Cf. la reacción a Jesús humillado en Mateo 27:39 y a la predicación de la cruz (1 Corintios 1:23).
Dolores y sufrimiento (v. 3) que se repiten en el v. 4 significan lit. “dolores” y “enfermedad”, que pueden sugerirle al lector un hombre enfermo o uno de corazón atribulado (como en Jeremías 15:18).
Pero cabría otra categoría, la del médico que se ve envuelto voluntariamente en el caso; porque también es un hombre de dolor y de enfermedad en el sentido de que se entrega a estas cosas para aliviarlas. Este es el sentido definido en Mateo 8:17 citando Isaías 53:4.

53:4-6. “Oh Dulce Trocar...”:
Esta es la estrofa central en todo sentido.
Aquí se aclara el significado de la desgracia del Siervo, con el invertido orden de la expresión del v. 4a, para hacer hincapié en el cambio de los papeles y los pronombres enfáticos él y nosotros (vv. 4a, b) para poner al descubierto las incomprensiones de los hombres: él llevó nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores. Nosotros le tuvimos...
4, 5. El significado aumenta en claridad a través de estos versículos:
·      el dolor que soporta es el nuestro (v. 4);
·      es el castigo por el pecado (v. 5a);
·      es el precio de la salvación (v. 5b).
Pero permanece siendo una paradoja, una de las maneras de Dios, más elevada que las nuestras (Isaías 55:9), según se nos recuerda por la sorprendente conjunción de sus heridas (cf. Isaías 1:6) y de nuestra curación como causa y efecto.
6 Este versículo es quizá el más penetrante en su descripción del pecado y de la expiación, poniendo al descubierto la futilidad, que es en nosotros una segunda naturaleza que nos aísla tanto de Dios como de los hombres; pero también es la iniciativa divina que transfirió el castigo que merecíamos a un sustituto.
La metáfora según la cual cargó en él el pecado, se aclara en Génesis 4:13; Levítico 5:1, 17 (donde cada uno paga su propia penalidad) y también Levítico 10:17; 16:22 (donde la responsabilidad recae sobre otro).
Obsérvese la expresión todos nosotros, que da idéntico comienzo y terminación del versículo; es la gracia que totalmente responde al pecado.

53:7-9. Manos Malvadas, Víctima Voluntaria:
El silencio de la víctima (ver en contraste el clamor de otro “cordero inocente” en Jeremías 11:19; 12:3) nace del amor y de la fe, como lo habría de demostrar Jesús (1 Pedro 2:23, 24) no de debilidad o de prudencia.
C. R. North traduce el v. 8a: “Desde el arresto y la sentencia fue llevado” (la BJ traduce: “Tras arresto y juicio fue arrebatado”); toda la estrofa evoca en forma inequívoca el juicio de Jesús y su secuela (ver sobre v. 9).
8 Hechos 8:33 y el texto de la LXX apoyan más bien que el texto heb. La traducción generación (“contemporáneos”).
9 Es mejor el singular “rico”. Permanecería un enigma hasta los sucesos relatados en Mateo 27:57, 60 y desconcierta aun hoy a los que sostienen que son inaceptables las predicciones detallistas. Las antiguas versiones y los Rollos del Mar Muerto confirman la autenticidad de “rico”, que corrige el plural de la LXX, restaurándolo al singular.

53:10-12 Coronado Con Gloria y Honor:
En esta estrofa la reivindicación es completa. Los perseguidores desaparecen gradualmente de la escena, para revelar a Jehovah (enfático en el v. 10; cf. Hechos 4:28) y al Siervo (v.12, derramó su vida hasta la muerte) como los últimos hacedores de lo que ha sido hecho. Más aun, van implícitos en cada uno de los versículos la resurrección y triunfo del Siervo, al mismo tiempo que aparecen más facetas de su expiación que las de los vv. 4-6.
10 Como sacrificio por la culpa lit. Significa “una ofrenda de culpa”, el sacrificio que hablaba de compensación o satisfacción. El texto heb. De este versículo admite su vida (es decir, él mismo) o el Señor (“a sí mismo”, BJ) como el oferente del sacrificio; pero el v. 12 no deja duda alguna en cuanto a que la autoentrega es del Siervo.
11, 12 Muestran otros aspectos de su obra salvadora en términos de justificación, de cargar con los pecados (ver sobre v.6), identificación (contado con los transgresores; cf. Lucas 22:37) y de intercesión (intercedido). Se lo muestra como sacerdote y sacrificio, patriarca (v. 10b) y rey.
Finalmente los muchos... muchos en los vv. 11, 12 (cf. fuertes, v. 12, la misma palabra) por quienes el Uno sufrió, reaparecen en cumplimiento de las promesas iniciales (cf. Isaías 52:14, 15, muchos... muchas).

Vea-------> Parte II.

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[1] isos = (ἴσος, G2470), el mismo en tamaño, cantidad, calidad, etc. Se traduce «igual/es» en Mt.20:12; Jn.5:18; Filp.2:6; Ap.21:16. En la cita de Filp.2:6 el término se halla en plural neutro, lit: «igualdades»; en las versiones castellanas se traduce «ser igual a Dios». Esta traducción está evidentemente condicionada por la Vulgata Latina. Parece debida al hecho de que en latín no había una manera adecuada de representar la forma y significado precisos del griego. El plural neutro aquí denota los varios modos o estados en que le era posible para la naturaleza de la Deidad existir y manifestarse como divina (cf. The Incarnation , de Gifford, p. 20).
Notas: (1) Kakeinos también se traduce como «de igual modo» en Hech.15:11; (2) para isangelos: «iguales a los ángeles» (Lc.20:36), véase, Nº 2; (3) jomoios, adverbio que significa «igualmente», se traduce «de igual modo» en Rom.1:27; véase C, más abajo y ASIMISMO, Nº 1; (4) el adverbio josautos (véase ASIMISMO, Nº 4, y C más abajo) se traduce como «de igual manera» en Lc.22:20; Rom.8:26; (5) isotimos, traducido «igualmente preciosa», de la fe (2 P.1:1), se trata bajo PRECIOSO. (VINE).
[2] H2491
(III) חלל POLEL: Herir, atravesar (Isaías 51:9). — Perf. חֹלֲלָה; Part. מְחוֹלֵל.
POLAL: Ser herido (Is.53:5). — En Salm.109:22, en lugar de חָלַל se puede leer Perf. חֹלַל, "herido".  — Part. מְחֹלָל.
חָלָל
1) Atravesado o muerto a espada (Num.19:16).
2) Muerto, cadáver (Lam.4:9).
3) Profanadores, pervertidos: En Ez.21:34/29 la RVA traduce jaleléi reshaím, "los más pervertidos de los pecadores" (derivando חַלְלֵי de Piel de II חלל). También podría traducirse: "los cadáveres de los pecadores".
4) Fem.: Mujer privada de su virginidad (Lv.21:7). — Const. חֲלַל; Fem. חֲלָלָה; Pl. חֲלָלִים; Const. חַלְלֵי; Suf. חֲלָלָיו, חַלְלֵיהֶם. (Diccionario Hebreo Bíblico).





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