EL SERMÓN DE
ESTEBAN
Y
EL APEDREAMIENTO:
(Hech.7:1-54).
Por: Pastor: Carlos Ramírez Jiménez:
Defensa y Muerte
De Esteban:
“… Oyendo estas cosas, se enfurecían en sus corazones, y crujían
los dientes contra él… Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos
en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios,…
y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la
diestra de Dios… Entonces ellos, dando grandes voces, se taparon los oídos, y
arremetieron a una contra él… Y echándole fuera de la ciudad, le apedrearon; y
los testigos pusieron sus ropas a los pies de un joven que se llamaba Saulo… Y
apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y decía: Señor Jesús, recibe mi
espíritu… Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta
este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió”. (Hech.7:1-54).
I. Discurso
De Esteban. Hechos 7:1-53:
El sermón de Esteban es el más largo registrado en
Hechos.
El texto es “como
vuestros padres, así también vosotros” (v.51). Esteban refirió los
privilegios de la nación de Israel y cómo la nación rechazó a los mensajeros de
Dios; después, culpó rotundamente a sus oyentes de haber matado a Jesús (v.52).
Esteban significa
“el coronado”,
el líder de los siete, el aguijón en la carne de la iglesia primitiva que
sacudió a Jerusalén con sus palabras llenas de emoción. Es un hombre de fuego.
Se enfrentó a sus adversarios, y nadie podía resistir a sus discursos. Esteban*
se dio cuenta de que la iglesia podía fácilmente convertirse en un grupo
selecto y cerrado que no lograría despegarse del judaísmo.
*G4736 Στέφανος = Stéfanos: lo mismo que G4735; Esteban, un
cristiano:- Esteban.
G4735 στέφανος = stéfanos: de un aparentemente primario στέφω = stéfo (entretejer o trenzar); guirnalda, (como
estiqueta de realeza, premio en los juegos públicos o símbolo de honor general;
pero más conspicuo y elaborado que la simple corona, G1238),
literalmente o figurativamente:- corona. (Strong).
Esteban
palpó el peligro.
En vista de que conocía el mundo griego, sabía que el mundo no se reducía a
Jerusalén, que había en otros lugares hombres que esperaban la salvación.
Esteban enseñaba que el verdadero templo en donde habitaba Dios no es una
construcción de piedras en el centro de una ciudad, sino todo el pueblo de Dios
que cree en Jesucristo. Sabía que uno se salva, no por la ley judía, sino por
la fe en Jesucristo. Por culpa de él, el movimiento cristiano, en parte, será
echado de la ciudad. Pero poco importa; gracias a él, la comunidad cristiana se
verá finalmente obligada a lanzarse al mundo y así cumplir con la Gran
Comisión.
Este
largo discurso de Esteban (53 versículos) es el más extenso en Los Hechos. Los contenidos
de este mensaje eran de tanta importancia que Lucas, inspirado por Dios, le dio
más espacio que a cualquier otro discurso en el libro. Los estudiosos han
encontrado dos dificultades en este discurso:
(1) Los numerosos problemas históricos, y
(2) la pertinencia
del discurso a las acusaciones sobre las cuales estaba siendo juzgado.
Desde los primeros siglos ha sido
reconocido que en la presentación de Lucas existen numerosos problemas de
naturaleza histórica. En una comparación del discurso de Esteban con el AT., se
revelan dos variantes:
(1) Aparentes
diferencias, y
(2) materias en el
mensaje de Esteban que no están en el AT.
Hasta ahora no se conocen respuestas
satisfactorias para muchos de estos problemas. Algunas de las diferencias
probablemente se explican porque el texto del AT., no había sido fijado
completamente en el primer siglo. Probablemente Esteban usaba algunas de las
enseñanzas y fuentes rabínicas de su día. Aunque no nos satisface dejar sin
resolver estos asuntos, tienen muy poca importancia para el significado del
sermón.
Un asunto de mucha más relevancia es la
pertinencia del discurso de Esteban con respecto a la ocasión. A primera vista
extraña un poco la orientación y la estructura de este sermón, que parece no
tener nada que ver con el caso que afronta Esteban. Creer en lo anterior
refleja un estudio superficial y un fallo infortunado pues no se ven los
asuntos clave que eran la preocupación de Esteban (y de Lucas también).
Esteban, de hecho, contestó las
acusaciones presentadas contra él, y fue más allá de una sola polémica al
proponer el carácter espiritual y el universalismo de la religión verdadera. Lo
condenaban por haber hablado contra este santo lugar y contra la ley (6:13), y
él trató con los dos asuntos.
Esteban desafió la interpretación judía
de la “tierra
santa” y disputó la importancia que los judíos daban al templo. El
demostró que los judíos violaban el sentido real de la misma ley que ellos
pretendían defender. De veras, el único que había guardado la ley era Jesús.
El discurso de Esteban es un repaso breve de la historia de
Israel, particularmente de sus dos primeros períodos:
· El patriarcal
(vv. 1-16), y
· el mosaico (vv.
17-43).
· Del tiempo
posterior se recoge otra cosa que se relaciona con la construcción del templo
(vv. 44-50).
En este recuento de la historia hebrea,
Esteban demostró que Dios nunca se había limitado a una sola tierra y
seguramente no se limitaba al templo de Jerusalén. La “tierra santa” representaba cualquier tierra en donde había un encuentro
con Dios. Dios nunca ha dejado sin su presencia al mundo que creó. Muchas de
las experiencias más estimadas por los patriarcas sucedieron fuera de
Palestina.
·
El
Patriarcal: VV.1-6:
Fue en Mesopotamia donde Dios habló
primero a Abraham (v. 2). Abraham, en realidad, no fue dueño ni de un metro
cuadrado de la tierra en Canaán (v. 5). La promesa a Abraham no fue tanto que
la tierra sería heredada, sino que habría una liberación de Egipto y libertad
para rendir culto a Dios (v. 7). Los patriarcas nacieron antes de la posesión
de Canaán, así que nacieron antes de que fuera una “tierra santa”.
Jacob vivió una gran parte de su vida en
Egipto y murió allí, así como también todos sus hijos (v. 15). Más tarde, Jacob
fue sepultado en Siquem, en la despreciada Samaria (v. 16). Moisés nació en
Egipto, criado por la hija de faraón, y fue instruido en la sabiduría de los
egipcios (vv. 20, 22).
·
Mosaica:
VV.17-43:
Se puede preguntar si Moisés, el dador
de la ley, fue profanado por la tierra y la gente de Egipto. Moisés vivió en
Madián, donde engendró dos hijos (se observa en Ex.2:16-22 que Moisés se casó
con una hija de un sacerdote de Madián). Moisés vivió antes de las reformas de
Esdras que decretó divorcio obligatorio para aquellos que estaban casados con
extranjeras (Edras 10:11).
La entrega de la ley a Moisés tuvo lugar
en Arabia, y fue allí en donde Dios le dijo:
Quita las sandalias de tus pies, porque el lugar donde estás es tierra santa
(v. 33). Entonces, Dios nunca se había limitado a un solo lugar; ninguna tierra
como tal era santa.
Nota:
V.38: La Congregación en el desierto: Lit., la asamblea en el desierto; i,
es., la reunión del pueblo a fin de recibir la ley. La palabra que se traduce “iglesia” (o congregación, asamblea,
reunión) se usa en el NT., para cuatro clases de grupos:
1) Los hijos de
Israel reunidos como nación;
2) En Hechos
19:32, 39, 41, un grupo de ciudadanos reunidos en una asamblea de la ciudad;
3) En sentido,
todos los creyentes que están unidos en el único cuerpo de Cristo, la Iglesia
universal (Col.1:18); y
4) Más
frecuentemente, en referencia a un grupo local de cristianos profesante; por, ejemplo,
la iglesia de Antioquía (Hech.13:1).
·
Del
Tiempo Posterior: VV. 44-50:
Esteban había sido denunciado por haber
dicho que Jesús destruiría este santo lugar (Hech.6:13), referencia obvia al
templo. Sin duda los dos, Jesús y Esteban, habían hablado de la destrucción del
templo, pero los acusadores sacaron la declaración fuera de su contexto y la
torcieron. Esteban hizo hincapié en el hecho de que el templo no representó el
plan original de Dios (v. 44).
Desde el tiempo de Moisés, Israel tenía
como su posesión el tabernáculo, o tienda sagrada, una morada de Dios que era
movible o portátil. Esta no fue dada tan sólo para el tiempo que duró el viaje
por el desierto, sino que fue llevada por Josué a la tierra prometida, donde
siguió siendo el santuario legítimo hasta David.
David fue el primero que tomó la
decisión de substituir el tabernáculo por un templo propiamente dicho. La
decisión salió de él, no de Dios.
Pero
sólo a Salomón le fue permitido completar el plan. El templo,
pues, no tiene a la vista de Dios el significado que el pueblo judío le
atribuye. La presencia y la actividad de Dios no están limitadas al templo.
Dios es más grande que el templo; lo dice la Escritura: toda la creación es morada de Dios (ver vv. 48-50).
Esteban
ha fijado con claridad su posición con respecto al templo. Él no lo
condena, pero especifica su valor relativo; su vigencia ya expiró. Esteban,
ahora, estaba volviendo al AT., e interpretando con una sana hermenéutica, una
hermenéutica diferente de aquella de los judíos del primer siglo.
Cuidadosamente Esteban señaló en su
discurso el hecho de que Israel repetidamente había demostrado su disposición
para rechazar al Espíritu Santo (Espíritu de Dios) y a los profetas. Los sacerdotes,
reduciendo la religión a rituales, y los nacionalistas, apelando al orgullo
racial y los prejuicios, los cuales siempre arrastran tras de sí a la gente que
mata a los profetas. Con frecuencia hubo ceguera premeditada contra la verdad y
un espíritu reaccionario en la presencia de una oportunidad para marchar hacia
adelante en un movimiento progresivo.
Los patriarcas, movidos por envidia,
vendieron a José para Egipto (v. 9). Los judíos, escuchando el discurso de
Esteban, no tuvieron ninguna dificultad en reconocer la inferencia acerca de su
propia envidia de Jesús como la verdadera causa por la que ellos lo habían
entregado a los romanos.
Los hermanos de Moisés fueron
extrañamente tardos en entender a su libertador (v. 25), igual como aquellos en
el tiempo de Esteban fueron lentos en entender a Jesús, el redentor verdadero
(vv. 35-37).
La ley de la ira de Dios —por la cual la
tenaz ceguera lleva a la gente hacia una oscuridad más y más profunda—
había operada en Israel (vv. 38-43), y la misma ley reclamaría su paga en el
día de Esteban.
NOTA: VV. 51-53: La Acusación de Incredulidad que
hace Esteban a los judíos, ampliamente
ilustrada por la previamente citada
históricamente de Israel.
Finalmente
sigue el ataque directo a los acusadores: Vosotros resistís siempre al
Espíritu Santo (v. 51) (es decir a la revelación especial de Dios). Había
ocurrido con los profetas, a quienes los padres de ellos habían perseguido y
asesinado (vv. 51, 52).
Nótese: otra vez que sus oyentes eran los que
violaban las mismas leyes que pretendían defender (v. 53). Ellos, como sus
padres, siempre resistían al profeta que se atrevía a desafiar su estilo
tradicional de vida. En Jesús se encuentra la religión del Espíritu siempre
desafiando la religión de la letra, del ritual, del nacionalismo perjudicial y
del particularismo. En Esteban el mensaje de Jesús se estaba proclamado otra
vez.
II. Esteban Es Apedreado. Hechos 7:54-60:
Los
judíos habían gritado: ¡Crucifícale! ¡Crucifícale! (Lc.23:21); ahora
estaban gritando: “¡Apedreen a
Esteban!” (Ver v. 58).
Se reconoce a Esteban como el primer
mártir cristiano. Una disertación como ésta no podía tener otra conclusión.
La afirmación de que vio la gloria de
Dios, y a Jesús que estaba de pie a la diestra de Dios (v. 55) acabó de
enfurecer a los judíos, provocando un verdadero tormento.
NOTA: V.55:
A Jesús que
estaba a la diestra de Dios. La
obra sacerdotal de Jesús al ofrecer un sacrificio por el pecado, quedó
consumada en la cruz, por tanto, a veces se le describe como sentado a la diestra
de Dios (Heb.1:3). Pero la obra sacerdotal de sostener (como aquí a Esteban) a
los suyos e interceder por ellos, continúa; por consiguiente, se le describe
aquí de pie como para cumplir este ministerio (Comp. Ap.2:1).
Esta afirmación era decir que Jesús de
Nazaret, el carpintero a quien ellos habían crucificado, ya participaba de la
soberanía de Dios, lo cual constituía una gran blasfemia para los oídos de los
judíos. Gritaron y se taparon los oídos para no tener que oír más blasfemias.
Note: en esta situación que Jesús estaba de pie en el cielo a la derecha de
Dios, como si estuviera preparado para acudir en ayuda de Esteban (en todos los
demás lugares en el NT., se presenta a Jesús sentado a la diestra de Dios,
Mateo 26:64; Col.3:1).
NOTA: V.58: La mención de testigos sugiere que hubo un proceso legal antes de llegar a la
ejecución (Lv.24:14), aunque probablemente sin la aprobación oficial de Pilato.
El texto no menciona un proceso judicial
ni habla de una condena por parte de un juez; por eso parece que la ejecución
de Esteban fue un proceso ilegal, un linchamiento. Toda la grandeza del primer
mártir se pone de manifiesto en el momento de la muerte*. Siguiendo el ejemplo de
Jesús en la cruz (Lucas 23:34), perdona a sus asesinos y encomienda su alma al
Señor.
NOTA: V.60: *Durmió: Esta expresión
se usa con relación a la muerte física de los creyentes (Jn. 11:11; 1 Ts.4:13,
15).
III.
Aquí Está La Iglesia Sufriente: Hechos
8:1-3:
Saulo Persigue a
La iglesia:
“Y Saulo consentía en su muerte. En aquel día hubo una gran
persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén; y todos fueron
esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apóstoles… Y
hombres piadosos llevaron a enterrar a Esteban, e hicieron gran llanto sobre
él… Y Saulo asolaba la iglesia, y entrando casa por casa, arrastraba a hombres
y a mujeres, y los entregaba en la cárcel”. (Hechos
8:1-3).
1. Dispersión De Los Discípulos Fuera De Jerusalén:
8:1-3:
Con el cuadro de la comunidad de Jerusalén nos
encontramos en medio de la tranquilidad:
todos estaban unánimes, oraban, compartían sus bienes con los demás, aunque
el pecado de Ananías y Safira vino a desentonar esta armonía.
Pero fue algo pasajero, como un
pestañeo. Hay en medio de esta comunidad tan unida un grupo marginal, los
helenistas, sirviendo como sus portavoces:
· Esteban y
Felipe, y
· luego Pablo y Pedro.
El
choque era inevitable. Un grupo humano no puede desarrollarse sin que
aparezcan nuevas tendencias que obligan a la estructura constituida a tomar
otras opciones: Encerrarse dentro de
sí misma en una fidelidad al pasado con el riesgo de convertirse en una secta,
o bien —ahondando
en sus tradiciones releídas con toda profundidad— inventar el porvenir integrando esas nuevas
tendencias como una promesa de superación.
Saulo, el que será Pablo, aparece dos
veces en el marco del martirio de Esteban (7:58 y 8:1) y luego como perseguidor
(8:3). El entierro de Esteban aparece diferido (8:2) entre la mención de la
persecución (8:1) y la de sus efectos (8:4). Este entrelazamiento indica que el
relato abre aquí una etapa importante. Los datos geográficos de Judea y Samaria
lo confirman, si tenemos en cuenta el programa misionero esbozado por
Jesucristo mismo al comienzo del libro (1:8). Pasando de Esteban a Felipe y
luego a Saulo, el lector abandona Jerusalén y emprende, primeramente, el camino
a Samaria.
Ahora
los fariseos y no los saduceos están dirigiendo las persecuciones. Los saduceos se
asustaron por lo que se consideraba una revolución mesiánica potencial contra
Roma. Esto no les importaba a los fariseos. Pero ellos no podían aguantar el
énfasis de Esteban sobre el carácter espiritual de su religión y la preocupación
de Dios por toda la humanidad en vez de ser sólo por la nación y la raza judía.
El orgullo nacional y el prejuicio
racial, disfrazándose como ortodoxia y piedad, se manifestaban en inquisiciones
y persecuciones de una pasión brutal. La palabra asolaba (v. 3) quizá es una
traducción suave del término de Lucas para la acción de Saulo. Saulo violaba la
iglesia como un animal salvaje. Su celo religioso, cualquiera que fuera su
elemento de sinceridad, se ejercitaba con una pasión ciega que resultó en una
expresión sádica.
La declaración de Lucas de que todos
fueron esparcidos... con excepción
de los apóstoles (v. 1) ha confundido a muchos lectores. De ello se ha
deducido, con razón, que la persecución estaba dirigida contra la facción
helenista de la comunidad, en tanto que los miembros hebreos de la misma
disfrutaron, quién más quién menos, de tranquilidad (ver 9:31). Evidentemente
los doce todavía estaban predicando cosas que no ofendían a los exponentes de
la barrera de división (Ef.2:14).
Los
doce apóstoles seguían siendo judíos, judíos cristianos. Aparentemente
estaban esperando todavía la restauración del reino de Israel por el Señor
(Hech.1:6). Se observa que ninguno de los doce (según la Escritura) inició la
predicación del evangelio a los samaritanos ni a los gentiles. Sólo
gradualmente —mejor
dicho, forzados— buscaban a tientas las verdades por las cuales
Esteban dio su vida. Lo que Felipe hizo rápidamente y con ganas (Hech.8:5; 8:26-27),
Pedro lo investigaba cuidadosamente y sin ganas (Hech.10:14; 10:28).
¿Fueron llevadas a cabo más ejecuciones
en aquella época (además de aquella de Esteban por los judíos)? Hay pasajes
subsecuentes que parecen favorecer una conclusión afirmativa (Hech.9:1; 22:4; 26:10).
Se puede suponer que más de un cristiano haya sido ejecutado. Pero estos casos
no pudieron ser muchos pues el gobierno romano no lo hubiera permitido.
Intercalado aquí en este breve relato de
la persecución contra la iglesia, Lucas relata la sepultura de Esteban. Los
hombres piadosos que se encargan de recoger y sepultar su cuerpo, no parece que
fueron cristianos. Probablemente eran judíos de tendencias más moderadas que
los perseguidores, e incluso amigos personales de Esteban. Algo parecido
sucedió con el cadáver de Jesucristo (Jn.19:38-39). Notamos: que había incrédulos que no aprobaron la locura que
resultó en el martirio de Esteban.
No se debe olvidar que los hombres que
luchaban en favor del universalismo eran judíos. Jesús mismo era judío, los
profetas antes de él eran de Israel (el término judío no se puede usar
correctamente para designar el período antes del cautiverio), los hombres como
Esteban y otros que le siguieron eran judíos.
Ellos eran judíos (o israelitas) que
reconocían que el monoteísmo llevaba al universalismo como su conclusión
inevitable; el concepto de un solo Dios demanda el concepto de un solo mundo.
Es verdad que Lucas narra la historia triste de judíos comprometidos a un
estrecho credo racial, cegados por el orgullo propio y el prejuicio; pero a la
vez, él también cuenta de judíos que fundaron nuevas sendas para la humanidad.
El antisemitismo de hoy día debe tomar en cuenta esta verdad.
______________
Bibliografía:
-e-Sword-the.
LEDD.
-Biblia
de Estudio RYRIE.
-Por:
Pastor: Carlos Ramírez Jiménez. 05//05//2016.
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